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Posturas frente al Conocimiento

Enviado por Angel Avilez


Partes: 1, 2

  1. El Dogmatismo
  2. El Escepticismo
  3. El Relativismo
  4. El Criticismo
  5. El Positivismo
  6. El Pragmatismo
  7. El Probabilismo
  8. El Racionalismo
  9. El Empirismo
  10. El Idealismo
  11. El Materialismo
  12. La Fenomenología
  13. La Hermenéutica
  14. Reflexión

El Dogmatismo

El sujeto, es decir, la conciencia cognoscente, aprehenda su objeto a través de una confianza plena en la razón humana. Confianza que no se encuentra debilitada por la duda. Se puede captar la verdad del ser de las cosas a través de la razón. Hay contacto entre el sujeto y el objeto.

Los dogmas expresan verdades ciertas, indudables que no son sujetas a cualquier tipo de revisión o critica. Un dogma es una proposición o enunciado que debe aceptarse por sí misma. El mundo que existe es exactamente en la forma en que se percibe.

Entre sus principales exponentes esta Sócrates, quien partiendo del hecho de que ya la persona tiene un conocimiento del objeto por lo que ha percibido, usa la mayéutica para hacerlo reflexionar y llegar hasta el conocimiento que ya posee. El cree que el maestro no inculca el conocimiento, ya que el alumno no es un receptáculo o cajón vacio al que se le pueden introducir las distintas verdades. Es el discípulo quien extrae de sí mismo el conocimiento.

Platón, es el segundo exponente, crea un modelo para explicar cómo las personas perciben el objeto y llegan al conocimiento a través de su famoso "Mito de las Cavernas" y de esta forma trata de demostrar que todo lo que se ve sólo es un reflejo de la realidad. Conocer es alcanzar el ser, la percepción viene por los sentidos, no es real es algo oscuro.

También Aristóteles distingue varios niveles o grados del conocimiento. El conocimiento sensible, el cual deriva directamente de la sensación y es un tipo de conocimiento inmediato y fugaz, desapareciendo con la sensación que lo ha generado. La memoria sensitiva y la imaginación, las cuales pueden dar lugar a un tipo de conocimiento más persistente. El conocimiento sensible es, pues, el punto de partida de todo el conocimiento, que culmina con en saber. Aristóteles distingue entre tres tipos de conocimientos: El saber productivo, que es el que tiene por objeto la producción o fabricación, el saber técnico. El saber práctico, remite a la capacidad de ordenar racionalmente la conducta, tanto pública como privada. El saber contemplativo, no responde a ningún tipo de interés, ni productivo ni practico, y representa la forma de conocimiento más elevado, que conduce a la sabiduría.

En resumen, el conocimiento de lo sensible es verdadero, en cuanto en que no son sólo sombras de las ideas, sino existentes, pero aún no alcanza validez porque puede conducir a errores. El conocimiento alcanza validez gracias a la elaboración que realiza el hombre de los conceptos en su intelecto.

Siglos más adelante, otros exponentes retoman estas teorías y la adaptan a la religión y la realidad cultural que existía en su tiempo. Entre estos se encuentran: San Agustín, quien en el siglo IV, retoma las ideas de platón y trata de llevarlas al ámbito cristiano y plantea el conocimiento desde el ideal cristiano de la búsqueda de Cristo y la sabiduría. Este autor distingue entre varios tipos de conocimientos: el conocimiento sensible y el conocimiento racional. El conocimiento racional, a su vez, podrá ser inferior y superior. El conocimiento sensible es el grado más bajo de conocimiento y, aunque realizado por el alma, los sentidos son sus instrumentos; este tipo de conocimiento sólo genera en el sujeto una opinión.

El conocimiento racional, en su actividad inferior, se dirige al conocimiento de lo que hay de universal y necesario en la realidad temporal, y es el tipo de conocimiento que se puede llamar ciencia, como los conocimientos matemáticos. El conocimiento racional, en su actividad superior, es el autentico conocimiento filosófico. Las ideas sólo pueden conocer mediante una especial iluminación que Dios concede al alma, a la actividad superior de la razón.

El verdadero conocimiento depende de la iluminación divina. Es el alma la que tiene como función estructurar el conocimiento. Para conocer es necesaria la ayuda divina, Dios ilumina el entendimiento. También presenta una concepción dualista del conocimiento, uno es sensitivo y otro es intelectivo como y se ha explicado. Lo que la mente no logra captar lo ilumina Dios para que capte las verdades eternas. La razón humana no puede llegar a las ideas porque son divinas, aquí interviene la iluminación. Se parte de lo concreto, cuando se llega a la propia incapacidad, interviene Dios que ilumina el entendimiento. Esta postura se convierte en dogmática al afirmar que es posible el conocimiento, posibilitado en Dios y el proceso de iluminación de la razón humana, sin examinar las posibilidades del conocimiento. Dando por hecho el acto de conocer.

