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Consiliencia: Entender los trastornos emocionales en el Nuevo Milenio

Enviado por Felix Larocca


  1. Las neuronas: Estructuras celulares encefálicas por antonomasia
  2. El encéfalo y sus trastornos
  3. DSM-ETC: La "Biblia" apócrifa que nunca de nada nos valiera?
  4. ¿Qué pretendemos establecer en esta lección?
  5. El estado actual de las psicoterapias.
  6. El conquistador vencido?
  7. Nos entona La Marsellesa en glorioso estilo: Le jour de glorie est arrivè?
  8. Las teorías explicadoras de hoy, que reverenciamos
  9. La consiliencia y dónde nos encontramos
  10. En resumen
  11. Bibliografía

Típicamente las demencias socavan baches en las memorias a corto plazo de sus víctimas mientras degradan su capacidad de procesar nueva información, resultando en déficits neurocognitivos que pueden ser de severidad profunda y cuyos efectos pueden ser devastadores para las personas afectadas y quienes con ellas conviven. FEFL en: Memoria, identidad y demencia: Prolegómenos terapéuticos

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos105/memoria-identidad-y-demencia-prolegomenos-terapeuticos/memoria-identidad-y-demencia-prolegomenos-terapeuticos#ixzz45Q9bj8vt

"La filosofía (del latín philosophia, y este del griego antiguo f???s?f?a, «amor por la sabiduría») es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales por sobre los argumentos de autoridad, y de la ciencia porque generalmente realiza sus investigaciones de una manera no empírica, sea mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales, la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos".

Seguir leyendo:

https://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa

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Nuestra comprensión y tratamiento de los trastornos emocionales permanecen primitivos y ajados. Siéndolo así, a pesar de que la carga que les imponen a nuestra sociedad — en términos de costos monetarios y de padecimientos psicológicos — es enorme.

Veamos

Actualmente, en el S. XXI, un 25% de las mujeres que hoy viven tendrá un episodio de depresión en algún momento de su vida (representando un 50% menos que para los hombres). Sin embargo, la mayoría de entre ellas, nunca alcanzará ver a un médico, será diagnosticada con certeza, o recibirá tratamiento adecuado. (Véase mi artículo: Adios to antidepressants as we know them…)

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Aproximadamente el 40 por ciento de aquellas personas que logran ser asistidas, no responderá al primer antidepresivo prescrito por un facultativo, y cerca del 60 por ciento de las que no responden a los primeros fármacos ensayados, no reaccionará propiciamente a los que les seguirán.

El estado del arte en la psicofarmacología es deplorable, por decir lo menos.

Aproximadamente la mitad de los esquizofrénicos logran mejorar o pueden llegar a vivir una vida razonable. Mientras que la otra mitad no experimenta mejorías, sufre relapsos, o se tornan pacientes crónicos. La anorexia nervosa, condición arraigada e incomprendida, todavía reclama las vidas de sus víctimas en mayor proporción que cualquier otro trastorno psiquiátrico.

Aunque los llamados "trastornos emocionales" sólo representan una categoría, artificial y arbitraria, de los trastornos de orígenes cerebrales, la realidad es que aquellas condiciones con etiología orgánicas establecidas no exhiben prospectos mejores.

Tratamientos de la esclerosis múltiple, de la enfermedad de Parkinson, de los accidentes cerebrovasculares y sobre todo — de la enfermedad de Alzheimer — siguen siendo profundamente insatisfactorios y deficientes. Mientras que las enfermedades de neuronas motoras son invariablemente fatales.

Nos preguntamos

¿Por qué debe ser así? ¿Por qué no podemos tratar las disfunciones cerebrales de forma más eficaz? Aunque, con certidumbre, no lo sepamos, la respuesta es harta sencilla: Porque todavía no entendemos lo suficiente cómo funciona el cerebro. Lo que resulta en enigmas más complejos que los problemas que tenemos que resolver. (Véanse mis ponencias al respecto).

Las neuronas: Estructuras celulares encefálicas por antonomasia

Las neuronas representan el elemento celular del Sistema nervioso que, como piedra angular del mismo, funciona de una manera particular. Como resultado de sus actividades, el cerebro se comporta como módulo genuino electroquímico moderno.

Cada neurona es activada por una sustancia humoral liberada por otra neurona. Ésta, a su vez, inicia una señal eléctrica que transita por la fibra (o axón) de la célula y que, en turno, estimula la liberación de otro elemento químico en el nervio siguiente. Pero esto no constituye una cadena simple. Cada neurona puede comunicarse con algunas 10.000 más, lo que significa que las permutas posibles entre las mismas, son increíblemente enormes. Existen aproximadamente 100 billones de estas estructuras en el cerebro humano y alrededor 1000 trillones de conexiones potenciales. (Véanse mis artículos al respecto).

