- Particularidades lingüísticas del " Martín Fierro "
- Combinaciones métricas del poema
- Fuentes del Martín Fierro
- Resumen cronológico de la vida de José Hernández
- Desarrollo de la poesía gauchesca
El Gaucho
Martín Fierro
Y
La Vuelta de Martín Fierro
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PARTICULARIDADES LINGÜÍSTICAS
DEL " MARTÍN FIERRO "
Bien sabido es que el personaje del poema hablan la lengua propia del escenario en el cual viven, o sea el castellano con las modalidades rurales de la provincia de Buenos Aires, las que, por lo demás, conocía Hernández perfectamente.
No obstante, y ello es perfectamente comprensible, en el entusiasmo de la composición olvidó el poeta muchas veces la representación fonética antes empleada por él en ciertos vocablos, ya por que los llevó un registro sistemático de la pronunciación peculiar de cada uno de los protagonistas, ya porque era común el uso de formas distintas de una misma palabra, por coexistir la vulgar y la culta (como mesmo y mismo, siguro y seguro, tuito y todito, etc.), ya, finalmente, porque no atribuyó importancia alguna a tales pequeños lunares, si es que realmente lo son tales diferencias.
Del solo examen de las variantes introducidas en numerosos versos –por él o no -, pues no nos han llegado las galeras corregidas por aquél, se desprende que no fue Hernández cuidadoso ni avezado corrector de sus ediciones y que no le preocupaban las muchas erratas que desde la edición príncipe se deslizaron en ella, aunque alguna remediara al pasar, pues concentrábase en pulir, reforzar o modificar conceptos cuya expresión poética, al parecer, no le satisfacía.
Las principales peculiaridades del habla gauchesca del Martín Fierro, tendientes, en la mayoría de los casos, a la suavilizacion de la lengua culta, mediante los cuatro procesos que a continuación se detallan, aunque dando un número reducido de ejemplos.
1° Trueque de letras:
c, en lugar de cc (aflicción);
d, en vez de r (disolví, por resolví);
e, en lugar de o (escuro), de a (rair) o de i (estrutor, por instructor);
f, en lugar de sb (refala, por resbala);
g, en vez de v (güelta), de b (güen, güeno) o de h (güérfano, güella);
i, en lugar de e, para formar diptongos (ruine, por reúne; train, trairnos, por traen, traernos), o por u(tutubiando, por titubeando);
j, en vez de sg (indijustó), de f (jue, jogón) o de h (juyeron, juir);
l en lugar de d (alversario) o de r (albitrio);
r, por l (ploclamar en vez de proclamar);
s, en vez de x (esplique, por explique). Obsérvese que la x aparece una sola vez en todo el poema: verso
Sólo el albitrio del hombre
Puede ayudarlo a salvar:
No hay ausilio que esperar ,
Sólo de Dios hay amparo;
En el desierto es muy raro
Que uno se pueda escapar.
u, por a (truje);
y, en vez de ll (acoyarao).
2° Supresión de letras:
De
a, en estrordinario (extraordinario);
b, como en sulevar (sublevar);
c, como en jatancia (jactancia);
d final, como autoridá (autoridad);
d en los participios pasivos y en los adjetivos o nombre de igual terminación que aquéllos:
e, como en crerá, por creerá;
g, como en inorancia (ignorancia), indina (indigna);
i, como en esperencia (experiencia);
n, como istinto (instinto);
p y de x en ecetuado (exceptuado);
s, como en satifecho (sastifecho), blafeme (blasfeme);
u, en fi, fimos fui, fuimos);
z, como en desocando (deszocando);
3° Agregando de letras:
De
b, como en traiban (traían) y oiban (oían);
d en principio de palabra, como en dir, por ir, y despedición, por expedición, o en medio de vocablo, como en baldidos, por baldíos;
i, como en aprienda (aprenda) y ausiencia (ausencia);
s final, como en naides, por nadie.
4° Reunión de vocales en diptongos o cuasidiptongos, o formación indebida de aquéllos, como en engreido, por engreído; ay o ahí, por ahí; bombiao, por bombeado dueblan, por doblan, y augeros por agujeros.
Abundan, además, las metátesis (naides, por nadie; redamar, por derramar; redepente, por de repente; redota, por derrota), solecismos (como hacían, por hacía,
En tan dura servidumbre
Hacían dos años que estaba;
Un hijito que llevaba
A su lado lo tenía.
