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Psicología de la salud


  1. Introducción
  2. Modelo biomédico vs modelo biopsicosocial
  3. Experiencia de la enfermedad
  4. Cuidado de la salud
  5. Conductas que ponen en riesgo la salud
  6. Conclusión
  7. Bibliografía

Introducción

La Organización Mundial de la Salud ha definido la salud como estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad, por otro lado a la enfermedad la define como una alteración estructural y funcional que afecta negativamente al estado de bienestar.

Para explicar la enfermedad se puede hacer desde dos modelos: el biomédico y el biopsicosocial. Para el modelo biomédico la enfermedad tiene origen orgánico, y para el biopsicosocial además intervienen factores psicológicos y sociales.

La manera de vivir la enfermedad, depende de la percepción que el individuo tenga de la misma; la forma en que cree se origina, o los cuidados que considere debe tener, es lo que causa el grado de malestar que le produce, es decir, cuando piensa que debe cambiar su estilo de vida y éste conlleva dejar hábitos arraigados, o bien la posibilidad de la muerte.

Una manera de prevenir la enfermedad, es cuidar la salud, y esto implica tener hábitos alimenticios adecuados, realizar ejercicio y evitar el consumo de alcohol, tabaco o cualquier otro tipo de drogas, así como dormir el tiempo suficiente para el descanso del cuerpo y practicar el sexo seguro.

Las conductas contrarias a lo expresado anteriormente, son conductas que ponen en riesgo la salud, porque impiden el funcionamiento normal del organismo.

Cuando se habla de las conductas que ponen en riesgo la salud, es conveniente aclarar que es cuando tienen una base sociocultural o psicológica, puesto que cuando es biológica, es algo que ya no puede tratarse con medios naturales, sino que tiene que recurrirse a control médico, aquí no depende del individuo porque tal vez él no quiera pero las circunstancias lo ameritan, sin embargo, cuando es sociocultural o psicológico, está bajo el control del individuo, quien con orientación adecuada puede superarlas, modificarlas y conservar su salud.

Modelo biomédico vs modelo biopsicosocial

El modelo biomédico es el que ha prevalecido por años, y explica que la enfermedad es causada por una alteración en los procesos bioquímicos o anormalidades neurofisiológicas exclusivamente, y nada tienen que ver los procesos psicológicos y/o sociales. Para el modelo biomédico, la mente y el cuerpo son entes separados, cuando una persona enferma, explica la enfermedad simplemente con base a mal funcionamiento del organismo, pero nada tienen que ver los procesos cognitivos y su interés se centra precisamente en la enfermedad, es decir, en descubrir qué la causa y cómo curarla, pero nunca en cómo prevenirla, o lo que es lo mismo, en establecer condiciones para promover la salud.

Una de las limitantes del modelo biomédico es que, como se basa en la enfermedad, no puede explicar el porqué si varias personas están expuestas a los mismos agentes nocivos, solo una parte de ellas, desarrollan la enfermedad, o también, si existe predisposición genética para desarrollarla, por ejemplo la diabetes, que se considera es hereditaria, no todos los hermanos la presentan.

Por su parte el modelo biopsicosocial, además de tomar en cuenta los factores biológicos, también considera los psicológicos y sociales, de esta manera logra explicar el porqué aun cuando existe predisposición genética para adquirir una enfermedad no todos los individuos la presentan, ya que para que ésta se desarrolle interviene el estilo de vida y la actitud que el individuo tenga hacia su salud o enfermedad. Es conveniente aclarar, que el modelo biopsicosocial, además de la enfermedad también se enfoca en la salud, dicho de otra forma, también se encarga de ver los factores que intervienen para mantenerla y prevenir la enfermedad, o de promocionar hábitos sanos.

Pues bien, considerando que toma en cuenta tanto la enfermedad como la salud para su estudio, desde la perspectiva del modelo biopsicosocial una persona puede mantenerse sana, y no desarrollar las enfermedades, aunque tenga predisposición, si su estilo de vida es, válgase la redundancia, sano, pues mantiene su cuerpo en buen estado (factores sociales), por otro lado, también los procesos cognitivos, la forma de pensar que tiene el individuo hacia la vida, hacia los eventos de la misma (factores psicológicos), repercuten en su organismo, porque el sistema nervioso, finalmente es quien lo controla, y en éste se dan estos procesos cognitivos (pensamiento, motivación, emoción y percepción principalmente), por lo tanto, este estado anímico, propiciado por la percepción que se tiene del entorno, mediado por pensamientos negativos, es lo que provoca, muchas veces, que la gente enferme, o bien, cuando ya está enfermo, la manera en que vive su enfermedad.

