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Abuso Sexual en Niños


Partes: 1, 2, 3, 4
Monografía destacada
  1. Resumen
  2. Introducción
  3. El problema
  4. Marco teórico
  5. Marco metodológico
  6. Análisis e interpretación de los resultados
  7. Conclusión
  8. Recomendación
  9. Bibliografía
  10. Anexo

Resumen

El presente estudio tiene por tema principal al Abuso Sexual en Niños, en lo que atañe a su aspecto general y lo que legisla nuestro País Paraguay. Además hace mención sobre los fundamentos suficientes para la modificación ampliatoria de la expectativa mínima de la sanción aplicable a los infractores de la norma. Así también este material ofrece un proyecto de ley que regula sobre la modificación ampliatoria de la expectativa mínima de la sanción que establece actualmente el artículo 135 del Código Penal.

Por medio de la investigación se pretende configurar un material que contenga las disposiciones legales vigentes en nuestro país, que sea útil, tanto a los abogados profesionales en sus escritos como a los estudiantes.

La intención del trabajo es la de facilitar informaciones y por medio de ellas llegar a conocer las normas establecidas en nuestra legislación y buscar la modificación ampliatoria de la expectativa de la sanción por una más acorde a la realidad de los hechos de esta naturaleza.

En lo que respecta a la investigación, esta pertenece al tipo de trabajo descriptivo, con un diseño no experimental. La técnica utilizada fue fundamentalmente, la investigación bibliográfica.

A través de la investigación realizada, se pudo conocer que en nuestro país ciertamente la pena a ser aplicada a los agresores es mínima lo que probablemente sea uno de los factores que hagan que vaya en auge.

Se ha comprendido a la vez, que es posible que este tipo de hecho punible sea erradicado si las expectativas de pena mínima son ampliadas, brindando atención médica especializada y psicológica al agresor a modo de que comprende y evite la consumación del hecho. Además se ha puesto a conocimiento sobre los pros y contras de la castración quirúrgica y química.

Palabras claves: Abuso, Abuso Sexual, Abuso Sexual en Niños, Niños, Agresores-victimarios, Legislación Nacional.

Introducción

El Abuso Sexual en Niños es hoy día una problemática existente en la sociedad paraguaya, puede hasta afirmarse que la comisión de este tipo de hecho punible va en auge.

Es de suma importancia conocer cuales son las aspectos que deben de tenerse en cuenta tanto para la prevención y como para el reconocimiento de las víctimas de este tipo de hechos.

Es objetivo de este material investigativo promover y proponer un proyecto de ley que amplie la expectativa de la sancion aplicable a los infractores de lo preceptuado en el articulo 135 del Código Penal paraguayo vigente.

El presente trabajo consta de cuatro apartados debidamente específicados donde se desarrolla debidamente el tema en gestión. El primer apartado trata sobre el abuso sexual en niños en su aspecto general.

El segundo apartado trata sobre la legislación nacional establece sobre el abuso sexual en niños.

El tercer apartado se destina a los efectos de manifestar los fundamentos existentes para la ampliación de la expectativa mínima del hecho punible de abuso sexual en niños.

El último apartado se encuentra destinado a la exteriorización del proyecto de modificación del artículo 135 del Código Penal Paraguayo.

Por consiguiente, sólo resta invitar cordialmente a pasar a formar parte del mismo por medio de su lectura y recibir a cambio informaciones de gran importancia para su formación profesional.

CAPITULO I.

El problema

Planteamiento Del Problema

Descripción actual del problema

La niñez es una de las etapas por la que indefectiblemente debe de pasarse y por ende, de gran importancia para toda persona.

En donde el niño o niña se encuentra bajo la protección de sus progenitores o tutores que velen por la seguridad y protección del mismo tal como se encuentra establecido en la Constitución Nacional de 1992, en la que se incorpora en su artículo 54 garantías al niño para su desarrollo y el ejercicio de sus derechos, que copiado textualmente dice: "La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de garantizar al niño su desarrollo armónico e integral, así como el ejercicio pleno de sus derechos, protegiéndolo contra el abandono, el abuso, el tráfico y la explotación. Cualquier persona puede exigir a la autoridad competente el cumplimiento de tales garantías y la sanción de los infractores. Los derechos del niño, en caso de conflicto, tienen carácter prevaleciente".

Es así que cabe además destacar que teniendo en cuenta lo establecido en nuestra Carta Magna, se ha visto la necesidad de la creación de la ley 1680/01 Código de la Niñez y Adolescencia, a los

efectos de que la misma regule los derechos, garantías y deberes del niño y del adolescente, conforme a lo dispuesto en la Constitución Nacional y la Convención sobre los Derechos del Niño.

