Factores de riesgo asociados al tabaquismo en estudiantes universitarios
Enviado por Gernier Rojas Carrazana
El tabaquismo, un mal de estos tiempos, golpea a la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas sin particularizar en sexo, edad u otras variables. Evidenciándose necesidad de intensificar acciones preventivas en el sector juvenil. Para realizar ese trabajo una de las miradas más importantes es el tema de la percepción de riesgo del tabaquismo y los factores de riesgo asociados a su consumo en los jóvenes universitarios, estudio imprescindible para el diseño de estrategias educativas. La presente investigación persiguió como objetivo, caracterizar los factores de riesgo relacionados con el consumo de tabaco en los estudiantes de esta Universidad.
Se desarrolló en el período comprendido entre febrero y mayo del año 2011. La muestra quedó conformada por 667 estudiantes, de ellos 358 no fumadores y 309 fumadores diagnosticados por la Comisión de Prevención de sus respectivas Facultades. Para la recogida de información se empleó la técnica revisión de documentos oficiales, una prueba proyectiva de asociación (imágenes – palabras) y un sistema de encuestas conformado por tres instrumentos .Se realizó un estudio exploratorio descriptivo.
Los resultados obtenidos permiten identificar que la representación social que tienen los jóvenes acerca del tabaquismo está mediada por la adopción o no de este hábito y por la influencia social, determinándose como núcleo central en los fumadores la imitación y la moda. Se constató un adecuado nivel de conocimiento sobre el tabaquismo en contradicción con la percepción de riesgo, que resultó ser baja. Se determinaron como factores de riesgo asociados al consumo en el grupo de fumadores: la incidencia del hábito en la familia, la presión del grupo de coetáneos y la influencia de patrones culturales. Finalmente se diagnosticaron las principales necesidades educativas que en relación con el tema presentan los jóvenes universitarios.
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Palabras claves: tabaquismo, prevención, representación social, nivel de conocimiento, percepción de riesgo, factores de riesgo, necesidades educativas.
Smoking, a bad habit in these times, hits the Central University "Marta Abreu" of Las Villas province, without taking care of sex, age or other cases. It is necessary to intensify the preventive actions in the youth people. To carry out this task, one of the important lookouts is the topic about perception of the risks of smoking and the risk factors inherent to its use by the University youths, that is, a necessary study for the design of education strategies. This investigation persecuted as a goal, to characterize the risk factors related with the smoking habit of the students of "Marta Abreu" University.
It was developed between February and March of this year, 2011. The sample was formed by 667 students, of them 358 nonsmokers and 309 smokers, diagnosed for the Spare Commission of his respective Faculties. To get the information it was necessary the technical revision of official documents, to work with an association projective test (images – words) and making interrogatories composed by three instruments. It was realized a descriptive exploratory study.
The results obtained allow us to identify that the social representation about tobacco addiction of the young universities, it is determined by the adoption or not of this habit, and the social influence, showing as a central nucleus the imitation and the fashion. It was verified a good level of knowledge in contradiction with the risk perception was low. There were determined as risk factors correlated to consumption in smokers" group: The incidence of habit in the family, the pressure of contemporaneous group and cultural employers" influence. Finally, there were diagnosed the principal educational needs that the University youths have about the topic.
Key words: Smoking, prevention, social representation, level of knowledge, risk perception, risk factors and educative needs.
El consumo mundial de tóxicos llamados "legales" como el tabaco, el café, el alcohol, el té, entre otros, se ha incrementado en los últimos años, pese a que han sido más estudiadas sus repercusiones negativas sobre la salud, y se han conocido con más profundidad sus mecanismos de acción y significado médico-social.
Especialmente el tabaco es la causa singular de mortalidad más prevenible en el mundo de hoy en día, y afecta hasta la mitad de quienes lo consumen.
Además, perjudica seriamente la salud y potencia el agravamiento de una multitud de trastornos y dificultades a nivel fisiológico, psicológico, económico y social que en su conjunto hacen que este tóxico se encuentre entre los de mayor nocividad.
El mal hábito de fumar tabaco en cualquiera de sus variantes, es reforzado por un grupo de factores de riesgo, entendiéndose este término como: conductas asumidas que van en contra de la integridad física, mental, emocional o espiritual de la persona, es decir, que representan a todas aquellas circunstancias o eventos de naturaleza biológica, psicológica o social que posibilitan que un individuo incurra en alguna conducta riesgosa (Gómez, 1999).
Asociados a su consumo pueden estar los siguientes factores: necesidad de experimentación, la baja percepción de riesgo, el nivel de conocimiento acerca del tema, las alteraciones del estado de ánimo como la depresión, la ansiedad y la tensión. Se encuentran además, el fácil acceso a estos productos, la representación social que se tiene del tabaquismo y la normalización del consumo en la sociedad. También, el patrón de género, el aburrimiento, el hábito de fumar en personas con vínculos afectivos estrechos, el grupo, la moda, la propaganda y publicidad así como los factores genéticos. Se reconoce una tendencia al consumo en los llamados grupos de riesgo, entre los que se encuentran más vulnerables los adolescentes y jóvenes debido a las peculiaridades de la etapa evolutiva del desarrollo por la que atraviesan.
