Otros proponen que se deben de pesar cuidadosamente, las porciones ingeridas. Mientras que algunos nos aconsejan mantener una agenda detallada de cada bocado que introducimos en nuestras bocas.
Lo que no oculta el hecho de que hemos prosperado a acatar lo absurdo para lograr la meta, para muchos, tan inaccesible, de perder las libras que les abruman.
Por contraste, el estudio del NEJM sugiere que el mejor modo de perder de peso es muy sencillo: Se alcanza por medio de la ingestión de alimentos considerados saludables para el corazón, y limitando — de modo prudente — el número de calorías consumidas. Lo que se resume al uso de:
Porciones generosas de vegetales y pescado
Cantidades muy modestas de carne roja, y
Reducir el consumo total de calorías
Notablemente parecida a la forma que la Dieta Mediterránea recomienda.
La investigación fue dirigida por Frank Sacks, Profesor de Prevención de Enfermedades Cardiovasculares, en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard en Boston.
El enfoque del estudio incluyó 811 adultos, residentes de Boston y de Baton Rouge LA, obesos y con sobrepeso determinado. Las edades comprendidas fueron entre los 30 y los 70 años.
Anuncio del sistema Atkins
Entre los candidatos con sobrepeso, los investigadores incluyeron personas con un índice de masa corporal (IMC) entre 25 y 29.9. Estándar que considera obeso a quienes poseen un IMC de 30 o mayor.
Los candidatos fueron divididos en cuatro grupos, cada uno asignado a una dieta especial:
Un grupo consumiría una dieta "baja-en-grasa, con contenido promedio de proteínas". (20% grasa, 15% proteínas, 65 por ciento carbohidratos).
El segundo grupo fue asignado a una dieta "baja-en-grasa, alta en proteínas". (20% grasa, 25% proteínas, 55% carbohidratos).
El tercer grupo siguió una dieta "alta-en-grasa, promedia en proteínas". (40% grasas, 15% proteínas y 45% carbohidratos).
El último grupo consumiría una dieta "alta-en-grasa, alta en proteínas". (40% grasas, 25% proteínas, 35% carbohidratos).
Todos los regímenes eran de constitución tipo "corazón-saludable" (bajos en grasas saturadas y en colesterol), incluyendo 20 gramos (0.7 onzas) de fibra natural diariamente.
Para todos los participantes los investigadores calcularon un consumo cotidiano de entre 1,200 a 2,400 calorías, establecidas de manera personalizada.
Resultados preliminares
A medida que los investigadores midieran el peso de los participantes en varias ocasiones durante los dos años del experimento, éstos encontraron que los cuatro grupos estaban perdiendo aproximadamente el mismo número de libras con el transcurso del tiempo.
Uno de los investigadores fue obligado a reflexionar de esta manera: "No importa como se mire. No hubieron diferencias estadísticas de ningún significado entre ninguno de los grupos, en lo que la pérdida de peso respecta".
Al fin de los primeros seis meses, la pérdida promedio de peso, para todos los grupos, fue aproximadamente de 14 libras (6.5 kilogramos). Pero, al final de los dos años, esa cifra se había constreñido a nueve libras (o cuatro kilogramos).
Otro de los investigadores, lamentaba que "muy a menudo, en esta clase de estudios, los candidatos tienden a recuperar el peso perdido. Tenemos que analizar estrategias para lograr que éste peso no se recupere".
"Si nada más, (dice otro experto) este estudio disipa la idea establecida, por mucho tiempo, que una dieta baja-en-grasa posee ventajas sobre las otras dietas". Notando que, "desafortunadamente, en éste u otro experimento a perder de peso, los participantes casi nunca se adhieren al sistema que a ellos se asignan".
Los autores del estudio son cándidos cuando admiten que, a pesar de que a los voluntarios para el estudio se les ofrecieran oportunidades de consulta con dietistas y consejeros, durante la del proyecto, que muchos de entre ellos fallaron en satisfacer sus proporciones de grasa-proteínas-carbohidratos.
