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El municipio en Nicaragua II parte. La autonomía del Municipio (página 2)

Enviado por Luis Gomez


Partes: 1, 2

El Municipio logrará esa transformación incorporando la población en el gobierno local, con el fin que los pobladores ejerzan el autogobierno como sistema de gestión estatal, siendo esta la única forma de lograr que los actos de gobierno coincidan con los intereses de los pobladores.

Al no existir autogobierno en el Municipio este centra su atención en la realización de sus antiguas competencias, en cumplir la función de control y dominación estatal- social- político-ideológico sobre la población y de gestor-creador del entorno de negocios para la clase dominante/ clase política.

Por tal motivo en el ámbito municipal no han sido resueltos los asuntos que son de interés general de la población, tales como: pobreza, desempleo, universalización de los servicios de salud, agua o educación, urbanización, entre otros.

Mientras tal situación no cambié continuaremos analizando escolásticamente las diferencias sustanciales que encontramos reflejadas en los datos comparativos del Ingreso Per cápita por país, y buscando en las cifras el porqué de la diferencia en la calidad y nivel de vida entre los países: per cápita de Nicaragua es de $ 472 al año otros datos refieren que oscila entre 700 y 1000 US $, Noruega US $ 48,380, y Costa Rica $ 3,948. Vietnam está en los $ 476, China con $ 1,120, Arabia Saudita en los $ 7,370, Nigeria en $ 382.

Continuaremos haciendo estudios de la pobreza y concluyendo que más de un 40 % de los nicas viven con menos de dos dólares por día y que el 80% de la población es excluida del progreso social. Y, por último, relacionarán estudios sobre las causas de la delincuencia, la corrupción en el Estado, la poca inversión, la inseguridad jurídica de la propiedad o para el inversionista, la partidización del Poder Judicial, el narcotráfico, etc, etc.

Hablaremos de la diferencia de distribución de ingresos a lo interno de cada país, de la existencia de las multimillonarias fortunas personales de sujetos que acumulan entre 100 millones y 100 mil millones de dólares cada uno, y de personas que ganan entre 10 o mil veces más al año que un trabajador promedio gana en ese mismo año.

Algunos han dicho que el Estado y dentro de él los Municipios deben sufrir una reingeniería o reorganización a fin de hacerlos más eficientes. Todo a quedado en el plano de la organización interna ( personal administrativo, relaciones horizontales, principios de organización, gerencia de las alcaldías, manuales de funcionamientos, leyes de contratación, leyes anti corrupción, etc) tal cosa ha sucedido durante más de 400 años en este país y continuamos buscando nuevas y más nuevas formas de ejercer el mismo poder político. Quizá hace falta cambiar a las clases sociales que durante siglos han ejercido el Poder Político en el país.

Ya estamos entendidos que cada sociedad está estratificada en un sinnúmero de grupos de personas dependiendo de su nivel de acceso o de exclusión a los medios para su subsistencia y satisfacción de sus necesidades materiales y espirituales.

También conocemos que para el mejoramiento del nivel de vida de los pobladores el Municipio o Municipalidad debe actuar, coadyuvar en la eliminación de aquellos elementos estructurales, ideológicos, políticos, sociales o económicos que excluyen a los pobladores del acceso a los medios de subsistencia y la satisfacción de sus necesidades materiales y espirituales.

En el micro territorio, es el Municipio/ Municipalidad o Alcaldía como órgano estatal o social el que puede cumplir esa función cuando se convierta en instrumento creador en manos de los pobladores mediante el ejercicio del autogobierno en el cual ellos propongan, decidan y ejecuten como gobierno local las acciones que son de su interés.

Pero el municipio en Nicaragua, como una forma de administración estatal en cada localidad desde la Colonia española hasta hoy, solamente ha gestionado para crear condiciones favorables a la metrópoli española, a la oligarquía criolla y, por último, al sistema Neocolonial posterior a la independencia. Durante todo ese período( más de 400 años) el Municipio/ Municipalidad/ Alcaldía no ha creado condiciones para el mejoramiento de la calidad y nivel de vida de los pobladores que no integran la clase dominante.