Los estudios iniciados por el médico inglés Richard Doll (1912 -2005) sobre los riesgos del tabaquismo para con la salud humana, planteaban que el desconocimiento acerca de las consecuencias del consumo influía en el aumento de la incidencia de nuevos fumadores. Doll se destacó además, por el descubrimiento de la relación entre el consumo de tabaco y el cáncer, así como los desórdenes cardiovasculares y otras enfermedades, lo que condujo a una progresiva disminución del número de fumadores en Gran Bretaña. (Trullén, Barrueco y Granda, 2005)
En Cuba también se han realizado diversos estudios acerca de los factores de riesgo asociados al consumo de tabaco, entre ellos los llevados a cabo por el Dr. Ricardo González Menéndez en el 2005, específicamente sobre la forma en que los mensajes masivos que se exhiben a través de los medios de difusión (ej: telenovelas) influyen en el hábito de fumar. Otros autores que han trabajado el tema son la Dra. Nery Suárez Lugo en el 2010, pero en profesionales de la salud; y el Msc. Julio de la C. Rodríguez Rodríguez del Ministerio de Educación Superior, quien realizó un estudio en el 2010 sobre las drogas y las adicciones en la comunidad universitaria, coincidiendo algunos de los resultados con los factores planteados anteriormente, prevaleciendo en su investigación que los jóvenes universitarios fuman para sentirse maduros.
Estas investigaciones son de relevante importancia ya que la incidencia del tabaquismo ha ido en ascenso a nivel mundial, abarcando a todos los grupos evolutivos del desarrollo, iniciándose como promedio a los 14 años según la Organización Mundial de la Salud (citado en Hernández, 2010), con un predominio en la etapa de la juventud. Por otro lado se reconoce un incremento del consumo de tabaco en el sexo femenino, pues en el mundo cerca de 250 millones de mujeres fuman habitualmente.
Se plantea por la OMS que para el 2020 el tabaco será la causa de muerte de 400,000 personas. Al respecto, González (2010) expone cifras alarmantes acerca del índice de mortalidad mundial, reflejando que en los países subdesarrollados es el más bajo, 12.12 % en el sexo masculino y 2.9 % femenino; en los países del primer mundo el 26.3 % y 9.3 % en los sexos masculino y femenino respectivamente, siendo un total de 8.8 % en el mundo. Haciendo una comparación de estos datos con las muertes ocasionadas a escala global por el consumo de alcohol (3.2 %) y drogas no legales (0.4 %), el tabaquismo ocupa el primer puesto.
Por otro lado se plantea que la edad de inicio del consumo de tabaco muestra una tendencia a la disminución, ubicándose entre los 14 y los 17 años. Se identifica que las 3/4 partes de los fumadores son adolescentes. Los varones fumadores tienen una tasa de mortalidad global 70% mayor que los no fumadores. (Hernández, 2010)
Internacionalmente el tabaquismo es responsable del 30 % de la mortalidad anual, del 33 % de las muertes por cáncer de cualquier tipo, del 90 % por cáncer de pulmón, del 75 % de las bronquitis crónicas y el enfisema, y el 25 % de las cardiopatías isquémicas. (Acosta, 2009)
En cuanto a la situación en América Latina, Cuba ocupa el tercer lugar con una prevalencia de 31.9%, precedido por Chile con 42.4% y Perú con 33.8%.Similar posición tiene en cuanto a la categoría de adolescentes fumadores pasivos en el hogar, con un 59.6%, precedido por Argentina con un 69.9% y Uruguay con un 62.6%.
La Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas no se encuentra ajena a esta "epidemia social" pues de una matrícula de 5186 estudiantes que integran el Curso Regular Diurno, 309 son fumadores activos. Los 4877 que restan de la población universitaria pudieran ser fumadores pasivos al estar expuestos al humo de tabaco ambiental.
En el contexto universitario se aprecia una tendencia al aumento del consumo del tabaco, según el informe realizado por la Comisión de Prevención de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas, donde se observa una ligera disminución de la edad de inicio del consumo, incluso comienza a ser menos diferenciador el escenario en cuanto al consumo por Facultades.
Se hace evidente la necesidad de intensificar las acciones de prevención en este sector juvenil no solo porque los jóvenes integran un grupo de riesgo, sino porque el joven universitario muchas veces es visto como un referente en las comunidades donde vive y por tanto puede convertirse a la vez en un promotor.
Para poder llevar a cabo ese trabajo una de las miradas más importantes es el tema de la percepción de riesgo del tabaquismo y los factores de riesgo asociados a su consumo en los jóvenes universitarios, estudio que se hace imprescindible para poder diseñar cualquier estrategia educativa en La Universidad. Por ello en la presente investigación se declara como:
Problema científico:
¿Cuáles son los principales factores de riesgo asociados al consumo de tabaco en los estudiantes de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas?
Objetivo General:
Caracterizar los factores de riesgo relacionados con el consumo de tabaco en los estudiantes de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.
Objetivos específicos:
Explorar la representación social que tienen los estudiantes universitarios sobre el tabaquismo.
Evaluar el nivel de conocimientos que los jóvenes universitarios poseen sobre el tabaquismo así como la percepción de riesgo sobre sus efectos nocivos para la salud.
Determinar los factores de riesgo asociados al consumo de tabaco en un grupo de estudiantes identificados como fumadores según el diagnóstico de las Facultades.
Diagnosticar las principales necesidades educativas que presentan los jóvenes universitarios en relación con el tema del tabaquismo.
Comparar el comportamiento de las categorías valoradas (representación social, nivel de conocimientos, percepción de riesgo y necesidades educativas) en un grupo de estudiantes fumadores y no fumadores.
La novedad científica de la investigación radica en que no existen antecedentes de una caracterización de los factores de riesgo relacionados con el consumo de tabaco en los estudiantes de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas. La pertinencia del tema se relaciona con la alta incidencia y prevalencia de esta adicción en el contexto universitario.
La realización del estudio posibilita la identificación de los principales factores de riesgo asociados al consumo del tabaco y sus derivados, la representación social que tienen los jóvenes universitarios acerca de la temática, el nivel de conocimiento y la percepción de riesgo sobre sus efectos nocivos para la salud tanto en estudiantes fumadores como no fumadores.
El valor práctico se sustenta en la utilidad de los resultados de dicha caracterización en tanto pueden ser tomados en consideración por el Centro de Bienestar Universitario al implementar acciones educativas dirigidas a la prevención de esta adicción en el contexto Universitario.
Los datos obtenidos a partir de la aplicación de los instrumentos fueron procesados por el paquete estadístico SPSS (Statistical Package for the Social Sciences), versión 11.05 para Windows. Se describieron los datos teniendo en cuenta fundamentalmente la distribución de frecuencias de cada una de las categorías correspondientes a las variables para la elaboración de tablas, gráficos y la discusión de las mismas.
También se aplicó la prueba no paramétrica Chi – cuadrado (X 2) en variables nominales para evaluar la independencia entre las categorías y las variables valoradas en el estudio (representación social, nivel de conocimientos, percepción de riesgo y necesidades educativas) en el grupo de fumadores y no fumadores, calculándose el estadístico X 2 a través de una tabla de contingencia o tabulación cruzada (resultado de la comparación de la frecuencia absoluta y la esperada). De igual manera, se utilizaron pruebas no paramétricas para dos muestras independientes aplicándose la Prueba de Mann-Whitney para variables ordinales. En todos los casos fue establecido como resultado significativo, aquel donde el valor de "p" sea menor que 0,05.
A partir del análisis documental se conoció de la existencia en la Universidad "Marta Abreu" de Las Villas, de una Comisión de Prevención de Drogas, que se encarga de dar un seguimiento desde el punto de vista preventivo a una serie de problemáticas de salud como el alcoholismo, el tabaquismo, las ciberadicciones; entre otras. Muy vinculada a esta Comisión es la labor que se realiza desde el Centro de Bienestar Universitario que complementa estas acciones preventivas con otras de promoción de salud.
Se constató que si bien este grupo de trabajo se reúne mensualmente; es cada tres meses que se actualiza el diagnóstico de los grupos de riesgo en la Universidad; con especial énfasis en los consumidores de alcohol, psicofármacos y fumadores. El análisis del último informe trimestral arrojó que en el momento en que se inicia la investigación existían en el Centro un total de 309 estudiantes con hábito de fumar. Los mismos están distribuidos por todas las Facultades, aunque resultan predominantes en las Facultades de Eléctrica, Construcciones, Matemática-Física y Computación, Industrial y Turismo y Ciencias Agropecuarias.
No obstante, se comprueba que el diagnóstico se realiza de manera global, no teniendo en consideración la clasificación del riesgo del tabaquismo descrita por la OMS.
Esta técnica se empleó para la exploración de la representación social que tienen los estudiantes universitarios sobre el tabaquismo. La misma, fue aplicada a 140 estudiantes pertenecientes a la Facultad de Eléctrica, que es donde existe mayor incidencia de fumadores diagnosticados por la Comisión de Prevención de Drogas de La Universidad y además, es el estrato con más número de no fumadores. En total se aplicó a 79 fumadores y 61 no fumadores.
Durante su aplicación se mostraron tarjetas con imágenes de diferentes situaciones vinculadas al hábito de fumar para explorar la representación social que tienen estos estudiantes sobre el tabaquismo, tomándose en cada caso las respuestas de mayor frecuencia.
