El círculo se ve especialmente en el diseño de objetos y textiles. El medio círculo o el arco, en cambio, se aprecia más que nada en la arquitectura, sobre aberturas o coronando el escalonado de edificios de gran altura. También se ve en el diseño de interiores sobre ventanas y puertas, y en otros objetos de diseño industrial.
Junto con el medio círculo aparecen frecuentemente triángulos que acompañan el movimiento circunferencial a modo de sol, esto más que nada en la arquitectura estadounidense y en el estilo Odeón, que se ve en los cines y teatros de la época.
Las curvas se emplean particularmente en el extremo de las líneas. Es notable el uso de este recurso en las composiciones con varias lineas verticales paralelas, en donde los extremos curvados dan la ilusión de un medio círculo y la sensación de apertura espacial.
Cerámica Cooper
La geometría impera en los diseños desde la arquitectura hasta todo aquello diseñable, haciéndose riguroso uso de la simetría, incluso cuando se estiliza la figura humana. En las construcciones, el escalonado planteó un nuevo concepto estructural: los edificios se formaban de varias partes que sobresalían del cuerpo principal, más elevado, sirviéndole de apoyo. Este manejo de la extrusión se puede ver en todo el estilo Art Deco, al igual que la ya mencionada verticalidad, representada por los edificios típicos de este período, los rascacielos, que son una clara muestra del gusto por la altura.
Otras figuras geométricas de gran uso son el hexágono y especialmente el octágono, presentes en accesorios y sobre todo en los interiores y en artículos de decoración. También aparecen repetidas veces figuras geométricas yuxtapuestas, en general de colores contrastantes.
El colorido participa audazmente en los textiles, cerámica y materiales tales como la baquelita y el plástico en los que se hace una imitación de jade, ámbar y otras piedras. También lo hace en la decoración de interiores y en el recubrimiento de exteriores, que en ocasiones van ascendiendo sugerentemente hasta la cúspide de los rascacielos, en los que se utilizaban aluminio y otro tipo de metales que reflectaban los rayos solares, creando un impresionante efecto lumínico y la sensación de estar ante un templo. Esto, junto con el uso de figuras de motivos solares y el escalonado, permite la relación de estas construcciones modernas con centros de adoración religiosa de las culturas precolombinas, que fueron muy influyentes en el estilo Art Deco que surgió en Estados Unidos, donde se ven este tipo de edificaciones.
King"s Favourite, ilustración de Erte.
La obsesión del Art Deco por el diseño es latente hasta en los más minimos detalles de la construcción, y en algunos casos de la arquitectura se pone más atención en el efecto decorativo que en la estructura en sí. De los elementos más representativos, en este sentido podemos citar la fuente, plasmada en bajorrelieves, en herrería, en vitrales, gráfica y lámparas, o bien la fuente misma como elemento del diseño arquitectónico en edificios, jardines y parques. Las descargas eléctricas sintetizadas, solas o en repeticiones constantes aparecen para formar un diseño que igualmente se encuentra en muchísimos elementos.
En el arte se distiguen los trabajos de Tamara de Lempicka, quien representaba el rol de la mujer en la modernidad, su independencia y creciente protagonismo, asi como otras temáticas tomando la figura femenina de soporte. En sus retratos se ven formas angulosas y de contornos fuertes, con efectos superficiales brillantes. Aunque utilizando la misma figura principal, Erte expresaba la exhuberancia femenina, sin plantear problemáticas sociales. Los elementos formales del Art Deci se repiten en los trabajos de Erté, un artista y diseñador que abarcó varias disciplinas y en cuyas ilustraciones de moda se podían ver figuras femeninas modernas conjuntamente con objetos y rasgos de culturas antiguas, como la griega o la romana, sobre todo en sus creaciones de vestuario teatral.
Estatua del Rockefeller Centre
Autorretrato. Tamara de Lempicka, 1925.
La figura humana aparece sobre todo en relieves, objetos decorativos, arte-objeto o en la escultura y se hace representar con dinamismo: la figura masculina es representada por titanes, atletas ú obreros. En cuanto a la figura femenina, predomina la estilización de las líneas y se la muestra generalmente en una actitud de omnipotencia, diferente a la fragilidad con que el Art Nouveau representó a la mujer. Esto nos hace pensar en la emancipación femenina de la modernidad.
El sol con sus rayos geométricos, en medio de colores con sentido étnico, viene a ser con frecuencia el centro decorativo, así como en las culturas arcaicas era el centro de adoración religiosa. Las nubes trazadas con curvas rígidas, son un elemento decorativo, asimismo las repetidas ondulaciones, representan el agua que fluye o que vierten las estilizadas fuentes.
