1. Celos románticos.
2. Celos de amistad.
3. Celos sospechosos: amenaza incierta.
4. Celos patológicos: convicción o creencia anormal (infundada) de que la pareja sexual es o le será infiel.
5. El orgullo cumple una función importante en la orientación de la conducta como en el desarrollo psicológico de la persona. Orgullo y arrogancia: son factores que obtienen o provocan información y emociones negativas. 6. Las emociones sociales o secundarias tienen sus propias características que pueden resumirse: (IV) a. En emociones secundarias, derivadas o complejas. b. Exigen requisitos cognitivos (noción del yo, autoconciencia).
c. Juegan un papel importante el aspecto socio afectivo. 7. Las emociones sociales: dependen de lo considerado "correcto" o "incorrecto".
a. Surgen en contextos interpersonales.
b. Conllevan tendencias de acción con implicaciones interpersonales.
Como rasgos específicos, tenemos:
1. Cada una surge ante un tipo particular de eventos.
2. Supone una experiencia subjetiva diferente y específica.
3. Tendencias de acción también diferentes.
Quienes consumen SPAs no dejarán de hacerlo por más normas punitivas que aparezcan. Si quieren consumir, lo harán por encima de todo. Se debe entonces robustecer la salud, la formación y la educación. La razón más común está directamente relacionada con el aumento de las violencias inter-intrafamiliares, en donde las mujeres por lo general, son empujadas o zarandeadas; golpeadas con la mano o con objetos duros; mordidas; pateadas o arrastradas siendo esto uno de los factores de riesgo que induce a los menores de edad y jóvenes al consumo, en la mayoría de los casos; como también: la familia ausente o que no da afecto; padres o hermanos consumidores de alcohol y SPAs; modelos inadecuados de relación con altos niveles de agresividad; pobreza, vivienda en áreas con mayores niveles de delincuencia y desorganización; hiperactividad y dificultades de atención; consumo de SPAs por parte de la madre durante el embarazo; excesiva timidez y aislamiento; enfermedades frecuentes. La forma como se establece la relación del hijo con la madre, y la estructura mental de la madre misma es factor determinante para que surja posiblemente un consumidor. (V) Las mujeres nuestras, temen ser llamadas "histéricas" sólo por seguir sus emociones naturales. ¿Cuál es el origen de ese miedo? ¿Cree que es consecuencia del machismo? En nuestro medio, los análisis psicológicos realizados a los usuarios de SPASs, la madre se manifiesta como una madre esquizofrenógena; esto es, como la mujer que es capaz de incentivar comportamientos esquizofrénicos en sus hijos mediante la comunicación de dobles mensajes. Una forma pedagógica de entender este fenómeno es imaginar a la madre una noche angustiada, sin poder conciliar el sueño, parada junto a la ventana, esperando a que su hijo llegue porque miles de temores, acerca de lo malo que le pueda suceder la atormentan, sobre todo después del terremoto del 25 de Enero de 1999 en el Departamento del Quindío; no obstante, cuando el hijo regresa a casa, la madre enfurece y lo maldice invitándole a que tome la calle de nuevo, asegurándole que lo que haga de su vida no es asunto de ella, abiertamente le manifiesta no sentir el menor remordimiento de todo lo malo que le pueda suceder. Otro ejemplo, es ver como se le permite al hijo acceder a las mejores formas de enseñanza, pero se le está diciendo implícita o explícitamente que no sirve para nada. La madre del consumidor, es una persona con un alto sentimiento de culpa, que no le permite interactuar adecuadamente en la adaptación del hijo al medio. Esta mamá se debate continuamente entre dejarlo ser como sujeto y ubicarlo como objeto; entre odiarlo y amarlo. Su culpa hace que le tolere al hijo comportamientos que en ocasiones rechaza; premia y castiga de manera indiscriminada y alterna, creando en el hijo un descontrol sobre lo lícito y lo ilícito, lo bueno y lo malo. La madre es la autoridad que se ve permeada por su propia culpa.
A la presencia de la mamá se contrapone la ausencia de un padre. Puede que esta ausencia sea real o simbólica. La realidad, marcada por el abandono evidente en los primeros años de existencia del niño y la simbólica, porque la madre no le permite al padre ubicarse como autoridad ante el hijo, así esté el hombre de cuerpo presente. No importa aquí, que tan "bravo" o pasivo sea el padre, si la madre no hace el puente entre padre-hijo; jamás será reconocido como autoridad y símbolo de identificación. Tal vez por esta razón es que el consumidor de SPASs, muestra no tener claramente definida su psicosexualidad y, correlacione con su compulsión la repetición de comportamientos incuestionables de su desajuste en la sexualidad.
