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Perú: Políticas multisectoriales del sector agrícola para enfrentar el reto de los tratados de libre comercio (página 2)


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El país ha dado un gran paso con el inicio de operaciones de Agrobanco, por más que pueda ser considerado modesto en términos de su capital inicial, lo cual obviamente limita su cobertura. Como todos saben, esto es resultado de la situación económica y financiera del país. Sin embargo, un elemento central para ampliar y mejorar los servicios financieros será aumentar el capital del banco en los próximos años, en una adecuada mezcla entre el sector privado y público. Sin embargo, la ampliación y la mejora de los servicios financieros para el agro no acaban en Agrobanco. También se debe promover y fortalecer la participación de la banca privada, las cajas rurales u otras modalidades de colocación de recursos.

Lineamientos

  • Mejorar la eficiencia, la cobertura y las condiciones de crédito, y ampliar los servicios de las instituciones financieras rurales con una mayor participación del sector privado.
  • Promover una mayor participación del sistema bancario formal, especialmente las cajas rurales y municipales.
  • Reducir los costos financieros a través de la disminución del costo de las líneas de crédito de segundo piso para las Instituciones Financieras dedicadas al sector; y la adecuación de las normas sobre provisiones de cartera agrícola, considerando las características del sector.
  • Mejorar la gestión de las IFIs a través de la capacitación y la asesoría.

Instrumentos prioritarios

  • Fortalecimiento del Banco Agropecuario en busca de una mayor participación del sector privado.
  • Reducir los costos operativos promoviendo economías de escala a través de la organización de los productores, el incremento de las líneas administradas por COFIDE para fortalecimiento patrimonial y la promoción de la capitalización de la utilidad de las cajas rurales, de tal manera que puedan ampliar su capacidad de colocación.
  • Reducir los costos del riesgo climático a través del establecimiento del seguro agrario.
  • Crear una central de riesgo que permita tener una base de datos sobre la historia crediticia de los créditos otorgados por el Estado, y ser estrictos en las exigencias de pago de todas las deudas agrarias.
  • Reducir los costos de transacción mediante la constitución de garantías y contratos, el establecimiento de formatos simplificados como los que actualmente usa COFOPRI, la centralización de la información registral para garantía, y el diseño de normas que permitan hacer uso de garantías con mecanismos de ejecución extrajudiciales, como los warrants.

Política jurídica y fiscal

Todos sabemos que sin seguridad jurídica y fiscal ninguna actividad económica puede desarrollarse ni atraer nuevas inversiones. En el campo, esto es fundamental, básicamente en los temas de regularización y titulación de tierras agropecuarias, a la cual el sector debe otorgar especial atención. El desorden jurídico que ha existido desde décadas atrás ha ocasionado diversos tropiezos que se han identificado y están en proceso de solución. El sector Agrícola, debe trabajar en la mejora del marco normativo vigente, el cual debe encaminarse a un mejor uso y explotación de los recursos naturales (Ley de Concesiones Forestales, Ley de Aguas y Ley de Tierras), así como a generar un ambiente propicio para el desarrollo de la inversión privada. Teniendo en cuenta que buena parte del desarrollo del país depende del agro, las normas tributarias generales y la incidencia tributaria deben contemplar un tratamiento especial. En el caso del agro, se debe fortalecer el criterio de normas tributarias simples, adecuadas a su ciclo productivo y uniformes para evitar distorsiones que fomenten la informalidad, una mala asignación de recursos o situaciones que discriminen marcadamente a los productores.

Lineamientos

  • Diseñar un sistema tributario simplificado para el sector agrario que promueva la producción y la competitividad, orientado a la eliminación de las distorsiones de mercado y la formalización de los productores.

Instrumentos prioritarios:

  • Promoción de la inversión privada mediante la aplicación de la depreciación acelerada y devolución anticipada del IGV.
  • Reducción de la tasa de IGV que beneficie exclusivamente al productor agrario y promueva el desarrollo agropecuario en el primer eslabón de la cadena.
  • Eliminación de beneficios tributarios que discriminen al productor agropecuario según su nivel de ventas.