Los niños y adolescentes ejercen estas garantías y derechos por medio de sus progenitores y/o tutores que velan por la protección del mismo, en su sentido más amplio, tal como lo describe el Código de la Niñez y Adolescencia. Desde aquí parte la problemática que da inicio a la presente investigación.

Conviene destacar por ello que se encuentra en mayor crisis los niños, puesto que estos desconocen los derechos con los que cuenta, quedando a depender netamente de su progenitor o tutor/a, a lo que este dispusiere.

Es de este modo que hallándose el niño o niña supeditado al cuidado de un adulto, queda a relucir que existen excepciones en los que estos (progenitores o tutores) incurren en una conducta típica, reglamentada en el Código Penal (artículo 135) lo que reuniendo los presupuestos de la conducta amerita a que sea aplicada la sanción correspondiente, dado que en la obligación del mismo es la de brindar protección y salvaguardar los derechos del niño/a, incurriendo a la vez en la violación de su deber de cuidado.

Más aun así, la sanción aplicada a los infractores de esta norma es mínima, pero el daño que ocasiona es terrible.

La justicia debe de ser aplicada imparcialmente, pero para el efecto es conviene contar con una sanción digna para el daño (físico y psíquico) causado a la víctima, quien difícilmente se repondrá de las circunstancias por las que ha atravesado.

Pero es menester, centrarnos debidamente a la aplicación de la sanción ante este tipo de hechos punibles.

Desde el punto de vista social, se deduce que la protección de los niños/as es precaria, puesto que primeramente, es decir, en ocasiones la problemática surge en sus hogares, por lo que la víctima convive con su agresor.

La protección y aplicación de lo estipulado en las leyes corresponde en gran parte a la colaboración por parte de sus progenitores y/o tutores y de la sociedad, quienes deben de denunciar si tienen conocimiento sobre este tipo de hecho.

Asimismo se denota que la sanción a ser impuesta a los agresores es minúscula, además de que es difícilmente posible comprobar en algunos casos la comisión del hecho o el nexo de la teoría del hecho con el victimario.

Es así que, viéndolo desde el punto de vista jurídico, se desprende que como muchos medios de comunicación indican: "es bien sabido que actualmente se sanciona con más fuerza a un ladrón de vacas que a un violador".

En síntesis, este hecho es una gran problemática actual de nuestra sociedad, dado que los casos de abuso sexual en niños se encuentran en auge.

La pena a ser aplicada ante este tipo de hecho es mínima, lo que superficialmente podría incitar a la reincidencia del agresor, esto además de reconocer que es posible que el mismo sea absuelto por falta de elementos de cargo, ya que en estos tipos de hechos no hay testigos.

Los fundamentos para la ampliación de la pena se basan primeramente en la protección de la integridad física y psicológica del niño/a, que se halla debidamente establecido en la Constitución Nacional y demás leyes concordantes.

Además es preciso precautelar el ejercicio de los derechos y garantías conferidos a los mismos.

Es por ello que por medio de la presente investigación se pretende demostrar que es necesaria una modificación en el Código Penal, en lo que respecta a la aplicación de la sanción ante este tipo de hechos a modo de evitar la comisión y reincidencia de estos hechos.

Formulación del problema

  • ¿Es factible la ampliación de la expectativa mínima de la sanción aplicable a la conducta típica prevista en el artículo 135 del Código Penal?

Preguntas de investigación

  • ¿Es correcto el marco legal para los casos de abuso sexual en niños?

  • ¿Cuál es el fundamento e interés para una ampliación de la sanción a ser aplicada?

Objetivos de la investigación

Objetivo General

  • Demostrar si corresponde la ampliación de la expectativa mínima de la sanción aplicable a la conducta típica prevista en el artículo 135 del Código Penal.

Objetivos Específicos

  • Señalar si es correcto el marco legal para los casos de abuso sexual en niños.

  • Mencionar el fundamento e interés para una ampliación de la sanción a ser aplicada.

Justificación de la investigación

Se optó por este tema referido al Abuso Sexual en Niños, por ser una problemática actual en la que se encuentra no sólo nuestro país Paraguay, sino el mundo entero.

Cabe destacar que los casos de abuso sexual en niños se encuentran en auge, según los datos obtenidos por entidades que siguen de cerca la problemática, tal como lo es el Movimiento Mundial de la Infancia, Secretaria Nacional de la Niñez y la Adolescencia, entre otros.