Tarjeta 1:
La presentación de esta tarjeta estimuló en la generalidad de los estudiantes universitarios respuestas asociadas a las posturas frente a este hábito. Al respecto, un 28,6% lo considera un producto dañino y un 10, 7% lo asocia a enfermedad. Por su parte, el 22,1 % verbalizó que le produce placer, y el 21,4% experimentó deseos de fumar.
Tarjeta # 2.
Se evidenció que el 32,9 % de los encuestados, considera que fumar en la adolescencia está incitado por la imitación social, el 19,3 % piensa que sucede por experimentar algo nuevo, curiosidad, mientras que 12,9 % plantea que se hace porque existe un bajo nivel de conocimiento respecto a las consecuencias del hábito para la salud. Por su parte, 7,9 % señala que la presión del grupo de coetáneos juega un papel importante en el inicio del consumo. Sin embargo, el 27,1 % expresa que el hábito de fumar representa un acto peligroso y dañino.
Tarjeta # 3.
Al visualizar esta tarjeta el 26, 4 % de los jóvenes considera fuman por presión del grupo e imitación social y el 28,6 % plantea que representa un modo de diversión cuando se sienten aburridos. Según el 12,9 % de los encuestados, el fumar se ha convertido en una moda en estos tiempos; practicada por la mayoría de los jóvenes para lucir bien. Un número menor de sujetos (7,1%) señala que les significa una vía para relajarse. Desde otra perspectiva un 24,3% lo considera un hábito inadecuado.
Tarjeta # 4.
Las respuestas ofrecidas al presentar esta tarjeta reflejan que el 17,9 % de los jóvenes opina que si una embarazada fuma está adoptando una conducta irresponsable yun15,7 % lo llega a considerar como un acto de violencia hasta cierto punto de vista.
Tarjeta # 5.
Similares resultados se constatan al presentar la tarjeta # 5, donde la mayoría de los jóvenes proyectaron en relación con el tabaquismo pasivo, considerando el 17,9 % que los fumadores activos cuando cometen este acto, por ejemplo, en presencia de grupos vulnerables como los niños, es porque tienen un vicio o adicción irreparable. Por su parte, para el 15,7 %, esta es una conducta prácticamente criminal y un 14, 3 % la valora como una manifestación de irresponsabilidad.
Tarjeta # 6.
A partir de la tarjeta # 6 se ofrecieron una serie de consideraciones asociadas a la adicción a esta droga, evidenciándose que para el 24, 3 % cuando se consume se crea dependencia, mientras que el 22,9 % cree que las personas se convierten en víctimas de este producto y en correspondencia con ello el 12,9 % refiere que se erige un círculo vicioso que puede afectar la vida en sociedad desde diferentes contextos.
Tarjeta # 7 y 8.
Asociada a las ideas anteriores reflejadas las tarjetas 7 y 8 arrojan opiniones de rechazo hacia el tabaquismos tales como: la adicción al tabaco es sinónimo de muerte (25,7%), te convierte en un prisionero del vicio (20,7%), llega el momento en que pierdes las esperanzas y no puedes abandonarlo (19,3%) y un 15,7 % considera que es un mal camino.
Tarjeta # 9.
A partir de la presentación de esta tarjeta el 24,3 % expresan que los daños a órganos como los pulmones son el precio que pagan los fumadores por su conducta, el 18,6 % enfatiza en cómo la adicción va afectando al organismo, mientras que el 15% señala que la imagen le significó miedo a fumar.
Tarjeta # 10.
Esta tarjeta fue incorporada con la intención de estimular su reflexión en torno al abandono del hábito de fumar. Al respecto, el 26,3 % manifestó que para dejar de fumar hay que tener gran fuerza de voluntad, el 10,5 % considera que es una buena opción y el 16,8 % lo considera una decisión inteligente.
De manera general, se evidenció en las respuestas de los estudiantes que sus posturas en relación con el hábito de fumar están influenciadas por una ideas, costumbres y creencias culturales que conforman la Situación Social de Desarrollo de los individuos e intervienen en la actitud frente al cigarro y al hecho de fumar. Se aprecian criterios discrepantes pues algunos comparten que el tabaquismo es fuente de placer y diversión mientras que otros opinan lo contrario, influyendo en su aceptación o rechazo a esta adicción.
La encuesta fue aplicada a los 667 estudiantes universitarios fumadores y no fumadores que conformaron la muestra. Respondiendo al objetivo se exploró el nivel de conocimiento que poseen sobre el tabaquismo, sus causas, riesgos y consecuencias.
Se evidenció que más de la mitad de los encuestados (67,6 %) afirman que el tabaquismo es un problema de salud crónico mientras que un 17,7 % lo valora como un problema de salud transitorio y el 14,7 % lo considera como un problema poco importante.
Estos datos muestran que la mayor parte de los estudiantes tiene conocimiento acerca de su real conceptualización, ya que ciertamente el tabaquismo es un problema de salud crónico que se clasifica como una enfermedad crónica no transmisible, la cual afecta insidiosamente a la sociedad. No obstante, resulta preocupante que cerca del 32 % de los estudiantes encuestados evidenciaron desconocimiento al respecto.
Un 91,6% de los jóvenes encuestados reconocen que el tabaco es una droga. Al explorar las razones que avalan este dato el 51,9% señala que es porque causa adicción, un 25% porque tiene componentes adictivos y un 15% porque causa daños a la salud. Llama la atención que un 8,4 % de los estudiantes universitarios no admiten que el tabaco es una droga, aspecto este que puede influir en la configuración de la percepción de riesgo asociado a este producto. (Ver anexos 8 y 9)
En cuanto al conocimiento acerca de las consecuencias del consumo de tabaco y sus derivados, las cifras obtenidas demuestran dominio de los principales efectos dañinos del tabaco, pues la gran mayoría de los encuestados (97,6 %) así lo reconocieron. Al respecto, el 94,6 % reconocen las repercusiones orgánicas del hábito tabáquico, entre las que figuran como más conocidas el cáncer de pulmón con un 81,9 %, las afectaciones en las vías respiratorias (54 %) y el cáncer de garganta (45,9 %); también, aunque con menor intensidad, señalan estar al tanto de la discromía (33,6 %), la relación con las cardiopatías (31,3 %), el deterioro de la dentadura (30,4 %), secuelas epidérmicas (20,2 %), efisema pulmonar (14,4 %) y efectos en la reproducción (5,8 %). De igual manera, señalan otras repercusiones tales como las de orden económico (85 %), las sociales (71,5 %) y en menor medida los efectos psicológicos (38,7 %).
Al explorar los principales contextos en los cuales se consume el cigarro o tabaco los jóvenes identifican en primer lugar la Universidad, pues ocho de cada diez así lo expresan (80 %), y en particular el 50 % identifica la Facultad como el segundo contexto, confirmándose así la presencia del tabaquismo en el contexto universitario. Lo anterior pudiera estar relacionado con la larga estadía de los mismos en esta institución. Otros contextos identificados fueron la comunidad con un (49,6 %), el municipio (36 %) y el contexto familiar (31,6 %); revelando el 69,3% que el tabaquismo afecta a la sociedad en general. (Ver anexo 11)
En cuanto a la valoración o percepción que tienen los jóvenes encuestados sobre la incidencia del tabaquismo en la universidad y en el año en que cursan estudios, se pudo apreciar una tendencia al nivel alto en la UCLV y medio en su año. En relación con la frecuencia del comportamiento de consumo en los estudiantes encuestados se comprobó la existencia de dos polos extremos; un grupo de no fumadores (49,9 %) y otro de fumadores que lo consumen diariamente (30,4%). El resto fuma en niveles intermedios como puede apreciarse en el siguiente gráfico.
Por otra parte, también se exploró la percepción de riesgo que tienen sobre la probabilidad de ser adictos a fumar, evidenciándose que el (84,1 %) plantea no sentirse en riesgo, el 12,9 %reconoce que sí que pudiera ser y solo la minoría (3%)si se considera en riesgo.(Ver anexo 12)
En sentido general, se aprecia una marcada contradicción entre las frecuencias absolutas reconocidas en relación con el consumo de tabaco, la alta percepción que tienen del comportamiento de esta problemática en la universidad y la baja percepción de riesgo a la adicción apreciada en la muestra encuestada. Similares resultados han sido obtenidos en estudios realizados en el propio contexto universitario (Rodríguez, 2009).
Esta encuesta estuvo dirigida a los 309 estudiantes diagnosticados como consumidores de tabaco por la Comisión de Prevención de Drogas de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas. Con la misma se determinaron los factores de riesgo asociados al debut y mantenimiento del mismo en el grupo de estudio de fumadores .Se identificó que 75, 1 % vive en zona urbana y el resto en zonas rurales. Diversos estudios han descrito mayores niveles de consumo de tabaco en zonas rurales. Más del 95 % de los encuestados convive con ambos padres, aspecto significativo para el trabajo de prevención ya que el papel de la familia en la educación de hábitos positivos es fundamental.
Sin embargo, se detectó que el comportamiento del tabaquismo en las familias de los encuestados es relativamente alto, pues el 35 % afirma que en su núcleo familiar se fuma, el 13,9 % reconoce que lo hacen diariamente, un 10 % ocasionalmente; mientras que cuatro de cada diez (40,5 %) refieren que en su casa nadie fuma. Revelándose así que la incidencia del hábito de fumar en el contexto familiar es un factor de riesgo asociado al consumo de tabaco y sus derivados.(Ver anexo 13)
Otro factor de riesgo identificado es la alta incidencia de personas que fuman cerca del entorno en el que se relacionan los jóvenes universitarios diariamente; donde se incluyen varios contextos de la vida en sociedad. Al respecto, la gran mayoría de los encuestados (93,2 %) aseveran que interactúan regularmente con fumadores.(Ver anexo 14)
También se exploró la edad con la que iniciaron el hábito de fumar, evidenciándose que las tres cuartas partes de la muestra (75,1 %) comenzó con un rango de edad entre los 15 y 19 años mientras que el 8,1 % se inició en este hábito después de los 20 años. Nótese que se focaliza la edad de inicio en la adolescencia, coincidiendo dichos resultados con investigaciones epidemiológicas realizadas en Cuba por el Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología, ya que según la II Encuesta Nacional de Factores de Riesgo aplicada en el 2001, esta prevalece entre los 16 y los 20 años.(Ver anexo 30). Por su parte, resulta altamente significativo que el 16,8 % reconoce haber comenzado a fumar a edades comprendidas entre los 11 y los 14. Se reconoce que mientras más tempranamente se inicien en el consumo de esta droga el riesgo adictivo y para la salud se verá multiplicado. (Ver anexo 15)
Los elementos anteriormente señalados evidencian una triada en la conformación de los factores de riesgo pues aquellas personas que están incluidas en "grupos vulnerables" (menores de 20 años), en los que el medio social y familiar en que viven es favorable para iniciar el tabaquismo, se encuentran propensas a que prevalezca el mismo y a verse más afectados por los efectos de esta droga según Espinosa y Roca (2007).
En cuanto a los factores causales que según el criterio de los encuestados, los incitaron a fumar por primera vez se encuentran: en primer lugar la imitación social (55,3 %), en segundo lugar la presión del grupo (29,1 %) y por último, el considerarlo como algo cotidiano pues en su ambiente familiar existe esta práctica (15,5 %).
De modo que se ventilan aquí tres factores de riesgo asociados al tabaquismo, haciendo énfasis en el primero hay que tener en cuenta la influencia de la propaganda y publicidad de los medios de difusión masiva a través de las películas, telenovelas y otros programas por los estereotipos que se transmiten implícitamente asociados a la masculinidad, virilidad, carácter seductor, etc.En relación con lo anteriormente expresado un 36,9% de la muestra señala que fuma porque es algo atractivo y sensual.
Por su parte, un 66, % de los jóvenes del grupo de fumadores expresan que lo hacen para relajarse y contradictoriamente el 31,4 % que les ayuda a mantenerse despierto. Mientras que 19,1 % se siente seguro y maduro cuando fuman. Resulta preocupante el hecho de que 119 estudiantes de este grupo (38,5 %), plantean que sienten la necesidad de fumar, lo que es expresión que ya se ha ido constituyendo la dependencia hacia esta droga.
En cuanto al comportamiento del consumo actual se constató un alto nivel de consumo en tanto 40,5 % lo hace todos los días, el 26,9 % reconoce hacerlo casi todos los días y el 32,7 % solo algunos días. A lo anterior se suman niveles de entre medio y alto de consumo diario, en tanto el 10% fuma más de 10 cigarrillos diarios y el 37,2% fuma entre 5 y 10 cigarrillos en el día. Por su parte, 52,8 % fuma de 1 a 4 cigarros al día.
Otro factor de riesgo identificado es el hecho de que el (29,4 %) de los encuestados en este grupo refieren fumar productos del tabaco como cigarros fuertes los que pueden contener una mayor concentración de tóxicos. El 27,8 % fuma cigarros suaves dentro de los que se incluyen el H. Huppman (19,4 %) y el Hollywood (9,4 %), pero un aspecto preocupante es que el 13,9 % plantea fumar cualquier cosa.
Al indagarse en qué contextos practica el hábito se aprecia la diversidad de espacios donde asumen esta práctica, incluyendo las propias instalaciones universitarias.
Estos datos muestran que los fumadores activos se convierten en un factor de riesgo para las demás personas con las que conviven en dichos contextos, generando una gama de fumadores pasivos.
Es interesante revelar que el 66 % de los fumadores activos ha considerado dejar de fumar alguna vez, intención provechosa para con su salud, aunque solo el 46,3 % lo ha pensado recientemente, manifestando un 42,1 % que han logrado controlar este hábito por meses, el 20,4 % en años y el 14,6 % en días.
También con esta encuesta se exploró la representación social que tiene el grupo acerca de la incidencia del hábito de fumar en los jóvenes dejándose ver que el 36,6 % manifiesta que es algo muy común, el 19,4 % reseña que es un mal hábito, el 4,9 % que es nocivo para la salud, el 4,5 % expresa que fuman por moda (para imitar artistas), mientras que el 4,2 % dice que los jóvenes fuman por presión del grupo. Solo un 2,3 % refiere que la incidencia se debe al estrés y en minoría (6 %) consideran que el hábito de fumar es desagradable.
