A continuación, seguiremos examinando con un enfoque territorial sistémico , algunos aspectos centrales del Desarrollo Económico Local y sus distintas articulaciones presentes a nivel del espacio local y a partir de ello, señalaremos lo que – a nuestro juicio- debe constituir el o los ejes del desarrollo futuro a nivel local, donde la microempresa y los nuevos emprendimientos se insertan de manera determinante y estratégica. Entonces, analizaremos algunos aspectos estratégicos vinculados al Desarrollo Económico Local, tales como: Estado y Sociedad Civil.
Durante los últimos años en diversos países de la Región, el tema del Desarrollo Económico Local, ha sido un espacio de convocatoria para una variada gama de actores, que se articulan en pos de la superación de las actuales condiciones de vulnerabilidad y/o desigualdad aún existente en el ámbito de los territorios, expresado, entre otros aspectos, en los elevados índices de pobreza y desempleo.
Dado lo anterior, el Estado a comprendido, a través de sus diversos organismos, que a escala territorial, una vía posible para elevar la calidad de vida de los ciudadanos, es a través del impulso de iniciativas económico –productivas al nivel de dichos espacios, entendido esto como un proceso reactivador de la economía y además, contributivo al aprovechamiento de los potenciales[4]existentes en zonas específicas, estimulando además, procesos de crecimiento económico de las mismas. Por otra parte, el Desarrollo Económico Local, ha sido una palanca que ha movilizado al Estado para visualizar de manera más eficientes las distintas realidades existentes, donde la pobreza forma parte del paisaje cotidiano a nivel territorial y como tal, se constituye en el mayor desafío que éste tiene.
Para abordar dichos desafíos, el tejido empresarial territorial [5]emerge como un pilar fundamental a la hora de la generación de empleo y de la calidad de los mismos.
El Desarrollo Económico Local es uno de los grandes desafíos que los Estados Nacionales tienen para esta primera década del nuevo siglo, ya que ello está fuertemente ligado a un cambio profundo en la estructura administrativa estatal, lo cual, implica transitar de manera serena – pero no con menos urgencia- desde un Estado centralizado a un Estado desconcentrado, finalmente y de manera efectiva, a un Estado Descentralizado y como tal, produciendo los impactos necesarios que hagan posible elevar la calidad de vida de los habitantes de un territorio específico, como lo expresa el diagrama siguiente:
Desafíos del Estado
El enfoque sistémico del Desarrollo Local, en cuanto destaca la dimensión territorial y ello, unido al concepto de sustentabilidad desde la capacidad propia y autónoma, tiene elementos comunes con lo señalado por Mandfred Max–Neef , en tanto que, un tipo de desarrollo orientado a fortalecer espacios locales, micro – organizaciones y la multiplicación de las mismas, con sus respectivas matrices culturales dispersas en la Sociedad Civil, no puede eludir la tarea de consolidar prácticas y mecanismos que comuniquen, socialicen y rescaten las diversas identidades colectivas que conforman el cuerpo social, vale decir, nuestro énfasis una "Democracia de la cotidianeidad'" o si se prefiere una "Democracia social" . Ello, no obedece a una suerte de despreocupación por la 'Democracia política' sino a la convicción de que sólo rescatando la dimensión 'molecular' de lo social (micro – organizaciones, espacios locales, relaciones a Escala Humana) tiene sentido pensar las vías posibles de un orden político capaz de ser sustentable a nivel del espacio local.
En el contexto del Desarrollo Económico Local, la pobreza debe ser re – conceptualizada. Comprender que el crecimiento económico constituye sólo otra dimensión de la inserción en la dinámica vital de un espacio local. Ello requiere al mismo tiempo, la configuración de actores que realicen esta labor, de modo tal que, la estrategia necesaria es potenciar y/o estimular el desarrollo de nuevas distinciones y competencias técnicas en dichos actores.
En el ámbito productivo, por ejemplo, no se trata solamente de aumentar los ingresos, de disminuir el desempleo, o de la incorporación de la población en edad de trabajar al espacio de emprendimientos empresariales o laborales, sino además, constituir conjuntamente actores apropiados y/o empoderados[6]frente a su realidad, que visualicen y operacionalicen las ventajas comparativas del territorio, generando las redes, innovaciones y alianzas estratégicas necesarias para la consecución de los recursos disponibles sean éstos públicos y/o privados.
En este contexto, emerge el Municipio como principal actor y con la capacidad [7] para abordar una serie de nuevos desafíos en áreas claves del desarrollo como son: Salud, educación, seguridad ciudadana, generación de empleo, entre otros temas y desde los cuales, actúa como una extensión fundamental de la acción pública, vinculada a la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos y de la calidad de vida de los mismos a nivel del territorio. En este sentido y a nuestro juicio, si el accionar del Municipio se orienta a la satisfacción integral de las necesidades de los ciudadanos, ello implicará avanzar en la construcción de un mundo relacional Estado – Ciudadano más cercano, más generador de autonomía y como tal, apoyado desde la diversidad para enfrentar los desafíos propios del mundo global.