Los hechos punibles de este tipo tienen una notable crecida que se torna alarmante, considerando a la vez los diferentes casos de abuso sexual en niños que llegan hasta la etapa de Juicio Oral y Público en la comunidad Caaguaceña, sin contar siquiera con los que no han sido denunciados, y los que aún se encuentran en procesos de investigación preliminar.

Tal como ya se ha dicho, este tipo de hecho punible mayormente no cuenta con testigos que sustenten lo manifestado por la víctima, lo que hace aún más difícil demostrar el nexo entre la teoría del hecho con el supuesto autor.

Más no obstante, la presente investigación se debe primordialmente a objeto de demostrar la necesidad de ampliar la sanción aplicable al hecho punible de abuso sexual en niños, dado que la expectativa mínima como sanción ante la comisión del hecho es minúscula, lo que quizás amerite el incremento de este tipo de hecho.

Con la finalidad de este sacrificado trabajo investigativo, se pretende que todos tengan acceso a este material para poder utilizar las informaciones apropiadamente y por ende, a los abogados profesionales que tengan este tipo de causa.

El trabajo va dirigido a todos los abogados profesionales, practicantes y estudiantes universitarios de la Carrera de Derecho, y a la sociedad entera que se encuentra ligada ante la comisión de este tipo de hecho punible.

Beneficiará de alguna manera a las personas que quieran conocer o ampliar sus conocimientos sobre el hecho punible de Abuso Sexual en niños, en lo que respecta a la aplicación de la sanción a los infractores de lo establecido en la norma y a la posible ampliación de la pena a ser impuesta.

Esta investigación es posible, gracias a los materiales de apoyo bibliográficos que hacen referencia sobre el tema y la posibilidad de acceder a las informaciones obtenidas por medio del internet.

CAPITULO II.

Marco teórico

ASPECTOS GENERALES DEL ABUSO SEXUAL EN NIÑOS

Antecedentes históricos

El abuso sexual en niños, es una de las diferentes formas de abuso a las que han podido ser y fueron sometidos algunos de los seres humanos, de lo que se concibe, por ende que, no es un hecho propio de la vivencia actual de la ciudadanía, sino más bien esta data desde varias décadas atrás.

Cabe destacar por ello, que desde la década de los 70"s esta toma una dimensión diferente, puesto que se han producido grandes cambios y avances en el reconocimiento social de esta problemática en la que se ven afectados los niños o adolescentes.

Para el efecto se habían realizado estudios respecto a la problemática que representaba para la sociedad estos hechos, los resultados indicaron que:

Las repercusiones de la experiencia de abuso pueden llegar a ser severas y que no existe un patrón único de síntomas.[1]

Es decir, que los síntomas por medio de los cuales eran detectados los cambios en la víctima variaban conforme al daño que ocasionaba tal experiencia, por lo que consecuentemente no era posible la realización de un patrón único de síntomas que podrían ser percibidos ante este tipo de hecho.

Es menester mencionar a la vez, que:

El pionero de la investigación sobre el problema de abuso sexual fue David Philkerhom posteriormente Vicent Fontana, autor del libro "En Defensa del niño Maltratado" resume lo que es la transmisión intergeneracional de la violencia en la que estipula que los niños maltratados, si sobreviven serán los padres maltratadores del futuro y los miembros desadaptados de la sociedad.[2]

De este modo surgen las investigaciones sobre el tema en gestión por medio de las iniciales investigaciones realizadas por David Philkerhom, seguida por Vicent Fontana.

Seguidamente en el año 1978 Kempe y Kempe establecen que debe de ser comprendido por el abuso sexual como:

La participación de niños(as) y adolescentes dependientes y evolutivamente inmaduros verdaderamente de los que son incapaces de dar un consentimiento informado o que violan los tabus sociales de los roles familiares. [3]

Se desglosa de la cita mencionada que el abuso sexual en niños, evidentemente se da con la participación de niños "dependientes" de su agresor, que puede ser concebida en el sentido de la posible proximidad con su agresor-victimario (padre biológico, adoptivo, tutor).

Asimismo hace referencia a la "evolución inmadura" que se refiere explícitamente a la etapa de vida del niño o adolescente que no se encuentra competente para la situación en el que es colocado, por lo que consecuentemente es incapaz de dar un consentimiento entendido sobre lo que acontecerá y el alcance del mismo, por desconocer la antijuridicidad del hecho y la no posibilidad de negarse al mismo.