Experiencia de la enfermedad

La manera en que los individuos viven su enfermedad, o la posibilidad de la misma, tiene mucho que ver en la percepción que tienen de ella.

Cuando un persona enferma, su reacción tiene mucho que ver en la forma que percibe la causa de la enfermedad, el motivo por el cual enfermó. El cuerpo humano es una máquina perfecta, pero como cualquier máquina requiere de mantenimiento, para que siga funcionando óptimamente, no obstante, algunos individuos no toman en cuenta esto, y caen es excesos, sobre todo los jóvenes, quienes piensan que por su naturaleza juvenil son fuertes, y en cierta forma si lo es, su resistencia es mayor que la de un niño o una adulto en la madurez o senectud, sin embargo, todo por servir se acaba, y el abuso en su uso, lo van deteriorando poco a poco.

En la etapa de la juventud, es común que los individuos, acudan a antros, donde aparte de desvelarse, consumen alcohol, tabaco y si es posible, otro tipo de drogas, y como sienten que nada va a pasar porque son jóvenes, lo hacen con frecuencia, y además no llevan una dieta balanceada ni hacen ejercicio, por lo tanto, estos excesos van acabando poco a poco con sus defensas y además el sistema nervioso se ve afectado y por consiguiente, el organismo, e independientemente que desarrollen enfermedades neurológicas, también se presenta a nivel somático, ya que el sistema nervioso es quien controla a todo el cuerpo y muchas veces en esta etapa no tienen dificultades, pero es algo que se va acumulando y repercute en etapas posteriores, ahora bien, como ya se dijo es común en la juventud, pero en cualquier etapa de la vida los individuos tienden a este estilo de vida, y si se hace en etapas más avanzadas pues es más viable desarrollar las enfermedades, por lo tanto, si en la juventud, no presentaron alguna sintomatología, y aunque en la madurez o senectud ya no someten a su cuerpo a ese tipo de vida, es factible que en estas etapas las presenten, ya que por naturaleza, con el tiempo el organismo sufre deterioro y si se le "ayudó" con estos excesos, pues aquí, es donde se presentan las complicaciones de salud.

Pues bien, cuando la persona está consciente que la enfermedad que ahora tiene es por causa de su descuido, es más fácil que se someta al tratamiento y responda a él de manera favorable y asimismo modificar algunos hábitos; cómo sabe que en sus manos está el superar la enfermedad, no la percibe tan catastróficamente, busca soluciones en lugar de culpables, por otro lado, cuando no acepta su responsabilidad en el desarrollo de la misma, pues lo más viable es que busque culpables y no soluciones, y más que enfocarse en su recuperación, se aboca a lamentarse que lo que le pasó es causa de la mala suerte o de factores ambientales. Es cierto que en ocasiones situaciones del ambiente coadyuvan en el desarrollo de enfermedades, como la contaminación, o el ritmo de vida tan acelerado que a veces se tiene que llevar y no da tiempo de comer en tiempo y forma, y se recurre a comida no saludable, esto, aunado al malpaso, es decir, no comer cuando el cuerpo lo requiere, conlleva a enfermedades, pero dicha situación de cierta manera también se puede contrarrestar; en cuanto a la contaminación, si el individuo tiene un estilo de vida sano, sus defensas funcionarán adecuadamente y estará menos expuesto a contraer enfermedades, y en cuanto a no comer saludable y en deshoras, se puede solucionar preparándose algo saludable en casa y llevarlo al trabajo o escuela; pero como es más fácil buscar culpables que soluciones, pues el individuo que atribuye su enfermedad a situaciones ambientales, difícilmente estará dispuesto a modificar sus hábitos ni a someterse a un tratamiento de manera óptima.

El individuo que se responsabiliza tanto de la causa como del control de la enfermedad, la vivirá de manera "normal", esto es, se comportará como si estuviera sano, claro está, siguiendo los cuidados necesarios, pero no interrumpirá sus labores cotidianas, su actitud y comportamiento serán los comunes, no adoptará la conducta del clásico enfermo, que se queda en cama esperando ser atendido; algo que no alcanzan a comprender aún mucha gente, es que a cómo te comportes, te sentirás, y el quedarse en cama, empeora la situación, porque mentalmente te estás inutilizando, y eso serás, un inútil.

El individuo que no se responsabiliza de sus acciones y atribuye su enfermedad a factores externos, es quien tiende a comportarse como enfermo, y pues sí, está enfermo, pero la mente es muy poderosa y si no nos sentimos como tal, más rápido se supera la enfermedad, pero desde el momento en que no se responsabilizan de su aparición, menos se responsabilizarán de su desaparición y por consiguiente, tardan más en su recuperación.

Sea por causas personales o ambientales, lo más recomendable para una pronta recuperación es que cuando la gente enferma, vean la enfermedad como un simple evento desafortunado, tener los cuidados convenientes y seguir con la vida normal, no paralizarla, porque esta conducta y actitud, empeora la situación. El color en que se vea el mundo, de ese color será, lo cual quiere decir que si creemos firmemente que todo está bien, estará bien, pero si por el contrario creemos que está mal, estará mal.

En cuanto a los niños, la manera en que vivan la enfermedad depende de la percepción que los padres o cuidadores tengan de la misma, si para éstos es algo catastrófico que sus hijos estén enfermos, así se sentirán los niños, y lo que piensan es que es realmente grave, aunque sea una enfermedad leve, pero la sobreprotección que es factible se maneje en estos casos, así lo hace sentir, casi que está al borde de la muerte; por el contrario, si los padres, obvio, dándole los cuidados adecuados, pero lo tratan no con sobreprotección, sino como cualquier día común, el niño se sentirá y por ende actuará como cualquier día común.

Las enfermedades que más catastróficamente perciben, tanto adultos como niños, estos últimos influenciados por los adultos, son las crónicas, de las cuales se sabe que con los cuidados convenientes se puede vivir con ellas, lo único que tienen que hacer, es modificar algunos hábitos, pero están tan arraigados a ellos que desprenderse de los mismos, realmente es un martirio, y esto se convierte en un círculo vicioso, donde el mismo temor a morir, o el estrés que les provoca el cambiar el estilo de vida, hace que se acrecente la enfermedad, que a su vez, aumenta el temor y el estrés y en ocasiones esto es lo que les conduce a la muerte, más que la enfermedad misma. El papel del estrés es determinante ya que ataca al sistema inmunológico bajando las defensas del cuerpo lo cual lo deja expuesto a cualquier agente patógeno.

Cuidado de la salud

Evitar la enfermedad, sólo es cuestión de cuidar la salud, o lo que es lo mismo, mantener el organismo funcionando adecuadamente, para lo cual se requiere no solo proveer al cuerpo de los cuidados necesarios, sino tener una actitud positiva para poder llevar a cabo estos cuidados.

Para conservar la salud, basta con tener hábitos alimenticios sanos y hacer ejercicio, lo cual mantiene el organismo en forma, proporcionándole los nutrientes necesarios en los alimentos y tener la energía suficiente para las actividades diarias, y la fuerza, vitalidad y condición que se obtiene del ejercicio; pero también durmiendo el tiempo suficiente para la reposición de energía y evitar hábitos nocivos como el fumar o consumir alcohol o cualquier otra droga.

La alimentación

En la alimentación está el comer y beber, y éstos, además de ser una necesidad fisiológica, también tienen un significado cultural, y es precisamente éste último lo que lleva a los trastornos alimenticios y como consecuencia a enfermedades físicas, porque ya por sí mismo un trastorno alimenticio es una enfermedad psicológica, que provoca otras enfermedades a nivel fisiológico.

La palabra dieta, en un término que se suele manejar de manera errónea, ya que para la mayoría de la gente significa dejar de comer o comer poco, y eso no es, una dieta es el consumo de alimentos que consume cada individuo de acuerdo a sus requerimientos nutrimentales. Existen personas que están por debajo de su peso debido al bajo consumo de nutrientes, su alimentación es escasa, por lo tanto requiere subir de peso y entonces su "dieta" es para aumentar de peso, y como obviamente el problema se debe a que no consume los alimentos necesarios, con esta dieta "comerá más", por lo tanto, ya se descalifica esa idea errónea que dieta significa dejar de comer o comer menos, porque en este caso, tendrá que comer más.

Pues bien, tener una dieta, que todos debemos tenerla, para lo cual es conveniente visitar al especialista en nutrición, es consumir los nutrientes necesarios de acuerdo a las actividades que se realizan, otro aspecto que también se toma en cuenta es la edad del individuo así como el sexo.

