- Resumen de la obra
- Introducción
- Crítica a la actual política forestal
- Propuestas políticas y estratégicas
- Bibliografía
Imagen tomada de Maderas del Orinoco
Resumen de la obra
Venezuela cuenta con entre 12 y 15 millones de hectáreas de tierras no cubiertas de forestas pero aptas para el establecimiento de plantaciones forestales densas a campo abierto. Igualmente posee nuestro país unos 26 millones de has bosques tropicales de potencial maderero y otros 21 millones de has de bosques que deben ser protegidos de toda intervención. Hablamos de cerca del 60% de la superficie terrestre nacional. Además nuestro país posee larga experiencia en el manejo ordenado de las forestas naturales y de plantaciones, así como relevantes centros educativos y de investigación sobre ecología y silvicultura, los cuales han formado a un significativo número de profesionales, técnicos, operarios y trabajadores en general sobre el asunto forestal. En términos generales, nuestro país posee un impresionante PATRIMONIO sobre el tema forestal.
Este patrimonio nacional ha sido históricamente subutilizado, incluso malbaratado. Aun hoy día nuestro patrimonio forestal no es visto debidamente y por lo mismo estamos perdiendo tiempo precioso y la oportunidad de convertir al sector forestal venezolano en una de las primeras fuerzas motrices de nuestra economía nacional, en instrumento real de liberación social y de tenerlo como el primer factor de conservación y mejoramiento ambiental del país. Hasta hoy día la revolución socio – política bolivariana no ha podido transformar para mejor, la relación hombre – naturaleza / hombre – bosques y, de no tomar correctivos (aplicar las "3R") no podrá lograrlo.
Hasta ahora la revolución solo ha aplicado medidas puntuales, "sueltas" o relativamente aisladas, sobre el asunto forestal. Algunas de estas medidas muy positivas (como PULPACA) otras buenas pero tímidas (Árbol, Misión Socialista) y otras, simplemente erradas (como la Empresa Nacional Forestal) En conjunto, se trata de medidas sin enlaces orgánicos e incapaces de producir una verdadera revolución (ambiental, social, cultural, política, económica – productiva) en el campo forestal.
Nosotros podemos y debemos convertirnos en una potencia forestal – ambiental continental y mundial. Tenemos con qué hacerlo. Se trata es de, en primer término, revisarnos concienzudamente, acordar una política nacional PARA EL DESARROLLO FORESTAL y aplicar las medidas necesarias. De lo que se trata en resumen es de, acordados en unas metas – país, utilizar contundentemente nuestro patrimonio forestal; patrimonio que NO es sinónimo de bosques naturales, que incluye mucho más que recursos naturales o plantados, que se refiere a todo el conjunto sistémico natural – social – político – financiero, y que, indudablemente, debe contar con la participación protagónica de nuestro pueblo organizado.
A decir del antiguo Ministerio de Planificación y Desarrollo en su "Plan Nacional del Sector Forestal" elaborado en 2003 (plan que no llegó a implementarse) este sector está llamado a convertirse en: a) Soporte real de la economía nacional, b) Factor dinamizador del desarrollo integral del medio rural venezolano y, c) Factor determinante en los esfuerzos para detener los procesos de deterioro y destrucción de nuestros recursos forestales.
Voy un poco más allá. Afirmo que nosotros bajo este proceso revolucionario, bolivariano socialista y chavista, podemos y debemos convertir el llamado sector forestal venezolano en:
El primero o uno de los primeros y más importantes generadores de puestos de trabajo.
Una de las principales economías productivas no petroleras.
Desarrollador social, económico y de infraestructuras del eje Orinoco – Apure.
Promotor de un importante y sólido desarrollo rural. Generador de riquezas para nuestras comunidades rurales.
Dinamizador de otros sectores económicos: Construcción, Transporte, Artes Gráficas, Agropecuario.
Primer factor de mejoramiento ambiental del país.
Factor cultural que produzca el necesario cambio en la relación sociedad – naturaleza / sociedad – bosques.
Y esto puede lograrse sin menoscabo de nuestros bosques naturales, con un PLAN que, sin dejar de hacer uso múltiple de nuestras forestas tropicales, se base sustancialmente en un programa inmenso de establecimiento de plantaciones forestales para uso fabril y del involucramiento de nuestras unidades de producción agrícola y pecuaria en proyectos forestales también (agroforestería) Un plan nacional con horizonte al 2040 pero que produce beneficios desde un inicio y año tras año. Un plan (enmarcado en una política) que participe de los 5 objetivos históricos del "Programa de la Patria", ahora convertido en ley: Consolidar nuestra independencia; construir socialismo; convertir a Venezuela en un país potencia; contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional y; contribuir con la preservación de la vida en el planeta.