A partir de lo expresado, la presencia del Municipio es fundamental dentro de la Concertación de Actores a nivel territorial y en la consolidación de la Redes Locales, necesarias para la gestación de territorios competitivos que agreguen valor no sólo a la economía sino también a sus habitantes.
Ello, implica un cambio de enfoque en la gestión actual, vale decir, transitar del modelo asistencialista tradicional, a un modelo que – para efectos de nuestro análisis– denominaremos como Municipio Gestor. Esta denominación hace referencia conceptual, al menos, a un Municipio con capacidad técnica y fuertemente involucrado en áreas tales como: Fortalecimiento del Tejido Empresarial, Formación y/o Desarrollo de Competencias de los Recursos Humanos presentes en el territorio, Plataforma de Servicios y por sobre todo, Consolidación de Institucionalidad, es decir, con capacidad de liderar la relación pública –privada, como lo expresa el cuadro siguiente:
Desde el modelo propuesto en nuestro análisis, la perspectiva del accionar del Municipio como agente y promotor del desarrollo en el territorio, dice relación con un cambio de enfoque vinculado al "Como operar y/o gestionar" para el fortalecimiento de la competitividad del territorio, transitar desde el mejoramiento de las competencias del recurso humano hasta el aprovechamiento de las ventajas que dicho territorio posea.
Asimismo, convocar y/o articular a los distintos actores relevantes del territorio sean empresariales, culturales u otros, con los cuales construir Ejes de Potenciales[8]que hagan viable la transformación de las debilidades en potenciales que permitan consolidar un territorio integrado y a su vez, competitivo desde la complejidad que ello supone, especialmente, en aquellos espacios locales donde la pobreza, el desempleo, la delincuencia, el microtráfico forman parte del paisaje cotidiano.
Hay que tener presente que las iniciativas económicas de los pobres en todas las economías emerge independientemente de los agentes externos y/o de la institucionalidad que intenta promoverlas y son fruto en gran medida del potencial emprendedor que estas personas poseen. Por lo tanto, la tarea de la Municipalidad como principal actor público en el territorio, es crear, basándose en una estrategia articulada y definida con los diversos actores relevantes del territorio, un entorno Facilitador del crecimiento de los emprendimientos locales como asimismo, desarrollar una serie de servicios acorde a las necesidades del territorio y sus actores.
En este contexto, dicho entorno favorable y los servicios asociados deben poner énfasis en estimular el potencial emprendedor de los sectores más pobres y/o vulnerables del territorio permitiendo que las iniciativas económicas de los pobres se conviertan en herramientas de empoderamiento tal que, permita a la persona salir de su situación de vulnerabilidad y/o pobreza.
Finalmente, el Municipio en coordinación y/o corresponsabilidad con el Gobierno Regional debe abordar de manera innovadora y creativa la función articuladora de las dinámicas productivas locales que corresponden a su función es este nuevo escenario de competitividad y globalización. Algunas acciones relacionadas con lo ya expresado tienen relación con la creación de las alianzas público –privadas en el ámbito local, ser un puente entre las iniciativas económicas locales específicas con aquellas que trascienden al territorio y se ubican en el plano regional, nacional e internacional.
Desde el punto de vista de un Municipio Gestor como el que estamos planteando, es necesario señalar como fundamental la promoción y/o consolidación de la asociatividad empresarial a nivel del territorio, preferencialmente, en el ámbito de la Microempresa ya que de esta forma, visualizamos que se abre un espacio más eficiente para la focalización de Programas de Fomento Productivo[9]en el territorio que faciliten el mejoramiento del entorno y el desarrollo de marcos estratégicos de acción, logrando asimismo, el efecto sinérgico tanto en el tejido empresarial local como también, al nivel de los actores institucionales sean éstos públicos o privados.
Del mismo modo, un proceso de estas características tendría el plus de consolidar y/o fortalecer el proceso de descentralización.
Redes de financiamiento v/s oportunidades de desarrollo
La deficiencia más notoria, especialmente para la Microempresa a nivel local dice relación con la falta de financiamiento. A partir de lo señalado, no se puede sostener que ello sólo es producto de la ausencia de instituciones de financiamiento, tales como: Bancos, financieras, cooperativas de ahorro y préstamos, etc. sino más bien, a que aún el sector microempresarial tanto en el ámbito local como en el resto del territorio, es percibido más bien como espacio de riesgo más que como una oportunidad de negocios.