Posteriormente, Santo Tomás de Aquino, expone que el conocimiento comienza con los sentidos; siguiendo la posición aristotélica a quien re-lee desde la perspectiva cristiana. Considera la mente humana capaz de dar solidez al conocimiento. Y este último es aquí la facultad de captar el ser de las cosas. Sostiene que hay dos clases de entendimiento: el agente y el paciente. El primero realiza la abstracción de la materia, hace pasar de la potencia al acto. El segundo establece las esencias, las ordenas para que el hombre haga juicios y raciocinios. Parte del principio de que la mente humana puede conocer la verdad que está en los entes, en las cosas. El conocimiento es esencial y es posible por la razón humana, sin cuestionar su posibilidad.

El Escepticismo

Viene del griego skeptesthai "examinar", es una doctrina que niega la posibilidad de alcanzar el conocimiento de la realidad, como es en sí misma, fuera de la percepción humana. Es la duda de lo que generalmente es aceptado como verdad. Mientras el dogmatismo considera que la posibilidad de un contacto entre el sujeto y el objeto es comprensible en sí misma, el escepticismo niega tal posibilidad. Según esto, no se puede extender ningún juicio, y debe abstenerse totalmente de juzgar.

Según Marías (1960) los sofistas griegos del siglo V a.C. fueron los mayores escépticos. Su punto de vista se refleja en sus máximas "el hombre es la medida de todas las cosas" y "nada existe, y si existe, no puede ser conocido".

Pirrón de Elis, cuyo primer interés era la ética, mantuvo que los seres humanos no pueden conocer nada de la naturaleza real de las cosas y que, en consecuencia, una persona sabia no debía expresar sus opiniones.

Timón de Flainte, afirma que se pueden dar razones tan buenas a favor como en contra de cualquier proposición filosófica. Carnéades mantenía que ninguna idea podía ser probada de manera concluyente, pero que alunas podían ser mostradas como más probables que otras. El escepticismo antiguo es una forma de vida que el filósofo elige.

A grandes rasgos el escepticismos después de examinar cuidadosamente todas las proposiciones concluye que no hay ninguna verdad que se pueda considerar definitiva, por lo que recomienda la suspensión de todo juicio (epojé). El escepticismos tiene dos partes: una teórica, que es una teoría del conocimiento, o epistemología, según la cual no hay ningún saber firme, y otra práctica, que es una actitud que consiste en no apagarse a ninguna opinión, suspender el juicio y conseguir la ataraxia.

El Relativismo

Para esta teoría la verdad sería entonces relativa en función del hombre. No sería la verdad del mundo en sí: verdad absoluta. Se afirma que existe una verdad; sin embargo, tal verdad tiene una validez limitada. Los relativistas defienden la no existencia de verdades absolutas, sino que sólo existen verdades relativas.

Protágoras principal representante, ve la realidad como algo en constante cambio, tanto el sujeto como el objeto, es lógico que no pueda admitirse nada inmutable, universal y necesario. El conocimiento no puede ser universal y necesario para cada uno y todos los hombres, sino individualizado en cada uno de ellos sin que pueda haber ninguna comunidad cognoscitiva. El conocimiento es singular, depende del sujeto que conoce, como una concepción relativista de la verdad. Oswald Spengle (1830-1936) afirma que no hay verdades eternas.

El Criticismo

Al igual que el dogmatismo admite una confianza fundamental en la razón humana. Está convencido de que es posible el conocimiento, de que existe la verdad. Pero pone una desconfianza hacia cada conocimiento particular. Examina todas y cada una de las aseveraciones de la razón humana y nada acepta con indiferencia.

El criticismo kantiano supone un intento de conciliación y superación entre el racionalismo y el empirismo: aunque todo conocimiento ha de provenir de la experiencia, sin embargo, no todo conocimiento se agota en ella, ya que si no, no se obtendría nunca certezas con carácter universal y necesario.