Reducción de aranceles para insumos y bienes de capital

Propiciar la reducción de aranceles para insumos y bienes de capital, con el objeto de contribuir a la reducción de costos y a la capitalización del agro. Esto debe continuar concertándose internamente con el MEF y otros sectores productivos. A la vez, negociar la posición más conveniente en este campo, en el marco de la Comunidad Andina. En la actualidad, está claro que los bienes de capital no producidos en la subregión deben alcanzar un nivel arancelario equivalente a cero, y los insumos (en una primera etapa) el nivel arancelario más bajo posible.

Lineamientos:

  • Promover una estructura arancelaria simplificada, que favorezca la reducción de costos para los insumos y bienes de capital destinados a la actividad agraria.

Instrumentos prioritarios:

  • Gravar con arancel cero los insumos que tienen importancia significativa en los costos y rendimientos de la producción agrícola y pecuaria (fertilizantes, pesticidas semillas y embriones, etc.).
  • Establecer un arancel mínimo para los bienes de capital destinados a la producción agropecuaria en armonía con los acuerdos comerciales establecidos por el Perú.

Política productiva

La agricultura en el Perú es una actividad productiva que se practica bajo condiciones de alto riesgo y vulnerabilidad climática, que en muchos casos pueden ser previstas y mitigadas. El fenómeno natural con mayor impacto socioeconómico sobre el sector agrario es el Fenómeno El Niño, el cual produce amenazas recurrentes de diferente naturaleza, como son el exceso o el déficit de precipitación, así como el incremento o la reducción de la temperatura, lo cual desencadena inundaciones, sequías, deslizamientos, alteraciones en el ciclo vegetativo de los cultivos, plagas y enfermedades, entre otros.

Lineamientos:

  • Institucionalizar la cultura de prevención en los procesos de planeamiento del desarrollo.
  • Dirigir la Cooperación Técnica y Financiera nacional e internacional, en las acciones de fortalecimiento institucional para la institucionalización de la prevención en los procesos de planeamiento para la prevención y mitigación de desastres, de acuerdo con los Planes de Contingencia y Desarrollo Integral para la Rehabilitación.
  • Priorizar la disminución de la vulnerabilidad de las cuencas hidrográficas, aumentando la cobertura vegetal, mejorando los procesos de intervención con prácticas agrícolas adecuadas, entre otros por su repercusión eslabonada en la agricultura, salud, agua potable, electricidad, asentamientos humanos, educación transporte, etc.
  • Impulsar el establecimiento de redes de conocimiento y trabajo coordinado para lograr semillas de cultivos de corto período de maduración o resistentes a la abundancia de agua, sequías y heladas.
  • Concertar con los diferentes actores públicos y privados para disminuir la vulnerabilidad de la infraestructura física de riego y drenaje y otras del sector agrícola, para la supervisión y mantenimiento adecuados en la construcción y la operación.
  • Orientar el ordenamiento territorial apropiado de áreas agrícolas, sistemas de riego, etc para disminuir vulnerabilidades asociadas a las explotaciones, los cultivos y las crianzas frente a riesgos de desastres y cambios climáticos como El Niño, y para lograr capacidad de respuesta para adecuarse a los cambios.
  • Institucionalizar la gestión de riesgos, como estrategia clave en la prevención y la mitigación de desastres.
  • Fortalecer la capacidad de las organizaciones de usuarios para gestionar adecuadamente sus sistemas de riego.
  • Consolidar sobre la base de Acuerdos Internacionales acciones de prevención eficaz y lucha progresiva contra las plagas y las enfermedades de plantas y animales, especialmente las de carácter transfronterizo, como la peste bovina, la garrapata del ganado vacuno, la fiebre aftosa y la langosta del desierto, allí donde sus brotes puedan causar graves situaciones de escasez de alimentos, desestabilizar los mercados y provocar la adopción de medidas restrictivas comerciales.
  • Coordinar y participar interinstitucionalmente con el Sistema de Defensa Civil para organizar y canalizar la ayuda a damnificados a través de los Centros de Operaciones de Emergencia-COE en el ámbito regional, provincial y distrital.
  • Fortalecer la capacidad de protección del ambiente y la cuenca como unidad de gestión del planeamiento de la actividad agraria, en el marco del desarrollo agrario sustentable.

