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La Absurda Biblia 2

Enviado por Allan AAA


Partes: 1, 2

  1. Leyes malditas
  2. Leyes sexistas
  3. Leyes absurdas

SECCIÓN PRIMERA:

Leyes malditas

I. INTROITO

Salmo 19,8: "Los mandatos de Dios son rectos, y alegran el corazón".

Levítico 26,6: "Yo te daré paz en la tierra, y dormiréis y no habrá quien os espante".

Salmo 118,1: "Alabad a Dios, porque él es bueno. Porque para siempre es su misericordia".

1 Juan 4,8: "Dios es amor". Versículos como éstos parecerían indicar que el Dios es todo «amor». Sin embargo, en muchos pasajes bíblicos puede notarse como en las leyes divinas la muerte es el único medio de disciplinar al pueblo. ¡Que falta de «creatividad»! Es verdad que las acciones malas merecen disciplinarse, pero también es cierto que a un Dios tan «sabio» se le pudiese ocurrir alguna manera menos salvaje para purificar su pueblo. Aparte de esto, en varias ocasiones [especialmente los libros de profecías] Dios manifiesta una crueldad espantosa. Están llenas de maldiciones palabras que provienen de Dios mismo, el cual alguna vez se jactó en expresar hipócritamente: "Los profetas que fueron antes de mi y antes de ti en tiempos pasados, profetizaron guerra, aflicción y pestilencia contra muchas tierras y contra grandes reinos. El profeta que profetiza la paz… será conocido como el profeta que Dios en verdad envió" [Jeremías 28,8-9].

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La expresión «un dios inventado» del título se esclarece en el anexo de este documento. Analizando algunos de los atributos divinos del hebreo Yahvé [Jehová] se da a entender que tiene un cuerpo físico capaz de caminar, volar, comer, montar en carrozas, tocar a los humanos, que tiene un trono en el firmamento y demás cosas por el estilo. Pero esta creencia proviene de las ideas mitológicas comunes a todos los pueblos primitivos, donde era normal atribuir características humanas a los dioses. En este sentido, el hebreo Yahvé es uno más de los tantos dioses antropomórficos que fueron adorados, antes o después de la civilización hebrea.

II. EL CASTIGO DIVINO DE LA MUERTE

Levítico 19,30: "Guardaréis mis sábados y tendréis en reverencia mi santuario. Yo tu Dios".

Levítico 23,3: "Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso completo, reunión sagrada en que no haréis trabajo alguno. Será descanso de Dios dondequiera que habitéis". Deuteronomio 5,12-14: "Guardarás el día del sábado para santificarlo, como te lo ha mandado tu Dios. Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, pero el día séptimo es día de descanso para tu Dios".

Éxodo 31,14-15: "Guardaréis el sábado, porque es sagrado para vosotros… Cualquiera que haga algún trabajo en el día del sábado, morirá irremisiblemente".

Éxodo 35,2: "Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Dios; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá".

NOTA: Si Dios ordena que la gente le guarde el sábado, tendría sus razones. Pero las personas infractoras de este mandato, que realizan cualquier clase de trabajo en ese día, reciben una pena cruel y exagerada. ¿Aparte de la muerte, no habría otro «castigo» un poco más humano considerando la «gravedad» de la falta?

Levítico 20:6,9: "Si alguien consulta a los nigromantes, y a los adivinos, prostituyéndose en pos de ellos, yo volveré mi rostro contra él y lo exterminaré… Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá".

NOTA: La pena de muerte es considerada como la única forma de disciplina. Esto es propio de pueblos bárbaros y no de una nación que supuestamente dice adorar al «dios verdadero».

Levítico 20,10-21: "Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos… Si alguno se cohabitare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos… El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas… Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia. Y si una mujer se llegare a algún animal para cohabitar con él, a la mujer y al animal matarás… El varón que se acueste con mujer durante el tiempo de la reglas… Ambos serán exterminados de entre su pueblo".