Ante esto el usuario de SPASs, aparece como una persona insegura, que no tiene claramente definidos los polos entre lo que es compasivo y lo que es rencoroso, fluctúa entre la inteligencia óptima, vista en su desempeño de algunas actividades, y la estupidez más profunda, vista en otras.
La inteligencia académica tiene poco que ver con la vida emocional, las personas más inteligentes pueden hundirse en los peligros de pasiones desenfrenadas o impulsos incontrolables. El sexo es muy importante en la vida emocional de una mujer. El problema con los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) es que, justamente, hacen que las mujeres estén menos interesadas en él y menos receptivas al placer sexual; les es mucho más difícil llegar al orgasmo. Existen otros componentes como la capacidad de motivarse y persistir frente a decepciones, controlar el impulso, regular el humor, evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar, mostrar empatía; constituyen un tipo de Inteligencia distinta a la racional y que influye más significativamente en el desempeño en la vida.
Las diferencias en nuestro grado de dominio de las competencias sobre las que descansa nuestra conciencia social, determinan las correspondientes diferencias en las competencias terápicas que dependen de la empatía (la más esencial de las competencias sociales propias del mundo de las SPASs). Entre ellas cabe destacar:
Comprensión de los demás: Experimentar los sentimientos y las perspectivas de los demás e interesarse activamente por sus preocupaciones.
Orientación hacia el servicio: Anticiparse, reconocer y satisfacer las necesidades de las personas y animales.
Desarrollo de los demás: Darse cuenta de las necesidades de desarrollo de los Otros y contribuir a su satisfacción.
Aprovechamiento de la diversidad: Servirse de la variedad para aprovechar las oportunidades que se presenten y, ser capaz de registrar las corrientes políticas y sociales subyacentes a todo Centro de Prevención de las drogas.
Los consumidores de SPAS se hallan rodeados de una fama que les hace parecer mejores personas, incluso de lo que realmente son. Es como si la confianza cosechada modificara la valoración de sus superiores, mereciendo una cualificación más elevada de lo que permitiría predecir la simple estimación objetiva de su rendimiento en lo personal y social.
Pero, a falta de empatía o de competencias sociales, la responsabilidad también puede acarrear serios problemas. Los consumidores poseedores de esta habilidad, exigen mucho de sí mismos y pueden empeñarse también en que los demás se adapten a su modo de actuar y, mostrarse sumamente críticos con quienes no lo consiguen. Cuando la eficacia, por último, adopta la forma de una ciega conformidad a las expectativas, puede convertirse en un serio obstáculo para la creatividad y conviene hacernos estas preguntas reflexivas:
1. ¿Es posible la responsabilidad careciendo de control emocional? 2. ¿Se nutre la responsabilidad de nuestra energía emocional? 3. ¿Qué relación hay entre la responsabilidad y el fracaso? Parte de estas respuestas nos revela el vínculo de la IE con la responsabilidad. (VIII) Todo empezó con una serie de estudios sobre la IE, los cuales indicaron que las personas intelectuales más brillantes, no suelen ser las que más éxito tienen, ni en los negocios, ni en su vida privada; sino que son personas que perciben más hábil, fácil y rápidamente que los demás, los conflictos en gestación que tienen que resolverse. Es bien sabido que cada generación se complace en pasar las fronteras de lo prohibido por sus mayores, en un esfuerzo por reafirmar su identidad como seres autónomos. Si los padres cincuentones y setentones de hoy en día fueron "hippies" y rebeldes en su juventud, era obvio que sus hijos tenían que ir aún más lejos. La formación de la identidad es el resultado final de la adolescencia, o al menos la formación de la identidad madura, cuando la persona sabe exactamente quién es y cual es o puede ser su papel en el mundo. Los padres siguen teniendo aquí una gran relevancia para que puedan formar su propia identidad y no que se le imponga una forma concreta de pensar. Facilitarles pensar por su cuenta para adquirir una identidad madura está muy relacionado con los estilos de crianza. Dado que las niñas tienen un desarrollo más temprano que los varones a lo largo de la adolescencia, también se ve reflejado en que ellas maduran más rápidamente y logran antes la identidad que los varones. Otra diferencia está en que las muchachas se centran más en aspectos interpersonales y los muchachos en aspectos intrapersonales para la formación de su identidad.