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Lo que hace del entendimiento de la función neural y del cerebro mismo un puzle de dimensiones colosales que permanece, hasta el momento, insoluble.

El encéfalo y sus trastornos

Las enfermedades mentales, a diferencia de los síndromes neurológicos, son diagnosticadas y clasificadas totalmente por el examen directo y entendimiento efectivo de sus manifestaciones.

Aún no existen pruebas de laboratorio objetivas para confirmar el diagnóstico, no existen exámenes de sangre específicos, carecemos de análisis definitivos, no tenemos acceso a registros representativos de sus actividades. Solamente, interpretaciones crudas y aproximadas del significado de sus actividades, sean éstas normales o patológicas.

Es cierto que hoy gozamos de una amplia gama de técnicas de laboratorio disponibles utilizadas por el neurólogo como parte de la investigación diagnóstica del encéfalo.

Puesto que técnicas similares no tienen su equivalente en la psiquiatría. Esta última disciplina se ha esforzado en hacer uso práctico del entendimiento de síntomas fiables, observables directamente, repetibles, y estables con el paso de los tiempos. Logrando, en el mejor de los casos, niveles de éxitos fundamentalmente inconsistentes.

DSM-ETC: La "Biblia" apócrifa que nunca de nada nos valiera…

La American Psychiatric Association desarrolló una clasificación formal de los síntomas psiquiátricos, que ha sido cuestionablemente útil para especialistas en diferentes instituciones de investigaciones o países. Hoy se utiliza para diagnosticar enfermedades mentales de manera consistente y replicables a través de las demografías actuales.

Pero este sistema ha puesto de relieve dos grandes problemas:

  • cada enfermedad tiene un número amplio y variable de síntomas atribuidos a la misma, por lo que puede oscurecer trastornos distintos dentro de cada categoría y,

  • los síntomas de cada disturbio se superponen en medidas variables, nublando la especificidad entre categorías distintas.

Lo que nos deja en una situación insostenible desde el punto de vista de la determinación clínica formal.

Adieu DSM-ETC! (Para saber más, vayan a: http://www.monografias.com/cgi-bin/search.cgi?query=dsm%20larocca).

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Síndrome electrocardiográfico de Wolff Parkinson White

¿Qué pretendemos establecer en esta lección?

Queremos hablar de las depresiones y de otros trastornos emocionales considerados comunes y del estado de sus entendimientos actuales.

Igualmente, deseamos expresar nuestras frustraciones. Tomando la depresión misma como el ejemplo más fehaciente de nuestro interés.

La realidad actual es que su diagnóstico no puede establecerse con certidumbre y precisión como los que establecen los cardiólogos, cuando hablan de los aspectos del trazado característico de un electrocardiograma o pruebas similares.

Para otras entidades psiquiátricas, como son las esquizofrenias, la confusión existente todavía es mucho mayor.

Interpolando entre ramas del conocimiento de la medicina y la psiquiatría, hoy sabemos mucho acerca de los diversos cánceres y otras condiciones que nos plagan y de cómo mejor acceder sus tratamientos.

Sin embargo, la situación en la psiquiatría es deprimente (sin intentar el uso del juego de palabras).

Por muchos años creíamos haber desarrollado teorías biológicas satisfactorias para entender — por lo menos — los trastornos afectivos y las esquizofrenias. Esperanzas que han sido desarraigadas por la realidad de sus inexactitudes asombrosas demostradas.

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Los tratamientos farmacológicos en la psiquiatría, a pesar de disfrutar del contubernio político existente entre algunos facultativos y BigPharma, florecen actualmente de forma deplorable. Habiendo arribado al estándar dudoso de diseñar medicinas para ajustarlas al alivio de categorías diagnósticas inciertas — como DSM decida — y BigPharma las decrete…

El estado actual de las psicoterapias.

"El oro puro" del psicoanálisis — al que Freud orondamente aludiera cuando nos alertara acerca de su aleación entre este último y otras formas de terapias — ha sido, por su mayor parte, abandonado por el psiquiatra moderno.

Algunos especialistas, a mediados del siglo pasado, trataron de soslayar el entrenamiento necesario para conducir y efectuar la llamada "cura por el habla" ("la cura hablada"), designándose a sí mismos "psicofarmacólogos", denotando que sus métodos estaban fundados en el uso del recetario, esgrimido para prescribir los fármacos en boga y nada más. De esta manera, dejando sus pacientes desprovistos de ninguna esperanza definitiva para descifrar los arcanos profundos de lo que constituyeran vidas complejas y expresiones de síntomas impares entre víctimas. (Véanse mis contribuciones al respecto).