¿Si tuviésemos la manera o fuentes alternas de madera que nos librase de la necesidad de entrar a nuestros bosques naturales para intervenirlos y afectarlos negativamente extrayéndoles árboles, insistiríamos en hacerlo? ¿Si pudiésemos reservar nuestros bosques naturales, para el disfrute y usufructo de las próximas generaciones de venezolanas y venezolanos, nuestras hijas hijos nietos y bisnietos, lo haríamos o insistiríamos en afectarlos? La estrategia en este sentido debe ser la de extraer árboles (madera) de nuestros bosques naturales, solamente mientras llegan los turnos de cosecha de las plantaciones forestales densas que a campo abierto hagamos ahora, las cuales podrían empezar a cosecharse dentro de 15, 20 y 25 años. Pero esto requiere de monumentales esfuerzos para el establecimiento de las cantidades de plantaciones que requerimos y requeriremos, esfuerzos que estamos en capacidad de realizar. No bastan las 30 o 40 mil hectáreas anuales de plantaciones forestales de que hable el "Plan Forestal Industrial de la Patria"; Nos "quedaríamos muy cortos" si al cabo de 10 o 20 años lo que hemos sembrado o plantado es apenas unos cuantos cientos de miles de hectáreas.
Desde el punto de vista estrictamente político, nuestro desarrollo forestal debe ser herramienta para la profundización del socialismo. Con el quehacer forestal deben aparecer nuevas formas de relaciones de producción, nuevas figuras productivas (socio productivas) nuevos escenarios de participación protagónica de nuestra gente. El desarrollo forestal debe servir como instrumento de liberación de nuestro pueblo.
Desde el punto de vista social la política para el desarrollo forestal que definamos debe estar orientada a otorgar a nuestra gente la mayor suma de felicidad posible, superación de la pobreza, mejoramiento del nivel de vida de nuestras comunidades rurales, campesinas e indígenas. Debe servir nuestro desarrollo forestal para la aparición de nuevas formas de organización social. En este sentido, el surgimiento de COMUNAS FORESTALES debe ser uno de los principales objetivos.
Desde el punto de vista ambiental, nuestra política y el consecuente desarrollo forestal a emprender deben significar nuestro mejor instrumento de lucha contra la desertificación, contra el cambio climático, contra la disminución de las fuentes de agua, para el resguardo de nuestra biodiversidad y reservorios genéticos, para la preservación y recuperación de suelos, para la captura de carbono, para la protección de las cuencas hidrográficas, en fin, para proteger y mejorar la calidad ambiental presente y futura, de nuestro país y para el mundo entero.
Desde el punto de vista económico – productivo nuestra política y desarrollo forestal son instrumento valiosísimo de superación del país, de diversificación de nuestra economía, de incremento de nuestro producto nacional (PIB) de desarrollo armónico de nuestro medio rural, propiciador de nuevas infraestructuras y servicios en vastas áreas nacionales y elemento dinamizador del eje Orinoco – Apure.
Así mismo, nuestro desarrollo forestal debe contribuir a la producción y seguridad alimentaria nacional. Frutos, semillas, raíces, insumos alimentarios, sombra para el ganado, nutrientes para los potreros, forrajes y otros alimentos ganaderos, son bienes y servicios forestales que deben ser incluidos en nuestra planificación productiva.
En el presente trabajo se analiza brevemente la política forestal actual, su definición, instrumentación y resultados visibles, pero fundamentalmente trata de propuestas sobre (mejoradas) políticas y sobre (viejas y nuevas) estrategias de desarrollo en materia forestal.
Se propone acá redefinir nuestros conceptos sobre política forestal para el desarrollo nacional que a su vez permita incrementar para las futuras generaciones de venezolanas y venezolanos el patrimonio que hemos de legarles, a la par de garantizar un ambiente y condiciones de vida mucho mejores para el presente, nuestras hijas e hijos y para la humanidad toda (el aporte que desde este rincón del mundo podemos y debemos hacer)
Se propone en este trabajo una nueva definición política para el desarrollo forestal posible, que se basa sustancialmente en un claro concepto del término "Patrimonio Forestal" y del uso de este como palanca de desarrollo nacional. Una nueva política con metas claras y precisas:
a) Manejo y Uso extensivos y de bajo impacto pero con aprovechamiento múltiple, de un solo ciclo en cuanto a bienes madereros de refiere, de nuestros bosques naturales altos densos destinados o reservados al uso forestal extractivo. La meta es que para dentro de 25 años hayamos aprovechado madereramente por una sola vez cada una de las 20 millones de hectáreas de bosques naturales de vocación extractivista que habremos de señalar. La meta es que dentro de 25 años dejaremos de intervenir nuestros bosques naturales para extraerles madera. La meta es que, desde ahora y más allá de los próximos 25 años haremos uso no maderable de nuestros bosques naturales.
