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La educación ambiental en la asignatura Electricidad Aplicada


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Marco jurídico sobre medio ambiente en Cuba
  4. La educación ambiental como educación en valores
  5. Tratamiento al medio ambiente en la asignatura electricidad aplicada
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

Resumen

En el trabajo se aborda la educación ambiental en la asignatura Electricidad Aplicada. Se relacionan algunos documentos que establecen el marco jurídico del cuidado al medio ambiente y la estrategia curricular que plantea las directrices específicas sobre el tema en la referida asignatura. Se abordan los aspectos específicos vinculados al tratamiento metodológico del medio ambiente que se realiza por los temas en la asignatura, citando ejemplos representativos.

Introducción

La educación ambiental es de gran importancia no solo en lo político, sino también en lo social, tiene su surgimiento desde la época antigua, no obstante a ello no es hasta los años 70 que con mayor fuerza empieza a ser nombrada en diversos foros a nivel mundial, aunque es cierto que antes ya se habían dado algunas experiencias de manera aislada y esporádica (Alfonso-Peraza, 2012). Los conflictos de esta realidad han llevado desde el punto de vista teórico a una serie de consideraciones y alternativas de soluciones que hoy se pronuncian a favor de una acción humana que logre frenar el proceso de destrucción de la naturaleza, sin dejar de transformarla y transformarse para ser mejor, más plena y más libre la vida de las generaciones actuales y futuras, lo que es típico de las concepciones sobre la sustentabilidad en el desarrollo.

Hoy intelectuales, científicos, estadistas han comenzado a prestar atención a este problema, pueden citarse diversos hechos harto elocuentes de tan relevante estado de cosas, como son entre otros: la internacionalización que ha adquirido el fenómeno ambiental, el grado de concientización alcanzado sobre los problemas ecológicos globales, el surgimiento de un fuerte movimiento de organizaciones no gubernamentales (ONGs) de corte ambientalista, así como los compromisos formales de muchos estados y gobiernos en hacer reversible el deterioro del entorno al más corto plazo de tiempo posible, para que pare el acelerado proceso de destrucción del espacio vital que le permite al hombre, nacer, crecer y desarrollarse.

El concepto medio ambiente se interpreta con frecuencia al margen del hombre. Es importante tener claro que, a diferencia del concepto de naturaleza, el medio ambiente está respaldado por la dualidad filosófica de que el hombre y la naturaleza son dos aspectos inseparables dentro de la realidad.

En Cuba hay una voluntad expresa de preservar el medio ambiente para las actuales y futuras generaciones. Junto a acciones concretas de reforestación, preservación, saneamiento y reciclado, se han establecido y aplican leyes y regulaciones que compulsan la protección del medio ambiente (Ley No 81, 1997).

En base a los aspectos mencionados hay que mantener un desarrollo sostenido en relación a la toma de decisiones y al cuidado del medio ambiente, de ahí la importancia de una educación ambiental, más allá de la educación tradicional, ya que esta relaciona al hombre con su ambiente, con su entorno y busca en este un cambio de actitud, una toma de conciencia sobre la importancia de conservarlo para el futuro y para mejorar nuestra calidad de vida. La adopción de una actitud consciente ante el medio que nos rodea, y del cual formamos parte, depende en gran medida de la enseñanza, de ahí que nuestro sistema de educación lo tenga concebido en todos sus niveles de enseñanza. No obstante a que está concebida la educación ambiental en todos los niveles de enseñanza, incluidas las carreras universitarias, no se logra que los profesionales adquieran en todos los casos la cultura necesaria al respecto, reflejándose en ocasiones en tomas de decisiones no favorables. Precisamente, el presente trabajo se enfoca, como objetivo fundamental, en la creación de una cultura ambiental en estudiantes desde la asignatura Electricidad Aplicada.

Marco jurídico sobre medio ambiente en Cuba

La mayoría de los estados tiene establecidas normas para la protección del medio ambiente. No obstante, es válido aclarar que entre la década de los 70 – 80, los conceptos relacionados con el medio ambiente no se empleaban en el lenguaje oficial, ni popular en nuestro país (Alfonso-Peraza, 2012).

El interés por la problemática ambiental no trascendía la esfera de algunos especialistas y era muy reducido el nivel de conocimiento y concientización del tema. A pesar de esto, en ese período se acometen algunas acciones de institucionalización referidas al medio ambiente tales como la incorporación en la nueva (Constitución de la República de Cuba, 1976) de un artículo sobre la necesidad de proteger la naturaleza ; la creación en 1977 de la Comisión Nacional para la Protección del Medio Ambiente y el Uso Racional de los Recursos Naturales (COMARNA); la promulgación de la (Ley No. 33, 1981) de Protección del Medio Ambiente y del Uso Racional de los Recursos Naturales, la cual fue considerada avanzada por algunos especialistas internacionales con respecto a lo imperante en América Latina en esa época. Esta Ley reguló esferas específicas referentes a las materias de: Ecosistemas Acuáticos: Aguas Terrestres y Marítimas. La pesca; Ecosistemas Terrestres: Los suelos; Ecosistemas Frágiles: Montañas y bosques. Los aprovechamientos forestales; Sistema Nacional de Áreas Protegidas; Flora y Fauna silvestre: La caza; Recursos Agropecuarios: La Agricultura; Recursos turísticos y paisajísticos; Minerales sólidos e hidrocarburos; Patrimonio cultural.