NOTA: Es muy justo que haya castigos en los casos de inmoralidad sexual. Pero se exige exclusivamente la muerte, como si no hubiera otra forma para corregir la falta de los implicados.

Levítico 21,9: "Y la hija del sacerdote se profana prostituyéndose, a su padre deshonra; quemada será al fuego".

NOTA: Aunque en este caso la acción merezca un correctivo, el hecho de quemarla viva es salvajismo, no justicia.

Levítico 24,16: "El que blasfemare el nombre de Dios, ha de ser muerto irremisiblemente. Toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera". NOTA: Si el Dios bíblico se ofende cuando alguien blasfeme su «nombre» ¿No debería ser él mismo quien deba tomar retribución? ¿Por qué Dios necesitaría de los humanos para cobrar venganza?

Deuteronomio 21,18-21: "Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva… Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti". NOTA: Dios está exigiendo la muerte de adolescentes desobedientes ¡Que exagerado! Quiere decir esto que los padres de un muchacho problemático sencillamente deben matarlo para evitar problemas, y luego procrear otro hijo. ¿Acaso no hubiera sido mejor en estos casos recomendar una terapia familiar, o alguna de esas cosas por el estilo? Incluso enviar al joven, en este caso, a un correccional de menores parece más justo que la ley divina.

Deuteronomio 12,2-3: "Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y bajo todo árbol frondoso… Y consumiréis con fuego las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar".

Deuteronomio 13,6-10: "Si tu hermano… tu hijo o tu hija, la esposa que reposa en tu seno o el amigo que es tu otro yo, trata de seducirte en secreto diciéndote: Vamos a servir a otros dioses… No accederás ni le escucharás, tu ojo no tendrá piedad de él, no le perdonarás ni le encubrirás, sino que le harás morir; tu mano será la primera sobre él para darle muerte, y después la mano de todo el pueblo. Le apedrearás hasta que muera, porque trató de apartarte de tu Dios".

Deuteronomio 13,12-16: "Si oyes decir que en una de las ciudades que tu Dios te da para habitar en ella, algunos hombres, malvados… han seducido a sus conciudadanos diciendo: Vamos a dar culto a otros dioses… Y si es verdad, si se comprueba que en medio de ti se ha cometido tal abominación, herirás a filo de espada a los moradores de la ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a filo de espada. Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada".

Deuteronomio 17,5-7: "Entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirá. Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir… La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti".

NOTA: Las leyes contra el politeísmo y la idolatría exigen únicamente la pena de muerte. Para la justicia divina del dios hebreo existe el matar es el correctivo ideal. ¿Es racional este tipo de «justicia divina» y propia de un dios «sabio»?

III. LEYES DE LA «GUERRA SANTA»

Deuteronomio 20,10-17: "Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, le intimidarás la paz… Más si no hiciese paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás. Luego que tu Dios la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada… Todo su botín tomarás para ti… No dejarás ninguno con vida, sino que los destruirás completamente como tu Dios te ha ordenado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos".

NOTA: Dios ordena explícitamente a los hebreos invadir y arrasar con países vecinos, sin que haya ninguna razón de por medio. Así pues, los obedientes hebreos atacan aquellos pueblos y matan hombres por miles, con el objetivo de apoderarse de esas porciones de tierra [mujeres, niños y animales se consideraban trofeo de guerra].

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Salmo 44,5-6: "Tú sólo, oh Rey mío, Dios mío… por ti nosotros hundimos a nuestros adversarios, por tu nombre pasamos por encima de nuestros agresores".

Levítico 26,7-8: "Perseguiréis a vuestros enemigos; que caerán ante vosotros a filo de espada. Cinco de vosotros perseguiréis a 100, y 100 de vosotros perseguiréis a 10.000; vuestros enemigos ante vosotros caerán a filo de espada".

NOTA: La infamia de pasajes bíblicos como este no tiene justificación alguna. Hay una clara alusión a la «guerra santa». Nada puede haber más absurdo que matar en nombre de «Dios».

