1. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
El proceso de investigación empieza definiendo un problema de investigación, que consiste básicamente en una interrogante ante la cual la ciencia no tiene respuesta. Definir implica delimitar un aspecto de la realidad para investigarlo. Operativamente, un auténtico problema de investigación científica debe cumplir tres requisitos:
a) CONCEPTUAL. El aspecto o interrogante sobre la realidad no se conoce, la ciencia disponible no tiene respuesta, o no se puede deducir la respuesta de la ciencia actual, pues no existen elementos comprensivos y explicativos sobre las características, los procesos, la esencia, el origen o dinamismo del asunto planteado.
b) METODOLÓGICO. Para conocerlo o dar respuesta a la interrogante planteada se requiere inevitablemente seguir el método de investigación científica, o sea, que no es posible responder la interrogante directamente mediante alguna técnica. Es necesario ser rigurosos con el concepto de método de investigación, que es diferente a otros procedimientos.
c) ACADÉMICO. El área temática y nivel del problema de investigación planteado deben corresponder al campo científico o profesional y al nivel académico que se propone la investigación. Este último requisito es sólo pertinente para los espacios académicos (especialmente de las tesis de licenciatura y grados), pues en la Universidad existen diferentes Escuelas profesionales, especialidades y grados académicos, por lo tanto, las investigaciones deben ser congruentes con el área y el nivel correspondientes.
La disponibilidad del primer requisito se refiere al conjunto de todos los conocimientos de la ciencia respectiva, no al acceso a la biblioteca, Internet o a archivos de una institución; no se justifica la pertinencia u originalidad de un problema de investigación porque no se encontró un título o investigación semejante en las bibliotecas. La interrogante de investigación la propone el investigador a la ciencia no a su propio conocimiento.
El anterior requisito implica que el investigador debe tener el conocimiento suficiente de las fronteras de la ciencia en algún aspecto, mas no necesariamente de toda la ciencia que sería imposible tener. Considerando que en la universidad, los estudiantes están en formación, no se espera que ellos tengan este nivel de conocimientos de la ciencia que desarrollan o investigan, por ello es justificable que se elija uno o varios asesores y se espera que ellos sí se encuentren en las fronteras de la ciencia, en algún aspecto, que les permita asegurar que lo que se desea investigar es algo no conocido por la ciencia; no se trata de investigar lo obvio.
Metodológicamente toda investigación se inicia con la definición o delimitación de un problema del conocimiento, algunos otros autores definen como problema de investigación, genéricamente, a las insuficiencias, incoherencias y ausencias en el campo del saber.
Académicamente, también se aceptan como problemas de investigación:
Cuando se investiga algo ya conocido por la ciencia, pero el investigador justifica y propone utilizar un nuevo y mejor método y técnicas para conocerlo. Por ejemplo, en la investigación de plantas medicinales la identificación de los componentes fitoquímicos se hacía anteriormente con la técnica de la cromotografía básica; pero posteriormente se introdujo la cromatografía de fase reversa, que permitió profundizar y detallar la identificación química, por lo tanto, era pertinente volver a investigar fitoquímicamente las plantas con esa nueva técnica. Otro ejemplo, en el estudio de la calidad de atención percibida por el usuario se han usado generalmente encuestas estructuradas que miden las percepciones sobre dicha calidad, pero otro enfoque teórico reciente de la calidad sostiene la necesidad de contrastar las percepciones con las expectativas del usuario, lo que justifica hacer nuevas investigaciones sobre el mismo tema con las nuevas variables.
En otros casos se puede investigar lo ya conocido, sin cambiar el método; pero el investigador justifica que los determinantes del problema han cambiado o que son diferentes; el asunto habría dejado de ser conocido, pues hubo cambios en la realidad. Por ejemplo, las investigaciones sobre estrategias de sobrevivencia en familias en los años ochenta, nos dieron resultados que sugerían solidaridad y eficiencia, pero actualmente las familias se han hecho dependientes de los programas de asistencia social estatal o privada, ha cambiado la composición social y estructura de su organización, lo cual justifica volver a hacer investigaciones sobre las estrategias usadas por estas familias.