De la flora y de la fauna se escogen ciertos ejemplares, siendo los más habituales las gacelas y los galgos que por su ligereza y elegancia de movimiento y línea son ad-hoc para el estilo (En el Art Deco del noreste argentino se observa el uso de ñandúes en la decoración de fachadas). Los diseños florales y botánicos se hacen por la facilidad de la estilización geométrica y los girasoles aparecen triunfantes rodeados de helechos simétricos, o bien se utilizan las palmeras y los cactus que dan idea de un exotismo remoto que estaba de moda en esa época.
Vitral con motivos florales
El gusto por lo exótico que caracteriza al Art Deco, ya se observa en la exposición de 1925, pero no fue un tema propuesto deliberadamente: en 1922 Howard Carter exhuma la tumba de Tutankamon y cobra fuerza la maldición de los faraones por la repentina muerte del descubridor y los motivos decorativos del antiguo Egipto se ponen de moda; además, las ruinas teotihuacanas, mayas y objetos de la cultura mexica se vuelven a revalorar sobre todo después del extravío del coronel Fawcett en 1925 en las tierras peruanas de Machu-Pichu y posteriormente la expedición al mando de Peter Fleming en su búsqueda. Las culturas prehispánicas sudamericanas y mesoamericanas cobran importancia, inundando los ambientes de la decoración e inclusive de la moda: zigzags, soles radiantes, cactus hiératicos, figuras de perfil, mujeres cleopatrizadas, templos escalonados, atuendos indígenas mesoamericanos e incas, se ritualizan junto con los zigurats mesopotámicos y bailarinas indúes o balinesas que se rescatan del olvido occidental en un intento de voltear hacia culturas exóticas y encantadamente fantásticas. También es de gran importancia el surgimiento en Francia de un replanteo de la mirada hacia la población de las colonias y una revalorización de éstas, influenciada por las nuevas corrientes antropológicas, que, además de influenciar a los diseñadores y artistas, introdujeron cambios en toda la sociedad francesa.
Los materiales utilizados en el Art Deco fueron muy variados. En la decoración, sobre todo, se emplearon materiales exóticos, incluyendo maderas de distintos tipos. La madera era contrastada con tiras de metal pulido. Las superficies estaban veteadas con incrustaciones de marfil y decoradas con ornamentos. Los gustos exuberantes del momento incluían también la piel de tiburón teñida de verde, conocida como "chagrín". Para adornar los paneles de muebles y accesorios también se usaba la laca con gran efecto.
En los años "20 se revivió en París la técnica oriental del lacado. Los equipamientos interiores como puertas, paneles, biombos, muebles y accesorios pequeños, se adornaban con gruesas capas de laca brillante, predominando los tonos negros, pardos, rojos y dorados. Las superficies se decoraban con escenas pintadas o talladas, utilizando a veces fragmentos de cáscara de huevo para realzar bases lisas o de textura granular. También se utilizaron otros materiales como el corcho, el cuero, las pieles, el cromo y el aluminio. Estas últimas formaron parte del diseño exterior de muchas construcciones de vanguardia.
Tanto en los interiores como en la arquitectura predominan elementos de gran solidez y pureza como el concreto, vidrio, bronce, mármoles de diferentes colores y procedencias, aluminio, estaño, mármol y granito.
Traje depor-tivo de Jean Patou
En la indumentaria se optó por el uso de tejidos de punto y telas livianas, antes utilizadas únicamente en la confección de ropa deportiva. Este cambio acompañó la casi supresión del corsè en el vestuario femenino y la nueva estructura de la vestimenta en general (faldas más cortas, pinzas o ceñiduras a la altura de las caderas, hombreras, etc.), otorgándole a la mujer libertad de movimientos. Sin embargo, los vestidos de fiesta expresaban el lujo de la época con el agregado de pedrería en las telas. Se utilizaban mostacillas o pequeñas piedras que brillaban y resaltaban la figura de la usuaria. Estas prendas acostumbraban a ser pesadas, dejando de lado la comodidad en pos de la elegancia.
La indumentaria utiliza elementos que se repiten con frecuencia en todas las expresiones del Art Deco, y se encuentran tanto en el diseño textil como en el corte de las telas, como el zigzag, los triángulos, las líneas verticales paralelas, el cículo, el escalonado, y todo tipo de figuras geométricas en diferentes escalas y operaciones formales.
En la joyería se utilizaron tanto piedras preciosas como metales. Los más distintivos fueron el jade, el ónice, los diamantes, el oro blanco, la plata, la baquelita, el níquel y el platino. La moda de los años veinte introdujo una gran cantidad de artículos de joyería creados por grandes firmas como Cartier, Paul Poiret y Coco Chanel. El pelo corto de las mujeres contrastaba con largos pendientes, los broches se imponían en los vestidos y abrigos, y los collares de varias vueltas realzaban los escotes bajos y las cinturas caídas, adornadas por cinturones con lujosas hevillas.
