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Algunas consideraciones sobre el impacto del ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. El Ajedrez y el desarrollo de las habilidades intelectuales
  4. Entrenar el Pensamiento
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Resumen

El presente trabajo de diploma fue realizado con 250 alumnos de 8 a 12 años de la escuela "Camilo Cienfuegos" del municipio de Los Arabos, provincia de Matanzas, debido al poco conocimiento por parte de padres y profesores acerca de la importancia del Ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en los niños, para darle curso a dicha investigación nos trazamos el siguiente objetivo: Demostrar el impacto del Ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en niños. Para ello se emplearon como método de investigación la observación y como técnicas la entrevista y la encuesta. Los resultados más relevantes fueron: Los niños después de recibir clases de ajedrez elevaron rasgos de la personalidad, desarrollando habilidades Intelectuales tales como atención y concentración, la observación, la memoria, cálculo y evaluación, razonamiento lógico-matemático y el análisis.

Palabras claves. Ajedrez, desarrollo de habilidades, práctica del ajedrez.

Introducción

Hablar de ajedrez en las escuelas es compartir la esencia de una práctica como ayuda a las formas de resolver dificultades, de hallar respuestas inteligentes en los alumnos y de cumplir, en general, con los factores propios de todo proceso de aprendizaje: contar con un contexto social adecuado.

Son cada vez más, en distintos ámbitos, quienes hablan del ajedrez como un medio eficaz de contención de los alumnos, sobre todo de aquellos que – por alguna razón – están lejos de ambientes que permitan la reflexión como parte importante de la resolución de situaciones problemáticas de la niñez y de la adolescencia.

Dice una conocida "Web" argentina de Ajedrez Escolar que hay que desarrollar la capacidad de reflexión y, sin embargo, no dejar que se atrofien las valiosas fuerzas instintivas. Hay que hacer emplear a fondo la inteligencia, pero sin perjudicar la fuerza de voluntad. No hay que recargar la memoria, pero sí establecer sobre ésta el fundamento de todo el tesoro espiritual. Hay que hacer perseguir el encanto de la variedad y, sin embargo, encauzar el espíritu y la voluntad hacia la constancia. Hay que exigir solamente aquello que esté en concordancia con la edad del niño y, sin embargo, hacer que las fuerzas innatas vayan superándose a sí mismas. Ordenar un trabajo ligero pero, al mismo tiempo, proporcional y regularmente difícil.

Por lo expuesto, vale la pena reiterar que lo relacionado con el ajedrez no basta por sí solo.

Se ha dado en creer que si un grupo juega al ajedrez, por ejemplo en una escuela, durante los recreos, automáticamente se está haciendo ajedrez escolar y esto ya resulta en alto beneficio para esos grupos de estudiantes que lo juegan. Y si aparece algún "descarriado", mejor porque se buscaría demostrar que el mero hecho de haberlos puesto a jugar les ha cambiado para bien sus comportamientos violentos y fugaces.

Con el juego de mesa, se afirma, los intereses y ocupaciones de provecho intelectual y conductual aparecen por añadidura. Cuando alumnos naturalmente revoltosos consiguen estar tranquilos o absortos en un juego pacífico, los docentes y directivos celebran la aparición del ajedrez en las escuelas, sin demasiadas preocupaciones, o con una comprensión parcial del rédito pedagógico o formativo que ello deja.

Que se hayan visto resultados de ese tipo en numerosas oportunidades y, en casos especiales con particular incidencia en el aprendizaje, no autoriza a sostener esto como una regla ni como algo probado sistemáticamente. Muchas veces se ha visto y experimentado la útil misión del ajedrez en la escuela pero su verdadero valor va más allá de estos ocasionales resultados.

Esa múltiple caracterización del ajedrez como juego, deporte, ciencia y arte da, sin duda, márgenes a la complejidad de los resultados que el mismo hace posible.

El ajedrez es tarea difícil, si las hay, la de definir qué es exactamente el ajedrez. Sin duda, se trata de un juego, pero los que padecemos su hechizado embrujo sabemos que es mucho más que eso. Es deporte porque implica una competición, es ciencia pues contiene elementos exactos de índole matemática, verificable e investigativa según métodos científicos y es arte porque puede golpear el espíritu con la inaudita potencia de la belleza abstracta. Es, en definitiva, un microcosmos que reproduce, según ciertas normas convencionales, el universo que habita la especie humana, con su turbulencia de ideas y pasiones."