Por eso, cosas como comerse un feto humano en un ritual macabro o ejecutar un acto sexual con un cadáver, van siendo las únicas que pueden conmover a alguien que ya lo ha visto y probado todo. ¿Le impactó el párrafo anterior? ¿Qué vendrá después? ¿Llegó a gustarle? ¿No quisiera leer sobre cosas todavía más morbosas? Ese párrafo fue redactado con el propósito de hacerle ver, si usted, al igual que casi todos los miembros de la sociedad moderna, es un consumidor de fuertes emociones.
(Ruiz Aranda, Fernández Berrocal, Extremera, Salguero-Noguera (2005), mencionan en sus investigaciones que las personas que perciben claramente sus emociones, reparan sus estados de ánimo negativos, se concentran hacia la resistencia, minimizando el impacto de los eventos estresantes. Cuando estamos ante situaciones de estrés, tratamos de controlar o aguantar nuestras emociones y conducta; a esto se le llama afrontamiento o resistencia del estrés. Es la habilidad para enfrentar los sucesos adversos, situaciones estresantes y emocionales fuertes sin "imitarse"; hay que controlar los impulsos, es decir, demorar o resistir el impulso, o tentación a actuar, y controlar las propias emociones. Esta resistencia también tiene que ver con el cómo el individuo enfrenta una situación estresante. Puede variar entre las personas, esto depende de varias circunstancias como: la percepción de la situación, rasgos de personalidad, asertividad, ciclo de vida, apoyos sociales, aspectos cognitivos, aspectos conductuales (Figueroa, Contini, Lacunza, Lewin y Suedan, 2005.
Uno de los factores de Protección que han indicado varios autores, más bien como macrofactor que como factor específico, aunque como veremos es difícil definirlo, es el de resiliencia (resilience) o, resistencia al sufrimiento. Este factor se basa en el hecho de que los niños de ciertas familias, a pesar de tener presentes cierto número de factores de riesgo para el consumo de SPAS no consumen. Esta falta de consumo, a pesar de las condiciones adversas en las que están, se explica por la existencia de uno o más factores de protección que contrarrestan el efecto de los factores de riesgo presente. Como uno de estos factores de protección centrales, a partir del cual estarían presentes otros factores de protección, está la resiliencia.
Las conductas en situaciones críticas de comunicación pueden ser: agresivas (ataque-defensa); pasivas (huida) y asertivas (afrontamientos). ¿Cómo desarrollar la asertividad? Con una actitud positiva hacia el cambio. Desde la voluntad de mejorar las relaciones interpersonales. Fortaleciendo la capacidad de empatía. Fomentando el equilibrio emocional. Expresando proximidad, consideración y respeto. Evitando los prejuicios y estereotipos. Corrigiendo las conductas erróneas. (IX) El equilibrio familiar en una sociedad sin SPAS como utopía, y en otra donde si existan las SPASs tan abiertas como hoy en ciertos países, el de innegables publicaciones o espectáculos, con el refinamiento en la oferta que hay para bebidas alcohólicas, cafés o tabacos, se contraponen como el agua y el aceite, necesitándose altas dosis de ingenio para tratar, por lo menos, de entenderse en momentos de dificultad o, de tránsito actitudinal-emocional constante y con modestia variable. ¿Sólo son parte de la solución las leyes represivas, cada vez más severas, como consigna del Estado? Y ¿Cuál es su mal?: no es precisamente por el excesivo tamaño de éste, sino por su ausencia de siempre, que suele suplirse con simple represión cada vez que los conflictos que su falta ha generado, se han salido de madre y desafiado la tranquilidad pública o, como ahora ocurre, se desmadra la paciencia de la primera sociedad consumidora de SPAs ilegales. Y ¿qué es una droga ilegal? La que el sistema establece como tal. En Colombia existen las SPAs de acuerdo con tratados internacionales deben estar en la llamada lista Uno, (la Lista Uno, incluye sustancias que se han desarrollado, producido, almacenado o empleado como arma química o que, por su estructura o alta toxicidad, presentan un grave riesgo a los fines de la Convención), sobre la base que generan adicción, pero entendido este último término desde un punto de vista científico. Frente a la adicción se han realizado cientos de investigaciones.
Se describe, la adicción, como "enfermedad" por ser algo que altera el estado de salud de una persona -teniendo en cuenta que salud es el completo bienestar físico, mental y social del ser humano- La realidad es que la adicción al alcohol o a las SPAs puede padecerla cualquier persona, tenga o no tenga enfermedad mental crónica alguna, y debe ser tratada primeramente, esto es: antes que cualquier otro problema emocional o mental; quiere decir sencillamente que la persona tiene que aceptar que está enfermo ( a) y que debe abstenerse de seguir consumiendo SPAS o alcohol, además de pedir ayuda a los expertos en la problemática. Algunos investigadores científicos afirman que es posible saber con mucho tiempo de anticipación si una persona va a ser adicta o no en alguna etapa de su vida.