Lo conocido es el resultado de la aplicación de las facultades del intelecto al objeto del conocimiento. Para Kant (1978) la posibilidad del conocimiento radica en las facultades cognoscitivas del hombre y las relaciones entre el pensamiento y el mundo sensible. Este autor concluye que en las ciencias humanas se dan unos principios pre-empíricos (antes de la experiencia), apriorísticos, que determinan el conocimiento en el sujeto. Piensa que este fundamento a priori de la conciencia es el mismo en todos los hombres, y para distinguirlo de la conciencia empírica le llama conciencia transcendental.

Para Kant el conocimiento recorre tres fases:

  • a) La percepción sensible, lo que es llamado estética transcendental.

  • b) El conocimiento asciende del punto de vista inmediato al entendimiento analizador, que corresponde a la lógica transcendental.

  • c) La razón pura, que es la fase superior.

El Positivismo

Auguste Comte es el primer exponente de esta teoría. El positivismo consiste en no admitir como validos científicamente otros conocimientos, sino los que proceden de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto. El hecho es la única realidad científica, y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia. Por su lado negativo, el positivismo es negación de todo ideal, de los principios absolutos y necesarios de la razón.

Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la historia. Estos tres estados se llaman: Teológico, Metafísico y Positivo.

El Estado Teológico: Es ficticio, provisional y preparatorio en él, la mente busca las causas y los principios de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases distintas:

  • a) Fetichismo: En que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico o divino.

  • b) Politeísmo: En que la animación es retirada de las cosas materiales para trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un grupo de poderes: las aguas, los ríos, y los bosques.

  • c) Monoteísmo: La fase superior en que todos estos poderes divinos quedan reunidos y concentrados en uno llamado Dios.

En este estado predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de la humanidad. El Estado Metafísico o Estado Abstracto: es esencialmente crítico, y de transición, es una etapa intermedia entre el Estado Teológico y El Positivo. En él se siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas, pero para ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren su nombre de ontología.

El Estado Positivo: Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosófica del dato. La mente, es un largo retroceso, se detiene al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes de los fenómenos.

El positivismo de Comte es un relativismo gnoseológico, porque afirma que sólo la ciencia suministra verdadero conocimiento. No hay metafísica alguna que pudiera dar al hombre una verdad absoluta.

John Stuart Mill: se desembaraza de todas las cuestiones metafísicas que, según afirma, caen fuera del dominio de esta ciencia en cuanto es la ciencia de la prueba y de la evidencia. Igualmente, Herbert Spencer: busca construir la ciencia y la filosofía sobre una base empírica, rechaza la metafísica y ofrece la ciencia social como un único vehículo capaz de estudiar la sociedad. También tomando en consideración la condición biológica de la humanidad, como dato concreto, innegable y esencia; afirma que la experiencia del pensamiento y los razonamientos adquieren su valor al incrementar las posibilidades para sobrevivir. Según él el conocimiento surge de la experiencia.

El razonamiento -otra habilidad adquirida por el organismo para sobrevivir- consiste en conectar conceptos derivados de la experiencia por medio de los procedimientos aprendidos y aprobados por la experiencia misma. La segunda categoría es lo incognoscible, lo que no se puede concebir o experimentar. En ella cae lo que está detrás de la experiencia, los objetos tradicionales de la metafísica y la religión: la realidad, la naturaleza absoluta de las cosas, el origen del universo, Dios, la conciencia, el tiempo y el espacio, la materia y el movimiento entre otros.

De acuerdo con Spencer el razonamiento, por trabajar sólo con conceptos empíricos, no puede formular ninguna concepción de estos absolutos.

El Pragmatismo

Este remplaza el concepto de la verdad que deriva de la correspondencia entre el pensamiento y el objeto, sustituyéndolo por el concepto de lo útil. La verdad para el pragmatismo significa lo valioso y lo útil para la vida. Para dicha corriente filosófica, el hombre no es un ser pensante, sino un ser de voluntad y acción. El intelecto no es dado al hombre según el pragmatismo, para investigar y conocer la verdad; sino para poder orientarse en la realidad. La verdad consiste básicamente, según el pragmatismo, en lo útil y provechoso de la conducta humana.

Para Dewey, uno de sus exponentes, la inteligencia debería ser utilizada, juzgada y modificada de acuerdo con su eficacia practica de instrumento de subsistencia. Según este filosofo pragmático, el pensamiento constituye para todos un instrumento destinado a resolver problemas de la experiencia y el conocimiento es la acumulación de la sabiduría que genera la resolución de esos problemas.

Dewey considera 4 fases o etapas en el pensamiento humano:

  • 1. La Experiencia: Esta etapa equivale a la necesidad de una situación empírica real, a un tipo de ensayo y error, en esta etapa principalmente el conocimiento debe ser fuera de la escuela ya que así el niño despertará su propio pensamiento y no lo que se le enseña.