La china la aborrecía
Tratándolá como esclava.
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Y el se los del )
Es siempre, en toda ocasión,
El trago el pior enemigo;
Con cariño, se lo digo
Recuérdenló con cuidado:
Aquel que ofiende embriagado
Merece doble castigo.
Y arcaísmo vulgares de España traídos por los colonizadores de nuestro suelo, por todo lo cual constituye a Martín Fierro en verdadero documento del habla realmente gauchesca o rural de la provincia de Buenos Aires en la segunda mitad del siglo XIX.
DEL POEMA
Como más adecuadas a la temática del Martín Fierro, utilizo Hernández diversas combinaciones métricas de arte menor, y casí exclusivamente el verso octasílabo, pues sólo doce de los 7210 versos que componen el poema, lo de las dos únicas seguidillas que deja, obligadamente, de hacerlo.
" Las mujeres son todas
Como las mulas;
Yo no digo que todas,
Pero hay algunas
Que a las aves que vuelan
Les sacan plumas.
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" Hay gauchos que presumen
De tener damas;
No digo que presumen,
Pero se alaban,
Y a lo mejor los dejan
Tocando tablas".
De acuerdo con el orden en que aparecen dichas combinaciones, o coplas, como las que Martín Fierro "Las coplas me van brotando", "Me salen coplas de adentro", "A los blancos hizo Dios", "Y dare fin a mis coplas" y Cruz "A otros le brotan las coplas", "Y esa coplita cantó", nueve en total, son las siguientes:
- Las sextilla, habitualmente mal llamada sextina o sexteta, está compuesta de seis versos de arte menor, aconsonantados alternadamente o de otra manera. Hay 1063 en todas las obras
- La cuarteta, estrofa de cuatro versos, y especialmente la de octasílabos, en que el segundo y el último son asonantes y quedan libres el primero y el tercero. Hay 48 en el poema.
En esto la negra vino
Con los ojos como ají,
Y empezó la pobre allí
A bramar como una loba.
Yo quise darle una soba
A ver si la hacía callar,
Mas pude reflesionar
Que era malo en aquel punto,
Y por respeto al dijunto
No la quise castigar.
- La décima, combinación métrica de diez octasílabos, de los cuales, por regla general, riman el primero con el cuarto y el quinto, el segundo con el tercero, el sexto con el séptimo y el décimo, y el octavo con el noveno. Sólo hay una, de Martín Fierro, en el poema.
" Vos sos un gaucho matrero".
Dijo uno, haciéndose el güeno.
"Vos mataste un moreno
Y otro en una pulpería,
Y aquí está la polecía
Que viene a justar tus cuentas;
Te va alzar por la cuarenta
Si te resistís hoy día.
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Y del Hijo segundo:
" Y me dijo estas palabras
Que nunca las he olvidao:
"Has de saber que en finao
Ordenó en su testamento
Que naides de casamiento
Le hablara en lo sucesivo;
Y ella prestó el juramento
Mientras él estaba vivo.
- La octavilla, estrofa de ocho versos cortos; la más común se compone de octasílabos, rimados de muy diversas maneras. Hernández incorporó dos a su obra: de Martín Fierro:
Cuando dicha estrofa consta de siete versos, el quinto y el séptimo tienen esa misma medida y forman también asonancia entre sí, en tanto que el sexto es, como el primero y el tercero, heptasílabos y libre. A veces los versos de la seguidilla forman constancia o rima perfecta. En el poema hay dos, de Cruz
" Las mujeres son todas
Como las mulas;
Yo no digo que todas,
Pero hay algunas
Que a las aves que vuelan
Les sacan plumas.
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" hay gauchos que presumen
De tener damas;
No digo que presumen,
Pero se alaban,
Y a lo mejor lo dejan
Tocando tablas."
- La seguidilla, composición poética que puede constatar de cuatro o siete versos, de los cuales son, en ambos casos, heptasílabos y libres el primero, y de cinco sílabas y asonantes el segundo y el cuarto.
En la nueva dentrada
Le pegué un golpe sentido,
Y al verse ya malherido,
Aquel indio furibundo
Lanzó un terrible alarido
Que retumbó como un ruido
Si se acudiera el mundo.
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Al fin de tanto lindiar,
En el cuchillo lo alcé;
El peso lo levanté
Aquel hijo del desierto;
Ensartado lo llevé,
Y allá recién lo largué
Cuando ya lo sentí muerto.
- La septilla, o heptilla, estrofa de siete versos en que queda libre el primero y el que contiene dos rimas: la de los versos 2° y 3°, 5° y 6°, y la de la 4° con el 7°. Hay sólo dos en el poema, ambas de Martín Fierro.
- El romance, combinación métrica de origen español, que repite al fin de todos los versos pares una misma asonancia y no da a los impares rima de ninguna especie. El nombre de romance se aplica, por antonomasia, al de versos octasílabos. Son romances los cantos 11°, de Martín Fierro, en la primera parte, y 20°, 29° y 31°, del Narrador, en la segunda.
- La redondilla propiamente dicha (a veces se le da también el nombre de cuarteta), estrofa de cuatro versos octasílabos, de los cuales riman el primero con el último y el segundo con el tercero. Hay 74 redondillas, el Picardía, que integran los cantos 27° y 28° de la Vuelta de Martín Fierro.
- Los pareados, que son los versos unidos y aconsonantados de Picardía:
Araña, ¿quién te arañó?
Otra araña como yo.
Como expresión de la importancia que los protagonistas adquieren por su actuación, obsérvese que Martín Fierro, el principal, y a cuyo alrededor se mueve los demás, canta 3962 versos, o sea el 54,95%; Picardía, 946 versos (13,12%); el Hijo Segundo, 794 versos del canto IX y en los 174 del canto XIII, ambos de la primera parte, y está presente en los recuerdos del canto en que aquél en otros 480 versos de la Vuelta, la importancia de Cruz se exhibe en total en 1176 versos (16,31%), lo que demuestra cumplidamente que es el segundo personaje del poema. Siguen luego el Hijo mayor, 378 versos (5,24%); el Moreno, 348 versos (4,83%), y el Narrador, con 326 versos (4,52%).
Indiscutiblemente la fuente esencial del Martín Fierro, la que permitió que el poema trascendiera, ha sido sin lugar a dudas la poesía gauchesca, esa misma que ignagurara tan certeramente Bartolomé Hidalgo, y sin la cual ni Estanislao del Campo, ni Hilario Ascasubi ni Hernández hubieran sido lo que cada uno de ellos, literalmente hablando.
Claro que contribuyó a ello el complejo histórico- político- social con que se identificó el país desde 1816 a por lo menos 1880 y en el que estuvieron inmersos los poetas señalados y otros que se jalonan la literatura gauchesca rioplatense. Esta ubicación permitió a cada uno de ellos la protagonizar distintos roles: cómo soldados en sus distintas gradaciones, políticos, etc., alternando diariamente con los hombres que también fueron protagonistas –obligados a veces- de esos aconteceres y que procedían del medio rural, comunicando, mientras duraba ese contacto, su lenguaje, su vivencia campesina, su ignorancia -¿por qué no?-, su don natural para el canto, su condición innata para pulsar la guitarra, su habilidad para bolear, enlazar, vistear, correr con el caballo boleado, etc.
Indirectamente, además, tuvieron oportunidad todos ellos de escuchar sus protestas por el trato que recibía allí o allá, su encono contra lo injusto del enganche y la irritante condición de casi cosas en que se encontraban.
Allí José Hernández encontró material abundante para su obra; allí lo vivió y lo retuvo latente en el fondo de su espíritu, hasta que afloró en el poema con la violencia con que las aguas sobrepasan los muros de contención e incluso los derrumban.
Hernández reelaboró en gran parte el material que le brindaban gauchos y milicos, fortineros y pulperos, pero sin que perdiera su esencia ni su naturalidad; por ello, cuando lo entrega como poema, la recepción es tan entusiasta que no lo había recibido ninguna obra hasta el momento. Ni el Fausto ni el Santos Vega conocieron esa aprobación espontánea y general. Es que Martín Fierro personaje real o irreal elaborado por Hernández, se identificaba con cada uno de ellos por el lenguaje, que era su lenguaje; por la acción, que era su acción, y por lo injusticias que padece, que eran las mismas que los abrumaban; por la rebelión que lo caracteriza, que era su propia rebelión interior que no siempre podía manifestarse y que, por eso mismo, admiraba en ese ser que alguien había creado a su imagen y semejanza.
Hernández había dado en el clavo con impresionante justeza, y el golpe fue acusado plenamente. Y tanto, que no creemos equivocarnos al afirmar que su resonancia dio paso al primer gran best- seller de la literatura argentina.