Fisiológicamente, la necesidad de comer surge cuando el cuerpo ha consumido sus reservas de energía, cuando el sistema nervioso, en este caso el núcleo lateral del hipotálamo, detecta que la energía se ha consumido, se activa para propiciar la experiencia de hambre, el individuo consume la comida y cuando se detecta que ya se obtuvo la energía suficiente, entonces se activa el núcleo ventromedial del hipotálamo para dejar de comer; esta regulación neurofisiológica permite que el individuo solo consuma los nutrientes necesarios, y éstos están en función de la energía que haya consumido el individuo, por eso no es preciso que todos coman lo mismo, aunque sean de la misma edad o sexo, depende mucho de la actividad, es lógico que entre más energía consumas, mas nutrientes requieras, o si realizan la misma actividad, pero son de diferente edad, tampoco el consumo será el mismo, ya que los organismo son diferentes y las reservas se manejan diferente. Esta regulación neurofisiológica es lo que fundamenta que no todas las personas deben tener la misma dieta, y que es un error seguir la de otra persona, aunque en ella haya sido efectiva, a menos, que sean de la misma edad, sexo y realicen exactamente las mismas actividades. En cuanto al consumo de líquidos que también proveen de energía, está controlado fisiológicamente; la sed, que es el fenómeno que conduce a tomar líquidos, se presenta cuando el núcleo hipotalámico anterior detecta que el líquido intra y extracelular ha disminuido, en cuanto se detecta la cantidad necesaria que debe tener de liquido el cuerpo, se activa nuevamente el hipotálamo para dejar de consumirlo. Al igual que la comida, también los líquidos están en función de la pérdida del mismo y a su vez la pérdida depende de la actividad, ya que una de las principales formas de perder líquidos es a través del sudor.

El factor sociocultural del hambre y la sed es lo que genera los trastornos alimenticios y de ahí otras enfermedades, ya que como se ha mencionado, fisiológicamente se debe comer y beber cuando el cuerpo lo requiera, y esto depende de las actividades realizadas, sin embargo, hay ciertas creencias como el que se debe comer tres veces al día y consumir mínimo dos litros de agua al día, o también, en el caso de la comida que es la segunda del día, la que debe ser fuerte, y que el desayuno debe ser ligero, cuando lo ideal es que el desayuno sea el fuerte, ya que al ser la primera comida, te provee de las energías suficientes para iniciarlo; pues bien, habrá "personas que necesiten comer cinco veces al día, porque realmente sus actividades le consumen mucha energía, y habrá otras que con dos veces al día se recuperan rápido de las pérdidas, sin embargo, por esta creencia de las tres veces al día, a las primeras les impide consumir lo requerido y a las segundas a consumir de más, y con la sed pasa lo mismo, hay individuos que no necesitan los dos litros, hay quienes necesitan más, aquí tal vez para los que necesitan mas no haya mayor problema, ya que como la consigna es mínimo, pues saben que si toman más no pasa nada y en realidad no pasa nada porque está consumiendo lo necesario, pero en el caso de los que no la necesitan y aceptan la idea, están saturando sus células provocándoles disfunción.

El ejercicio

El ejercicio ayuda a prevenir las enfermedades del corazón, y muchos otros problemas, además aumenta la fuerza, da más energía, ayuda a quemar calorías y a reducir la ansiedad y tensión, gracias a la liberación de las endorfinas que se le ha llamado la hormona de la felicidad por esa sensación de satisfacción que provoca.

El ejercicio es cualquier actividad física que el individuo realice como el correr, caminar, nadar, andar en bicicleta, bailar, cualquiera de estas actividades se pueden hacer, de manera informal, no es necesario encerrarse en un gimnasio para el mismo, con hacer cualquiera de las acciones mencionadas durante veinte minutos al día mínimo, ya es suficiente, pero desafortunadamente el ritmo de vida, el estilo de la misma y el confort, conduce al individuo al sedentarismo y no camina ni una cuadra, y así vemos a personas que hasta para ir a dos cuadras, y tiene carro, en lugar de caminar, se sube al carro y va en él, o si no lo tiene toma camión, pero el caso es que ni así caminan. No hay limitantes para hacer ejercicio, más bien no debería, porque desgraciadamente, la mayor limitante es la apatía y esa idea equivocada que ejercicio sólo en el gimnasio y en horas específicas. Para hacer ejercicio simplemente basta la voluntad, en casa, en cualquier momento, se pone música ¡y a bailar!, el caso es que el cuerpo se mueva, que los músculos se estiren, además de tonificarlos, el corazón se oxigena, bombea mejor la sangre, todos los órganos y principalmente el cerebro está bien oxigenado y permite pensar mejor; como puede verse el ejercicio no solo ayuda a mantenerse bien corporalmente, sino también mentalmente; el movimiento corporal contribuye a desarrollar algunos proceso cognitivos, entre ellos la creatividad.

Al igual que la alimentación el ejercicio debe ser moderado, porque tan malo es no hacer nada como hacerlo en exceso, ya que como se vio en la alimentación, ésta depende del consumo de energía, y si se hace ejercicio en exceso, el consumo de energía es elevado, y si no se repone con la alimentación, en vez de ser benéfico, perjudica al organismo. Alimentación y ejercicio deben estar armónicamente coordinados para que realmente el individuo pueda gozar de una excelente salud.

