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Oratoria en homenaje al Dr. José María Vargas

Enviado por eglee ramirez


    Oratoria en homenaje al Dr. José María Vargas – Monografias.com

    Oratoria en homenaje al Dr. José María Vargas

    Nos hemos reunidos el día de hoy, en esta hermosa casa solariega, sede de la Sociedad Bolivariana de La Guaira, para conmemorar un año más del natalicio del ilustre hijo de esta tierra, el Dr. José María Vargas, quien nació el 10 de Marzo de 1786; fueron sus padres Don José Antonio Bargas Machuca y Doña Ana Teresa de Jesús Ponce, cuyo nombre ilustra la primera maternidad de este Estado, ubicada en la parroquia Macuto. Sus estudios de primaria, posiblemente los realizó el niño José María, en la Escuela primaria de Don Miguel de Landa que habría sido fundada en el año 1788; por la Diputación del Puerto de La Guaira. Escuela que había estado regentada en sus primeros años por Don María Butrón , quien luego renunció. (González, 1986 )

    Es importante destacar al Dr. Luis Enrique González F. quien fue el Cronista de la ciudad, mi colega, persona que debe ser recordada como buen ciudadano, buen padre de familia, buen amigo, quien demostró su gran amor por esta tierra de Vargas, al dejar plasmado en su legado a las futuras generaciones, su amplia obra. Considero válida hacer mención del Dr. González, en esta fecha memorable, haciendo justicia a la obra de otro Varguense.

    José María Vargas, siendo un joven de 12 años de edad aproximadamente, ingresa al colegio seminario por solicitud de su padre Don José Antonio Bargas Machuca. En esa época el seminario Tridentino y la universidad de Caracas, eran una sola cosa y allí se graduó el joven José María de Bachiller en filosofía el 11 de julio de 1803.

    En 1806 obtuvo el grado de Maestro de Artes y siendo todavía un colegial inicio los estudios de medicina, que se concretaba en nociones elementales de higiene y filosofía, patología y terapéutica, que se enseñaban en una sola clase, en un curso que duraba dos años, el 10 de Noviembre de 1808, se le confiere el grado de Licenciado y el día 27 del mismo mes, obtuvo el Doctorado, todo ello, luego de una buena preparación y sostener una tesis de la ciencia respectiva.

    Apenas recibió el título de Médico, se traslado a Cumaná a ejercer su carrera, y en esa provincia vivió hasta 1811; fecha que volvería a La Guaira luego de haber realizado una encomiable labor en ese gran pueblo Oriental dejando un hermoso rastro de sapiencia, bondad y caridad humana.

    Estando en Cumaná se dedicó a leer el Contrato Social de Rousseau, que él mismo tradujo al castellano, para leerla a sus amigos en las noches y con gran cautela, para evitar represalias por el Gobernador Francisco Escudero, quien tenía orden de suprimir cualquier movimiento clandestino o asomo Revolucionario, después de la experiencia de Gual y España. En ese pueblo oriental, Vargas, fue el cerebro del movimiento local, correlativos a los sucesos del 19 de Abril de 1810, arriesgándose a todos los peligros predicó y empujó a los locales a favor de la Independencia.

    El Gobernador Escudero, fue preso por los patriotas de Cumaná y los Ediles del Cabildo de Cumaná, nombraron una Junta Patriótica , cuyo Presidente fue don francisco Mayz, en ella el Dr. Vargas fue encargado de varias comisiones, pues era vocal de la misma, atendiendo sin sueldo la dirección e inspección de los hospitales de los militares, pero sin descuidar la atención de sus queridos enfermos, ni abandonar sus estudios, y es en 1811; por desacuerdo con algunas actitudes de sus compañeros de la junta, se regresa a la Guayra.

    Finalizando el año de 1811; José María Vargas, estaba en el Litoral Central en unión con sus demás familiares; esperando ver cómo iban a resolverse los acontecimientos relacionados con la actitud autonomista de la Junta Suprema de Caracas, que había traído descontento en algunos sectores por especulación de algunos artículos de primera necesidad, que generaron motines y alzamiento en algunos pueblos de Venezuela. Estando en esa espera ocurre el terremoto de 1812; acaecido el jueves Santo el 26 de Marzo, a las 4 de la tarde, sismo que destruyó casi por completo todo el pueblo de La Guayra, dejando un saldo de más de 4 mil muertos.