No obstante lo anterior, existen algunas experiencias que es necesario destacar y que se orientan a revertir de un modo u otro esta concepción microempresa = riesgo y transitar al logro de instrumentos bancarios adecuados a la realidad de la MIPYME, tal es el caso del Banco del Desarrollo, Banco Estado[10]y también el Banco Santander[11]
Por otra parte, existen varias Cooperativas de Crédito y financieras que se han especializado en créditos para la Microempresa dentro de las cuales, CREDICOOP (Ex Cooperativa Liberación) es una de las más antiguas e importantes. Del mismo modo, están las Fundaciones orientadas a servir al sector Microempresa como un área emergente de la economía, siendo la Fundación Trabajo para un Hermano, Fundación Contigo, Fundación Kast, las más importantes del sector ya sea por su capacidad de innovación en cuanto a tecnologías de intervención en el sector Microempresa, tecnología de Microcrédito, como por su validación y/o trayectoria de servicio en el desarrollo del mismo[12]
Por otra parte, es necesario establecer que tanto las Organizaciones No Gubernamentales (O.N.Gs) como también las Fundaciones Sin Fines de Lucro ( F.S.L) ya señaladas, a través del tiempo, se han podido sustentar en financiamientos externos, ya sea a través del aporte de Donantes, Proyectos de Cooperación Internacional para el desarrollo y/o Proyectos propios de acuerdo a la Misión Institucional. No obstante, el aporte de creatividad e innovación demostrado por estas Organizaciones a lo largo del tiempo, el tema del financiamiento, sigue siendo una de sus mayores debilidades.
He aquí uno de los mayores desafíos de la sociedad democrática, pues las O.N.Gs han ido históricamente a la vanguardia. Ello queda demostrado en el hecho que procedimientos de intervención desarrollados por estos Organismos han sido replicados posteriormente – con las adaptaciones pertinentes- por Organismos Gubernamentales. Se da el caso que un sinnúmero de experiencias desarrolladas por las O.N.Gs en diversos ámbitos del desarrollo puede ser replicables por los Organismos Públicos. a modo de ejemplo, se puede mencionar el desarrollo de Programas de Microcrédito y de Programas de Capacitación.
A raíz de lo anterior, sucede que el sector Microempresa, por otra parte, ha dejado de ser un espacio exclusivo de la acción de los organismos ya señalados y en la actualidad, se encuentra formando parte de la acción de las políticas públicas[13]de fomento a través de la disposición de instrumentos específicos administrados ya sea por la Corporación de Fomento y Reconstrucción (CORFO) como por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) y/o el Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC).
A través de estos organismos se ha pretendido extender la acción del Estado hacia un sector que según las estimaciones existentes representa más del 80% de la generación de empleo en el país, aquí incorporamos a las micro, pequeñas y medianas empresas, cifra no menos relevante especialmente en épocas de crisis económica y como tal, del empleo nacional[14]
No obstante lo anterior, queda pendiente las respuestas ante las interrogantes que hoy quedan planteadas para la sociedad democrática:
¿Cómo pensar el financiamiento de las Instituciones Sin Fines de Lucro (I.S.F.L)
¿Puede el sistema democrático prescindir de la Sociedad Civil? Si la respuesta es No, entonces, ¿Cómo desarrollamos Sociedad Civil como fortalecimiento de la democracia?
Aproximando algunas respuestas posibles señalaremos los siguientes:
a).- El aporte Público:
Una sociedad democrática debe considerar como prioritario el fortalecimiento de la Sociedad Civil por cuanto en ella "Militan" más del 85% de los ciudadanos mayores de edad. Del mismo modo, es necesario puntualizar que financiar las acciones de las O.N.Gs a través de Fondos Concursables en ningún caso puede convertirse en el elemento de cooptación y/o influencia tal que – como en la actualidad ha ocurrido en no pocos casos – convierta al Organismo específico en un simple ejecutor de Programas y/o Políticas Gubernamentales. En este sentido, es de suma importancia que el Estado sea capaz de mantener la autonomía de las O.N.Gs y regular de manera más expedita y eficiente, el acceso a los recursos que están disponibles para el servicio del bien común, superación de la pobreza, generación de empleo, entre otros aspectos.
He aquí que las O.N.Gs como las ya señalamos, pueden intervenir de manera eficiente a través de Programas de Pre – Inversión que haga factible y/o social y económicamente rentable la intervención estatal en aquellas materias que éste priorice, especialmente, en temas vinculados a la consolidación de una Sociedad Civil proactiva, capaz de articularse en aquellas materias de interés común como puede ser: Generación de empleo, Seguridad Ciudadana, Prevención de Drogas, Deportes y Recreación, Participación Comunitaria y/o social, etc.