Se puede observar que en las dos situaciones anteriores el argumento de fondo sigue siendo que existe en la realidad algo no conocido o no adecuadamente conocido científicamente, lo cual justifica investigarlo.
Se debe diferenciar el problema de investigación científica de otros problemas de la realidad, que tienen soluciones diferentes pero que suelen plantearse y confundirse con los problemas de investigación, algunos son los siguientes:
Problemas de información: Son interrogantes donde es el investigador quien no tiene la respuesta pero sí existe la ciencia necesaria para responderlas y habría simplemente que estudiar más, informarse, deducir la respuesta de la ciencia disponible o consultar a especialistas. La ciencia no es cualquier información o dato nuevo, especialmente en aquellos casos en que para obtenerlos no se requiere seguir el método de investigación. Estos casos también se conocen como "la investigación de lo obvio", pues se termina concluyendo algo de lo cual la ciencia ya tenía conocimiento.
Problemas de intervención: Son situaciones problemáticas que convocan intervenciones para cambiar cierta realidad, son cuestiones más prácticas que cognoscitivas, frente a las cuales habría que hacer un plan de intervención (planificación) antes que una investigación. La planificación también se inicia con la delimitación de un problema, pero en este caso es una situación empírica no deseada frente a la cual se desarrolla una explicación diagnóstica e indicadores, se eligen objetivos a corto, mediano o largo plazo que se alcanzan mediante programas o proyectos de intervención, los cuales implican recursos y estrategias para lograr una nueva situación deseada. Este tipo de propuestas justifican una investigación por el valor de sus resultados pragmáticos, pero el procedimiento puede o no ser el método de investigación. Este asunto se ampliará cuando analicemos los tipos de investigación tecnológica y la investigación operativa.
También debe distinguirse el problema de investigación científica de otras interrogantes que buscan conocimientos donde la ciencia no tiene respuesta, pero donde la obtención de la respuesta no requiere seguir el método de investigación científica, sino que se puede pasar directamente a alguna técnica y/o uso de instrumentos, y donde los datos o resultados de estos procedimientos son ya la respuesta a la interrogante planteada.
Tales procedimientos técnicos/instrumentos se siguen con rigor, tienen sustento en el conocimiento científico o pueden ser muy sofisticados y complejos, pero todo esto no es equivalente al método de investigación. Seguir directamente una técnica no es el método de investigación, no requiere de elección de variables, de la definición de objetivos, de sustento en los marcos teóricos y demás características del proceso de investigación científica. Cuando en los informes de estos procedimientos técnicos se incluyen variables o marco teórico, resultan prescindibles o decorativos. Entre estos procedimientos técnicos muy frecuentemente usados y confundidos con investigación científica podemos mencionar:
La clasificación de datos
Los procedimientos diagnósticos
Los procedimientos terapéuticos
Estos procedimientos técnicos e instrumentales se pueden encontrar en los trabajos que tienen títulos como: "Nivel de depresión en diferentes grupos laborales con el Test de Zung", "Prevalencia de parasitosis intestinal en escolares", "Grado de Inteligencia Emocional en estudiantes de una Escuela", "Morbimortalidad en el servicio de Pediatría", "Casuística de rotura de ligamentos de la mano", "Días/hombre perdidos por ausentismo laboral por lumbalgia comparados con los días/hombre perdidos por accidentes industriales en trabajadores de una empresa", "Situación de salud del P. J. Israel", "Frecuencia de factores asociados al aborto", "Frecuencia de heridos y fallecidos por accidentes de tránsito según lugar donde ocurrió", etc.
En todos estos casos, los informes pueden tener la estructura de un informe de investigación, pues incluyen todos los elementos y las pautas de redacción, suelen llevar pruebas estadísticas para calcular la mediana, las medias aritméticas, los porcentajes y pruebas estadísticas para evaluar las diferencias, etc.; pero en todos estos casos fue posible y suficiente seguir directamente el procedimiento técnico.
