Aplicación de los principios didácticos en la educación médica superior (página 2)
Enviado por Julio Alberto
Los principios didácticos son postulados generales que guían las actividades del proceso pedagógico con carácter rector en todo el quehacer didáctico.
Relación entre las leyes, los principios y las reglas didácticas
L a relación entre ley y principio no es lineal. Así, pues, un principio puede reflejar varias leyes o una ley manifestarse en el cumplimiento de varios principios. Por ejemplo:
– En el cumplimiento del principio de la cientificidad de la enseñanza se expresa la acción de varias leyes:
* Leyes gnoseológicas – relación de lo abstracto y lo concreto.
* Leyes psicofisiológicas – estudio de los reflejos, que en su más alto grado se relacionan con las gnoseológicas.
* Leyes psicológicas – psicología del aprendizaje, psicología de las edades y la actividad creadora.
* Leyes pedagógicas – la dirección de la enseñanza por el profesor y la autoactividad del estudiante.
* Leyes didácticas – la articulación de los conocimientos y el desarrollo científico.
– En el cumplimiento de la Ley de la unidad entre la enseñanza y la educación, que se manifiesta en varios principios:
* Vinculación de la teoría y la práctica.
* En el Carácter consciente de la actividad del estudiante.
* En el papel dirigente del profesor y la actividad independiente del estudiante.
* Carácter científico de la enseñanza.
Como fundamento de la dirección de la enseñanza, los principios didácticos precisan, a su vez, indicaciones prácticas adicionales que orientan al profesor en el trabajo docente. Esas orientaciones adicionales, que constituyen el aspecto operativo de este problema científico, se denominan reglas o medidas didácticas.
La validez de los principios didácticos es la misma en todos los niveles de la enseñanza. Si alguna diferencia sustancial pudiera señalarse entre uno u otro radica, precisamente, en las reglas. Ellas, por tener un carácter más específico constituyen el elemento diferenciado con respecto a los distintos niveles y ciclos de enseñanza.
Los principios didácticos presentan varias CARACTERÍSTICAS GENERALES según diferentes autores como son:
Salas Perea
Generales, pues se aplican en todas las disciplinas y niveles de enseñanza; Fundamentales, ya que constituyen la base para la dirección del proceso docente; Esenciales, pues determinan el contenido, los métodos y las formas de organización de la enseñanza;
Obligatorios, puesto que su inobservancia o incumplimiento crea un caos en el proceso docente; y
Sistémicos, ya que el cumplimiento o no de uno de ellos repercute en los demás y en todo el proceso docente.
A. Vargas
Constituyen un sistema.
Son propios de cada formación económica-social.
Son válidos en todas las asignaturas y niveles.
Su aplicación es obligatoria para lograr los objetivos.
Estos principios tienen un carácter de sistema en sus relaciones, ya que se determinan y se penetran mutuamente, es decir que todos están en una relación inseparable y la omisión de uno perjudica el cumplimiento de los demás, afectando al proceso y sus resultados. En dependencia de las tareas específicas de uno u otro componente, o una u otra faceta de la enseñanza, se pone en primer plano el papel rector de uno u otro principio aislado.
Una característica de los principios didácticos es su carácter general, en todas las asignaturas y niveles de enseñanza. Otra característica es su carácter obligatorio para lograr los objetivos ya que constituyen las orientaciones para la planificación y dirección del proceso docente – educativo. Una tercera característica es que su relación con las leyes no es unívoca. Así en la aplicación de un principio pueden estar reflejadas varias leyes, o viceversa, la manifestación de una ley expresarse a través de varios principios.
LOS PRINCIPIOS DIDÁCTICOS SON NECESARIOS PARA:
Dar las clases.
Planificar y organizar la clase.
Elaborar los planes y programas de estudios.
Elaborar los textos y medios de enseñanza.
Confeccionar las evaluaciones.
Clasificaciones de los sistemas de principios didácticos
En la bibliografía pedagógica aparecen diferentes criterios de estructuración de sistemas de principios didácticos, aunque todos coinciden en lo esencial. Se presenta a continuación algunos de ellos:
1-Danilov MA, (1975), 2- Savin NV (1972), 3- Ushinskid (1975),4- Helmunt klein (1978),
5- Colectivo de autores, (1984), 6- Labarrere G. (1988), 7- Tomaschewski (1966),
8- González O. (1994), 9- Zankov L. (1975), 10- Davidov (1989). (Esta tabla es adaptada del libro de Silvestre M, Zilverstein J. ¿Como hacer más eficiente el aprendizaje? 2000:10-12.
La determinación de un sistema de principios didácticos varía en dependencia de los objetivos que se persigan, del desarrollo social alcanzado y de la teoría y práctica pedagógicas. Por todo lo anterior escogemos los de A. Vargas.
1.- De la educación en los fines y convicciones de la ideología comunista.
2.- Del carácter científico.
3.- De la sistematización.
4.- De la vinculación de la teoría con la práctica.
5.- De la vinculación de lo concreto y lo abstracto.