Por otra parte, en el caso de las O.N.Gs, debe hacerse más expedito y transparente el sistema de Donantes sean estas Instituciones o Personas particulares. Del mismo modo, significa el revalorizar el aporte de este tipo de Organismos al desarrollo del país , provocando de esta forma, una ruptura con el sesgo de que "Las O.N.Gs son sólo una fachada para la acción política partidista…" "Las O.N.Gs son extensiones de los Partidos Políticos…" no obstante, que esta realidad pueda existir no es menos cierto que, estos Organismos han sido una contribución efectiva a la consolidación de la actoría de la Sociedad Civil , evidenciado a través de la existencia de la más variada gama de organizaciones de la Sociedad Civil que se expresan en el ejercicio de sus deberes y derechos e interactúan con las instancias formales, propias de la sociedad democrática[15]
b) El Aporte Privado: En este sentido, la intervención se da a través de las Fundaciones Sociales vinculadas a las grandes Empresas. Estas últimas canalizan sus recursos provenientes de la rebaja de impuestos a la cual tienen acceso por la vía de utilizar la denominada Ley de Donaciones[16]Estas Instituciones sin Fines de Lucro (I.S.F.L) cuentan con recursos propios además de recursos humanos especializados, sin embargo, el surgimiento de estas organizaciones como fenómeno es bastante reciente, lo cual, deja como una incógnita si lo declarado en la Misión Institucional corresponde efectivamente a la voluntad de contribuir a la consolidación de una sociedad más integrada y en paz o sólo ha sido un mecanismo que optimiza la gestión financiera de las Empresas relacionadas.
Sólo el tiempo nos dará esa respuesta pues el impacto alcanzado aún es complejo medirlo, salvo excepciones como lo son Fundación Andes, Fundación Calbuco, Fundación Minera Escondida, entre otras.
ALGUNAS IDEAS PARA LA APLICACIÓN
DE UN MODELO DE INTERVENCIÓN ESPECÍFICO
EN EL ÁMBITO DEL FOMENTO PRODUCTIVO LOCAL (F.P.L)
1.- DIAGNÓSTICO
La reducción de la pobreza requiere de fuentes de trabajo y del desarrollo de las capacidades emprendedoras de las personas. En Chile, la Microempresa, es de vital importancia, por su capacidad para generar empleos y por ser uno de los principales espacios donde se encuentran las personas de menores recursos que tienen características de emprendedores. Son las personas que por necesidad o por opción han impulsado un negocio o actividad propia, aún cuando, en muchas oportunidades, sea en una primera instancia menos rentable que emplearse. Estas personas y sus Microempresas requieren de apoyo en diversos ámbitos relativos al fortalecimiento de sus competencias personales, laborales y de su capacidad de emprender, como también asociado a los elementos técnicos como producción, administración, comercialización, acceso a nuevas tecnologías, redes y desarrollo sustentable de sus productos o servicios.
En este sentido, el trabajo de apoyo realizado por las diversas instituciones sean estas públicas o privadas aún sigue siendo insuficiente ante los innumerables desafíos que enfrenta el sector, especialmente, en los siguientes ámbitos en los cuales se expresa la fragilidad y/o vulnerabilidad de este sector económico: Acceso al financiamiento, competitividad, inserción en el mercado y/o en nichos específicos.
En el país, existen recursos crediticios disponibles y programas de capacitación para Microempresa, pero muchos empresarios de este nivel, dado lo pequeño de su negocio, no pueden acceder a ellos o no encuentran servicios adecuados a su realidad. En la actualidad, estos servicios ofrecidos han tenido una tendencia a la especialización y en el presente, no existe una alternativa que ofrezca una atención integral a la realidad de los Empresarios y de sus Microempresas.
El sector empresarial en Chile se ha desarrollado enormemente y ha tomado una relevancia fundamental en la economía del país. Cualquier programa de desarrollo debe considerar al empresariado en sus distintos niveles y/o tamaño como asimismo, a los profesionales que trabajan en este sector, con el fin de trasmitir la experiencia acumulada y de fortalecer la responsabilidad social asociada al desempeño empresarial.
Se agrega a lo anterior, la carencia de una política pública que entregue un Marco Legal para la promoción de la competitividad y el desarrollo de la Microempresa, traduciéndose esto, en que gran parte de los actores públicos y privados poseen visiones parceladas y/o carentes de instancias de coordinación entre sí. Esta diferencia, es fundamental entre el éxito o fracaso de una iniciativa[17]Esto lo demuestra, el éxito logrado en esta área por algunos ayuntamientos españoles[18]los cuales han basado su éxito económico en desarrollo de micro emprendimientos asociados a una red de servicios desde el Ayuntamiento, en la perspectiva de la consolidación y fortalecimiento de la Microempresa como actor significativo de la sustentabilidad del territorio.
Todo, lo anteriormente expuesto, nos permitirá abordar de manera más eficiente, lo complejo que resulta el desarrollar una intervención sistémica a nivel del territorio pensándolo desde el microemprendimiento como nos los revelan los datos que respecto del sector Microempresa en Chile, expondremos a continuación, basados en la casen del 2000:
El sector Microempresa en relación con el volumen de ventas total, la Microempresa obtiene un 3%, un 17% de las medianas y pequeñas y de un 80% de la gran empresa. Profundizando sobre esto, el 17,5% de las Microempresas poseen ventas superiores a las 2.400 UF anuales (cerca de $ 40.000.000 anuales) y un 82,5% de las Microempresas venden menos de esa cantidad al año. Al observar el mercado laboral se puede indicar que la Microempresa emplea a un 50,3% de la fuerza laboral. Ahora, desde el punto de vista de la formalidad, encontramos que sólo un 57,36% tiene algún grado de formalidad.