    En esta tragedia, nuestro médico Vargas, sobresalió entre todos por su serenidad y espíritu solidario, sacando a los heridos de los escombros y también cargando los muertos con uno de sus hermanos, para sepultarlos en una fosa común.

    También Vargas presta su ayuda para construir un rudimentario hospital con hojas de palmas y algunas viguetas de madera, para recluir a los enfermos y heridos, efectuando una extenuante tarea, salvando así la vida de muchos habitantes.

    Por esta razón, el Ayuntamiento de La Guayra, proclama el 1° de Mayo de 1812; por sus grandes servicios a la población, el nombramiento de Médico de Sanidad de la Villa, con derecho a visitar los barcos, devengando un sueldo de 25 pesos mensuales, proponiéndolo el Poder Ejecutivo para el cargo de Médico del Hospital General.

    No obstante, José María Vargas no aceptó ese nombramiento y solo se comprometió a quedarse para atender a los enfermos que faltasen por sanar, renunciando a los 25 pesos mensuales. Meses después regresa a Cumaná , para trabajar al frente del Hospital Militar.

    Después de la capitulación de Miranda, el coronel Emeterio Ureña Gobernador de la Provincia, es sustituido por el sanguinario Cervériz, quien al llegar al poblado sucrense, comete acciones feroces contra los patriotas y muchos comprometidos son detenidos, entre ellos José María Vargas, siendo todos remitidos presos a las bóvedas de la prisión de La Guayra, una de las más temidas y tenebrosas de Venezuela, para esa época.

    Para el año 1813, el Libertador invade Venezuela, en su famosa Campaña Admirable y es así como Vargas es libertado y rescatado de ese aislamiento, que le atemperó el carácter y le mostró la violencia que se avecinaba lo que estimuló la necesidad de mejorar sus conocimientos científicos en ambiente propicio.

    Es así como Vargas emprende un viaje a Edimburgo (Inglaterra), teniendo como maestros a los mejores científicos de la escuela inglesa, quienes le van a ensenar todo lo relacionado con la nueva medicina, estudios que luego traería a su patria, remozando los conocimientos arcaicos, que el Real Seminario Tridentino de Caracas le enseñaba a los estudiantes venezolanos.

    Contando con 27 años de edad, con estupendas facultades mentales y con recursos económicos, se dedicó durante 5 años a los estudios de cirugía, obstetricia, botánica y química, asignaturas en las cuales obtuvo altas calificaciones.

    En Inglaterra se graduó en el Colegio De Cirujanos de Londres, y después de asistir con mucho interés a clases clínicas de enfermedades de los ojos, le fue otorgado el diploma de Cirujano Oculista, del Instituto de Enfermedades de los Ojos de Londres.

    También realizó un estudio complementario de cirugía dentaria, en un hospital de esa ciudad.

    En Europa José María Vargas, también estudio Mineralogía, Gramática Griega y conoció a fondo la literatura inglesa: aprendió perfectamente el idioma inglés y el francés los que dominaba con soltura.

    De Edimburgo pasó a Francia, donde siguió adquiriendo conocimientos de Medicina Y Ciencias Naturales.

    Después de haberse graduado Vargas de Cirujano Bucal, lo que lo convierte en pionero de esa ciencia en Venezuela, es asombroso saber, que es precisamente en un aniversario del natalicio de Vargas, el 10 de Marzo de 1853, la Universidad Central De Venezuela confiere por primera vez en nuestro país el titulo de Cirujano Dentista a Don Vicente Toledo, quien realizó sus estudios en Europa, para crear así las bases con la cual el día 3 de Julio de 1897, el nuevo Código De Instrucción Pública, dispuso la creación de la primera Escuela Dental, que fue una renovación de esos estudios creados por Campims Ballester y realizados por José María Vargas, quien es uno de los padres de nuestra Medicina y por consiguiente de la Odontología que es una de sus ramas.

    Antes de la aparición de Vargas en el escenario de la Medicina, ésta estaba sumida en el atraso y podemos recordar como los primeros Médicos llegados al país: Juan y Alonso Bernal, acompañantes de Colón y Alonso de Ojeda, iniciaron en el territorio venezolano, la pobre y oscura medicina de la conquista, la cual se mantuvo hasta ya comenzada la vida de la colonia, entre supuestos médicos españoles intrusos y curanderos.

    Como puede verse, ante el atraso, se agiganta mas la figura de José María Vargas, que no se enferma con percibir cómodamente la parte material, fruto de su profesión y de disfrutar la bonanza de sus ingresos económicos, sino que se dedica a acrecentar su conocimiento en el extranjero para elevar su intelecto, contribuyendo desde su ángulo, a crear una mejor Venezuela y sentar las bases de la Medicina Científica.

    Posteriormente a su regreso de Europa, se radicó en Puerto Rico, donde estaban residenciados sus hermanos y su señora madre Doña Ana Teresa de Jesús Ponce de Vargas, destacándose allí como un gran Cirujano.

    Después de esa extraordinaria labor realizada en esa Isla Antillana, Vargas regresa a Venezuela en el año 1825, consagrándose al ejercicio de su profesión, lo que le permite despertar admiración entre el gremio médico y en la población, por su dedicada labor en tratamientos terapéuticos e intervenciones quirúrgicas, que demostró sus conocimientos variados y profundos en todas las ramas de las ciencia médica, así mismo hablaba con facilidad muchas lenguas extranjeras y además poseer un carácter afable.

    Estando en La Guayra, conoce a Encarnación Maitin, viuda de Don José María Castillo, casándose con ella en 1826; ese mismo año se muda a Caracas, comenzando a ejercer en el Hospital Militar de la capital, en Mayo 1827 después de una larga enfermedad muere su esposa, lo cual lo dejó desolado, no volviendo a casar.

    En ese periodo, el Dr. Vargas evidencia un gran atraso de la Medicina y de la Universidad, por ello dirige una carta a su amigo Dr. Cecilio de Ávila, rector de la Universidad donde expone la necesidad de reformarla, ofreciendo su cooperación para iniciar la transformación científica y sacar a la medicina del rezago y postración en la que se encontraba.

    En consecuencia el Dr. Vargas para colaborar con el avance de la Medicina, con el debido permiso, abre a sus expensas una clase de Anatomía en Noviembre de 1826, la cual se efectuaba en su casa situada de Muñoz a Pedrera, casa n* 11; donde enseñaba gratuitamente a jóvenes galenos, aumentando de esa forma el nivel académico de los Médicos venezolanos

    Para el 22 de Enero de 1827 el claustro de la Universidad Central se reunió en pleno para elegir a su Rector, por elección directa y secreta, para el bienio 1827- 1828, pero para esa época los Estatutos establecían la prohibición que los médicos desempeñasen ese alto cargo, por lo cual los Doctores Paul Y Anzola propusieron que se suspendiera el claustro y una comisión se dirigiera al presidente de la República , General Simón Bolívar, quien se encontraba en Caracas, para solicitarle se sirviera derogar los Estatutos en aquella parte, la cual fue aprobado.

    Al día siguiente es reabierta la sesión en el claustro y se leyó el decreto del Libertador: se derogaban las antiguas constituciones que prohibían que los Doctores en Regulares en Teología y en Derecho, así como también los Médicos, pudieran ser elegidos como Rectores.

    Para ello se procede entonces, a la votación y verificando el escrutinio, la Presidencia proclamó Rector de la Universidad, al Dr. José María Vargas, quien había obtenido la mayoría de los votos, se le llamó a prestar juramento de acuerdo a lo prescrito en los Estatutos.

    Seguidamente Vargas como Rector, reorganizó las rentas de la Universidad, dándole recursos independientes, cobrándole a todos los deudores de esa Casa de Estudios, redactó los Estatutos y cambió los caducos sistemas de estudio, creó nuevas cátedras, se aumentó los sueldos a los docentes y se cancelaron las deudas.

    Los nuevos Estatutos redactados rigieron hasta 1843, cuando fueron sustituidos por otros, los cuales fueron redactados por el mismo Vargas , quien para era ese año, es Presidente de la Dirección Nacional de Instrucción Pública , algo similar a lo que es hoy el Ministerio de Educación.

    Asimismo Vargas en el año 1827, recibió una Universidad arruinada e incapaz de dar la instrucción, que el nuevo Estatuto tenía que dar a los jóvenes ansiosos de sabiduría. Tanto es así que logro en 1830, que nuestra Universidad fuese una de las más famosas entre las mejores de Colombia.

    En el ámbito político en el año 1829, fue electo cuarto Diputado Suplente en el Congreso Constituyente por el Colegio Electoral. Posteriormente el 6 de febrero del año 1835, Vargas sale electo Presidente de la República y el día 9 del mismo mes, es juramentado, para encargarse del gobierno.

    Entre sus acciones como Presidente, se empeña en implementar el Sistema Métrico Decimal, emprende la tarea de realizar un Censo Nacional y lanza el Decreto sobre Normas Sanitarias, impulsando la creación de Escuelas Públicas .

    Lamentablemente el 8 de Julio de ese mismo año 1835, se sublevan los cuarteles de Caracas, para derrocar al Dr. Vargas, quien fue prisionero en su casa, custodiado por un grupo dirigido por Julián Castro.

    Es durante este acontecimiento, que Pedro Carujo, se presenta a la casa del Presidente Vargas y se realiza una interesante conversación entre ambos: Carujo le pregunta al Presidente Vargas, si va a renunciar, a lo que el Dr. Vargas, le responde que no y durante ese diálogo, Carujo le dice "Este será mas tarde un hecho Nacional Doctor, el mundo es de los valientes" a lo que Vargas responde: ''El mundo es del hombre justo y honrado; es el hombre de bien y no el valiente, el que siempre ha vivido y vivirá sobre la tierra y seguro sobre su conciencia"

    Por estos acontecimientos del 9 de Julio, el Dr. Vargas y Andrés Narvarte, fueron conducidos al Puerto de La Guaira, custodiados por dos acompañantes al mando del Coronel Melo, allí se le embarcó en la Goleta "Aurora" , la cual zarpó a las 2 de la tarde del día 10 con rumbo a San Thomas.

    Sin embargo el 19 de Agosto de ese mismo año 1835; llegó a La Guayra el bergantín de guerra danés "San Juan", donde venían el Presidente Vargas y el Vice Presidente Narvarte, subiendo enseguida a Caracas, donde llegaron avanzada la noche, tomando posesión de sus cargos el mismo día. El día 21 el Presidente Vargas, hizo cambios en el Gabinete, por desconfiar de algunos de ellos. Es así como Vargas se entrevista con Páez, para pedirle defender las instituciones y acabar con la anarquía reinante, pero las demostraciones de este éste, daban a entender que no estaba dispuesto a colaborar, ante esta situación el 24 de Marzo de 1836, Vargas se retira a Macuto, alegando estar enfermo y nombra como encargado del gobierno al Vice Presidente Andrés Narvarte.

    Posteriormente, en el Mes de Abril envió al congreso su renuncia y como no había respuesta, ratifica su decisión en nueva carta y el 24 de Abril es aceptada por una relativa mayoría y el Congreso le da el titulo de Magnánimo.

    Después de su renuncia, Vargas reanuda sus labores universitarias en las cátedras fundadas por él: Anatomía, cirugía, obstetricia y química. Es así que continua gestionando el equipamiento necesario para las clases de química, presenta el Reglamento para la clase de Literatura y aceptó la Presidencia de la Comisión encargada de la Dirección de Instrucción Pública y Consejero de Estado, cargo que sirvió sin remuneración durante 11 años.

    El 3 de Octubre de 1839; habiendo sido electo senador al Congreso Nacional, recibe en su despacho una muestra de asfalto, lo cual notifica al Secretario del Despacho de Hacienda y Relaciones Exteriores, se refiere a la ocurrencia de asfalto en el Territorio venezolano y el hecho de que ya tenía una botella de petróleo sacado en la Provincia de Trujillo, proponiendo que se continuaran las investigaciones, para determinar la extensión de esa mina. La muestra había sido hallada en el sitio de Pedernales, Cantón del bajo Orinoco y plantea utilizar la figura de concesión, para la correspondiente exploración de esa mina.

    Dando continuidad a sus aportes en el área académica, en el año 1840, el Dr. Vargas, redactó su famoso Código de Instrucción Pública, para aplicarlo en las universidades y academias, sirviendo de base para que el Congreso de 1842; dictara las Leyes sobre los colegios.

    En ese Código fueron sustituidos los decretos del Libertador, expedidos en el 1827, 1828 y 1829; en Caracas, Bogotá y Quito; respectivamente. Vargas proponía, que la Educación Primaria debía ser gratuita y obligatoria y cada localidad tendría el número de escuelas necesarias según su población y recursos que debían pagarlas por una contribución anual de los vecinos tomando en cuenta el grado de pobreza en que se encontraba el país.

    También como aporte, sede a la Universidad de Caracas los derechos de propiedad literaria de la obra que publicó ese año dota, con los aparatos e instrumentos pedidos para la clase de química, gestionó y obtuvo para la clase de Anatomía el Modelo del Cuerpo Humano del Dr. Anxoux; fue comisionado para la compra de aparatos e instrumentos necesarios para la clase de física y formar el sello con los símbolos de la Universidad de Caracas. Rindió un informe, conjuntamente con el Rector, mediante el cual los estudios de Medicina Legal se harían en un bienio y no en un año como antes.

    En 1842, traslado a Venezuela los restos del Padre de la Patria y Vargas formó parte también de la comisión que estuvo encargada de preservar de la destrucción de los restos mortales del Libertador Simón Bolívar.

    Así continuo durante los años 1843 hasta 1853, siguió en la redacción de los Códigos de Instrucción, inaugura un curso reformado de química y como miembro de la Facultad de Medicina, colaboró en crear un Acuerdo relacionado con los exámenes para obtener el título de Cirujano Dentista.

    El 7 de Mayo de 1853, José María Vargas, estando muy quebrantado de salud, decidió otorgar testamentariamente, acudiendo ante el Registro del Cantón de Caracas, acompañado de los testigos requeridos, para que suscribieran dicho documento que sería abierto después de su fallecimiento.

    El 9 de Agosto de 1853, el Dr. José María Vargas, estando bastante mal de salud, se embarcó en el Puerto de La Guaira, en la Goleta "Isabel", que le llevaría a la ciudad de Nueva York, para someterse a intensos tratamientos Médicos, con la esperanza de recuperar su vulnerada salud,

    A propósito de la gravedad de las dolencias que presenta y con esos temores Vargas, emprende viaje a Filadelfia, donde se hallaba el 12 de Septiembre. El 15 de Noviembre de 1853, estaba de vuelta a Nueva York, su salud estaba en franco deterioro y el 13 de julio de 1854, le administra los últimos sacramentos el Reverendo Padre Luynes, falleciendo ese mismo día. Le fue practicada la autopsia, donde se descartó el diagnóstico de carcinoma de próstata, como se había creído, era una enfermedad renal muy avanzada, con uremia terminal.

    Su muerte fue reseñada en el periódico norteamericano, Nueva York Daily time del viernes 14 de Julio y Sábado 15 de Julio de 1854, fue enterrado en el cementerio de Long Island, para luego ser llevados sus restos al Panteón Nacional. Sin embargo, eso no sucedió enseguida, pues pasaron 23 años después de las gestiones hechas por el gobierno de Guzmán Blanco, para que sus restos fueran repatriados, llegando los mismos al Puerto de La Guayra, el 7 de febrero de 1877, en la Goleta "Marcia Reinold", procedente de Nueva York.

    Sin ninguna recepción oficial, y ausencia de actos solemnes por parte del gobierno, los restos del sabio Vargas, fueron conducidos a la iglesia de San Pedro Apóstol de La Guaira, donde permanecieron durante 3 meses, esperando que los miembros del gobierno decidieran la fecha en la cual lo llevarían al Panteón Nacional.

    Es hasta después que el General Linares Alcántara, toma posesión de la Presidencia de Venezuela, que decreta lo que se llamase la Apoteosis de Vargas, ordenando el traslado de sus restos a Caracas.

    Por ello, los restos mortales del Dr. Vargas, fueron expuestos en capilla ardiente, el 23 de Abril de 1877, a las 7 de la noche y al día siguiente bajó la comisión que venía desde Caracas, para recibir los restos del sabio, acto que se cumplió el 24 de Abril a las 7 de la noche.

    En lo referente a tan preciadas reliquias, las misma fueron entregadas por el Presbitero Manuel Yánez quien era Sacerdote y Vicario de La Guayra, en esos instantes la fortaleza del Vigía disparó 21 cañonazos, como despedida de los restos mortales de tan esclarecido ciudadano y a la 1 de la madrugada del día 25 de Abril, saldría el cortejo fúnebre con la urna hacia Caracas, pasando por Maiquetía, Pariata y tomando la vía de lo que es hoy la carretera vieja, para llegar a Catia en Caracas, en horas de la mañana, donde fueron recibidos por funcionarios gubernamentales, para trasladarlo a la Iglesia de San Francisco.

    Sus restos fueron conducidos por respetables comisiones designadas por la Junta Directiva de la Universidad Central de Venezuela. la facultad de Medicina y de todas las sociedades científicas de la Capital de la República.

    Desde Catia, fue escoltada la urna por una inmensa multitud hasta el templo de San Francisco, donde fue recibido a las 6 de la tarde por la Directiva de la Universidad Central, para ser colocada en un mausoleo levantado al efecto, el féretro permaneció custodiado por una comisión cívica durante toda la noche y el día siguiente del 26 de Abril.

    En la mañana del día 27 de Abril, el estampido del cañón oficial, fue el anuncio de la fiesta nacional con que iba a celebrarse tan memorable día.

    Por ello, el General Linares Alcántara, presidente de la República, con su consejo de Ministros y todo el tren administrativo, pone en marcha a las 9 de la mañana el inmenso cortejo, llevando la carroza fúnebre y la cual tiraban los miembros de la Facultad De Medicina, portando insignias doctorales de Vargas y precediéndoles cuatro caballos llevados de las manos por los doctores Laureano Arocha, Medina, Guanchez y Aquilino Ponce, discípulos del sabio Vargas.

    Es así que, estando ya en el Panteón y colocada la urna sobre dos trípodes, se da inicio a la ceremonia de estilo, conduciendo al orador de orden, al pódium Dr. Idelfonso Riera, quien pronunció un hermoso discurso.

    Luego de finalizada la oratoria y de haber descendido de la tribuna el orador, proceden los miembros de la junta Directiva de la Universidad y los miembros de la Facultad de Medicina, como encargados de abrir la urna que encerraban los ilustres restos mortales del Dr. Vargas, con la finalidad de verificar la identidad del mismo, antes de colocarlos en su glorioso sepulcro.

    Efectuadas las evidencias anteriores al descubrir la urna, la emoción se mostraba en los semblantes de aquellos doctores, al contemplar allí, no simples reliquias cadavéricas, como despojos de veintitrés años inhumación, sino el cuerpo mismo, embalsamado, pero integro de su maestro venerable.

    Luego de descubierta la urna, se procede a depositarla en su fosa, en la caja mortuoria, resonaron como adioses eternos, los fragmentos de tierra que cada uno de los presentes, iban arrojando sobre ella. DIOS GUARDE AL SABIO VARGAS.

    Luego de conocer el gran legado del sabio Vargas en lo referente al aporte dado a los estudios de Medicina, es imperativo hacer mención a la falta de preparación de los llamados Médicos Integrales Comunitarios, estudios creados por este Régimen y la segunda promoción de 6150 personas, ya finalizaron sus estudios, aunque no se ha realizado su acto de grado, han sido integrados a los hospitales para realizar el internado rotatorio, que contempla su paso por las cuatro especialidades madres de la medicina: Medicina Interna, Cirugía, Pediatría y Obstetricia.

    Los médicos especialistas coinciden en que su preparación fue diseñada para atender en ambulatorios de comunidades y no en hospitales. ¿Cómo se supone entonces que van a afrontar esas especialidades?

    De igual manera, pasó con la primera promoción. La Ministra Eugenia Sader, ha declarado la intención de que estos médicos cubran los déficit de profesionales de la medicina en ciertas especialidades, aunque su paso por los hospitales contempla su rotación, como se explicó anteriormente por las especialidades llamadas madres. Su pésimo rendimiento los ha relegado en su mayoría a las emergencias, otros han abandonado el internado al no tener la preparación que requiere el ejercicio de la medicina.

    En relación a las explicaciones anteriores, el que sufre las consecuencias es el paciente, los médicos integrales comunitarios, no están identificados como tales, el paciente no los puede distinguir de un médico graduado en las universidades tradicionales y reconocidas en el país. Por ende, se puede afirmar que esto es un engaño a la población.

    Ante el fracaso de las rotaciones, estas promociones de médicos integrales al realizar sus internados, no les ha quedado más opción que enviarlos a hacer el triaje de la emergencia. No obstante, en opinión del Ex Ministro de Sanidad, Dr. José Félix Oletta, alerta sobre esta medida: "El Triaje es una de las aéreas más críticas de un hospital, que requiere el personal con más entrenamiento, porque es allí que se diagnóstica a donde será remitido el paciente". Por lo que tienen que saber diferenciar lo crítico de lo no crítico, si en esa área se coloca una persona con grandes fallas de conocimientos en el área de la medicina, terminando los pacientes a ser derivados a áreas erradas.