b) Establecimiento y Manejo de cinco (05) millones de hectáreas de plantaciones forestales para uso fabril, constituidas por dos grupos de especies (de rápido crecimiento y nobles – finas) sobre tierras forestales existentes en el país, especialmente en el eje Orinoco – Apure, dentro de un período de tiempo no mayor de 25 años.
c) Establecimiento y Manejo de 500.000 hectáreas de sistemas forestales para la recuperación y protección de suelos y cuencas hidrográficas en 15 años.
d) Establecimiento, manejo y aprovechamiento forestal de 1.000.000 hectáreas de Sistemas Agro – forestales y agro – silvo – pastoriles sobre predios o unidades de producción agrícola y pecuaria existentes en el país, en un plazo no mayor de 20 años.
e) Manejo de 500.000 hectáreas de bosques secundarios, bosques de galería en sabanas y monte espinoso tropical, para el aprovechamiento maderero destinado a nuestra industria artesanal utilitaria del juguete y del mueble, en un plazo no mayor de 15 años.
f) Manejo y Aprovechamiento de las arboledas existentes en nuestras áreas urbanas y peri urbanas, en un plazo no mayor de 20 años.
Estas pretensiones son perfectamente realizables; de lo que se trata es de asumirlas decididamente, soportadas con un plan, con la participación decidida de la gente, con la participación de la empresa privada y con total respaldo del Gobierno, es decir, asumiendo esta política como "de Estado".
Al cabo obtendríamos los siguientes beneficios:
Constitución de alrededor de 12.000 nuevas empresa forestales. Empresas forestales de propiedad social (EFPS)
Aparición de un sinnúmero de Comunas en base a lo forestal, regadas en el país.
Generación de al menos SEIS (06) MILLONES de puestos de trabajo, lo cual, para el 2040 significaría un 30% del total de población económicamente activa de nuestro país existente para esa fecha.
Un aporte a la economía nacional (Valor Bruto de la producción) de al menos 20.000 millones de USD anualmente (a precios del 2002)
Una recaudación anual por concepto de impuestos al sector forestal de unos 4,5 a 5 mil millones de USD.
Vastas regiones del país, sur del Orinoco y costa norte del eje Orinoco – Apure especialmente, desarrolladas, pobladas, ordenadas y organizadas en plena producción sustentable y sostenible.
Aseguramiento de nuestras forestas naturales, su biodiversidad y reservorios genéticos.
Recuperación de al menos 500.000 hectáreas de suelos que actualmente se hayan bajo proceso de desertificación.
Mejoramiento de nuestras fuentes de agua y de su calidad.
Cumplimiento con nuestro compromiso como país en la lucha contra el cambio climático y, lo más importante,
Cambio radical en la conducta del venezolano con relación al ambiente natural, al empleo de nuestros recursos naturales y de nuestros bosques en particular, en fin, instauración de una nueva relación sociedad – naturaleza, en nuestro país.
Las principales estrategias que el presente ensayo plantea para la consecución de las metas y beneficios expresados:
Asunción de una nueva definición política para el desarrollo forestal.
Revisión, adecuación y complementación de nuestro marco jurídico sobre la materia.
Un Plan Nacional para el Desarrollo Forestal (con todos sus planes asociados y derivados)
Constitución de un solo Órgano Rector de la materia forestal (Desarrollo, Recuperación y Protección) a nivel nacional, que no puede ser ninguno de los Ministerios actuales. Una Corporación Nacional "autónoma".
Realización progresiva de un Ordenamiento Territorial Especial Nacional para el despliegue de actividades forestales. Creación de los Distritos Motores Forestales.
Empleo de un nuevo y más amplio concepto de "Unidad de Manejo Forestal".
Una "adecuación/actualización" de la figura "Manejadores Forestales". Empleo de la figura "Empresa de Propiedad Social" como manejador y protagonista del desarrollo forestal nacional. EPS de capital mixto o múltiple, donde puedan participar todas y todos los que quieran (colectivos sociales, comunidades autóctonas, empresas y entes públicos, institutos de investigación y formación, empresas privadas nacionales y extranjeras, otras EPS, etc.)
Inversión de ingente recurso financiero a ser desembolsado en un período de 15 a 20 años.
Apoyo popular decidido, organizado, protagónico y contundente.