  • 2. Disponer de Datos: Los datos los extrae el aprendiz de su memoria, de la observación de la cultura y de la comunicación, el pensador ha de disponer de recursos y estar habituado a revisar sus experiencias pasadas para ver que le ofrecen.

  • 3. Las Ideas: Son la fase creadora, la previsión de los resultado posibles, la invasión de lo desconocido, un salto hacia lo porvenir, una incursión en lo nuevo, una invención. Las ideas no pueden ser comunicadas de una persona a otras; son comunicables los datos pero no las ideas, que son anticipaciones de soluciones posibles.

  • 4. La Aplicación y Comprobación: Los pensamientos, precisamente como pensamientos, son incompletos. En el caso mejor son tentativas, sugestiones, indicaciones. Son puntos de vista para tratar con situaciones de la experiencia. Hasta que se aplica a estas situaciones carecen de pleno sentido y realidad, sólo la aplicación los comprueba y sólo ésta les confiere pleno significado y un sentido se su realidad.

Para el pragmatismo la verdad es pragmática, útil es verdadero aquello que le convenga a la humanidad, sea cierto o tomado como verdad. La verdad viva no nace de la lógica racional, sino de las creencias institucionalizadas y personales, que son útiles al hombre.

El Probabilismo

La postura de Arcesilao es un probabilismo embrionario; mantiene la tesis escéptica de que es imposible obtener certeza sobre la verdad o falsedad de los propios juicios, pero reconoce la necesidad natural de actuar insertar en el hombre, y así llega a aceptar que la acción humana se guie no por lo cierto, sino lo "razonable" o "plausible" (Eulogón). Para desencadenar la acción basta con que el juicio emitido como rector de la misma se plausiblemente, razonablemente, verdadero; con ello la conducta humana, la actividad del hombre, ya no será siega y puramente animal, derivándose su racionalidad de lo "razonablemente" verdadero que sea el juicio que sirve de norma para la acción. Sin embargo, como en el Eulogón, lo razonablemente verdadero, no impide el error de un modo absoluto, ya que se basa en una mera probabilidad de verdad, la actividad humana debe restringirse lo más posible. Mantiene la tesis escéptica de que no se puede alcanzar certeza de la verdad o falsedad de un juicio, pero afirma que es posible llegar a establecer una mayor o menor probabilidad sobre una u otra.

Cárneades distingue entre tres tipos de representaciones probables (Hessen, 2007), es decir, probablemente verdaderas: 1) la representación simplemente probable (fantasía pithané), que se presenta dotada de una probabilidad de verdad suficiente para servir de reguladora de aquellas acciones que no implican una gran trascendencia para el sujeto que las realiza; 2) la representación probable y no contradicha por otras (fantasía Pithané caí aperíspastos), y que ha de servir de norma de acción en actos de mayor importancia; 3) la representación probable y examinada en todos sus elementos, es decir, analizada exhaustivamente y confirmada por otras representaciones (fantasía pithané caí diexodeuméne), que es la que debe guiar las acciones de gran repercusión en la vida humana. Pero, en cualquier caso, la certeza es algo inasequible; lo que se llama certeza no es más que una probabilidad máxima (crf. Sexto Empírico, Adversus mathematicos, VII, 176-189).

El probabilismo de los académicos (Cfr. S. Agustín) se mueve en el ámbito de la teoría del conocimiento, y cabe distinguirlo de aquel otro, enraizado en el ámbito de lo práctico, según el cual en la propia conducta se obra de acuerdo con lo más conveniente y adecuado, y de que se ocupa la ética. El conocimiento debe estar abierto y dispuesto a lo probable para no caer en el dogmatismo, pero tampoco en la duda y desconfianza total de escepticismo.

Este filósofo probabilista reprocha a Kant un cierto absolutismo gnoseológico: nada puede saberse del mundo en sí. Piensa que si pueden hacerse legítimamente ciertas afirmaciones filosóficas y metafísicas. Es cierto que los problemas filosóficos no se les pueden aplicar el cálculo de probabilidad cuantitativamente exacto, tal como se aplica en la ciencia natural. Pero se podrá llegar a conclusiones que cualitativamente sean más o menos probables. Si se le exigiera a la filosofía demostraciones absolutamente cierta -piensa-, se le condenaría al escepticismo.