Conviene a la vez mencionar que históricamente el abuso sexual en niños o "pederastia" (del griego pa?de?ast?a, paiderastía (siendo páis o paidós: "muchacho" o "niño"; y erastês: "amante"),[4] forma en la que era también denominada en la antigüedad, pero que no ha sido asociada necesariamente al abuso.

Denominada así teniendo en cuenta la patología que sufría la mayoría de los abusadores de menores es que se conoce con el nombre de pedofilia.

Por lo que consecuentemente, la persona que padecía ese tipo de parafilia (consiste en la excitación o el placer sexual derivados principalmente de actividades o fantasías sexuales repetidas o exclusivas con menores prepúberes: en general, de 8 a 12 años) [5]se denominaba "pedófilo".

Etimológicamente mencionando, tanto «pedofilia» (paidós: "niño", filia: "amistad, amor") como «pederastia» (paidós: "niño", erastos, eros: "deseo sexual") se basan en el término paidós: "niño".[6] Teniendo por base para la denominación del mismo al niño.

Es importante recalcar que pedófilo no es un sinónimo estricto de abusador sexual de niños, puesto que:

La razón está, por un lado, en que algunos de los pedófilos no llegan nunca a abusar de niños, sino que se quedan en los límites de las fantasías sexuales; y, por otro, en que algunos abusadores de niños lo hacen como reacción a una frustración con el ámbito adulto, que es sobre el que realmente tienen sus inclinaciones sexuales, de ahí que no sean, estrictamente, «pedófilos». 21

Es por ello quizás que, no se utiliza frecuentemente la denominación de "pedófilo o pedofilia" ante este los hechos de abuso sexual en niños, pero ello a la vez no significa que la misma no sea utilizada puesto que, depende en gran parte del punto de vista del escritor.

Nociones

A modo de mayor captación se considera conveniente conceptualizar debidamente los vocabularios a ser utilizados y desentrañar debidamente las palabras que componen al tema en gestión por lo que se hace mención sobre:

Abuso

Según lo conceptualiza el diccionario de la Real Academia Española, debe de ser concebido por abuso:

La acción y efecto de abusar. Este verbo supone usar mal, excesiva, injusta, impropia o indebidamente de algo o de alguien.[7]

Por medio de la definición conferida por el diccionario de la Real Academia se obtiene la base de lo que encierra el acto del abuso, puesto que comprende dos grandes aspectos el de la acción y el efecto de abusar.

Es conveniente a la vez, ampliar el concepto anteriormente dado para una mayor captación de la implicancia del mismo, por lo que conviene traer a colación la conceptualización brindada por el Dr. Zawdzki, quien denomina al:

Abuso o maltrato es la acción de un sujeto en condiciones superiores (edad, fuerza, posición social o económica, inteligencia, autoridad) que comete un daño físico, psicológico o sexual, en contra de la voluntad de la víctima o por consentimiento obtenido a partir de inducción o seducción engañosa. [8]

De la cita se obtiene además de que el mismo comprende un acto, que es realizado por un sujeto que se encuentra en condiciones superiores ante su víctima cometiendo, por ende, un daño físico, psicológico o sexual en él/la ya sea en contra de su voluntad o por medio de una seducción engañosa.

Abuso sexual

Una vez sentada la base de la conceptualización de abuso, se corrobora que el abuso sexual:

Constituye una experiencia traumática y es vivido por la víctima como un atentado contra su integridad física y psicológica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye una forma más de victimización en la infancia, con secuelas parcialmente similares a las generadas en casos de maltrato físico, abandono emocional, etc. Si la víctima no recibe un tratamiento psicológico adecuado, el malestar puede continuar incluso en la edad adulta.[9]

Es evidente que un abuso sexual efectivamente será una experiencia traumática para la víctima puesto que dicho acto sexual corresponde a un atentado contra su integridad física y psicológica.

Por lo que es recomendable que la víctima siga un tratamiento psicológico adecuado para sobrellevar la situación atravesada puesto que el disgusto puede continuar incluso al llegar en la edad adulta, lo que se torna indudable considerando que es una experiencia aterradora que no todos pueden tolerarla y seguir con una vida normal.

Abuso Sexual en Niños

Finalmente llegamos a la conceptualización que nos compete, la cual es la denominación del abuso sexual en niños.

Es notorio que ya se ha tenido por medio de las demás conceptualizaciones una noción de lo que comprendería en totalidad el tema en gestión.