Usar una técnica diagnóstica o un instrumento, aún sean muy complejos, costosos o sofisticados en su uso, o se apliquen masivamente, no es equivalente a una investigación, en última instancia serán diagnósticos masivos.
Afirmar que estos procedimientos no son investigaciones, no significa que no sean válidos o que sus resultados no sean útiles o necesarios para alguien. Esto es comprobado cuando encontramos que dichos procedimientos son rutinarios y extendidos en muchas instituciones que hacen "estadísticas" o "informes" de su trabajo; pero no podemos llamarlos investigaciones.
En décadas pasadas muchas investigaciones implicaban exhaustivas y prolongadas visitas a los archivos de instituciones para recopilar datos que luego se clasificaban e informaban como investigaciones; pero el uso actual de la informática que permite el registro y archivo de múltiples hechos, ha vuelto obvio que dichos procedimientos eran solamente clasificaciones de datos, que ahora se obtienen en segundos, pueden ser de miles de datos, de perfecta exactitud, de muchas variables o indicadores, así como graficarlos y asociarlos.
Otros casos de aparentes investigaciones son aquellos trabajos, por ejemplo, que buscan la diferencia cuantitativa entre la presión arterial sistémica tomada en posición supina y sentada, o aquel que se propone probar que la presión arterial es diferente entre estudiantes que viven a nivel del mar y otros que viven en altura. Sobre estos casos la ciencia pertinente tiene el conocimiento suficiente y habría que deducir la respuesta de ella; el concepto ya establecido por la ciencia es que la presión arterial varía con la altura, lo cual no es cuestionado por los anteriores planteamientos de investigaciones.
Un argumento común en la sustentación de algunos problemas de investigación dice que "no hay datos locales" o que las investigaciones que se pretenden imitar se hicieron en otras realidades. En primer lugar, estrictamente la ciencia no contiene datos, la ciencia contiene conceptos, teorías o leyes y de éstos se pueden derivar conceptos o respuestas válidas para diferentes ámbitos que porten las mismas condiciones; luego, no habría que volver a probar en toda ciudad del mundo que la presión arterial es diferente según la posición de la persona o según la altura sobre el nivel del mar. El argumento de que lo estudiado en algunas realidades no es deducible para otras, sí es pertinente para asuntos de las ciencias sociales; pero el investigador debe sustentar sólidamente las condiciones diferentes.
Obviamente, se puede replicar aceptando que es conocida la existencia de diferencias en la presión arterial según la posición o la altura pero que no se sabe cuánto cambia o en qué medida. Sostenemos que la respuesta a esta cuestión no implica la metodología de investigación sino solamente requiere procedimientos diagnósticos o técnicas de medición y comparación en general. Los datos que nos proporcionarán estas técnicas diagnósticas siempre serán diferentes para cada persona, altura y tiempo, pero ello no modifica los conceptos, teorías o leyes que la ciencia ya disponía.
El argumento de que no se encontró datos bibliográficos o títulos semejantes en búsquedas bibliográficas para justificar una investigación no es aceptable, pues el contenido de las ciencias no está definido por la bibliografía sino por el ejercicio real de estas ciencias y por una sólida formación profesional y científica, de manera que exista seguridad sobre los alcances teóricos de lo que pretenden investigar.
Lo anterior, hace que el investigador opte, en un mar infinito de interrogantes sin resolver que tiene la ciencia, sobre aquello que su interés, experiencia, capacidad y recursos le permita investigar y aportar con nuevos conocimientos que luego de un proceso de maduración y mayores investigaciones y reflexión explicativa, le permita al investigador u otros, desarrollar nuevos conceptos, teorías o leyes científicas.
La identificación y delimitación de problemas de investigación abarca ya la identidad del investigador y de las realidades con las cuales está comprometido, así como la opción de marcos teóricos. Este es un asunto político y ético que se tratará en otro capítulo.
Al enunciar el problema de investigación se decide el tipo de conocimiento que se quiere alcanzar; a esto se denomina el propósito de la investigación, que tiene tres formas generales:
Determinación del valor de las variables: Puede ser un valor cualitativo o cuantitativo. Este propósito conduce a resultados descriptivos de las variables en forma de términos en el primer caso o de valores absolutos y relativos en el segundo caso; como frecuencias, porcentajes, tasas, proporciones de las variables o sus indicadores.
Comparación del valor de las variables en diferentes grupos: Permite analizar el comportamiento de las variables en diferentes condiciones o grupos de estudio. Conduce a semejanzas y diferencias entre los grupos comparados.
Relación de variables: Aquí se plantea que habrían unas variables que influyen o se asocian a otras de manera causal o probabilística.
En el proyecto de investigación, el problema de investigación se redacta en forma de interrogación y debe incluir los siguientes elementos: el propósito, las variables, la unidad de estudio y en algunos casos el lugar y tiempo donde se plantea el problema de investigación.
Elección de variables
Variables son los aspectos o cualidades de la realidad investigada que varían entre los diferentes integrantes de las unidades de estudio y que pueden ser observados con alguna técnica e instrumento. La elección de las variables implica la intervención del marco teórico, la experiencia y la apuesta del investigador que las propone como adecuadas y suficientes. Las variables se deducen o están contenidas en el planteamiento del problema de investigación, pero su elección es un acto racional y lógico, no existe una regla o mecanismo seguro para saber qué variables o cuántas elegir.
No se estudia el problema de investigación como un todo, sino que operativamente se lo reduce a algunas de sus características que se proponen como representativas o potentes para responder el problema planteado; dichas características son las variables.[1] Esta reducción es ya una decisión cargada de sentido y de valores (elementos del marco teórico).
Las variables deben ser definidas claramente, pues son términos cualitativos o conceptos, y se debe justificar su elección, pues la realidad que se pretende estudiar contiene infinitas variables, pero sólo algunas son pertinentes o potentes para responder al problema de investigación específico.
Por lo común no se estudian las variables directamente, sino también se las reduce a los llamados indicadores, los cuales se definen como formas de observación o medición más concretas que las variables, susceptibles de recogidas con los instrumentos, o sea, constituyen la forma final operativa que adquiere una variable.
En algunos casos, especialmente en investigaciones cualitativas, es posible mantener la propuesta integral del problema de investigación y proponer algunas categorías o conceptos que ordenan la observación de la realidad, pero que no son variables ni indicadores. Esta forma será analizada en el capítulo respectivo.
Cuando el problema de investigación propone una relación de variables (por ej. ¿"A" es causa de "B"?) se puede llamar variable independiente a la primera y variable dependiente a la segunda. Además, es posible que en esta relación causal probable existan otras variables que influyan en la existencia de la variable dependiente, a estas otras se las denominan variables intervinientes, las cuales pueden ser asumidas en la investigación o controladas metodológicamente.
En el proyecto de investigación las variables se expresan operativamente, su definición puede incluir los indicadores e incluso la escala matemática del indicador cuando sea necesario.
Finalmente consideramos que la operacionalizaciòn de variables (reducir las variables a indicadores susceptibles de ser observados con un instrumento) que se escriben en el proyecto de investigación, tiene un fuerte carácter de elección racional, lo que caracteriza al método de investigación y no a las técnicas, pero por razones didácticas la describimos como un procedimiento del proyecto en el capítulo siguiente.
Definición de los objetivos o las hipótesis
Los objetivos son metas y formas de conocimiento a los que el investigador se propone llegar respecto a cada variable elegida. En conjunto, los objetivos buscan resultados cognoscitivos que resuelven el problema de investigación propuesto. Las formas de conocimientos posibles en el proceso de investigación se esquematizan en el concepto de propósito explicado anteriormente.
Todas las variables deben se expresadas como objetivos así como no pueden proponerse objetivos que no expresen alguna variable elegida. Un error es añadir objetivos de intervención o las finalidades prácticas de la investigación, así por ejemplo, en el siguiente enunciado de objetivos:
Comparar el nivel de satisfacción del usuario de los servicios externos diurnos y vespertinos.
Replantear los presupuestos para optimizar los servicios menos acreditados.