Ese órgano estatal nunca antes ha estado en manos del Pueblo de Nicaragua, pero sí ha estado en manos de la burocracia y la milicia colonial; de los oligarcas criollos y de los agentes neocolonialistas y de la burguesía, esa posición les ha permitido tener los controles de las palancas económicas-financieras y la información sobre oportunidades de negocios para acumular riqueza convirtiéndose en potentados creadores de una plutocracia en perjuicio de la población.

Hoy, en paralelo ese grupo de potentados fomenta la actividad de Organizaciones Internacionales del Municipalismo, y gobiernos locales extranjeros para homogeneizar la ideología, teoría jurídica y política del Municipio dominante, controlador y centralista-no autónomo.

Son esas Organizaciones e instituciones quienes que educan a la intelectualidad y burocracia local en recetas sobre la organización, gestión municipal, descentralización, cobranza de impuestos y participación ciudadana en el Municipio.

En última instancia esas organizaciones propician que el Municipio o alguna modalidad de gobierno local sea utilizado como instrumento de dominación sobre los pueblos sometidos y demostrar con él la (presunta y falsa) superioridad de la civilización y cultura del Primer Mundo conquistador y de su organización imperial o colonialista.

No es casual que también impulsen la organización de las etnias, como en antaño crearon el Municipio Indígena, hoy con un nuevo rol: generar un conflicto racial o tribal que eventualmente debilite la unidad nacional o estatal que les permita a los neocolonialistas apoderarse de nuestras riquezas y de nuestro país.

Antes, fueron esos encomenderos, la oficialidad española, la burocracia y funcionarios de la colonia; hoy son los oligarcas criollos y nuevos socios de las transnacionales quienes se acreditan el tener en sus manos el don la potestad de dirigir los destinos de los pueblos, y acreditarse el derecho para ser los lideres políticos del Municipio y la Nación.

Esos factores han permitido a los colonizadores, los oligarcas y los neocolonialistas criollos su posición económica dominante y el control monopólico sobre el Estado y la economía nacional.

Por tal motivo, en términos generales, el desarrollo y desempeño del municipio en Nicaragua ha estado influenciado por la estructura económica y social heredada de la colonia española y del imperialismo. De igual manera ha influenciado en la selección y escogencia de los lideres y tecnócratas que detentan los cargos en el Estado y las Municipalidades/ Alcaldía.

Esa experiencia fraguada durante cientos de años ha creado un grupo especial de personas encargadas profesionalmente de la gobernación a los que hoy llaman la clase política nacional, a la par se ha creado la idea de que sólo ellos pueden dirigir el aparato Estatal y que sólo ellos pueden hacer Política, excluyendo al Pueblo de esas actividades.

Se dice que la "Clase Política" detenta y ha detentado el poder estatal en Nicaragua, pero aquella no es más que la burocracia político estatal de la clase económicamente dominante: la burguesía. Aunque la llamada Clase Política no es realmente una clase social, pues o bien es parte de la clase dominante ( como fusión viva y personificada de política, capital y dirección estatal) o se subordina a aquella como asalariado.

Por esa causa el Municipio hoy está organizado y regulado legalmente para que en su funcionamiento cumpla las expectativas de la clase dominante, y eso lo asegura la llamada clase política. Es en el Municipio donde los intereses, expectativas y voluntad de la clase política/ clase dominante son elevadas a la calidad de actos legislativos, decisiones políticas y actos del gobierno local.

El Municipio, tanto durante la colonia española como hoy, existe como institución en tanto funciona a la medida de los intereses y expectativas de la clase dominante, por lo cual quedan excluidas las demás clases y grupos que conforman la sociedad. Sólo de esa manera se explica que el Municipio no logre satisfacer las expectativas o necesidades de la población: campesinos pobres y medios, de obreros y asalariados en general.

