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Economías Fallidas (página 8)

Enviado por Ricardo Lomoro


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"Los países de la UE se plantean reformar el funcionamiento del fondo de rescate permanente, que sustituirá al actual en 2013, con el objetivo de dispensar a la banca de la obligación de asumir en el futuro pérdidas en los bonos de Estados miembros que necesiten ser rescatados, como ha ocurrido con Grecia"… La UE se plantea dispensar a la banca de la obligación de contribuir a futuros rescates de países (Expansión – 28/11/11)

El fondo permanente -cuya puesta en funcionamiento Bruselas quiere adelantar a 2012 para ayudar a frenar la crisis de deuda- prevé a petición de Alemania que el sector privado participe de forma general en futuros rescates, eso sí, como último recurso cuando se constate que el país en cuestión es insolvente.

La mayoría de los Estados miembros, liderados por Francia, España o Italia, quieren borrar esta cláusula del denominado mecanismo europeo de estabilidad porque creen que está en el origen de las actuales turbulencias en los mercados.

Desde que se decidió implicar a la banca en rescates -en la cumbre que celebraron en octubre de 2010 el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel- los inversores han dejado de considerar la deuda de los países de la eurozona, especialmente la de los periféricos, como un activo libre de riesgo y han iniciado una espiral vendedora de bonos europeos que se ha contagiado primero a Italia y España y se está contagiando al núcleo de la eurozona.

La participación obligatoria del sector privado perjudica además a la banca, que debe aumentar sus provisiones para cubrir eventuales pérdidas de los bonos europeos. El ex presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ya avisó de estos riesgos a los líderes europeos el año pasado, pero éstos decidieron ignorar sus recomendaciones.

Mientras continúa el timo de los "trileros", los sistemas bancarios europeos siguen siendo demasiado grandes: suponen el 440% del PIB en Reino Unido, el 335% en Alemania o el 306% en Francia… y según Morgan Stanley la necesidad de refinanciación en Europa en los próximos 3 años es de alrededor de 1,7 billones de Euros. Con estas cantidades y el crédito soberano casi cerrado (esperando una solución a la "alemana") la clave no es la refinanciación, sino el desapalancamiento. Al final hay que investigar quién va a financiar a los gobiernos para que salven a los bancos, algo que todavía no está nada claro oyendo a los alemanes y al BCE.

La amargura de la victoria (después de tantas viejas y queridas causas perdidas)

Han pasado cinco años desde que reventó la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos. El sector de la vivienda sigue siendo una de las principales razones por las que la economía del país tiene un desempeño tan débil.

Ya han pasado dos años desde que las llamas aparecieron por primera vez en Grecia, y sin embargo el fuego aún no ha sido apagado. Ahora se ha propagado a Italia.

En ambos continentes, ya no quedan dudas sobre la severidad de la amenaza o la urgencia con la que se necesitan mejores políticas. Aun así, los jugadores parecen completamente incapaces de actuar.

¿Qué les está llevando tanto tiempo? Decidir "quién tendrá que pagar la cuenta".

"En todas las crisis, se deben repartir las pérdidas entre deudores, acreedores y contribuyentes", explica Anna Gelpern, profesora de derecho de la Universidad Americana y ex funcionaria del Tesoro de EEUU "Es un concepto sorprendentemente simple, y completamente irreconciliable".

"Por definición, es un problema político", agrega. "Incluso si surgiera la idea de una distribución óptima, si no es vendible políticamente, no puede concretarse"… Por qué duran tanto las crisis: nadie quiere pagar la cuenta (The Wall Street Journal – 10/11/11)

Esta vez, la escala es intimidatoria. El Fondo Monetario Internacional estima que los tenedores de hipotecas en EEUU y otras deudas perdieron US$ 2,7 billones (millones de millones) en la fase estadounidense de la crisis global, parte de cuya suma ya fue trasladada a los contribuyentes. Las viviendas del país valen casi US$ 7 billones menos que hace cinco años, una caída de 25%.

Se han hecho toda clase de intentos por reducir los pagos mensuales de hipotecas para algunos, por refinanciar créditos con intereses altos, por asegurarse de que los embargos se llevan a cabo correctamente, por recapitalizar bancos para que puedan absorber pérdidas, y demás. El gran paso que no se dio: reducir el principal sobre las hipotecas. El gran obstáculo: ¿quién paga los platos rotos? ¿Los bancos? ¿Los inversionistas hipotecarios? ¿Los contribuyentes?

En Europa, los retrasos para admitir que Grecia pidió prestado demasiado convirtieron lo que hubiera sido un problema difícil pero manejable en una calamidad. Un gran motivo para el retraso: decidir quién pagaría la cuenta. ¿Los contribuyentes alemanes? ¿Los accionistas de bancos franceses? ¿Los tenedores de bonos extranjeros?

Cuando un prestatario -un banco, una empresa, un país- tiene problemas, la reacción inicial es decir, bueno, tienen el dinero, sólo que están cortos de efectivo. A menudo eso es verdad. Así que el prestamista le da un respiro al prestatario, la empresa empeña sus cuentas por cobrar, o el "acreedor de último recurso", el banco central, otorga préstamos de emergencia porque está seguro de que le devolverán el dinero. El problema, se dice, es de "liquidez" (lo que significa que nadie perderá dinero al final) en lugar de decir "solvencia" (lo que significa que alguien perderá dinero).

La tentación de extender esa lógica más allá de la razón es grande. Admitir que, por ejemplo, algunos gobiernos europeos no pagarán 100 centavos por cada dólar, o que algunos préstamos hipotecarios no valen lo que dicen los libros contables, obligaría a los prestamistas a asumir pérdidas. Si éstas son grandes, la solvencia de los bancos está en duda. En Francia, los mercados no están tan escépticos ante la capacidad del gobierno de pagar sus cuentas y cumplir con las obligaciones de intereses, sino que se preocupan más por un potencialmente costoso rescate gubernamental de los bancos que tienen mucha deuda de gobiernos extranjeros.

Entonces, los bancos y los inversionistas igualmente prestan, a menudo a tasas de interés que reflejan el riesgo de que no cobren. Si todo sale bien, ganan mucho dinero. De lo contrario, y hay mucho dinero en juego, los contribuyentes pagan las cuentas.

""Las partes que tienen pérdidas contractuales intentan pasar esas pérdidas a otros, especialmente a los contribuyentes", afirma Edward Kane, economista de Boston College. "Estas crisis tienden a prolongarse mientras haya una posibilidad de trasladar las pérdidas a los contribuyentes".

Entonces primero está la negación, luego los retrasos y por último, el disimulo. Esto tiene costos. Los préstamos bancarios son uno. "Los bancos no están ansiosos de otorgar crédito, porque no saben cuánto capital tienen, y les resulta difícil levantar dinero, porque los inversionistas no están seguros de su condición financiera", sostiene John Makin, del American Enterprise Institute"… (The Wall Street Journal, op. cit.)

¿Pero quién pierde aquí? Los contribuyentes terminarán pagando todos (o casi todos) los platos rotos. ¿Cuántos? Hasta que no se decida eso, la crisis continuará.

De chantaje en chantaje hasta la hecatombe final

edu.red

Seguramente van a pensar (tal vez con razón) que aprovechando que la crisis pasa por los Estados Unidos y la Unión Europea, quiero "llevar agua para mi molino", criticando la globalización (una vez más). Pero como "testigo de cargo" (título del Apartado donde publico mis Papers, dentro de la página web "realidad económica"), me animo a sostener que estas "economías fallidas" llevan provocando una "década perdida" en sus respectivos países (antes "avanzados"), para conseguir la "década prodigiosa" de los países BRIC (y otros "emergentes", antes "sumergentes"). ¿A cambio de qué?