Las piezas eran de corte geométrico, inspiradas en el cubismo, y presentan la clásica estructura de las líneas del Art Deco. También se distingue el uso de elementos de culturas exóticas, plasmados, por ejemplo, en borches que imitaban máscaras orientales. A su vez, ciertos diseñadores como Gerard Sandoz, se abocaron a un estilo más mecanizado, cuyos broches y colgantes de piedras preciosas imitaban las intrincadas estructuras y pulidas superficies de las máquinas.
Poster francés de la década del "20
Dadas las características recién mencionadas de los elementos del Art Deco, se podría decir, en líneas generales, que el Art Deco termina cuando se elimina la intención decorativa. Todos los patrones y ornamentos buscan resaltar las piezas arquitectónicas o de diseño, imponiendo una nueva estética que se puede dividir en dos períodos: el Zigzag y el Stream Line.
El primero va de 1920 a 1929 y se dio principalmente en Europa. Este período se ve en todo su esplendor en la Exposition Internationale de Arts Décoratifs et Industriels. Se basó en la creación de un nuevo concepto de diseño en donde el lujo y la decoración influenciaron tanto al diseño, como al arte y a la arquitectura y sentó las bases de nuevos patrones (figuras geométricas mencionadas anteriormente) que se repitieron en el período siguiente.
Relieve sobre piedra.
Este de Estados Unidos.
La referencia de culturas exóticas y movimientos artísticos como el cubismo, son de vital importancia ya que le otorga al estilo nuevos elementos formales y de color. El gusto por lo exótico y lo lujoso, lo moderno y vanguardista, el brillo y el confort, son los aspectos más importantes de este período.
El segundo abarcó la década del "30 y se desarrolló básicamente en Estados Unidos. Si en Francia el Art Deco fue la expresión del resurgir tras la Primer Guerra Mundial, en Norteamérica representó la era de la recuperación económica después del "crack" bursátil del "29. Aquí predomina la construcción de rascacielos, cines y teatros, en los que se utilizaban materiales que reflejaban la luz y elementos decorativos de colores brillantes, muchas veces con motivos solares. Las imágenes de hombres fuertes y desnudos que controlaban máquinas de diversa índole y vislumbraban un futuro prometedor tecnológico, adornan paneles en edificios institucionales y eran la caracterización del nuevo espíritu estadounidense que resurgía económicamente. Los principales patrones decorativos son las líneas curvas aerodinámicas (de aquí su nombre), las líneas horizontales aplicadas, las abstracciones de la velocidad y la representación de medios de transporte, a los que cada vez más personas podían acceder. El humo que parece salir de una pipa de opio, es ahora el humo de las fábricas, de las locomotoras, de los trasnsatlánticos, de los aviones, de los automóviles y, en general, el humo devastador del progreso técnico. El Art Deco ilustra, en este período, el lugar del hombre en el cosmos y su seguro control de las máquinas que había de desembocar en el amanecer de una nueva era.
La era de la máquina y de un mundo industrial provoca la producción a gran escala que da por consecuencia los intercambios comerciales mundiales y los negocios internacionales que se desplazan a la velocidad del ferrocarril o en la comodidad y lujo de los monumentales transatlánticos. Surge la visión "poética" de la máquina, del mundo moderno, mecanizado, en el que el robot algún día tomará el mando de la civilización.
Los "años Locos" y la "Belle Epoque" europeos se hermanan con los años del Fox-Trot, del Charleston, de la música negra del Jazz, de la crisis del 29, del "New Deale" de los Estados Unidos. Bailes, salas de espectáculos, iluminados con líneas de luz geométricas, ritman con las grandes bandas y orquestas de los nuevos estilos, rápidos e improvisados que hacen vibrar los cuerpos en inéditos bailoteos.
El auge del cine impone las nuevas tenendencias a millones de espectadores. Tiempos de los veinte y treinta, donde el hombre, el "dandy" de bigote recortado, pelo engomado, vestido con esmoquin, que merodea en clubes y coctailes, frivoliza con cierta naturalidad y pose ante las mujeres de boca menuda, peinadas a la "garzón", con sombreros encasquetados, que usan corsé y hombreras, engalanadas con telas ligeras, vestidos "chic" que muestran las piernas, alcanzando así una expresión de mujer dinámica y flexible, que, al igual que el hombre, fuma y bebe en la nueva vida social.
Todos esto se incorporará con las emisiones del diseño, el arte, la artesanía y la industria de la época de entreguerras y es lo que se conocerá más tarde como Art Déco.