Sin lugar a dudas que aprovechar toda esa maravillosa y compleja riqueza en el aprendizaje que la escuela ofrece permitiría el desarrollo sistemático de las habilidades intelectuales que se desarrollan más abajo pero, además, fortalecería la creatividad del alumno.

Es tiempo de rodear al ajedrez escolar de otra idoneidad, de complementarlo con todo un conjunto de elementos que permitan transformarlo en un instrumento del currículo para incorporarlo a la tarea de formación integral que debería asumir cada vez con más fuerza la escuela.

Es tiempo de empezar a preparar docentes de ajedrez escolar que alcancen a concebir el aprendizaje significativo y el aporte que a él puede hacer el juego- ciencia. Ellos ayudarían de manera invalorable a desarrollar habilidades intelectuales permitiendo que el pensamiento opere de manera lógica y creativa y no que se limite a acumular conocimientos que no se procesan y, por lo tanto, no se convierten en aprendizajes sustantivos.

 En síntesis, hablar de ajedrez escolar querrá decir preparase para asumir un proceso de enseñanza-aprendizaje capaz de ofrecer a los alumnos una preparación sistémica para emplear los recursos intelectuales (habilidades y destrezas además de conocimientos) que les permitan niveles de dominio cognitivo para resolver situaciones problemáticas de distinto tipo y grado. De este modo, se estará ayudando al alumno a obtener herramientas útiles para la construcción de su futuro y del futuro de la sociedad en la que le toque vivir.

El Ajedrez y el desarrollo de las habilidades intelectuales

    Los acertijos, juegos de palabras, de números, de imágenes y de otros pueden ser complementarios del ajedrez, especialmente cuando los usamos para verificar cualidades de pensamiento en los alumnos.

El ajedrez ofrece, desde su propia práctica, un desarrollo constante de tales habilidades.

El dilema que la escuela no termina de dilucidar en las últimas décadas es si debe sumar conocimientos o desarrollar habilidades para una más efectiva formación del alumno que debe vivir y crecer en una sociedad compleja del tercer milenio.

Por supuesto que quien aquí se expresa opta por desarrollar habilidades ya que la acumulación de conocimiento es lo que, por años, ha ofrecido el sistema educativo con escasos resultados. Es así como, ante la cantidad de información y la especialización, el hombre sufre el déficit de la falta de memoria que lo supera con amplitud en los sistemas de información. No procesa los datos y se muestra ineficaz en la creación de nuevas posibilidades que escapan a la realidad cotidiana. En cambio, con el desarrollo de habilidades intelectuales –y especialmente las creativas, informativas, retentivas o procedí mentales como las del pensamiento lateral el hombre del siglo XXI adquiere una mayor ductilidad, una eficacia adaptable a muchos más casos y complejidades de saber hacer en circunstancias en que la improvisación es rectora de soluciones.

 La idea de que aquéllos son juegos con distintos elementos y, por ello, menos serios que una instrucción sumativa, habrá que descartarla. Sabemos ya mucho sobre cómo se adoptan comportamientos derivados de las experimentaciones, de prueba y error que tienen los juegos por su sola condición de tales. Precisamente por ello es que empiezan a dar rédito en la formación de habilidades que marcan progreso y maduración intelectual. Está claro que los alumnos, por lo general, cuando experimentan, aprenden mejor y por ello el ajedrez como máximo representante de esta categoría de aprendizajes prácticos se lleva las palmas junto a los demás juegos que movilizan la mente.

Entrenar el Pensamiento    

 El Ajedrez sería una de las más completas herramientas básicas para el eficaz entrenamiento solicitado por la necesidad de inteligencia que no puede cumplir el sistema educativo ante la complejidad.

Se presentan a continuación las capacidades cognitivas que con más frecuencia desarrolla la práctica del Ajedrez.

Las Capacidades Cognitivas.

Las capacidades cognitivas son habilidades del pensamiento que permiten el desarrollo gradual de la inteligencia. Las mismas se despliegan a través del entrenamiento sistemático y son condiciones esenciales para aprender a pensar.

a.- La Observación.-

La capacidad de observación es una de las primeras evidencias del desarrollo intelectual con el despertar de la "curiosidad" general.