La ubicación geográfica, en el caso de Chile, nos entrega que la Región Metropolitana reúne al 36,6% de las Microempresas formales, la VIII un 10,9%, la V un 10,3%, sólo estas tres Regiones reúnen a un 57,8 % del total de Microempresas formales de nuestro país.
Al detallar los rubros nos encontramos que sólo un 10,2% es productivo, en cambio el comercio alcanza al 40,5% de las Microempresas formales.
Al observar y analizar estas características de la Microempresa, se puede señalar a modo de diagnóstico que los principales problemas están localizados en las siguiente áreas:
Inserción al mercado: Dificultades de acceso a crédito, informalidad, dificultad para materializar proyectos de creación especialmente en jóvenes y mujeres jefas de hogar, escasa orientación hacia el mercado de sus productos y servicios .
Tipo de gestión: No existe diferencia entre la economía familiar y la Microempresa, polifuncionalidad del Microempresario, y una integración pasiva a los mercados principalmente explicada por la falta de información y/o baja calificación empresarial.
Funcionamiento: Mala calidad de los empleos (sin previsión y seguridad social), escaso desarrollo tecnológico (intensivos en mano de obra) y atomización de los productores.
Desarrollo tecnológico: Escasa incorporación de nuevas tecnologías, basándose fundamentalmente en ser intensiva en mano de obra, esto produce baja competitividad, procesos productivos más costosos, lo cual se traduce en que los márgenes de utilidad son menores.
A estas principales características, se deben agregar cuando corresponda, elementos adicionales como son el componente género y ruralidad. Por lo anterior, es posible concluir que el Empresario de Microempresa "Hace lo que sabe o lo que le gusta hacer" por tanto, no necesariamente lo que el mercado requiere, este es el punto clave a considerar en cualquiera propuesta de intervención.
Por lo anterior, surge la imperiosa necesidad de generar una nueva iniciativa que considere en su acción, la oferta de servicios integrales para el desarrollo del empresario de Microempresa y su entorno, acogiendo y aceptando las diferencias territoriales, personales, de organización, modalidad de trabajo, rubros específicos y ofreciendo una atención sistémica de sus necesidades, la profundización de metodologías de capacitación, especialmente adaptadas a su realidad, la formación por competencias especificas, el desarrollo de experiencias asociativas y el fortalecimiento de la competitividad.
Por otra parte, surge como relevante, además, la vinculación con empresarios exitosos que valoran y apoyan la responsabilidad social empresarial, una decidida orientación hacia los mercados y la creación de coordinaciones eficientes entre diferentes actores involucrados en el desarrollo de la actividad empresarial del país. Todo esto enmarcado dentro de un compromiso ético por el desarrollo territorial, económico y social del país.
2.- MODELO DE INTERVENCIÓN PARA EL FOMENTO PRODUCTIVO LOCAL
La propuesta considera abordar el desafío de la Microempresa desde una mirada integral y con un compromiso con los resultados del sector y no solamente con la utilización de los instrumentos individuales necesarios para implementar los apoyos. El compromiso con los resultados implica lograr una nueva relación con los mercados y con su entorno social y ambiental, de un grupo importante de Microempresarios que actualmente, se encuentran en una situación de atraso tecnológico, sin capital y orientado solamente a pequeños sectores del mercado local.
Para la incorporación del sector microempresarial a la economía formal se requerirá la generación de información de mercado relevante, la transferencia de información y de tecnologías, el acompañamiento en el proceso de planificación estratégica y de toma de decisiones, el apoyo en la comercialización de los productos y la creación de redes institucionales, públicas y privadas de apoyo.
También los empresarios de Microempresas por sí solos no podrán hacer frente a los cambios, sólo lo podrán hacer desde una estrategia y articulación colectiva. Es aquí donde la propuesta de contar con un Centro de Fomento Productivo Local, adquiere sentido. Siempre y cuando se mire desde una perspectiva sistémica y considerando los siguientes elementos:
Finalmente, lo importante es construir una estrategia local de desarrollo, capaz de "Endogeneizar" los efectos favorables derivados de la existencia de redes de subcontratación de los proveedores locales, así como de nuevos emprendimientos productivos de empleo relacionados con esas actividades dinámicas (Alburquenque, 2001).
Por otra parte, podemos también señalar que las Microempresas, dada las altas exigencias del mercado, requieren de manera urgente poder contar con mayores niveles de información empresarial, tecnológica y de mercados accesibles territorialmente. Esto es fundamental para el mejoramiento de su eficiencia productiva y por ende, de su competitividad.
Del mismo modo, es necesario consignar que cuando hablamos u optamos por aportar para la consolidación del Desarrollo Económico Local, no estamos propiciando a partir de la Microempresa el desarrollo municipal, sin perjuicio que éste se produzca como fruto de la interacción entre los actores relevantes del territorio, dentro de los cuales el Municipio es uno de los fundamentales.