Se considera que quizás la definición más completa del abuso sexual infantil es la elaborada por el National Center of Child Abuse and Neglect (NCCAN), agencia federal norteamericana, quien manifiesta que la misma comprende:

Los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual también puede ser cometido por una persona menor de 18 años, cuando ésta es significativamente mayor que el niño (la víctima) o cuando (el agresor) está en una posición de poder o control sobre otro menor.[10]

La conceptualización brindada por el NCCAN, encierra dos aspectos evidentes en el abuso sexual infantil el cual es el de la coacción y la diferencia de edad entre la víctima y el agresor-victimario.

Para el efecto a la vez menciona que este acto encierran tanto los contactos como las interacciones cuando el adulto utiliza al niño para estimularse sexualmente asimismo, al niño o una tercera persona.

La cita a la vez hace mención de que el hecho de abuso sexual puede también ser perpetrado por una persona menor de 18 años de edad. Hecho que se corrobora con la realidad paraguaya, reflexionando que se han dado casos en los que el agresor es un adolescente, siendo su víctima mucho menor que su atacante.

La legislación nacional prevé en el Código de la Niñez y la Adolescencia la obligación de denunciar de aquellas personas que establece el artículo quinto primer y segundo párrafo del cuerpo legal mencionado, quedando establecido como:

"Toda persona que tenga conocimiento de una violación a los derechos y garantías del niño o adolescente, debe comunicarla inmediatamente a la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CODENI) o, en su defecto al Ministerio Público o al Defensor Público. El deber de denunciar incumbe en especial a las personas que en su calidad de trabajadores de la salud, educadores, docentes o de profesiones de otra especialidad desempeñen tareas de guarda, educación o atención de niños o adolescentes."[11]

Es así que se desprende que existe una normativa que busca la protección de los derechos y garantías conferidos al niño o adolescente. Hecho que en ocasiones es realmente es practicado.

Razón por la cual llegan a ser conocidos los hechos de abuso sexual en niños, dado que las víctimas por temor o por la estigmatización guardan el "secreto" a modo de no ampliar aún más el daño que ya se le fue ocasionado, y por ende, encubriendo a su victimario.

Conviene en esta parte hacer mención para conocimiento de la ciudadanía que existen métodos que se pueden tomar para proteger a los niños de los agresores sexuales, dentro de los cuales se encuentra:

  • Comunícate con tu niño y hable sobre qué es el abuso sexual.

  • Enséñale a los niños a identificar cuáles son los nombres correctos de sus genitales. Evita los sobrenombres que puedan confundirlos.

  • Evita concentrar todos tus esfuerzos en proteger a su niño de extraños. Conversen sobre cómo la gente buena y conocida puede comportarse de forma indebida. Incluso hasta otros niños pueden actuar indebidamente.[12]

Es así que como padres biológicos, adoptivos y/o tutores del niño/a debe de comunicarse con el niño o la niña para darle una noción sobre lo que implica el abuso sexual y cuáles son las pautas de conductas adultas que debe de considerar fuera de lo "normal" y realizar un alejamiento oportuno del mismo además claro de comentar sobre lo que se considera "anormal".

Así también el niño o la niña debe de conocer los nombres correctos de los genitales.

Otro error que comente los padres es la de protegerlos únicamente de extraños mientras que la amenaza puede estar tan cerca que no logra detectarla.

La cita sigue mencionando al respecto que:

  • Enséñale a los niños la diferencia entre el contacto físico apropiado y el no apropiado.

  • Explícale a los niños que los adultos u otros niños mayores nunca necesitan ayudan con sus genitales cuando van al baño, se duchan o bañan. Explícales que si alguien les pide ayuda de este tipo es un truco y deben alejarse inmediatamente y buscar ayuda de otra persona.

  • Enséñale a su niño a ir al baño o a ducharse o bañarse sin la ayuda de otros, para que no tenga necesidad de pedir ayuda a un adulto u otros niños.[13]

Es importante el mencionarle a los/as niños/as, tal como ya se ha dicho anteriormente, cuáles son las conductas sospechosas que puede presentar un adulto o un adolescente u otro niño que puede poner en riesgo su bienestar psíquico social y emocional, etc.

Asimismo se debe de enseñar a los/as niños/as a que no dependan de la ayuda de otras personas para poder ir al baño o para ducharse, este es un factor u oportunidad que puede usar el agresor sin ser siquiera sospechado o desconfiado.

Así también el niño o la niña debe de saber que:

  • Evitar a toda costa los secretos. Educa a tus niños para que entiendan bien las diferencias entre las sorpresas y los secretos. Explícale que en tu familia no hay secretos y que el no podrá guardar secretos de otros.