La comprensión de las estructuras visuales y la relación de los datos perceptibles entre objetos componentes de las visiones son algunos de los principales entrenamientos. Sabemos que el ajedrez se apoya en estructuras de pensamiento visual y construye reglas y patrones característicos que ayudan a la formación de un pensamiento viso-espacial.

Saber "ver" las amenazas es la principal arma del ajedrecista, más en su primera formación: debe descubrir trayectorias compuestas de piezas, trayectorias y amenazas y ha de testear permanentemente la actitud despierta de quien busca respuestas visuales con ahínco.

Muchas veces estimulamos esta principal cualidad con el ejercicio germinal de contar casillas sin tocarlas y desde lejos, de modo que sólo trabajen los ojos. Además, es recomendable para las madres que, durante las comidas, jueguen con sus hijos al famoso "Veo, veo" o a otros juegos similares que permitan favorecer las cualidades de la visión indagatoria, la curiosidad y las interacciones visuales.

La profundidad de la visión estructurada según patrones adelanta la comprensión y aplicación de los mismos en estructuras ajedrecísticas; también el armado de complejos inteligibles.

La visión de patrones necesita desgajar, visualizar selectivamente varios componentes de jugadas, piezas, trayectorias y amenazas, aislarlos de patrones y aplicarlos a características propias.

En las clases, para verificar estos entrenamientos perceptivos, se suelen poner fotos o dibujos complejos que permitan un descubrimiento espacial que se va elaborando con las respuestas de los alumnos hasta su detección o revelación final. Con los dibujos, los participantes de estas sesiones movilizan y agudizan sus observaciones que les permiten entender contextos complejos y aprender del estudio de las características simples o intrincadas de los objetos. En juegos con otras láminas se pueden contar las hojitas de los árboles en un barrio porteño o los adoquines de una esquina como ejercicio de visualización de cantidades. Esto divierte a los alumnos y estimula el proceso visual por el hecho de la dificultad en hacerlo a distancia, sin tocar los objetos.

De este modo, a través de juegos cada vez más complejos de observación se van desarrollando la profundidad de la visión, el armado de complejos inteligibles.

El ajedrez es una actividad que se desarrolla procesando modelos figurativos, comparando patrones típicos cuya base de unos cincuenta modelos (de configuraciones de mate) fundamentan la comprensión táctica en forma clara y unos cuantos más trazan un entorno de patrones parientes y de secuencias más complejas que proponen yuxtaposiciones y otros procesos visuales.

b.- La Atención y Concentración.

Puede definirse la concentración como la capacidad de dirigir la atención a un solo objeto.

La atención, como energía orientada por la volición, es uno de los grandes beneficios logrados, evidentemente, por la práctica regular del ajedrez. La atención y la concentración de la atención han sido siempre el elemento más ponderado de toda práctica desarrollada en escuelas.

La atención: Es una acción mental de control, generalizada, abreviada y automatizada. Este proceso ha sido concebido como una faceta presente en todos los procesos cognoscitivos. En esta edad aumenta el volumen de la atención y la capacidad de concentración del niño y este proceso, al igual que los restantes, se torna voluntario.

Para promover esta adquisición resulta fundamental la forma en que el maestro estructura el proceso de asimilación de los contenidos, orientándolo a despertar el interés del estudiante y a desarrollar en el una actitud concientizada hacia su propio proceso, sobre la base de la utilidad de los contenidos adquiridos.

La estabilidad de la atención muestra el sostenimiento de la misma en el estimulo de interés; de ella se deriva la productividad, o sea, el volumen y la calidad de la información que se interioriza. En el ajedrez, en ocasiones, el centro de interés esta solo en un limitado numero de figuras con respecto al total de una posición determinada. Esto, si bien puede contribuir al análisis profundo y detallado de una idea o variante, limita la amplitud del pensamiento y conduce a una evaluación no objetiva de la posición. Además, puede ser que la atención no se modifique rápidamente con los cambios de la posición y por ello no sea suficientemente dinámica.