Mantener la calidad dentro de estándares superiores competitivos buscando el liderazgo en el mercado.
El primero sí es un objetivo de investigación pues se dirige a buscar un nuevo conocimiento, los siguientes dos no son objetivos de investigación sino de intervención pues se dirigen a lograr cambios en la realidad (nuevos presupuestos y mantener la calidad y el liderazgo), además, no es propio de la investigación obtener resultados prácticos, pues no establece los procedimientos ni evalúa directamente los resultados que espera prácticamente.
Debemos insistir que la investigación se refiere principalmente a buscar nuevos conocimientos, reconociendo que las investigaciones tecnológicas terminan creando nuevos procedimientos los que a su vez resuelven problemas prácticos de la realidad y que las investigaciones operativas ensayan alguna intervención que se espera resuelva algún problema institucional; pero en ambos casos los objetivos son operacionalizaciones metodológicas de las variables y las soluciones prácticas son las conclusiones o la síntesis de la investigación.
En otros casos, especialmente cuando el problema de investigación supone una relación de variables, es más adecuado plantear hipótesis y no objetivos en el sentido explicado anteriormente, pues sería redundante.
La hipótesis es una propuesta de solución o respuesta a la interrogante planteada en el problema de investigación. Puede tener la forma de un enunciado lógico probable, una sentencia categórica o una forma explicativa que propone una nueva coherencia entre los hechos o resultados obtenidos y la interpretación de ellos, a la luz de los marcos teóricos elegidos y el contexto donde se producen los hechos. Las hipótesis deben cumplir las siguientes condiciones:
Ser suficiente e integral para responder la interrogante.
Contener todas las variables elegidas.
Ser contrastable directamente o en sus consecuencias.
Contener información nueva y útil para la ciencia.
Cuando se usa hipótesis en una investigación, se debe continuar con un procedimiento llamado "prueba o contrastación de hipótesis", que consiste en derivar la hipótesis en objetivos operacionales, que son procedimientos dirigidos a obtener datos y resultados con los que se espera obtener evidencias para afirmar o rechazar la hipótesis. Cuando la hipótesis está correctamente planteada, contiene las condiciones de su validez, lo cual permite operacionalizarla.
Elección de la unidad de estudio
La unidad de estudio es el objeto o entidad real de diferente naturaleza que posee las variables en su dimensión básica y que permite su observación por medio de técnicas/instrumentos.
Si el problema de investigación es una pregunta frente a la cual la ciencia no tiene respuesta, en esta etapa se debe elegir a quién va a responder a esa pregunta o dónde se va a buscar la respuesta. La elección de la unidad de estudio no es obvia o mecánica, si bien deriva de, y es coherente con, el problema de investigación.
Generalmente, se tiene que optar por la unidad de estudio que se asume como más potente y factible para observar las variables. Un procedimiento lógico que proponemos para elegir la unidad de estudio se basa en responder a las siguientes preguntas:
¿Dónde ocurren o quién posee las variables que plantea el problema?
¿Cuál es la unidad de observación donde ocurre la variable?
Respondiendo estas dos preguntas, se puede identificar al objeto básico como unidad de estudio, es decir aquello donde se harán las observaciones o aplicarán los instrumentos. Estas unidades pueden ser objetos concretos, personas, instituciones, procesos, grupos sociales, fragmentos de objetos o constructos; por ello, la unidad de estudio requiere ser definida claramente en su contenido y forma; pero, además, es posible y necesario especificar los criterios de inclusión y exclusión de estas unidades de estudio, con la finalidad de controlar la intervención de otras variables en el fenómeno que se está investigando.
En algunos casos el investigador puede elegir más de una unidad de estudio, por ser necesario para responder al problema de investigación, pues las variables de interés pueden encontrarse en diferentes objetos o cosas.
Los criterios para definir el tamaño y a los integrantes de las unidades de estudio son aspectos técnicos y operativos que se deciden en la elaboración del respectivo proyecto.
Elección de técnicas e instrumentos
A continuación se debe diseñar o elegir las técnicas, los instrumentos y el procedimiento para su aplicación más apropiados para lograr los objetivos de investigación, para contrastar las hipótesis o para recoger datos y analizarlos.
Las técnicas se entienden como procedimientos definidos que producen resultados definidos y los instrumentos como dispositivos de diferentes cualidades que se ponen en contacto con las unidades de estudio para obtener datos. Cada técnica usa instrumentos apropiados. El proceso de elección y aplicación de las técnicas/instrumentos se denomina como metodología en el proyecto de investigación.
Las tres principales técnicas generales de recolección de datos son:
Los informes personalizados.
La observación.
Las mediciones físicas y biofisiológicas.
No existe jerarquía de técnicas/instrumentos ni de procedimientos para su aplicación, así, no es posible sustentar a priori que los experimentos son superiores a las encuestas, que los estudios longitudinales son mejores que los transversales o que los instrumentos que hacen mediciones con más científico que los que no lo hacen. Se puede decir que las técnicas sólo son bien o mal elegidas y bien o mal aplicadas.
Quienes sostienen el paradigma de la investigación positivista afirman que las diferentes técnicas varían en su estructura, confiabilidad, injerencia del investigador y objetividad de los datos que recogen; concluyendo que aquellas que miden de manera exacta las variables o indicadores son superiores a las demás.
La elección de las técnicas depende o se asocia con el carácter de las unidades de estudio y de la definición de los objetivos, donde los verbos sugieren determinados procedimientos.
En esta etapa se derivan los objetivos en procedimientos apropiados, en experiencias o búsqueda de datos de la realidad, con los cuales posteriormente se elaborarán los resultados y conclusiones.
En las investigaciones científicas y originales clásicas, el investigador construye técnicas e instrumentos ad hoc para cada investigación.
Esta aplicación de las técnicas e instrumentos sigue un procedimiento riguroso en el tiempo y el espacio que se planifica de manera lógica para asegurar la validez de los datos obtenidos y evitar los llamados errores de medición y los sesgos.
En algunos campos científicos existen procedimientos llamados diseños de investigación, tan rígidamente definidos —que abarcan la forma de la hipótesis, de las unidades de estudio, la forma que tendrán los datos y el análisis que será posible de los mismos— que prácticamente no existe método de investigación sino sólo una técnica de investigación.
Cuando se va a trabajar con seres vivos, especialmente cuando se afectan la libertad, los derechos, la dignidad o el bienestar de los mismos, deben hacerse las respectivas consideraciones éticas, que pueden requerir de información y autorización explícita de los participantes.
A estas primeras cinco etapas del proceso de investigación las llamamos EJE DE DECISIONES PARA UNA INVESTIGACIÓN (EDI), pues se caracterizan por su alto grado de racionalidad, manejo teórico y experiencia en el problema que se investiga, para poder elegir y definir racional y lógicamente cada una de estas etapas. En ningún caso recurrimos a argumentos basados en intuiciones, creencias, costumbres, gustos o autoridad.
Con base a estas cinco primeras etapas del método se puede pasar a redactar el proyecto de investigación respectivo. Debemos insistir en que el método de investigación es un proceso racional y creativo de elecciones lógicas, es una forma de ordenar el pensamiento para plantear y responder a interrogantes de la ciencia; pero la redacción del proyecto respectivo es un procedimiento técnico, pues sigue normas preestablecidas.
Las siguientes etapas del método o proceso de investigación son principalmente operativas, de síntesis y análisis, que pasamos a describir.
Recolección de datos, aplicación de instrumentos o contrastación de hipótesis
Esta etapa se desarrolla en la realidad y en las unidades de estudio elegidas. Se aplican las técnicas e instrumentos según los instructivos respectivos, usando los recursos en los plazos y procedimientos previstos y necesarios. Se obtienen y registran los datos producidos por los instrumentos. Suele ser necesaria la intervención de equipos diversos y terceras personas en aspectos técnicos de la recolección de datos. El investigador es el director de la investigación pero no necesariamente es quien recolecta los datos o realiza todas las acciones técnicas.
La administración del tiempo es importante pues puede ser una variable controlada o una definición contenida en el problema de investigación que debe respetarse. La secuencia de todo el proceso de aplicación de las técnicas e instrumentos debe evitar diversos errores y sesgos que invalidarían los datos obtenidos.
Esta etapa proporciona la información necesaria asociada a los objetivos y variables, con la cual el investigador elaborará resultados y arribará a conclusiones o contrastará las hipótesis.
Elaboración de resultados y conclusiones
Sobre la base de los datos obtenidos, se sistematizan los resultados, los cuales se organizan en función de los objetivos, o sea que el contenido y la forma en que se presentan dependen de las metas y formas de conocimiento que se propusieron en los objetivos.
En algunos casos es necesario y posible añadir pruebas estadísticas a los resultados cuantitativos, lo cual añade un análisis más o, si así lo estableció el proyecto, permite un tipo de resultados de forma estadística (correlación por ejemplo).
La presentación de resultados es aún de carácter empírico, por lo que se requiere añadir la etapa de discusión de los resultados, donde se integran al marco teórico y al contexto de investigación para proponer un nuevo modelo comprensivo y/o explicativo de la realidad a partir de los nuevos resultados, que constituyen el aporte científico de la investigación realizada.
Según nuestra opinión esta etapa de discusión de los resultados es la propiamente científica, pues puede alcanzar productos en conceptualización, teorización o hipotetización, elementos que constituyen el contenido de la ciencia.
Las conclusiones son respuestas a los objetivos, basadas en los resultados. La inferencia de los resultados para el universo en general sólo es posible cuando se han tomado muestras representativas. Cuando se ha propuesto una hipótesis en el proyecto, se debe afirmar o negar la misma, como una conclusión pero siempre sustentada en los resultados.
Elaboración del informe final y comunicación
La estructura, las técnicas o criterios para la redacción del informe final deben seguir las pautas establecidas por la institución auspiciadora o la que pertenece el autor. También la forma del informe varía según se vaya a publicar en una revista científica o en una crónica periodística, sustentar en un Congreso u obtener un grado académico.
Siempre debe preverse la difusión de la investigación para buscar el consenso en la comunidad científica o entre las instituciones comprometidas con el problema que se ha investigado. Este aspecto se suele descuidar en los espacios académicos, donde la finalidad práctica de una investigación es la sustentación del informe para obtener un grado, pero no suele existir un compromiso mayor con la misma realidad investigada.
Podemos observar que al marco teórico no se establece como una etapa en el proceso de investigación, sino que se encuentra en todo el proceso, cuando el investigador define el problema, elige las variables, las operacionaliza, propone una hipótesis, etc., el investigador lo hace premunido conscientemente o no, de un marco teórico, o sea, el marco teórico se encuentra en todo el proceso porque es la fuente de las decisiones que toma.
Las etapas descritas del método o proceso de investigación, pueden subdividirse en otras, fusionarse en grupos o proponerse otras rutas metodológicas; pero siempre deben definirse y justificarse por su finalidad que es plantear y resolver un problema de investigación. Algunas otras rutas metodológicas empiezan proponiendo una hipótesis o definiendo el modelo teórico que se usará y en base a ello se plantean las demás etapas.
La elaboración del proyecto de investigación no es necesariamente una etapa del proceso de investigación, excepto cuando se necesita formalizarse en un documento. Por esta razón hemos dejado para la elaboración del proyecto, los aspectos técnicos como el título, la justificación, la muestra y todos los demás elementos y criterios para la redacción del mismo.
Autor
Alejandro Vela Quico
Médico cirujano, licenciado en Antropología, doctor en Medicina, magíster en Salud Pública, magíster en Filosofía, profesor principal de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa UNSA, Perú.
Arequipa – Perú
Agosto 2009
[1] Este procedimiento proviene de Descartes, quien propone como uno de los preceptos o reglas del método a "… dividir cada una de las dificultades que examinará en tantas porciones como fuera posible y como se requiera para resolverlo mejor". Discurso del Método, p. 22.
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