IV. EL DIOS DE LAS MALDICIONES

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Levítico 26,16-39: "Traeré sobre vosotros el terror, la tisis y la fiebre, que os quemen los ojos y os consuman el alma. Sembraréis en vano vuestra semilla, pues se la comerán vuestros enemigos… Vuestras fuerzas se consumirán en vano, pues vuestra tierra no dará sus productos ni el árbol del campo sus frutos… Soltaré contra vosotros las fieras salvajes, que se alimentarán de vuestros hijos, exterminarán vuestro ganado… Traeré sobre vosotros la espada vengadora… enviaré la peste en medio de vosotros… Yo me enfrentaré a vosotros con ira… Comeréis la carne de vuestros hijos y la carne de vuestras hijas… Amontonaré vuestros cadáveres… Reduciré vuestras ciudades a ruina… Vuestra tierra será desolada y vuestras ciudades una ruina… A los que quedaren de vosotros, les infundiré pánico en sus corazones… el ruido de una hoja caída los ahuyentará… Pereceréis entre las naciones, y os devorará el país de vuestros enemigos… Se pudrirán a causa de su iniquidad en los países de vuestros enemigos; por las iniquidades de sus padres unidas a las suyas, se pudrirán".

NOTA: Estas palabras [incluyendo la alusión al canibalismo del versículo 29] no son sólo excesivamente crueles, sino además degradantes.

Deuteronomio 28,16-45: "Maldito serás en la ciudad y maldito en el campo… Maldito el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas. Maldito serás cuando entres y maldito cuando salgas. Dios enviará contra ti la maldición, el desastre, la amenaza… hasta que seas exterminado y perezcas rápidamente… Dios hará que se te pegue la peste, hasta que te haga desaparecer de este suelo… Dios te herirá de tisis, fiebre, inflamación, gangrena… que te perseguirán hasta que perezcas… Dios dará como lluvia a tu tierra polvo y arena, que caerán del cielo sobre ti hasta tu destrucción… Tu cadáver será alimento de todas las aves del cielo y de todas las bestias de la tierra… Dios te herirá con úlceras… de las que no podrás sanar. Dios te herirá de delirio, ceguera y pérdida de sentidos… Estarás oprimido y despojado toda la vida, y no habrá quien te salve. Te desposarás con una mujer y otro hombre la hará suya; edificarás una casa y no la habitarás; plantarás una viña y no podrás disfrutar de ella. Tu buey será degollado ante tus propios ojos, y no podrás comer de él; tu asno será robado en tu presencia, y no se te devolverá; tus ovejas serán entregadas a tus enemigos, y no habrá quien te salve… No serás más que un explotado y oprimido toda la vida… Dios te herirá de úlceras malignas en las rodillas y en las piernas, de las que no podrás sanar, desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza… Plantarás y cultivarás viñas, pero no beberás vino ni recogerás nada, porque el gusano las devorará… Engendrarás hijos e hijas, pero no serán para ti, porque irán al cautiverio… Todos tus árboles y los frutos de tu suelo serán presa de los insectos…. Todas estas maldiciones caerán sobre ti, te perseguirán y te alcanzarán hasta destruirte, por no haber escuchado la voz de tu Dios".

NOTA: No existe argumento que pueda justificar semejante lluvia de maldiciones. Dios no sólo se contenta con maldecir a la persona, sino además todo lo que le rodea, sea que se trate de animales, plantas y hasta los hijos.

Deuteronomio 28,53: "Comerás el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijos y tus hijas que te haya dado tu Dios, en el asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo".

Deuteronomio 32,40-43: "Porque yo alzaré a los cielos mi mano. Y diré: Vivo yo para siempre. Afilaré mi reluciente espada… Yo tomaré venganza de mis enemigos… Embriagaré de sangre mis flechas, y mi espada devorará carne; en la sangre de los muertos y de los cautivos, en las cabezas de larga cabellera del enemigo".

Oseas 13,16: "Caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas abiertas".

Salmo 137,9: "Bienaventurado quien agarre y estrelle contra la roca a tus pequeños".