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Abordaje Semiológico
En nuestro primer abordaje semiológico realizado sobre el estilo Art Deco, encontramos una serie de signos que son propios de este sistema y que se repiten en todas sus variaciones y disciplinas. Los signos que describen al Art Deco son:
– Lineas ascendentes, paralelas, simétricas.
– Linea pura y sin adornos.
– Lineas zigzag, lineas combinadas con circunferencias..
– Formas geométricas simples: cubo, esfera y linea recta.
– Yuxtaposiciónes geométricas dinámicas.
– Figuras estilizadas.
– Mezcla de materiales exóticos.
– Rayo solares esquematizados con formas geométricas.
– Uso de figuras animalescas: gacelas, galgos, leopardos y panteras. También de aves: palomas y garzas.
– Flores (ornamentos) trabajadas con delineaciones geométricas.
– Inspiración en la estética de culturas exóticas, desconocidas, como la oriental o la indígena.
El Signo
¿No es acaso la linea parte de la estructura de diversos estilos y movimientos? ¿Cómo diferenciar entonces un signo que se repite en corrientes tan antagónicas como lo son el Rococó y el Art Deco? Esta diferencia se hace evidente bajo el uso y la significación de dicha linea. ¿Cuál es la característica principal de la linea Art Deco que se opone con la de otros estilos? Para empezar, se encuentra la operación de repetición: no se utiliza una sola línea, sino varias y todas paralelas entre sì. La orientación es vertical, estilizando las figuras y construcciones.
Ebonyand White de Erte
El zigzag, resultado del empleo de líneas trabajadas con operaciones de rotación y traslación, también acentúa el aspecto vertical de los objetos y participa activamente en el diseño de exteriores e interiores, asi como también en la indumentaria y textiles del período. En el escalonado la rotación es menos drástica, utilizando ángulos rectos, y la verticalidad se muestra en el empleo de este elemento que, como en la arquitectura, sirve para jerarquizar los espacios o construcciones que están a mayor altura.
La recta se sigue encontrando en la continua repetición de formas geométricas simples. Pero vale resaltar que son los aspectos antes mencionados los que le dan la identidad al signo dentro del movimiento artístico estudiado.
El uso de la línea llamada "ascendente" es muy significado, porque con ella se valoriza más el aspecto vertical de las piezas de diseño que el horizontal, y se lo resalta. También rescataremos la estilización de las lineas y elementos logrados con operaciones de aumento y reducción de escalas, propias de los ilustradores de indumentaria del período, como observamos en la imagen.
Partiendo del análisis semiológico que aborda Guiraud, definimos que un signo es la marca de una intención de comunicar un sentido. Al evaluar el momento histórico de este período: en Francia, luego de la Primer Guerra Mundial, y en Estados Unidos, después del crack de la bolsa, es evidente la intención de los artistas de demostrar con sus objetos espíritu de progreso y resurgimiento.
Decimos que es evidente porque en todas las manifestaciones artísticas o de diseño se encuentran elementos lujosos en donde las temáticas y el uso de materiales innovadores conlleva al abandono de todo aquello que se relaciona con las antiguas estructuras estéticas que, particularmente en Francia, se habían utilizado en décadas anteriores.
La idea de progreso se evoca de la mano de patrones que remiten a la luminosidad, la velocidad, las máquinas y el lujo, entre otras; y la motivación de los diseñadores fue remarcar estas ideas y provocar en el espectador una sensación de esplendor, insentivando el sentimiento popular que veía en el futuro un nuevo mundo de oportunidades y porvenir. Por lo tanto los signos no fueron creados al azar, sino que se basaban en aquellas ideas que toda la sociedad tenía internalizadas.
La transmisión y el abordaje de un tema, un sentido, plasmado en un objeto u obra de arte, evoca sensaciones, ideas que son generalmente las que el emisor (creador del objeto) quiere comunicarle al receptor. Esto es lo que Roman Jackobson define como "función connotativa" o "conminativa". El mensaje puede estar dirigido a la inteligencia o a la afectividad del receptor, ubicando al Art Deco, en este caso, como un estilo que se aboca a la reacción emocional de los consumidores de los objetos que le son propios.
El consumidor no consume sólo el objeto, consume la idea que el objeto representa. La forma de manifestar estas ideas fue a través de típicos patrones en los que frecuentan el sol, remitiendo a la luminosidad, el esplendor y el progreso; las gacelas o galgos, caracterizando la velocidad; figuras atléticas en contraposición de máquinas, transmitiendo el poderío del hombre sobre sus creaciones tecnológicas. La idea de progreso se ve también representada en la arquitectura de la mano de los cada vez más desafiantes rascacielos, por su imponente altura, demostrando la capacidad de los constructores de la época, resaltándose a través de estos edificios, las inminentes posibilidades de un avance técnico y cultural en toda la sociedad. La extravagancia y el lujo se vieron en todo su esplendor especialmente en la moda con el uso de elementos incorporados a las telas, que brillaban y destacaban la figura de la usuaria. ¿Qué expresa la moda, sino lo que está en voga, lo moderno? La portadora de una pieza de estas características demostraba tanto el poderío económico como la opulencia, reflejando la idea de porvenir y de modernidad, que obligaba el desprecio por lo antiguo local.
