Metodología para la Determinación de la Idoneidad Temperamental (MEDITEM)
Enviado por Magaly Efigenia Fuentes Parra
- Resumen
- Introducción
- La naturaleza biopsicosocial del hombre y la importancia de su conocimiento por el profesional de la medicina
- La personalidad. Tipología y su predisposición a los procesos de salud o enfermedad
- Las capacidades
- Propiedades del temperamento
- La tipología de la personalidad y su predisposición a los procesos de salud o enfermedad. Una experiencia en el diagnóstico del temperamento
- El diagnóstico del temperamento en la rehabilitación de pacientes
- Fundamentación de la MEDITEM
- El diagnóstico del temperamento
- Fundamentación teórica del modelo temperamental
- Resultados de la aplicación de la MEDITEM a un grupo de pacientes en proceso de recuperación de algunas enfermedades.
- Resultados del trabajo con los especialistas
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
Resumen
En este trabajo se presenta una metodología para el estudio del temperamento humano. A través de la misma es posible identificar las propiedades del sistema nervioso y psicodinámicas, así como las cualidades del temperamento, las cuales juegan un papel primordial en las manifestaciones físicas e intelectuales, por lo que conocerlas, facilita la caracterización más integral de la personalidad y el pronóstico del comportamiento. A partir de esta metodología también es posible elaborar modelos temperamentales para cualquier actividad que exija determinadas aptitudes psicodinámicas para el éxito de su ejecución. Ha sido validada y aplicada principalmente en el deporte, actividades laborales y en el campo de la salud.
Introducción
El Extraordinario y vertiginoso desarrollo que ha alcanzado la Ciencia y la Tecnología en todas las esferas del saber, exigen de cada profesional el mayor interés y dedicación en la labor Investigativa.
Una sistemática superación para la adquisición de los conocimientos más actuales y el desarrollo de las habilidades profesionales y de la creatividad, son tareas urgentes para los privilegiados en cuyas manos ha puesto la humanidad su destino; contribuyamos entonces, a construir nuevas obras que eleven a planos superiores la calidad de vida de los hombres y mujeres de este naciente milenio; para que las nuevas generaciones crezcan en un Medioambiente más sano, y encuentren las mejores condiciones para desarrollar una infancia y juventud colmadas de ilusiones y fantasías que puedan materializar en el mañana.
Somos los maestros y profesores los más aludidos en este llamado, porque somos quienes tenemos que educar e instruir a quienes serán en el futuro los responsables del destino de esta humanidad.
Específicamente en la rama de la docencia y la asistencia médica, a nuestro entender, sería de gran importancia de nuevos métodos o técnicas psicopedagógicas para instruir a los futuros profesionales de la medicina para efectuar diagnósticos clínicos y planificar tratamientos que tengan en cuenta la personalidad del paciente, de manera que esta información complementaria les facilite y acelere el éxito en ese empeño.
Si bien es cierto que los aportes científicos en el campo de la Educación y de la Salud cada vez son más asombrosos, también es incuestionable que aparejado a esto surgen nuevas exigencias, porque el desarrollo engendra necesidades superiores y con ellas, nuevas carencias y limitaciones.
Claro está que cualquiera de los fenómenos en los que están inmersos los problemas que se presentan en esta esfera, constituyen procesos complejos que dependen, en gran medida, de un sistema de factores que determinan sus relaciones, dependencias, integralidad, y al mismo tiempo, sus particularidades.
El estudio de cualquiera de estos fenómenos, demanda la interacción de diferentes disciplinas científicas con sus correspondientes tecnologías, métodos, medios y procedimientos para descubrir lo esencial de las contradicciones, las relaciones causales y encontrar las explicaciones necesarias de los mismos.
Pero en este proceso, por su importancia y complejidad, donde están involucradas muchas ciencias, también es necesario determinada complementación teórica, metodológica y práctica si queremos lograr la optimización del mismo.
Esto nos dará una medida de la importancia que tiene conocer el papel que juegan cada una de las ciencias que intervienen, su nivel de influencia, sus componentes principales y colaterales que, de una forma u otra, pueden acelerar el alcance del anhelado fin.
A pesar de que esto es una realidad probada, muchas veces se pasan por alto cuestiones que, si se tuvieran en cuenta, coadyuvarían en gran medida a perfeccionar la labor del especialista. Por ejemplo, a pesar que en los departamentos docentes de las carreras de Ciencias Médicas se orienta y planifica la superación pedagógica de los profesores, particularmente en materia de Didáctica, Metodología de la enseñanza, Metodología de la investigación educativa o la Psicopedagogía, por citar algunas, esto no se hace con efectividad, porque según indagaciones realizadas existen carencias y dificultades en el tratamiento de estos contenidos en las clases así como pobre participación de los profesores en sentido general, en cursos de postgrado, talleres y otras formas de superación en esos temas.