En las respuestas ofrecidas por los sujetos investigados se aprecia que la conformación de su representación social sobre el tabaquismo está muy condicionada por los patrones culturales, familiares y en particular del grupo social de pertenencia, en este caso los jóvenes. En menor medida, manifiestan respuestas socialmente condicionadas " es un mal hábito "
Se decidió incluir en esta encuesta algunas frases para completar con el objetivo de conocer la opinión que tienen los estudiantes fumadores acerca de disímiles situaciones relacionadas con el tabaquismo. Estas frases fueron clasificadas como frases de aceptación al hábito, frases neutras y frases de rechazo. A continuación se reflejan algunas de las respuestas ofrecidas según su frecuencia de aparición.
Frases de aceptación en relación con el hábito de fumar:
Cuando fumo me relajo(55,3% )
El cigarro me gusta (24,9 %)
El cigarro tiene su encanto(23,9 % )
Cuando fumo me siento maduro(18,8% )
El hábito de fumar en los jóvenes universitarios es la moda(13,6% )
Cuando fumo me siento bien(10,7% )
El humo del cigarro es atractivo(9,1% )
El cigarro me relaja(8,4% )
El hábito de fumar en los jóvenes universitariosayuda con el estrés(6% )
Cuando fumo siento un placer culpable(6% )
Cuando fumo me siento importante(4,5% )
El hábito de fumar en los jóvenes universitarios es diversión(1,6% )
Frases de neutrales hacia el hábito:
El hábito de fumar en los jóvenes universitarios es usual(50,8% )
El cigarrocrea adicción(4,2% )
El cigarro es una droga(3,2% )
El hábito de fumar en los jóvenes universitarios aumenta(2,9% )
Cuando fumo molesto a los demás (2,3% )
Frases de rechazo al hábito de fumar:
El humo del cigarro es dañino (22,3% )
El cigarro mata(18,1 %)
El cigarro es dañino (16,8% )
El humo del cigarro es desagradable(13,3% )
El humo del cigarro me molesta(11,7% )
El hábito de fumar en los jóvenes universitarios es un problema(10,7% )
Cuando fumo me estoy enfermando(7,8% )
El hábito de fumar en los jóvenes universitarios es de mal gusto(3,6% )
El cigarro se puede dejar(3% )
El humo del cigarro te quema por dentro(2,6% )
El humo del cigarro huele mal(2,3% )
El hábito de fumar en los jóvenes universitarios puede evitarse(1,3% )
Se puede observar que existen tantas frases de aceptación como de rechazo algunas tan llamativas como: "El humo del cigarro me molesta" y "Cuando fumo me estoy enfermando". Ello revela nuevamente la contradicción existente entre la representación social y el nivel de conocimientos los efectos nocivos del tabaquismo y la baja percepción de riesgo asociada a un alto consumo frecuente y significativo de esta droga en los estudiantes del grupo de estudio de fumadores.
La encuesta se realizó a los dos grupos de estudio, estudiantes fumadores y no fumadores que suman un total de 667, con el objetivo de identificar las principales necesidades educativas que presentan los jóvenes universitarios en relación con el tema del tabaquismo.
Primeramente se exploró la percepción que tienen los universitarios incluidos en la muestra acerca de los factores que consideran influyen en el consumo de tabaco y sus productos en el contexto universitario. Se comprobó que le atribuyen el rol protagónico a la imitación social pues el (70,5 %) mientras que el 53,8% considera que la presión del grupo incide. Otro factor que contribuye es el estrés ante los exámenes (49 %), mientras que el 42, 1% expresa que fumar forma parte de su diversión cuando están aburridos. Además hacen referencia a otros móviles como la presencia de desconocimiento acerca de aspectos relacionados con esta adicción (38, 5 %), coexiste el criterio de que la normalización del producto o sea la venta lícita del mismo incita a la compra y consumo (25,8%). Por último,el13,8 % refiereque el hecho de que algunos estudiantes provengan de familias fumadoras puede ser motivo de incitamiento.
Respecto a la medida en que se creen informados sobre los efectos y consecuencias del tabaquismo un 56,5 % afirma estar suficientemente informado, un 42,7 % medianamente y el 7 % no informado. Los datos anteriores evidencian la existencia de lagunas informativas en relación con el tema.
Al explorar las vías de adquisición de este conocimiento en relación con los riesgos asociados al tabaquismo el 63,4% identifican a los medios de difusión masiva, un 16,5 % alega que lo obtuvieron autodidácticamente a través del estudio mientras que solo el 16,2 % manifiesta que la familia ha influido en estos aprendizajes. Resulta llamativo que solo el 39% reconocen haber recibido información a través de charlas educativas recibidas a lo largo de las diferentes de enseñanzas en centros educacionales del país; situación que resulta contradictoria con las indicaciones dadas por el MINED y el MES en relación con el trabajo preventivo en las instituciones escolares.
