Algunas de sus publicaciones
"Uruguay: Análisis crítico de programas escolares de 1949, 1957 y 1979,"Barcelona: Imprenta juvenil – E.B.O., 1984.
Este libro presenta un análisis donde compara tres programas de enseñanza primaria que estuvieron vigentes en nuestro país: 1949, el Programa de para Escuelas Rurales. 1955, el de Escuelas Urbanas, y por último, los Programas para Escuelas Rurales y Urbanas de 1979. De la comparación se desprende que los programas del año 1979, realizados por la Dictadura Militar Uruguaya, establecen un grave retroceso ideológico, didáctico y pedagógico respecto a los anteriores.
"Educación y vida rural en América Latina" Montevideo: FUM, Instituto del Tercer Mundo, 1996
Su tesis principal es que la educación es un sector de insuficiente libertad en la sociedad, una autonomía mucho más limitada que se había supuesto unas décadas atrás en América Latina. El avance de la educación es muy sensible al devenir histórico global; si bien los educadores y las establecimientos educacionales pueden, bajo determinadas condiciones, ser considerados agentes potenciales (o reales) de cambio, su incidencia en la sociedad y los resultados están en manos de, en grado muy importante de factores que están más allá de lo educativo.
"Réplica de un maestro agredido". Montevideo: Trilce, 2005
Este libro está dedicado a tratar restituir la verdad histórica acerca de la crueldad que padeció el Uruguay durante la dictadura, y dentro de él los maestros comprometidos con la escuela del pueblo. Es una réplica al "Testimonio de una nación agredida" (Comando General del Ejército: 1978), redactado por un grupo de jefes del Ejército, quienes, se refirieron tanto a Miguel Soler como a otros notables maestros uruguayos (Julio Castro, por ejemplo) como una "camada de docentes que habían impulsado una ofensiva de penetración en la enseñanza"[4].
"Miguel Soler: lecciones de un maestro" ANEP, 2009
Recopilación de artículos y discursos desarrollados por el Maestro Miguel Soler en distintas etapas de su vida.
Vigencia del marco pedagógico
La Experiencia de la Mina
Como parte de la construcción de la impronta social de la Escuela Rural se desarrollaron proyectos emblemáticos como el del Núcleo Experimental de La Mina, a partir de la iniciativa del Maestro Miguel Soler.
El Primer Núcleo Escolar Experimental La Mina nucleaba 7 escuelas en un área carenciada que abarcaba unos 280 Kilómetros de diámetro.; con ello se esperaba romper con el aislamiento del maestro rural coordinando esfuerzos y recursos.
Hacia 1961 se produce lo que Miguel Soler denomina "la poderosa marcha atrás de la educación", una serie de medidas administrativas que detiene el desarrollo de las acciones e ignora el aporte de los docentes -protagonistas de esos fecundos años. La crisis llevó a la renuncia de su Director, alegando que la misma radicaba en la falta de un pronunciamiento completo del Consejo de Enseñanza sobre el trabajo que se ha cumplido en la Mina, y el desconocimiento del mismo.
Hecho Educativo
Soler Roca establece, sobre el hecho educativo[5]que es un trabajo situado, el cual debe tener en cuenta las necesidades del desarrollo de los miembros de una sociedad, lugar geográfico y ecológico determinado, en un momento histórico establecido, en un ámbito político, social y cultural con características que le son propios.
Esto no significa un aislamiento; sí implica la defensa de la identidad nacional y de sus valores frente a la homogeneización cultural global promovida por los medios de comunicación mundiales: "cada pueblo ha de definir su proyecto político de sociedad, debe disponer también de su proyecto educativo, de una filosofía educativa, una política educativa. Y esta política educativa ha de guardar la necesaria coherencia con la política general. Todo gran cambio de orientación política determina ajustes más o menos profundos en la política educativa y en el servicio educativo"[6].
Estamos hablando entonces, de Políticas Educativas (toda decisión o acción que el Estado toma en materia de Educación), Las mismas son establecidas acorde a los valores que prevalecen en una sociedad. No existe, ni sería bueno que existieran, programas apolíticos de enseñanza, ya que las ideas que la población pueda tener sobre las funciones de la Educación las tenemos que ubicar en complementariedad con el resto de los dispositivos sociales disponibles, para poder atender los problemas que existen en el país.
Si se reconoce que la sociedad debe de tener, respetando la variedad de opiniones, un Proyecto Político y una Política Educativa, es preciso que la Educación sea organizada como un sistema, donde todos puedan opinar y participar, del cual el responsable ha de ser el Estado.