RESUMEN CRONOLÓGICO DE LA VIDA
DE JOSÉ HERNÁNDEZ
1834– Hijo de Rafael Hernández e Isabel Pueyrredón, nace en las chacras de Perdriel, San Isidro, provincia de Buenos Aires.
1835-Es bautizado con los nombres José Rafael.
1846-Para mejorar su salud es llevado por su padre a establecimientos ganaderos del SE de aquella provincia, donde aprende las faenas rurales y observa las costumbres de los gauchos.
1856- Se radica en Paraná, Entre Ríos, donde trabaja en el comercio y se inicia en el periodismo.
1859-Lucha en Cepeda y en Pavón, en las fuerzas de Urquiza. Contrae matrimonio con Carolina González del Solar, que le dará seis hijas y un hijo.
1863-Con los artículos periodísticos que había escrito sobre el caudillo riojano Angel Vicente Peñaloza, publica Vida de Chacho.
1868- Regresa a Buenos Aires.
1869-Publica "El Río de La Plata", en colaboración con el poeta Carlos Guido y Spano, y otros.
1870-Secunda la revolución del general López Jordán en Entre Ríos, contra el gobierno de Sarmiento, y, tras la derrota, se refugia en el Brasil.
1872-De regreso a Buenos Aires da fin al poema El gaucho Martín Fierro, que es editado en ese mismo año.
1873-Emigra a Montevideo, donde ejerce el periodismo.
1875-Retorna a Buenos Aires, publica la segunda parte de la Vida del Chocho y trabaja como librero.
1879-Es elegido diputado provincial y publica La vuelta de Martín Fierro.
1881-Se lo elige senador provincial.
1886-Fallece en su quinta de Belgrano.
El Romanticismo aporta de regreso a las raíces diferenciadas y autónomas tenia su razón de ser en América, en el campo temático ofrecía unas posibilidades de exaltación, de figuras y paisajes enormemente coincidentes.
La desvinculación con la tradición española, por otra parte, fue posible por las crecientes relaciones de Francia e Inglaterra con los países americanos, que había ganado a duro precio su libertad, gracias a las doctrinas francesas y británicas. Contribuyeron a este contacto los frecuentes contactos personales de los escritores americanos con Europa. Y así, por ejemplo, para la Argentina, el primer romántico, Esteban Echeverría. En 1.832 el Duque de Rivas publica en España se poema de "Anticipación romántica".
Más allá de la expresión y de lo temático, el romanticismo es una toma de consciencia popular que, por primera vez, adquiere su derecho frente a la aristocracia del mestizaje criollo.
Para los románticos, el tema tiene relación con el sentimiento filantrópico, en defensa de la libertad del salvaje. En la novelística hispanoamericana, el tema adquiere un matiz antiesclavista, muy de acuerdo con las ideas progresivas y liberales del momento. La libertad del esclavo negro, se explota como un deseo de felicidad y justicia, en algunos casos, enlaza el tema del negro con el del indio aborigen.
La novela antiesclavista tuvo, pues, una misión histórica extraliteraría. Pero conviene reseñar, como interesantes hitos estéticos, como el cubano Anselmo Suárez Romero o, el del ecuatoriano Juan León Mera. Otros escritores como el chileno Salvador Sanfuertes, supieron unir la idea de autóctono con lo romántico, presentando con simpatía al aborigen y al indio.
La misión del escritor es, en este momento una misión reinvidicadora. Surge el caudillaje, como secuela lógica de la mitología creada por el esfuerzo militar; por otro lado la presencia del escritor, como testimonio espiritual de las nuevas realidades políticas, como toma de conciencia de las patrias recién nacidas.
Se trata, de una asombrosa traslación multitudinaria que instala en Hispanoamérica, modos de vida y maneras de contar. El solo estudio de los elementos del Romanticismo tradicional español que se encuentran todavía vivos en el sentir popular del Nuevo Mundo. Estas realidades vivientes se extienden mas allá del romancero en otras estrofas que todavía pueden oírse, en el vasto continente castellano- hablante. En todas ellas predomina el octasílabo, que marca su garra definida de eso que pudiéramos llamar un poco vagamente "genio de la literatura popular española".
En el caso de la Argentina, ciertamente existe una desproporción gigantesca entre La Pampa y Buenos Aires. La extensión campesina sirve de ejemplo cotidiano cuando se trata de ejemplificar lo dimensionalidad de América y su correlativa fuerza telúrica.