Además, junto con la flexibilidad laboral, propia de la Microempresa, se requiere un fortalecimiento y coordinación Institucional de los organismos públicos para hacer una eficiente animación en el ámbito territorial, que además, facilite la gestación de entornos territoriales innovadores, de coordinaciones y coompetencia[19]entre el sector privado y la Sociedad Civil Local.
A partir de lo señalado, a nivel del territorio se potencia el capital social que actúa como medio eficiente para la superación de la pobreza, entre otros desafíos a nivel del espacio local. A través de los elementos vertidos anteriormente, se explicita aún más el hecho de que el Fomento Productivo Local asociado al Modelo de Intervención propuesto provocará una serie de impactos a nivel territorial, dado su carácter sistémico , generando a su vez espacios de encuentro y fortalecimiento del tejido empresarial local, viabilizando la auto sustentabilidad del territorio.
Desde este punto de vista, también podemos afirmar que el hecho de poder contar con un tejido empresarial local fortalecido, hará más competitivo al territorio y como tal, con capacidad para asegurar una mejor calidad de vida para los ciudadanos que comparten dicho espacio común.
Del mismo modo, el fortalecimiento del tejido empresarial implicará además, abrir espacios de potenciales soluciones a problemáticas endémicas de nuestras sociedades en vías de desarrollo, especialmente Chile, que aún mantiene niveles significativos desempleo y de pobreza.
El desarrollo del sector microempresarial a nivel local, significará también abrir espacios de empleabilidad para los habitantes del territorio específico. Al tratarse de territorios con mayor índice de pobreza y que por sus caracteristicas, se encuentran en la periferia, especialmente en las metrópolis, en muchos casos, la existencia de Microempresas locales, contribuirá a la disminución de los costos de transporte, optimizando el uso del tiempos y por ende, permitiendo una mayor posibilidad para el esparcimiento, la vida familiar y la participación ciudadana a través de las distintas expresiones de la Sociedad Civil.
Los procesos de coordinación y articulación produciran sinergias en la utilización de recursos productivos, se eleva la rentabilidad social al aumentar la eficiencia y eficacia de los programas actuales.
La importancia de las Microempresas como eje dinamizador del mercado interno y a nivel de los territorios ha permitido que este tipo de emprendimiento sea altamente gravitante en la generación sustentabilidad del empleo, especialmente en tiempo de crisis, como ha sido en el caso chileno y también, en la Región. Por ello es necesario y fundamental para la consolidación de espacios locales competitivos tanto en lo económico como en lo social, que se abran espacios para la consolidación de mercados locales donde confluyan micro unidades productivas y/o de servicios eficientes, con capacidad de establecer relaciones estratégicas que vinculen adecuadamente la oferta con las exigencias del mercado tanto a nivel local como nacional e internacional a partir de la identificación y/o posicionamiento en nichos comerciales específicos e innovadores.
Del mismo modo, queda pendiente el desafío del acceso a las fuentes de financiamiento por parte de las Microempresas locales. En este sentido, será necesario contar con entidades financieras capaces de innovar en sus tecnologías crediticias, adaptándose de esta forma, a las necesidades específicas de las Microempresas locales y contribuyendo de esta forma, al mejoramiento de la competitividad del territorio ya que se estimula la dinamización de la economía en un "Encadenamiento virtuoso" entre el empleo, la estabilidad del ingreso, la ampliación de las posibilidades de consumo de productos y/o de servicios locales y finalmente, ampliación de los niveles de calidad de vida.
Todo lo anterior, requiere de la maduración del sector microempresarial. Al respecto, podemos señalar que: La asociatividad sigue siendo un punto débil en este sector de la economía. Por esta razón, el Modelo de Intervención propuesto, facilitará el potenciar y/o fomentar la capacidad asociativa de los Empresarios de Microempresas ya que a través de la conformación de los Centros de Apoyo Microempresarial pueden acceder a información y Asesorías especializadas.
Asimismo, pueden acceder a una serie de otras experiencias empresariales que permitirán la sinergia necesaria para introducir nuevas distinciones en la cotidianeidad comercial en la que los Empresarios de Microempresa Locales se desenvuelven.
Los Centros de Apoyo Microempresarial, se transforman por lo tanto, en un espacio de encuentro y fortalecimiento de las redes de confianza que aglutine a los empresarios locales, transformando a los Centros específicos en una herramienta para el mejoramiento dela competitividad empresarial y además, de consolidación de aspectos valóricos relacionados con la responsabilidad social de la acción empresarial.
Finalmente, los Centros de Apoyo Microempresarial se constituyen en una nueva y eficiente oportunidad para que los empresarios se posicionen en el espacio local como ejes fundamentales del desarrollo.