Todos estos elementos, que bien podrían formar parte de otros movimientos o estilos, con otras connotaciones, no lo son así pues en todos ellos se encuentran los rasgos formales característicos del Art Deco en el tratamiento de las líneas, asi como en las formas geométricas, los materiales y las consecuentes operaciones formales del período estudiado. Con estas argumentaciones llegamos a la conclusión de que, no tanto las figuras o temas, sino la manera de plasmarlas son las que definen el aspecto e identidad de este estilo. Las líneas se ven en todas las expresiones, desde la arquitectura imponente, pasando por la moda de siluetas esbeltas, hasta los artículos de decoración de inspiración cubista.
Al basar nuestro trabajo de análisis en un signo tan abaracativo como lo es la linea, nos vimos imposibilitadas de continuar con una temática en la que no podríamos describir el sistema en su totalidad. Dada la problemática decidimos tomar un signo más carcaterístico, planteando un nuevo sistema.
A partir de este momento planteamos el análisis de dos signos diferentes: el "sol" y el "destello".
Signo en la arquitectura:
Chrysler Building
Ambos, en líneas generales, se repiten en todo el sistema del Art Deco que anterioremente habíamos armado. El primero, el sol, se caracteriza por la traslación circunferencial de triángulos amplificados gradualmente de forma vertical, estando los más elevados en el eje central de la figura, aunque esta particularidad se omite cuando la figura del sol es encuadrada. A esto se le agrega, con frecuencia, el uso de líneas verticales que se orientan en la misma dirección que el eje de los triángulos.
El empleo de este signo, su función emotiva, difirió en las intenciones de los diseñadores para connotar diversas sensaciones en los receptores o espectadores de los objetos o construcciones.
Detalle de alfombra
Friso
Aunque el referente, el sol, y las características formales del signo sean las mismas, se distinguen dos objetivos: el primero es frecuente en el diseño de interiores, en donde este signo cumple la función de jerarquizar, generalmente, aberturas como puertas y ventanas, ubicándose sobre las mismas y abarcando todo su ancho. En este caso, los soportes del signo son elementos de metal como el aluminio, o las paredes, encontrándose en numerosos relieves. El mismo se observa también jerarquizanto aberturas desde el suelo, utilizando como soporte alfombras o valdosas coloridas, en donde los triángulos se unen, formando un zigzag continuo que enmarca el elemento que se quiere hacer resaltar.
La experiencia lógica, objetiva, ve en el signo un sol; la experiencia afectiva, en cambio, lo percibe como instrumento jerarquizante y lo codifica de esta manera en toda la sociedad, incentivando su empleo cada vez que se quiera hacer resaltar algún aspecto del diseño interior.
Esto mismo, en el contexto de la arquitectura, nos habla de otra función del signo: la de la representación de los deseos del emisor, en este caso diseñador o arquitecto, en cuanto a una mejora y resurgimiento de la sociedad norteamericana (en donde se aprecia el uso del sol de manera constante en numerosas construcciones). El signo se ubica intencionalmente en la cúpula de rascacielos y promueve la necesidad de un nuevo amanecer, protagonizando el espacio aéreo de la ciudad. Por medio de sus creaciones, los diseñadores se significaban a sí mismos, adhiriendo en sus mensajes-objeto, las imágenes de la realidad que los conmovían, e inventando signos para expresar sus inquietudes, arraigadas en códigos que estaban implícitos en la sociedad y de los cuales extraían sus valores que más tarde explicitaban en los objetos creados, formando, consencuentemente, parte del sistema estético.
Vestido de Paul Poiret
El otro signo que forma parte de nuestro sistema es el "destello", el resplandor vivo y efímero que encontramos básicamente en todo el estilo Art Deco.
Hemos escogido este signo, no sólo por su repetición, sino también porque connota ideas del mismo orden que el signo "sol". Aunque se ven relacionados por su aspecto de luminosidad, las intenciones con que se utilizan ambos signos difieren en cuanto al medio y soportes en los que se ven y las disciplinas que abarcan, encontrándose el destello mayormente en la indumentaria.
En este caso podemos observar el uso riguroso de este signo en la figura femenina bajo la implementación de piedras, lentejuelas, canutillos y otros materiales en las telas de los vestidos de fiesta. Estos elementos eran adoptados únicamente dentro de un estrato social determinado, delimitaba una distinción de clases que se hacía notoria ya que muy pocas personas podían acceder a tales prendas. Entonces, a modo de uniforme, constituían la marca de este grupo, su signo de identidad.
