- Resumen
- Aproximación Conceptual
- ¿Qué Origina el Maltrato por Omisión?
- Efectos del maltrato por Omisión
- Conclusiones
- Referencias Bibliográficas
Resumen
El documento aborda, en primera instancia, un recorrido histórico sobre el concepto de maltrato por omisión, evidenciando la evolución y la forma como se ha ampliado su campo teórico y social desde distintos autores y teorías, lo importante aquí es ver como todo este campo conceptual ha permitido acercarse a una mayor comprensión del maltrato por omisión como uno de los delitos de mayor denuncia en el departamento de Antioquia, según las estadísticas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Al final de este primer momento surgen algunas preguntas problematizadoras y motivadoras de nuevas búsquedas sobre este tema.
En segundo lugar ahonda sobre los factores de tipo familiar, cultural e institucional que generan el maltrato por omisión, al igual que las dinámicas biológicas, culturales y contextuales que se relacionan con éste. Luego se amplían los diferentes efectos del maltrato por omisión en los niños y niñas, los cuales se manifiestan de manera particular en cada sujeto, pero que en general se manifiestan en agresividad, en actitudes impulsivas y destructivas hacia los demás, o en actitudes de introversión e inseguridad, dificultades para la adaptabilidad escolar y social, alteraciones en las habilidades de aprendizaje, entre otros, que terminan afectando de manera significativa los procesos escolares, sociales y profesionales de los y las niñas que han sufrido este tipo de maltrato. No obstante este énfasis, se perfila también la importancia para los sujetos y para la sociedad en su conjunto, de que las relaciones padres o cuidadores – hijos, estén signadas por el afecto, el cuidado y la protección de los niños.
Palabras Claves: Maltrato por omisión, Conciencia pública, Trabajo interdisciplinario, Familias abusadoras, Condición infantil, Violencia directa, Factores externos, Socialización primaria, Socialización secundaria.
Abstract
The paper we present, firstly, a historical overview of the concept of abuse by omission, demonstrating the evolution and the way it has expanded its social and theoretical field from different authors and theories, the most important aspect is to see how this whole conceptual field has allowed a better understanding of abuse by omission as one of the crimes with most complaint in the department of Antioquia, according to statistics from Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. At the end of this first stage, some problematizing and motivating questions arise and new searches about this topic start.
Secondly, we go deeper into the familial, cultural and institutional abuse factors which generate the abuse by omission, likewise the dynamics of biological, cultural and contextual that relate to it. Then, we expand the different effects of abuse by omission in children, which manifest themselves in a particular way in each subject; but that, in general, are manifested in aggressive, impulsive and destructive attitudes towards others; introvert and insecure attitudes; school and social adaptability difficulties; diminished learning skills; among others, that end up significantly affecting school, social and occupational processes of the children who have suffered this type of abuse. Despite this emphasis, it also shapes the importance for individuals and for society as a whole, that the relationships between parent or custodian and children should be marked by affection, care and protection of children.
Key words: abuse by omission, public awareness, interdisciplinary work, child abuse in foster families, child condition, direct violence, external factors, primary socialization, secondary socialization.
Aproximación Conceptual
En el presente artículo se condensa la información recolectada y su análisis realizado durante el proceso de revisión que realizamos durante año y medio al tema del maltrato por omisión y cómo se ha convertido en uno de los hechos mas denunciados, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, indicador que permite replantear algunos afirmaciones encontradas en los textos revisados, en donde se señala que el maltrato por omisión es un delito difícil de definir, evaluar y abordar, dada la falta de delimitación de los comportamientos concretos que los componen y según Espinoza (2000) citado por Gabarino, (1999) y Arruabarrena (2011), por la falta de elaboración de una definición global, comprensiva y operativa.
Inicialmente es importante abordar el concepto de maltrato en términos generales, para comprender que es un concepto que a lo largo del tiempo ha ido evolucionando, permitiendo identificar la diferencia entre los diferentes tipos de maltrato.