En general, el tratar de definir en forma clara los principios que inspiran la acción educativa del Estado es pobre; se limita muchas veces a declarar normas constitucionales, casi siempre vagas, o apenas traducen el pensamiento del Ministro de turno. [7]
La estrechez argumental de las Políticas Educativas (o la ausencia de explicitaciones), constituyen en Latinoamérica una fuente frecuente de malestar en lo Educativo. Se empieza por ignorar o por negar la naturaleza política del acto educativo, para poder luego adoptar medidas que tienen inevitablemente un sentido político, que obviamente responden a los intereses del grupo en el poder. Esas posiciones no son las que la población necesita y/o comparte. Es casi seguro que el rendimiento de los servicios de Educación Pública serán bajos, y causarán disgusto en la sociedad.
La Educación es, entonces, un hecho histórico, en un acto político, ayuda de la ideología propia del poder, ya que procura lograr la aceptación general de esa ideología; no es posible caracterizar una educación en una determinada situación espacio- temporal sin haber definido un destino nacional deseable, y siempre es impuesta por la clase dominante, ya sea de forma democrática o autocrática.
Toda educación tiene una ideología. Soler Roca no lo hace equivalente al partidarismo, a la pertenencia a un partido político. La naturaleza de la educación es política pero eso no quiere decir que esa política esté concebida en los términos estrechos de una ideología determinada, o de un modelo político determinado, de un partido determinado, etc.
"La escuela pública no ha evolucionado; la línea de orientación es la decadencia"
La Educación Pública de nuestro país no ha mantenido una línea sostenida de evolución progresiva equivalente a la que tenía en la primera mitad del siglo XX.
Uruguay tuvo una Educación de alto prestigio, internacional y sobre todo en la región latinoamericana ya que José Pedro Varela (según el mismo Soler Roca) el país se esforzó por tener un nivel educativo de amplia cobertura y de alta calidad. Con el esfuerzo que realizó el Estado uruguayo, en las que dispuso de medios económicos importantes la Educación se fue construyendo constantemente y adquirió muy alto nivel.
Un importante aspecto a resolver es lo relativo a los contenidos de los Programas. Hay que afrontar los inconvenientes que plantean las situaciones excepcionales. Siempre se consideró que la enseñanza en el medio rural debía estar atenta al contexto para que la formación del niño fuera de buena calidad pero no fuera, a su vez, una agresión cultural externa que lo alejara de sus propias vivencias. El país pudo responder a esta necesidad en forma adecuada hace medio siglo, pero hoy nos encontramos con que el problema más grave se desplazó y ya no radica tanto en lo rural sino en las zonas suburbanas.
Actualmente, afirma, la crisis de la educación es tan profunda como la del país. Pero piensa que sabemos qué queremos cambiar y aunque sea poco perceptible, aunque poco se pueda ver, se ha comenzado a hacer. Considera que poder cambiar lo que nos es exterior, va a suponer también cuestionar nuestros valores personales. Debemos aceptar el reto de remover en nuestra conciencia profesional, como una exigencia ética del momento.
Los factores de esta decadencia son por causas internas al Uruguay. Soler Roca no toma como argumento válido que en países vecinos haya sucedido lo mismo, ni factores mundiales, políticos ni económicos que realmente justifiquen que la educación de nuestro país se haya desmerecido de la manera que lo hizo.
El día de hoy, nos dice Soler Roca, el gobierno tiene un compromiso con la Educación Nacional y ese compromiso es la reconstrucción. Las que menos importan son las materiales. Lo que importa son las reconstrucciones de la actitud profesional y las de la moral que el docente pone en sus funciones y la moral de servicio. Se debe recuperar la calidad de la educación y esto no son las pruebas estandarizadas que someten desde el exterior cuando se dice "estamos por debajo de Brasil, Argentina", en algunas estadísticas que se leen en la prensa. Lo que más importa es la calidad del proceso educativo y como el niño aplica el conocimiento en la vida cotidiana. Debemos discutir entre nosotros lo que queremos lograr para poder darles las armas a los niños en esta sociedad cada vez más competitiva.
Reflexiones finales
Soler Roca sostiene que la educación es un fenómeno que se da en la sociedad; por lo tanto, es tarea de todos y a todos nos concierne. Y por lo mismo, recibe todas las influencias del contexto social en el que se da: puede ser un factor transformador de ese contexto, o sólo adaptarse a él.