  • Confía en tus instintos paternos. Si te sientes incómodo dejando a su niño con una persona, hazle caso a tu voz interior y busca ayuda de otra persona con que te sientas mejor. Recuerde que eres el adulto y el responsable de la seguridad de tu niño.[14]

Es de gran valor evitar guardar los "secretos", por lo que es de suma importancia que entienda la diferencia entre un secreto y una sorpresa, como así también el aspecto negativo del mismo.

Otro aspecto importante a considerar es:

  • Comparte suficiente tiempo con tu niño y conviértete en el adulto más importante en su vida. Los niños de familias inestables o con problemas tienden a ser presas fáciles de los agresores sexuales, ya que los niños tienden a estar carentes de la atención y afecto de los adultos en su familia.

  • Busca información sobre si tu escuela tiene un programa de prevención de abuso sexual infantil. Debido al aumento importante del abuso infantil en EE.UU. varias escuelas en el país tienen programas especiales para contrarrestar el abuso infantil y enseñarles a los niños sobre cómo prevenir o divulgar si han sido agredidos sexualmente.[15]

Es importante que para que el/a niño/a tenga confianza en usted, es que guarden una estrecha relación, lo que implica tiempo de parte sus progenitores, padres adoptivos o tutores para compartir realmente una información veraz sin temor a ser regañados o maltratados por las informaciones que el/a niño/a pueda llegar a comentar.

La cita hace mención sobre un programa de prevención de abuso sexual infantil, la cual realmente sería un gran paso para poder hacer frente a este tipo de hecho punible.

Por medio de este programa se lograría que la escuela capacite o enseñe a los niños como prevenir o divulgar si han sido agredidos sexualmente, es decir, a romper el silencio y que los agresores reciban el digno castigo que se merecen.

Más no obstante, para la realización de este tipo de programa es necesario luchar contra las creencias o tabúes de muchos padres que no comprenderán el gran avance que se realizará por medio de este programa a modo de evitar más hechos de abuso sexual en niños, esto reconociendo que muchos padres consideran o creen que sus hijos nunca serán víctimas de este tipo de abuso, el cual es un grave error, puesto que en todo caso es mejor evitar.

Es primordial, por ende, que los profesores sean capacitados para poder brindar este tipo de información a la población más afectada e inocente de la sociedad.

Así también a sabiendas de la situación del país es preciso que la implementación de este tipo de programa sea efectuado por el Ministerio de Educación y Cultura.

La prevención del abuso sexual no sólo requiere brindar información, puesto que es significativo también el desarrollo de ciertos valores que son importantes para poder favorecer el fortalecimiento de conductas de protección ante el abuso sexual y el no sexual.

Los valores sirven para guiar y orientar las conductas de las personas, son el fundamento por el cual se hace o deja de hacer algo en un determinado momento, son creencias prescriptivas o principios normativos y duraderos que sugieren que una determinada conducta es socialmente preferible a otras que se consideran opuestas o contradictorias.

A simple juicio no podría esperarse que el desarrollo de algunos de los valores básicos relacionados con la prevención del abuso sexual sean el producto de unas sesiones aisladas, se cree que este será el producto de un proceso continuo, permanente en la intención de educación en valores que debe estar a su vez enmarcado en el contexto de una educación sexual integral insertada en el currículo escolar y en la misión de la formación familiar.

Algunos de los elementos claves que se proponen desarrollar serían los siguientes:

· Valorar el cuerpo, comprender las emociones y las vivencias corporales como buenas, valiosas e importantes.

· Aprender la importancia del respeto por el otro y valorar la posibilidad de convivencia social sin necesidad de instrumentalizar al otro, de usar a los demás para nuestro beneficio, incluso a costa de su malestar.

· Comprender que es importante respetar y contar con la decisión personal para conseguir lo que necesitamos de los otros. Podemos obtener de los demás pero teniendo en cuenta su consentimiento, como una regla de convivencia, los demás tienen el derecho a consentir o no si acceden a nuestras necesidades y peticiones.

· El cuerpo del otro siente y experimenta, y es potestad del otro decidir si desea sentir o experimentar ciertas vivencias corporales, afectivas, sexuales etc. Es importante promover el concepto de que abrazar, besar, sentir, intercambiar afecto y placer en el contexto del respeto por la autonomía y el consentimiento.

Si bien es cierto es importante el conocimiento y la información pero está por si sola es insuficiente.

Es importante que desde la niñez se tenga la posibilidad de adquirir, interiorizar y fortalecer una serie de destrezas, competencias o habilidades que les permitan a niños y niñas poder defenderse efectivamente de situaciones de abuso sexual y no sexual.