La globalización ha facilitado la financierización de la economía (si no fue ésta, la causa de aquella), y el libre movimiento de capitales ha sido el vaso comunicante del tsunami financiero. La desregulación (privatización) y la laxitud de los controles (connivencia), hicieron el resto. Nada de esto ha ocurrido de manera fortuita; de ningún modo es un "hecho de la naturaleza"; el "cisne negro" se transformó en una bandada migratoria de aves carroñeras que recorre el planeta depredando bienes y empleos.

Los "bíblicos" ciclos económicos (que alguna vez ciertos "profetas" de la globalización, dieron por terminados), no afectarían simultáneamente a tantos países si no existiera el libre movimiento de capitales. La pérdida de puestos de trabajo serían menores si no existiera el libre movimiento de mercancías. Los daños y los rescates serían inferiores.

La "economías fallidas" han logrado que no haya "contrapartidas" a las locuras especulativas que se comenten. Se pasa de la "euforia excesiva" al "pánico irracional", donde algunos (siempre los mismos) ganan dinero (demasiado), en detrimento de muchos (casi todos) que pierden lo poco que tienen.

Las "economías fallidas" han destruido las clases medias propias para promover el surgimiento de clases medias en los países donde han delocalizado la producción. Creyeron (o hicieron creer) que la "sopa boba" del "crédito para todos" sustituiría a los salarios perdidos, para terminar descubriendo (o haciendo descubrir) que el "pago fácil" no suple al empleo, ni los precios baratos de los bienes importados (que renunciaron a producir localmente) compensan los menores ingresos salariales de los empleos basura, temporales o precarios.

El mayor "éxito" de la globalización y sus hijas putativas, las "economías fallidas", ha sido que, por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, los hijos tengan menores expectativas de ingresos que la de sus padres. Genial, "todo un triunfo".

En las "economías fallidas" se da la triste paradoja que la generación mejor formada de la historia se está muriendo a las puertas del paraíso. Entran caminando hacia atrás en el futuro. No pueden conseguir empleo, y si lo consiguen, es precario; viven atenazados por el salario del miedo; trabajan dos (hombre y mujer) por el salario de uno; no pueden integrar una familia; no pueden comprar una casa; no pueden tener hijos… eso se lo dejan a lo hacen los inmigrantes (con lo que el suicidio cultural está asegurado)…

Lo único que se ofrece a la juventud, repito, "la (supuestamente) mejor formada de la historia", son chupetes (teléfonos móviles, Smartphone, iPhone, iPad, mp3, mp4…), anestésicos de masas (Facebook, Youtube…), y fórmulas de analfabetismo funcional (SMS, Messenger, Twitter)…Trabajo no encuentran pero, eso sí, todos tienen un mundo feliz en la "cloud computing"… "Nube", "niebla", "ceguera voluntaria", qué más da…

Para aquellos que no toleran la "excepción justificada", la droga y/o el alcohol son la(s) fórmula(s) ofrecida(s) y utilizada(s) por el establishment para domesticarlos, mientras realizan la travesía del desierto. Adicción por adhesión. Un mensaje escalofriante.

A los "sobrevivientes" de este viaje a ninguna parte, les aplican un "masaje" mental de fútbol, beisbol, baloncesto, o Super Bowl, para completar la "gibarización" (lobotomía). ¿Será este el "Fin de la Historia" que profetizó Fukuyama? Una analogía patética.

Ante la falta de perspectivas que tiene ser miembro de una "economía fallida" (norteamericana o europea, tanto monta, monta tanto), ante tamaño surrealismo, ante tal ópera bufa… ¿no habrá llegado la hora de desaprender el dogma neoliberal? ¿en un momento tan difícil, no habría que hacer que lo impensable sea realmente impensable?

¿Alguien se imaginó en algún momento que en los EEUU se podría alcanzar un nivel de desempleo real del 22,2% (según Shadowstats.com), de la población activa?

¿Alguien se imaginó en algún momento que el número de estadounidenses que recibiría cupones de alimento por parte del Gobierno alcanzara a más del 14% de la población?

¿Alguien se imaginó en algún momento que en la Unión Europea el 50% de los jóvenes estuviera desempleado?

¿Alguien se imaginó en algún momento que en la Unión Europea se alcanzaría una tasa de población en riesgo de pobreza del 19,5%?

¿Alguien se imaginó en algún momento que China iba a terminar financiando "the american way of life" (la adicción al consumo de los Estados Unidos)?

¿Alguien se imagino en algún momento que la falta de solvencia de la banca europea obligaría a intervenir a la desesperada a los bancos centrales (Reserva Federal de Estados Unidos, Banco Central Europeo, Banco de Japón, Banco de Inglaterra, Banco Nacional de Suiza, Banco de Canadá), por segunda vez en menos de tres meses? ¿Y qué tuvieran que prorrogar la "barra libre" para los bancos, hasta el año 2013?

¿Alguien se imaginó en algún momento que la Unión Europea tendría que recurrir al Fondo Monetario Internacional en busca de auxilio financiero?

¿Alguien se imaginó en algún momento que la deuda soberana de los Estados Unidos pudiera perder la calificación de Triple A?

¿Alguien se imaginó en algún momento que el dinero que el BCE facilitara a los bancos ("ilimitadamente") no sería inflacionario y que el dinero utilizado (por el mismo BCE) para adquirir deuda pública ("limitadamente") podría ser inflacionario?

¿Alguien se imaginó en algún momento que la Fed llegaría a comprometer 7,77 billones de dólares entre 2007 y 2009, incluyendo garantías además de préstamos, un valor equivalente a más de la mitad del PIB de EEUU, sin el conocimiento del Congreso de EEUU, para salvar al sistema financiero mundial?

¿Alguien se imaginó en algún momento que el sector bancario recibiría un total de ayudas públicas de 1,6 billones de euros entre octubre de 2008 y diciembre de 2010 procedente de los países de la Unión Europea (UE), lo que supone un 13 % del Producto Interior Bruto (PIB) europeo?

¿Alguien se imaginó en algún momento que los líderes europeos reaccionarían con tantos titubeos (parsimonia, zigzagueos y retrocesos), o actuarían con torpes intentos, malinterpretando la realidad e ignorando el inminente peligro hasta que hayan hecho incluso más daño a la economía mundial que el que hizo Estados Unidos en 2008?

¿Alguien se imagino en algún momento que se pudiera romper la Zona Euro, desaparecer el Euro o disolverse la Unión Europea?

¿Alguien se imaginó en algún momento que Barack Obama registraría el peor índice de popularidad de la historia moderna de los EEUU justo un año antes de optar a la reelección presidencial?

¿Alguien se imaginó en algún momento a Sarkozy "pegado a la teta" de Merkel, o al todopoderoso Berlusconi expulsado del poder por un "golpe" acreedor-tecnocrático?

¿Alguien se imaginó en algún momento que tanto EEUU, como la UE pudieran estar tan cerca de formar parte de los Países del Tercer Mundo?

Hasta ahora nada de lo "actuado" (otra vez con los artistas) por la Fed y el BCE ha servido para apoyar el crecimiento económico (demanda) o aumentar la ocupación de la mano de obra (empleo), en medio de la turbulencia. Toda la "barra libre" de liquidez se empleó para aliviar las tensiones de la banca y alentar la especulación bursátil.