Ninguno de entre los sujetos experimentales en los grupos, redujo su consumo de carbohidratos a menos de un 43%, incluyendo aquellos a quienes se les asignara una proporción de un 35%. Notando que, si los carbohidratos se hubiesen reducido más, que las pérdidas de peso logradas, puede que hubiese sido de mayor consecuencia.
Un aspecto del estudio, para muchos quienes lo critican — y que, para ellos, parece ser de mucha importancia — es que los investigadores asignaron muy poco valor al rol de la fibra dietética en todos los planes de comer establecidos para el experimento. Elemento, este último, que algunos "expertos" consideran como el más promisorio de los factores, en lo que respecta a la pérdida de peso — lo que queda aún por ser demostrado.
"Poca fibra", apuntan algunos…Los cuatro grupos que participaron en el estudio fueron asignados a unos 20 gramos diarios de fibra dietética. Lo que es insuficiente comparado con las recomendaciones del U.S. Institute of Medicine, que aconseja aproximadamente 35 gramos (1.2 onzas) para los hombres y 25 gramos (0.9 onzas) para las mujeres.
Muchos investigadores creen que mientras más fibra se consume diariamente, más libras se pierden en cualquier sistema de adelgazar.
Fibra y más fibra…
Quienes así piensan, especulan que este fenómeno se debe a que la fibra — que se encuentra primordialmente en los vegetales, frutas y granos — crea una sensación de llenura en el estómago, enviando una señal al cerebro que le informa: "ya estoy lleno". Lo que reduce la velocidad del proceso digestivo, extendiendo el tiempo en que los nutrientes driblan, desde su posición en el intestino, hasta entrar a la sangre, lo que puede resultar en sensaciones de saciedad.
Por supuesto, la especulación que se presenta en al párrafo anterior carece de justificación científica, e indica una ignorancia total del proceso fisiológico de la digestión por quien la hace. (Véase mi artículo en la gastroplastía, donde este proceso se explica en detalle).
El resultado y la conclusión final de este experimento es que: Uno debe de adherirse a un plan dietético basado en los planes diseñados por la American Heart Association, reduciendo el número total de las calorías que se consumen.
¡Aplauso! (Aunque las calorías no cuentan)
¿Por qué las calorías no cuentan?
La sensación que estas noticias causaran por todo el territorio de los Estados Unidos, solo puede ser atribuida al hambre (no, deliberado retruécano) con que la prensa norteamericana consume las noticias lascivas, sensacionales o morbosas. Véase el libro: Feeding Frenzy… por L. Sabato).
Estas noticias pertenecían a la categoría de las que son sensacionales — y, aún morbosas — si este vocablo se utiliza en su acepción más amplia.
Ejemplo:
¿Sabes que una mujer salió embarazada?
Eso no son noticias
¿Sabes que la mujer es monja?
Eso ya está mejor
¿Sabes que es la Madre Teresa?
¡Ya estás hablando!
¿Sabes que el papá de la criatura es el Papa?
¡Esas sí que son noticias!
Todo el mundo científico se despertó a estas nuevas con una mezcla de ardor fanático e indignación. Estableciendo muy pronto las líneas de batalla, entre los que soportaban cualquier cosa que el NEJM publique, sin ninguna reflexión, y los que — siendo mercantes de sistemas dietéticos ellos mismos — iban a pelear hasta la muerte para defender sus métodos lucrativos, aunque carecientes de méritos.
Contando calorías
A mí me tocaría la labor de defender el hecho de que las calorías no cuentan en el portal 3QD. He aquí como lo hiciera:
Tuve que comenzar explicando los problemas que circundan el acto de dietar.
"Porque el problema no es tan sencillo, yo creo que lo mejor es incorporar un poco de todo aquello que parece ser sensible:
El sistema fiduciario: come más + haz menos ejercicios = ganancias de peso. Haz lo opuesto y lo perderás. Ignora entendimientos básicos de la fisiología y la psicología del comer.
El ejercicio por sí sólo no hace que el peso baje de manera significativa — todos comparten esta penosa experiencia
Obsesionar con porciones y contando calorías no ayudan a plazo largo.