De acuerdo a lo encontrado en la bibliografía consultada hasta la década de los 70, la conciencia pública sobre la situación de los niños abusados y descuidados era escasa, pero gracias al trabajo interdisciplinario de psicólogos, pediatras, abogados, entre otros, este tema ha mejorado. Las investigaciones realizadas han permitido comprender las dinámicas de las familias abusadoras y la necesidad de ayudarlas y enseñarles cómo cuidar y proteger a los niños.
Cuando se realiza un rastreo bajo la orientación del concepto, se encuentran autores como Gabarino, quien señala que el concepto para algunos autores no era fácil de definir. Este incluye tanto el abuso como el descuido, sin embargo plantea que no hay una definición clara sobre abuso. El problema básico para la definición del abuso, es que el significado de la mayoría de los actos humanos esta determinado por el contexto en que se produce. En principio, suele definirse como abuso cualquier conducta de un progenitor que da por resultado una lesión en el niño. De acuerdo a ésta, la prueba de abuso se encuentra en el efecto que tiene en el niño la conducta parental, sin embargo, los niños que no tienen una lesión física, con una infancia llena de privaciones, no estarían clasificados como maltratados, no se tiene en cuenta aquí la restricción excesiva en el cuidado y protección que demanda la condición infantil.
Otra definición de maltrato, donde los autores incluyen la intensión, se adhiere a "toda lesión física no accidental derivada de acto u omisión de parte de los progenitores o tutores" (Kenpe y Helfe 1975). Esta sigue basándose solo en lesiones físicas, pero avanza cuando enuncia que basta con que el progenitor tenga la intención de realizar el acto.
Parke y Collmer, (1975) también definen el abuso como "una lesión física no accidental, resultante de actos u omisiones de los progenitores o tutores, que transgreden la norma de la comunidad, concernientes a la manera de tratar a los niños".
Una definición que recoge las mencionadas anteriormente es la que precisa el maltrato como todo acto de omisión o comisión por parte de un progenitor o tutor, que por una combinación de valores de la comunidad y de apreciaciones de expertos profesionales, se considera inapropiado y lesivo.
Ahora, Retomando autores que estudian el maltrato como un asunto multicausal, se consideraron algunas definiciones adicionales. De acuerdo a Gómez (1993), el maltrato es una acción u omisión no accidental por parte de los padres o cuidadores y es un acto tanto activo como pasivo.
Adherido a ello Adima (1993), define el maltrato infantil como "cualquier acción u omisión no accidental, por parte de los padres o cuidadores que compromete las necesidades del menor". Por otra parte Cortés (2002) Gracia y Musitu (1993) definen el maltrato como "cualquier daño físico o psicológico que es realizado de forma voluntaria a un niño, ocurre como resultado de acciones físicas, sexuales o emocionales, bien como emisión u omisión de conductas que perjudiquen el desarrollo físico y emocional del menor".
Estos conceptos consideran que la omisión, negligencia, abandono emocional, como lo describen algunos autores, son acciones que se constituyen en una forma de maltrato. Hasta el momento se ha definido el maltrato en términos generales, pero es necesario precisar qué es el maltrato por omisión.
De acuerdo a Gabarino (1999), el maltrato psicológico abarca seis tipos de conductas, dentro de las cuales están: aterrorizar, aislar, explotar, negar una respuesta emocional y descuidar física y mentalmente la salud y la educación.
Por otra parte, Ochotorena (1988) agrega al concepto, el de abandono y abuso emocional, en donde el abandono emocional comprende la falta de respuesta a las señales como risa, llanto, expresión emocional y falta de iniciativa de interacción, por parte de una figura estable, durante los primeros seis años de vida. Y el abuso emocional comprende acciones como hostilidad verbal en forma de insulto, burla, desprecio, crítica o amenaza de abandono.
Irigoyen (1999) plantea el concepto de violencia indirecta, la cual se caracteriza por violencia verbal, comportamientos sádicos, la repulsa afectiva, las exigencias excesivas o desproporcionadas, en relación con la edad del niño.