De esta forma, los empresarios locales pueden tener una mayor influencia en el nivel Macro ya que, a través de los Centros, su capacidad de interlocución se verá fortalecida y a partir de ello, tener una opinión fundamentada y calificada para proponer todos aquellos cambios en materia de politicas de fomento productivo que sean necesarias para incrementar su competitividad en el marco de la economía global pero con un fuerte énfasis territorial.
Por otra parte, los Centros proveerán de nuevas tecnologías de capacitación que permita al empresario local una formación especializada que eleve su capacidad de interacción con su entorno y aproveche de esta forma, las oportunidades que el territorio ofrece. He aquí que el Municipio emerge como otro actor y/o aliado estratégico importante para la consolidación de la Microempresa local, ya que los empresarios locales se transforman en una oferta de productos y servicios, bajo el signo de la eficiencia y la calidad.
Del mismo modo, que los empresarios locales se asocian y vivencian procesos sinérgicos por medio de la participación en los Centros ya señalados, también, este proceso es extensivo a los Centros en sí que articulados tanto a nivel local como nacional permitirán que el sector Microempresa pueda incrementar su grado de influencia en la generación de las políticas públicas orientada al fomento del sector microempresarial y por ende, directamente relacionadas con el crecimiento de la economía local y nacional.
La asociatividad microempresarial, expresada a través de la Red de Centros de Apoyo Microempresarial, constituye un aporte sustantivo a la consolidación de la actoría a nivel de la economía como también en el ámbito social por cuanto, estamos en presencia de un contingente de empresarios conscientes de su responsabilidad para con la sociedad de la cual forman parte, ya sea a nivel local como nacional, regional y planetaria.
Por otra parte, es necesario señalar que la factibilidad de lograr los impactos propuestos en el Modelo de Intervención es viable en cuanto se mantenga su carácter sistémico y por lo tanto, se produzca la necesaria participación de los Actores relevantes del territorio que permita la consolidación efectiva de una Concertación de Actores empoderados y con capacidad de propuesta que facilite la dinamización no sólo del sector empresarial sino también, al conjunto de la sociedad civil .
De esta forma, articulando intereses locales, desde sus propios protagonistas, expresado en una Institucionalidad representativa, que para efectos del Modelo de Intervención propuesto, es la figura de una Fundación. Esta instancia organizacional deberá cumplir con el rol de representar al sector Microempresarial local y además, desarrollar interlocución con los distintos organismos públicos y/o privados vinculados con el Fomento Productivo, de tal forma que contribuya ha una mejor y más eficiente focalización de los recursos estatales de fomento y asimismo, aporte para la innovación en materia de instrumentos y/o tecnologías de apoyo al sector Microempresarial. O simplemente la creación de nuevos instrumentos.
Finalmente, desde el Modelo de Intervención propuesto, hemos querido contribuir a sentar las bases de un desarrollo microempresarial eficiente para el espacio local y desde este nivel poder aportar de modo significativo al crecimiento de la economía nacional.
Nuestro punto de partida son las personas, el empresario mirado desde un punto de vista integral. Un segundo punto, dice relación con el desarrollo y/o fortalecimiento de las competencias necesarias en los empresarios locales para tener una intervención eficiente a nivel de la economía y del ámbito social. En este sentido, hemos privilegiado el nivel micro en nuestro Modelo de Intervención por cuanto son las personas la palanca fundamental de la transformación de los espacios locales deprimidos en espacios locales competitivos y con capacidad de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos.
Nada ocurre en el entorno si en el interior de la persona no se genera el cambio de enfoque necesario y urgente para la participación del mundo global desde una perspectiva local. Si cambiamos la forma como observamos y actuamos en nuestra cotidianeidad nos hacemos más eficientes y competitivos. Por esta razón, intensionamos la endogenización de los espacios locales, desde las personas hacia el entorno, y desde la potencialidad del espacio local hacia las exigencias del mundo global.
Al concluir, sólo restar señalar que nos asiste la convicción de que es absolutamente posible, viable y necesario, lograr espacios locales competitivos. Por esta razón, es urgente generar articulaciones eficientes entre la Sociedad Civil empoderada con y desde sus distintos Actores y el Estado con sus diversos organismos.
Por otra parte, en la medida que fortalecemos el tejido empresarial local, estaremos contribuyendo a la consolidación de espacios locales competitivos y por lo tanto, generando una oferta atractiva para las generaciones del presente y del futuro para que en estos territorios sean un ejemplo, donde los personas puedan vivir dignamente entre ellos y en armonía con su medio ambiente, es decir , "Hagan que la Vida se Re – Cree" bajo el signo de las oportunidades, bajo el signo de la esperanza…
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11. Vásquez Barquero, Antonio (1999), "Desarrollo, redes, e innovación.Lecciones sobre desarrollo endógeno", Madrid.