Instrumentos prioritarios:

  • Elaborar un plan de prevención y mitigación de riesgos de desastres en el sector agrario con la participación de los principales actores.
  • Coordinar con las instituciones involucradas en el conocimiento meteorológico, climático y los pronósticos para el establecimiento de un sistema de información oportuno que permita establecer la creación y la aplicación de información sobre pronósticos climáticos para la vigilancia y la alerta en casos de sequía, inundación, otras catástrofes naturales, plagas y enfermedades.
  • Identificar permanentemente las vulnerabilidades de los cursos de agua y de los sitios de almacenamiento de aguas subterráneas para garantizar la evacuación controlada de las aguas en los valles, ante la presencia de grandes flujos.
  • Establecer alianzas estratégicas con Universidades y Centros de Investigación con la finalidad de realizar estudios de sistematización sobre zonas y tipos de riesgos para la agricultura asociados con las amenazas físicas de la agricultura: desbordamiento de ríos, inundaciones de zonas planas, socavación de cauces de ríos, arrastre y depósito de sedimentos, heladas y tropicalización del clima.
  • Establecer sistemas de control para plagas y enfermedades asociadas a la mayoría de los cultivos y crías, proliferación de roedores y la destrucción de los frutos del maíz, entre otros, lo cual requiere de planteamientos integrados e información para el análisis.
  • Impulsar el seguimiento y la evaluación del campo con la finalidad de comparar y medir resultados como efecto de las innovaciones tecnológicas de riego: tiempos y volúmenes de agua aplicados, erosión del suelo, mano de obra utilizada, rendimientos y calidad de los productos, etc.
  • Impulsar el desarrollo de estudios sistematizados y de investigación para el conocimiento de la variabilidad climática normal en el país, que origine pronósticos de las anomalías y creación de microclimas especiales en algunas zonas del territorio nacional que permita el aprovechamiento de oportunidades del Fenómeno de El Niño.
  • Preparar y mantener datos informativos y mapas del grado de vulnerabilidad a las emergencias, utilizando en mayor medida los datos y los sistemas de información disponibles, con el fin de evitar la duplicación de esfuerzos.

Política de refocalización

Se trata de extender los beneficios esperados del mejoramiento de la rentabilidad y la competitividad del agro a la agricultura tradicional y de autosubsistencia, pero sobre todo a la población rural, para que con un sentido de equidad se contribuya a la disminución de la pobreza y la extrema pobreza rural. Si bien la política de desarrollo rural trasciende el ámbito de las políticas sectoriales, se debe reconocer que en el ámbito rural, la actividad agraria cumple un rol de mucha importancia. Su mayor dinamismo deberá generar impactos positivos y empleo productivo, así como elevar la calidad de vida y las oportunidades de los ciudadanos, en especial de los sectores más vulnerables.

Lineamientos:

  • Promover la coordinación multisectorial para mejorar la infraestructura de comercialización, caminos, energía, educación y servicios básicos rurales.
  • Promover de manera coordinada con otras instituciones proyectos de gestión local a partir de la demanda de las poblaciones en las áreas rurales.
  • Generación de empleo para el área rural a través de inversiones orientadas a sectores marginales que se encuentran en situación de extrema pobreza.
  • Ejecutar inversiones intensivas en mano de obra, rentables, con tasas de retorno apreciable para la población objetivo, de corto período de maduración, y sostenibles.
  • Utilizar los recursos de la zona en las obras de infraestructura y organizar a los beneficiarios por núcleos ejecutores para la ejecución de las inversiones.
  • Establecer como requisito la participación directa de la población beneficiaria desde la definición y el análisis de alternativas hasta la operación del proyecto, pasando por el diseño del mismo.
  • Procurar calendarios de ejecución ajustados a la estacionalidad del sector y del empleo en la zona donde se desarrollen los proyectos.
  • Orientar las inversiones a obras de infraestructura, principalmente referidas a la disminución de riesgos climáticos y la integración al mercado: a) pequeñas y medianas obras de riego, y b) transporte en caminos rurales.
  • Elaboración de una cartera de proyectos que permita: a) mejorar la calidad de los proyectos y reducir el riesgo de fracaso, y b) captar financiamiento de la cooperación internacional y entidades financieras para el desarrollo.

Instrumentos prioritarios:

  • Coordinar multisectorialmente la orientación de recursos (financieros, tecnológicos, insumos, capacitación) a productores organizados en sistemas integrados de producción en el ámbito de cuencas, para atender sus necesidades productivas y mejorar su infraestructura y servicios básicos.
  • Participación en las Mesas de Concertación de Lucha Contra la Pobreza.

Apoyar a productores agrarios en situación de pobreza organizados y con potencial de articulación al mercado, para evitar sustituir la iniciativa privada. Es necesario articular al mercado equitativa y sostenidamente a los pequeños productores de la agricultura tradicional y de autosubsistencia, para que también a partir de ello se pueda liderar el desarrollo rural con una política de coordinación multisectorial.

Lineamientos:

  • Articular equitativa y sostenidamente a los productores agrarios de las zonas de pobreza y extrema pobreza a los mercados de los programas sociales, con el fin de asegurarles la oferta, la calidad y la oportunidad de sus productos, y al mismo tiempo obtener precios justos a cambio de ello.
  • Fomentar la participación de todos los actores de las microcuencas.
  • Efectuar alianzas estratégicas entre las organizaciones campesinas y las entidades públicas y privadas.
  • Promover la asistencia técnica para incentivar la producción agropecuaria con fines de transformación agroindustrial.

Instrumentos prioritarios:

  • Contratación de adquisiciones de alimentos por parte de programas sociales a los productores organizados, según las demandas locales y regionales.
  • Establecimiento de convenios interinstitucionales, para promover la adquisición de productos agropecuarios a pequeños agricultores.

En el año 2020, la población mundial alcanzará cerca de los 7 600 millones de habitantes, lo que significa un aumento del 31 % respecto de la población de mediados de 1996, que se cifraba en 5 800 millones. Este aumento general de la población plantea retos a los sistemas alimentarios, especialmente en el Perú, que es uno de los países que participará en ese incremento en América Latina.

Se tiene como visión en cuanto a la seguridad alimentaria que toda la población satisfaga adecuadamente sus necesidades nutricionales básicas mediante el consumo y el aprovechamiento de alimentos de calidad provenientes de una oferta estable. Ello resultará en una mejora de su calidad de vida y de la capacidad productiva del país.

Para aumentar la disponibilidad de alimentos con el fin de cubrir las necesidades de las poblaciones más vulnerables en estado de extrema pobreza, habrá que explotar toda una serie de medios, como la intensificación de la agricultura y la ganadería competitivas; unos sistemas más eficientes de manipulación, elaboración y distribución de alimentos; y la introducción de tecnologías más recientes, incluida la aplicación adecuada de la biotecnología.

Es función del Sector Público Agrario proveer la asistencia técnica, tecnología, e información para buscar que la población rural genere para su consumo y para los mercados locales, regionales y nacionales una oferta proteica, calórica, vitamínica y de fibra suficiente para cubrir las necesidades nutricionales de la población.

Lineamientos:

  • Crear el ambiente propicio para reducir los problemas de transporte y pérdidas de postcosecha con mejoras en la infraestructura vial y de mercados mayoristas.
  • Coordinar con los otros sectores de la economía la difusión de información fluida sobre la importancia de la conservación del ambiente y el buen aprovechamiento de los recursos naturales para lograr beneficios altos, siempre que se combinen con un uso eficiente de los activos de capital humano y social de los pobres.

Instrumentos prioritarios:

  • Plantear a la población una política de buena nutrición y consumo de lo que producimos, así como de oportunidades de trabajo y desarrollo en el campo, en contraposición con políticas que perpetúan el asistencialismo por medio de comedores populares en los sectores urbanos.
  • Coordinar eficientemente las necesidades de las poblaciones con riesgos de desnutrición con la oferta de los pequeños productores desorganizados, a través de mecanismos que vayan incorporando más a ambos en el mercado.