Arruabarrena (2011) agrega, que bloquear las iniciativas de interacción infantil desde la evitación hasta el encierro, también constituye maltrato por omisión. Además añade que para diagnosticar maltrato por omisión, es necesario que se presenten requisitos tales como, una presencia perceptible, que las conductas de daño emocional sean de mayor gravedad y causen un daño severo en el desarrollo del niño.
Como se mencionó al inicio del artículo, algunos autores plantean el concepto como de difícil definición e identificación, sin embargo, las estadísticas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, indican que entre enero y diciembre del 2011 han recibido un total de 6473 denuncias de maltrato y entre los casos más denunciados están el maltrato por negligencia, con 1348 denuncias, el maltrato físico con 1175 casos, falta de responsables o abandono 673 y 135 por explotación laboral. De acuerdo a lo anterior, se puede deducir que en la actualidad el maltrato por omisión es la principal causa de denuncia en Antioquia.
Lo anterior genera diferentes interrogantes, como por ejemplo, si ¿en realidad se tiene una mejor comprensión del concepto o si por el contrario, se realiza un mal uso del mismo? ¿Si en la actualidad existe una identificación de lo que es el maltrato por omisión, o la sociedad ha tomado una mayor conciencia del mismo? O también, ¿si dichos casos se han quedado en solo una denuncia? ¿Hay equipos interdisciplinarios que se hayan ocupado del problema, logrando identificar elementos que ayuden a determinar si es posible construir perfiles de maltratos y maltratadores? En realidad, ¿un maltrato por omisión está adecuadamente leído? y por último, ¿es posible pensar que el maltrato por omisión solo genera efectos y consecuencias en los niños?
¿Qué Origina el Maltrato por Omisión?
Según Ricardo Arturo Jaramillo (2007) en "la deprivación afectiva a partir del paradigma fenomenológico" no existe una relación causal lineal totalmente determinada para explicar el fenómeno, sino que por el contrario se establece a partir de la particularidad, en presencia de diversos factores externos, los cuales se asocian con variables individuales (personalidad, experiencia, subjetividad) es decir, que las causas se presentan debido a la relación reciproca entre factores externos e internos.
Los factores externos pueden ser originados por factores familiares, culturales o institucionales. El factor socio familiar se refiere a la forma como interactúan los miembros de la familia y las relaciones que se construyen a partir de las individualidades. La cultura hace énfasis en la idiosincrasia y la actitud que se tiene frente al castigo físico, la violencia y el maltrato y dichos conceptos se soportan en muchas ocasiones en la construcción social de la realidad y la historia particular de una región o país. El aspecto institucional se refiere a la forma como el estado desconoce o descuida los derechos fundamentales de los niños.
Jorge Barudy (1988) en el libro "el dolor invisible de la infancia", plantea el término la familia negligente, la cual comprende una familia donde los padres expresan comportamientos de omisión o descuido en los cuidados y funciones para con el menor. Además el autor hace referencia a tres dinámicas que se entremezclan, lo biológico, lo cultural y lo contextual. El primer concepto trata sobre el trastorno de apego entre el adulto y el niño, el segundo menciona la transmisión transgeneracional de modelos de crianza inadecuados para los niños y la tercera dinámica de la negligencia, es causada por ausencia de recursos en el ambiente.
El psicoanálisis por su parte plantea la importancia de examinar la queja del maltrato psicológico a partir del deseo inconsciente y del escenario psíquico en el que suele realizarse, más que de la protección y la asistencia social y acciones institucionales que evitan al sujeto interrogarse por la verdad de un deseo.
Efectos del maltrato por Omisión
Hay autores que demuestran que el trastorno de las relaciones padre e hijo, es uno de los factores que están implicados en los problemas del desarrollo del niño, frente a lo cual es importante aclarar que no existen impactos únicos, pero si se puede puntualizar una descripción de algunos de estos, tal como lo plantea Acosta (2002), cuando señala que cada individuo configura su experiencia de manera diferente, ante la presencia de un mismo evento. También es muy importante ubicarnos en el contexto en el cual nos encontramos, porque las condiciones no van a ser las mismas en cada caso. Korbin, (1981).