NOTA: Estas palabras del «Dios verdadero» parecen ser más propias de guerreros bárbaros. Incluso los niños pequeños son maldecidos. Aunque sean profecías contra naciones enemigas de Israel, ¿es razonable este tipo de crueldad?

Salmo 109,6-19: "Pon sobre él al impío, y Satanás esté a su diestra. Cuando fuere juzgado, salga culpable… Sean pocos los días que le queden… Sean sus hijos huérfanos, su mujer viuda. Anden sus hijos vagabundos y mendiguen… Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene… No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos. Su familia sea destruida… Venga en memoria ante él la maldad de sus padres… Que corte de la tierra su memoria… La maldición lo vista como ropa, y penetre como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos. Séale como vestido que lo cubra, y como cinto con que se ciña perpetuamente".

NOTA: Este salmo es un clamor de la venganza de alguien que apela a la justicia divina. El salmista cree que escribiendo esta cosa infame supuestamente engrandece el nombre de Dios.

Isaías 13,11-18: "Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad… Haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación del Dios de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira… Cualquiera que sea hallado será alanceado… y caerá a espada. Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas serán saqueadas, y violadas sus mujeres… Con arco tirarán a los niños, y no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni su ojo perdonará a los hijos".

NOTA: Dios maldice a Babilonia con tal ira atroz, que ni siquiera tiene compasión de los niños inocentes. Suponiendo que la ciudad sea perversa, ¿qué culpa de eso tienen los niños pequeños?

Salmo 58,11: "Se alegrará el justo de haber visto la venganza, sus pies bañará en la sangre del impío".

Isaías 42,24-25: "Por tanto derramó sobre él el ardor de su ira, y fuerza de guerra; le puso fuego por todas partes".

Isaías 63,6: "Y con mi ira aplasté los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre".

Isaías 66,16: "Dios juzgará con fuego, y con espada, a todo mortal. Muchos serán los que morirán a causa de Dios".

Jeremías 15,3-4: "Y enviaré sobre ellos cuatro géneros de castigo… espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra para devorar y destruir".

Jeremías 49,12-13: "Porque así ha dicho Dios: He aquí que los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que ciertamente beberás. Porque por mí he jurado, dice Dios, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición".

Oseas 13,7-9: "Yo seré para ellos como león; como un leopardo en el camino los acecharé. Como osa que ha perdido los hijos los encontraré, y desgarraré las fibras de su corazón, y allí los devoraré como león; fiera del campo los despedazará. Yo te destruiré, oh Israel".

Amós 9,10: "A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo".

Zacarías 11,6: "Por tanto, no tendré ya más piedad de los moradores de la tierra, dice Dios. Porque he aquí, yo entregaré los hombres cada cual en mano de su compañero y en mano de su rey; y asolarán la tierra, y yo no los libraré de sus manos".

NOTA: Estos versículos representan una muestra de lo que dice el Dios de la guerra, el Dios de la venganza, el Dios de la ira. ¿Qué es de aquél Dios que con ternura se dirige a su pueblo en ¡Cuánta contradicción!

Nahúm 1,2-10: "Dios es celoso y vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios y guarda enojo para sus enemigos… Dios marcha en el huracán y la tempestad… Las montañas se estremecen delante del él, y las colinas se derriten. Ante su presencia queda desolada la tierra, el mundo y todos los que lo habitan… Su ira se derrama como el fuego… Aún en las tinieblas perseguirá a sus enemigos… Serán consumidos como paja seca".

NOTA: El más bello himno al Dios de la venganza que algún profeta bíblico pudo componer.

V. LA VENGANZA IRRACIONAL

Oseas 4,3: "Se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán".

Sofonías 1,2-3: "Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Dios. Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y arrancaré a los hombres de sobre la faz de la tierra".

NOTA: Dios no sólo castiga la maldad de los seres humanos, sino que además se jacta en matar a los animales [hasta donde se sabe, no parece que en los animales haya iniquidad que merezca ser castigada]. ¿Es justo y sabio este tipo de comportamiento violentamente enfermizo?