Tras cuatro años de crisis del crédito, los bancos y los Estados están entrelazados en un abrazo mortal: los primeros tienen en su balance la deuda de los Estados y estos se encuentran en una situación de tal debilidad presupuestaria que les impide recapitalizar a los bancos adecuadamente (una ironía más de la crisis: aunque quisiera nacionalizarlos quizá no podrían). Mientras, el 70% de la operativa bursátil en los EEUU, está en manos de "autómatas" (high frequency trading). ¡40.000 operaciones, en un parpadeo!…

La mitad de los países desarrollados tiene tanta deuda que no pueden costear más estímulos fiscales, dice la OCDE. El Fondo Monetario Internacional no tiene dinero suficiente para rescatar a Europa. ¡Y los "programas algorítmicos"… juegan a Dios!…

Estos funambulistas de la economía de casino han pasado del "demasiado grandes para caer" (bancos), al "demasiado grandes para ser rescatados" (países), sin importarles un "carajo" (antes y después) los "demasiado pequeños para ocuparse de ellos" (la gente común) que, finalmente, resultan ser los únicos "paganinis" de todas las apuestas. Rojas o negras, pares o nones (cuando sale cara, yo gano, y cuando sale cruz, tú pierdes).

¿Será este un paréntesis histórico plagado de experimentos patológicos perpetrados por pensadores mercenarios, especuladores desenfrenados, organismos no electos, y políticos trastornados?…

Es difícil tener perspectiva sobre los acontecimientos cuando todavía están pasando (2/12/11) pero, antes de la despedida, les invito a observar "la raya de abajo" (así se expresaba, oportunamente, un ex-vicepresidente del City Bank -antes que fuera el Citigroup y viviera de la teta de la Fed- cuando se refería al "resultado final" de un negocio), lo que "realmente" interesa saber de este Armagedón. ¿Es causa o efecto?

Puedo ser "políticamente incorrecto" (y me congratulo), pero esta crisis (siendo tan grave y extensa) no es la "causa" del paro, ni de la pobreza en los países (antes) avanzados, es un "efecto" de la globalización, del librecambio, de la desregulación, de la financierización, de la deslocalización y de la externalización. Tampoco es un "daño colateral"; está implícito en el modelo de economía de casino (en línea con lo esperado, vamos). Los montajes piramidales, tienen (antes o después) este tipo de consecuencias, el que gana "se lleva todo", pero cuando pierde… "se ponen todos". El "reaseguro" (inconfesado) de la economía de mercado. Un capitalismo de manos libres, pero de vía estrecha. Un capitalismo "unilateral". En definitiva, un capitalismo "no sostenible".

Estas son pruebas, aunque otros (muchos) intentan (e intentarán) borrarlas, o sembrar pruebas falsas. El siniestro proceso de socialización de las pérdidas (aunque manteniendo la privatización de las ganancias) resulta la más clara señal de la soberbia, de la indiferencia, de la mofa y befa, con que los dirigentes de los países (antes) desarrollados tratan a su propio pueblo en beneficio del poder de dinero (y en el suyo propio, todo hay que decirlo). Personajes mediocres (algunos, democráticamente ilegítimos), pusilánimes, pero arrogantes, fatuos, e inimputables, que seguirán mandando en provecho de los que "comen como ratones, pero cagan como elefantes".

A los norteamericanos y a los europeos (extasiados con lo que venía de Hollywood) se les inyectó la ilusión de que cuanto más consumieran más felices serían, y en cambio se quedaron con una pila de deuda. Se les pidió que admiraran a la parte superior de la pirámide de ingresos, para descubrir que lo que estaban mirando, en realidad, era un esquema de pirámide. Montañas de mierda que acabaron deslizándose sobre ellos.

Como prueba concluyente del desastroso desempeño colectivo de estas "economías fallidas" hemos presenciado durante la última generación el enorme aumento de la desigualdad entre la clase media industrial y los superricos plutocráticos.

Y no pasa nada. Ante tanta "ceguera interesada" (esconder y extender), yo me pregunto: ¿"alea jacta est"? ¿qué tiene que pasar para que pase algo?

Recuerden: "estar al borde del precipicio no evita dar un decidido paso hacia adelante".

Ahí quedan estas pistas sobre las "economías fallidas", para vuestra reflexión… A los "causantes" de esta lúgubre situación, sólo dos palabras: "memento mori"… Esta discusión recién acaba de comenzar (continuará en un próximo Ensayo).

 

 

Autor:

Ricardo Lomoro

 

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