6.- De la asequibilidad.
7.- De la solidez de los conocimientos.
8.- Del trabajo consciente, creador, activo e independiente de los estudiantes.
9.- De la atención del estudiante sobre la base del trabajo general del profesor con el grupo.
Características de estos principios
1. De La educación en los fines y convicciones de la ideología comunista
Este principio es básico ya que se fundamenta en las siguientes razones:
Expresa con exactitud el contenido fundamental, la determinación esencial de la enseñanza socialista, su calidad socialista.
Fija inequívocamente la orientación ideológica de la enseñanza y del trabajo docente.
Determina la tendencia pedagógica de los demás principios didácticos.
En la sociedad socialista no hay contradicción entre el contenido de la enseñanza y las tareas educativas. La educación, la enseñanza y la formación constituyen una íntima unidad, apoyándose entre sí.
En las Tesis aprobada en el Primer Congreso del Partido se expresa que: "El objetivo de la formación comunista de las nuevas generaciones es crear hombres y mujeres integralmente desarrollados para vivir en la nueva sociedad y participar en su construcción y avance ulterior".
Un país como el nuestro, que construye el socialismo a 90 millas del país imperialista más poderoso, que ha sido objeto de múltiples agresiones de toda índole y que en particular es blanco constante del diversionismo ideológico más refinado que pretende sustraer a parte de nuestra juventud del camino revolucionario, tiene en el cumplimiento de este principio tarea de primerísimo orden.
El éxito de este principio depende del enfoque sistémico que deben darle todos los factores que influyen en la educación comunista para abordar el problema armónica e integralmente; todavía hay confusión al pensar que esta tarea se aborda mediante actividades extraclases fundamentalmente, cuando en realidad, tiene que partir de la exposición de la clase misma.
El Segundo Congreso de nuestro Partido reiteró que "para la consecución plena de los objetivos trazados en la tesis aprobada por el Primer Congreso, es necesario profundizar en el desarrollo y consolidación de un sistema de educación comunista coherente, integral y único".
2.- Principio del carácter científico
POSTULADOS
El carácter científico del contenido.
Que los métodos reflejen los métodos de la ciencia.
Que la metodología de la enseñanza esté fundamentada científicamente.
Por carácter científico del proceso docente-educativo se entiende lo siguiente:
El carácter científico de su contenido, o sea, su orientación hacia el desarrollo científico moderno, en correspondencia con lo más avanzado de las ciencias contemporáneas.
Este principio se fundamenta en la demostración que el mundo es cognoscible y que los conocimientos humanos, comprobados por la práctica social, ofrecen una imagen objetivamente fidedigna del desarrollo del mundo.
Un proceso docente-educativo de carácter científico se caracteriza porque se enseña sobre la base de una realidad objetiva, verídica, real; que el modo de formación de los conceptos, las comprobaciones, las pruebas, la aplicación de las leyes, etc. tienen un fundamento científico, que se apoya en la realidad, basándose siempre en objetos y manifestaciones reales.
Un proceso docente-educativo de carácter científico es aquel que educa al alumno en el amor a la verdad y en su reconocimiento, que rechaza totalmente cualquier afirmación de tipo dogmática, que conduce al alumno a la toma de partido por la verdad científica y por su uso humanista, es decir, para el progreso de la humanidad.
Que los métodos pedagógicos reflejen íntima vinculación con los métodos científicos. Significa que en el proceso docente-educativo se utilizan métodos de enseñanza-aprendizaje que por su carácter se aproximan a los métodos de la ciencia cuyo fundamento en ese momento se está estudiando.
Que la metodología de la enseñanza que se emplea esté fundamentada científicamente, utilizándose correctamente las conclusiones científicas de la pedagogía, especialmente de la didáctica y de la metodología de las asignaturas.
En el cumplimiento de este principio didáctico puede ayudar, entre otras, las medidas siguientes:
Emplear el enfoque marxista-leninista en cada asignatura.
Aplicar el enfoque en sistema en el quehacer docente-educativo (lo que supone la aplicación consciente del sistema de principios adoptados).
Actualizar el contenido y los métodos de clases.
Utilizar los métodos de la enseñanza problémica para revelar el carácter contradictorio de los procesos objeto de estudio.
Orientar el trabajo independiente sobre la base de la utilización progresiva de los métodos científicos por parte de los estudiantes.
Aprovechar en todo momento las potencialidades educativas de la materia de la enseñanza.
3.- Principio de la sistematicidad.
POSTULADOS
La estructuración sistemática de los contenidos.
La sistematicidad en la conducción del proceso en la clase.
El carácter de sistema de la educación.
El carácter continuo y constante de la educación.
La aplicación de este principio es consustancial con todo el proceso docente-educativo y su importancia se revela fundamentalmente en los aspectos siguientes:
En el desarrollo de los contenidos. El carácter científico de la enseñanza implica su sistematización. La ciencia siempre es un sistema de hechos, conceptos científicos, leyes y teorías.