La falta de cuidado de los padres, el autoritarismo, los insultos y amenazas ejercen un efecto en el desarrollo general de los niños, que empiezan a ser agresivos, impulsivos y destructivos hacia los demás, o se colocan en el otro extremo, mediante introversión e inseguridad. A nivel de sus relaciones interpersonales, sus tendencias agresivas conllevan a que estos niños posean escasas relaciones con los compañeros, marcadas por el rechazo como respuesta a la poca habilidad social que poseen y se hacen fríos afectivamente. Tomas (1993)
A nivel cognitivo presentan en muchas ocasiones problemas de adaptación escolar, alteración en las habilidades de aprendizaje, como motivación, disposición para seguir instrucciones, baja puntación en el coeficiente intelectual, escasas habilidades evolutivas en habla y lenguaje, bajas calificaciones escolares, entre otros.
Existen planteamientos que afirman que se producen unos efectos a causa del maltrato por omisión, aunque genera el interrogante de si existen indicadores que permitan predecir y evaluar con exactitud dichos efectos, porque de acuerdo a lo que se ha encontrado, esto puede variar de acuerdo a cada caso y no siempre se puede predecir con exactitud qué efectos tendrá el maltrato, ya que las víctimas pueden sufrir daños múltiples y la susceptibilidad al daño puede variar de acuerdo a cada caso y cada menor maltratado.
Hasta el momento se han mencionado aspectos diversos, como qué es el maltrato por omisión, cuales pueden ser sus efectos y como se origina, además de algunos interrogantes que se adhieren, debido a la falta de delimitación en los conceptos, pero lo que si es cierto, es que existen diferentes autores que han desarrollado teorías sobre la importancia de que las relaciones del niño con sus padres o cuidadores estén enmarcadas no solo en el afecto, sino también por el cuidado y la protección. Otros han planteado la importancia del proceso de socialización del niño como un aspecto determinante en el desarrollo, los anteriores planteamientos permiten focalizar los programas de intervención hacia la promoción y prevención.
Dentro de estos autores están Bowlby, Korbin, Erikson, Vygotsky y los planteamientos de socialización primaria y secundaria propuestos por Berger y Luckmann. Korbin (1981) quien hace referencia a las diferencias que existen en la conceptualización del maltrato de acuerdo a las culturas. Para él las causas deben ser analizadas en cada contexto sociocultural, puesto que allí se condensan los perfiles de las personas que llegan a desarrollar el maltrato, en este caso por abandono, es decir, lo que para una sociedad es considerado como maltrato no necesariamente es calificado de la misma manera por otra cultura o sociedad.
Bowlby (2006) por su parte plantea la teoría del apego, la cual considera que el niño mediante sus conductas, reclama contacto de sus cuidadores y es a partir de la interacción que desarrolla un vinculo socioafectivo. Si el cuidador responde con consistencia a las demandas del niño, se le ayudará a desarrollar la confianza para influir en los demás, si por el contrario ese cuidador es insensible a las demandas del niño, éste desarrollará dificultades para establecer vínculos, es probable que desarrolle baja autoestima e inseguridad.
Erikson (1959) en su teoría de la personalidad, planteó que en el primer estadio -el cual denominó sensorio oral que abarca el primer año y medio de vida del niño-, una de las tareas de los padres es generar confianza en él, es indispensable que los padres o cuidadores del menor le brinden familiaridad y consistencia para que desarrolle sentimientos de seguridad. Si pasa lo contrario y el niño crece en un ambiente donde lo rechazan y no satisfacen sus necesidades, el niño será aprensivo. También plantea que si se desarrolla la desconfianza en exceso, habrá una tendencia a que las personas se vuelvan depresivas, paranoides e incluso psicóticas.
Las teorías de aprendizaje social y la socialización primaria y secundaria hablan de la importancia que tiene la socialización para desarrollar no solo unas relaciones sociales saludables, sino también un desarrollo cognitivo, social y físico adecuado en el menor. Es evidente que en un menor el maltratado por omisión, genera limitaciones en estas relaciones, lo cual a corto y a largo plazo, va a afectar su desarrollo y podrán tornarse como causales de problemas psicológicos. Wolfe, (1998).
Yongblade y Belsky (1990), en su teoría del aprendizaje social hacen referencia a que en algunas ocasiones los padres o cuidadores de los menores no poseen criterios educativos adecuados para enseñar las normas, o tienen dificultades para manejar situaciones conflictivas, generando muchas veces una socialización inadecuada y conductas agresivas en el menor.
Vygotsky (1978) Consideraba que para que el niño desarrolle un estado mental saludable, es indispensable su interacción con los demás y con su cultura y aunque el niño es una parte activa en el proceso de aprendizaje – él no actúa solo -. Para favorecer el desarrollo del niño se necesita que sus cuidadores sirvan de modelos y les enseñen estrategias de afrontamiento.
En cuanto a la socialización primaria y secundaria Berger y Luckmann dicen que "el individuo no nace como miembro de una sociedad, sino con una predisposición para ser miembro de esta", y el punto de partida de este proceso es la socialización primaria, en donde el niño internaliza el mundo de los mayores como el único mundo posible y concebible, el cual está dotado no solo de conocimientos, sino que también contiene una gran carga emocional, y es por eso que el mundo internalizado en la socialización primaria se implanta en la conciencia con mayor firmeza. Los autores afirman también que es importante para que el individuo se llegue a considerar miembro de la sociedad, que asuma un mundo en el cual ya viven otros con los cuales se puede identificar, y con base en ésta identificación se produce la internalización. Otra característica de la socialización primaria es que se construye el primer mundo del individuo, en donde se comprenden las explicaciones sencillas de los por qué, está compuesto también por unas secuencias de aprendizaje socialmente definidas, las cuales varían de acuerdo a las cualidades emocionales, responsabilidad moral o capacidades intelectuales del niño y también varían de una teoría a otra y de una sociedad a otra.
Posteriormente, se da la socialización secundaria, la cual hace referencia a los procesos posteriores que inducen al individuo ya socializado, a nuevos sectores del mundo objetivo; ésta socialización es la internalización de las instituciones y submundos en donde el individuo elige a cual pertenecer y dentro del cual requiere de la adquisición de vocabularios específicos, de roles, los cuales hacen parte de una rutina, de un área institucional, que están influenciadas por una variabilidad histórico –cultural y requieren además de unas técnicas pedagógicas. En esta socialización secundaria, a diferencia de la primera, no hay una realidad única y se tienen alternativas y posibilidades de elegir.
Conclusiones
Tanto del concepto como de los efectos y las causas del maltrato por omisión, se puede decir que no son conceptos lineales ni globales, porque para ello es importante ubicarnos en el contexto en el cual nos encontramos para definirlo y tener en cuenta las variables -en cada caso- para determinar las causas y los efectos que tendrá el maltrato por omisión (Korbin 1981).
En la actualidad el maltrato por omisión ha sido uno de los asuntos con mayor denuncia en Antioquia, lo cual genera un interrogante de si en realidad existe una mejor identificación de dicha problemática, o si es que las personas han tomado una mayor conciencia del mismo.
Para el desarrollo de los estudios sobre el tema, es necesario crear grupos interdisciplinarios que mediante investigaciones puntuales permitan un mejor diagnostico y consecuencialmente planteen mejores estrategias de intervención y de prevención.
Es necesario conocer a profundidad los diferentes aspectos que aseguran el desarrollo del niño, con el fin de identificar si los tratos desplegados en determinados contextos, pueden calificarse de inadecuados, maltratantes, suficientes o insuficientes, pero que en todo caso considere la integralidad biopsicosocial del niño, de manera que estos procederes estén afincados en concepciones más holísticas y por tanto más cabales, permitiéndonos edificar una sociedad justa y equilibrada en términos de salud mental, en la que el niño se entienda y trate con la suficiente consideración y respeto.
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Autor:
Ana Milena Valencia Buitrago
Ángela María Ossa López[1]
Enviado por:
Julio CésarCórdoba Upegui
[1] Estudiantes de Psicología de la Fundación Universitaria Luís Amigó –Funlam-. Escrito habilitante del trabajo de grado investigativo desarrollado durante 2011-2012