Todo ello conduce a que pasen inadvertidas jugadas intermedias y replicas en los sectores del tablero menos atendido. Por eso la estreches y la ampliación de la atención debe estar sujeta a los requerimientos de la posición, debe ejercer dominio sobre estas características de dicha atención.

Si en una posición tensa, el ajedrecista no tiene adecuado dominio de si, estrecha y amplia su atención involuntariamente, originándose entonces los descuidos y las superficialidades. La concentración desempeña un papel fundamental, pues un alumno de primer grado, en el inicio de un curso trabaja concentradamente de 5 a 7 minutos; en el mes de Junio el tiempo aumenta a 20 minutos. En las edades de 10 a 12 años, la atención puede conservarse sin especial fatiga durante 40 minutos.

c.- La Memoria.

La Memoria: Es la capacidad o habilidad para recordar hechos. Es la retención, repetición y reproducción de los contenidos pasados. El ejercicio de la memoria presupone la retención del hecho recordado y su reminiscencia. La importancia del estudio de esta en los límites de la Psicología es obvia: si no se poseyeran mecanismos mediante los cuales se almacenara y se recuperara la experiencia anterior, el funcionamiento intelectual seria imposible. No se aprendería de la experiencia ni se recordaría absolutamente nada el lenguaje no podría existir y por tanto, seria imposible la comunicación y el control de las acciones; se viviría en un eterno presente, en un mundo, cuyos objetos y relaciones serian siempre nuevas, imprescindibles para la supervivencia, la adaptación y la transformación del mundo por parte del ser humano.

Los procesos de almacenamiento y recuperación en la memoria son complejos. En este sentido cabe preguntarse si existe solo un almacén de memoria o varios. La forma más inmediata de contestar esta pregunta es apelar a la intuición. Evidentemente existen algunos elementos que están almacenados desde hace tiempo y que son más o menos asequibles a nuestra conciencia. Otros, en cambio, ocurrieron hace tan poco tiempo que al parecer funciona como una especie de presente, aunque en realidad pertenece al pasado.

En los escolares menores la memoria tiene un carácter intuitivo por imágenes, pueden memorizar de forma voluntaria y esa memorización adquiere un carácter textual. Ellos aun no dominan en suficiente medida los medios que aseguren una buena memorización. Por lo general, solo utilizan un procedimiento: la repetición. Además para aprender algún material lo hacen por renglones, lo que conduce al aprendizaje mecánico.

Tradicionalmente, la memoria ha sido principal elemento del aprendizaje. No se la debe descartar. Los dos tipos principales de memoria (Memoria de corto plazo –MCP- y Memoria de largo plazo –MLP-) están involucrados. Pero se podría sumar una memoria de elementos encadenados que es la particular necesidad de recordar pasos con los cuales conformar trayectorias de variantes.

La memoria usada en el ajedrez es de sumatoria de transformaciones posiciónales, de recordación de trayectorias en un plan secuenciado coherentemente y de contextos de acción de piezas, o conjuntos de ellas, en general expresadas dentro de las memorias visuales o espaciales y las episódicas o secuenciales. Son MCP (memorias de Corto Plazo) y sirven para no perder el hilo de una variante.

Un entrenamiento de MLP (memoria de Largo Plazo) se realiza en la recordación y evocación de lo que se estudia: líneas de aperturas, esquemas estratégicos encadenados, patrones tácticos, partidas ejemplo ya estudiadas y ejemplos tipo de finales.

La memoria en el ajedrez funciona en varios aspectos diferentes desarrollando al alumno de manera distinta: la más común es cuando – por la pregnancia de un conjunto de piezas relacionado por formas típicas de ataques, amenazas o defensas relacionadas entre sí – determinan características posicionales de resolución que empiezan a ser familiares con el progreso del juego.

Es una habilidad que se adquiere mediante lo heurístico. En cambio la forma algorítmica de resolución, con el cálculo de variantes, es la otra forma de memoria empleada clásicamente en el ajedrez: el jugador retiene la serie de jugadas que va verificando como tal, reparando en las figuras de acción que describen las piezas propias en relación a las contrarias y al orden secuencial que para cumplir con esas acciones van describiendo.

Si uno se hace la pregunta: ¿qué tipo de memoria es más fuerte?, ¿la de posiciones o la de serie de jugadas?, se determinará que ambas se complementan enseñando a colaborar entre sí y mostrando la transferencia que aplicaron rédito a otros contextos.