Deuteronomio 28,63: "Así como Dios se goza en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Dios en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra".

NOTA: La maldad y el sarcasmo de Dios es tan grande que goza tanto en hacer el bien como en arruinar y destruir a su pueblo.

Isaías 30,26: "Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Dios la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó".

NOTA: Dios tiene una naturaleza extrañamente maliciosa; primero castiga con crueldad extrema para luego él mismo reparar el daño.

Zacarías 14,1-4: "He aquí, el día de Dios viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres… Después saldrá Dios y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla".

NOTA: Dios es perverso; se vale de otros para castigar atrozmente a su propio pueblo. Una vez hecho esto, entonces él mismo se encargará de eliminar a quienes manipuló.

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Malaquías 4,5-6: "He aquí que yo os envío al profeta Elías antes que llegue el Día de Dios, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres; no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición".

NOTA: Dios es exageradamente rencoroso. Si es que no hay arrepentimiento, inmediatamente amenaza.

Ezequiel 4,12: "Comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocerás a la vista de ellos sobre los excrementos humanos".

Malaquías 2,2-3: "Si no escuchan ni toman a pecho dar gloria a mi Nombre, dice Dios, yo lanzaré sobre vosotros la maldición y maldeciré su bendición; y hasta la he maldecido ya… He aquí que yo voy a romper vuestro brazo, les echaré estiércol a la cara, el estiércol de sus fiestas, y con él serán removidos".

NOTA: El rencoroso Dios «envía a la mierda» a su amado pueblo. ¿Sería apropiado para Dios pronunciar palabras llenas de ira y vulgaridad?

SECCIÓN SEGUNDA:

Leyes sexistas

VI. LAS «INMUNDICIAS» FEMENINAS

Levítico 12,2-8: "Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará inmunda durante siete días; será inmunda como en el tiempo de sus reglas… permanecerá 33 días purificándose de su sangre… Pero si da a luz una niña, quedará inmunda dos semanas… y permanecerá 66 días purificándose… Al cumplirse los días de su purificación, sea por niño o por niña, presentará al sacerdote… un cordero de un año como holocausto, y un pichón o una tórtola como sacrificio por el pecado… Y el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura".

NOTA: Dios está diciendo que la maternidad hace «inmundas» a las mujeres, al punto de que tienen que presentar una ofrenda por su «pecado» [matando animales]. La ley es además sexista, pues se indica que la mujer es inmunda el doble de tiempo cuando da a luz una niña, en vez de varón.

Levítico 15,19-30: "Cuando una mujer tuviere flujo de sangre… siete días estará apartada… Cualquiera que tocarse sus pertenencias será inmundo… Y el octavo día tomará consigo dos tórtolas o dos palominos… y el sacerdote hará del uno ofrenda por el pecado y del otro holocausto; y la purificará delante de Dios del flujo de su impureza".

NOTA 1: Las menstruaciones hacen «inmundas» a las mujeres y necesitan hacer ofrendas para purificarse [matando animales, de nuevo]. Esto no tiene sentido, pues, según esta ley, entonces ninguna mujer podría ser pura después de la pubertad [la menstruación se da aproximadamente una vez cada mes]. ¿Es razonable aceptar esta ley? La menstruación es un proceso biológico normal en la fertilidad de la mujer, entonces ¿se equivocó Dios al crear el ciclo menstrual femenino? ¿Qué pasaría si una mujer quiere acercarse a Dios con mucha fe, pero de momento se encuentra menstruando? ¿La rechazaría Dios en aquella circunstancia? Se afirma que hasta las cosas que la pobre mujer toca quedan inmundas. Es una absurda forma de discriminación femenina.

NOTA 2: La biblia indica que hay que matar animales cada vez que una mujer tenga menstruación. ¿Hay algo lógico, por muy pequeño que sea, en esa creencia?

VII. DEVOCIÓN POR EL MIEMBRO VIRIL

Génesis 17,10-14: "Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros… Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto".