Conductas que ponen en riesgo la salud

Las conductas que ponen en riesgo la salud, son aquellas inapropiadas que conllevan enfermedades cuando se convierten en hábitos, debido a su frecuencia; la mayoría de estas conductas se inician en la adolescencia, como el consumo de tabaco, alcohol, otras drogas y la práctica de sexo inseguro, pero hay unas que desde la infancia, como los malos hábitos alimenticios.

Fumar, beber, y drogarse, además de ser por sí mismos enfermedades cuando se cae en los excesos, daña severamente el organismo, en sus diversos sistemas, causando deterioros en la salud, estas conductas inician en la adolescencia en la mayor parte de los casos, y la causa de su consumo puede ser por imitación, por apariencia personal o por simple placer.

La práctica de sexo inseguro sobre todo en la adolescencia, conduce a enfermedades de trasmisión sexual o embarazos no deseados, estos últimos ponen en riesgo la salud, de diversas maneras, la primera, si es que decide tenerlo la madre adolescente, tanto en el embarazo como el parto, debido a la inmadurez de su cuerpo, y la segunda, si decide abortar, cualquier método que utilice, arriesga su salud que puede conducirla hasta la muerte.

Los malos hábitos alimenticios generan trastornos, válgase la redundancia, alimenticios, que ponen en riesgo la salud, porque la alteración en el organismo, ya sea por la falta o exceso de comida, o priva de nutrientes, o satura el cuerpo de grasa, y ambas cosas, son perjudiciales para la salud.

Consumo de tabaco, alcohol y otras drogas

Fumar, alcoholizarse o drogarse, son conductas que usualmente inician en la adolescencia, y estas se presentan la mayoría de las veces por imitación, el deseo de parecerse a algún personaje que admiran o entre los mismos compañeros hay alguien que consideran una figura importante y exhibe esta conducta, el querer ser igual que él, muchas veces por lograr la aceptación. Otro factor que provoca y mantiene estas conductas, es la idea de que así se ven mejor, que son sofisticados, conocedores, y su apariencia personal es mucho más atractiva. Un tercer factor, tiene mucho que ver con el simple placer, con la gratificación que encuentran en éstos para escapar de ciertas situaciones conflictivas que les generan estrés, a través de estas conductas, logran liberar el estrés, aunque sea momentáneamente, porque después las secuelas de estos hábitos les causan más estrés.

Cualquiera de estas conductas no se adquieren de repente, se presentan de manera gradual, primero el individuo se expone a ellos, atraídos por las razones ya mencionadas líneas arriba, ya que las experimenta se hace más regular su práctica, cayendo en la adicción, cuando ya el consumo es incontrolable.

El fumar es la conducta que más pone en peligro la vida por los efectos que tiene en casi todo el organismo, las principales enfermedades que tiende a desarrollar son las cardiacas y cáncer en el pulmón, principalmente, ya que la absorción de la nicotina, que es el principal componente de los cigarros, se presenta de un 80 a 90 % en los alveolos pulmonares, absorbiéndose con rapidez, y su vida media (tiempo que dura en la sangre) varia de una a cuatro horas, la eliminación de la nicotina se da por el riñón y en cantidades considerables por la leche materna (Uriarte, 2009), he ahí la importancia de su prohibición durante la lactancia, por los efectos nocivos que tenga en el bebé. La nicotina llega al cerebro entre los siete y diecinueve segundos después de inhalarlo, sus efectos son parecidos a la dopamina, es más, ocupa los receptores de la misma, y esto es lo que provoca la sensación de placer.

Dado que la absorción es más rápida en el pulmón, además del cáncer, que es el principal riesgo de salud, la persona también puede enfermar de bronquitis, enfisema y trastornos respiratorios. Cabe mencionar que el fumar no sólo pone en riesgo la salud del fumador activo, también las personas a su alrededor, que se les denomina fumadores pasivos, están expuestos a estas enfermedades, ya que de manera indirecta está inhalando el humo del cigarro, así como los hijos de las madres fumadoras, ya que como se vio, uno de los medios de eliminación de la nicotina es la leche, por lo tanto, al amamantar al bebé, éste está absorbiendo la nicotina liberada por la madre.

Por lo regular la gente que fuma, consume alcohol; fumar y beber es parte de un ritual, sobre todo en los antros o cualquier otro tipo de evento social. El consumo de alcohol, puede provocar enfermedades como hipertensión arterial y cirrosis hepática principalmente, pero también puede causar daños en el páncreas, riñón e intestinos, esto es de manera directa, es decir, en el cuerpo de quien lo consume, pero hay otras consecuencias en la salud en terceras personas, y esta es en los hijos de las madres bebedoras, ya que el consumo de alcohol durante el embarazo puede provocar el síndrome de alcoholismo fetal, que es una enfermedad que conlleva anormalidades físicas y retraso mental. Otros daños que puede provocar en la salud el alcoholismo, son los accidentes; el sujeto que consume alcohol está más expuesto a accidentes, los cuales repercuten seriamente en la salud.