12.- Von Haldenwang, Christian y Otros(2001), "La Política territorial de desarrollo productivo en Chile. Nuevas Instituciones regionales y locales" Bonn, Instituto Alemán de Desarrollo (I.A.D)
13.- Manual para Administrar Empresas Sociales (2000), Santiago de Chile, Corporación Simón de Cirene
Autor:
Oscar Vega Gutiérrez
(Chile)
[1] Está basado en la Teoría de Sistemas, desde la cual se entiende que: "El todo es más que la sumatoria de las partes como asimismo, la partes son diversas y complejas pero de esa forma un sistema es capaz de sobrevivir …"
[2] Op. Cit N° 21
[3] Cooperar para COMPETIR, término acuñado por Peter Drucker.
[4] Con el vocablo Potenciales, nos referiremos a los recursos endógenos existentes a nivel territorial.
[5] Por Tejido Empresarial Territorial, comprenderemos al cúmulo de iniciativas e emprendimientos de carácter económico productivo y/o de servicios que tienen lugar en la cotidianeidad de un territorio y que además, de generar empleo y aportar al dinamismo económico, también, agrega valor al territorio en la medida que hace de éste un espacio con crecientes niveles de competitividad
[6] Léase con capacidad de actoría social y proactividad para la generación de soluciones y/o activación de potenciales que hagan más competitivos a los territorios en que habitan, sea comuna, Región, etc.
[7] No obstante lo señalado, es necesario precisar que esto es al menos en el ámbito teórico, ya que en muchos casos la teoría se ve superada por la realidad.
[8] Bajo este concepto nos referimos aquellas instancias situaciones que actualmente se observan como "Debilidad" la cual con una intervención pertinente puede transformarse en una oportunidad de desarrollo más que un obstaculizador del mismo.
[9] La experiencia del Fondo Nacional de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) es un referente. En dichas acciones han contado en su enfoque territorial con dos ejes: Uno horizontal cuyo objetivo es la integración de los diversos programas institucionales presentes en el territorio y otro vertical, relacionado con la integración de todos los actores públicos presentes en el territorio y relacionados con la temática del Fomento Productivo (SENCE, SERCOTEC, INDAP, etc.).
[10] A partir del año 1998 creó una unidad especializada para atender los requerimientos del sector MIPYME, esta unidad ha sido denominada como BanEstado Microempresa.
[11] Actualmente el Banco de Santiago y Banco Santander se han fusionado dando origen a Banco Santander Santiago
[12] Este tipo de Organismos en la actualidad, pueden optar a la consecución de recursos para financiar sus diverso Programas de Acción a través de la Ley de Donaciones que ha sido promulgada por el Estado chileno a través de la Ley N° 3.063.
[13] Al respecto es necesario consignar que dicho proceso no habría sido posible sin el aporte de una serie de Organizaciones Eclesiales y No Gubernamentales (O.N.Gs) que en su accionar fueron generando redes de cooperación solidaria que dieron origen a lo que en la década de los 80€™ se denominó Economía Solidaria donde instituciones como Trabajo para Un Hermano (TPH), Programa Economía del Trabajo (PET), entre otros fueron sus impulsores y que posteriormente se articularon como red a través de REDESOL.. Del mismo modo, los aportes teóricos €“ conceptuales de intelectuales como Luis Razeto Migliaro, Arno Klenner, entre otros, fueron aportes sustantivos a la visibilización del sector MIPYME como actor económico y como tal, sujeto de la acción del Estado.
[14] El crecimiento del empleo en actividades informales se refleja en el mayor crecimiento relativo de la categoría de ocupación correspondiente a los trabajadores por cuenta propia, que aportó un 28% de los nuevos empleos netos, casi 400.000 puestos de trabajo, del total de 1,4 Millones creados ( García Huidobro-2002)
[15] Expresar el inmenso aporte y/o valor del mundo de las O.N.Gs y Fundaciones al desarrollo nacional excedería el objetivo del presente Texto. Sólo diremos que este tipo de organismos pese a que cada uno actúa desde Misiones Institucionales diversas, ante sí tienen un objetivo común: Una sociedad más integrada, con mayor participación social y cultural, con mayor equidad y en armonía con el ecosistema.
[16] Op. Cit. N° 22
[17] Actualmente, un emprendedor (a) antes de ver materializada su iniciativa desde le punto de vista de la tramitación legal, ha recorrido entre 70 y 90 trámites con una inversión de tiempo al menos 5 semanas promedio. Al respecto el Estado a través de SERCOTEC ha desarrollado un sistema de simplificación de trámites destinados a facilitar la formalización de los emprendimientos a nivel local,. Esto, sin duda, ha significado un avance pero es también real que dicho avance es mínimo respecto de la falencia existente.
[18] Emblemáticas resultan las experiencias de Alcalá la Real ( Granada, España) y San Sebastián (País Vasco) con sus respectivas Agencias de Desarrollo.
[19] Este concepto planteado por autores como: Peter Drucker, Michel Porter, entre otros, nos permite expresar la eficiente y necesaria coordinación y/o asociatividad para competir de acuerdo a las exigencias del mercado, vale decir, cooperación para ser más competitivos.
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