Para adquirir los conocimientos sobre una ciencia, es preciso conocerla en un sistema, de ahí que el proceso de enseñanza y aprendizaje de cada ciencia deba ser siguiendo la lógica de cada una de ellas, la lógica de su sistema, de su estructuración y relaciones internas.
La enseñanza en la que los contenidos sobre una ciencia se dan de forma desordenada, atendiendo a determinados presupuestos y no a su lógica, no conduce a conocimientos sólidos, científicos, sino a llenar el cerebro de conocimientos fragmentarios, desordenados, en el que no se puede encontrar lo que se busca.
Para tener dominio de los conocimientos estos tienen que estar integrados en un sistema, y es sobre esta base que se ordenan los contenidos de las asignaturas.
En el desarrollo del proceso docente-educativo. La sistematicidad en la conducción del proceso indica el modo de realizarlo para obtener resultados satisfactorios. Ya desde la época de Comenio se reconocía la importancia de este principio, que él comprendía de la manera siguiente:
"Pues bien, si una cosa va seguida de otra, se deben enlazar entre sí. El maestro debe enseñar una materia por partes sucesivas y enlazar estas partes. Estas partes deben ser encerradas dentro de ciertos límites, para que cada una de ellas destaque sobre los demás. Al enlazar estas partes se adquiere el conocimiento del todo y se le puede comprender."
Así mismo orientaba la secuencia siguiente:
a) todo lo siguiente se basa en el fundamento anterior.
b) todo aquello que se puede diferenciar en partes, se ordena cuidadosamente.
c) lo posterior se basa en lo anterior.
d) todo lo que ya está relacionado, se debe relacionar constantemente.
e) todo se ordena, según una medida: capacidad intelectual, memoria, lenguaje.
El proceso docente-educativo es sistemático cuando en cada momento se parte de la estructura de conocimientos que poseen los estudiantes sobre el objeto que estudia, de manera que el nuevo contenido se relacione con lo que ya conocen, de manera que al asimilarlo se incorpore a esta estructura transformándola en una nueva estructura de conocimiento en la cual este ha quedado insertado.
De este principio se desprende que solo pueden ser transmitidos y asimilados los conocimientos correctamente cuando el proceso docente-educativo se realiza sistemáticamente.
Este proceso docente-educativo requiere también para ser sistemático que se realice mediante la articulación didáctica de todos los eslabones del proceso, es decir se realice la orientación y motivación por el nuevo contenido, la asimilación y dominio del mismo y su evaluación, con sus interacciones y superposiciones mutuas.
En el carácter sistémico de la educación. Este aspecto del principio de la sistematicidad comprende a la educación como un sistema.
El proceso docente-educativo que el profesor conduce con un grupo de estudiantes no es un proceso aislado, sino que es parte de un proceso de mayor amplitud en el cual están inmerso los estudiantes, y en donde participan en primera instancia los demás profesores del grupo, lo cual implica el trabajo en sistema de estos, la observancia de las relaciones presentes entre ellos, del papel que en cada momento le corresponde a cada uno en el logro del objetivo del sistema en la formación de la personalidad de cada uno de los integrantes del grupo.
Además este proceso docente-educativo que conducen un grupo de profesores con un grupo de estudiantes, no se lleva a cabo en un lugar aislado, sino en una institución docente, lo que hace que los estudiantes estén inmersos en un proceso aún más amplio en el que participen los otros miembros, estructuras y organizaciones que están presentes en la institución, lo que pone de manifiesto la existencia de un sistema de orden mayor, a nivel de la institución de cuyo funcionamiento armónico y vertebrado depende el logro de los objetivos de la institución en la formación de la personalidad de los estudiantes que en ella se educan. Aún más, los estudiantes están inmersos en un proceso educativo más amplio donde participan otras personas, estructuras y organizaciones que están fuera de la institución docente que da lugar a un sistema educativo de orden mayor que también requiere ser vertebrado en su funcionamiento en pos de alcanzar los objetivos en la formación de la personalidad de las nuevas generaciones a la que la sociedad aspira.
Así mismo el currículo diseñado para cada carrera constituye un sistema que modela el proceso docente-educativo dirigido a la formación de un profesional con determinadas características, en donde sus componentes (modelo o perfil del profesional, plan de estudio y programas de estudio) se han de relacionar armónicamente para el logro de la formación de la personalidad del profesional.
Esto significa que desde los objetivos y contenidos más generales expresados en el modelo o perfil del profesional y en el plan de estudio hasta los objetivos y contenidos más particulares presentes en una asignatura o año académico mantienen una correspondencia, que existen porque son una necesidad del sistema para el logro de sus objetivos.
El enfoque sistémico del currículo conlleva al reconocimiento de la derivación de un sistema en otros subsistemas de orden menor que lo componen.
De esta forma los objetivos y contenidos de una disciplina o rea de conocimientos, al derivarse dan lugar a los objetivos y contenidos de las asignaturas que como subsistema la componen.
Así mismo el enfoque sistémico del currículo conlleva al reconocimiento de la integración de un sistema a otro de orden mayor que lo comprende. La integración es la lógica inversa a la derivación y a través de ella se valida al sistema.