El Racionalismo

Sostiene que la causa principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un conocimiento sólo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal. Para los racionalistas existen dos clases de proposiciones: a priori, cuando se puede saber si son ciertas sin tener que recurrir a la experiencia; y a posteriori cuando para conocer el valor de la verdad se ha de recurrir a la experiencia, es decir, una vez que la experiencia haya sucedido (Santillana, 2008).

Características fundamentales de las filosofías racionalistas: 1) Plena confianza en la razón humana, y Existencia de las ideas innatas.

Define Descartes (1973) el método de la siguiente manera: "así pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales, el que las observe, exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente sino aumentando gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello que es capaz".

Metafísica basada en la idea de substancia: Descartes Afirmó la existencia de tres substancias distintas (res infinita o Dios, res cogitans o pensamiento y res extensa o substancias corpóreas).

El punto de partida es una idea clara y distinta, simple, evidente, intuitiva, indudable e innata. Esta idea no proviene de la experiencia, ya que ésta, según Descartes, es generadora de errores. Ni tampoco del sujeto, donde no puede intervenir la imaginación. Son innatas, Dios las puso en los sujetos en el momento de la creación, dándoles garantía de valides, ya que provienen de un ser perfecto. Así, pues, el conocimiento de Descartes se da gracia a tres elementos: 1) la elección de un método adecuado que conduce a la obtención de; 2) ideas claras y distintas que provienen de; 3) Dios, ser perfecto que no miente, porque no sería una imperfección posible en Él.

El conocimiento en Descartes (1973) se origina en la obtención de una idea clara y distinta: "pienso luego existo" (Cogito ergo sum – en latin-), afirma. A esta verdad fundante de su pensamiento llega después de sumergirse en el fondo de su conciencia, examinando una por una las certezas validas hasta ese momento. Para Descartes el conocimiento es universal, de ahí la utilidad de su método que pretende ser universal. El objeto del conocimiento es llegar a la certeza absoluta. Para esto es necesario poner en duda todas las verdades que se tienen por tales.

El Empirismo

El empirismo del griego (empereimia = experiencia) opone la antítesis: la única causa del conocimiento humano es la experiencia. El racionalismo es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal, mientras que el empirismo, se origina en los hechos concretos.

David Hume Dividió todo el conocimiento en dos clases: el conocimiento de la relación de las ideas – es decir, el conocimiento hallado en las matemáticas y la lógica, que es exacto y certero pero no aporta información sobre el mundo – y el conocimiento de la realidad – es decir, el que se deriva de la percepción. La mente no puede conocer las cosas más que a partir de las ideas que tiene sobre ellas. Así, pues para los empiristas, el único criterio de la verdad es la experiencia sensible.

El método experimental y la ciencia empírica: el interés por hallar un método adecuado para dirigir el pensamiento no fue uno de los intereses principales tanto del racionalismo como del empirismo. La diferencia entre ambos estriba en que, si para los racionalista el modelo ideal del método era matemático y deductivo, para los empiristas debía ser experimental e inductivo, similar al que utilizo Newton en el campo de la física y que tan excelentes resultados había dado.

Uno de sus exponentes es John Locke (1632-1704): él aborda su cometido buscando el origen de las ideas. A una las llama ideas simples: las que provienen de la experiencia sensible y que corresponden a simple sensaciones o impresiones que se van escribiendo en el intelecto humano, como cual tabla rasa o pizarra en blanco. Con esto declara la proveniencia de las ideas de la experiencia, rechazando las ideas innatas de Descartes. Para Locke la realidad espiritual existe pero es incognoscible. No hay esencia, la esencia de algo son las ideas complejas; existen particulares no universales. La realidad sustancial no se puede demostrar, no hay afirmación metafísica, hay una suposición, no una explicación. Aquí el sujeto es pasivo, reside la impresión del objeto.

Para George Berkeley (1685-1753): el conocimiento se origina en la percepción, la certeza esta en lo evidente de lo que se ve, se toca, se siente; pero la percepción es originada por una causa externa al mundo sensible, es un ser infinitamente perfecto que es Dios, que crea constantemente en los sentidos la percepción.

Para David Hume (1711-1776): es posible conocer porque las ideas tienden a agruparse o asociarse bajo determinadas leyes psíquicas y proporcionan el conocimiento. Pensar no es más que la facultad de mezclar los materiales suministrados por os sentidos y la experiencia.

El Idealismo

Según Hirschbergr (1968), el idealismo es una teoría de la realidad, y del conocimiento que atribuye un papel clave a la mente en la estructura del mundo percibido.