Estas habilidades son aprendibles, es decir, que pueden ser entrenadas en procesos de aprendizaje estructurado, no se adquieren por el solo hecho de que se le dé al niño/a una instrucción verbal imperativa (cuídate, detente, tienes que saber cuidarte) un error es decirles que se cuiden sin habilitarles necesariamente para ello, sin enseñarles que hacer y cómo hacerlo.

Esto requiere sesiones de entrenamiento que impliquen una explicación de la habilidad a enseñar un modelamiento, ejercicios de práctica, retroalimentación y tareas de práctica.

La asertividad es la habilidad social muy importante en el desenvolvimiento social de las personas y de mucho valor para la prevención del abuso sexual.

El abuso sexual a los niños puede ocurrir en la familia, a manos de un padre/madre, un padrastro, hermano u otro pariente; o fuera de la casa, por ejemplo, por un amigo, un vecino, la persona que lo cuida, un maestro o un desconocido.

Cuando el abuso sexual ha ocurrido, el niño puede desarrollar una variedad de sentimientos, pensamientos y comportamientos angustiantes.

No hay niño preparado sicológicamente para hacerle frente al estímulo sexual repetitivo.

Aun los niños de dos o tres años que no pueden saber que la actividad sexual es incorrecta, desarrollarán problemas como resultado de su inhabilidad para hacerle frente a la sobre-estimulación.

El niño de cinco años o más que conoce y aprecia al que lo abusa se siente atrapado entre el afecto y la lealtad que siente hacia esa persona y la sensación de que las actividades sexuales son terriblemente malas.

Si el niño trata de romper con las relaciones sexuales, el que lo abusa puede amenazarlo mediante la violencia o negándole su afecto.

Cuando los abusos sexuales ocurren en la familia, el niño puede tenerle miedo o sentir ira, los celos o la vergüenza de otros miembros de la familia, o quizás puede temer que la familia se desintegre si se descubre el secreto.

El niño que es víctima de abuso sexual prolongado, generalmente desarrolla una pérdida de autoestima, tiene la sensación de que no vale nada y adquiere una perspectiva anormal de la sexualidad. El niño puede volverse muy retraído, perder la confianza en todos los adultos y puede llegar a considerar el suicidio.

Algunos niños que han sido abusados sexualmente tienen dificultad para establecer relaciones con otras personas a menos que estas relaciones tengan una base sexual.

Algunos niños que han sido abusados sexualmente se convierten en adultos que abusan de otros niños, se dan a la prostitución, o pueden tener otros problemas serios cuando llegan a adultos.

Muchas veces en el niño no hay señales físicas de abuso sexual. Algunas señales sólo pueden ser reconocidas mediante un examen físico por un médico.

Ahora bien es precisa la denominación exacta de lo que es un niño conforme a lo que establece nuestra legislación y lo que implica que este pase a ser una víctima de este tipo de circunstancias, de este modo se pasa a detallar que:

Niño-Víctima

Es significativo destacar primeramente la importancia de la niñez por lo que se hace mención de que en las últimas dos décadas se ha producido una enorme masa de investigaciones, ensayos, evaluaciones y construcciones teóricas alrededor de la niñez y, particularmente, de la primera infancia.

Todas ellas han demostrado su importancia para el ciclo de vida de cualquier persona como individuo, así como del conjunto de la sociedad. Igualmente se han realizado numerosos estudios que han demostrado que el porcentaje de niños menores de ocho años en condiciones de riesgo es aún muy significativo, incluidos Estados Unidos y la mayor parte de los países más ricos, y mucho mayor de lo que el potencial económico de cada país permitiría suponer. No obstante, crece la conciencia de que ello, además de afectar a la garantía de derechos, afecta también a la competitividad.[16]

Es así que, de aquellas investigaciones y estudios realizados se ha corroborado que es de suma importancia la primera infancia en toda persona, lo que hace demostrar a primera facie que esta es la etapa en la que se debe de brindar mayor protección al niño/a para su debido desenvolvimiento en la sociedad con naturalidad.

Se destaca a la vez que, los niños menores de ocho años demuestran aún un porcentaje muy significativo. Cabe subrayar además que, esta problemática no es siquiera un hecho ajeno a los Estados Unidos y a otros países considerados de primer mundo.

Pese a que la cita habla en sentido económico-monetario, cabe mencionar que en Paraguay es precisa una formación profesional adecuada para contar en el futuro con un trabajo digno y una vida acorde a lo establecido.

Por ello es conveniente cuidar al "futuro del Paraguay", que son los niños de hoy, quienes son y serán la esperanza de un país sobresaliente con mejores oportunidades.