Génesis 34,22: "Pero sólo con esta condición accederán estos hombres a quedarse con nosotros para formar un solo pueblo: que nos circuncidemos todos los varones".

Éxodo 12; 43-44: "Dijo Dios a Moisés y a Aarón: Estas son las normas sobre la Pascua… Todo siervo, comprado por dinero, a quien hayas circuncidado, podrá comerla".

Levítico 12,3: "Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio".

Josué 5,2: "Dijo Dios a Josué: Hazte cuchillos de pedernal y de nuevo vuelve a circuncidar a los hijos de Israel". NOTA: La obsesión de Dios con los prepucios del pene es absolutamente inexplicable. Si el hombre se circuncida sería más por cuestiones de higiene y no por un «pacto divino». El pueblo bíblico tenía la estúpida idea de que el prepucio era tan «sagrado», al punto de considerarlo como el signo más importante de la alianza de Dios con ellos. Pero si este fuese el caso, ¿es que Dios se equivocó cuando creó el pene del hombre? ¿Acaso el varón tiene que mutilarse el pene para arreglar la obra divina?

1 Samuel 18,25-27: "Habló Saúl: Decid así a David: No quiere el rey dote, sino 100 prepucios de filisteos… El asunto pareció bien a David para llegar a ser yerno del rey… Se levantó David y partió con sus hombres. Mató a 200 hombres de los filisteos y trajo David sus prepucios que entregó cumplidamente al rey para ser yerno del rey. Saúl le dio a su hija Mical por mujer".

NOTA: El prepucio tenía tanto valor para los hebreos del tiempo bíblico que incluso llega a considerarse como dote de bodas. ¿Tiene alguna lógica esto? ¿Qué haría Saúl con todos esos prepucios?

Génesis 24,9: Los hebreos hacían juramentos solemnes por sus genitales: "Entonces el criado puso su mano dentro del muslo de Abraham su señor, y le juró cumplir el encargo". Tal encargo era muy importante, pues se trataba de conseguir esposa para Isaac [Génesis 24,51].

Génesis 47,29-31: "Llegaron los días de Jacob para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo… Te ruego que pongas tu mano dentro de mi muslo para que prometas esta prueba de amor y fidelidad; no me sepultes en Egipto… Y José le juró".

NOTA: Obviamente el eufemismo «dentro del muslo», se refiere a los testículos del hombre. ¿Es razonable para un libro considerado «palabra divina» dar tanta importancia a los genitales masculinos? Claramente se nota que estas ideas provienen de sacerdotes sexistas.

Génesis 38,8-9: El semen del hombre es considerado más valioso que el mismo hombre: "Entonces Judá dijo a Onán: Cásate con la mujer de tu hermano y cumple como cuñado con ella, procurando descendencia a tu hermano. Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, cada vez que se unía con su cuñada, derramaba en tierra, evitando el dar descendencia a su hermano. Esto desagradó a Dios y le quitó la vida".

NOTA: Según esto, es más importante el deber cívico de tener hijos para hacer efectivas las promesas de Dios a los antepasados, que la propia moral sexual.

Levítico 15,16-17: "El hombre que tuviese emisión de semen, lavará en agua todo su cuerpo, y será inmundo hasta la noche. Y toda vestidura, o toda piel sobre la cual cayere la emisión… será inmunda hasta la noche". NOTA: El Dios hebreo está excesivamente obsesionado con el derramamiento del semen. Parece ser que el semen era algo tan «sagrado» que debía servir sólo para procrear. Por eso, si se derramaba [es decir, se desperdiciaba] el hombre pasaba a ser «inmundo» por no cumplir su misión.

Deuteronomio 25,11-12: "Cuando dos hombres peleen uno con otro, y se acercase la mujer de uno para librar a su marido de los golpes del otro, y alargando su mano asiere sus partes vergonzosas, le cortarás entonces la mano. No le tendrás ninguna lástima".

NOTA: Los genitales masculinos eran tan «sagrados» para los hebreos, que una mujer no debía tocarlos, ni siquiera en defensa de su esposo.