Para los idealistas, por otro lado, la mente actúa y es, de hecho, capaz de hacer existir cosas que de otro modo no serian posibles como la ley, la religión, el arte, o las matemáticas y sus afirmaciones son más radicales al afirmar que los objetos percibidos por una persona se ven afectados hasta cierto punto por la actividad mental. Actualmente podría decirse que la llamada "ley de atracción" posee características netamente idealistas, al considerar que la mente humana crea la realidad y atrae las cosas que suceden.

Berkeley y Kant: Kant afirma que el sujeto es lo que piensa, si se piensa el mundo exterior el sujeto y el mundo son lo mismo. Kant sostenía que todo lo que se puede saber de las cosas es la forma en que se manifiesta su experiencia, no hay modo de averiguar o que son en esencia en sí mismas.

Hegel (1979) defendía la inteligibilidad última de todo lo que existe. También pensaba que los mayores logros del espíritu humano (la cultura, la ciencia, la región y el estado) no son resultados de procesos mentales determinados por una vía natural, sino que son concebidos y mantenidos por la dialéctica, la actividad del intelecto libre y reflexivo.

Para Hegel el conocimiento tiene una estructura dialéctica. Y tiene esa estructura, en definitiva, porque la realidad para él es dialéctica y, por tanto, el conocimiento también es dialectico, en cuanto que es una dimensión de lo real y en cuanto que se configura dialécticamente al manifestar adecuadamente la naturaleza dialéctica de la realidad. Hay cuatro puntos fundamentales de la estructura dialéctica del conocimiento:

  • 1. El conocimiento, estructuralmente consiste en la relación sujeto objeto, de modo que cada uno de los momentos de esta relación sólo lo es por beneficio o consideración del otro, pero con la peculiaridad de que cada uno de ellos niega y contradice al otro dándose entre ellos una desigualdad y desajuste (que de ser definitivos e insuperables harían imposible una plena verdad), desigualdad que impone un proceso de transformación en el que se tiende a la igual o identidad.

  • 2. El proceso encaminado a superar la diferencia entre objeto y sujeto tiende a la identidad de ambos. Es decir se tiende a la reducción del uno al otro.

  • 3. El conocimiento dialectico es un conocimiento absoluto y no sólo porque llegas a saber la totalidad de lo real, sino porque además sabes cada realidad particular "en relación al todo y como formando un momento del todo".

  • 4. En la reducción a la identidad absoluta en que se alcanza el verdadero y pleno conocimiento dialectico tiene lugar la disolución de uno de los momentos estructurales del conocimiento en el otro.

El idealismo dice: "la realidad es causada por las ideas de la mente humana. No hay realidad independiente de la mente humana".

El Materialismo

Según Carrillo (1986), es la doctrina según la cual toda existencia se puede reducir a materia o a un atributo o efecto de la materialidad. Según esta doctrina, la materia es la última realidad y el fenómeno de la conciencia se explica por cambios fisicoquímicos en el sistema nervioso. El materialismo es, por lo tanto, lo opuesto al idealismo, que afirma la supremacía de la mente y para el que la materia se caracteriza como un aspecto u objetivación de la mente.

El materialismo antirreligioso nace del espíritu de hostilidad hacia los dogmas teológicos de la religión organizada, en concreto los del cristianismo.

En los tiempos modernos el materialismo filosófico estuvo muy influido por la doctrina de la evolución incluso puede decirse que ha sido asimilado con la más amplia teoría de la evolución. Los evolucionistas trascienden en simple antiteísmo o ateísmo materialista pretende mostrar como las adversidades y las diferencias en el universo son el resultado de procesos naturales en oposición a los fenómenos sobrenaturales.

Para el marxismo todo este conocimiento tiene como objetivo trasformar la realidad social, ser aplicable a los problemas sociales, para lograr una sociedad más justa a través de la lucha comunitaria (y desde esta lectura económica-social se aleja Hegel). La realidad es conocimiento aplicado, la ciencia es para Marx conocimiento ligado al interés revolucionario y trasformador. Que teoría y práctica estén unidas es otro elemento propio del marxismo que lo distingue del resto de teorías. El conocimiento es pragmático tiene el objetivo de transformar.

El conocimiento no es un reflejo pasivo sino el producto de una actividad. Todo conocimiento es siempre derivado de la actividad del sujeto. No es un recepción pasiva no se impregna el sujeto de la realidad exterior. La práctica es una especie de base que confirma o apoya el tipo de conocimiento que se tiene. Es un mecanismo que sitúa al hombre y lo corrige en la búsqueda de la verdad.