Era tal la diferencia que, como suele suceder con las modas, nadie quería quedar excluido de este grupo. Esto llevó a las mujeres de clases más humildes, a imitar el lujoso estilo, incorporando brillo en sus atuendos y mediante el uso de la gomina en los peinados. Así, las carencias de estos estratos se veían medianamente complacidas, ya que nunca podrían igualar el lujo excesivo que requería de una cómoda posición económica.
El destello que aparace en la indumentaria de la época connotaba un lujo que se hacía inminente también en los accesorios y en muchos casos, al igual que los flecos, su función era la de resalatar los movimientos en los bailes típicos de la época. Eran una extensión del cuerpo, que brillaba al ritmo de la música.
El uso de este signo se puede relacionar, en cuanto a su motivación, con la del signo "sol", ya que en ambos se refleja la idea de los diseñadores de resaltar el espíritu progresista de la época, abandonando la figuras comunes de décadas pasadas. El consumidor de estos productos, compraba entónces la idea de lujo y de progreso, significándose dentro de la sociedad como portador de estos valores.
Empire State
En la arquiectura, en cambio, el signo "destello" se ve en su soporte. Metales como el aluminio, cristales y espejos cubrían las fachadas de los edificios más representativos de la época, como lo es el Chrysler, el de la RCA Corporation y el Empire State. En este útlimo su vistoso revestimiento de metal blanco, brillaba y reflejaba la luz como si fuera platino, el metal favorito de los joyeros de entónces. Sus patrones radiantes de curvas y lineas superpuestas acentuaban el efecto, creando la sensación de gigantescos rayos de sol.
También aquí encontramos un paralelismo con el signo "sol" en cuanto a la función, basada en la representación del progreso que querían connotar los diseñadores y arquitectos.
Estos edificios contrastaban con el resto, no sólo por su elevada altura, sino también por el uso de estos novedosos materiales, que formaron parte de estos "monumentos" al progreso, con los que muchas personas se veìan indentificadas.
Academy Theatre, 1931
En el caso de los cines, no es tanto la idea de progreso, como la exaltación del lujo lo que se observa en sus interiores. En estos "palacios de los sueños" se desarrolló una arquitectura de estilo Hollywood, con fachadas llamativas e interiores de lujoso diseño, siguiendo los gustos exóticos del Art deco. En Inglaterra, por ejemplo, la cadena de Cines Odeón prodigó en sus salas y vestíbulos los espejos y los efectos equívocos. Una crónica de la época describía el grandioso interior del cine New Victorian como "un palacio bajo el mar", con sus lámparas en forma de concha y sus techos iluminados.
El "destello" se ve tanto en los soportes espejados como en el uso del color dorado que resplandecía bajo las luces y predominaba en el diseño de estos interiores. El público que concurría al cine, se veía envuelta en esta atmósfera de lujo y, de alguna manera, podía formar parte de aquello tan intangible.
Accesorio para hogares
En el diseño de mobiliarios se ve el signo escogido, más que nada, en el uso de espejos que se incorporan a todo tipo de superficies. Este soporte está íntimamente relacionado con la idea de modernidad, por sobre la de lujo, no llegando a connotar en absoluto la repetitiva idea de progreso, que sì hacen estas superficies en la arquitectura. En este caso la motivación del diseñador es la de crear una pieza moderna, innovadora y vanguardista, incorporándose así a este estilo. Esas son las ideas que va a consumir el público, adquiriendo, junto con los objetos, la relaciòn de pertenencia al estilo glamoroso y moderno que se vendìa.
No vemos una ideología que quiera ser transmitida, ni tampoco figuras que remitan a un concepto como lo son las gacelas trabajadas linealmente y la velocidad. En el caso de los muebles, podemos generalizar que la esencia, su intención decorativa, es lo único que se percibe, además del código en común que relaciona al emisor con el receptor del objeto con un código en el que la modernidad lo es todo.
Diseñadores
Quizás lo mas relevante de este periodo fue ese cambio de actitud que, de la mano de Paul Poiret y otros diseñadores, logró suprimir casi por completo el corsé, que tanto tiempo había constituido una parte fundamental del guardarropas femenino.
Boceto de Chanel, 1926
Corsé, 1900
Ni los vestidos ampulosos, ni los penachos de plumas, ni las largas colas estaban ya de moda. La figura se estilizó, se acortaron las faldas y las formas se volvieron más lineales. Con el corsé dejado de lado se llegó a una indumentaria más holgada y una nueva forma exaltar la femeneidad que había estado relegada a la cintura estrecha y un busto saliente, cambiando el punto erógeno de la mujer hacia otras zonas como el cuello y las piernas. Las formas femeninas habían cambiado por completo. Las siguientes imágenes dan cuenta de ello.