- Caracteres del romanticismo en América.
No debe confundirse la poesía gauchesca con la poesía tradicional, latente ya desde los tiempos de la colonización. En esta última, nos llegan enraizados los viejos romances de matones, las rondas, las canciones, los villancicos y las coplas, los temas con héroes legendarios y caballeros, reyes y pastores, etc. Poesía tradicional que está fundamentada en el anonimato, que refleja un arte impersonal, que había sido recogida por los libros de cordel, los florilegios, las hojas sueltas o la memoria de lectura y la tradición oral. Estos elementos tradicionales se contaminan en tierras de América, sé reelaboran con palabras, costumbres, accidentes, nombres, que le imprimen cierto tono local, pero siempre bajo una raíz histórica pura. En el primer tercio del siglo XIX surgen entre nosotros los poetas anónimos y los payadores, improvisadores o memorizantes de coplas y rimas, que difundirán mediante versos octosílabos y acordes de guitarra este tipo de poesía. Los tonos dentro de su pobreza melódica no ofrecen una gran variedad. Pero se adaptan a distintas formas de piezas, desde los romances a las décimas. Con los payadores la revelación estética de la poesía fue "no tanto de solaz, como noticiosa, profética, moralizadora, idealizadora y didáctica. En un medio social sin escritura, sin iglesia, sin escuela, sin presión social (por regir un tipo de comunidad rala), el payador era el letrado, el maestro, el periodista, el consejero y el predicadol'. Debe añadirse a esto que era deber ineludible, cuando se enfrentaban dos cantores, el payar de contrapunto.
Desarrollo de la poesía gauchesca
La poesía denominada gauchesca, género que surge en el ámbito rioplatense, ha quedado como sello indiscutible dentro de la literatura hispanoamericana. Ya desde su mismo nacimiento fue un elemento de consulta y una manera de plática confidencial entre la gente del pueblo. En esta manifestación verbal se acentuaba el decir pícaro y lo episódico, el suceso histórico -apenas interpretado en el momento de circunstancia-, todo ello difundido mediante el canto. Si bien los payadores habían compenetrado sus composiciones improvisadas o recordadas con el alma popular, el joven género gauchesco experimentó nuevos cambios. El decir se volvió realista, crudo y convincente, el cual, al ser repetido por el cantar guitarrero se convirtió en noticia volatinera o suelto de periódico, aprendido con estribillo o melodía. Ya (1788-l822) había encendido con sus "cielitos" la combatividad del canto, reproduciendo a la vez con sus "diálogos" la conversación amena entre paisanos. Estos dos elementos serán luego desarrollados por la literatura gauchesca a través de sus continuadores -inclusive los mismos payadores, noticieros o maestros dentro de las comunidades más inferiores-, cuyo desarrollo estará ya afirmado en una tradición. En muchos casos, el decir jocoso estuvo salpicado por la reflexión o el comentario. No todo lo expresado entre paisanos eran chuzas verbales o requiebros festivos, sino que estaba también la queja mordaz, las múltiples lamentaciones con hechos citados para su confirmación. No se quería usar el canto como un puro juego lírico o ameno. Existía un dolor que estaba flotando en la intimidad del verso, de modo que el poeta dejaba las comparaciones aproximativas del lenguaje rural y se imponía la obligación de ser testigo de la verdad, del sufrimiento, de las luchas de la independencia. Lo político o lo social no dejaban de registrar la gracia del estilo, pero actuaban en primer plano. El pueblo lo entendió así, y aprendía la historia del país o de su comarca natal a través del poema bordoneado en las guitarras. De este modo, los gauchescos cultivaron a la vez el verso sabroso y el polémico. La línea descriptiva de Bartolomé Hidalgo se continuó así con el poeta Hilario Ascasubi (1807-1875), que es autor de una extensa producción lírica reunida luego por su autor en tres gruesos tomos editados en París en 1872. La costumbre de utilizar seudónimos, tan difundida en la época, fue seguida no sólo por Ascasubi sino también, y posteriormente, por Estanislao del Campo (1834-1880), al autor del Fausto (1866). Si Hidalgo dio en su primario cantar del cielito el tono de una voz, y Ascasubi con Santos Vega un minucioso friso de la campaña bonaerense enfocando la historia de unos mellizos, Del Campo lleva a su culminación el juego dialogado de los poetas gauchescos. Todo en un proceso que culminará con Hernández en una pieza cumbre de la literatura gauchesca: el Martín Fierro. A partir de aquí ya quedará bien marcado el rumbo definitivo de la literatura gauchesca, no sólo para el verso sino también para la prosa, entre las que deben incluirse las tentativas dramáticas o narrativas. Así se irán sucediendo más tarde Ricardo Gutiérrez, Martiniano Leguizamón, Benito Lynch, Ricardo Güiraldes en esta orilla del Plata, mientras en la otra surgen figuras como Javier de Viana, Eduardo Acevedo Díaz, Carlos Reyles, etcétera.