La Fenomenología

Para Martínez F. (1973), la fenomenología es un movimiento filosófico del siglo XX que describe las estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, sin recurrir a la teoría, deducción o suposiciones procedentes de otras disciplinas, tales como las ciencias naturales.

La fenomenología ve al mundo como un conjunto de percepciones organizadas, según las leyes de la psique perceptora, que son las mismas en todo hombre. El mundo fenoménico no tiene causa sustancial, es concebido como fenómenos. Afirman como imposible conocer el fundamento último de los fenómenos, si existiere. El objeto es lo que hace de él la percepción del sujeto trascendente. Este proceso consta de tres etapas:

  • 1. Reducción Existencial. Una vez realizada la epojé, el mundo que rodea al sujeto de ser existente pasa a ser fenómeno en existencia.

  • 2. Reducción Eidética. Mediante esta se llega al descubrimiento de la esencia de lo universal y necesario de las cosas, dejando de lado lo que tiene de individual y mudable. Este descubrimiento de esencias se realiza mediante una intuición peculiar que pertenece al campo de lo inteligible. Se trata de algo que se capta inmediatamente, sin necesidad de inferencia alguna. Se trata de una intuición de esencias. Estas esencias son universales. Husserl recoge las aportaciones del positivismo, radicalizándolas.

  • 3. Reducción Egológica. Mediante de una reducción el sujeto se refiere a las esencias captadas, al yo como principio unitario que la justifica constituyéndolas. El resultado final es una conciencia sugestiva que constituye el objeto.

El sujeto trascendental no es más que el conjunto de leyes o de estructuras comunes a todos los sujetos del conocimiento en la unidad de una historia. De acuerdo con la motivación inicial, la fenomenología convierte a la filosofía en la ciencia estricta del mundo. El idealismo trascendental fenomenológico constituye el mundo de la vida como inteligibilidad última que fundamenta todo quehacer científico y la racionalidad de la historia. Todas las ciencias descansan en él.

La Hermenéutica

Según Carrillo (1986), el término hermenéutica deriva del griego "hermeneuiein", que significa expresar o enunciar un pensamiento, descifrar o interpretar un mensaje o un texto. El hermeneuta es, por lo tanto, aquel que se dedica a interpretar y desvelar el sentido de los mensajes haciendo que su compresión sea posible y todo malentendido evitado, favoreciendo su adecuada función normativa.

Aristóteles escribió un "perihermeneias" que, como parte del "Óganon" (obra aristotélica), versada sobre el análisis de los juicios y las proposiciones. Se trataba de un análisis del discurso, pues sólo desde el interior del mismo la realidad se manifiesta. Por este motivo, la hermenéutica se constituyo fundamentalmente en un arte (Techné) de la interpretación dirigida, en el Renacimiento y la Reforma protestante, al esclarecimiento de los textos sagrados, dando lugar a la exegesis bíblica. En esta misma época, como consecuencia del Humanismo, la Hermenéutica se aplicó a la literatura clásica grecolatina, configurándose como una disciplina de carácter filosófico y después, desde el ámbito de la jurisprudencia, se ocupó de la interpretación de los textos legales y de su correcta aplicación a la particularidad de los casos.

Todo ellos adoptan una determinada posición en torno al problema de la verdad y del ser, siendo la primera definida como fruto de una interpretación, y del ser (mundo y hombre) como una gran obra textual inconclusa que se comporta de manera análoga a como lo hace el lenguaje escrito.

Las Características Generales de la Hermenéutica son:

  • a) Linguiticidad del Ser: La hermenéutica aplica el modelo interpretativo de los textos al ámbito ontológico. La realidad no es más que un conjunto elevado de textos, relatos, mitos, narraciones, saberes, creencias, monumentos, instituciones heredados que fundamentan el conocimiento de lo que es el mundo y el hombre.

  • b) El Ser Temporal e Histórico: El mundo no puede ser pensado como algo fijo y estático, sino como continuamente fluyente. La realidad siempre remite a un proceso, a un desarrollo en el tiempo (historia), a un proyecto que ha sido transmitido (tradición) y que el hombre retoma.

Pre-comprensión y "Circulo Hermenéutico": Antes bien cualquier conocimiento de las cosas viene mediado por una serie de prejuicios, expectativas y presupuestos recibidos de la tradición, que determinan, orientan y limitan la comprensión que se tiene.

El Circulo Hermenéutico es para Gadamer (1984) un límite a cualquier intento de comprensión totalitaria, pero también es una liberación del conceptualismo abstracto que tenía toda investigación filosófica.

Imposibilidad de un conocimiento exhaustivo y totalitario de la realidad: Dado que el ser es lenguaje y es tiempo (evento) y puesto que el hombre como ser-en-el-mundo está inmerso en ser del cual pretende dar cuenta, se hace imposible un conocimiento totalitario, objetivo y sistemático del mundo. La pretensión de verdad de la hermenéutica es radicalmente distinta a la de las ciencias. La verdad sólo puede ser parcial, transitoria y relativa, características que surgen de la pertenencia del sujeto al ámbito de lo interpretable y de la individualidad irreductible de cada ente singular (evento), entendiendo por éstos no sólo las "cosas", sino el hombre mismo. Precisamente Gadamer (1984) afirma que la historicidad del ser consiste en "no poder resolverse en autotransparencia".

La interpretación como ejercicio de la sospecha o restauración del sentido: Para Paul Ricoeur la hermenéutica es una "filosofía reflexiva" que ha de dar cuenta del conflicto entre las diferentes interpretaciones de los símbolos del lenguaje. Así, enraizada a la filosofía de Nietzsch (1984), que exigía a la filosofía la tarea de desenmascarar las fabulas ilusorias y falsos valores de la conciencia (la moralidad) la hermenéutica supone el esclarecimiento de la verdadera "intensión" y del "interés" que subyace bajo toda "comprensión" de la realidad, quehacer que se haya presente en la teoría y el método psicoanalítico (desenmascaramiento de los deseos y pulsaciones ocultos en el inconsciente) e incluso en las teorías marxistas sobre la ideología. Frente a la tarea Ricoeur reclama también una hermenéutica dedicada a restaurar el verdadero sentido que contienen los símbolos, búsqueda que explicaría el progreso de la conciencia.

Reflexión

Una vez estudiado y revisado cada una de las trece (13) posturas frente al conocimiento. Se encontró que existen diferencias y similitudes entre ellas, y también que algunas de estas teorías complementan a otras. Para ello se expondrá un análisis de cada una de las mismas, para de esta manera poder explicar con cual o cuales posturas expuestas por el autor m encuentro más identificado.

  • 1. El Dogmatismo, esta postura expone que ya la persona posee el conocimiento dentro del mismo, pero que necesita como una especie de iluminación, quizás de carácter divino, para entender el objeto de estudio.

  • 2. El Escepticismo, esta postura examina todo conocimiento y lo pone a prueba ya que no acepta ningún conocimiento como valido sin que este sea totalmente demostrado.

  • 3. El Relativismo, esta postura expone que no existen verdades absolutas, sino relativas, dependen del tiempo y el espacio en el que se encuentran; y de la perspectiva del sujeto que observa, por lo cual, la verdades pueden ser cambiantes.

  • 4. El Criticismo, esta postura trata de conciliar el racionalismo con el empirismo, no acepta verdades absolutas, sin que estas sean demostradas, y sin que exista argumento en contrario.

  • 5. El Positivismo, esta postura expresa que no se puede conocer sólo por la razón, que la verdadera forma de conocer el objeto es a través de la experiencia, y ésta es proporcionada por los sentidos.

  • 6. El Pragmatismo, esta postura se basa en la utilidad y practicidad de las cosas afirma que el conocimiento de la verdad debe ser útil y valioso para la vida, para ellos la importancia del conocimiento, está en aquello que sea conveniente para la humanidad.

  • 7. El Probabilismo, esta postura afirma que todo conocimiento debe estar abierto y dispuesto a lo probable. Al igual que relativismo no afirma verdades absolutas.

  • 8. El Racionalismo, esta postura pone toda su confianza en la razón humana y afirman que lo que se produce de la experiencia está sujeto a errores.

  • 9. El Empirismo, esta postura es contraria al racionalismo y dice que el verdadero conocimiento es aquel que se experimenta a través de los sentidos, por lo tanto es la experiencia humana la verdadera fuente de conocimiento.

  • 10. El Idealismo, esta postura afirma que el verdadero conocimiento es producido por las ideas y se fundamentan en el conocimiento que produjo las leyes, la religión, el arte y las matemáticas.

  • 11. El Materialismo, esta postura afirma que todo lo que existe es materia y apoya la teoría de la evolución, son considerados casi ateos, para ellos el conocimiento viene proporcionado por la actividad del sujeto conocedor.

  • 12. La Fenomenología, esta postura ve todo objeto de estudio como un fenómeno que ocurre y su fundamento depende de las cualidades de dicho objeto. Estudian todo conocimiento como un fenómeno.

  • Partes: 1, 2
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