Si la asignatura es un sistema no puede ser la mera suma de sus temas o unidades, es una integración de ellos, de sus objetivos y contenidos. El estudiante domina el programa de una asignatura porque domina la generalización de los contenidos de los temas y lo demuestra cuando es capaz de dar solución a un problema que integra los contenidos esenciales del programa.
El carácter constante y continúo de la educación. El proceso docente-educativo se caracteriza por ser un proceso prolongado, que se desarrolla escalonadamente, y cuyos resultados más significativos se perciben lentamente. Para formar un profesional titulado en un centro de educación superior se requiere un proceso docente-educativo que abarca de 4 a 6 años, en el cual de manera constante y continua, a través de las diferentes asignaturas y actividades docentes-educativas, de forma paulatina y sistemática se desarrolla el proceso formativo.
De esta forma con una continuidad se ordenan la asignaturas y las actividades docente-educativas según la lógica del proceso, y constantemente los contenidos de una se retoman por ella y por las otras, para garantizar que estos se incorporen al modo de actuación del futuro profesional a los niveles de asimilación y profundidad requeridos. Sobre esta base se aumentan paulatinamente la complejidad del contenido y las formas de la influencia pedagógica sobre los estudiantes.
De igual forma que la adquisición de conocimientos y el desarrollo de las capacidades es el resultado de una interacción constante y continua con los contenidos de la enseñanza, el desarrollo deseado de los demás aspectos de la personalidad requiere que la labor educativa de los profesores y demás factores que en ella participan, tengan un carácter constante y continuo, que se lleve a cabo sistemáticamente. Solo de esta manera, no únicamente en el estudiante se obtiene una solidez de sus conocimientos, sino, lo más importante, la solidez de su personalidad.
Algunas medidas que pueden observarse para el cumplimiento de este principio son, entre otras:
Determinar las redes lógicas de conceptos y habilidades de las asignatura.
Concebir la estructura interna de las formas de organización del proceso docente – educativo de acuerdo con los objetivos trazados y el sistema de convicciones que se aspire a formar.
Prestar atención en el trabajo metodológico y docente a la relación objetivo – contenido – métodos – medio – evaluación.
Preparar cada asignatura como sistema de clases.
Revelar en las clases los nexos e interrelaciones que existen entre los conocimientos.
Establecer coordinación entre los distintos profesores que imparten asignaturas afines en un mismo curso escolar con el propósito práctico de concretar el enfoque integrador y sistematizador.
4.- El principio de la vinculación de la teoría con la práctica
POSTULADOS
La unidad de la teoría y la práctica en toda actividad docente.
La enseñanza vinculada a la vida.
Comprobar la veracidad de la teoría en la práctica.
La teoría como un medio para la práctica.
La práctica como el origen de la teoría.
Todos los conocimientos que se den tienen que ser aplicados.
El principio de la relación de la teoría y la práctica obliga a que en el proceso docente – educativo aparezcan ambos elementos en cualesquiera de las actividades docentes inherentes a éste.
La ciencia surge sobre la base de necesidades prácticas de la humanidad y está indisolublemente vinculada con la vida, con la práctica, con las necesidades de la producción. Esto significa que para dominar la ciencia no es necesario solo estudiar su contenido sino aprender a aplicarla en la vida, en la actividad.
La base de este principio es la idea de que el conocimiento no solo debe explicar el mundo sino además señalar las vías de su transformación.
La asimilación sólida y consciente de los fundamentos de las ciencias y de los fundamentos de la técnica, se produce solo cuando durante la marcha de la asimilación, los conocimientos que se adquieren interactúan con la vida, se aplican en la práctica, se utilizan para transformar los fenómenos y procesos circundantes.
La enseñanza vinculada a la vida, no sólo significa incorporar la vida a la enseñanza o relacionar ambas; significa darle respuestas científicas a las cuestiones de la vida; significa estimular a los estudiantes a analizar profundamente estas cuestiones y prepararlos integralmente para la vida.
La teoría y la ciencia forman parte de la vida, por ello para la didáctica esta vinculación no puede significar algo simplemente pragmático y utilitarista, sino un vinculo con la vida que propicie una práctica reflexiva, de la que se pueda aprender en la misma medida en que enriquezca lo aprendido con la teoría y se corrobore también lo estudiado en ella.
Solamente es posible educar bien haciendo que el estudiante conozca la práctica, la domine, la modifique y mejore, que use la teoría correctamente como un medio. La adquisición de un conocimiento no significa sino el dominio de una instrumento para la práctica, de ahí que lo importante sea aprender a utilizar este instrumento y a enlazar el conocimiento con el resultado final.
La actividad humana es la forma más conveniente y científica de comprobar la veracidad de la teoría en la práctica. Esta actividad humana es múltiple y variada. Los conocimientos científicos que primeramente se comprobaron mediante experimentos, recibieron la sanción de su veracidad mediante la técnica, en la producción. Las teorías económicas y las tesis de las ciencias sociales también se comprueban en la práctica, en el proceso del desarrollo histórico y social. Así pues, la práctica como comprobación de la verdad, tiene su campo de actuación en la aplicación de los conocimientos en la actividad misma del hombre.