Entonces prueba esto:
No incluyas carbohidratos simples (azúcar refinada) en tu dieta
Reduce todas las grasas animales a un mínimo
Haz ejercicios con moderación para reducir el estrés (caminatas largas, nadar, montar bicicleta, etc.). Trata de incluirlo en tu rutina por lo menos cuatro veces a la semana.
Come en abundancia lo que la Naturaleza ofrece en mayores cantidades: vegetales y frutas, pecados, aves de todas clases, y carnes — poco a poco con las carnes y derivados animales (como son la leche, los quesos y alimentos similares)
Evita la harina refinada, HFCS y las grasas hidrogenadas
Come panes simples, i.e. lavash o casabe
Evita comer el desayuno, comida innecesaria para nuestra especie. Pero, si tienes que comerlo, hazlo simple y ligero
Almuerzo: Pasta o arroz hervido, algo a la parrilla, una ensalada generosa y frutas para el postre. Come bien, pero frena antes de alcanzar la sensación molestosa de estar lleno
Elimina la cena, si puedes. Otra comida que es superflua para nuestro género. Pero si es importante para ti, hazla simple
Nunca sufras del hambre, porque el hambre es una fuente de estrés, y el estrés te amontona las libras.
Con este plan algunos de nuestros pacientes pierden entre 25 y 30 libras en 20 semanas".
Lo que no bastaría como respuesta apaciguadora para quienes estaban determinados a defender el conteo de las calorías — porque así la "Biblia" del NEJM lo estipulara.
Ante la insistencia de contar calorías yo respondí lo siguiente:
"Existe un dictamen, ajado por el tiempo en que se ha usado — entre los que son peritos en la lucha contra la expansión de la cintura— que nos dice, que las calorías no cuentan…
Comer como hoy comemos — aunque se coma menos — solamente resultará en el estrés de no ver resultados, porque la lucha es contra lo desconocido.
El estrés hace que la gente engorde y el dietar es estresante…
Perder de peso es más difícil que aprender otro idioma. Difícil, pero posible.
Dos libros, recomendamos, si es que pueden encontrarse:
The Dieter"s Dilemma, por Bill Bennett y Joel Gurin, y
The Paleolithic Prescription, por S. Boyd Eaton, Marjorie Shostak y Melvin Konner
Más uno que es fácil de obtener:
Fat Land, por Greg Critser
Con esto cualquier persona puede comenzar a aprender los métodos de la "mano invisible" que controla el destino de los nutrientes que entran nuestro cuerpo (lo que algunos conocen como el "metabolismo").
Pero, es, realmente, el lenguaje del hipotálamo el que debemos de aprender".
Pero, esta respuesta, todavía no bastaría para apaciguar los nervios de mi colega, ya que mi "oponente" permanecería renuente y firme en su obsesión del valor putativo del contar las calorías. Así que concluí nuestro intercambio de la siguiente manera:
"No se habla aquí de calorías.
¿Cómo explicas lo siguiente?:
Come una porción de bizcocho de chocolate con helado, la misma cantidad de vodka, y el equivalente de las calorías contenidas en el bizcocho — pero cómelas como forraje — sí, lo mismo con que alimentan el ganado en Iowa.
Ahora:
El bizcocho con helado procederá directamente (como figura de expresión) y se pegará a tus costillas. Mientras que el hipotálamo y centros del placer te harán señas para que coma más de lo mismo que hayas comido — no importa que estés repleto. "What goes through your lips, will stick to your ribs", así cantaba una anoréxica paciente mía.
El vodka, siendo alcohol, y por ello una fuente pobre de energía, se utilizará de manera preferencial como combustible disponible, acumulando como reserva (léase grasa) cualquier otro alimento consumido.
El forraje dejará tu cuerpo indigesto — a menos que quien lo coma resulte ser un rumiante.
Entonces, ¿quién es más gordo, una vaca o un ser humano? [Entre nosotros, a veces, es muy difícil de decidir…]
Ahora, ¿ya puedes ver cómo calorías no cuentan?