    Lo cierto, es que allí están los Medios Integrales Comunitarios, a pesar de las advertencia sobre su rendimiento; sin importar que la Academia Nacional de la Medicina, los evaluó y el 80% de los especialistas calificaron como "MALO", su desempeño en habilidades indispensables y a pesar de ello terminan en las emergencias y en los servicios de alta exigencia en los hospitales de la capital como los Magallanes de Catia, Clínico Universitario, Domingo Luciani y Risquez. (información tomada del reportaje de la periodista Valentina Ovalles, El Universal, Martes 5 de Marzo de 2013).

    Este caso de investigación, nos debe hacer reflexionar, pues en el siglo XIX, El Dr., José María Vargas, como médico buscó capacitarse en los mejores centros de Europa, para luego divulgar sus conocimientos a los jóvenes venezolanos que aspiraban ser médicos. Trabajó duro para dotar a la escuela de Medicina, en sus diferentes ramas, de equipos e instrumentos necesarios para la capacitación. De igual manera, hizo mucho en lo que respecta a los pensum o curricula, como le dicen hoy día. También fundo la biblioteca de la universidad, entre otras cosas.

    Debido a todo lo expuesto, se puede afirmar, que estando en pleno siglo XXI, hemos regresado a la medicina atrasada y sin temor a equivocaciones, a épocas anteriores al sabio Vargas.

    Los Varguense, sus profesionales, que heredamos del sabio Vargas un gran legado civilista, una gran universidad y que por desidia de este Régimen, que nos quiere regresar al oscurantismo a los actuales estudiantes, se les hace cuesta arriba alcanzar la excelencia como debe ser. Esto como consecuencia de presupuestos inadecuados para las universidades autónomas, ellos deben alzar su voz con todos los ciudadanos venezolanos que nos duele esta tierra.

    Por consiguiente, los venezolanos debemos enaltecer la obra académica y profesional, que nos legó el sabio José María Vargas, quien se adelantó a su época , dejando las bases para ser una Nación encaminada hacia el desarrollo, éste médico Varguense, fue un convencido de ello, como se puede evidenciar a través de su fructífera vida: Médico, Parlamentario, Profesor Universitario, Rector de la Universidad, Presidente de la Dirección Nacional de la Instrucción Pública , Presidente de la República y su legado civilista en la conformación de la República.

    En síntesis, el mejor deseo como habitante de este país, es que las Instituciones del Estado, nos permitan una convivencia civilizada y la educación y la Salud, pilares del desarrollo humano, permitan que evolucionemos como personas, como ciudadanos, lograr tener una buena calidad de vida y en consecuencia forjar una gran Nación.

    ''Viva el Sabio José María Vargas, y su legado. Vivan los Varguense.

    Viva Venezuela, libre y de los venezolanos''

    Muchas gracias

    REFERENCIAS

    González, Luis E. (1986)Vargas Ciudadano Ejemplar.

    ———————– (.1983). La Guaira Dos Siglos De Historia.

    Martínez Salas, R. (1975). La Guaira Histórica.

    Villanueva, Laureano (1883). Biografía De Vargas.

    El Universal, Martes 5 de Marzo de 2013. Reportaje De La Periodista Valentina Ovalles.

    AGRADECIMIENTOS

    A mi familia: mi Esposo Francisco Bello; mis hijos: Matilde Elena, María Gabriela y Francisco Javier. mis nietos Diego, Ana, Gabriela y Francisco Rafael, por todo su apoyo y compresión.

    A mis amigos: Profesora Egleé Ramírez, al Dr. Heriberto Mijares, Profesor Antonio Ugueto, Profesora Graciela Iriarte, Johnny Martínez, por su confianza y gran apoyo con el material de investigación, que me permitió realizar esta pieza oratoria.

    A todos ellos mi eterno agradecimiento

    ORADORA DE ORDEN

    Dra. Matilde Roldan de Bello

     

    Enviado por:

    Eglee Ramirez

    REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

    SESION SOLEMNE CON MOTIVO DE LOS 227 AÑOS DEL NATALICIO DEL DR. JOSE MARIA VARGAS

    LA GUAIRA , MARZO DE 2013