No es menos cierto que el perfil del egresado de la medicina está dirigido prioritariamente a la preservación de la salud del hombre y no a su formación como ser social, como es el caso de los pedagogos, sin embargo, le corresponde también a este futuro profesional, coadyuvar a la educación de las personas para lograr su salud integral y la de la de la población.
Una cuestión que puede argumentar esta necesidad, es que no pocos estudiosos de la Psicología Médica, coinciden en plantear la influencia de la personalidad en el proceso salud-enfermedad. Al respecto, y como resultado de interesantes investigaciones, ellos han establecido modelos tipológicos de personalidad predisponentes a determinadas enfermedades y otros a un buen estado de salud, lo cual guarda una cierta relación en el hecho de que la autora también ha demostrado científicamente que en dependencia del tipo de temperamento, las personas se recuperan con mayor o menor efectividad de los procesos de enfermedad (válido para las muestras estudiadas).
Por tanto, conocer la características de la personalidad del paciente por los médicos, enfermeros u otros profesionales de este campo, favorecería su relación personal con éste y con su familia en aras de una mejor cooperación en el proceso de estudio, tratamiento y rehabilitación; por lo que desde el mismo comienzo de el proceso de formación de estos especialistas, se les debe inculcar la importancia que tiene establecer una buena relación tanto con el paciente como con sus familiares para el éxito de su trabajo, pues está suficientemente probado en la práctica, que para la efectiva recuperación de un paciente, además de un adecuado tratamiento médico para su dolencia, por simple o complicada que ésta sea, es de gran necesidad una atención comprensiva y afectiva tanto del personal médico como de sus familiares.
De ahí la necesidad de que el docente de la medicina profundice en sus conocimientos y desarrolle habilidades para el empleo de métodos, técnicas y procedimientos de investigación y tratamiento psicopedagógico, idea en la que la autora se ha basado para desarrollar el presente trabajo.
Para lograr los resultados obtenidos se aplicó La Metodología para la Determinación de la Idoneidad Temperamental (MEDITEM), la cual ha sido validada y aplicada principalmente en el deporte, para contribuir a una mejor selección de talentos, así como a la evaluación, control y regulación del desempeño deportivo, además de en otras áreas como en el proceso de enseñanza, la selección y formación de personal y algunas actividades laborales con resultados muy favorables, por lo que se pensó, que también podía ser de utilidad en el campo de la salud no sólo para una mejor selección y selección del profesional de la medicina sino también en el diagnóstico del temperamento de los pacientes y a partir de ahí coadyuvar a su mejor recuperación.
OBJETIVO GENERAL:
Proponer una metodología que contribuya al mejor tratamiento psicoterapéutico de los pacientes para su mejor recuperación.
Tareas
Fundamentación acerca de la necesidad del conocimiento de la naturaleza biopsicosocial del hombre para el desempeño del profesional de la medicina.
Análisis de la personalidad y su predisposición a los procesos de salud-enfermedad.
Fundamentación de la MEDITEM.
Análisis de los resultados de la aplicación de la MEDITEM a un grupo de pacientes en proceso de recuperación.
DESARROLLO
La naturaleza biopsicosocial del hombre y la importancia de su conocimiento por el profesional de la medicina
Entre las múltiples tareas de la Docencia médica superior está la inserción de los contenidos de las ciencias sociales en la formación de los profesionales de la Salud, de manera que éstos tengan como centro de su actividad al hombre con sus problemas de salud, pero no sólo visto desde el punto de vista biológico, sino también en su relación como un ente social, pues más allá de mejorar su estado de salud, el propósito es de elevar su calidad de vida, por cuanto el hombre es un ser biopsicosocial, ya que al mismo tiempo que vive en sociedad, es un organismo animal; sus particularidades biológicas se reflejan en la estructura de su personalidad.
Las particularidades biológicas son la base material necesaria de la personalidad, sin la que no puede manifestarse socialmente el hombre.
El hombre actúa de acuerdo con sus necesidades, es decir, que la necesidad es el estado de la personalidad que expresa su dependencia de las condiciones concretas de existencia y que se manifiesta como fuente de la actividad de la personalidad.
Las necesidades son estados psíquicos que vive el hombre cuando requiere de algo para satisfacer una limitación o carencia determinada.