Fin del argumento #1"
Pero el drama que tanto me costara resolver con mi contrincante, no fue tan fácil para los adversarios de la industria dietética y los campeones del NEJM.
La reacción de los representantes de la industria dietética fue tan viciosa, como igualmente lo fuera con la industria tabacalera, cuando la evidencia comenzara a acumular que el tabaco era un peligro mayor para todos — tanto para los fumadores activos — como para los pasivos, y circunstanciales.
La historia tenía otro precedente
Cuando Ralph Nader confrontó GM acerca de uno de sus productos. Este defensor del consumidor fue víctima de una de las campañas más sórdidas para desacreditarlo. Lo que nos confirma que no hay nada nuevo bajo el sol, aunque lo parezca.
¿Recuerdan a Ralph Nader? (candidato crónico a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Independiente). Éste escribió un libro llamado Unsafe at any speed, en el que tuvo la audacia de revelar que el automóvil Corvair, producto de la ingeniería de la General Motors, representaba un peligro severo a quienes se arriesgaran a ocuparlo.
No nos sorprende que los ataques más infundados y feroces contra el estudio y sus dirigentes provinieran de los proponentes del tipo de dieta innatural que el sistema de Atkins ejemplifica.
C"est la vie…
Ahora es tiempo para otro cuento de hadas, el que será utilizado como coadyuvante en esta tesis.
Las nuevas ropas del Emperador, o El Peligro de la Ignorancia
Siempre he sido fascinado por el cuento de Hans Christian Andersen sobre "Las Nuevas Ropas del Emperador" ("The Emperor"s New Clothes") y por las sutilezas que éste revela acerca de la naturaleza humana.
Disfrutémoslo
Había una vez, que en la tierra de los sueños, gobernara un emperador muy vano y muy inseguro de sí mismo.
Porque era tan retraído, su vida transcurría de manera apacible. Así fue, hasta que un día…
Algunos estafadores de habla rápida, habiéndose enterado de las peculiaridades propias del gobernante, convencieron al emperador de que le harían un nuevo traje que sería más fabuloso que todos los que él había poseído.
Para hacer este traje, las telas empleadas serían tan escasas y costosas que el soberano se constituiría, sin dudas, en la envidia de otros.
Los materiales eran tan extraordinarios que, solamente, quienes estuvieran dotados de inteligencia excepcional — como su majestad imperial, sin duda, lo fuera — podrían verlos y apreciarlos.
Para no admitir que no fuera de inteligencia adecuada, el emperador pretendía poder ver, las "telas" etéreas, que los astutos "sastres" le mostraban.
Los cacos, probaron y midieron las ropas al soberano repetidamente, finalmente, "vistiéndoselas", para que este último, las exhibiera a sus súbditos.
Para hacerlo, el emperador organizó una procesión que lo llevaría desde su castillo a las aldeas más recónditas del territorio que gobernara.
Para no ser tildados de ser lerdos, todos, en el séquito del soberano, pretenderían ver vestimentas — que no existieran — en el cuerpo desnudo del amo y Señor.
Muy orondo, durante la parada, el crédulo y vano gobernante, respondía con gestos de aprobación a todos quienes le proferían muestras de admiración y le rindieran pleitesía.
Pero la patraña sería expuesta cuando un niño exclamara que el Emperador estaba desnudo…
El Emperador…
Y así parece que resultaría con la "nueva dieta" de la que tanto hemos leído, y, de la que aun hemos, recientemente, argüido.
"Todos ganan", dice la Reina Roja, como leemos en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas…
¿Todos…?
Un resumen de los resultados del experimento acerca de las dietas conducido por el NEJM nos transporta a la conclusión final de que, en este caso, nadie ha ganado y que todo permanece igual en el status quo que antes existiera…
Plus ça change, plus c'est la même chose
Resumiendo el estudio
No hubo mayor hallazgo, resultado de esta investigación. Los corolarios finales, aquí se resumen:
Para quienes quieren perder de peso, no importa si se cuentan las calorías, los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Lo que importa es que se cuente algo y que se reduzcan las cantidades de lo que se come.