Los conocimientos que se trasmiten a los estudiantes tienen que ser aplicados, pues esta aplicación práctica es, científicamente considerado, el único criterio válido para la evaluación de los conocimientos, y la única forma de que estos conocimientos le sirvan al alumno para la formación de una personalidad útil a la sociedad.
El profesor siempre tiene que demostrar que las fórmulas teóricas tienen su aplicación práctica y como se efectúa esa aplicación, así como el valor y utilidad de esta aplicación práctica.
Comenio decía en sus "Fundamentos para la facilidad del aprendizaje", "… cuando se le demuestra de qué está hecha una cosa y para que sirve, parece como si se le diera en la mano para que él mismo se convenza de lo que está aprendiendo y para que tenga entusiasmo y alegría por lo que está haciendo". "El maestro debe enseñar sólo aquello que se puede aplicar".
Diversas formas del vínculo de la teoría con la práctica:
La presentación a los estudiantes ciertos hechos, relaciones, etc., de la realidad de la manera más directa posible. Para esto se pueden emplear modelos, fotografías, reproducciones, maquetas, etc.
El vínculo del objeto de estudio con las experiencias personales y con las observaciones de los estudiantes. El vínculo de la enseñanza con la vida circundante.
Visitas a museos, centros de trabajo, monumentos, etc., y la participación en concentraciones patrióticas y actos sociales.
La solución de problemas prácticos de la vida real, en donde toman una importancia de primer orden aquellos problemas que se den en la práctica de su futura profesión.
La solución de problemas tipo. Estos problemas, por lo regular, visto subjetivamente, no representan ninguna aplicación verdaderamente práctica de los conocimientos, porque generalmente no proceden de la realidad, son tan teórico s como la regla o ley que se aplica, pero para el estudiante es un problema "práctico" que puede resolver con su trabajo activo y en el que tiene que aplicar en una forma nueva los conocimientos adquiridos.
El vínculo con la práctica, a modo de digresiones históricas, que ponen de manifiesto la dependencia del desarrollo de la ciencia respecto de las necesidades sociales.
La resolución de distintas tareas y actividades de carácter teórico y práctico, la realización de trabajos de laboratorio y de prácticas, la preparación o confección de tareas basadas en los conocimientos reales que se posean sobre la producción y su resolución verificando los resultados. El trabajo socialmente útil.
Cuando el profesor introduce un nuevo contenido en las clases tiene que demostrar a los estudiantes que lo que van a aprender les sea necesario, que les haga falta ocuparse de ese asunto. Una posibilidad de realizar esta introducción, sin duda alguna la más valiosa educativamente, consiste en que se les presente un problema práctico, en la solución de la cual ellos estén interesados, que les demuestre la necesidad de investigar.
El desarrollo de una actividad práctica que vincula el ejercicio que se hace con la vida misma, le demuestra a los estudiantes, sin lugar a dudas, que están adquiriendo un conocimiento útil.
La práctica no ocupa un lugar uniforme en el estudio de los contenidos; esta puede preceder al estudio de unos y otros principios teóricos, de suerte que origine una actitud activa de los estudiantes, tendiente a asimilar esto principios.
Los estudiantes deben ser enseñados y estimulados a plantear problemas prácticos debidamente elaborados. Este es un paso más adelante en el proceso, pues lleva a los estudiantes a enlazar los conocimientos con las actividades prácticas.
Se debe lograr que cada clase teórica tenga aplicaciones prácticas y que cada clase práctica se estructure sobre la base de la teoría correspondiente. Las actividades de carácter práctico (clases prácticas, de laboratorio, etc.), se deben ordenar pedagógicamente de manera tal que, además del dominio de la habilidad, el estudiante profundice en los conocimientos teóricos.
Por lo general y en especial en los primeros años de las carreras, el estudiante se debe convencer de que la abstracción teórica surge de la práctica. Por ello es muy importante que el estudiante infiera las leyes y regularidades de la observación de los fenómenos mostrados por el profesor mediante experimentos demostrativos. En las clases hay que darle al experimento la importancia fundamental que merece como el mejor medio de comprobar la veracidad de la teoría.
En algunas ciencias, sobre todo de las ciencias sociales en las que es casi imposible realizar experimentos, el criterio de la práctica se emplea de forma distinta. En ellas los hechos, el desarrollo histórico, los acontecimientos mismos comprueban la realidad de las tesis formuladas.
La relación de la teoría con la práctica debe ser concebida por el profesor en las clases, principalmente de los modos siguientes:
Empleando la práctica, tanto como sea posible, como punto de partida de todo nuevo conocimiento.
Enseñando la importancia de la práctica como el único criterio inmediato de comprobar la teoría.
Aplicando los conocimientos teórico s en la solución de problemas prácticos.