El desarrollo forestal que aquí se propone es de naturaleza ecosocialista. En este sentido uno de los principales objetivos de esta política es la de colmar el país con Empresas Forestales de Propiedad Social (EPS, EFPS) con Núcleos de Desarrollo Endógeno Forestales (NUDES Forestales) de COMUNAS FORESTALES y de otras formas organizativas y socioproductivas que surjan del seno de los colectivos – actores – participantes de lo forestal. El otro objetivo trascendente de esta política ecosocialista es el de coadyuvar al mejoramiento ambiental y del recurso forestal nacional y mundial, de legar a las generaciones futuras un mundo mejor.
La participación activa y dual, socio y fiscalizador, del Órgano Rector (ORNDF) y de sus organismos adscritos, dentro de las sociedades forestales manejadoras (EFPS) garantiza el cumplimiento de los preceptos ecosocialistas, la preservación de nuestros recursos naturales y la revalorización en positivo de nuestro patrimonio forestal. No importa el nivel de conocimientos técnicos – científicos de "los socios", no importa su nivel educativo, no importa su preparación para el trabajo. Para eso estarán siempre presentes atentos y preparados, el ORNDF y sus dependencias. El Órgano Rector y el ejercicio práctico educarán formarán y capacitarán a "los socios" que así lo requieran.
Con esta política el Estado venezolano conseguirá bajar significativamente su dependencia de la explotación petrolera, diversificará su producción, incrementará importantemente su economía, elevará el nivel de vida de su población, asegurará un mejor patrimonio para las futuras generaciones de venezolanas y venezolanos, responderá a su compromiso con la humanidad y el mundo y, lo más importante, modificará favorablemente nuestra cultura y por tal la relación pueblo venezolano – naturaleza.
Al quinto año de despliegue de esta iniciativa – propuesta, tendríamos una singular portentosa e impresionante maquinaria científica – técnica – organizativa – social, IMPARABLE, que avanzaría A PASO DE VENCEDORES.
De esto trata el presente trabajo. A continuación de desglosan, detallan y profundizan los distintos puntos expuestos en este resumen.
PRIMERA PARTE
INTRODUCCIÓN AL TEMA
Introducción
No hay duda: la cuestión social más urgente a nivel del mundo es la cuestión ecológica (1)
El modelo capitalista de vida y de economía que se está imponiendo en el mundo entero ha acelerado un doble proceso de destrucción: el proceso de la destrucción de los fundamentos naturales de vida y al mismo tiempo el creciente proceso de exclusión de gran parte de la humanidad de los requisitos fundamentales ecológicos y sociales de sus vidas. Ambos procesos se intensifican mutuamente. (1)
Por primera vez en la historia de la humanidad se ha hecho probable que la especie humana se autoelemine en pocas décadas. Quiere decir: La crisis ecológica no es un asunto regional, sino que tiene una dimensión global (1)
No hay pues mejor negocio para nosotros que el de base ambiental y renovable, con interés social. Sembrar para luego cosechar, capturando carbono en el transcurso, produciendo bienes y servicios con y para la humanidad, volviendo luego a sembrar y cosechar, cuidando de los suelos las aguas y la biodiversidad.
La economía de una sociedad sostenible debe fundarse por lógica en recursos renovables, si no fuera exclusivamente, entonces por lo menos principalmente. (1)
El concepto central que puede figurar como formación del balance del consumo de productos de naturaleza es el del espacio ambiental. Este se puede definir como margen de actuación para utilizar la naturaleza dentro de su misma capacidad regenerativa basada naturalmente en el derecho igual de uso del medio ambiente de todos los seres humanos. (1)
Lo presente es un conjunto de propuestas sobre política y estrategias para el desarrollo forestal venezolano, las cuales pueden convertir a nuestro país en una potencia continental y mundial en materia de conservación, uso y recuperación del recurso, en producción de bienes y servicios, desarrollo científico tecnológico y productivo, participación y organización social y en distribución justa de sus riquezas forestales.
Podemos y debemos ser una POTENCIA FORESTAL MUNDIAL; tenemos con que hacerlo. Afirmar que antes que nada Venezuela es un país eminentemente forestal no es una falacia. Nuestra patria posee un inmenso potencial en este tema, tanto por la extensión territorial del recurso, como por su ubicación geoestratégica, su implicación hacia otros aspectos de la ecología y la vida, producción de agua y biodiversidad, su encadenamiento productivo, su capacidad para generar empleo y su posible aporte económico a la producción nacional.
1. SOCIALISMO ECOLOGICO O BARBARIE. Sarkar Saral y Kern Bruno. Initiativa por el Socialismo Ecológico. Colonia y Maguncia, Alemania. 3ra Edición, 2008.