Política de gestión institucional

El modelo de desarrollo para el agro, así como la transformación productiva que de manera comprometida el Estado y los actores privados deben enfrentar, requiere de un profundo cambio institucional. La modernización institucional no es sólo del Estado. En su proceso, debe promover y generar la modernización de las instituciones del conjunto de los productores agrarios. El país ha perdido en las últimas décadas uno de sus principales activos: las instituciones y las organizaciones agrarias. No sólo se ha perdido rentabilidad y competitividad por problemas de precios. Se ha perdido rentabilidad por el costo de no contar con organizaciones, sea cual fuere su forma y naturaleza, que generen la asociatividad de sus integrantes, que aprovechando las economías de escala se inserten en los mercados internos y externos para incrementar sus ingresos, no sólo reduciendo sus costos por compras colectivas de insumos o por el uso asociado de servicios, sino sobre todo por una mayor participación de las utilidades derivadas de su sociedad empresarial con el resto de participantes de cadenas productivas integradas vertical y horizontalmente.

Lineamientos:

  • Fortalecer y ampliar las capacidades profesionales de los funcionarios del sector, procurando un desarrollo profesional y personal de los mismos.
  • Atender los requerimientos del sector brindando servicios oportunos y de calidad, incentivando en todo momento la participación del sector privado.
  • Desconcentrar y luego descentralizar la acciones del sector tomando como base a Centros de Servicios Agropecuarios y las Agencias Agrarias, como unidades administrativas más cercanas al productor.
  • Promover el concurso del sector privado en el sector agrario a través de la concesión o la privatización de los recursos asociados a su actividad.

Instrumentos prioritarios:

  • Establecer y perfeccionar técnicas de gestión que garanticen la calidad total de los servicios que brinda el MINAG, así como de su articulación interior.
  • Establecer un sistema de monitoreo y control que permita evaluar de manera dinámica el avance y el desenvolvimiento de los proyectos, los servicios y la gestión que realiza el MINAG.

Invertir en infraestructura física, proveer recursos operativos y capacitar a los funcionarios asociados a la plataforma de servicios agropecuarios y a las Agencias Agrarias (en gestión, comunicación y administración).

Política de promoción de la asociatividad y empresarialidad

El desarrollo generalizado de organizaciones de productores va al encuentro de alcanzar economías de escala en sus procesos de producción, manejo de fincas y comercialización. Esto también permitirá el fortalecimiento de su capacidad de negociación para obtener mejores precios, tanto en sus insumos como en sus productos. Además de facilitar el pago por certificaciones de calidad orgánica o amigable con la biodiversidad de la producción.

El establecimiento de las cadenas productivas es uno de los instrumentos para lograr el fortalecimiento y organización de los productores.

Lineamientos:

  • Promover la creación de organizaciones de productores en cadenas productivas para los cultivos de agroexportación y del mercado interno priorizados, con el fin de alcanzar el 5% de crecimiento promedio anual del PBI Agropecuario y cerrar la brecha alimentaria.
  • Promover el establecimiento de mecanismos de coordinación e integración de los agentes económicos en las cadenas productivas agrarias para la celebración de contratos y acuerdos que conlleven a la solución concertada de sus problemas y mejoren sus utilidades económicas.
  • Mejorar la capacidad de gestión institucional de los productores para la toma de decisiones y la obtención de los servicios necesarios que demanda su actividad productiva.
  • Promover el diálogo y la concertación permanente con las organizaciones y las instituciones agrarias representativas.

Instrumentos prioritarios:

  • Organización de pequeños productores, principalmente para abaratar los costos de adquisición de insumos y servicios, así como para contar con una oferta suficiente y de calidad.
  • Establecimiento de mesas de concertación entre los diferentes agentes que conforman las cadenas productivas seleccionadas.
  • Capacitación, con intervención del sector privado, en el manejo de instrumentos de gestión a los productores agrarios organizados en cadenas productivas para mejorar su capacidad de negociación.
  • Elaboración de los Planes de Cultivo y Riego, con participación de los productores agrarios organizados en cadenas productivas y Juntas de Usuarios.
  • Elaboración de Planes de Prevención, Emergencia y Rehabilitación para enfrentar la presencia de fenómenos naturales adversos, con participación de los productores organizados en cadenas productivas, Juntas de Usuarios y Comités de Regantes, para disminuir los riesgos en la actividad agraria.

Fuente: Ministerio de Agricultura.

Autor. Dr. Domingo Hernández Celis

Lima, Perú.

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