Estas dos maneras de retención memórica son fundamentales para entender y trabajar el espacio de instrucción de la memoria que brinda el aprendizaje del ajedrez en los niños. El aprendizaje de aperturas de memoria es, por lo general, rechazado como actividad para ser reemplazado por la comprensión más que por la forma en sí, pero no debemos dejar de complementar ambas.

El fortalecimiento discriminado entre memorias de Largo y de Corto Plazo tiene cabida con varias actividades específicas bajo formas de juego. Especialmente el esfuerzo del "juego a ciegas" que fuera, en muchos casos, exhibido como una asombrosa cualidad ajedrecística y detractado por los especialistas soviéticos por su probada distorsión del esfuerzo mental.

En todo caso, el aprendizaje del uso mnemotécnico es progresivo con el ajedrez desde la primera infancia. Y relaciona la pregnancia del recuerdo con la capacidad de prever y realizar acciones en cada posición o de argumentar heurísticos particulares en cada una de las instancias de una acción. Varios tests ajedrecísticos rusos atestiguan el crecimiento de las habilidades de memoria y prueban su validez transferible con el juego.

  d) El Análisis.

El Análisis es la parte vital del examen que necesita cada procedimiento ajedrecista. Es el examen de sus partes que concluye en una variante que debe resolver una situación de juego.

Durante toda la partida el niño tiene que analizar cada amenaza del contrario y sintetizar cuál es la mejor respuesta. Hay niños que después de un tiempo pueden efectuar combinaciones de tres jugadas. Cada jugada puede tener más de una respuesta.

EL análisis siempre permite tomar varios caminos cuando no esta definida una acción única de ganancia clara. La decisión toma un carácter alternativo entre maniobras de solución que dependen del estilo del jugador, para un transcurso de comodidad y provisión de recursos sintonizados por el jugador en contra de situaciones ásperas o dificultosas del oponente.

El enfoque del análisis es global, cualitativo más que cuantitativo, estructural y sistémico: cada variable tiene importancia en tanto y en cuanto se relacione (influya y/o dependa) con otras variables.

En el ajedrez se enseña lo contrario de la vulgaridad en la toma de decisiones. Se explica que, más allá de la doble opción (por sí o por no) en una resolución de problemas, existen varias posibilidades más y con ello, considerándolas a todas sin tomar anticipadamente a ninguna (ver Pensamiento Lateral: múltiples alternativas y postergación del juicio), se enriquece la función de resolver ya que cada variante descartada se convierte en guía para situaciones problemáticas asociadas en un futuro mediato o inmediato.

Razonamiento lógico-matemático. El tipo de razonamiento que se emplea en el ajedrez es el mismo que se utiliza en las matemáticas. Algunos señalan que "el ajedrez es a la matemática lo que la música es a la acústica". Motiva también hábitos de estudio, lectura e investigación en la rama de la filosofía a e informática.

Creatividad e imaginación. Todo ajedrecista debe imaginar posiciones distintas de las que hay en el tablero, para aprovechar el tiempo. A partir de eso crea un plan de acción con jugadas que obliguen al rival a equivocarse para modificar la posición de las piezas y conseguir lo que busca. Tiene que ser más rápido e imaginativo que su contrario.

Ética. Como en cualquier deporte, hay reglas a respetar, pero tan determinantes que el jugador se acostumbra a cumplirlas sin la necesidad de un árbitro. Debe aceptar el resultado del encuentro sin excusas. El vencedor no es más alto, más fuerte o más rápido que el vencido, sino que ha jugador mejor.

Organización. El jugador analiza los problemas que se le plantean, planifica la acción, y combina jugadas con distintas piezas en un orden dado. Debe organizar su juego.

Control emocional. Debe controlar sus emociones al máximo, sin dejarse llevar por el enojo o el desprecio hacia el rival. Los niños desarrollan paciencia y perseverancia.

Responsabilidad. Un ajedrecista no puede echarle a nadie la culpa de sus errores, pero tampoco puede achacar el resultado a la mala suerte ni a factores exógenos.

Autoestima. Al ser una batalla mental, el jugador valora el esfuerzo que representa mejorar. El niño va tomando confianza en su capacidad.

e) Cálculo y Evaluación.