A diferencia de la nicotina, cuya absorción rápida se presenta hasta que alcanza al pulmón, el alcohol se absorbe al 100% en el tubo digestivo, y se oxida la mayor parte en el hígado, su transporte por el torrente sanguíneo es inmediato y fácilmente atraviesa la barrera hematoencefálica (Uriarte, 2009).

Además de los problemas de salud físicos, el alcoholismo origina problemas psicológicos. Debido al exceso en el consumo del alcohol, se genera una dependencia física en la cual el cuerpo cada vez pide más y más, porque sus niveles de tolerancia son mayores, por otro lado está la dependencia psicológica, donde el individuo considera que debe consumirlo para poder subsistir, todo esto lleva a una adicción, pues bien, cuando ya está presente esta adicción, cuando la persona ya depende del alcohol y quiere salir de él, durante el tratamiento se presenta una alteración que se llana síndrome de abstinencia, donde se empieza a privar del mismo gradualmente, durante este proceso aparecen náuseas, ansiedad, depresión, insomnio, temblores, vómitos y crisis convulsivas, aquí también se presenta el delirium tremens que es el cuadro psicótico del alcohólico, se acompaña de alucinaciones, angustia y pánico, los cuales desaparecen, si no existe comorbilidad con otro trastorno psiquiátrico, al desintoxicarse por completo el organismo.

Hablar de otras drogas es hablar de las ilegales, puesto que el tabaco y el alcohol también lo son, sólo que legales.

De acuerdo al efecto que las drogas tienen en el individuo se clasifican en:

  • a) Estimulantes: en éstas se encuentran la cocaína, la cafeína, la marihuana y el alcohol en sus efectos iniciales y la nicotina en sus efectos finales entre otros.

  • b) Depresores: hachís, inhalables (cemento, thinner, pinturas, solventes, etc.), opiáceos, nicotina en su efecto inicial, alcohol y marihuana en su efecto final, entre otros.

  • c) Alucinógenos: LSD, mezcalina, DOM, DMT, polvo de ángel, entre otros.

De las drogas ilegales las de mayor consumo son la cocaína y la marihuana, así como los inhalantes, por el fácil acceso que tienen a ellos; las consecuencias que tienen cualquiera de las drogas es pérdida de energía, se fatigan muy pronto, alteraciones en el sistema respiratorio con secreciones nasales constantes, sudoraciones, dolores de cabeza, náuseas, mareos, difícil concentración, problemas gastrointestinales, cardiovasculares y neurológicos.

Práctica de sexo inseguro

Las relaciones sexuales premaritales o extramaritales, es una práctica común a cualquier edad, y precisamente por su naturaleza, es donde se deben tomar las precauciones debidas, ya que esto no se realiza con una pareja fija, no obstante, aunque sea una pareja permanente, no existe el compromiso, en este último caso en situaciones de embarazos no deseados.

El no tomar las precauciones debidas, que es el uso principalmente del condón, expone al individuo a contraer enfermedades de transmisión sexual o a embarazar a su compañera, en el caso de las mujeres el no hacer uso de otros métodos anticonceptivos, conduce a un embarazo.

Las enfermedades sexualmente transmisibles también conocidas como enfermedades venéreas, tienen un carácter infectocontagioso, que se contraen por realizar el coito en condiciones antihigiénicas y/o con personas infectadas. El uso de preservativo o condón es un medio eficaz para prevenirlas.

Las enfermedades que pertenecen a esta categoría de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud son: sífilis, gonorrea, chancro blanco, granuloma inguinal, linfogranuloma venéreo, condilomas, herpes genital, uretritis y la más letal, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

El embarazo no deseado es otra de las consecuencias de practicar el sexo inseguro, el uso del condón es un buen medio para prevenirlo, pero existen otros métodos anticonceptivos, como las píldoras, óvulos, espumas, dispositivo intrauterino, entre otros, todo depende de la edad de la mujer para su uso, pues bien, el embarazo no deseado, si se presenta en la adolescencia conlleva ciertos riesgos físicos como la toxemia, donde se presenta hinchazón en manos y tobillos y la presión arterial se eleva, que de no atenderse se puede desencadenar una eclampsia cuyo desenlace puede ser la muerte. Otra de los riesgos para la salud, es si se decide por el aborto, las consecuencias que trae consigo puede ir desde una infección y hemorragia, hasta la esterilidad y muerte cuando se realiza por otra persona que no es especialista; en otras ocasiones, las mujeres recurren a otras prácticas como consumir tés o actividades físicas fuertes, que inducen el aborto, pero la mayoría de las veces quedan residuos de tejidos que al descomponerse provocan infecciones. El punto es que, no cuidarse al tener relaciones sexuales, las consecuencias derivadas de éste, a su vez trae consecuencias severas para la salud.