Pero hay más

Llegan a nuestros conocimientos el amplio espectro de los trastornos neurocognitivos, y, con ello se abre un abismo insondable, donde ni los psicofarmacólogos ni los psicoterapeutas se arriesgan a aventurarse. No lo hacen, por miedo al fracaso y a las frustraciones concomitantes que son el timbre característico del destino de los pacientes desafortunados que de los mismos padecen. (Véanse mis artículos relacionados a este tema).

El conquistador vencido…

El psicoanálisis y la psiquiatría fueron, por mucho tiempo, disciplinas dignas del navegante de los piélagos inciertos de las disciplinas más nobles conocidas al ser humano.

El psicoanalista se ocupaba de dar significado a lo asombroso, a lo extraño, a lo extraordinario y a las sutilezas del comportamiento que tanto nos circundan, nos rodean y, aún, nos maravillan.

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El psiquiatra contribuía sus entendimientos, tratando de descifrar el significado de los sueños, el simbolismo de las fobias, los comportamientos de ciertos individuos que, como gobernantes o monarcas, nos regían y cuyas actuaciones nos afectaban social y materialmente. Lo que, profesionalmente, estos peritos, intentarían hacer — ética, estéticamente, y de manera sistemática — lo hicieron analizando los modelos existentes y entendiendo los estilos de vidas y comportamientos de aquellos quienes fuesen objetos de su estudio, como estándares a adoptar, descartar o a seguir.

Veamos

Freud se interesó en Woodrow Wilson, otros se concernieron con Gandhi, y algunos más, dirigieron sus esfuerzos en la dirección del Joven Martín Lutero. Enfatizando el retorno de lo pasado (¿retorno de lo reprimido?) mientras que un ejército de neurólogos trataría de ilustrar los arcanos de la mente con sus descripciones vívidas de ciertos estados impenetrables como son las anosognosias, el fenómeno del déjà-vu, el de los órganos fantasmas, las explicaciones del inconsciente como abstracción fenomenológica mental, de la etiología del síndrome de Cotard, de la de Capgras y de suministrar soporte anatómico — donde y como se pudiese — a las contribuciones filosóficas de ciertos espíritus innovadores, como fueran Baruch Spinoza y Marcel Proust, o como nos ilustrara Oliver Sacks, cuyas contribuciones permanecen tan ciertas en el presente, como lo fueran durante los años en que publicara sus contribuciones inagotables.

Nada era ajeno a la indagación inexhaustible de quienes, cuando avanzaban las causas de la neurología y la neuroanatomía — como hiciesen Eric Kandel y Santiago Ramón y Cajal — reparaban en los sueños y otros fenómenos psíquicos como repositorios de conocimientos dignos de la mayor curiosidad e interés.

Otros investigadores entonces abundaban cuyos nombres casi todos todavía recordamos…

Entre ellos encontramos a, Gregorio Marañón académico pionero en el entendimiento de la sexualidad humana, quien nos ilustró el don Juan de manera incomparable o, lo que asimismo sucediese cuando Emilio Mira y López nos legaran su formidable tratado acerca de Los Cuatro Gigantes del Alma. (Véanse mis contribuciones al respecto).

Prosiguiendo

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El General en su Laberinto. Gabriel García Márquez.

Nos entona La Marsellesa en glorioso estilo: Le jour de glorie est arrivè…

Pero, ¿es cierto que con las epifanías anunciando las llegadas de las neurociencias, la epigenética, el estudio de los hologramas y otras disciplinas innovadoras que nuestros destinos fueron transformados de ser una psiquiatría filosófica a otra — no tan científica — como la que Freud imaginara en su elaboración de una psicología científica? (Léanse mis contribuciones al respecto).

Ya veremos

Las teorías explicadoras de hoy, que reverenciamos

Las del ácido quinurético, las de las catecolaminas y otras parecidas. Y algunas, en especial, de las que yo fuera testigo en sus comienzos, como cuando la psiquiatra de WUSTL, Kathleen Smith, especulara con sus colaboradores en Saint Louis en la naturaleza del olor característico que emitieran los pacientes víctimas de la esquizofrenia. (Para una revisión interesante: https://mindhacks.com/2011/09/11/a-whiff-of-madness/).