Sinembargo existen diversas teorías, entre las que se encuentra la difundida por el sacerdote jesuita César Uribe, quien lleva trabajando con consumidores más de treinta años, y quien, junto con el médico psiquiatra Mauro Torres, afirman que la compulsión es una enfermedad hereditaria. Para ellos la adicción nace de la compulsión que, según explica Uribe, es la voluntad extra racional irresistible de actuar en dirección invertida, bien sea por medio de una sustancia química o sólo por el comportamiento, lo que produce daño al individuo y a la sociedad. Aunque esta teoría tiene sus contradictores, para Uribe las compulsiones se relacionan hereditariamente, unas con otras, en los miembros de un mismo árbol genealógico, de modo que lo que en los bisabuelos se mostraba como una compulsión determinada, (alcoholismo, por ejemplo) en sus descendientes se puede transformar en otras (drogadicción) y de estas vuelven a emerger más adelante, otra sucesión estricta (prostitución, tabaquismo). Sin embargo, según el sacerdote, el compulsivo nace así pero se le desencadena por el ambiente. La dinámica social y familiar permiten y obligan a repetidos cambios -muchas veces no anunciados-, tomando de improviso las más de las veces a los usuarios, por lo general consumidores inconscientes, gente del común, que al no asimilar lo que consumen y lo que el medio les proporciona como comportamiento objetal, terminan por ser consumidos por el poder de la persuasión de los agentes que ofrecen el producto psicotrópico, convirtiéndose en delincuentes y víctimas, en donde suelen ser una idéntica persona.
Es un problema de oferta subliminal y, de demanda compulsiva. Es ver cómo el comportamiento objetal se transforma cuando se entra en la fila de los poderes objetales al consumir las baratijas que colocan ante los ojos del interesado. ¡Cómo se transforma la persona cuando visita las vitrinas que ofrecen el mercado libre o determinados centros comerciales! ¡Cómo permite el individuo que le manipulen sus ingresos cuando deja crear necesidades que antes no tenía! Falla la creatividad, la crítica y se conducen como simples compradores y consumidores compulsivos. Este tipo de alienación se da, con mucha facilidad, en las gentes de los Países en desarrollo como una situación existencial de ser y de poder. Por ello, el poder que da la tenencia de los objetos les permite ser más poderosos, sentirse más seguros y más dueños de todo lo que les rodea. Es una situación parecida a la que sufren las clases emergentes -las del fácil dinero-, problema que también se crea la clase media con la tendencia a la imitación y a la frustración, por su difícil movilidad social. Las clases altas que están acostumbradas al poder de los objetos, muchas veces abusan de ese poder, y se pone en peligro toda la estructura de una ciudadanía creando resentimiento, dolor y envidia en las personas que aspiran al poder de los objetos, pero que por su condición social y de personalidad, por las escasas oportunidades que se les brinda, sólo se quedan en eso en aspiraciones fallidas. La persona se socializa en una familia, sea nuclear o extensa, en un barrio concreto con otros niños y amigos que va conociendo y en la escuela, cuando es escolarizado. También los medios de comunicación de masas intervienen actualmente en este proceso. Entendemos que este proceso es más o menos estático. Ello implica una importante estabilidad en un lugar concreto (por ejemplo, en un barrio de una ciudad, o dentro de una misma ciudad aunque haya cambios de domicilio) y el mantenimiento de una misma familia (padre, madre, hijos). La realidad nos indica que esto ha cambiado de modo radical en los últimos años. La movilidad geográfica por desplazamientos poblacionales, inmigración interna y, los cambios de trabajo tienen una enorme constancia en la historia colombiana, y lo contrario podemos decir de las separaciones, divorcios y separaciones obligadas.
Sin embargo, en los últimos años, con la aparición del fenómeno de las drogas, y la disponibilidad de las mismas, los cambios de un lugar a otro pueden tener una mayor influencia en los niños que en el pasado, específicamente sobre el consumo de SPAS. Con los factores de protección adecuados no hay ningún problema. Si en el cambio aparece que el niño o adolescente no se adapta bien a su nuevo medio, o, bien la familia relaja el control del mismo o, cambia el tipo de crianza, puede incrementarse el riesgo (Hawkins, Arthur y Catalano, 1995). Esto es más probable que ocurra del paso para la zona rural a la urbana, como distintos estudios han indicado (Muñoz-Rivas et al., 2000). Aun así, este es uno de los factores más difíciles de evaluar porque los estudios suelen hacerse retrospectivos, hay pocos estudios longitudinales, y pueden estar presentes otros factores de riesgo de gran relevancia que falsean al anterior. Pero, en su inicio, en muchos casos, es el factor de movilidad el que facilita los otros.