"Viejo y raro" mapa de vegetación de Venezuela
A decir del Ministerio de Planificación y Desarrollo en su "Plan Nacional del Sector Forestal" elaborado en 2003 (plan que no llegó a implementarse) este sector está llamado a convertirse en: a) Soporte real de la economía nacional, b) Factor dinamizador del desarrollo integral del medio rural venezolano y, c) Factor determinante en los esfuerzos para detener los procesos de deterioro y destrucción de nuestros recursos forestales (2)
Voy un poco más allá. Afirmo que nosotros bajo este proceso revolucionario, bolivariano socialista y chavista, podemos y debemos convertir el llamado sector forestal venezolano en:
El primero o uno de los primeros y más importantes generadores de empleo.
Una de las principales economías productivas no petrolera.
Desarrollador social, económico y de infraestructuras del eje Orinoco – Apure
Promotor de un importante y sólido desarrollo rural.
Dinamizador de otros sectores económicos: Construcción, Transporte, Artes Gráficas, Agropecuario.
Primer factor de mejoramiento ambiental del país.
Creo que en este ensayo queda evidenciada la posibilidad real que tenemos de "revolucionar el campo forestal venezolano" y de avanzar a profundidad en los objetivos políticos trascendentes: Desarrollo social con justicia, desarrollo económico socialista sustentable y sostenible, compromiso con la humanidad y el mundo. Hasta ahora, no lo hemos hecho.
2. PLAN NACIONAL DEL SECTOR FORESTAL. Ministerio de Planificación y Desarrollo. Caracas. 2003.
VENEZUELA, BRASIL Y CHILE. PAISES FORESTALES
Nuestro país dispone de aproximadamente 25 a 30 millones de hectáreas de tierras cubiertas de sabanas, chaparrales, herbazales, arbustales y matorrales (3,4) es decir, tierras sin cobertura forestal boscosa (25-30 % de la superficie continental del país) De este total, al menos 6,5 millones de hectáreas provienen de áreas de antiguo cubiertas de bosques pero que fueron desbastadas con fines agropecuarios principalmente. De estas 25 a 30 millones de Has, al menos la mitad (de 12 a 15 millones de Has) poseen aptitud forestal, es decir, cerca del 12-15% de las tierras del país son aptas para el establecimiento de plantaciones forestales densas a campo abierto con fines de producción. Según MPPAMB (4) de estas tierras no cubiertas de forestas, existen identificadas como potenciales para el establecimiento de plantaciones forestales de uso múltiple 9.677.746,20 hectáreas. El Decreto Presidencial 1.660 de fecha 05 de Junio de 1991 reserva 9,3 millones de estas hectáreas para el establecimiento de plantaciones forestales (5)
Se trata en su mayoría de espacios como los del sur de Monagas y Anzoátegui donde se asienta Maderas del Orinoco (antigua CVG – Proforca) y sus 500 a 600 mil hectáreas desarrolladas forestalmente con pino y eucalipto.
¿Es un portento este desarrollo de Maderas del Orinoco? El Plan Nacional Forestal de 2003 (2) dice que, la superficie plantada y disponible al sur de Monagas y Anzoátegui es suficiente para montar en esa región una planta industrial para la elaboración de papel periódico con una producción anual tal que cubriría toda la demanda de los países andinos. ¿Es imposible establecer en el eje Orinoco – Apure 5 millones más de hectáreas de plantaciones como las del sur de Monagas y Anzoátegui? No, por supuesto que no es imposible; las preguntas son otras: ¿Cómo podemos hacerlo? ¿En cuánto tiempo podemos establecerlas?
También contamos en nuestro país con alrededor de 47 millones de hectáreas cubiertas de bosques naturales (casi el 50% del territorio nacional continental) De este total, poco más de 16 millones de hectáreas son bosques protegidos reservados legalmente al manejo forestal y por lo menos otros 10 millones de has también son bosques naturales de interés para el manejo forestal ubicados bajo régimen administrativo ordinario, es decir, un 26% del territorio del país, unos 26 millones de has, están cubiertas de bosques productores de madera aptos para ser manejados maderablemente (3,4)
3. EL SECTOR FORESTAL DE VENEZUELA. Dollys Rhenals y otros. Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia. Febrero de 2010. Publicación en la Web.
4. ANUARIO ESTADISTICAS FORESTALES 2008. Dirección General de Bosques. Ministerio del Poder Popular para el Ambiente. Caracas, 2010.
5. PROGRAMA NACIONAL DE PLANTACIONES FORESTALES COMERCIALES Y DE USOS MÚLTIPLES. DECRETO PRESIDENCIAL 1.660 de fecha 05 de Junio de 1991, Publicado en GACETA OFICIAL 34.984 de fecha 12 de Junio de 1992.
En resumen, de manera certificada por distintos organismos públicos, nacionales e internacionales, poco más del 40% del espacio terrestre venezolano posee vocación forestal, son tierras aptas para el desarrollo de proyectos forestales a gran escala. Otro 20-21% del territorio nacional son bosques naturales también, que requieren de protección absoluta.