Una manifestación muy importante de este principio en la Educación Superior lo constituye la vinculación de los profesores con la producción o los servicios, y la presencia de los profesionales de estas esferas en la docencia, así como la participación de los estudiantes en el proceso real de la producción o los servicios mediante la realización de la práctica profesional.
Algunas medidas que ayudan al cumplimiento del principio de la vinculación de la teoría con la práctica son las siguientes:
Propiciar que los profesores se vinculen con la realidad escolar cubana, la producción o los servicios, según sea la especialidad.
Interrelacionar el conjunto de asignaturas con la actividad práctica.
Ilustrar las clases con aspectos de carácter práctico: ejemplificación y explicación de las aplicaciones, lo que contribuye a una correcta orientación profesional.
Estructurar las actividades prácticas sobre la base de la teoría correspondiente.
Enseñar a los alumnos a fundamentar teóricamente, lo realizado en la práctica.
Exigir de los alumnos la ejemplificación de sus generalizaciones en las diferentes asignaturas.
5.- De la vinculación de lo concreto y lo abstracto.
POSTULADOS
Seguir la lógica del proceso de asimilación de los conocimientos. De la singular a lo general y viceversa.
El fundamento de la comprensión es la "idea viva" de lo que se esté tratando.
El punto de partida puede ser la observación, el relato, el conocimiento ya adquirido, etc., siempre se produzca en el estudiante la "idea viva" de lo que se está tratando.
Dirigir al estudiante, desde la "idea viva", a la penetración mental sobre los hechos y manifestaciones.
El principio de la unidad de lo concreto y lo abstracto significa que en la enseñanza es indispensable, siguiendo la lógica del proceso de asimilación de los conocimientos, hallar el punto de partida, ya sea, de los hechos y observaciones de lo singular, o en los axiomas, conceptos científicos y teorías, y determinar después el tránsito regular de la percepción de lo singular, a lo general, a lo abstracto, o a la inversa de lo general, de lo abstracto, a lo singular, a lo concreto. Es decir, del empleo del método inductivo: de lo singular a lo general, de lo concreto a lo abstracto, y del método deductivo: de lo general a lo particular, de lo abstracto a lo concreto.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la unidad de lo abstracto y lo concreto no quiere decir unidad de cualquier cosa abstracta con cualquier cosa concreta. El contenido fundamental de éste consiste en la relación íntima que debe existir entre lo concreto y la abstracción.
Este principio se ha denominado de diferentes formas: de la impresionabilidad, de la objetividad, de la sensorialidad.
En tales casos, realmente, se reduce el principio a uno de sus elementos inherentes y se pierde lo que constituye su esencia, la necesidad de vincular los datos reales concretos estudiados con sus generalizaciones teóricas o viceversa, en un proceso especialmente organizado para su apropiación por los estudiantes.
Para el éxito de cada proceso comprensivo, es de una importancia decisiva que la etapas de la comprensión-observación sensorial y de la asimilación mental no existan separadamente y sin una relación una con la otra, sino que formen una unidad verdadera.
La didáctica clásica ha establecido el principio de la unidad de lo concreto y lo abstracto, partiendo del hecho evidente de que resulta exitosa la enseñanza que comienza por examinar las cosas, objetos, procesos y acontecimientos de la realidad circundante.
Comenio decía:
"Y para que todo esto se memorice mejor, se deben usar los sentidos tanto como sea posible…" "Todo comienzo de la comprensión, debe surgir de los sentidos (en la mente no hay nada que no haya sido previamente relacionado con los sentidos) ¨ por qué no se pudieran comenzar las explicaciones mediante la demostración, después de mostrar el objeto, y no utilizar solamente la palabra para la explicación?".
Diesterweg decía:
"¿Cómo es posible llegar a comprender?. La respuesta es la siguiente: de ninguna otra manera que por la demostración. Nosotros comprendemos solamente aquello que hemos observado imprevisivamente, o sea lo que se basa en demostraciones."
Los estudios efectuados por psicólogos y pedagogos han determinado que el 80 % de la información del mundo que lo rodea, la recibe el hombre por el sentido de la vista; de ahí la importancia singular de que el profesor tenga esto en cuenta al desarrollar los métodos de observación, y emplee en su clase los medios que hagan accesible su explicación a los estudiantes, es decir que trabaje por la objetividad de la enseñanza.
Sin embargo, en el enfoque de este principio no ha sido eliminada cierta unilateralidad, consistente en que siempre se ha creído ver en la observación el punto de partida de la enseñanza. Esto tiene su base en el hecho de que el pensamiento de los niños se desarrolla de lo concreto a lo abstracto.
En la Educación Superior hay que combinar el uso de los medios que garanticen la objetividad de la enseñanza con el desarrollo de la capacidad de abstracción que un profesional está obligado a poseer.