Las necesidades, en los animales son bastante estables (alimentación, procreación, protección para la subsistencia, etc.), están relacionadas principalmente con el aspecto biológico, sin embargo, en el hombre, además de las biológicas, se ponen de manifiesto las que se relacionan con el aspecto social, las cuales se multiplican en la medida en que el hombre las va satisfaciendo (desarrollo social).
Por tanto, la actividad de la personalidad se pone de manifiesto en el proceso de satisfacción de las necesidades del hombre orientadas hacia un determinado fin.
Según la literatura, el hombre experimenta las necesidades en dos formas diferentes; por una parte, como peculiares vivencias emocionales de las necesidades reales, a las que tiene que satisfacer de manera impostergable y por otra, como la toma de conciencia de las necesidades en forma de representaciones, lo que ha constituido la condición para que se formen los intereses como rasgos de la personalidad. Así, "… los intereses expresan la tendencia particular de la personalidad hacia el conocimiento de determinados fenómenos de la vida circundante y al mismo tiempo una inclinación más o menos constante del hombre hacia determinados tipos de actividad."
En el análisis del rol de los componentes biológicos en el proceso del desarrollo humano, se hace necesario la interpretación de los factores naturales de la vida social para la elaboración de los programas del desarrollo de la sociedad en correspondencia con las premisas naturales, así como para la solución de las contradicciones entre las condiciones naturales y naturales de existencia del hombre y su regulación consciente.
En la concepción dialéctico-materialista del hombre, el marxismo concibe lo social, como el producto superior de la evolución biológica, lo cual se materializa en la propia actividad social de éste y al mismo tiempo, lo social es "el modo esencialmente humano con que el hombre se apropia de la naturaleza y de todo el mundo exterior a él, lo cual le imprime un sello peculiar tanto a su biología como a su psiquis".(P.A.Rudik.1990. P.61).
La construcción de la sociedad socialista, demanda de todas sus instituciones educativas, la formación de un hombre multilateral y armónicamente desarrollado, de manera que al mismo tiempo contribuya al desarrollo de la sociedad.
Esta relación del dialéctica entre el desarrollo de la sociedad y el desarrollo de la personalidad se establece debido a que el desarrollo de la base técnico-material conduce a la elevación del nivel de vida del individuo, hacia el mejoramiento de sus posibilidades instructivo-educativas, hacia el desarrollo de su cultura, hacia la prolongación de su tiempo libre, hacia el mejoramiento de la salud, de su desarrollo físico y psíquico. Al mismo tiempo, estos cambios en el desarrollo de la personalidad del hombre alcanzan mayor significación, por su repercusión en el continuo desarrollo de la producción social y de la cultura general.
En este contexto, se hace necesario conocer el contenido de la Personalidad, cuyas aristas biológicas y psicológicas determinan interesantes manifestaciones del comportamiento social del hombre.
La personalidad. Tipología y su predisposición a los procesos de salud o enfermedad
La personalidad. Fundamentos generales.
El Hombre como ser social, a diferencia de los animales superiores, ha desarrollado la "psiquis" ( imagen subjetiva del mundo objetivo como reflejo de la realidad en el cerebro) hasta un nivel superior: La conciencia.
La conciencia surge como resultado de los procesos histórico-sociales que se han producido a través de la actividad laboral en el contacto permanente entre las personas y con la ayuda del lenguaje.
La conciencia comprende los procesos cognoscitivos fundamentales con los que el hombre enriquece constantemente sus conocimientos. En estos procesos están relacionados las sensaciones, percepciones, la memoria, las imaginaciones y el pensamiento.
El hombre es el único ser vivo que puede dirigir la actividad psíquica a la investigación de sí mismo. Es capaz de autovalorar sus actuaciones (autoconciencia.)
La conciencia permite que sea posible plantearse los objetivos de la actividad en que se asientan y valoran los motivos, se consideran las decisiones volitivas, teniendo en cuenta el curso del cumplimiento de la actividad y se introducen en ella las correcciones necesarias.
En la conciencia humana también se reflejan las valoraciones emocionales y las relaciones entre las demás personas.
V. Petrosvki nos lleva a la reflexión de que "… la condición indispensable para la formación y aparición de las cualidades específicas de la conciencia, la constituye el lenguaje. En el proceso de la actividad verbal operan la acumulación de conocimientos, el enriquecimiento de3l hombre con aquellas riquezas del pensamiento humano que han sido elaboradas por la humanidad elaboradas por él, que se han fijado y trasmitido a él a través del idioma. "
Una vez que surge el género humano, cada miembro adquiere la categoría de individuo, esté o no capacitado para llevar una vida normal, para comunicarse adecuadamente, tenga o no un determinado nivel intelectual, sea niño o adulto.