Moderno Mapa de Vegetación de Venezuela
No obstante esta impresionante realidad, poseyendo un importante desarrollo como el de Maderas Del Orinoco y a pesar de 50 años de experiencia en el manejo concesionado del bosque natural, el sector forestal venezolano ha sido y es deplorable, atrasado tecnológicamente, insustentable ambientalmente, injusto socialmente y marginal económicamente. Según Carrero y Andrade, hasta el año 1999 (y desde 1950) nuestro sector forestal aportó anualmente un 1% al PIB nacional (6) con tendencia a la baja.
La FAO (7) aporta cifras muy distintas: El sub sector forestal venezolano, durante la última década del siglo 20, aportó en promedio el 1% del PIB Agrícola Nacional, el cual, a su vez, representó para ese período en promedio el 5% del PIB Total Nacional. Es decir, la FAO señala que el PIB aportado por el sub sector forestal durante la década de los 90 a la economía nacional, en promedio anual, fue de 0,05%.
6. LA CONTRIBUCIÓN DE LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR PRIMARIO Y SECUNDARIO DE LA CADENA FORESTAL AL PIB DE VENEZUELA EN LOS ULTIMOS 50 AÑOS, Y SU RELACION CON ALGUNAS VARIABLES MACROECONÓMICAS. Carrero Omar y Víctor Andrade. Revista Forestal Venezolana, 49 (1). Mérida, Venezuela, 2005.
7. TENDENCIAS RECIENTES Y SITUACION ACTUAL DEL SECTOR FORESTAL VENEZOLANO (separata) Documento disponible en Página WEB de la FAO.
Mientras tanto en Brasil para el año 2002, con poco más de 5 millones de hectáreas de plantaciones y el manejo forestal de alrededor de 30 millones de Has de bosques naturales, el sector forestal producía veinte mil (20.000) millones de dólares americanos (USD) anuales, aportando así el 4,5% del PIB de esa nación hermana. Brasil para ese tiempo captó 4.600 millones de USD anualmente por concepto de impuestos al sector forestal. Este sector (2002) abrigaba 1.500.000 empleos directos y 4,5 millones de empleos indirectos. La industria procesadora generada aguas abajo de los aprovechamientos madereros es impresionante: 11.000 aserraderos, 200 plantas de contraenchapado y madera terciada, 241 plantas de pulpa y papel (8)
Como todos sabemos, Brasil es un gigante forestal. Posee más de 530 millones de hectáreas de bosques naturales, pero lo más interesante para nosotros aquí es que la inmensa productividad forestal brasilera del 2002 y subsecuentes se debe, más que a sus bosques naturales, a las poco más de 5 millones de hectáreas de plantaciones forestales comerciales existentes para la época, especialmente de eucalipto y pinos, siendo este renglón de "Plantaciones" quien más aporta materia prima para el sector (8) Además, otro dato interesante es que Brasil, en su contabilidad forestal, incluye productos no maderables como el caucho (plantaciones) la Castaña de Pará, el Palmito y el Guaraná, entre varios otros (8)
Para el año 2012 ya Brasil poseía 7 millones de hectáreas de plantaciones forestales de Eucalipto y Pinos. Era el 12vo productor mundial de papel (12,7 millones de toneladas anuales o 2,3% de la producción mundial) y el 4to en producción de pulpa (9,4 millones de toneladas año o 6,5% de la producción mundial) El 85% de la producción brasilera de pulpa y papel proviene de sus plantaciones de Eucalipto y el 75% de la madera que consume ese país proviene también de sus plantaciones (9)
Tomado de (8)
8. INFORME NACIONAL BRASIL 2002. Iván Tomaselli. Ministerio del Medio Ambiente de Brasil – FAO. Roma, 2004.
9. EL LIDERAZGO FORESTAL DE BRASIL. R. Sirven. Artículo periodístico en la WEB. Enero de 2010.
Chile posee el 21% de su territorio bajo cubierta boscosa, bien sea natural, bien sea plantada. Esto es algo así como 15,9 millones de hectáreas bajo cobertura forestal. (10)
De este total, poco más de 2.100.00 hectáreas son plantaciones de pino insigne y eucalipto con fines industriales (comerciales) establecidas en los últimos 40 años por empresas privadas bajo un plan gubernamental.
Con estas cifras nuestro hermano país sureño exportó en el 2005 la suma de 3.500 millones de dólares, mayormente en pulpa química (35%) y madera aserrada (18%) El sector forestal chileno constituye la segunda fuente de ingresos nacionales superado solo por el sector de la minería (10, 11)
Tomado de (11)
10. INFORME NACIONAL CHILE. ESTUDIO DE LAS TENDENCIAS Y PERSPECTIVAS DEL SECTOR FORESTAL EN AMÉRICA LATINA. Documento de Trabajo. Ignacio Cerda. FAO, Roma, 2004.