Este es el veredicto final del estudio controlado, más grande que se haya realizado, para evaluar los métodos más aceptados por la comunidad científica para perder de peso.
Más de 800 voluntarios se asignaron a una de cuatro dietas que limitaban las calorías por medio de diferentes combinaciones de grasa, carbohidratos y proteínas.
Cada plan redujo un promedio de 750 calorías diarias de la dieta normal que los participantes consumieran antes del experimento. Lo hicieron, controlando la ingesta, para que nadie consumiera menos de 1,200 calorías por día.
Aunque el nombre de las dietas adoptadas no se especificara, todos quienes son familiares con los métodos existentes, podría, sin dificultad alguna nombrarlas.
Por la duración del estudio, todos los candidatos recibieron alguna forma de terapia de soporte, individual o en grupos.
Al fin de los dos años, cada cohorte había perdido — y recuperado — aproximadamente la misma cantidad de peso, sin que importara a qué dieta se hubieran asignado.
Los participantes disiparon un promedio de 13 libras en los primeros seis meses del experimento, logrando mantener unas nueve libras de peso perdido y una reducción en la circunferencia de la cintura de 2 pulgadas después de los dos años.
A pesar de que la pérdida de peso fuera modesta, cerca de un 15% de los voluntarios había perdido más de un 10% de su peso inicial a la conclusión del estudio.
Lo que carece de significado estadístico.
Sin embargo, un año más adelante, casi todos retornaron a su peso original y hábitos de comer de antes del estudio.
La lección enseñada, dicen los investigadores, es que la gente pierde de peso si reducen las calorías en su dieta, pero que no importa cómo lo hagan.
Para el autor del estudio, Dr. Frank M. Sacks, estos resultados les proporcionan, a quienes desean perder de peso, la flexibilidad de escoger cualquier dieta que les apetezca, si es que deciden adherirse a la mima.
El Dr. Sacks afirma que los investigadores evitaron relacionar las dietas empleadas a sistemas comerciales conocidos para evitar parcialidad.
Rip van Winkle
Mientras que la asistencia a sesiones de soporte y orientación, se asoció con mejores pérdidas de peso, esto no sería verdad para todos los candidatos. En algunos grupos, los participantes perdieron cantidades mayores de peso, sin que se molestaran en participar en las sesiones de terapia.
Lo importante, nos dice Sacks, es determinar cuáles son los factores biológicos, psicológicos y sociales que determinan la capacidad de una persona para adherirse a una dieta — cualquier dieta.
Parece ser, que súbitamente, el Dr. Sacks se reflejó en algún espejo, realizando — finalmente — que la desnudez del Emperador de la fábula, eran sus nuevos atuendos.
"El efecto de cualquier sistema de dietas es minúsculo, pero el efecto del comportamiento individual es enormemente mayor", afirmó el Dr. Sacks. "Nosotros vimos algunas personas que perdieron 50 libras y otras que ganaron cinco. Acerca de lo qué no tenemos ni la menor idea para explicarlo. Yo estoy convencido que en el futuro, los investigadores deberían enfocarse menos en la dieta misma y más en encontrar cuál es el mayor elemento motivador en estos individuos".
En esta encrucijada vale la pena formular esta pregunta de retórica importancia:
¿Es que el Dr. Sacks, ha estado "durmiendo", como Rip Van Winkle lo hiciera, todos estos años? Ya que no se da por enterado de los conocimientos que tantos han contribuido a este campo.
Para el beneficio de nuestros lectores, aquí reproducimos lo que Wikipedia Español nos dice acerca de la figura legendaria que aquí empleáramos como metáfora.
Al Gore, fuera delgado, si lograrlo fuera fácil
"Rip van Winkle es un cuento corto de Washington Irving, y también el nombre del protagonista. Fue parte de una colección de cuentos titulado The Sketch Book of Geoffrey Crayon.