La clase dominante obtiene ( y solo eso quiere) en el municipio nicaragüense las condiciones mínimas adecuadas para desarrollar las actividades económica necesarias para extraer en el territorio la cuota máxima de ganancia que expatriará o acumulara localmente para mejorar sus condiciones y estilos de vida.

Mientras esa tendencia siga sostenida por la clase política- la burocracia política de la burguesía-, en Nicaragua las expectativas para que el Municipio se constituya en un factor de mejoramiento en las condiciones de vida de la población en general serán inexistentes.

Generalizando, el Municipio ya sea en Argentina, Costa Rica, Estados Unidos de Norte América o Nicaragua, entre otros, tiene las competencias mínimas para asegurar de forma prioritaria la creación y funcionamiento de un eficiente y adecuado entorno de negocios y comodidades para la clase económicamente dominante y su gestor en el Estado: Las Clase Política.

En ese sentido el Nivel desarrollo del Municipio está en dependencia del grado de su vinculación con los planes económicos de la clase dominante tanto en el ámbito local como nacional e internacional. El Municipio de la Metrópoli imperialista o del llamado primer mundo, tiene "elevado nivel de desarrollo" en la medida que ha recibido el flujo de capitales extraídos de las colonias y países neocoloniales. Así su cultura extractora y expoliadora de pueblo es lo que les mantiene hasta hoy su "elevado nivel de desarrollo", mientras nuestros países y pueblos viven en "bajo nivel de desarrollo", es una situación como el mito del vampiro, que vive porque sangra a otro ser, visto en esa perspectiva no se puede hablar de desarrollo sino de nivel de saqueo, pues entre más saquea un Estado y Pueblo a otro pueblo, el primero vivirá en opulencia, con los bienes de pueblo saqueado. Los que existe son Grupos saqueadores y pueblos saqueados, nada que ver con el concepto de Desarrollo.

Con los cambios en la esfera económica, como con el fenómeno de la deslocalización de empresas y movilidad del capital, los municipios o condados en Estado Unido de Norte América han entrado en un proceso de deterioro. Los intereses de las grandes corporaciones empresariales se trasladan hacia países donde deberán de gastar menos en salarios y prestaciones sociales, y donde obtienen la posibilidad de reducir sus pagos en impuestos y otras externalidades que reducen su cuota de ganancia. Los recortes al sistema de seguridad social y salud, perdida de calidad en los servicios de agua potable, en USA constituyen prueba de esa tendencia. Con todo eso, la burguesía continua aumentando sus capitales, y el pueblo norteamericano continua empobreciendo.

Lo antes dicho no conlleva a pensar que en los municipios de Nicaragua, donde se asiente capital extranjero, verán mejoría en sus condiciones generales, por el contrario, su condiciones desmejorarán .

Así, los planes para extracción de recursos naturales, construcción de centrales hidroeléctricas o de asentamientos para jubilados o pensionistas extranjeros en municipios de Nicaragua, pueden provocar el aumento de los servicios de banca y finanzas, el funcionamiento de supermercados y grandes establecimientos comerciales, construcción de infraestructura vial y de telecomunicaciones, inauguración de hospitales privados, creación de clusters empresariales, etc, sin embargo, no significa que todas esas obras provocarán mejoría en la calidad de vida de los pobladores locales. La realización de esos programas evidenciará más la desigualdad existente entre los municipios y a lo interno de cada uno, y tal situación comprobará que esa desigualdad social es propiciada por la propia Municipalidad- Alcaldía como órgano de la burguesía.

El proceso de deterioro de las condiciones de vida de la población será cada día más acelerado y profundo mientras el Municipio continúe bajo el control de la clase política/ clase dominante, de la burguesía en particular. Por tal motivo, la autonomía del Municipio debe de ser reivindicada por la sociedad, rescatada del secuestro en que la tiene la clase política por mandato de la clase dominante.