En el ajedrez es fundamental el cálculo de las variantes con vistas a una evaluación de cada una, reteniéndolas mentalmente hasta evaluar el conjunto y tomar la decisión de hacer una jugada dentro de un plan.

Los proyectos, objetivos, comportamientos, fuerzas y medios de los actores  (agentes que intervienen y/o influyen en el sistema estudiado) son esenciales para evaluar las alternativas estratégicas: análisis del juego de actores.

Ésta es otra tarea que se enseña. Desde chicos se ha de enseñar al jugador que las decisiones finales dependen de un comportamiento de conjunto de reglas que vinculan a grupos de características entre piezas. Por ejemplo, cuando se sentencia que la dupla dama y caballo es más valiosa que dama y alfil por considerar que, por las reglas generales, el alfil vale más que el caballo si están solos.

Las combinaciones de hipótesis que se elaboran han de ser explicativas, coherentes y facilitadoras de los procesos  reflexión-decisión-acción: desarrollo estratégico.

En la enseñanza tradicional del ajedrez, el estudio de factores combinatorios – la táctica esencialmente – no tenía muy en cuenta la operación explicativa. Pero ella es la que genera reglas y convicciones duraderas ante la acción y esto es lo que se denomina heurística: que el chico aprenda a tener mayor convicción en el aporte táctico que hace con el ajedrez insertándolo en una cuestión estratégica ya que antes tenía definiciones particularizadas y hoy se piensa integralmente en ambos factores de la solución de problemas. La incorporación del tratamiento heurístico complementando lo algorítmico ha dado nueva fuerza a lo combinatorio y es posible causa de mayor fuerza en campeones como Kasparov.

f) Los tiempos en la toma de decisiones.

  El mecanismo de análisis anterior a la toma de decisiones es otra habilidad que da rédito cuando se trabaja con el ajedrez, si se saben poner las consideraciones pertinentes. En Menorca Jorge Laplaza dijo:

"Un aprendiz durante 4 años escolares de ajedrez, por ejemplo de los 6 a los 10 años, produce cerca de medio millón de ejercicios de toma de decisión".

Pues de eso se trata cada jugada que debe hacer al jugar responsablemente.

Si se crean las condiciones para que ese juego sea valioso como resultado, es claro que es un entrenamiento insoslayable. Deviene en habilidades de tono mayor acompañadas de otras como la visión prospectiva que forman un carácter especial del alumno que se puede llamar "pensamiento ajedrecístico" bien distinto del pensamiento común de cualquier estudiante normal.

 g) La opción, la comparación y la elección.

  Los patrones o modelos. Las configuraciones parientes y el pensamiento relacionado es algo propio del ajedrez que permite mayor calidad a la integración de formas pensantes. El reconocimiento e integración de esquemas de pensamiento visual es un elemento educativo prioritario, preparatorio de funciones de importancia en el mundo del trabajo. En el ajedrez de alto rendimiento es fundamental esta forma de procesamiento de datos para hacer rápidamente una visualización del patrón dominante en una combinación y -además- la práctica con patrones agranda las posibilidades de un aprendiz.

Los patrones de táctica y de mates, de finales típicos y de aperturas que juegan los Grandes Maestros se establecen con diferencias clásicas que se mantienen e investigan. Las modas hacen cambiar su aceptación, pero los criterios de definición siguen por años su validez y se transforman en recetas claves para el manejo de soluciones a problemas. Son características esenciales que normalizan formas de pensamientos visuales o de otra especie, acordes a determinados objetivos: las imágenes y el pensamiento no explícito.

h) El Problem Solving. (Resolución de problemas).

 "La resolución efectiva de los problemas con que una persona se enfrenta depende de que ésta se dé cuenta de la existencia de los mismos, que tenga interés por resolverlos y que afronte su solución poniendo en juego las estrategias adecuadas y razonando correctamente".(Jesús Alonso Tapia: "Motivación y Aprendizaje en el Aula. Cómo enseñar a pensar")

Esa es la cuestión y el entrenamiento que el ajedrez propone.