El cuento, escrito mientras Irving vivía con su hermana Sarah y su cuñado Henry van Wart en Birmingham, Inglaterra, sucede en los días antes de la Revolución Americana. Un aldeano de ascendencia holandesa se escapa de su esposa que lo regañaba por irse al bosque. Después de varias aventuras, se sienta bajo la sombra de un árbol y se queda dormido. Se despierta 20 años después y regresa a su aldea. De inmediato se mete en problemas cuando alaba al rey Jorge III, sin saber que había ocurrido la Revolución Americana y que ya no era un súbdito de los británicos.
Aparte de este cuento, "Rip van Winkle" se puede referir a alguien que duerme por un largo período, o alguien que sin explicación alguna no está al tanto lo que ha sucedido."
Prosiguiendo con esta tesis, la cual resultaría incompleta si no ofrecemos a nuestros lectores informaciones acerca de otras investigaciones que, no siendo acerca de las dietas nos ofrecen más sustancia y razones para sentirnos más esperanzados, mientras contemplamos un futuro incierto.
The China Study
No es una dieta. El "China Study" es, probablemente, uno de los proyectos más importantes conducidos en el campo de la investigación en la relación que existe entre los alimentos que comemos y las enfermedades que nos afectan.
¿Qué es The China Study?
Puede resumirse a ser una llamada de urgencia para que cambiemos nuestra dieta, o manera de alimentarnos, para lograr reducir la incidencia de cáncer, diabetes, enfermedad cardiovascular, y obesidad.
Aún en estos tiempos, en que la locura de eliminar los carbohidratos de nuestra dieta — para perder de peso — barre la nación, arrastrando consigo todo vestigio de raciocinio, dos tercera partes de los adultos continúan siendo obesos, y un número creciente de los niños están diagnosticándose con diabetes II (típicamente una enfermedad de adultos), a una velocidad pasmosa.
Si estamos comiendo de manera más saludable, ¿por qué los americanos padecen hoy de enfermedades cardíacas como lo hicieran hacen treinta años?Analizando los resultados de un proyecto conducido en la China rural, pero yendo más lejos que los hallazgos justificaron, The China Study, detalla las conexiones que existen entre la enfermedad cardíaca, la diabetes, la obesidad, y el cáncer.
El reporte asimismo examina las fuentes de confusión en lo que respecta a la nutrición, resultado de la actividad de grupos poderosos de presión política, agencias gubernamentales, y científicos oportunistas, compartiendo con nosotros sus conclusiones escandalosas.
China bucólica
The New York Times ha expresado que este estudio resulta siendo el "esfuerzo más comprehensivo y con el mayor alcance, que se haya emprendido acerca de la relación que existe entre nuestra dieta y el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas".
Los autores partieron de las premisas, bien establecidas, que nos confirman que el público en general vive en carencia de información genuina, porque ésta, nunca se comparte con ellos.
Cada día, en todas partes, parece ser que algún individuo o alguna agencia oportunista inventan nuevos métodos para decepcionarnos — sin que nuestros gobiernos intervengan para acudir a nuestra defensa.
Es una noción axiomática la que nos dice que todos los conocimientos comunes que nos han impartido acerca de la dieta que comemos, de nuestra salud, y de las enfermedades que nos afectan — como información — son tan inválidos, como equivocados.Lo que sí, es cierto, es el hecho de que todos quienes somos conocedores duchos acerca de estos asuntos, admitimos, que comiendo — sabiendo cómo hacerlo — puede salvar muchas vidas.
Pero todos los problemas que nos aquejan no están limitados a los países afluentes, ya que hoy mismo, en las Islas Filipinas un sinnúmero de niños — por exceso en el consumo de proteínas — están siendo diagnosticados cáncer del hígado, lo cual es predominantemente, una enfermedad de adultos.
Este último fue uno de los tantos descubrimientos que resultaran del China Study. Que fuera, en esencia un estudio minucioso de los factores de salud que preponderaban en las regiones rurales de China y Taiwán.
El proyecto, eventualmente, produjo en exceso de 8,000 asociaciones estadísticas entre varios factores dietéticos y enfermedades conocidas.