Como cité anteriormente, si se reconoce que la sociedad debe de tener, respetando la variedad de opiniones, un Proyecto Político y una Política Educativa, es preciso que la Educación sea organizada como un sistema, donde todos puedan opinar y participar, del cual el responsable ha de ser el Estado.
Sin embargo, durante más de medio siglo nuestro país nunca tuvo debates educativos abiertos. Las discusiones eran sólo a nivel parlamentario; ni siquiera fueron discutidas las leyes educativas que más marcaron los últimos años, es decir, ni la del año 1973 ni la de "emergencia" de 1985. Las conclusiones del "Debate Nacional sobre la Educación", convocado en el año 2006 y cuyo informe final fue presentado ante el Parlamento el 18 de abril de 2007, aún no han sido implementadas.
Igualmente Uruguay tuvo en su momento importantes debates educativos. En 1920 y 1930 la Asociación José Pedro Varela[8]promovió la discusión en forma permanente. También en la década del 30 hubo varios congresos de maestros que discutieron problemas educativos, y en los años 1944 y 1945 congresos sobre la Escuela Rural.
Comparto las palabras del Maestro Miguel Soler Roca; la Educación no es omnipotente, la educación no hace el cambio (por sí sola), la educación no salva al universo, pero es uno de los componentes participantes para que pueda haber cambios, para la esperanza.
Bibliografía
Álvez, Federico. "Épocas Fundacionales: Con Miguel Soler Roca". Diario "Brecha", 14 de Julio de 2006. Uruguay, 2006.
Arregui, Roque: "(Editorial) El Maestro Miguel Soler". Diario "La República", 25 de julio de 2006 (Año 11, N° 2260). Uruguay, 2006.
Coronel, María; Sansón, Tomás: "Primer Núcleo Escolar Experimental de La Mina: Informe Testimonial". Editorial Monteverde. Uruguay, 1999
Rotulo, Matías: "Entrevista al Maestro Miguel Soler Roca". Diario "La República", 6 de agosto de 2006 (Año 11, N° 2272). Uruguay, 2006.
Soler Roca, Miguel: "Educación y Vida Rural en América Latina". Federación Uruguaya del Magisterio, Instituto del Tercer Mundo. Uruguay, 1996.
Soler Roca, Miguel: "Mi Escuela Número 24". Revista "Voces", N° 6 (marzo 2000). Uruguay, 2000.
Soler Roca, Miguel: "Miguel Soler: Lecciones de un Maestro". Clásicos de la Educación Uruguay, ANEP – CODICEN. Uruguay, 2009.
Soler Roca, Miguel: "Réplica de un Maestro Agredido". Editorial Trilce. Uruguay, 2005.
Soler Roca, Miguel: "Uruguay: Análisis Crítico de los Programas Escolares de 1949, 1957 y 1979". Editorial Barcelona. España, 1984.
Soler Roca, Miguel: "Uruguay en Emergencia Socio-educativa". Centro Artiguista por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CADESYC). Uruguay, 2004.
Tünnermann, Carlos: "Reflexiones sobre la educación de Miguel Soler Roca". Diario "El Nuevo Diario", 11 de agosto de 2004. Nicaragua, 2004.
Autor:
Kathleen Kahvedjian
[1] Diario LA REPUBLICA Domingo, 06 de agosto, 2006 – AÑO 11 – Nro.2272
[2] Soler Roca, Miguel: “Mi Escuela Número 24”. Revista “Voces”, N° 6 (marzo 2000). Uruguay, 2000.
[3] Título honorífico que concede una universidad a personas eminentes. Esta designación se otorga principalmente a personajes que se han destacado en ciertos ámbitos profesionales que no son licenciados en una carrera, es como un reconocimiento a alguien no oficial en un ámbito científico.
[4] Diario LA REPUBLICA Martes, 25 de julio, 2006 – AÑO 11 – Nro.2260
[5] Soler Roca, M., (2003) "Reflexiones Generales sobre la Educación y sus Tensiones". Que hacer educativo y Surco. Uruguay
[6] http://archivo.elnuevodiario.com.ni/2004/agosto/11-agosto-2004/opinion/
[7] La educación debe ser considerada una inversión prioritaria para la sociedad; sin embargo, es una realidad que en América Latina, como promedio, sólo se destina el 4.6% del PIB,(producto bruto interno), porcentaje inferior al promedio mundial (4.8%).
[8] Asociación organizada por todas las componentes del Magisterio Nacional.
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