Se usa esta palabra en inglés porque así está aceptada en el repertorio globalizado de neologismos que imprimen al mundo los nuevos conocimientos y técnicas, especialmente referidos a los descubrimientos de la mente y sus aportes al mejoramiento de las respuestas eficaces y exitosas del individuo. Quiere decir sencillamente "resolviendo problemas". Pero se refiere a las técnicas y modalidades de todo el complejo intelectual que se involucra en dar las mejores soluciones a cualquier tipo de problemas: establece reglas para encarar mejor el abordaje de cualquier situación problemática y analiza las formas de solución y las aptitudes concretas de cada metodología.

El ajedrez no es más que un paradigma medible, muy importante para tomar ejemplos y enhebrarlos en estrategias de mejoramiento de la producción intelectual y en la formación de mentes "pensantes".

El problem – solving y sus distintas facetas en algunos campos es clave en el ajedrez: saber plantear hipótesis, por ejemplo, ante las estrategias del rival, componer mecanismos hipotéticos de solución a planteos del oponente, atrae a los alumnos en habilidades estratégicas que deben planificar con anterioridad y pulir sus métodos.

El análisis de casos policiales introduce en la solución de problemas con la toma de indicios relevantes que se acoplan en el devenir de la secuencia de solución. Estos indicios, huellas o datos se encadenan en patrones que suficientemente conformados resuelven situaciones de conflicto o provocan problemas al contrario en el juego.

La deducción funciona igual en el ajedrez. La reconstrucción de posiciones es uno de los ejercicios preferidos para cumplir con este aprendizaje valioso a determinada edad. Los problemas de ayuda y ayuda en serie negra, como ejemplos para la deducción lógica secuenciada, deben considerarse como aspectos indispensables de estas funciones pensantes.  

Conclusiones

  • 1. Los niños después de recibir clases de ajedrez mejoran su índice académico y elevan rasgos de la personalidad.

  • 2. Los niños con la práctica del Ajedrez desarrollan valores como respeto a reglamentos, leyes y normas de comportamiento, deportividad ante victorias y derrotas, respeto y consideración hacia los compañeros y rivales, además del colectivismo y disciplina.

  • 3. 3. Con la Practica del Ajedrez los niños desarrollan habilidades Intelectuales tales como atención y concentración, la observación, la memoria, cálculo y evaluación, razonamiento lógico-matemático y el análisis.

  • 4. Se demostró el poco conocimiento por parte de los padres y personal de la escuela del impacto del Ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en los niños.

  • 5. Se demostró el impacto del Ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales en los niños.

Bibliografía

  • 1. Barreras Meriño, José Luís: ´´El ajedrez en Cuba´´. Editorial Deportes, La Habana, Cuba, 2002.

  • 2. Colectivo de autores: ´´ Ajedrez integral´´. Tomo 1. Editorial Deportes, La Habana, Cuba, 2003.

  • 3. Colectivo de autores: ´´ Ajedrez integral´´. Tomo 2. Editorial Deportes, La Habana, Cuba, 2003.

  • 4. Bello Dávila, Zoe: ´´ Psicologia General´´. Editorial Felix Varela, La Habana, Cuba, 2007.

  • 5. Boletin Federación Cubana http://www.cuba.cu/ajedrez/boletin/maestros50.

Html.

8. Ajedrez Escolar http://www.ajedrezenlasescuelas.blogspot.com/

9. El ajedrez en la educación http://www.madridmueve.com/reportajes/ajedrez- materia-lectiva/10_El-ajedrez-en-la-educacion.html

Rafael Carnet Brito. Graduado de Licenciatura en Cultura Física en el 2007. Ha cursado varios postgrados relacionados con la Cultura Física y el Deporte, los que han potenciado mi preparación pedagógica y cultural, entre los que se destacan postgrados de: teoría y metodología de la investigación, análisis de datos, computación, intervención comunitaria, operador de micro, actos masivos, gimnasia para el niño y para el adulto mayor.

He participado en eventos científicos y del forum de ciencia y técnica por la institución que represento. Laboro en la Dirección Municipal de Deporte del Municipio Los Arabos, provincia de Matanzas, desempeñándome como metodologo-inspector. He participado en diversos seminarios desarrollados en la provincia, municipio y nación vinculados al tema del deporte.

 

 

Autor:

Rafael Carnet Brito

Enviado por:

Lázaro Rodríguez González