Cuando llevamos al estudiante a determinadas abstracciones ideológicas, éticas o estéticas, vamos más allá de la "simple contemplación de las cosas", pues aquí no se trata sólo de impresiones sensoriales sino de "sentir" y "valorar". No significa solamente la ilustración de determinadas relaciones del contenido mediante los más diversos medios demostrativos, sino sobre todo, el estímulo a la imaginación creadora y el trabajo planificado con aquellas ideas fundamentales que constituyen el "núcleo" ideológico de la personalidad.
Punto de partida pueden ser los principios teóricos, los axiomas, los sistemas de conceptos asimilados en las etapas precedentes de la enseñanza o, incluso, introducidos precisamente por vía teórica. En este caso el estudio de uno u otro tema, es expuesto por el profesor o formulado en el libro de texto y, después de que se asimile la ley teórica, se utiliza la objetivación para ilustrar su aplicación; o a modo de actividades de laboratorio, donde la tarea cognoscitiva se resuelve por los propios estudiantes mediante la experimentación.
Si utilizamos como punto de partida en el proceso la observación, veremos como esta conduce al estudiante hacia el pensamiento abstracto, y este a posteriores operaciones mentales generalizadoras. De esta forma se logra que los estudiantes pasen de la observación viva al pensamiento abstracto y de este a operaciones generalizadoras, al igual que en sentido opuesto.
Una idea viva, fundamento de cada comprensión, se puede formar:
Dejando que los estudiantes observen los hechos: directamente en la realidad o mediante películas, reproducciones, modelos, etcétera;
Explicando comprensivamente los hechos mediante relatos que solamente deben contener palabras que relacionen al estudiante con los mismos;
Dándole oportunidad a los estudiantes para observar y relacionar lo observado con las explicaciones reales.
La observación en la clase no es siempre la mejor forma de producir una idea viva en el estudiante:
a) En muchos casos, la observación directa no es posible. Solamente con grandes recursos es posible mostrar al alumno reproducciones fieles. Si estas condiciones se dan, es acertado el método de la observación pero si por carencia de medios adecuados, las reproducciones no son fieles y pueden conducir a confusiones, es conveniente prescindir de ellas.
b) En bastantes casos no es necesaria la observación, porque las experiencias y conocimientos de los alumnos son suficientes para producir las ideas a base de descripciones orales del profesor, con economía de tiempo y de recursos.
c) La acentuación unilateral de la observación va en detrimento del desarrollo de la capacidad imaginativa, la cual está estrechamente relacionada con el desarrollo de los pensamientos.
- d) En algunos casos, la observación exige el empleo de mucho tiempo, con peligro de no poder alcanzar las metas fijadas.
- e) En otros casos, las explicaciones del profesor pueden dirigir las ideas formadas hacia lo mas importante prescindiendo de lo secundario, con lo que se asegura una mayor penetración mental del alumno en el objeto de la enseñanza.
De lo dicho se puede llegar a la conclusión de que la observación es imprescindible cuando las explicaciones del profesor no pueden producir en estudiante ideas exactas y veraces; en los casos que si sea posible producir estas ideas verdaderas, las explicaciones orales significan una economía de tiempo y de recurso, y deben se utilizadas. Por lo tanto, se debe desechar el principio de exclusividad de la observación como el único método para la comprensión.
De lo dicho se deduce la norma didáctica de la necesidad de dirigir al estudiante desde la idea viva, adquirida mediante observaciones y explicaciones, a la penetración mental de los hechos y manifestaciones de la realidad, para comprender el contenido de estos hechos y manifestaciones.
Al utilizarse los medios para objetivizar la enseñanza se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:
– Deben tomarse precauciones en su uso excesivo. Algunos profesores creen que la utilización de muchos medios de enseñanza y aprendizaje aseguran el éxito. Esto no es cierto.
– Los medios de enseñanza y aprendizaje se deben usar cuando sin ellos, la idea que se debe adquirir no se logra en absoluto o se obtiene en forma incompleta o inexacta. – – Estos medios auxiliares pierden su utilidad cuando el estudiante se adhiere a ellos de tal modo que no puede imaginarse los hechos sin ayuda de los mismos.
– Los medios de enseñanza y de aprendizaje se deben emplear en las clases de tal manera que los estudiantes, después puedan reproducir las ideas correspondientes sin ayuda de ellos.
Algunas medidas para el cumplimiento de este principio didáctico pueden ser:
Aplicar convenientemente el método deductivo: de lo general a lo particular, de lo abstracto a lo concreto, y del inductivo: de lo singular a lo general , de lo concreto a lo abstracto, en dependencia del punto de partida teórico o práctico (observación, experimentación, solución de problemas, búsqueda de nexos internos en los procesos objeto de análisis.
Utilizar adecuadamente los medios de enseñanza como soporte material de los métodos.
El análisis del principio de la vinculación de lo concreto y lo abstracto permite comprender su importancia como condición y consecuencia para que se cumpla el principio de la cientificidad.
6.- El principio de la asequibilidad (comprensibilidad).
POSTULADOS
La claridad de la exposición del profesor.
La simplificación didáctica.
Conocer las condiciones intelectuales específicas de cada grupo.