Hay que transformar al Municipio de dominación en un instrumento de creación y construcción de mejores condiciones de vida para la sociedad. De esa manera los recursos serán dispuestos para satisfacer las necesidades de la población del municipio.

Sólo el Municipio autónomo, progresista, creador, constructor y democrático por medio del cual la el Pueblo nicaragüense ejerza el autogobierno, puede empezar a realizar el progreso social, el mejoramiento de la calidad y nivel de vida de la población local.

Participación popular o autogobierno

En Nicaragua la Constitución Política establece que la República es democrática, participativa y representativa, de ahí se desprende que el ciudadano tiene la condición y calidad de administrado del Estado. La Ley de participación ciudadana expresa en sus considerandos que la clase política es la que detenta el poder público en calidad de representante de la ciudadanía. A la par de esas leyes ya están en aplicación otras leyes tales son: Ley de Servicio Civil, Ley de Carrera Judicial.

Conforme La Ley la Participación Ciudadana como institución se prevé que garantizará la efectividad y perdurabilidad de las políticas de desarrollo, permitiendo que se constituyan en políticas de Estado en beneficio del funcionamiento del aparato que maneja la cosa pública y se encamina a la consolidación del Estado Social de Derecho.

Por otra parte, la Ley de Participación Ciudadana en Nicaragua contiene un sinnúmero de mecanismos organizativos y procedimentales que se dirigen a limitar la autonomía y evitar el surgimiento del autogobierno, pretende atorar a la gente en procedimientos y concepciones ideológicas.

Todo el sistema jurídico referente a autonomía Municipal, a la república democrática, representativa y participativa, está referido al desarrollo local, pero no dice nada del mejoramiento del nivel y calidad de vida de los pobladores.

Sin embargo, Participación Ciudadana no es lo mismo que Autogobierno, por la sencilla razón, que el autogobierno como modalidad política y organizativa lo ejercerán con y dentro de los órganos estatales los ciudadanos/ pobladores en su propio interés y sin intermediarios: ellos dictarán los actos de gobierno, las leyes, las harán cumplir y controlaran su cumplimiento; por el contrario, la Participación Ciudadana es la modalidad política y organizativa diseñada con el fin de acercar a la ciudadanía/ pobladores a los intereses de la clase política que detenta el poder público y dar apariencia de legitimidad a los actos que esa clase emite en los órganos estatales. La participación ciudadana no llega siquiera a una coalición democrática entre clase política y pobladores por el municipio.

Siguiendo la idea de la Ley de Participación Ciudadana, entendemos que Legitimar los intereses de la clase política, que es parte de la clase dominante, significa hacer figurar sus intereses y actos de gobierno como Interés Nacional y Políticas de Estado, aunque lesionen a la mayoría de la nación.

Esa ley permite a la clase dominante profundizar en su trabajo ideológico sobre la sociedad utilizando los diversos instrumentos que en esa Ley son creados para representar al Estado como una entidad sobrenatural, cuasi sagrada y bien hechora la cual mejora su funcionamiento con la participación ciudadana.

Autogobierno no es simple representación del ciudadano por los concejales, es representación sujeta a la aprobación del pueblo como depositario de la soberanía, se trata de designación o mandato sujeto a revocación en cualquier momento, conlleva la obligación de rendir cuentas a los electores bajo pena de revocación inmediata del mandato.

De paso hay que aclarar que control ciudadano sobre el actual del estado, como la auditoria social no es autogobierno, y ambas acciones son provechosas para fortalecer al Estado como aparato de dominación social. Tampoco es autogobierno el derecho a acceder a la información estatal, son acciones y normas legales que alejan cada vez más al hombre/ poblador/ ciudadano de gobernar su propio destino, lo alejan del autogobierno; en fin autogobierno no tiene nada que ver con lo que actualmente conocemos como administración pública, y menos con la administración ejercida por personas que se atribuyen en derecho a administrar por el mero hecho de su instrucción.