Malos hábitos alimenticios

Es común que cuando los autores hablan de malos hábitos alimenticios, se refieren al consumo en exceso de algunos alimentos, que alteran al organismo, y conducen al sobrepeso o a la obesidad, pero aquí no sólo se tratará este aspecto, sino también los trastornos que se presentan cuando se deja de comer (anorexia) o cuando se come en exceso y se recurre a la purga (bulimia), lo que se conoce como trastornos alimenticios, pero desde mi muy particular perspectiva, aunque estoy consciente de la diferenciación, los tres involucran malos hábitos y trastornos en la alimentación, porque el no comer o únicamente tomar agua en el caso de la anorexia, es una práctica que dada su cotidianeidad pues se convierte en hábito, al igual que comer mucho y después vomitar, y son hábitos malos para la salud, así como el que comer en exceso o abusar de ciertos alimentos, pues también es una alteración o trastorno en la alimentación, bueno, esa es mi justificación.

La obesidad es una excesiva acumulación de grasa en el cuerpo, y que al igual que el fumar o consumir alcohol, predispone al organismo a desarrollar otras enfermedades que incluso puede conducir a la muerte.

Para medir el grado de exceso de grasa y determinar si el individuo es obeso o sólo tiene sobrepeso, que finalmente también es perjudicial, los especialistas en nutrición se basan en el índice de masa corporal, el cual obtienen dividiendo el peso en kg por la altura elevada al cuadrado (Shelley, 2007). La diferencia entre sobrepeso y obesidad radica precisamente en los porcentajes de exceso de grasa.

Las causas del sobrepeso u obesidad, por una parte proviene de la predisposición genética, pero existen factores socioculturales y es en estos donde se detecta los malos hábitos alimenticios, porque aquí es donde se propician, tales como la mayor disponibilidad a consumir alimentos ricos en grasas, azucares y no hacer ejercicio; la vida del individuo cada vez se vuelve más sedentaria, la tecnología ha influido mucho en ella, por una parte, se la ha facilitado, pero por otra se la ha dificultado, aunque suene ridículo y parezca una pequeñez, pero por el simple hecho de pararse a cambiar el canal del televisor, ya hay movimiento, el cuerpo se activa, pero como ahora desde la comodidad del asiento se puede cambiar gracias al control, pues ya ni ese movimiento le damos al cuerpo, además de que ver televisión se acompaña de una botana que por lo regular es algo graso; el estar mucho tiempo en la computadora o los videojuegos, hace que los niños se olviden de los juegos al aire libre, donde además de activar el cuerpo, hay oxigenación que hace trabajar mejor el organismo.

El ritmo de vida también influye y en éste se contempla la imitación o muchas veces la presión social, ya que por un lado las labores en muchas ocasiones impiden que se consuma los alimentos en tiempo y forma, se hace de rápido en deshoras, no cuando el cuerpo lo pide, y se recurre a la comida rápida, que aquí en México es hablar de tacos, tortas, picadas, y otros antojitos típicos, y también a veces como ya se dijo, por la imitación o presión social se recurre a esto, porque a veces sí se puede comer saludable, pero se come lo que la mayoría consume. Otro factor es que se recurre a comidas industrializadas, y como éstas se basan la mayoría de las veces a productos artificiales, obvio que no es benéfico, y pues a la industria de los alimentos como parte de su estrategia mercadológica le conviene introducir estos elementos para hacerlos más atractivos.

La acumulación de grasa en el organismo, impide el buen funcionamiento de los órganos y conduce a enfermedades como hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la arteriosclerosis, artritis y la insuficiencia cardiaca principalmente, pero cualquier órgano que se vea invadido por la grasa e impida su funcionamiento, desarrollará enfermedad. Realmente la obesidad o el simple sobrepeso conllevan muchos riesgos para la salud.

La anorexia y la bulimia están clasificadas dentro de los trastornos alimenticios, pero como ya se mencionó, también involucra malos hábitos en la alimentación que trae consigo riesgos para la salud.

La anorexia es un trastorno que consiste en dejar de comer, la obsesión por mantenerse delgado es lo que lleva a esta conducta, la creencia errónea que delgado es sinónimo de saludable por un lado, o belleza por el otro, conduce a, principalmente mujeres adolescentes, pero también a hombres y a adultos, a no comer y tomar exclusivamente agua para satisfacer el hambre. La bulimia por su parte, consiste en periodos de atracones con la provocación del vómito posterior, o el uso de laxantes. Ambos trastornos tienen la misma base psicológica, las creencias del prototipo de belleza y/o salud.