En cuanto a textiles, las fibras artificiales habían dado lugar a nuevas telas que fueron aplicadas por los diseñadores más audaces. En este ámbito se repite el uso de figuras geométricas y del uso de motivos de antiguas culturas.
En los años veinte esa tendencia hacia lo recto y sencillo evolucionò hasta convertirse en un estilo propio. El apogeo de la moda de Poiret se produjo entre 1908 y 1914. Este diseñador suprimió definitivamente el corsé mediante sus diseños y defendía que la belleza natural del cuerpo femenino solo requería un sujetador y una faja. Sus vestidos caían sobre el cuerpo de la mujer de tal modo que le proporcionaban libertad de movimiento.
Se especializó en el agregado de detalles de otras culturas, característica fundamental de Art Deco, y en el uso de colores brillantes, dejando la sobriedad de otros tiempos y asumiendo estos rasgos característicos del estilo Art Deco. El influjo oriental en sus diseños es inconfundible: designaba un conjunto de influencias indias, egipcias, árabes, chinas e incluso las rusas y mongoles.
Vestidos de Poiret, de inspiración árabe
Poiret. Prin-cipios del "20.
Los vestidos de Poiret son una verdadera explosión de color; rojos luminosos, verdes, amarillos y marrones intensos, que combinaba temerariamente.
Los pantalones de odalisca, la falda trabada, el corte quimono en abrigos y chaquetas, son algunos de sus diseños preferidos. Anticipó muchos elementos para adornar la cabeza que serían habituales a lo largo del siglo XX, como por ejemplo el turbante.
El estallido de la primera guerra mundial detuvo el desarrollo de muchas actividades comerciales, por lo tanto la moda se dejó de lado y fue retomada luego, en tiempos de paz. Sin embargo, las ideas que Poiret había plasmado en sus creaciones, sirvieron de base para los nuevos diseñadores, tomando sus elementos constitucionales y transformándolos para crear la moda del siglo XX. Por esto mismo podemos afirmar, habiendo encontrado rasgos del Art Deco en sus diseños, que Poiret pertence, sino impulsa, este período de vanguardia y modernidad.
Tras la guerra se produjo el boom de la industria del espectáculo, promoviendo con las actrices, figuras estilizadas y materiales nunca vistos. Tanto la industria cultural como el sector de la moda descubrieron las grandes masas como consumidoras, aumentando la producción, imitando los elementos de los trajes de las mujeres adineradas y las artistas que en las pelìculas deslumbraban con un lujo insusual y dictaban los adelantos y tendencias en la indumentaria.
La moda de los años 20 alteró todas las modas posteriores: lineas rectas y precisas, estructuras visibles, funcionalidad vinculada a un valor estético propio, se encargan de que esta moda perdure en la vestimenta actual. Las mujeres ya no debían destacar sus curvas y, en cambio, debían parecer altas y delgadas. Estaban a la moda las caderas estrechas, una cabeza y pecho pequeños, así como las piernas largas, llegando de cierta forma a masculinizarse.
Coco Chanel vestida con sus diseños
Coco Chanel adoptó ciertas prendas masculinas para la mujer, como los blazers, boinas, incluyendo pantalones de pernera ancha y creo un estilo cómodo, fresco, deportivo y sobre todo liberador para la mujer de aquella época convirtiéndola en una mujer moderna, sin resignar el lujo y el "buen gusto" que la caracterizaban como a una diseñadora progresista y fina.
Chanel ejerció gran influencia en la joyería. Los collares de piedras artificiales con cuentas irregulares y multicolores, brazaletes de esmalte, joyas de diamantes (las cuales tienen una relación con los astros, constelaciones y las iluminaciones nocturnas de los Champs Elysees), son algunos de sus creaciones en el area. Emprende la fabricación de joyas de estrás y piedras falsas de Bohemia, que a veces mezclaba con piedras autènticas. Utilizaba motivos de hojas y flores por su belleza material y valor simbólico. Las joyas contrastaban con la sencillez de su ropa siempre cómoda y elegante. Las fuentes de su inspiración eran orientales y egipcias, recordando el descubrimiento de a tumba de Tutankamon, donde se hallaron joyas maravillosas en 1923.
Su aporte a la moda fue de liberación y de rebeldía, de atrevimiento y de investigación, que fue también el reflejo de su gran personalidad. La decoración se vislumbra màs en sus accesorios que en su piezas de indumentaria, y es por esto y por el uso de las lìneas fundamentales del estilo, que podemos ubicarla dentro del Art Deco, como una más de los diseñadores que se caracterizaron por buscar el aspecto de la modernidad.