En relación con el abordaje del tema en los medios de difusión masiva el 67,6% de los encuestados consideran que se aborda con suficiente intensidad el tabaquismo. Sin embargo, el 29,2% consideran que solo lo hacen esporádicamente y el 3,1% lo valoran como un tema insuficientemente tratado en los medios.
A pesar de ello, la gran mayoría (89,4 %) siente la necesidad de estar más informado acerca de la temática del tabaquismo. De modo que este es un aspecto importante a tener en cuenta ya que la propia comunidad universitaria demanda de manera explícita satisfacer esta necesidad desde el punto de vista educativo.
Al indagar sobre la divulgación del tema en la Universidad y las vías por las cuales llega esa información. Según la valoración de los estudiantes en este contexto un 64,5 % opina que es insuficiente la información sobre el tabaquismo y sus riesgos asociados mientras que la menor parte un (35,5 %) piensa lo contrario.
Referente a las vías por las que se difunde preventivamente esta temática, el 63,9% platea que no existe divulgación gráfica acerca de temas vinculados a la prevención del tabaquismo u otras cuestiones.
Resulta preocupante el hecho de que el 59,1 % expresa que desconoce la existencia de un Programa de Prevención contra el uso indebido de drogas en sus respectivas Facultades y el 80,7 % que en su proyecto educativo no se han plasmado actividades acordes con el tema. Mientras que el 66% de los estudiantes refiere no haber participado en algún curso, conferencia, taller o conversatorio vinculado al tabaquismo. Solo una pequeña cantidad (19,3 %) refleja haberlas contemplado y de entre ellas resalen charlas educativas (16,9 %), grupos científicos (1,2 %) y proyección de documentales (1,2 %).
Estos datos demuestran que existe necesidad en el contexto universitario de incrementar en cantidad y calidad las actividades educativas respecto al tabaquismo y que estas ejerzan mayor impacto en la comunidad.
Entre las principales necesidades educativas que manifiestan tener los jóvenes universitarios en relación con el tema y que pueden constituirse como una base orientadora para futuras acciones preventivas se identificaron:
Conocimiento sobre las consecuencias a la salud (78,1%).
Comportamiento de la incidencia y prevalencia de este problema de salud (6,1%).
Componentes del tabaco y el cigarro (6,1%).
Factores de riesgo asociados al tabaquismo (4,9%).
Cualquier información sobre el tema (4,2%)
Intencionalmente en la encuesta se incorporaron una preguntas proyectivas que permiten ilustrar a juicio de los estudiantes cuáles serían las medidas que los directivos deberían tomar para disminuir la incidencia de esta droga en el contexto universitario. De igual manera algunas sugerencias para optimizar esta labor. Al respecto señalaron:
Sugerencias:
Realizar charlas educativas.(37,3 %)
Conferencias especializadas. (17,4 %)
Propagandas. (17,5 %)
Actividades recreativas sanas. (13,6 %)
Brindar mayor información. (11,4 %)
No vender cigarros en el centro. (2,7 %)
Medidas:
Actividades recreativas sanas. (33,3 %)
Crear áreas para fumadores. (32,4 %)
Hacer propagandas. (23,2 %)
Prohibir el consumo en el centro. (9 %)
Hacer talleres. (6,1 %)
Charlas educativas. (2,4 %)
Eliminar la venta en el centro. (1,6 %)
Interesó explorar si conocen de la existencia en la Universidad del Centro de Bienestar Universitario (CBU) como un espacio institucional donde pueden canalizar muchas de estas necesidades educativas e inquietudes sobre el tema, un 69,9% respondieron negativamente. Ello evidencia la necesidad de seguir dando promoción y divulgación al CBU para optimizar su impacto en la comunidad universitaria.
Al indagar sobre las vías mediante las que les gustaría adquirir un mejor conocimiento sobre esta problemática señalaron:
Sitio Web que aborde el tema (66,3%).
Charlas educativas (61,9%).
A través de la radio universitaria (58,2).
Información digitalizada (53,2 %)
Plegables y propagandas (46%).
Boletín Universitario (38,4 %).
A través de trabajos grupales (27,6 %).
Bibliografía especializada (25,9 %). (Ver anexo 21)
Por último, se identificaron las personas mediante las que prefieren obtener la información reflejándose que la mayoría (92,2 %) elige a especialistas en el tema, el 30,7 % a los profesores guías, el 27,9 % propone hacerlo a través de promotores pares, el 25,3 % sugiere a los dirigentes estudiantiles y finalmente, el 12,9 % a las instructoras educativas.
En este epígrafe se persigue como objetivo identificar la existencia de elementos distintivos en la configuración de la percepción de riesgo entre el grupo de fumadores y no fumadores en cuanto a las categorías o variables exploradas (representación social, nivel de conocimiento, percepción de riesgo y necesidades educativas).
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