Los factores que llevan al individuo a manifestar este tipo de conductas que ponen en riesgo su salud, pueden ser socioculturales, donde está la imitación de modelos que admiran, que pueden estar dentro de la familia o algún personaje público, el bombardeo publicitario donde presentan a la mujer perfecta con base a su delgadez, la muñeca Barbie también tiene su influencia; factores psicológicos, como la baja autoestima; factores neurofisiológicos, como alteración en las hormona Grelina que es la estimulante del apetito.

Las consecuencias que traen consigo la anorexia y la bulimia son la amenorrea, arritmias, hipotensión, insuficiencia cardiaca, osteoporosis, alopecia, úlcera gastroduodenal y anemia, entre otras.

Conclusión

Para explicar la salud y la enfermedad se puede hacer desde el modelo biomédico o el modelo biopsicosocial, aunque aún persiste el biomédico, el biopsicosocial ha tomado más auge debido a su perspectiva holística, y que no sólo considera a la enfermedad, sino también a la salud para conservarla y así prevenir a la enfermedad.

La experiencia de la enfermedad depende de la percepción que tenga el individuo de la misma, la cual esta mediada por las creencias sobre cuál es la causa que origina a la enfermedad, principalmente, pero también en la forma de enfrentarla, y con base a estas creencias reacciona a la enfermedad, comportándose como enfermo o como lo hace cotidianamente sin que interfiera en sus actividades.

Para cuidar y mantener la salud es primordial tener una alimentación balanceada la cual está regulada neurofisiológicamente, pero también esta mediada por factores socioculturales, y estos últimos son los que más influyen para los trastornos alimenticios que a su vez originan otras enfermedades, a menos que el hipotálamo, que en este caso es el que interviene en la regulación del hambre y la saciedad tenga alguna disfunción, entonces las alteraciones alimenticias serian producto de la neurofisiología.

El ejercicio es otro de los factores que coadyuvan a cuidar la salud, porque oxigena al cuerpo, lo llena de energía y además quema calorías, y para realizarlo no es preciso acudir a un gimnasio, con realizar cualquier actividad como bailar en casa, o caminar distancias cortas cuando se hacen las cosas diarias, correr en un parque o alrededor de la cuadra, nadar cuando se tiene oportunidad de estar en un rio o el mar, con eso es suficiente, el caso es mantener el cuerpo en movimiento.

Para modificar cualquiera de las conductas que ponen en riesgo la salud es conveniente que el individuo se responsabilice de sí mismo, esté consciente de lo que es y lo que vale para que no se deje influenciar por el medio que le rodea y sobre todo saber que no es necesario recurrir a ellas para ser "alguien", y sobre todo que pone en riesgo su salud.

También es importante considerar que el sueño juega un papel importante en la conservación de la salud, por lo tanto el no dormir, implica riesgos para la salud, y este es un conducta que acompaña a otras como el fumar o beber, ya que para estas actividades por lo regular son en las noches, luego entonces esta combinación daña aún más al organismo, pero independientemente de esta comorbilidad, existen personas que suelen desvelarse por simple estilo de vida.

Asimismo, las conductas mencionadas en ocasiones confluyen, es decir, una desencadena a las otras, como por ejemplo, el alcohol puede provocar obesidad, o la ansiedad que ésta conlleva puede conducir al alcoholismo o tabaquismo, así como la depresión de los trastornos alimenticios, o el alcohol a presentar conductas de sexo inseguro; el caso es que son conductas que ponen severamente en riesgo la salud, y una manera eficaz de tratarlas es a través de un enfoque cognitivo-conductual.

Celia Trujillo Martínez

Bibliografía

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  • 2. MARKS, David F. Murray, Michael. Evans, Brian, Willing, Carla. Psicología de la Salud. Teoría, investigación y práctica. Editorial. Manual Moderno. México, (2008)

  • 3. REEVE, Johnmarshall. Motivación y emoción. Editorial McGraw-Hill. México (2010)

  • 4. SHELLERY, Taylor. Psicología de la Salud. Editorial McGraw-Hill. México (2007)

  • 5. URIARTE BONILLA, Víctor. Psicofarmacología. Editorial Trillas. México (2009)

 

 

Autor:

Celia Trujillo Martínez

HEALTH PSYCHOLOGY

VIVO EN VERACRUZ, VERACRUZ, MÉXICO

ATLANTIC INTERNATIONAL UNIVERSITY

HONOLULU, HAWAI

01 DE JULIO DE 2013, VERANO