El Art Deco es quizás la etapa más recordada de la trayectoria de Cartier, ya sea por la simbología adoptada, como también por el esplendor de un gusto que no sólo se concebía a las residencias y a las mujeres como obras de arte, sino que veía en el lujo la máxima justificación de la convivencia.
Desde mediados del siglo XIX la casa fundada por Cartier, atrae la atención y decide su singularidad gracias al despliegue del diseño innovador. Para Cartier "el lujo que vale la pena es el enemigo de lo hecho en serie".
Anillos de la firma
Las joyas de este diseñador se distinguen por la utilización de la luz, manejando estos efectos con discreción. El platino fue impuesto por Cartier en las joyas de la época y elegido por otros diseñadores debido a las posibilidades que brindaba este metal precioso, fácilmente moldeable. Con él consiguió crear monturas más ligeras y conseguir nuevas formas; además de la montura invisible, acompañada por el uso de diamantes.
Cartier también se conmovió con el mundo de las máquinas y la tecnología y plasmó en sus creaciones aspectos de la mecánica como un símbolo de la modernidad, refinándolos y adaptándolos para su exquisita clientela.
Colgante de baquelita
La moda del "Estilo Guirnalda" de Cartier, que prefiere el orden al desorden, la simetría a la frondosidad; logra su prolongación natural en el Art Deco de 1925, perteneciendo a este estilo decorativo por sus influencias y concepciones estéticas que hacían de la estricta geometría, un lugar común dentro de todas las expresiones del período.
Las alhajas, los brazaletes, los broches, y todo tipo de accesorios femeninos, en la continuidad del espíritu luminoso del "Estilo Guirnalda", se sirvieron de materiales novedosos y modernizaron la figura femenina de la alta sociedad, que acudía a Cartier en busca de ostentación y elegancia. Las estrellas de cine, las divas, se servìan de estos diseñadores, requeridas de los complementos de su suerte portentosa o de su fama exhaustiva. Para ellas las joyas resultaban como trámite de presentación, mientras que Cartier iba más allá: el brillo generaba belleza.
Las piezas, como diademas, alhajas, broches y perfumeros, asumen la identidad de aves, palmeras, plantas y lirios de los valles; formando parte la joyería del inmenso mundo recreado por el Art Deco, que resalta el aspecto estético, frecuentando elementos y temáticas que le son comunes a todas las diferentes areas englobadas por este estilo.
Conclusión
Nuestro trabajo se dividió en varias etapas. La primera fue la investigación de las distintas disciplinas del Art Deco. Era tanta la información reunida que se nos hizo muy difícil resumirla y abarcar en la introducción todos los aspectos de este estilo de forma sintética. De esta manera quedaron aspectos sin profundizar.
Cuando creíamos estar encaminadas en el abordaje semiológico, decidimos exponer nuestras inquietudes a toda la clase mediante una evaluación grupal en la que abundaron las correcciones, haciéndonos retroceder, para retomar luego el trabajo desde otro punto de vista, en el que nos vimos obligadas a reducir el sistema, que era muy abarcativo y no concordaba con los límites de tiempo y espacio requeridos.
En este momento, revimos el sistema que habíamos planteado intentando encontrar uno más sintético, pudiendo de esta manera ejercitar los conceptos semiológicos del libro de Pierre Guiraud, "La Semiología", cumpliendo con los objetivos de la cátedra.
Nuestro mayor inconveniente se dio en este ámbito, ya que no encontramos suficientes ejemplos de este tema y surgieron muchas dudas con respecto a la semiología de la imagen, que luego fueron aclaradas mediante los apuntes de las clases teóricas.
Admitimos que nuestro trabajo es reiterativo en ciertos aspectos, sobre todo cuando abordamos la idea de progreso, del resurgir económico, de la modernidad y del lujo. Esto, sin embargo, se debe a que le dimos más importancia a las connotaciones de las figuras y objetos, que al aspecto formal de los mismos porque nos parecía que las motivaciones de los diseñadores eran fundamentadas en un momento histórico muy relevante que activó la aceptación a lo diferente, tanto en lo artístico como en lo social.
La consigna del trabajo fue muy interesante porque nos permitió conocer a fondo un estilo, que nos era casi desconocido, comparándolo con otros y, además, brindándonos herramientas de análisis muy útiles y un vocabulario específico, acorde con la carrera que estamos estudiando.
Autor:
Gisele Bulacio
Alejandra Burin
María de las Mercedes Cruz
Johanna Dzikowsky
Verónica Natalia García
Marina Bernadette Pons
María Lucía Ramos
Introducción a los Fundamentos del Diseño
Cátedra Macchi
Universidad de Buenos Aires
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
Diseño de Indumentaria y Textil
– 24 de Octubre de 2003 –
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