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Cultura para la Paz y DDHH – Violencia de género – Caso Belén

Enviado por Angel Gabriel Crespo


  1. Introducción
  2. Exposición del caso
  3. Análisis teórico-conceptual
  4. Conclusión
  5. Bibliografía

Introducción

A un año de la primera convocatoria del movimiento Ni Una Menos, donde se congregan en la Plaza Congreso una multitud de mujeres y hombres con el objetivo de visibilizar una problemática acuciante cristalizada en los femicidios producto de la violencia de género, nos vemos obligados a plantearnos cuáles son los avances y retrocesos para abordar dicha violencia hacia la mujer.

Consideramos que las herramientas estatales para prevenir este maltrato son insuficientes. Un ejemplo sería el proyecto de ley presentado por la legisladora Graciela Ocaña, que propone la implementación de vagones en el transporte público de uso exclusivo para las mujeres con el fin de evitar las situaciones de abuso. A pesar de entender este proyecto de ley como una acción que previene en lo inmediato sólo una parte de los casos de violencia de género, este tipo de medidas no apuntan a resolver y modificar las conductas de un problema estructural, cultural y social como lo es la violencia de género.

La "violencia contra la mujer" significa cualquier acto de violencia basada en el género que resulte en, o pueda resultar en, daño físico, sexual o psicológico o sufrimiento de mujeres, incluyendo amenazas de este tipo de actos, coerción o privación arbitraria de la libertad, sea en la vida pública como en la vida privada. (Segato, 2003: 4)

Nuestro trabajo aborda la temática de género con el objetivo de presentar un caso particular para dar cuenta de la situación que sufren muchas mujeres criminalizadas social y jurídicamente por realizar un aborto.

Teniendo en cuenta el contexto histórico-social, abordaremos el caso de Belén, joven presa en Tucumán condenada a ocho años de prisión por sufrir un aborto espontáneo, acusada por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía". A raíz de este caso, diversas ONGs y familiares denunciaron tratos médicos degradantes y realizaron varias movilizaciones en apoyo a Belén, entre ellas la ya mencionada marcha Ni Una Menos.

Exposición del caso

Como ya mencionamos previamente, el caso escogido para abordar la temática de género es el de Belén, una joven tucumana de 25 años de edad que fue condenada a 8 años de prisión por homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía.

En Marzo de 2014, Belén, acompañada por su madre, concurrió a la guardia del Hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán con una hemorragia vaginal intensa debido a un aborto espontáneo que estaba sufriendo, perdiendo un embarazo de 20 semanas del cual acababa de enterarse.

Desde el primer momento, el personal del Hospital Avellaneda la interrogó para que explicara qué elemento se había colocado para provocarse el aborto porque el sangrado "no era normal". Luego del diagnóstico emitido por el médico, quedó internada por cinco días bajo analgésicos para paliar las contracciones.

Al despertar en la Sala de Partos ese día, y según testimonio de la madre de Belén, la joven estaba siendo observada en sus partes íntimas por médicos forenses y policías, denigrando y acusandola de asesina, violando la discreción, reserva profesional y cuidados al paciente dentro de un establecimiento médico. A pesar de ser consideradas formas de tortura y tratos degradantes por los tratados de derecho internacional, la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán se negó a abrir una investigación contra el personal médico del Hospital Avellaneda de Tucumán. Si bien no ha sido demostrado, el caso fue caratulado como homicidio doblemente agravado por alevosía y por el vínculo, privando a Belén de su libertad con una condena de ocho años.

Diferentes organizaciones no gubernamentales y movimientos de derechos de la mujer se concentraron frente a la casa de la provincia de Tucumán para repudiar el maltrato a la joven y exigir su inmediata liberación hasta que haya una condena firme. Además, al reclamo se sumó el pedido por la despenalización y legalización del derecho al aborto en Argentina. Desde "Ni una menos" y la Oficina de la Mujer adhirieron al reclamo.

Toda mujer que llega con un aborto en curso o que tiene un aborto, sea provocado o espontáneo, está protegida por la confidencialidad de la relación profesional de la salud-paciente. Sin embargo, en el caso de Belén, algunos profesionales de la salud decidieron usar esa relación para violentarla y denunciar a la policía.

Amnistía Internacional Argentina, movimiento global integrado por personas, en su mayoría voluntarias, que trabajan para que se respeten los derechos humanos en todo el mundo, interpelará a la justicia de Tucumán para que cese de forma inmediata la prisión preventiva de Belén, protegiendo así su integridad física y mental. Los profesionales de salud incumplieron con su deber de confidencialidad médico-paciente y debe investigarse ello para establecer las responsabilidades del caso. Además, Amnistía vuelve a hacer énfasis en garantizar un acceso seguro y legal a los servicios de abortos necesarios para proteger la vida de las mujeres y niñas.

En palabras de Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, el caso presentado demuestra cómo el Estado, a través de los servicios de salud y operadores judiciales, reproduce conductas de maltrato y humillación en entornos institucionales, viola su deber de prevenir y erradicar la violencia contra la mujer y la tortura y otros crueles, inhumanos y degradantes. Los sistemas de salud ponen los estereotipos de género y las opiniones personales de los profesionales de la salud o los funcionarios de turno por encima del bienestar de las personas.

Por otra parte, y de la mano con la problemática de género que decidimos abordar, elegimos el proyecto de ley propuesto por la legisladora Graciela Ocaña de vagones exclusivos para mujeres en los subtes. Si bien a la fecha el mismo fue rechazado, creemos que representa claramente una solución "parche" para el problema de fondo que es más bien cultural y social. En este proyecto lo que se proponía es que de lunes a viernes de 7 a 10 hs. y de 17 a 19hs. circule una formación de color rosa (o bien señalizado de no ser por su color) de uso exclusivo para mujeres, con el fin de evitar manoseos, roces y cualquier otro tipo de situación desagradable que pueda ocurrirle a una mujer durante un viaje en subte en hora pico por el solo hecho de ser mujer.

Para la legisladora, dicha iniciativa se encuentra dentro de un plan de implementación de políticas públicas en contra de la violencia de género que ayuden a evitar acosos y abusos hacia las mujeres, y explica que, si bien no es una solución de fondo, es efectiva en muchos países en los que se ha implementado, como es el caso de Brasil, Tailandia, China, India, Egipto, Rusia, Japón y México, en donde las denuncias de abuso se redujeron y algunas mujeres alegaron sentirse más seguras luego de esta implementación. Entre otras medidas, incluye también el hecho de poder viajar con menores del sexo masculino de hasta 13 años (para los casos de las mujeres que tienen hijos pequeños sin los cuales no podrían viajar o bien ingresar al vagón) y un control policial activo a fin de que no se produzcan ingresos de hombres en dichos vagones (que no siempre se cumplen, ya que hubo casos de hombres que se vistieron de mujeres para poder ingresar a ellos y efectuar abusos contra pasajeras, o bien hombres que ingresan a pesar de la prohibición si es que no hay un control policial en el momento en que sube al subte).

Por su parte, el gobierno nacional y demás partidos políticos se opusieron a esta medida, ya que como mencionamos anteriormente, consideran que es una problemática sociocultural, y que la misma debe abordarse con mayor educación al respecto. La mayor parte de las críticas (muchas de ellas también de usuarios, desde las redes sociales) se centraron en que el respeto debe ser para todos, que no es correcto dividir por sexo porque no todos los hombres son indecentes por lo que no hay necesidad de segregar a la víctima y, de esta manera, dejar de hacer foco en los verdaderos responsables de dichos actos. Otros testimonios sostenían que brinda más herramientas a los estigmatizadores a alegar que, cuando la mujer no viaje en ese vagón, va a ser la "culpable" de cualquier cosa que le pueda suceder (rompiendo con esto con el derecho a la libertad que cada ser humano tiene); que la implementación de esta medida solo en los subtes no la exime de poder sufrirla en otro medio de transporte, entre otras.

El Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, expresó que "no funcionaría y no lo veo como una solución de un problema, todo lo contrario, lo veo como rendirse ante este tipo de situaciones", y consideró que "hay que trabajar como sociedad en mejorar la convivencia y que como sociedad nos hagamos responsables, y que la gente reaccione ante este tipo de situaciones para que la mujer no se sienta sola ante la multitud". Sin embargo, cabe destacar que a pesar de que el 10 de junio se rechazó este proyecto de ley, no se han garantizado mayores avances sobre el tema, tal vez relacionado con la baja del interés en el tema en la agenda mediática (ya más alejados de la fecha de la nueva marcha de Ni Una Menos realizada el 03/06/2016 que reavivó la llama que ahora parece apagarse).

Y es justamente esta marcha un hito en la lucha por los derechos de la mujer: esta vez, al slogan de Ni Una Menos de la marcha que se realizó el año pasado por primera vez y que movilizó a miles de personas a la calle, se sumó el "Vivas Nos Queremos", como frase de cabecera ante la violencia de género y los femicidios que ocurren hoy en nuestro país. En Argentina, cada 30 horas muere una mujer y el año 2015 se cobró la vida de más de 270 en manos de la violencia machista, por lo que visibilizar esta problemática ayuda a tomar conciencia como sociedad y ver qué podemos hacer en cuanto educación, tanto a nivel macro como a nivel micro, es decir tanto desde el Estado (que es quien tiene la obligación de respetar, garantizar y proteger los derechos de todas las personas independientemente de su sexo, así como también garantizar el cumplimiento de los mismos), como desde la sociedad y sus diferentes instituciones (escuelas, trabajos, diversos grupos humanos, etc.). La intencionalidad de estas marchas es darle voz y difusión a lo que está sucediendo hoy en la actualidad, pidiendo justicia por las víctimas, solicitando medidas contra los femicidios, que se garantice un aborto seguro, legal y gratuito (y que se eviten así muertes por abortos clandestinos), y que se realicen acciones para frenar otros tipos de violencia contra las mujeres que son menos visibles pero no por ello menos graves, como es el caso de la violencia psicológica, económica, simbólica, sexual/reproductiva, entre otras.

Análisis teórico-conceptual

Basándonos en los diversos textos que hemos elegido, que tienen como punto en común la violencia de género (en todas sus expresiones), establecimos relaciones entre el planteo teórico de Rita Laura Segato en su texto "La Argamasa Jerárquica: violencia moral, reproducción del mundo y la eficacia simbólica del derecho" y el caso mencionado anteriormente.

Segato define a la violencia contra la mujer como "cualquier acto de violencia basada en el género que resulte o pueda resultar en daño físico, sexual o psicológico o sufrimiento de mujeres (…) o privación de la libertad sea en la vida pública como en la privada." (Segato, 2003: 4). Partiendo de esta definición y aplicándola al caso de Belén, observamos que ella efectivamente fue privada de su libertad arbitrariamente, sin justificación alguna y violando sus derechos como persona y como mujer. Además, en línea con el caso elegido y tal como plantea la autora en otro de sus textos, "la humanidad hoy testimonia un momento de tenebrosas innovaciones en las formas de ensañarse con los cuerpos femeninos y feminizados, un ensañamiento que se difunde y se expande sin contención (…) la rapiña que se desata sobre lo femenino se manifiesta en las formas de destrucción corporal sin precedentes." (Segato, 2011: 3)

Profundizando un poco más en el tema y siguiendo la línea de la autora mencionada, podemos calificar a éste como un caso de violencia moral contra la mujer; la ridiculización, la intimidación y hasta la condena por la sexualidad. Este punto es el más importante: ser juzgado y condenado por su condición sexual; en este caso, por su condición de mujer. El caso de Belén expresa pura y exclusivamente un sexismo que aliena a las mujeres y les quita, de alguna forma, su condición de individuo como parte de la sociedad. "La sexualidad se transforma (…), reduce a objeto el cuerpo de las mujeres y al mismo tiempo inocula la noción de pecado crímenes nefandos y todos sus correlatos." (Segato, 2003: 18)

Por otro lado, el texto de María Sonderéguer en su texto sobre la violencia de género durante la dictadura menciona testimonios de las víctimas y nos sirve de utilidad para pensar los casos de violencia como el planteado en nuestro análisis.

Sonderéguer explica que justamente fue necesaria una transformación en los marcos sociales de memoria para que se crearan las condiciones necesarias para recordar estos actos contra las mujeres desde la perspectiva de género. Un ejemplo de ello es la ya mencionada marcha Ni Una Menos, que se repitió este año y da visibilidad a una problemática que fue invisible por años.

Uno de los conceptos que define, clave para los fines de nuestro trabajo, es la noción de género: "estructura de relaciones y posiciones, es decir, el proceso por el cual las diferencias biológicas configuraron relaciones jerarquizadas entre varones y mujeres" (Sonderéguer, 2012: 11)

Mientras las consecuencias de la violencia física son generalmente evidentes y denunciables, las consecuencias de la violencia moral no lo son. La violencia moral, por su invisibilidad y capilaridad, es la forma corriente y eficaz de subordinación y opresión femenina, socialmente aceptada. A pesar del peso y de la presencia de la violencia moral como instrumento de alienación de los derechos de las mujeres, se trata del aspecto menos trabajado por los programas de promoción de los derechos humanos de la mujer y menos focalizado por las campañas publicitarias de concientización y prevención de la violencia contra la mujer.

La violencia no es exclusivamente física. Las diversas situaciones privadas de violencia psicológica vividas por las mujeres y que usualmente pasan desapercibidas deben ser adecuadamente representadas y difundidas para estimular la reflexión y la discusión promoviendo un sentido mayor de responsabilidad en los hombres y una conciencia de su propio e indebido sufrimiento en las mujeres.

La legitimidad de la violencia moral de género se presenta como un problema ya que significa encuadrar en la ilegalidad un conjunto de comportamientos que sustentan la estructura jerárquica del mundo. La meta de los proyectos debería ser la promoción de la igualdad entre el colectivo de los hombres y el de las mujeres dentro de las comunidades.

Conclusión

La presentación del caso de Belén ilustra una realidad que se reproduce sistemáticamente en una sociedad donde las mujeres sufren las desigualdades sociales, económicas y jurídicas ante el género masculino. Está comprobado que a las mujeres les cuesta más obtener empleos (y que de conseguirlos son estadísticamente de menor calidad); que al interior de las familias, la distribución de tareas es desigual entre los distintos sexos, y que todo esto contribuye a los estereotipos de género fuertemente instalados en nuestra sociedad que no nos permiten ser equitativos a la hora de tomar decisiones. Esto coloca a un sexo por sobre otro, jerarquizando a la hora de evaluar hechos puntuales.

Los movimientos sociales como Ni Una Menos dan cuenta de que aún hay mucho por hacer para modificar este escenario, planteando no sólo visibilidad de la problemática sino además los recursos necesarios para garantizar la protección a las víctimas de violencia de género, que aumentan en número día a día.

Las autoridades nacionales no toman el tema con la seriedad y la importancia necesaria para erradicarlo. Tal como vimos en la exposición de nuestro caso, la propuesta de la legisladora Ocaña, que prometía preocuparse por la integridad de las mujeres, simplifica la compleja situación aislando a las mujeres para "no provocar" al género opuesto. Siguiendo este criterio, los legisladores deberían entonces proponer construir escuelas, hospitales, puestos de trabajo, y demás servicios públicos exclusivos para mujeres, minimizando así la grave situación que se presenta en nuestra sociedad y esquivando los distintos factores que conllevan a naturalizar la violencia de género en todas sus formas.

Sin embargo, el espíritu de lucha contra la violencia de género es la concientización de que es posible coexistir en una misma sociedad y respetar a cada uno de sus individuos más allá de su condición; que todos somos iguales y merecemos los mismos derechos; que la violencia de género no es sólo una propaganda política sino que es una transformación cultural que nos debemos como sociedad.

La violencia hacia la mujer es un problema muy grave y delicado que las perjudica exclusivamente por pertenecer a un género en particular. Pero lo más alarmante de esta situación es que la vulnerabilidad de las mujeres se agrava aún más, cuando éstas se ven afectadas por la situación de marginalidad en las que muchas veces se encuentran. Por ello, el caso de Belén es importante para entender la profundidad del problema de la violencia hacia la mujer.

Además de cualquier violencia física o psicológica que puede sufrir una mujer, la situación se agrava según la condición social y educacional que presente la víctima. Es por esto que el accionar de los responsables del procedimiento médico en el Hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán nos causa tanta indignación e impotencia ya que al ser un componente de la seguridad social y tener como objetivo brindar asistencia profesional a los pacientes, no sólo violan la privacidad de Belén, sino que además, a través de las declaraciones e informes de las enfermeras, médicos y policías del hospital colaboraron para condenar a Belén por "homicidio doblemente agravado", desconociendo el testimonio de la víctima (quien recordemos que declaró en todas las instancias judiciales que desconocía estar embarazada).

Si a esto le sumamos el hecho de que la cámara penal no investigó las torturas y maltratos físicos que denunció Belén y que los jueces a cargo dictaron una condena de 8 años de prisión a la víctima sin tener en cuenta las grandes inconsistencias del caso, tenemos como resultado un claro desinterés para tratar no sólo el problema de la violencia de género sino también, la desvalorización hacia el ser humano.

Es importante hacer foco en estas cuestiones para entender realmente la falta de maduración que tenemos como sociedad y que la lucha es de todos, no sólo de los civiles. Es responsabilidad del Poder Legislativo proponer leyes coherentes y aplicables a la situación actual; de los organismos públicos y los profesionales que los integran, los cuales deben cumplir sus obligaciones velando por el respeto y el cumplimiento de los derechos humanos, garantizando la no discriminación y el trato igualitario cualquiera fuere la condición social de la persona a asistir, de los establecimientos educativos, en todos sus niveles generando conciencia y responsabilidad ética en sus alumnos, de cada uno de nosotros actuando de manera responsable.

También debemos destacar el trato que los medios de comunicación dan a la causa ya que en muchos casos se presenta indirectamente la intención original de la información, como por ejemplo el titular del diario La Nación del 29/04/2016: "Tucumán: condenan a una mujer por matar a su bebé y ella dice que fue un aborto espontáneo", donde claramente se apuesta a la generalización del hecho en cuestión, tratando el caso de Belén, con un alto grado de desinterés y descreabilidad hacia la víctima real.

La sociedad en su conjunto debe comprender que la violencia física o psicológica hacia cualquier persona sobre la base de su sexo o género, se encuentra naturalizada en nuestro país y a través del respeto, la educación, el compromiso y la solidaridad podemos transformar nuestra forma de pensar y enriquecer nuestra cultura para lograr una efectiva convivencia y lograr la paz en nuestra sociedad.

Creemos importante aclarar que la violencia de género no sólo existe contra la mujer sino también contra el hombre. Sin embargo, nosotros elegimos enfocarnos en la violencia contra la mujer principalmente por dos motivos: uno refiere a que el caso elegido tiene como protagonista a una mujer, y otro se resume en que el género femenino, en la sociedad moderna y desde hace ya muchos años, es considerado género inferior y, en consecuencia, es maltratado en diversos ámbitos y de diversas formas. La palabra feminismo es utilizada frecuentemente a pesar de confundir su definición. Erróneamente, se cree que el feminismo significa tratar a la mujer de igual forma que al hombres porque sí; diferenciarla pero sin desvalorizarla. El feminismo refiere sencillamente a que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres.

A modo de cierre y para pensar la condición de la mujer ante los reiterados casos de violencia de género en la actualidad, dejamos unas reflexiones de Simone de Beauvoir que escribía en 1949 refiriéndose al hecho de que no se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, psíquico, económico, define la imagen que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; el conjunto de la civilización elabora este producto intermedio entre el macho y el castrado que se suele calificar de femenino. Sólo la mediación ajena puede convertir un individuo en alteridad.

Bibliografía

  • Amnistía Internacional Argentina. (http://www.amnistia.org.ar/quienes-somos)

  • De Beauvoir, Simone. Le deuxième sexe. Les faits et les mythes. (1949).Gallimard. France

  • Deschamps, K."Piden liberar a Belén, la joven presa en Tucumán por un aborto espontáneo" (28 de abril 2016). Infobae. Disponible en:

http://www.infobae.com/2016/04/28/1807609-piden-liberar-belen-la-joven-presa-tucu

man-un-aborto-espontaneo/

  • "El gobierno rechazó el proyecto del vagón solo para mujeres en el subte" (8 de junio 2016). La Capital. Disponible en:

http://www.lacapital.com.ar/el-gobierno-rechazo-el-proyecto-del-vagon-solo-mujeres- e l-subte-n962003

  • "Ni Una Menos" (http://niunamenos.com.ar/)

  • "Presentan un proyecto de vagones exclusivos para mujeres en el subte" (7 de junio 2016). La Nación. Disponible en:

http://www.lanacion.com.ar/1906633-presentan-un-proyecto-de-vagones-exclusivos- p ara-mujeres-en-el-subte

  • "Proponen que los subtes tengan vagones exclusivos para mujeres" (8 de junio 2016).Infobae. Disponible en:

http://www.infobae.com/sociedad/2016/06/08/proponen-que-los-subtes-tengan-vagon e s-exclusivos-para-mujeres/

  • SEGATO, Rita L., La argamasa jerárquica: violencia moral, reproducción del mundo y la eficacia simbólica del derecho, Brasilia, 2003.

  • SEGATO, Rita. "Género y colonialidad".En Bidaseca, K. y Vázquez Laba,V.(comp). Feminismos y Poscolonialidad.Ediciones Godot/Colección Crítica.Buenos Aires,2011.

  • SONDERÉGUER, María (2012). Género y poder. Violencias de género en conflictos armados y contextos represivos, presentación, UNQ, Bernal. (pág. 9-16).

  • "Carta de Belén: Gracias por defenderme, por hacer que mi voz y mi verdad se escuchen" (21 de junio 2016). La Izquierda Diario. Disponible en:

http://www.laizquierdadiario.com/Carta-de-Belen-Gracias-por-defenderme-por-hacer- q ue-mi-voz-y-mi-verdad-se-escuchen

Anexo

Fotos de la Marcha "Ni Una Menos, Vivas Nos Queremos" – 03/06/2016

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Autor:

Campo, Daniela

Crespo, Ángel Gabriel

Zavala, Leonardo Gabriel

Cátedra: Adolfo Pérez Esquivel Comisión: 01

Cuatrimestre: 1° de 2016

Facultad de Ciencias Sociales