Es menester para el efecto detallar que:

Los descubrimientos científicos de las dos últimas décadas han transformado el modo en que los investigadores, diseñadores de políticas y el público piensan acerca de la primera infancia. Por ejemplo, la investigación reciente desde las neurociencias ha provisto una base biológica para las teorías predominantes acerca del desarrollo infantil temprano y el análisis costo beneficio ha[17]reorientado algunas de las discusiones acerca de la primera infancia hacia los programas preventivos.[18]

Es así que si no se presta debido cuidado a la etapa de la primera infancia por la que pasa indefectiblemente todo ser humano pone en peligro la estabilidad emocional y psicológica de un/a niño/a que es parte de la sociedad, que en cierto modo influirá en el futuro en la economía, en la sociedad, es decir, es y será siempre un ciudadano.

Ahora bien depende de gravedad de la situación por la que ha atravesado el niño y la implicancia que esa conducta ejercerá en su vida, de acuerdo a esto igualmente tendrá secuelas que quedaran en su vida, que podrían hasta truncarlo en la vida laboral, familiar y social, todo dependiendo del enfoque que este tenga de la eventualidad que le ha sobrevenido.

Corresponde ver en este término dos aspectos que encierra el tema en gestión, puesto que es preciso determinar debidamente lo que la legislación nacional determina como niño y los percances que se obtienen para el mismo como víctima del hecho.

Es así que cabe mencionar que conforme al artículo 135 inciso 8° del Código Penal Paraguayo, establece que:

Considera niño, a los efectos de este articulo a la persona menor de catorce años (en la actualidad, por la Ley 2.169/2003, se considera niño a la persona menor de trece años y adolescente desde los catorce hasta los diez y siete años de edad y mayor de edad desde los 18 años de edad).[19]

Es así que queda establecida y diferenciada la etapa de la niñez de la adolescencia conforme a la edad del mismo, quedando por ende niño hasta la edad de trece años de edad y adolescente desde los catorce años hasta los diez y siete años de edad.

Es importante además destacar que, el principal problema que se encuentra en el abuso sexual en niños es que si trata de un simple acoso o si se lleva a cabo la penetración, el mismo no suele dejar pruebas físicas duraderas en las víctimas.

Esto considerando que la mayoría de los hechos punibles son descubiertos mucho tiempo después de haber ocurrido la comisión del hecho.

Además ni la víctima ni el victimario, uno por la edad y el otro por su problema, pueden ser capaz de explicar con precisión lo que ha ocurrido.

Conjuntamente la confirmación de los hechos es complicado, porque no suele haber más testigos oculares que la víctima y el agresor, quien evidentemente niega la acusación.

La valoración psicológica de un caso de abuso sexual en niños se aborda, fundamentalmente, a través de la entrevista psicológica al niño/a y la observación.

Estos son básicamente dos tipos de entrevistas que se programan con la víctima: por un lado, aquellas que están encaminadas a investigar lo que ha ocurrido, y por otro, las que están orientadas a la intervención sobre el niño como víctima del abuso.

Cabe destacar para el efecto que existen cuatro criterios básicos que sugieren una mayor urgencia de actuación en un caso de abuso, a saber:

  • La convivencia del agresor con el niño tras el abuso;

  • La actitud pasiva o de rechazo hacia el niño por parte de su familia;

  • La gravedad del abuso;

  • La ausencia de una supervisión del caso que pudiese evitar nuevos abusos.[20]

Es así que se desprende que se obtiene criterios básicos para determinar la urgencia con la que se debe de actuar ante un caso de abuso sexual en niños.

El primer supuesto con el que se cuenta es el de la convivencia del agresor con la víctima, esto se da con frecuencia puesto que en ocasiones el abuso sexual en niños se ha dado en el seno familiar, debiendo por ende, convivir la víctima con su agresor-victimario.

El segundo supuesto no escapa de la realidad cotidiana paraguaya, puesto que mayormente se da una actitud pasiva o rechazo hacia el niño por parte de su familia, ya sea por la falta de credibilidad en lo manifestado por el niño o adolescente o por cuestiones muy propias de la creencia de la familia.

En lo que respecta al tercer supuesto se puede mencionar que la misma quizás haga referencia nuevamente en cierta parte al primer supuesto, es decir, en los casos en que pueda darse la reiteración del hecho por la cercanía del agresor con su víctima.

Asimismo en casos de que el agresor haya ocasionado grave lesiones psicológicas y/o físicas en su víctima.

Partes: 1, 2, 3, 4
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