Mientras más interés tenga la gente- ciudadanía-poblador en la participación ciudadana, auditoria social, el aparato estatal que los reprime y explota será más eficiente. Es decir, la clase política como detentadora del poder público convierte al ciudadano en verdugo del resto de conciudadanos, en afilador del cuchillo que lo degollará. Autogobierno es el poder político ejercido por el propia población de obreros y campesinos, con los soldados y policías, con los artesanos y pequeños comerciantes.

La clase política no es la ciudadanía, no es parte de los gobernado o administrados. La clase política es un conglomerado distinto del ciudadano-administrado y entre ambos existen intereses antagónicos, no reconciliables. En el mismo sentido, el aparato estatal no es, en este momento en Nicaragua, la representación de la ciudadanía-poblador, sino el aparato estatal de y para la clase política/ clase dominante dispuesto especialmente para satisfacer y representar los intereses de esas clases.

La contradicción existente entre los intereses de la clase política- que tiene en sus manos el poder público- con los intereses de los ciudadanos-pobladores no puede conciliarse, y en ese entendido aprobaron la Ley de Participación Ciudadana para que mediatice dichas contradicciones desde el punto de vista ideológico.

Sin embargo, por los mecanismos que propone la Ley de Participación Ciudadana se puede ver que no es imposible realizar actualmente el autogobierno en los Municipios y a escala mayor.

Comparemos, si el autogobierno, gobierno de los propios ciudadanos-pobladores, no persigue reprimir ni dominar ni explotar a sus conciudadanos sino construir la sociedad que satisfaga los intereses y las necesidades de la sociedad ( que no es la sociedad de los dueños actuales del poder: la burguesía y su mal llamada clase política), entonces en un Municipio con autogobierno la participación ciudadana será un retroceso por cuanto constituye un método de alejamiento o separación del Estado y el poblador, la participación ciudadana es una mecanismo de exclusión política.

Actualmente las nuevas tecnologías de comunicación y procesamiento de datos permitirán hacer realidad el autogobierno. Así las iniciativas de los ciudadanos serán sometidas casi al instante a consideración y votación masiva, ahí veremos que es geométricamente más progresivo el autogobierno que la participación ciudadana.

Municipio, autogobierno, nuevo sistema legal del Municipio

Hoy el Municipio en Nicaragua no es un instrumento gestor del mejoramiento del nivel de vida de los pobladores, menos con las afectaciones que le impone el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Centroamericano de Integración Económica, Banco Interamericano de Desarrollo, Organización Mundial de Comercio, en el marco de la inserción de la economía nacional en el llamado libre comercio (deslocalización de la producción, creación de zonas francas, flexibilidad laboral, daños ambientales, etc.)

Para hacer posible el mejoramiento del nivel de vida de los pobladores y desarrollar la democracia es necesario asegurar la inserción de los pobladores en el gobierno municipal para ejercer el autogobierno, ampliando de una vez los derechos políticos del ciudadano/ poblador. Simultáneamente, hay que ampliar las competencias al Municipio.

Es un hecho que el Municipio, ya y ahora, tiene potestad para exigir que determinadas agrupaciones sociales le informen cumplidamente sobre las actividades que ellas realizan o pretenden ejecutar en el territorio, informar sobre su presupuesto y desembolsos, e incluso esos organismos no pueden realizar actividades sin aprobación del gobierno municipal.

A la par, muchos proyectos privados y del gobierno requieren de la participación del Gobierno Municipal, aunque sea formal, para que los ejecuten en el territorio( Ley de concesiones). Eso se plasma en el llamado Comité de Desarrollo Municipal y Departamental. Hoy esos comités existen, a la par la gente exige más participación, ser tomada en cuenta para los actos del gobierno local. La gente ya está dispuesta para el autogobierno en el Municipio.