11. SECTOR FORESTAL CHILE 2006. Secretaría de Relaciones Internacionales. Corporación Nacional Forestal de Chile. Santiago, 2006.
ENTONCES . . .
¿Qué no podemos hacer nosotros? ¿Estamos resueltos a diversificar nuestra economía, para beneficio colectivo, sin perjuicio ambiental y preservando el patrimonio natural a las generaciones futuras? ¿Qué nos detiene? ¿Qué debemos hacer? Creo contestar estas interrogantes en el presente desarrollo reflexivo y de propuestas de acción.
Lo que necesitamos, dicho en una sola breve frase, es una REVOLUCIÓN FORESTAL VENEZOLANA. Una revolución cultural, ambiental, tecnológica y productiva, que mueva nuestras conciencias, impulse nuestra economía y eleve significativamente el nivel de vida presente y futuro. Hasta ahora no lo hemos hecho; tenemos solo logros aislados, tímidos muchos de ellos, amén de otros que considero lamentablemente desacertados.
A mi entender, la causa raíz o última del atascado sector forestal nuestro es la no valoración que sobre el asunto ha tenido históricamente nuestra sociedad. Ahora, gracias a la revolución conducida por el comandante Hugo Chávez, el Estado el Gobierno y la Sociedad han venido cobrando cada vez mayor conciencia sobre la importancia de la conservación, manejo racional de nuestros recursos naturales y sobre los bosques en particular, pero hemos fallado en la definición de políticas y estrategias derivadas que nos permitan despegar contundentemente hacia el desarrollo forestal posible, esto es, máximo beneficio dadas nuestras potencialidades, con justicia social y responsabilidad ambiental – transgeneracional.
Hemos fallado en la definición política y hemos fallado también, con peor impacto aún, en la ejecutoria de esta política. Mala fórmula, mala praxis, mala cosa. Nos hemos "quedado cortos" en la visión de lo que sobre el sector forestal venezolano podemos hacer, para beneficio ambiental y social. Las estrategias y acciones que se vienen acometiendo en el país en razón de la política forestal concebida, NO nos llevará nunca a saltos cualitativos, son incapaces de revolucionar el sector forestal nacional.
Esto que aquí presento no es una disertación sobre la actual política forestal nacional, ni sobre las estrategias de desarrollo forestal que se vienen implementando. Trato de exponer propuestas sobre (mejoradas) políticas y (nuevas y viejas) estrategias para el desarrollo forestal, lo que, por supuesto, me obliga a tocar lo existente. "Para justificar lo nuevo es necesario descalificar lo vigente". En la descalificación, su objetividad veracidad y calidad, se juega uno todo el planteamiento. De esto estoy claro. Y que en la coherencia, lógica, realismo y atractivo o prometedor de la propuesta, también.
Tan claro como esto: "…. La Revolución es YÁ. No es al compás del tiempo posible de un funcionario o funcionariado. No es a paso casi inercial, ES A PASO DE VENCEDORES".
El presente trabajo consta de tres partes. Esta primera, introductoria al tema. La segunda, de a continuación, donde comento valoro y hago crítica a la actual política forestal venezolana y su implementación práctica conocida. En la tercera parte expongo mis propuestas políticas y estratégicas para corregir desviaciones, transformar la realidad y lograr la mayor suma de felicidad posible para todas y todos, nacidos y por nacer.
SEGUNDA PARTE
Crítica a la actual política forestal
PREMISAS PARA EL DESARROLLO FORESTAL ECOSICIALISTA DE NUESTRA PATRIA
Aprovechar el patrimonio forestal venezolano, "ponerlo a producir de verdad", para qué aporte significativamente al Producto Nacional de manera responsable sostenible y sustentable, asegurando su preservación y mejoramiento, de manera popular y participativa, que redunde en bienestar social, elevando el nivel de vida de los venezolanos, requiere de la concurrencia de varios factores:
Un Gobierno nacional identificado con el desarrollo y justicia social, con conciencia y moral ecologista, ganado a batallar por el bienestar del país.
Poder económico y financiero estatal capaz de acometer empresas monumentales trascendentes y de impacto duradero.
Una política de desarrollo forestal clara y asertiva, revolucionaria y popular, con basamento filosófico (el por qué, para qué) y científico (eco-biológico, ambiental, social y económico) responsable y coherente, que atienda a nuestra realidad momento histórico y perspectivas futuras, en el marco de una definición nacional sobre ambiente y recursos naturales (política ambiental) también clara y asertiva.