- Poesía gauchesca y poesía tradicional.
- Narradores. Ejemplifica.
Martín Fierro: Significa éste nombre que el protagonista empieza su relato cantando, el que fluye sin interrupción hasta la respuesta de Cruz.
Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela,
Que el hombre que lo desvela
Una pena estrordinaria,
Con el cantar se consuela.
Características: – Soy el mejor cantor de mis pagos.
- Los malos tratos le provocan indignación y le hacen aliviar su natural modestia; aunque enseguida vuelve a su filosofía.
Desde chiquito gané
La vida con mi trabajo,
Y aunque siempre estuve abajo
Y no sé lo que es subir,
También el mucho sufrir
Suele cansarnos, ¡barajo!
- Su lenguaje no pulido parece ignorante, pero sus versos son ricos en conceptos.
Canta el pueblero… y es pueta,
Canta el gaucho… y, ¡ay, Jesús!,
Lo miran como avestruz,
Su inorancia los asombra;
Mas siempre sirven las sombras
Para distinguir la luz.
- Narra la vida de este personaje desde su armonía con el medio familiar y social hasta su condición de gaucho matrero. El servicio en las fronteras, los abusos, la injusticias resultan los momentos revelantes del alegato hernandiano. Como en un itinerario fatal, surgen la deserción y lo que los gauchos denominaban "desgraciarse": su duelo casi gratuito con el negro y que sostiene con el gaucho provocador.
Cruz: – Es modesto y utiliza a veces la tercera persona para no demostrar vanidad.
No ha de haber achocao otro:
Le salió cara la broma;
A su amigo cuando toma
Se le despeja el sentido,
Y el pobrecito había sido
Como carne de paloma.
- Tiene absoluta conformidad con lo que le depara el destino.
Para mí la cola es pecho
Y el espinazo es cadera;
Hago mi nido nade quiera
Y de lo que encuentro como;
Me echo tierra sobre el lomo
Y me apeo en cualquier tranquera.
Los Hijos de Martín Fierro: – No tiene rasgos individuales, son recursos para referir sucesos del campo.
El rigor de las desdichas
Hemos soportao diez años,
Pelegrinando entre estraños
Sin tener donde vivir,
Y obligados a sufrir
Una máquina de daños.
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Al verlo tan irritao
Hallé prudente callar;
Éste me va a castigar
Dije entre mí, si se agravia:
Ya, vi que las tenía rabia
Y no las volví a nombrar.
Vizcacha: – Es un personaje que impresiona por su riqueza de matices. Con sus hechos y actitudes, revela mezquindad y avariencia, egoísmo y crueldad.
Me llevó consigo un viejo
Que pronto mostró la hilacha:
Dejaba ver la facha
Que era medio cimarrón;
Muy renegao, muy ladrón,
Y lo llamaban Vizcacha.
Picardía: – También pertenece a los personajes pícaros escépticos y estutos.
Hay muchas trampas legales
Recursos del jugador;
No cualquiera es sabedor
A lo que un naipe se presta:
Con una cincha bien puesta
Se le pega uno al mejor.
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También por estas jugadas
Suele uno verse en aprietos;
Mas yo no me comprometo
Porque sé hacerlo con arte,
Y aunque les corro el descarte
No se descubre el secreto.
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Un pastel, como un paquete,
Sé llevarlo con limpieza;
Dende que a salir empiezan
No hay carta que no recuerde;
Sé cuál se gana o se pierde
En cuanto cain a la mesa
Moreno: – La presencia de éste personaje permite desde cubrir el racismo y el orgullo que siente el gaucho frente a los indígenas y los negros.
Yo no soy, señores míos,
Sinó un pobre guitarrero,
Pero doy garcias al Cielo
Porque puedo, en la ocasión,
Toparme con un cantor
Que esperimente a este negro.