En cuanto a los recursos, las delegaciones ministeriales para sus programas aprobados desde el centro sin el concurso de las Municipalidades, manejan más dinero, recursos y medios que los mismos Municipios. Nada de eso está planificado por el Municipio, ni sujeto al control ni del Gobierno Local y menos de la población municipal.

Contradictoriamente la Ley de Participación Ciudadana, como las políticas y programas de descentralización, tienden a conceder a los municipios un poder de control y sujeción muy fuerte sobre lo que sucede en el territorio.

En esa circunstancia no será nada contrario a esa tendencia que el Municipio autogobernado pueda controlar, presupuestar, ejecutar los recursos económicos y materiales de que puede disponer con el fin de satisfacer las necesidades generales del progreso social y con ello logra el mejoramiento de la calidad y nivel de vida de los pobladores.

Para que exista el autogobierno Municipal no se pueden utilizar las leyes que actualmente regulan al Municipio, deben ser aprobadas nuevas, pues de utilizar el sistema jurídico actual continuaremos cercenando la autonomía municipal, todo el poder creador y democrático que está reprimido en los pobladores.

Eventualmente ese cuerpo de leyes que favorecen el burocratismo y el centralismo sería utilizado por el Ejecutivo y el Poder Legislativo para dar nacimiento a nuevas barreras jurídicas al igual que a entidades gubernamentales que desde el nivel de Departamento subordinarían al Municipio. Por ejemplo, una Ley tan reclamada como la de Transferencias Municipales sujeta el Municipio a los planes y designios del ejecutivo y del legislativo, está demostrando que más que favorecer el desarrollo de la autonomía la restringe, y más que acercar la administración publica al pueblo, los aleja.

Si el Municipio autogobernado no existe ahora, debe ser creado tanto de hecho como en el ámbito de la superestructura jurídica mediante la aprobación de nuevas leyes. A modo de ejemplo, las normas constitucionales sobre el Municipio, artos. 177, 178 deben ser reformados, al igual que los artos. 2, 7, 131, 151, deben ser reformados para facilitar el ingreso de la institución del autogobierno. En consecuencia las leyes secundarias que regulan a los Municipios deben ser reformadas o derogadas.

En última instancia, si no existe un proceso de ajuste en la legislación que dé vida jurídica al Municipio autónomo autogobernado, inevitablemente en un momento dado la población tomará, por la vía de hecho, el autogobierno del municipio o establecerá una organización paralela a aquel.

Como el Municipio autogobernado mejora el nivel de vida de los pobladores

El mejoramiento del nivel de vida de la población depende tanto de la existencia del autogobierno del municipio o municipalidad y la manifestación de una verdadera autonomía, como de la desaparición de sujeciones burocráticas y centralistas por parte del aparato estatal.

El nuevo sistema legal debe permitir al Municipio disponer de los recursos para satisfacer las necesidades de la población. La entidad de Gobierno Local no puede continuar separada de los entes estatales que se emplazan en el territorio del Municipio. La planificación y ejecución que hacen los entes estatales no pueden estar distanciadas del Gobierno Municipal, los nombramientos del personal administrativo o de dirección no puede continuar fuera de las competencias del Municipio/ Gobierno Local.

Sólo con el autogobierno pueden aunarse todas las capacidades científica, técnica, organizativas y de todas las especialidades que existen en el territorio para impulsar y realizar las transformaciones que necesita la sociedad y que redundarán en la satisfacción de las necesidades de la población. Por eso el autogobierno es democrático, propicia la coalición democrática de todos los pobladores y potencia la sinergia social,

La crisis actual que vive todo el país se manifiesta en el aumento del número de personas que viven en pobreza y extrema pobreza; en el mayor número de niños desnutridos, el elevado índice de población que no accede al agua potable ( entre un 26 a 40 %); El limitado acceso a servicios de salud, la baja en la esperanza de vida, aumento en las enfermedades prevenibles, destrucción-deterioro-contaminación del medio ambiente y su efecto nocivo en la salud; Extinción de la flora y fauna, reducción de la producción y el comercio interno, deterioro de la red vial, disminución de las oportunidades de acceso a la educación, disminución del número de cuadro profesionales y de nivel científico técnico, entre otros indicativos que nos colocan en el segundo país más pobre de América Latina, y por detrás de países africanos.