¿Menos calorías?
¿Algunos de los hallazgos de mayor importancia?
Las personas que incluyen en sus dietas alimentos de origen animal fueron quienes cayeron víctimas de las enfermedades más crónicas. Mientras que aquellos que dependían principalmente de comidas procedentes de plantas, no solo eran los más saludables, sino que eran el grupo que tendía a soslayar enfermedades crónicas.
Resultados que no pueden ignorarse…
The China Study no es un libro para rebajar de peso, como tampoco se recomienda a quienes aceptan los mitos con que la prensa indiscreta nos bombardea todos los días, presentándonos, como hechos, los "hallazgos" abultados, de algunos "científicos" bien pagos, por los intereses creados.
El mercado de quienes ansían perder de peso a cualquier costo, está inundado con nombres como son las dietas populares de Atkins, South Beach, Zone, y otras que cada día aparecen para confundirnos con sus alegaciones imaginarias y sin documentación.
En este estudio se consideran — lo que ninguna de las dietas mencionadas se arriesga hacer — los problemas nutricionales asociados con el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y los efectos de los mismos en el proceso involutivo de una vejez achacosa.
En adición, el estudio cuestiona la validez de las dietas bajas en carbohidratos haciendo advertencias sorprendentes, tanto a sus proponentes insensatos, como a sus ingenuos seguidores.Asuntos de importancia para todos
En el año 2004, la Academia Americana de Médicos de Familia distribuyó para que se hiciera disponible en los salones de espera de 50,000 de sus miembros, una revista de 234 páginas llamada, Family Doctor: Your Essential Guide to Health and Well-being. Esta revista está repleta de anuncios de colores brillantes para McDonald, Dr. Pepper, pudín de chocolate y galletitas Oreo.
China: Pasado, presente y ¿futuro?
Si se examina un número de la famosa revista National Geographic Kids, una publicación de la prestigiosa National Geographic Society, "para las edades de seis años en adelante", en lugar de encontrar temas saludables para este grupo, lo que se encuentra es que las páginas están colmadas de anuncios para Twinkles, M&Ms, Frosted Flakes, Froot Loops, Hostess Cup Cakes, y Xtreme Jell-O Pudding Sticks.
Algunos científicos activistas de la Universidad de Yale llaman esta situación, "un medio ambiente tóxico de comestibles dañinos".
El hecho incontrovertible es que un cierto número de personas están haciendo cantidades enormes de dinero vendiendo como si fueran comida, sustancias que son totalmente perjudiciales para la salud.
Esas personas y sus intereses, desean que uno siga comiendo las "comidas" que ellos venden, aunque por hacerlo, uno se torne obeso, pierda toda la vitalidad, finalmente acortando y degradando la calidad de la vida.
Ellos desean que uno sea dócil, sumiso e ignorante.
Ellos no desean que la gente se informe, o que se vuelvan activos y perspicaces. Para lograr esto último, los mercantes de los fast food están muy dispuestos a gastar miles de millones de dólares para alcanzar esos objetivos.
Para dar fin a mis reflexiones acerca del estudio conocido como The China Study, me gustaría reproducir en su totalidad ciertas palabras que aparecen en la página número 15 del reporte:
"Uno de los más respetables de los voceros que representan la comunidad médica, el Journal of the American Medical Association (JAMA), incluye en un número reciente, un artículo escrito por la Dra. Barbara Starfield, afirmando que errores médicos, deslices en la receta de medicinas y eventos adversos, resultados de drogas y cirugías, causan la muerte a 225,400 personas cada año. Lo que hace de nuestro sistema de cuidados médicos la tercera causa de mortalidad en los Estados Unidos, detrás solamente de muertes causadas por cáncer y complicaciones de enfermedades del corazón".
Los doctores Thomas C. Campbell y Thomas M. Campbell II (padre e hijo) quienes llevaron a cabo The China Study
En resumen
Debido a las noticias, al principio erróneas, que resultaran de la impresión de que un nuevo método para perder de peso había sido descubierto, la prensa estadounidense lanzó su típica campaña publicitaria en respuesta.
Me refiero a la reciente publicación por el NEJM de un estudio que involucrara más de 800 voluntarios con el propósito de investigar la eficacia de las dietas más populares conocidas.
El estudio, simplemente, estudió la eficacia de las dietas, sin tratar de convertirse en otra dieta más…
El experimento duró dos años, destacando el hecho de que nada sustancial se había descubierto, que ya no fuera, por todos conocido. Lo único que se consideraría de alguna importancia fue el hallazgo incidental de que el método más exitoso para perder de peso, resultó ser el que limitaba el consumo total de calorías.
Ese régimen consiste en nada nuevo, y más aún en algo que muchos han enfatizado sin fanfarroneo publicitario. Melvin Konner, en página 376 de The Tangled Wing, su importante contribución al entendimiento de las limitaciones que la Naturaleza impone a nuestros comportamientos. Nos dice lo siguiente: "Solamente existe un método efectivo de perder peso, y ese es acostumbrarse a sentirse hambriento…"
La reducción de calorías en la mosca D. melanogaster se asocia con la longevidad, cuando se produce en el laboratorio.
Pero, no es lo mismo cuando sucede en el ser humano. Aunque reconozcamos que poblaciones de personas centenarias, generalmente se asocian con la presencia notable de personas delgadas. Lo que nos queda por explicar en estos casos, son las razones por las que permanecen esbeltas.
En página 101 de The China Study, los autores nos informan de los datos que, a continuación, presentamos:
"La realidad es la siguiente, no importa cuál sea el régimen de restricción calórica que adoptemos, nuestro cuerpo, por medio de varios mecanismos, al final decidirá cuántas calorías incorporará y qué hará con ellas.
"Nuestros esfuerzos a limitar el consumo de calorías siempre resultarán efímeros e imprecisos, aunque lo que restrinjamos sean carbohidratos o grasa".
Aún así, muy pronto, los "expertos" en el campo de la dietética — que dicho sea de paso, nada tiene que ver, necesariamente, con el comer — no desperdiciaron un instante para ver que sus variaciones desentonadas, sobre este tema tan mustio, fuesen repetidas en cacofonía estrambótica.
Lo que se discutiría, no serían los méritos del estudio, sino la razón por la cual sus sistemas comerciales no fueron reconocidos como eficientes — aunque la evidencia fallara en demostrar que así lo fueran.
La reducción de peso, por razones comerciales y cosméticas, es asunto de la mayor importancia para quienes trafican en la venta de quimeras.
Pero, quienes observan y entienden el rompecabezas de la epidemia — no, de la pandemia — de la obesidad, es nuestro deber disipar el impacto de conocimientos imprecisos y de datos falsificados por las maniobras de quienes los suministran.
Los tiempos han pasado cuando un buen abogado era algún gritón histérico, o cuando un experimento científico encontraba su refutación en los ataques personales e insulsos por quienes se sienten disminuidos por aquellos que esgrimen la espada de los datos consistentes, usando su filo como agentes de la Realidad — de lo último, como experiencia, amarga y propia, E. O. Wilson, puede rendir testimonio.
Para concluir, en esta ponencia nos propusimos hacer un estudio de los resultados publicados en el NEJM acerca del estudio, que fuera, de cuatro sistemas dietéticos populares. Aquí hemos aprovechado, la oportunidad ofrecida por esta ocasión fortuita, para introducir — a todos quienes planifican para mejorar la condición humana por medio de la alimentación — a un estudio riguroso y, generalmente desconocido, que nos ofrece más — mucho más — que el objetivo inicial de este informe.
Fin de la lección.
Bibliografía
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Larocca, F: (2007) El Precio de una "Jartura" en monografías.com
Larocca, F: (2007) El Azúcar y sus Efectos (no tan dulces) en la Salud tanto Emocional como Física en monografías.com
Konner, M: (2002) The Tangled Wing: Biological Constraints on the Human Spirit Owl Books
Autor:
Dr. Felix E. F. Larocca
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