Estos principios de "insania mental", -consumidores de SPAS, compradores compulsivos, aspiraciones fallidas-, son algunas de las muchas causas que hace saltar en mil pedazos a la familia, a la escuela, a la comunidad en general y con ellas, a todo su sistema de estructura, pues, la familia al no poder acreditarse como tal, se convierte a su vez en causa y efecto de toda serie desencadenante de crisis y desajustes particulares, que la persona en su finita condición de humano y en uso de la libertad misma, se permite jugar con su infinitud psicológica: fantasías creativas o fantasías destructoras.
Si existe el derecho a desarrollar la personalidad, ¿por qué no poder expandir la dimensión de las emociones y los sentimientos? ¿Qué pasa con la libertad de cada persona para determinar su propia relación con las fuerzas invisibles del universo? Si el cristianismo -por la ceguera de su arrogancia, por la inconsciencia de su egocentrismo, por su fanatismo intolerante-, no hubiera cortado de raíz todo contacto con la naturaleza, la droga alucinógena no hubiera perdido su razón de abrir las puertas al supramundo y al submundo y, hoy estas preguntas no resultarían absurdas: los alucinógenos hubiesen seguido siendo las útiles herramientas de los Chamanes y no habrían pasado a manos de ciertos empíricos, charlatanes y desorientados políticos.
La promesa teologal de la mitología que llegó en las carabelas, destrozó el delicado equilibrio que permitía la integración del hombre con su entorno original: si no tuviéramos que esperar a morirnos para disfrutar de la muerte, no se tendrían que emprender viajes sin brújula cuando antes eran territorios reconocidos; si pudiéramos tener la vida-muerte cerca, dejaríamos de ser unos debilitados y la generosa naturaleza seguiría siendo un templo, una fuente inagotable de conocimientos: la ciencia no tendría que dar rodeos en el tiempo para descubrir que las nuevas medicinas, -entre ellas muchas de las alucinógenas más modernas- que hace siglos se descubrieron en sus estados naturales por los pueblos que peyorativamente se nos ha hecho en llamar primitivos . Lo que antes era sabiduría de ancianos, hoy es caos experimental; lo que hoy son curaciones milagrosas, antes tenían explicaciones cercanas: se podían encontrar las soluciones allá, del otro lado del bareto, y se podían tomar, y se podía volver con ellas sin tener que morir irremediablemente, sin tener que sufrir la insufrible soberbia de los dioses de papel o, la involuntaria miopía de los jueces. La realidad es que la población con dificultades y limitaciones corporales e "insania mental", toma todo su valor de la particularidad que nombra a la persona bajo el dominio de su condición y de su posición con respecto al deseo inconsciente, "sistema de impulsos reprimidos, pero activos, que no llegan a la conciencia". Ello representa con frecuencia una fuente de marginación por parte de algunos "mandos de poder", que con su prepotencia cultural tienen cierta tendencia a rechazar las vías de solución atípicas, en las que también tiene que circunscribirse la ética. La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar, decía Friedrich Nietzsche.
HAWKINS, J. D., ARTHUR, M. W. y CATALANO, R. F. (1995). «Preventing substance use». En M. Tonry y D. Farrington (Eds.), Crime and justice: A review of research. Vol. 19. Building a safer society. Strategic approaches to crime prevention (pp. 343-427). Chicago, IL: University of Chicago Press.
MUÑOZ-RIVAS, M. J., GRAÑA, J. L. y CRUZADO, J. A. (2000). Factores de riesgo en drogodependencias: Consumo de drogas en adolescentes. Madrid: Sociedad Española de Psicología Clínica, Legal y Forense.
IV. http://www.slideshare.net/jcfdezmx/las-emociones V. http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20100525084947AAhobSk VI.
http://www.unl.edu.ec/educativa/wp-content/uploads/2010/02/MODULO-V-PSRH- 2010.docx VII.
http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/ma60008a018 VIII. http://www.slideshare.net/mariaabarca/que-es-el-desarrollo-de-la-inteligencia IX.
http://www.slideshare.net/alafito/inteligencia-emocional-1620556
Programa de Promoción en Prevención hacia el fortalecimiento de los factores protectores con miras a lograr la reversión de los elementos de riesgo. Doc. III.
Autor:
Francisco Castro Amórtegui. Ps. Ped.