Esa situación existe en cada municipio, administrada por el gobierno Local como producto de sus ataduras y vínculos de interés con la clase política/ dominante.

El mejoramiento del nivel de vida de los pobladores pasa por superar todos esos índices, significa entre otras cosas, crear condiciones para el empleo pleno en el menor tiempo posible, asegurar el servicio de salud universal, la educación universal al menos hasta el noveno grado, proveer a la población de vivienda, servicios de agua potable y saneamiento; elevar la producción de alimentos, de bienes y servicios; Crear la infraestructura productiva para dinamizar la economía, elevar el nivel de ingresos y consumo; Mejora y ampliación de las redes de caminos y carreteras, telecomunicaciones; mejoramiento y ampliación del sistema de transporte, ampliar la red de electrificación, acercar a todos los pobladores a los servicios de las urbanizaciones, planificar el desarrollo de los centros urbanos, reducir la mortalidad infantil y materna, mejorar la calidad del medio ambiente, reducir los índices de delincuencia, mejorar el funcionamiento del aparato estatal, proteger a la niñez y la adolescencia, etc., todo en beneficio del pueblo de Nicaragua.

Nada de lo antes indicado ha sido posible con el Municipio actual. Hoy podemos dar el paso al autogobierno municipal para propiciar el progreso social para elevar el nivel y calidad de vida de los nicaragüenses.

El Municipio autogobernado por sus pobladores debe planificar sobre todos aquellos aspectos que aseguran el mejoramiento del nivel y calidad de vida de los pobladores y que propician el progreso social.

Actualmente ningún país o Estado deja de planificar en todas las esferas, sino hagamos una simple listado de sus ministerios o secretarias, de sus proyectos, o veamos sus presupuestos; de igual manera, hagamos un listado de los aspectos que planifica y ejecuta la ONU. Por lo que sería pueril decir que el Municipio no debe planificar de forma integral o multifacéticamente como órgano estatal que tiene que incidir en todos los aspectos que benefician o son de interés de los pobladores.

Tal actividad es necesaria, ya la realizan los municipios, aunque en menor escala y con temor. Y su amplitud y profundidad sería mayores en la medida que el autogobierno del Municipio se perfeccione con la integración de más y más pobladores de forma consciente.

En la medida que el nuevo Municipio perfeccione los recursos materiales y humanos, la capacidad para solventar necesidades será cada vez mayor. Y se hará por ello con más celeridad pues todos tendrán una motivación y un compromiso, lo que no existe hoy con el municipio tradicional.

No basta la organización funcional del Estado, ni su actualización en los métodos de control y planificación, se requiere perfeccionar e integrar el factor subjetivo. Y este no es más que el poblador mismo, sus motivaciones, su actividad, su capacidad. La integración del ciudadano-poblador no puede lograrse en el actual municipio donde el poblador es un mero votante, un administrado pagador de tributos en especie o en dinero.

El municipio clásico o real, no integra al poblador porque eso sería el inicio de su fin, de su extinción como órgano de dominación y facilitador del enriquecimiento de la clase política-dominante. Al desaparecer el Municipio real (existente), desaparecería el principal elemento que impide el mejoramiento del nivel y calidad de vida de los pobladores, y que detiene el progreso social.

 

 

 

 

 

 

Autor:

Luis Ernesto Gómez Martínez

Jinotega 14 de mayo del 2004. / Junio 2004-06-15

Partes: 1, 2
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