Un cuerpo legal, completo, de avanzada, que sirva de marco y que también desarrolle temas específicos. Un conjunto de leyes que norme el uso y cuido de nuestro recurso forestal, que promueva y fomente su desarrollo aguas abajo y en todas sus facetas y que facilite y premie la organización social en torno al tema forestal.
Una institucionalidad rectora de la materia ambiental y del manejo de nuestros recursos naturales, de las aguas nuestros suelos y los recursos forestales en particular.
Investigación nacional, propia, científica y técnica, básica y aplicada, de mucha calidad y con fuertes nexos internacionales, sobre la materia ambiental y forestal.
Planes de Desarrollo bien definidos realistas y ambiciosos que, como resultado de la interpretación política, sirvan de guía de acción clara y precisa sobre el "qué hacer, cómo, cuándo y dónde".
Estructuras funcionales, operativas y productivas, que accionen la política, con conducción acertada, objetivos y metas ambiciosas pero precisas y realistas, que produzcan dividendos económicos sociales y ambientales con base al manejo de nuestros recursos forestales.
Un colectivo de profesionales y técnicos comprometidos y claros, identificados con nuestro actual proceso político, revolucionarios en sus ideas y acciones, capaces de conducir un emprendimiento nacional como el aquí tratado.
Un pueblo organizado, en pleno proceso de superación, consciente de sus deberes y derechos, dispuesto a aprender, con ansias de aportar al país, dispuesto a asumir cualquier responsabilidad y tarea, con conocimientos ancestrales y con mucha moral.
Gobernanza, recursos naturales y pueblo decidido y organizado, podrán resumir algunos. Básicamente contamos con todas estas premisas; algunas habremos de mejorar, otras simplemente hemos de construir.
NUESTRA POLITICA FORESTAL ACTUAL. Su Definición
La última definición conocida sobre política forestal nacional data del 2001, con algunos ajustes o adecuaciones no trascendentes a esta fecha, la más importante tal vez en el 2009 (12) A finales del año 2013 me entero de la realización reciente de unos talleres para la definición de política forestal (13) La sorpresa no es solo mía; el 100% de los profesionales forestales por mi consultados, la mayoría en "libre ejercicio" me respondió que nada sabían al respecto. Mientras se conozcan los resultados de estos talleres "participativos", me permito comentar la política forestal conocida, la concebida en 2001.
Algunas observaciones que puedo hacer a esta política definida y oficial del 2001:
No posee desarrollo filosófico suficiente que nos de mayores luces sobre el tema, que conteste a las elementales preguntas: Por qué, para qué, quién.
Poca profundidad en el tratamiento del tema que nos ocupa, el recurso forestal y su papel en la sociedad venezolana actual y futura.
Con conceptos básicos y fundamentales "sobrentendidos" o no definidos explícitamente. Los autores de esta política asumen que todas y todos conocen los significados de los términos y que además todas y todos entendemos lo mismo de cada cosa.
Confusión en el uso de los términos patrimonio forestal – recurso forestal – bosques – comunidades vegetales, entre otros. Confusión esta que se trasmite al nuevo cuerpo legal sobre la materia forestal. En la segunda parte de este trabajo, al entrar a proponer mejoras en la definición de nuestra política forestal de país, inevitablemente propongo una definición de estos conceptos. A este punto del trabajo es suficiente con decir que el "Bosque" es uno de los componentes del concepto "Recurso Forestal" y que este, a su vez, es uno de los subconjuntos del concepto de "Patrimonio Forestal Nacional".
12. LINEAMIENTOS DE LA POLÍTICA NACIONAL FORESTAL. MINAMB, Dirección General de Bosques. Caracas, 2009.
13. VENEZUELA CREA POLÍTICAS PARA EL MANEJO SUSTENTABLE DEL RECURSO FORESTAL. Nota de Prensa del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente. Publicada en su página web. Caracas 05/11/2013.
Sin definiciones claras sobre los modos de relacionarse Estado – Sociedad – Grupos Humanos – Recurso, ni sobre los modos de participación ni sobre los "roles" de los actores del proceso (14)
Con demasiada amplitud y generalidades sobre el tratamiento del tema – sujeto, llegando incluso a diluirse en asuntos más "ambientales" y menos "forestales" (error de enfoque)
Entrar a detallar estas consideraciones no es el sentido acá. Los hechos que más adelante expongo demuestran esta descripción.
NUESTRA POLITICA FORESTAL ACTUAL. Su Implementación
Insisto en decir que el poco impacto hasta intrascendencia del accionar estatal sobre la materia forestal en nuestro país no se debe solo a una concepción deficiente de la política, sino también a una inadecuada aplicación de esta. Creo que lo último es mayor que lo primero.
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