SECCIÓN TERCERA:

Leyes absurdas

VIII. LA FABRICACIÓN DE IMÁGENES

Éxodo 20,4; Deuteronomio 5,8: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra".

Levítico 19,4: "No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición".

NOTA: Dios ordena explícitamente que no se fabriquen imágenes. Sin embargo, Dios mismo contradice su propia orden en Éxodo 25,18-19: "Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo… un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo… Y los querubines extenderán por encima las alas… sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los dos querubines". ¿Acaso los querubines no son esculturas? ¡Cuánta hipocresía divina! Como los querubines eran para adornar el tabernáculo, o altar de Dios, ¿en ese caso no importaba fabricar imágenes?

Génesis 28,18: Jacob construye altares de piedra: "Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella".

Génesis 35,14: "Y Jacob erigió una señal en el sitio que había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite". 1 Reyes 6,23-28: De Salomón se dice que "hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura", confirmado en 2 Crónicas 3,10: "Los dos querubines de madera fueron cubiertos de oro". NOTA: ¿En dónde quedan entonces las palabras de Dios acerca de no fabricar imágenes? ¿No se podía rendir culto a Dios sin utilizar altares de piedra? Aparentemente no importaba el mandato divino si los que lo infringían eran patriarcas hebreos. ¿Sería igual para el resto del pueblo?

Números 21,6-9: "Envió entonces Dios contra el pueblo serpientes abrasadoras, que mordían al pueblo; y murió mucha gente de Israel. El pueblo fue a decirle a Moisés: Hemos pecado por haber hablado contra Dios y contra ti… Moisés intercedió por el pueblo. Dios dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre un asta… Y Moisés hizo una serpiente de bronce… Y si una serpiente mordía a un hombre y éste miraba la serpiente de bronce, quedaba con vida".

NOTA: Además de contradecir la orden de no hacer imágenes [en este caso, una serpiente], Dios utiliza la imagen fabricada para curar al pueblo del veneno de las mordeduras. Si Dios es tan poderoso, ¿no podía simplemente curar al pueblo sin necesidad de recurrir a la serpiente de bronce? ¿Por qué Dios se complica las cosas pudiendo hacerlo de manera más sencilla?

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IX. LA ASTROLOGÍA

Deuteronomio 18,10: "No sea hallado en ti… quien practique adivinación, ni nadie que consulte a los astros, ni hechicero".

Levítico 19,31: "No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis ni contaminéis con ellos".

Isaías 47,13-14: El profeta anuncia la caída de Babilonia: "Comparezcan ahora y te libren tus astrólogos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses… He aquí que serán como paja; el fuego los quemará. No librarán sus propias vidas del poder de la llama del fuego". Dios prohíbe terminantemente la adivinación y la astrología. Pero David, rey de Israel, tenía astrólogos entre sus filas: "De los hijos de Isacar, 200 principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer" [1 Crónicas 12,32].

NOTA: Obviamente estos «entendidos en los tiempos» son astrólogos. Parece que la ley contra la astrología no le interesó a David. Actitudes hipócritas como esta nunca permitieron erradicar la astrología, pues la ley de Dios la abrazó con una mano, mientras la condenaba como un arte diabólico con la otra.

X. LA HERENCIA DE LOS PECADOS

Éxodo 20,5-6: "Yo soy tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos".

Éxodo 34,7: "Dios misericordioso y clemente… que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación".

NOTA 1: Dios es amoroso con quienes son buenos pero castiga a los hijos de quienes son malos. Este proceder no sería propio de un dios justo. ¿Por qué los hijos tienen que pagar las faltas de sus padres? ¿Acaso ellos tienen alguna culpa por lo que hicieron sus padres?

NOTA 2: La ley de Dios no se pone de acuerdo, pues esto es refutado en Deuteronomio 24,16: "Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado". Ezequiel 18,20: "El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él". ¿Cómo explicar estas contradicciones? Dios tiene doble palabra.