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Cuentan que de mi color
Dios hizo al hombre primero,
Mas los blancos altaneros,
Los mesmos que lo convidan,
Hasta de nombrarlo olvidan
Y sólo lo llaman negro.
- La mujer según: Cruz, Vizcacha y Martín Fierro
Cruz: – Prefiere no tener una mujer antes de tener problemas por ella.
Es triste a no poder más
El hombre en su padecer,
Si no tiene una mujer
Que lo ampare y lo consuele:
Mas pa que otro se la pele
Lo mejor no tener.
- Después de un engaño por el que sufrió mucho y por el que tuvo que abandonar su rancho, no quiso probar tener ninguna otra mujer.
Alcé mi poncho y mis prendas
Y me largué a padecer
Por culpa de una mujer
Que quiso engañar a dos;
Al rancho le dije a adiós,
Para nunca más volver.
- Consideraba a todas las mujeres por igual.
Las mujeres, dende entonces,
Conocí a todas en una;
Ya no he de probar fortuna
Con carta tan conocida:
Mujer y perra parida,
¡No se me acerca ninguna!
Vizcacha: – la veía sometida, mató a su mujer por haberle dado un mate frío, lo que deja ver los menospreciaba y la consideraba que estaba para sevirle.
Cuando mozo fue casao,
Aunque yo lo desconfío,
Y decía una amigo mío
Que, de arrebatao y malo,
Mató a su mujer de un palo
Porque le dio un mate frío.
- La considera un ser frío, calculador.
"Es un bicho la mujer
Que yo aquí no la destapo:
Siempre quiere al hombre guapo;
Mas fíjate en la elección,
Porque tiene el corazón
Como barriga de sapo."
Martín Fierro: – Al principio justifica con nobleza el abandono del hogar y de sus hijos que hizo su compañera.
¡Y la pobre mi mujer
Dios sabe cuánto sufrió!
Me dicen que se voló
Con no sé qué gavilán:
Sin duda a buscar el pan
Que no podía darle yo.
Civilización: Es el complejo de resultado culturales comunes a diversas sociedades o expresiones del genio y las conquistas de una sociedad determinada.
Barbarie: Desperfecto en la civilización; falta de organización social.
Reflexión: Se podría decir que en la época que transcurre el poema del Martín Fierro; hay una mala interpretación del concepto de civilización, ya que en nombre de ella se cometían matanzas a indígenas, se excluía socialmente al gaucho, éste no tenía un sueldo digno, etc.
- Conceptos y reflexión sobre civilización y barbarie.
"No olvides, me decía, Fierro,
que el hombre no debe creer
en lágrimas de mujer
ni en la renquera del perro"
Tanto las lágrimas de mujer como la renquera del perro; son cosas falsas, no hay que creer en ellas.
Un padre que da consejos
Más que Padre es un buen amigo;
Ansí como tal les digo
Que vivan con precaución:
Nadie sabe en qué rincón
Se oculta el que en su enemigo.
Les aconseja a sus hijos que no tienen que fiarse de cualquier persona, e ir por la vida con precaución, porque el peligro puede estar en cualquier lado.
Hay hombres que en su cencia
Tienen la cabeza llena;
Hay sabios de todas menas,
Mas digo, sin ser muy ducho:
Es mejor que aprender mucho
El aprender cosas buenas.
No importa la cantidad de las cosas que se adquieran en el transcurso de la vida, sino la calidad de ellas.
Al que es amigo, jamás
Lo dejen en la estacada
Pero no le pidan nada
Ni lo aguarden todo de él:
Siempre el amigo más fiel
Es una conducta honrada.
No hay que abandonar a los amigos cuando se encuentran solos o en peligro, pero tampoco hay que esperar todo de ellos, ni arriesgar todo por ellos.
Debe trabajar el hombre
Para ganarse su pan;
Pues la miseria, en su afán
De perseguir de mil modos,
Llama en la puerta de todos
Y entra en la del haragán.
El hombre debe trabajar para ganar el sustento y no vivir en la miseria.
Los hermanos se han unidos
Porqué ésa es la ley primera;
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea,
Porque, si entre ellos pelean,
Los devoran los de ajuera.
Hay que respetarse, ser unidos y no pelearse; si no los de afuera (el resto) pueden aprovecharse de ésa situación.
- Comentarios de los consejos de Martín Fierro.
Soy gaucho, y entiéndaló
Como mi lengua lo esplica:
Para mí la tierra es chica
Y pudiera ser mayor;
Ni la víbora me pica
Ni quema mi frente el Sol.