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Hasta aquí, desarrollar esta tesis ha sido tarea gratificante…

Aunque, por el momento, hemos de poner nuestros entusiasmos en suspenso, porque todo lo especulado y todo lo conocido hasta este instante, ha permanecido — y todavía permanece — en duda…

Nuestro objetivo

El propósito de esta presentación ha sido facilitar a nuestro campo y al espíritu de sus investigaciones con el coraje y empuje de consideraciones filosóficas. Para poder lograr los elementos que necesitamos para entender las entidades desconcertantes que confrontamos en el ejercicio actual de nuestra profesión. Y para asignar tratamientos a las mismas, basados en el arrojo intelectual que deriva del ejercicio formal de la razón pura.

Veamos

Muy a menudo encontramos a una persona a quien, como paciente psiquiátrico, nadie logra entender. Una persona que, fácilmente se torna en espina dolorosa, para los facultativos que la atienden, porque rehúsa — con la persistencia de sus síntomas inespecíficos — concederles el lujo de dejarlos ejercer el destino para el cual todos, profesionalmente, nos preparásemos. El destino de ser curador, aliviando sus miserias y dejándola reanudar el curso harmonioso de su vida por el mero hecho de habernos consultado.

Ese paciente a quien tanto agradeceremos en días futuros, por sus enseñanzas compartidas, puede que sea aquél quien en este mismo instante hojea páginas mustias en nuestro salón de espera.

El mismo paciente que, cuando lúcidamente describe sus dilemas, angustias y miserias lo hace con palabra elegante, alocución precisa y circunvalando lo superfluo.

Un paciente que nos obliga a hacernos la pregunta más ominosa que a nosotros mismos podemos formular: ¿Y qué es lo que hace él aquí? ¿Qué es lo que le sucede? ¿Por qué sigue sufriendo de "síntomas leves" — como son las ansiedades flotantes? ¿Por qué rehúsa a ponerse bien y a responder a todos los fármacos que, en profusión le hemos recetado?

Y, la más importante de todas nuestras indagaciones: ¿De qué diagnóstico sufre y cómo podemos ayudarlo?

Ese es el mismo paciente que ha agotado la existente farmacopea habiendo recibido recetas para el uso de las benzodiacepinas, las medicinas antidepresivas de todas las variedades en existencia y aún las sales de litio — procedentes quizás del Salar mítico de Uyuni — haciéndolo sin lograr responder a ninguno de los medicamentos recetados. Y quien, tristemente, nunca recibiera formalmente una psicoterapia sin amalgamas. Como el oro magnífico de ley.

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La manada norteamericana de lobos presidenciales…

Ese susodicho paciente no es extraño en las oficinas de los psiquiatras, ni es de manera alguna, extraño en su presentación.

Es ese el mismo individuo que inspirara tantas de mis ponencias y quien despertara mi interés en las vidas y carreras de filósofos innumerables. Como clínicos excepcionales y en la vida de otros, quienes — como Daniel Dennett — han hecho de su vida y vocación las de seguir el espíritu de los filósofos de antaño en el entendimiento de las ciencias. Nada nuevo se ha dicho, en lo expresado al final del párrafo anterior.

La consiliencia y dónde nos encontramos

Hoy hemos llegado a una encrucijada filosófica que, por ser apremiante, admite pocas dilaciones en nuestra elección de derroteros:

  • o persistimos en llamarnos "psicofarmacólogos" (lo que sea aquello que lo último signifique)

  • o nos llamamos "humanistas", mientras ejercemos la psiquiatría como vocación que centra en el ser humano. Una entidad que ha sido en su espíritu eminentemente filosófica por todo el transcurso de su historia.

Para nosotros las ciencias del conocimiento deben mucho al empuje de los filósofos para que aceptemos dejarlas abandonadas a lo meramente esotérico y materialista.

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Nosotros necesitamos una verdadera filosofía de la psiquiatría y nuevos ideólogos que la sustentarán.

Cuando este fenómeno ocurra y ese día nos visite. Ya saben dónde me encontrarán…

En resumen

Es el mes de abril del año 2016. En el mes de mayo que sigue, se elegirá un nuevo presidente en la República Dominicana y en noviembre los norteamericanos acudirán a las urnas electorales a ejercer su democrático deber y derecho a celebrar el sufragio votante.

Los últimos son deberes muy graves que quienes escuchan nuestros programas en Radio KOOL FM106.9 (La Revuelta de la Mañana y La Revuelta/Salud) ejercerán en este país con el coraje debido y la pasión (típica del quisqueyano nato) requerida.