Que lo exigido esté en la "zona de desarrollo próximo" de los estudiantes.
La correcta determinación del grado y el carácter de las dificultades que deben vencer los estudiantes, y presentarlas en un grado progresivamente mayor.
Dirigir la clase al límite máximo de la capacidad realizadora del promedio de los estudiantes del grupo.
El principio de la asequibilidad exige que la enseñanza sea comprensible y posible de acuerdo con las características individuales de los estudiantes.
La ampliación de las posibilidades cognoscitivas de los estudiantes se produce en el proceso de complejidad paulatina de aquellas tareas docentes y prácticas que se les dan a resolver durante el transcurso del proceso docente, y que ponen en tensión sus fuerzas intelectuales y físicas.
El concepto científico de la asequibilidad está relacionado, por un lado, con la claridad de exposición del profesor, y por otro, con el proceso de desarrollo mental, con la continua adquisición de conocimientos más y más complejos y que exijan, para entenderlos, un continuo pero tolerable esfuerzo y tenacidad por parte del estudiante.
Diasterweg señalaba:
"Nunca se debe intentar enseñar un asunto que todavía no puede ser entendido por el estudiante; nunca debe enseñarse una cosa que no signifique nada para el estudiante cuando la aprenda, y nunca debe enseñarse nada que tampoco signifique algo interesante para el estudiante después de haberla aprendido. Sitúese el profesor al comenzar una clase según la posición del estudiante, y una vez situado así, dirija su actividad con su vista fija en la meta trazada, correcta y profundamente".
Comenio decía:
"que al estudiante se le debe presentar, primero lo que está más cerca de él; sucesivamente, lo que le sigue inmediatamente, lo que está un poco más lejos, lo que está mucho más lejos y, por último, lo más distante".
El principio de la asequibilidad toma como base un problema fundamental de la enseñanza: la simplificación didáctica.
Esto se relaciona con el hecho de que la cantidad de contenido aumenta constantemente y siempre plantea más exigencias, lo cual hay que adaptarlo a la facultad de comprensión de los estudiantes. En este sentido la didáctica es la teoría del arte de la simplificación, pues en el proceso de la enseñanza se trata de, esencialmente, de hacer comprensible lo complicado y lo complejo de llevar lo múltiple y lo complejo, a lo bien claro.
La asequibilidad no puede lograrse sobre la base del tratamiento superficial o simplista del contenido para lograr "que todos entiendan". Se requiere exigir al máximo sobre la base de las condiciones concretas de cada estudiante. Por eso en esta compleja labor hay que tomar en cuenta las diferencias individuales.
Conducir el proceso docente-educativo de un modo comprensible, no quiere decir eliminar las dificultades con que puedan tropezarse los estudiantes. Al contrario la tarea del profesor es plantearle conscientemente a los estudiantes las situaciones difíciles, y darle a estos las instrucciones y ayuda necesarias para que resuelvan estas dificultades.
Asequibilidad en la enseñanza quiere decir, por consiguiente, plantear aquellas exigencias en cuanto al rendimiento y la conducta, las cuales pueden cumplimentarse mediante un cierto esfuerzo por parte de los estudiantes y de este modo, contribuyen a elevar su capacidad de rendimiento.
Se debe, por tanto, exponer a los estudiantes, problemas y asuntos que aún exigiendo de ellos tenacidad y esfuerzo, cuenten con conocimientos previos y capacidades para resolver ó entender.
El profesor debe lograr, con habilidad pedagógica, que el recorrido hasta ese límite máximo desde posiciones cercanas a él, lo recorra el estudiante de manera normal, mediante su propio esfuerzo, mediante su tesón y entusiasmo de aprender, sobre la base de los conocimientos firmemente adquiridos y consolidados.
La base de la asequibilidad consiste en conocer las condiciones intelectuales específicas de cada grupo con que se trabaja. Esto no significa que se afecte el nivel y el rigor de los programas; se trata de crear condiciones previas que constituyan el punto de partida de la preparación de las clases.
Por lo tanto, el profesor debe partir de esta base en su labor en la clase. Su meta, desde un punto de vista pedagógico y social, debe ser conseguir una cierta equiparación de los conocimientos adquiridos por todos sus alumnos, así como de las habilidades y destrezas.
El grupo de estudiantes funciona como un unidad integrada por individualidades diferenciadas en cierto grado por su capacidad realizadora. Ante esto el profesor debe desarrollar su actividad dirigida al límite máximo de la capacidad realizadora del promedio de los estudiantes y dedicar una atención particular al trabajo individual con aquellos estudiantes que se distancian de este ya sea por encima como por debajo.
La contradicción que surge entre las tareas y exigencias del profesor por una parte y el nivel de conocimientos, capacidades, etc. De los estudiantes por otra, puede convertirse en una importante fuerza impulsora del proceso docente-educativo.
La correcta determinación del grado y el carácter de las dificultades en el proceso docente, constituye el método principal en manos del profesor para generar la fuerza motriz del estudio, y ampliar las posibilidades cognoscitivas de los estudiantes.
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