Este individuo deviene en personalidad cuando es capaz de interactuar en las relaciones sociales como un ente activo del desarrollo social.
Es decir, la personalidad asimila la experiencia social, a través de su mundo interno, en el cual se expresa la relación del hombre con los que él hace y con lo que actúa sobre él.
Las particularidades psicológicas de la personalidad se dan de manera característica en cada persona, lo que hace que cada persona tenga sus propias características y su individualidad.
Generalmente el hombre sano, proyecta los mismos patrones conductuales al actuar en diferentes situaciones, es decir, que la personalidad es generalmente estable y al mismo tiempo, relativamente variable.
La persona es capaz de dirigir conscientemente su conducta, incluyendo sus procesos y estados psíquicos en dependencia de sus características, las condiciones del medio social en que se desenvuelven y la actividad que realizan.
En la literatura se plantea que la persona es una unidad estructural porque aunque es diversa en sus peculiaridades, relaciones psicológicas y propiedades( carácter, temperamento, capacidades e intereses, etc., estos factores son interdependientes, lo cual determina que, se presenten como una unidad estructural.
Cada individuo se comporta de acuerdo con su personalidad, es decir, según sus particularidades individuales, por lo que cuando varios deben responder al mismo estímulo, cada uno lo hace con diferentes grados de acierto y utilizando vías que por lo regular, difieren en alguna medida, por eso, cuando se va a hacer una caracterización psicológica hay que tener en cuenta no solamente todos los elementos que se interrelacionan con la personalidad del sujeto, sino también, el predominio de esas características o cualidades, el sistema educativo, su entorno, etc.
La personalidad se forma bajo determinadas condiciones histórico-sociales, a través de la educación y la instrucción en lo cual influyen la familia, la escuela, la comunidad y las condiciones materiales y económicas.
El desarrollo de la personalidad es estimulado por las contradicciones entre lo que se modifica en la actividad por las necesidades del hombre y las posibilidades reales que el tiene de satisfacer dichas necesidades, porque la satisfacción depende de preparación, medios, (conocimientos, habilidades, hábitos, costumbres, etc.) y, generalmente, engendra una necesidad mayor, lo que implica que constantemente aparezcan nuevas necesidades. Todo este proceso conduce al desarrollo de la personalidad.
La educación organiza, crea y dirige las condiciones para que se desarrolle la personalidad, de acuerdo con los fines que persigue cada sociedad, de ahí la importancia de emplear en la formación de los educandos, los mejores medios, métodos, procedimientos, y formas de organización docente, para el desarrollo multilateral de la personalidad, con la formación de una conciencia moral acorde a los principios de dicha sociedad.
En este contexto es importante señalar que la participación socialmente útil de la actividad orientada a un fin determinado y la organización y dirección adecuadas del colectivo, desarrollan en el hombre el colectivismo y lo ayudan a subordinar sus intereses a los de la sociedad.
Todo lo antes expuesto puede hacer reflexionar acerca de la significación de la creación de alternativas pedagógicas para el perfeccionamiento de la conducta humana tanto durante el desarrollo de la personalidad del niño, como para su ulterior formación.
La estructura psicológica de la personalidad ha sido analizada por diversos estudiosos (V. Wundt; B.Ribot; A.G. Kovalev y K.K. Platonov entre otros. Cada uno de ellos ha planteado sus fundamentos y en muchos de los casos tienen puntos de contacto, pero ninguno da una caracterización definitiva.
Tomando en cuenta este análisis, P. A. Rúdik. (1990), considera como particularidades estructurales de la personalidad a:
La tendencia orientadora de la personalidad, que son los rasgos que determinan el carácter activo de las acciones y relaciones del hombre en el medio social en que se desenvuelve; las capacidades (propiedades psicológicas que determinan las potencialidades para realizar cualquier tarea, ya sea intelectual o física); el carácter (rasgos psicológicos de la personalidad que se manifiestan en las actitudes del hombre hacia el medio social y las actividades que realiza; y por último, el temperamento (propiedades psicológicas de la personalidad que determinan la dinámica de sus manifestaciones en la actividad.) Pero todas estas propiedades, en su formación y desarrollo, están interrelacionadas y en gran medida condicionadas entre sí, por ser el hombre un ser biopsicosocial.
La tendencia de la personalidad.