A ellos repetimos:

Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad… (Lucas 2:14)

En esta elección — la psiquiatría representada por mí y la psicología por mi compañero de cabina, y director de las emisoras Fernando Placeres — como disciplinas, han adquirido importancias cruciales debido a que muchos de los miembros de las audiencias llaman para que los asistamos en sus incertidumbres, interpretando para ellos las peculiaridades de ciertos candidatos y para que "diagnostiquemos" — de ser posible — las personalidades de algunos aspirantes a oficinas de poder. Individuos quienes — en esta campaña electoral han dejado una marca indeleble en la historia de las elecciones en los Estados Unidos — por la falta de refinamiento, tacto y civilidad que han exhibido. Y en la República donde vivimos, por su falta de entendimiento del espíritu humano y de las realidades históricas.

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El renacuajo de Asperger en su entorno natural…

En una previa lección reflexiono acerca del cargo presidencial de la siguiente manera:

"¿Pero qué es lo que se decide en una elección presidencial?

"No se decide, ciertamente, la competencia de los candidatos, ya que, si los examinamos de cerca, la habilidad indiscutible por casi todos demostrada, es la ambición desmedida — para lo que poca educación se requiere, como lo demuestran la gran parte de todos los gobernantes.

"Y, si a esa misma ambición le sumamos la rapacidad insensible, la egolatría propia y la venalidad personal, lo hemos resumido sucintamente.

"En el caso de la presidencia de los Estados Unidos, es más impresionante, porque con ésta se adquiere la capacidad de movilizar la maquinaria de guerra más poderosa del mundo, con el albedrío de enviar seres humanos a su muerte en luchas descabelladas para satisfacer la vanidad e incrementar el lucro de una o varias de las personas que al primer mandatario rodean.

"Pero, la presidencia es, más que nada, poder y dinero."

Leer más: /trabajos60/presidente-narcisista/presidente-narcisista2#xpero#ixzz462Y3bP3N

Que la psiquiatría necesita reestructura y reforma es realidad palmaria, afortunadamente sujeta a la razón y no al voto. Entonces, cambiémosla volviendo a ser lo mismo que, en épocas mejores, soliéramos admirar. Una disciplina del ser humano, por el ser humano y, para el ser humano.

Plus ça change, plus c"est la même chose (Jean-Baptiste Alphonse Karr (1808-1890).

Acerca de los políticos recordemos que:

"Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla" (tomada de Cicerón).

Fin de la lección.

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El oro panameño: es El oro de los políticos…

Bibliografía

Larocca, FEF: Memoria, identidad y demencia: Prolegómenos terapéuticos en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Smith, K & Sines, J O: Demonstration of a Peculiar Odor in the Sweat of Schizophrenic Patients AMA Arch Gen Psychiatry. 1960; 2(2):184-188.

  • Larocca, FEF: El trastorno neurocognitivo leve, su tratamiento psicoterapéutico: Presentación de un caso en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Instituto para análisis y tratamiento de las dependencias humanas: Un sueño posible en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Adios to antidepressants as we know them en monografías.com, academia,edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Comprendiendo el cerebro: Una guía concisa para el usuario y para el aficionado en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Fatiga crónica y fibromialgia con depresión asociada en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: La presidencia, como entidad: Cargo superfluo en monografías.com, academi.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: Los cuatro gigantes del alma revisitados en mongrafías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: La curación por el habla en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: El holograma del cerebro y la memoria: El holograma del Universo en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEF: El hechizo fascinante de la coherencia del ego en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.ne

  • Larocca, FEF: Memoria, comportamiento y comida en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • Larocca, FEFL: La Neurobiología de la Psicoterapia: Las Neuronas y las Sinapsis en Acción en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net

  • Larocca, FEFL: DSM-5 Ilusión sin Futuro en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net

  • Larocca, FEFL: Mal de Alzheimer en mailxmail.com

  • Larocca, FEF: La importancia de entretejer la historia personal: El hechizo fascinante de la coherencia del ego en monografías.com, en academia.edu y en researchgate.net

  • Larocca, FEF: Cuando el Presidente es un Narcisista Patológico (NP) en monografías.com, academia.edu.com y researchgate.net

  • THE TRUE CAUSE OF DÉJÀ VU REMAINS A MYSTERY en: http://www.futurity.org/deja-vu-1138352-2/?utm_source=Futurity+Today&utm_campaign=cde6e91480-April_14_20164_14_2016&utm_medium=email&utm_term=0_e34e8ee443-cde6e91480-206348373

Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:

  • Academia.Edu

  • ResearchGate.net y

  • Monografías.com

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Escuela de Atenas por Raffaello Sanzio

 

 

 

Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca