Ideas y criterios (el bloqueo, el deporte en la cuba de hoy, el periodismo)
Enviado por Enrique Martínez Hernández.
- El bloqueo
- El beisbol frente a la guerra cultural
- Perogrullo, enfadado, le espeta a la ingenuidad
- En defensa del periodismo cubano (frente a los "independientes" y otros cibermercenarios)
- Lo que nos deja la feria del libro en la habana (rescate y socialización del radicalismo cubano)
Los daños económicos que provoca el bloqueo constituyen la base de estos daños psicológicos en la población cubana:
-El bloqueo crea enemigos entre los amigos, porque obliga, sustenta el "sálvese quien pueda".
-El bloqueo crea odios y desunión entre los cubanos.
-El bloqueo incita a la emigración de personas honestas que deciden cumplir sus sueños en otros lugares del planeta.
-El bloqueo crea varios bloqueos internos entre los mismos cubanos.
-El bloqueo propicia las campañas de difamación contra nuestro país.
-El bloqueo crea desconfianza en los dirigentes a todos los niveles, pues enfrentan problemas de difícil solución. Y a veces no tienen respuestas a los problemas de la población.
-El bloqueo crea ansiedad en la población ante problemas sin solución visible, o cuya solución demora demasiado tiempo.
-El bloqueo provoca errores en la toma de decisiones de todos los sujetos decisores en este país, lo cual favorece a la contrarrevolución interna y externa, y a las campañas mediáticas que emprenden los enemigos de la Revolución.
-El bloqueo crea violencia en la población, debido al estado anímico (incluso de estrés) en que se desenvuelve.
-El bloqueo crea desesperanza en la población, porque el país apenas avanza en su desarrollo económico.
-El bloqueo crea desconfianza en el socialismo como proyecto social, porque el socialismo enfrenta los problemas de la población con demasiadas dificultades de todo tipo. (Aunque se observa cómo otros países socialistas avanzan con rapidez y Cuba sigue casi estancada).
-El bloqueo crea opiniones adversas a la Revolución, de las que se aprovechan los enemigos del pueblo.
-El bloqueo socava la historia y el prestigio de la Revolución Cubana.
-El bloqueo crea contrarrevolucionarios de todo tipo, hasta de gente que no encuentra salida a sus problemas y culpa a la Revolución.
-El bloque crea desertores y mercenarios que en algún momento creyeron en la Revolución.
-El bloqueo crea oposiciones y rencillas familiares. Hermanos que hoy se odian después de haberse amado tanto.
-El bloqueo crea desorden dentro del socialismo: burocratismo, corrupción, robo, desfalco.
-El bloqueo crea desorganización en las entidades estatales que no pueden cumplir cabalmente sus funciones por diversas razones.
-El bloqueo crea desconfianza en las instituciones estatales, pues a veces no pueden darle solución inmediata a los problemas que plantea el pueblo.
-El bloqueo obliga a tomar medidas extremas con la población que debilitan la esencia de la Revolución.
-El bloqueo crea la dolorosa pérdida de los valores que nos enseñaron nuestros padres y abuelos.
-El bloqueo reblandece la educación y la instrucción que recibe el pueblo, en la familia, la escuela y la sociedad.
-El bloqueo crea desilusión en artistas, creadores, escritores, realizadores y especialistas avezados del arte y la cultura; pero sobre todo arrasa los sueños de los más jóvenes e inexpertos.
-El bloqueo limita y daña considerablemente la creación artística y cultural, lo cual golpea sicológicamente a nuestros artistas, escritores, creadores, científicos y especialistas de todo el país.
-El bloqueo troncha y limita la realización de vida de la juventud cubana, a veces sin posibilidad de un empleo justo.
-El bloqueo destroza los sueños profesionales de muchos egresados de nuestras universidades.
-El bloqueo obliga a ingenieros, técnicos y especialistas de las distintas ramas económicas, políticas y sociales a pasar de una especialidad a otra, o a abandonar sus especialidades en busca de mayores remuneraciones. Por lo que los planes de formación de especialistas de las universidades se encuentran en constante desacierto.
-El bloqueo crea desconfianza en la medicina cubana; socava la idea de que Cuba constituye una potencia médica. Por el desorden y la desorganización que propicia la emigración de especialistas o la falta de otro personal del sector. Por la actitud negligente o la deficiente manipulación de los medicamentos en farmacias y otros centros.
-El bloqueo, incluso, sustenta su propio escudo; propiciando la matriz de opinión de que a él se le achacan todos los problemas de la Revolución.
Pero en realidad Cuba hubiera avanzado tan rápido como China o Vietnam si no hubiese sido por el bloqueo. ¡Qué mayor error económico puede cometer un país que el de dedicarse a matar gorriones para que no se coman el arroz del pueblo! Y sin embargo, China es hoy la locomotora del mundo.
Todo esto (y mucho más) constituye la esencia primera de la Guerra Psicológica que enfrenta victorioso el pueblo cubano desde hace más de medio siglo. Ese pueblo merece la gloria y merece la victoria. ¡Alerta, Cuba! ¡Alerta!
El beisbol frente a la guerra cultural
Hace algún tiempo, las circunstancias y la lógica convirtieron al beisbol en enemigo de los cubanos, cuando en África, la fuerza aérea sudafricana llegó a determinar la ubicación de las tropas cubanas por la marca de los terrenos de pelota que se observaban desde el aire. Allí donde se visibilizaba un terreno de pelota, estaban los cubanos. El amor por el deporte y por el beisbol específicamente, se convirtió en enemigo de los cubanos.
Por otro lado, a lo largo de estos años de Revolución, el beisbol ha sido atacado como una de las expresiones culturales más arraigadas en el pueblo. El robo de talentos se ha confabulado con la ley de ajuste cubano y la política "pies secos – pies mojados", para transformarlo en uno de los blancos fundamentales de sus objetivos subversivos. Quizás esta disciplina deportiva ha sido la que ha sufrido un mayor impacto negativo, a lo cual se han sumado diversos errores internos. Ni la música en tanto expresión cultura, ni la danza, ni el teatro, han sufrido ese impacto en sus propias simientes. El beisbol, en cambio, ha sido afectado no solo con la pérdida de talentos y entrenadores: el daño ha llegado, incluso, hasta la cultura del beisbol.
De modo similar, el imperio y sus circunstancias pueden confabularse en el escenario actual, para transformarlo una vez más en enemigo del pueblo, convirtiendo la Serie Nacional de Beisbol (SNB) en manjar jugoso para los satélites del mercado. Pues una de las exigencias que le plantearon a Cuba recientemente, para participar como miembro de la Serie del Caribe, es transformar la SNB en una liga profesional mercantilizada:
"Ellos, los cubanos, han participado como invitados, pero no son parte de la estructura de la Confederación de Beisbol del Caribe, así que no seguirán participando, a menos que cumplan con los requisitos de convertirse en una liga profesional igual a las demás". Son las palabras exactas del licenciado Juan Francisco Puello Herrera, presidente de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBPC), luego de asegurar que la última actuación de Cuba en esta serie posiblemente ocurra en la próxima edición, pautada para celebrarse del 1 al 7 de febrero en Culiacán, México.
Ya ha habido varias disquisiciones sobre el asunto, pero se necesita más luz para entender la verdadera magnitud del problema y llegar a conclusiones más serias.
Se sabe que el beisbol es una de las expresiones culturales más amadas por el pueblo cubano y que la concepción de la práctica deportiva en el país difiere de la concepción en otros lugares. Si el centro del deporte aquí es el hombre, la masificación de una práctica cultural sana y saludable, física y mentalmente, en el capitalismo el centro es la ganancia económica, para lo cual se articulan, en el inmenso aparato de mercantilización, un monstruoso mecanismo de compra y venta de deportistas de alto rendimiento y una horda de gestores, que van desde los dueños de las instalaciones y grandes empresarios hasta entrenadores y ladrones de talentos. Mientras el beisbol en Cuba es pasión, cultura, unidad y solidaridad, allá no pasa de ser dinero.
Quienes exigen esa transformación de la SNB atacan no solo al deporte revolucionario, sino mutan en favor de la guerra cultural que hoy se nos hace y pretenden socavar nuestra resistencia.
Varias interrogantes pululan en este asunto. ¿Es el profesionalismo mercantilizado garantía de calidad o de las élites del mercado? ¿Explora las capacidades humanas o cumple mandatos de satélites capitalistas? ¿Y el fisiculturismo con sus adicciones o los deportes de alto riesgo: quién anda detrás de la adrenalina y los records en esos deportes?… Y aún la pregunta que constituye la distancia insalvable: ¿Es posible articular el profesionalismo mercantilizado en la arquitectura de una sociedad socialista sin antes renunciar a la esencia del socialismo? Recuérdese que (en el 2002) 8 198 237 electores consignaron "el carácter irrevocable del socialismo en Cuba".
Huelga destacar que la inserción de nuestros deportistas en el beisbol rentado, como ocurre con Despaigne (y otros atletas en varias disciplina), responde a otros móviles que no son los del mercado sino, en primerísimo lugar, a la circunstancia hegemónica de la globalización del profesionalismo mercantilizado, y luego, a la necesidad de mantenernos actualizados, al amor por el deporte, a la gloria estimulante personal y del pueblo cubano. Tampoco se puede perder de vista que el deporte cubano (como las artes y la cultura en general) ha sido un arma eficaz de perforación del bloqueo.
Es necesario, pues —para seguir en armas—, parafrasear y extrapolar al marco del deporte un enunciado de Raúl Castro para los militares durante el Período Especial: "Ser deportista no es un medio de vida sino un sentido de la vida".
Como anunció Higinio Vélez, se intentará negociar (pese a esta guerra cultural que se nos hace). Hay diversas variantes para resolver la situación, pero si lo que quiere el imperialismo es que Cuba sea una sucursal de grandes ligas y se emprenda la comercialización que ellos practican allá, entonces, sería imposible la negociación. "No, no nos entenderíamos".
Perogrullo, enfadado, le espeta a la ingenuidad
" ¿Cuál es el problema de que los que se fueron vuelvan? ¿No dejan entrar a los médicos que abandonaron sus misiones?… ¿Entonces? La situación de la pelota en Cuba es la misma que la situación de todo el deporte cubano: reflejo de la sociedad que defendemos. Hay que terminar de entender que llevamos medio siglo resistiendo embates de todo tipo; ¿y alguien cree que eso no va a tener resultado ninguno? Todos los problemas del deporte se observan hoy en la sociedad cubana, donde las necesidades objetivas, donde el período especial y todo el empuje imperialista han dejado una huella dolorosa que no la vamos a resolver en tres días.
"Se solicitan recursos para los deportistas, porque se están construyendo hoteles; pero para qué se construyen esos hoteles? O es que nadie ha ido a una consulta en un hospital? ¿Nadie se ha detenido a contar cuántos recursos se gastan para bien en miles de consultas diarias y en comida de hospitales? ¿O en escuelas y reparaciones? ¿Piensa alguien que con el poco turismo que entra al país se resuelve el problema o porque los servicios médicos en el exterior dan ciertos dividendos ya se resolvió el problema, o la industria farmacéutica?
"Ahhhh, es hora de que nos demos cuenta que la resistencia a eliminar el bloqueo, por ejemplo, no es gratuita. No nos han vencido pero nos hacen tremendo daño. Y todo eso se refleja de manera negativa en la sociedad, en todas las ramas de la vida social, ya sea en la pelota, en la agricultura, en los servicios, en todo. Nadie lo dude. Ahí están los datos y los resultados en nuestra economía. Todo ello ha creado indisciplina, desorden, corrupción. ¿O es que alguien cree que los yanquis son tontos.
"Vamos, pues, dejemos de ser superficiales y busquemos las verdaderas causas de los problemas. ¿Que tenemos que resolver las indisciplinas, el cambio de mentalidad, la corrupción, el burocratismo, y otras muchas cosas? Es cierto, pero esas cosas no las creó el socialismo, las creó el empuje capitalista que hemos resistido a lo largo de más de medio siglo; un empuje que nos ha llevado a cometer cientos de errores y meteduras de patas.
"20 o 30 millones anuales han designado cada año para destruirnos solo en subversión de Radio y TV Martí. ¿Y alguien cree que eso se ha ido todo por el caño? Vamos que aunque sean dos neuronas tenemos en la cabeza. Por todo eso afirmo que la pelota, el boxeo, el atletismo son reflejos de la sociedad. Su estado de deterioro es un logro de esos yanquis genocidas.
En defensa del periodismo cubano (frente a los "independientes" y otros cibermercenarios)
En el mundo no existe referente para la prensa que exige el nuevo modelo económico de Cuba. Los mejores referentes constituyen sonrisas miméticas de la prensa sensacionalista, no escapan del "pecado original", como decía el Che de los revolucionarios de entonces en El socialismo y el hombre en Cuba (1965). ¿Se ha construido alguna vez el socialismo en el mundo?… La misma arena movediza que existe para todo cuanto se experimente en Cuba opera también para el periodismo cubano.
Hoy se leen en las redes y en la blogosfera artículos, comentarios y todo tipo de enunciados de los llamados "Periodistas independientes", "Cuba Posible", "Periodismo de Barrio", y otros blogs, o La Joven Cuba (LJC); antros de periodistas que atacan la Revolución de manera muy sutil, haciendo de víctimas o enarbolando la crítica constructiva desde posiciones claramente oportunistas.
Advierto, son sagaces y capaces de confundir, si no se tiene una clara percepción de cuanto está sucediendo.
Los temas y asuntos que esgrimen para su propósito van dirigidos a debilitar la confianza del pueblo en la institucionalidad. Intentan demostrar que las instituciones en el socialismo no son confiables ni funcionales. Y ello porta el objetivo inmediato de crear una desconfianza que se trastoque en oposición dentro del país. El mismo objetivo que traía Obama en su visita y que dejó bien claro en su reunión con la sociedad civil cubana: sentar las bases para, ulteriormente, fortalecer esa oposición a través del sector privado y los cuentapropistas.
Así, los llamados Periodistas Independientes, por ejemplo, enfatizan su separación del gobierno de EE.UU. y alegan incluso estar contra el bloqueo; pero al mismo tiempo, aseguran también que no trabajan para ninguna institución (o sea para el estado cubano). Desde esta posición manipulan toda la información que consideran útil para sus propósitos finales; ya sean noticias, errores cometidos, debilidades de las instituciones y el socialismo. Son cibermercenarios que operan en internet y en diversos sitios y redes.
Los personajes de LJC, por su parte, les hacen el juego como blog "imparcial", acechado por la censura y crítica de sus trabajos por los revolucionarios "radicales" de nuestro socialismo.
Los grupúsculos, que intentan ser oposición en Cuba, esgrimen un "centrismo" barato, "nacionalista", que en primera instancia pretende darse a conocer y luego, legitimarse. Evitan en este bregar en las redes utilizar términos "agresivos" y "exclusivos" como Revolución, Contrarrevolución. Según ellos el actual escenario no permite o no da lugar al radicalismo, es contraproducente a la tolerancia y apertura de Cuba a la democracia.
Por supuesto, nada de esto se enuncia claramente, sino se confirma en la lectura de sus textos. Incluso se publican artículos que nada tienen que ver con esta situación, de personas honestas que a veces ni se han dado cuenta de "la línea política" del blog.
Dentro de la blogosfera cubana —poco a poco va aumentando el número de blogs, su presencia en el ciberespacio—, aquellos que propagan esas ideas son los menos: 2 o 3 en blog donde solo un miembro es el "centrista" o reaccionario. No imaginen un número elevado de periodistas. Son, en fin, minoría bien apocopada, que cursó estudios en la Universidad de La Habana o en la Universidad de Ciencias Informáticas y luego, pasó por todos los antros de subversión del imperialismo, lo mismo en Harvard, EE.UU., que en España o en Hong Kong. Acumulan un amplio currículum de estudios, becas, premios y todo cuanto puede legitimar su valor a los ojos de los despistados.
Ya ha surgido entre ellos un modus operandi consistente en dialogar, debatir sin dar nombres de blogueros ni de blogs. La misma manera de la prensa capitalista para mantener una unidad diletante. Una manera de dialogar, de debatir sin personalizaciones, sin identificar ni dar nombres. Hay un temor marcado a este proceder y se alega que son muy jóvenes quienes adoptan esas posiciones, lo cual podría dañar la Revolución anulando la posibilidad de rescatarlos en un futuro. Incluso, han llegado a operar como policías de Facebook, según un artículo reciente de Iroel Sánchez, y otros que se dedican a la persecución en el ciberespacio, a bloquear y agredir sitios y blogueros que consideren enemigos.
Tampoco se pueden olvidar las palabras de Rosa Miriam Elizalde en reciente artículo: "Lo cierto es que el blog vive hoy todos los equívocos posibles: el de los incautos y el de los cautos, el de los expertos y el de los ignorantes". Ese es, en fin, el contexto que dialoga con la prensa cubana.
Es decir, uno de los blancos de ese debate es precisamente el periodismo cubano. Apoyándose en varias críticas honestas a determinadas deficiencias de nuestra prensa, los cibermercenarios le imprimen una mayor connotación al asunto, lo sobredimensionan intentando, a su vez, crear un caos del problema.
Por estas razones me siento obligado a recurrir a algunas interrogantes de Perogrullo; algunas "perogrulladas", pues:
¿Cuál es la prensa que en el fondo no responde a un interés u otro?
¿Existe alguna prensa sin ideología política?, porque hasta la de chismes y bretes, de modas y diretes, responde a objetivos muy bien concebidos desde hace largo tiempo.
¿Cuál es la prensa capitalista que no ha censurado determinados asuntos de intereses de las oligarquías y fuerzas dominantes?, para recordar a Julián Assange y Edward Snowden.
¿Puede haber periodismo distinto a la sociedad que lo crea?
¿Se puede aspirar a un periodismo superior a la sociedad que lo crea?
¿No ha sido siempre el mejor periodismo el del argumento y no el de las noticias?, aunque la aspiración sea articular dinamismo con seriedad.
¿Cuáles son los errores o debilidades de la prensa cubana que no aparecen en la prensa capitalista?, pues lo advierto: "un palo no hace monte", viejo proverbio.
¿Acaso los llamados "Periodistas Independientes" y los blogueros reaccionarios hacen otro periodismo que no sea el de la persecución de los errores o debilidades del socialismo?
¿Cuánto pellejo le resta aún a la antiquísima interacción blasfemia – libertad de expresión – censura?
Se podrían mencionar otras muchas "perogrulladas", pero con estas me bastan por ahora.
Lo que nos deja la feria del libro en la habana (rescate y socialización del radicalismo cubano)
"Cuando suceda el rescate y socialización del radicalismo revolucionario cubano, será imprescindible estudiar el pensamiento de Armando Hart", leyó Fernando Martínez Heredia en el Coloquio Homenaje a Armando Hart en la Sala Che Guevara de Casa de las Américas durante la Feria del Libro Cuba 2017. (Texto, "Armando Hart, combatiente y pensador".) https://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/02/16/armando-hart-combatiente-y-pensador-por-fernando-martinez-heredia/
Esta idea de Martínez Heredia me remitió de inmediato al texto martiano "Con todos y para el bien de todos" —valiosa prenda de la oratoria cubana de todos los tiempos—, debido a que se continúa trastrocando en nuestros medios la fórmula en principio Volví entonces sobre el discurso martiano y sobre lo que había escrito yo hace ya casi dos década, durante los últimos años del pasado siglo o los primeros del presente, antes, incluso, de que salieran aquellas javitas de nylon con el letrero Lo mío primero, contra el cual también denosté.
Concluí, tras la relectura y revisión detallada, que no me había equivocado pero, sobre todo, la necesidad de fomentar la conciencia de dicho rescate, por lo que retomo el discurso de Martí.
"Con todos y para el bien de todos" es el título del discurso pronunciado por José Martí en el Liceo Cubano de Tampa, en noviembre de 1891, durante su activo proselitismo.
Ahora bien, la crisis de valores provoca temor y perplejidad en los honestos, pero también oportunidad en los contrarios que se oponen al socialismo. Mientras estos últimos propagan el germen de la involución, los primeros ingenuamente, con esa frase martiana, socializan el discurso de la "tolerancia", de la "apertura" a múltiples referentes ajenos a nuestras esencias y a nuestros propósitos. (Mezclan con magistral habilidad el discurso contra la homofobia y contra la exclusión de la mujer y otros excluidos, con el de la subversión política.)
Hoy se generaliza el empleo malintencionado de la frase martiana, encaminado a enfatizar una unión imposible entre amigos y enemigos de la Revolución. Cualquier sujeto, sin conocer el discurso, la utiliza y la introduce en el diálogo para continuar socavando ese radicalismo revolucionario cubano.
También la adoptan como un principio (a veces como fórmula), pero sobre todo, se emplea sin explicar la diferenciación (estratificación social) que realiza Martí en dicho discurso, porque realmente fue un slogan para una acción inmediata. Cuando Martí lanza ese "Con todos y para el bien de todos", como fórmula del amor triunfante que debe ornar la estrella en la bandera nueva, no está esgrimiendo un principio, sino un medio para un fin.
Es la convocatoria a todas las fuerzas posibles para emprender la "guerra necesaria".
En ese discurso se define la utilidad del veterano de la guerra grande y del primogénito heroico, el derecho del negro y su amor por el negro, al campesino sin heredad y a la turba obrera, pero también (en gesto discriminatorio, de exclusión) al ladrón y al cómplice, a los lindoros, olimpos y alzacolas que perturban la unión, o "las bocamangas de galón de oro", que en Cuba, "ponen el vino del veneno en los labios de los hijos que se han olvidado de sus padres". Y por si alguno de estos últimos se suma a la empresa, alivia la perplejidad con "Eso mismo que hemos de combatir, eso mismo nos es necesario". Tal es la perentoriedad de las circunstancias, y su sagacidad política así lo advierte.
Luego ante tanta "tolerancia", ante tanta "invitación al diálogo", ante tanta "apertura", que nos proponen los enemigos de hoy y ante tanto espacio cedido por nuestro radicalismo revolucionario, se impone la fórmula martiana del amor triunfante, pero con la exclusión o discriminación que exige el escenario de las batallas actuales.
He ahí una de las "pequeñas" tareas que hasta ahora nos viene dejando la Feria del Libro: rescatar el radicalismo revolucionario cubano. Desde ya es necesario estudiar el pensamiento de Armando Hart.
Autor:
Ing. y Lic. Enrique Martínez Hernández.