La Tendencia de la Personalidad, está considerada como el conjunto de propiedades o rasgos que determinan las particularidades y motivos de la conducta de una persona en determinadas condiciones sociales. Esto quiere decir, que toda la actividad del hombre conlleva algún motivo, que puede ser una necesidad, un deseo, etc. En sus propios actos, se expresa en las relaciones, que se forman a través de la educación, a lo cual se le llama "Tendencias o Posiciones". Algunos de estos rasgos son: la orientación de la personalidad, los intereses, la visión del mundo, las convicciones políticas y los ideales.
Las capacidades
Las Capacidades son propiedades psicofisiológicas que determinan y facilitan la adquisición de conocimientos, habilidades y hábitos para la realización exitosa de una determinada actividad; son diferencias psicológicas individuales, que distinguen a una persona de otra, pero que tienen que ver con el éxito en la realización de la actividad referida.
El Carácter
El Carácter, independientemente de que como se había apuntado, todas las propiedades de la personalidad están interrelacionadas y condicionadas en su formación y desarrollo, por el protagonismo que tienen el carácter y el temperamento en el objeto del presente estudio, se analizará con más profundidad el contenido de estos aspectos.
Para definir el carácter, es necesario referirnos a particularidades relativamente estables y constantes de la personalidad, que aunque influidas de algún modo por el aspecto biológico de su fundamento, tienen un predominio del componente social, ya que se expresa en la interacción del hombre con la naturaleza y la sociedad.
Cuando el hombre manifiesta su carácter, lo hace de manera individual, y muy característica en sus actitudes hacia sí, hacia las demás personas y hacia los valores objetivos de la sociedad.
El Temperamento
Como ya se había hecho referencia, el Temperamento es otra de las propiedades de la estructura de la personalidad, en este caso, el responsable de determinar el comportamiento psicodinámico de la actividad del hombre.
En su constitución, se encuentran un conjunto de propiedades del Sistema Nervioso (SN), relacionadas con los procesos de excitación e inhibición de la corteza cerebral y otras, denominadas propiedades del temperamento que responden a procesos psicológicos afectivos, cognitivos y de comunicación.
Las propiedades del SN son la base fisiológica del temperamento, y es la razón de que tenga un componente genético que le de un carácter marcadamente estable al comportamiento psicodinámico a lo largo de la vida del hombre.
Por la importancia del temperamento en el presente trabajo, profundizaremos más en su contenido.
Propiedades del Sistema Nervioso.
Equilibrio:
El balance que se produce entre los procesos de excitación e inhibición.
La Fuerza de los procesos nerviosos.
Se refiere a la potencia de la excitación la inhibición.
MOVILIDAD
Rapidez de cambio de la Excitación por la Inhibición y viceversa, cuando cambian las condiciones de la actividad.
DINAMISMO PSIQUICO.
Alto dinamismo en la manifestación de los diferentes procesos psíquicos.
LABILIDAD.
Velocidad con que aparecen y desaparecen la excitación y la inhibición.
Existen otras propiedades denominadas propiamente del Temperamento, que están relacionadas con las mencionadas anteriormente. Éstas determinan las características psicológicas de cada temperamento y responden a procesos cognoscitivos y afectivos. Para una mejor comprensión, pasaremos a explicar algunos aspectos importantes de las mismas.
Propiedades del temperamento
Excitabilidad de la atención.
Es el menor grado de novedad que se necesita para atraer la atención.
Reactividad o emocionalidad.
Fuerza de la reacción emocional ante un estímulo externo o interno. Importante para emplear gran energía, pero es necesario su control ante una posible respuesta negativa.
Sensitividad
Alta sensibilidad. Menor esfuerzo que se necesita de una influencia externa para provocar una reacción psíquica y que aparezca la excitación o el umbral más bajo de la sensación.
RESISTENCIA
Capacidad para resistir emociones favorables o desfavorables, que por su alta potencia frenan o inhiben la actividad.
RIGIDEZ-PLASITCIDAD.
RIGIDEZ
Dificultad para la adaptación a condiciones externas. Personas esquemáticas, obstinadas, etc.
PLASTICIDAD.
Fácil adaptación a condiciones externas. Personas comprensibles, mesuradas, etc.
EXTRAVERSIÓN- INTROVERSIÓN.
Extroversión.
Expresión de vivencias al exterior sin reservas ni límite. Personas sociables, expresivas, comunicativas, etc.
Introversión
Expresan poco sus emociones y sentimientos al exterior.
Las propiedades referidas anteriormente se combinan y de esta forma se manifiesta el comportamiento temperamental a través de cualidades.
A continuación se describirán algunas de esas cualidades, propias de los cuatro tipos de temperamentos según la clasificación hipocrática:
En el tipo Sanguíneo, la sensibilidad y la reactividad son elevadas, el individuo, generalmente se ríe a carcajadas por motivos insignificantes, puede excitarse fácilmente, es muy activo, enérgico y posee una alta capacidad de trabajo.
La actividad y la reactividad están equilibradas, sus movimientos son rápidos, así como el ritmo del lenguaje, es ingenioso, rápidamente concentra su atención, posee una elevada plasticidad en cuanto a sus sentimientos, intereses y aspiraciones y es extrovertido. Su sistema nervioso es fuerte, equilibrado y móvil.
El temperamento Colérico se diferencia por su poca sensibilidad, elevada reactividad y actividad, pero la primera supera la segunda, por lo que es desenfrenado, inquieto, incontenible e irascible, su ritmo psíquico es rápido. Posee gran inestabilidad en cuanto a sus aspiraciones e intereses y dificultad para cambiar la atención.
El individuo Flemático es poco sensitivo y emotivo, difícilmente se ríe, encoleriza o entristece. Se diferencia mucho por su alta capacidad de trabajo, la cual predomina sobre su poca reactividad. Es paciente, ecuánime, posee un gran autodominio y tiene un ritmo lento en los movimientos y en el lenguaje. Reorganiza los hábitos y costumbres con dificultad, es introvertido y le cuesta relacionarse con las personas nuevas. No es ingenioso y su sistema nervioso es fuerte, equilibrado e inerte.
El tipo Melancólico presenta una alta percepción sensitiva, un motivo insignificante puede provocar su llanto, resentimiento exagerado, y posee poca reactividad. La mímica y movimientos son poco expresivos, Reacciona con baja actividad, fácilmente se fatiga y tiene poca capacidad de trabajo. Es introvertido y el ritmo psíquico es lento, presentando pobreza en sus movimientos.
Es bueno aclarar que en la vida de los hombres los cuatro tipos temperamentales no se dan puros, sino que cada persona presenta características de diferentes tipos de sistema nervioso en diferentes proporciones, lo que ocurre es que en la generalidad de los casos hay un gran predominio de uno sobre los otros y se acostumbra entonces a tipologizarlo por el predominante.
Los fundamentos expresados anteriormente sobre la Personalidad, pueden hacernos comprender, por qué la dedicación y el interés de algunos especialistas en tratar de caracterizarla y establecer diagnósticos de la conducta humana.
La tipología de la personalidad y su predisposición a los procesos de salud o enfermedad. Una experiencia en el diagnóstico del temperamento
El médico griego Hipócrates ( 460-337 a.n.e.), fue el primero en dar una caracterización y clasificación de las peculiaridades de la conducta individual de las personas. Aunque con fundamentos poco científicos, supo describir y diferenciar con tal precisión las peculiaridades de la conducta psicodinámica, que sus seguidores mantuvieron la terminología que le adjudicó a los grupos tipológicos que estableció como Sanguíneo, Colérico Flemático y melancólico.
Muchos fueron los aportes que hicieron otros científicos, principalmente, Iván Petrovich Pávlov, fisiólogo que descubrió las propiedades del Sistema Nervioso y elaboró una tipología de éste sistema.
el eminente fisiólogo, en estudios realizados en laboratorio, con perros, descubrió tres propiedades del sistema nervioso, de acuerdo con el comportamiento que presentaban éstos. el distinguió que esas propiedades se manifestaban en forma combinadas y de acuerdo a las distintas manifestaciones de la conducta de los perros las fue agrupando, según el siguiente gráfico.
ESQUEMA DE LOS RASGOS TIPOLOGICOS DEL TEMPERAMENTO
TEMPERAMENTO Y TIPO DE SISTEMA NERVIOSO. | EQUILIBRIO | FUERZA | MOVILIDAD | DINAMISMO PSÍQUICO | LABILIDAD | |||
SANGUÍNEO (VIVO) | EQUILIBRADO | FUERTE | MÓVIL | DINÁMICO | LÁBIL | |||
COLÉRICO (IRREFRENABLE) | DESEQUIL. | FUERTE | MOVIL | DINAMICO | LÁBIL | |||
FLEMÁTICO (SOSEGADO) | EQUILIBRADO | FUERTE | INERTE | POCO DIN. | POCO LÁB. | |||
MELANCÓLICO (DEBIL) | DESEQUIL. | DEBIL | INERTE | POCO DIN. | LÁBIL |
I.P. Pavlov (Versión Fuentes Parra)
Este enfoque tipológico de la personalidad, aunque en determinados momentos ha sufrido algunos cambios, en su esencia , ha estado vinculado a los estudios realizados de los procesos Salud-enfermedad. Esta forma de caracterizar las peculiaridades personales, resulta de gran importancia, tanto para las investigaciones en el campo de la Epidemiología, como para la Psicología de la Salud, rama de la Psicología que tiene como objeto de estudio los procesos, rasgos y estados psicológicos que potencian en el individuo, la familia y la población conductas saludables.
"El predominio del paradigma biomédico centrado en el individuo y en la enfermedad, tuvo una extensa y marcada repercusión en los estudios relativos al papel de la personalidad en la salud y en la morbilidad, tanto en la general como en la psicológica. Una manera de expresarse esta influencia en el campo de la psicología ha estado dada en los modelos tipológicos conceptualizadores sólo como predisponente de enfermedad y no de salud." (Psicología y Salud. Marjorie.2001.pág.68).
Fue a partir de 1980, que comenzaron a conformarse modelos de personalidad, tendientes a estilos de vida saludables, gracias a la progresiva sustitución del esquema biologicista en las ciencias médicas por el biopsicosocial.
Algunos tipos de personalidad predispuestos a la salud.
Personalidad Hardiness: Estas personas se caracterizan por su fortaleza, sentido de la responsabilidad, capacidad de enfrentarse con éxito a la realidad y controlar el estrés. Según D. Marjorie, este tipo parece correlacionarse con el incremento n la actividad de las células Natural Killer (NK), indicador inmunológico en los seres humanos, por lo que existe una hipótesis, que los individuos que se ajustan a este patrón son menos vulnerables a las enfermedades en las que la inmunidad parece predominar.
Personalidad Self-healing (autocurativa):
Esta tipología fue conceptualizada por Friedmany Vandenbos (1992) y caracteriza a las personas sanguíneas, pero al mismo tiempo delicadas, entusiastas, con un gran equilibrio emocional, alta capacidad de respuesta, seguros de sí y alegres entre otras cualidades.
En general, los individuos caracterizados por los modelos descriptos anteriormente son positivos, constructivos y productivos y están bien orientados hacia sus propósitos en la vida.
Algunos tipos de personalidad predispuestos a las enfermedades.
Patrón tipo A:
Meyer Friedman y Ray Rosenman, cardiólogos norteamericanos, describieron este patrón de conducta en 1974. Incluyeron en él a aquellas personas que mostraban impaciencia, realizaban esfuerzos extras para lograr sus propósitos, eran extremadamente competitivos, explosivos y con gestos y mímicas acentuadas. Se encontró una gran relación entre este tipo de sujeto y la aparición en ellos de infarto agudo del miocardio, muerte súbita y angina.
Patrón tipo B:
Los mismos autores del A concibieron como patrón tipo B a aquellas personas que manifestaban de manera muy discreta algunas de las características del tipo A y que, por tanto, estaban mucho menos predispuestos a padecer enfermedades coronarias como fueron referidas en el modelo anterior.
Patrón tipo C:
Se considera opuesto al Patrón A. Es un tipo de personalidad que predispone al Cáncer. Los individuos que pertenecen a esta clasificación, generalmente son muy conciliadores, poco afirmativos, evitan conflictos y son bastante pacientes, pero pesimistas, fácilmente sienten miedo. Ante el stress presentan desamparo y desesperanza, que según Contrada , Leventhal y O´Learry, 1992, estos estados pueden provocar conductas que deterioran la salud y tienen efectos en la aparición de carcinógenos, lo que contribuye más a deteriorar la inmunidad y provocar daños en el ADN.
Estos son sólo algunos ejemplos de tipologías de la Personalidad en el proceso de salud enfermedad, que como puede apreciarse, muchas de las cualidades que las caracterizan, son propias del temperamento, lo cual puede hacer pensar en una interesante relación con los trabajos realizados por la autora con pacientes en proceso de rehabilitación a los cuales se les fue diagnosticado su tipo de temperamento y que a continuación se exponen.
El diagnóstico del temperamento en la rehabilitación de pacientes
El valor práctico de diagnosticar las particularidades temperamentales de las personas se encuentra suficientemente justificado por la significación de aquellas para el ajuste de la personalidad a sus condiciones de vida, para la preparación y orientación profesional, para el manejo educativo de los educandos y la formación de su personalidad, así como por su influencia en las relaciones interpersonales de pareja, En conectivos de trabajo y otras.
Es por eso que el desarrollo de instrumentos de fácil y rápida administración que permitan explorar las manifestaciones comportamentales de los tipos de Temperamento, tiene interés y utilidad práctica. (Kurtetski, 1980). Para estos fines, se aprecia la tendencia en los diversos autores de conservar la clasificación clásica proveniente de Hipócrates de los tipos sanguíneo, colérico, flemático y melancólico, al describir los comportamientos típicos; o referirse a los propuestos por Pavlov.
Las cuestiones hasta aquí tratadas, son una clara evidencia de la utilidad que puede tener el diagnóstico oportuno del temperamento para el ajuste y complemento del tratamiento para la rehabilitación de pacientes, por cuanto no sólo coadyuvaría a ese fin, sino que también, favorecería las relaciones médico-paciente-familia, pues al profundizar con mayor objetividad en el conocimiento de la personalidad del paciente, se podrán encontrar más opciones para comprenderlo y tratarlo mejor y, por otra parte, el enfermo también aprende a conocerse y autoregularse.
La prevención de las enfermedades, la preservación y la recuperación del estado de salud de las personas, deben estar entre las máximas aspiraciones de la sociedad, como condiciones insustituibles para el crecimiento, desarrollo y bienestar de la misma.
En nuestro país, son sorprendentes los aportes que se hacen día a día en el campo de la salud para alcanzar estos logros, lo cual sería de gran utilidad e interés abordar; pero por la complejidad y amplitud de estos temas, no es posible tratarlos de forma integral en un solo trabajo.
En esta ocasión, la autora ha preferido hacer un estudio de los factores que influyen en la recuperación de los pacientes y en particular de aquellos que tienen que ver con el aspecto sociopsicológico, de enfermedades que pueden ser tratadas a través de la fisioterapia y que no están relacionadas con patologías neurológicas o psiquiátricas.
Entre los múltiples factores que pueden estar involucrados en la recuperación de la salud de las personas, se pudieran mencionar algunos de orden clínico y psico-social, como son por ejemplo:
Clínicos.
El estado general del paciente.
La complejidad de la enfermedad.
La duración del proceso de enfermedad.
El pronóstico de tiempo de duración.
Cronicidad.
Psicosociales.
Relación paciente – personal médico – familia.
Estilo de vida del paciente.
Personalidad del paciente.
Nivel cultural.
Educación.
Condiciones ambientales (higiénico-sanitarias y materiales.)
La experiencia acumulada por innumerables médicos, psicólogos, fisioterapeutas, enfermeros y familiares de pacientes, ha demostrado que es un hecho probado, el roll que juega la personalidad del paciente en su proceso de recuperación de muchas enfermedades.
Partiendo de los criterios de que algunos de ellos cooperan y otros no en el tratamiento para su mejoría o curación y que el tipo de Sistema Nervioso determina el comportamiento psicodinámico de las personas, se planteó las siguientes interrogantes:
¿Influye el Temperamento en la rehabilitación de los pacientes? ; de ser así, ¿qué medidas tomar para que aquellos que tienen dificultades en ese proceso a causa de este motivo puedan mejorarlas o solucionarlas?.
Nos hemos sentido motivados por el perfeccionamiento del trabajo de rehabilitación, ya que consideramos que para la efectividad del mismo, no es suficiente aplicar el tratamiento fisioterapéutico, sino que en la medida en que se profundice en las características Psicosociales de los pacientes, se podrá particularizar cada vez más en los casos y adecuar con mayor efectividad el tratamiento.
Se hizo un análisis de la importancia que tiene para el médico y el fisioterapeuta conocer las características temperamentales de los pacientes para planificar su tratamiento, ya que en dependencia de éstas, normalmente el paciente mantiene un grado de cooperación favorable o desfavorable para su rehabilitación en tiempo y en calidad, por lo que se aplicó la Metodología para la Determinación de la Idoneidad Temperamental.
Fundamentación de la MEDITEM
Algunos argumentos teóricos y prácticos generales acerca de la influencia del temperamento en la conducta humana.
Por su carácter genético, el Temperamento juega un rol protagónico en el comportamiento habitual del ser humano, caracterizado por una estabilidad típica, que generalmente se manifiesta durante toda su existencia.
Pero, por responder también a factores psicológicos, durante su desarrollo puede sufrir modificaciones por la influencia de determinados rasgos del carácter, el desarrollo de capacidades o de algunos procesos psíquicos.
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