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Mi gloria es vivir tan libre
Como el pájaro del cielo;
No hago nido en este suelo
Ande hay tanto que sufrir,
Y naides me ha de seguir
Cuando yo remoto el vuelo.
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Yo no tengo en el amor
Quién me venga con querellas,
Como esas aves tan bellas
Que saltan de rama en rama;
Yo hago en el trébol mi cama,
Y me cubren las estrellas.
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Me siento en el plan de un bajo
A cantar un argumento:
Como si soplara el viento
Hago tiritar los pastos;
Con oros, copas y bastos
Juega allí mi pensamiento.
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Y apenas la madrugada
Empezaba a coloriar,
Los pájaros a cantar,
Y las gallinas a apiarse,
Era cosa de largarse.
Cada cual a trabajar.
- Buscar ejemplos en los que se vea que los elementos de la naturaleza se integran al drama de gaucho.
- Demostrar que su condición de gaucho pendenciero es fruto de la presión social.
El gaucho es más que un producto étnico, un producto social. Desarrolla un modo de vida semi-nómade, en que el elemento central era el caballo. Mestizo y peón pobre, era un individuo marginado por la sociedad. Frente a éste rechazo reacciona Martín Fierro; y su mayor amargura es que ése desplazamiento es por parte de sus compatriotas.
Más allá de su ignorancia; el gaucho tenía una oscura intuición de la independencia política que se había proclamado medio siglo atrás.
Cruz:
¿Es su denuncia social más o menos vehemente que la de Martín Fierro?
No por que siempre mantiene los dos una misma línea, son casi similares, por ejemplo, los dos en distintas circunstancia que los va enfrentado el transcurso del relato, llegan a la misma solución que es: matar.
Aunque Cruz en un enfrentamiento que tiene con otro gaucho, lo mata, pero el Juez lo compone, hizo que cambiara de opinión respecto a él. Y en el transcurso de estos versos relata cuando el Juez lo considera buena persona y que podía servir a la sociedad.
Pero como no hay desgracia
Que no acabe alguna vez,
Me aconteció que después
De sufrir tanto rigor,
Un amigo, por favor,
Me compuso con el Juez.
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Colijo me jue por eso
Que me llamó el juez un día,
Y me dijo que quería
Hacerme a su lado venir,
Pa que dentrase a servir
De soldao de Polecía
Vizcacha:
¿Qué relación se puede establecer entre símbolo y realidad?
Por ejemplo si citamos:
"Mato a su mujer de un palo
Porque le dio un mate frío"
Acá se da claramente la relación entre lo simbólico (mate frío) y realidad (muerte) sería que: Al golpe se lo dio porque el mate frío expresa desprecio, entonces él había presentido esa sensación de modo que se nota lo malhumorado y de poca paciencia que es este personaje. Entonces el actuar así ante esta situación, no sería nada novedoso en él, ya que era su manera de enfrentar las cosas en la vida (y no enfrentarlas en realidad).
Picardía:
¿Qué rasgos se destacan en su carácter?
- Buen humor en que juega con los nombres.
Ansí por ella empujado
No sé las cosas que haría;
Y aunque con vergüenza mía,
Debo hacer esta alvertencia;
Siendo mi madre Inocencia,
Me llamaban Picardía.
- Como huye o escapa, ante las situaciones.
De trato tan rigoroso
Muy pronto me acobardé;
El bonete me apreté
Buscando mejores fines,
Y con unos volantines
Me fui para Santa Fe.
- Se enoja fácilmente.
El pruebista principal
A enseñarme me tomó,
Y ya iba aprendiendo yo
A bailar en la maroma,
Mas me hicieron una broma
Y aquello me indijustó.
- Fastidioso.
Esta me da con el pue
Aquella otra con el codo
-¡Ay, viejas!-; por ese modo,
aunque el corazón tierno,
yo las mandaba al infierno
Con oraciones y todos.
- Tramposo
Me ocupaba con esmero
En floriar una baraja;
El la guardaba en la caja
En paquetes, como nueva;
Y la media arroba lleva
Quien conoce la ventaja.
- Consejero por el vicio del juego.
Y esto digo claramente
Por que he dejao de jugar;
Y les puedo asigurar
Como que fui del oficio:
Más cuesta aprender un vicio
Que aprender a trabajar.
Audisio, M. Jimena
Domínguez M. Itatí
Zigal, Griselda