XI. LOS DEFECTOS FÍSICOS

Levítico, 21,18-23: "Ciertamente ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado, o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano, o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado… No entrará hasta el velo ni se acercará al altar, porque tiene defecto, para no profanar mi santuario, pues yo soy Dios el que los santifico"

NOTA: Dictaminar que nadie puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto es 100% absurdo, irrazonable y estúpido. ¿Significa entonces que las personas con defectos físicos nunca podrán ser sacerdotes o acercarse a Dios?

Deuteronomio 23,1-2: "No entrará en la congregación de Dios el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril. No entrará el bastardo en la congregación de Dios. Ni aún en la décima generación entrará en la congregación de Dios".

NOTA 1: Dios ordena que se expulse a los hombres cuya «virilidad» sea incompleta, es decir cuando sus órganos genitales tienen algún defecto. Pero en Isaías 56,4-5 la orden divina se contradice y Dios elogia a los eunucos [es decir, aquellos que se han castrado]: "Así ha dicho Dios: A los eunucos que guarden mis sábados… que abrazan mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá".

NOTA 2: Dios rechaza totalmente a los hijos ilegítimos. ¿Acaso un hijo «bastardo» tiene alguna culpa por su origen? Si alguien quiere sinceramente acercarse a Dios pero tiene prohibido hacerlo por ser ilegítimo.

XII. LOS SACRIFICIOS DE ANIMALES

Levítico 4,4-12; 6,9-16: Es necesario degollar y quemar animales para adorar a Dios: "Pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo degollará delante de Dios… y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Dios, hacia el velo del santuario… y el sacerdote y lo quemará sobre el altar del holocausto".

Éxodo 24,4-8: "Envió Moisés jóvenes de los hijos de Israel, quienes ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Dios. Y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar… Entonces tomó la sangre y roció sobre el pueblo diciendo: He aquí la sangre del pacto que Dios ha hecho con vosotros". Números 19,2-10: "Esta es la ordenanza de la ley que Dios ha prescrito… Traigan una vaca alazana, perfecta… y la darás a Eleazar el sacerdote… y la hará degollar en su presencia… tomará de la sangre con su dedo, y rociará hacia la parte delantera del tabernáculo… y hará quemar la vaca ante sus ojos… y será inmundo el sacerdote hasta la noche. Asimismo el que la quemó… será inmundo hasta la noche… y será estatuto perpetuo".

NOTA 1: Estas leyes son grotescas y bárbaras. Es irrazonable tanta obsesión con la sangre derramada. ¿Qué necesidad tendría Dios de embarrar sus altares con sangre de animales? ¿Sus adoradores eran sacerdotes o carniceros? ¿Por qué a Dios le gusta tanto el olor de la carne quemada?

NOTA 2: Es ilógica la idea que el matar y quemar un animal sea un «sacrificio de paz» para adorar a Dios. Incluso se rocía la sangre sobre la gente ¡Además de absurdo, esto es innecesario e insalubre!

NOTA 3: No tiene sentido que sean «inmundos hasta la noche» quienes participan en la matanza, pues se supone que era para adorar a su propio Dios.

NOTA 4: Por último, la misma biblia contradice esta barbarie.

Isaías 1,11: "Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos".

Amós 5,21-22: "Aborrecí, abominé vuestras solemnidades… y si me ofrecisteis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré las ofrendas de paz de vuestros animales engordados".

Isaías 66,3: "El que sacrifica buey es como si matase un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese un ídolo". ¿Donde entonces queda el supuesto «estatuto perpetuo»? Dios no es capaz de mantener sus ordenanzas.

XIII. LOS ANIMALES «INMUNDOS»

Deuteronomio 14,7: "Entre los que rumian y entre los animales de pezuña partida y hendida no podréis comer los siguientes: el camello, la liebre y el conejo, que rumian pero no tienen la pezuña hendida; los tendréis por inmundos" [lo mismo se afirma en Levítico 11,5-6].

Partes: 1, 2
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