En la década del 90, la situación fue cambiando y la temática medioambiental pasó a caracterizar la discusión académica. De hecho, en 1990 se aprueba el (Decreto–Ley No. 118, 1990) que define la organización, estructura y funcionamiento del Sistema Ambiental Cubano. Uno de los factores que compulsó en esta etapa la legislación ambiental cubana fue la celebración en junio de 1992 de la Cumbre de Río, conocida también como "Cumbre de la Tierra", uno de los más trascendentes hitos en la breve, pero sustanciosa historia del Derecho Ambiental, y de la inclusión en la Ley de Reforma Constitucional, de 12 de julio de 1992, de la modificación del Artículo 27 de la "ley de leyes" (Constitución de la República de Cuba, 1976), que introdujo en el Sistema de la Legislación Ambiental cubana el concepto de desarrollo económico y social sostenible.

En 1993 se aprueba el Programa Nacional, adecuación cubana de la Agenda 21. Posteriormente en 1994, se crea el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. La legislación dictada en estos años no solo complementaba los mandatos hasta entonces no ejecutados por la (Ley No. 33, 1981), sino que venía a llenar importantes vacíos legislativos de este sistema, en tanto se carecían de regulaciones específicas respecto al uso, explotación, preservación y protección de importantes recursos naturales, entre ellos la flora y la fauna silvestre en su conjunto y determinadas especies en particular.

Las atribuciones que de conformidad con la Ley y con la legislación ambiental en general correspondan al Estado en materia de la gestión ambiental, son ejercidas por los Organismos de la Administración Central del Estado, otros órganos estatales y los Órganos Locales del Poder Popular.

La educación ambiental como educación en valores

Para comprender en qué consiste la educación en valores, es preciso abordar algunos elementos referidos a los valores y su formación. El término valor expresa "la significación socialmente positiva de los objetos y fenómenos de la realidad. La naturaleza predominante del valor es como se ve, la aprobación social de la significación que adquieren en la actividad práctica de los objetos y fenómenos de la realidad, de aquí su carácter objetivo" De manera general, los valores son manifestaciones derivadas de la esencia cultural; son políticas, principios sobre los cuales las personas orientan su conducta.

La formación de valores se determina a partir de los valores que predominan en la sociedad y por la experiencia individual del sujeto mediatizada por la particular influencia educativa en la que participa. Lograr la formación de valores de manera adecuada lleva implícito tres elementos fundamentales: el conocimiento, el elemento afectivo y el comportamiento del sujeto.

El conocimiento es imprescindible pues, para poder proyectarlos de forma efectiva, si no hay una reflexión sobre el conocimiento que se posee, entonces este no se incluye de manera consciente y activa en el proceso de formación de valores. Asimismo, si los sujetos no hacen suyo dicho conocimiento, no se podrá lograr el compromiso afectivo ni el comportamiento en este sentido. De ahí puede derivarse que la asimilación real de un valor se logra únicamente cuando existe correspondencia entre los tres elementos mencionados con anterioridad.

Para la formación de valores es necesario partir de la educación en valores es entendida como "un proceso sistémico, pluridimensional, intencional e integrado que garantiza la formación y el desarrollo de la personalidad consciente; se concreta a través de lo curricular, extracurricular y en toda la vida universitaria" Tiene además un carácter intencional, consciente y de voluntad por parte del docente y del educando, quien debe asumir la influencia del profesor y estar dispuesto al cambio. No se pueden enseñar y aprender de igual forma los conocimientos, de ahí que influyan también las organizaciones políticas, la familia, los medios de comunicación, etc.

La educación en valores debe estar dirigida a "desarrollar la capacidad valorativa, transformadora y participativa con significación positiva hacia la sociedad; desarrollar la espiritualidad y la personalidad hacia la integridad y el perfeccionamiento humano; lo oficialmente instituido a través de normas morales, los sistemas educativos, el derecho, la política y la ideología". Es por ello que "depende del momento histórico y del contexto en que se desarrolla la acción educativa". En coherencia con lo anteriormente expuesto en el proceso docente educativo es preciso asumir dos direcciones: la educación mediante la instrucción (responde a los "diferentes niveles de conocimiento") y la educación mediante la formación social (dirigida hacia lo conductual, al "modo de actuación en lo humano, lo sexual, la amistad, la responsabilidad, la defensa, sus deberes individuales y colectivos ante la sociedad").

La educación en valores ambientales propone una cultura de vitalidad, sanidad, respeto y responsabilidad, formando sujetos con una conciencia crítica y participativa. Mientras la educación en valores ambientales no sea abordada de esta forma, no pasará más que a proporcionar conocimientos sobre el medio natural, dejando a un lado una de sus principales funciones: fomentar cambios de percepciones que favorezcan la aparición de nuevos valores. Educar en valores es entonces, educar en materia ambiental, o lo que también se denomina como educación ambiental.

La Educación Ambiental es un proceso de carácter educativo, dirigido a formar valores, actitudes, modos de actuación y conductas a favor del Medio Ambiente, por lo que para lograr un enfoque medioambiental, a través de ella, es preciso transformar las actitudes, las conductas, los comportamientos humanos y adquirir nuevos conocimientos, como una necesidad de todas las disciplinas del currículo.

Al respecto, Cuba no se ha quedado a la zaga, pues a finales de los años 70 y como resultado de los acuerdos del 1er. Seminario de Educación Ambiental auspiciado por la UNESCO, se inició la incorporación de esta importante temática, tanto por vía formal como no formal, en los programas de orientaciones metodológicas y libros de textos de los diferentes sistemas de enseñanza, entre ellos, el de la Educación Superior.

Aunque no se ha llegado a una decisión unánime en cuanto a su definición, pudiera decirse que el término educación ambiental comenzó a utilizarse aproximadamente en 1968, cuando se celebró la Conferencia Nacional sobre Educación Ambiental en New Jersey, Estados Unidos.

Hay autores que insisten en que actualmente la educación ambiental no es un campo de estudio, sino que es un proceso, y la falta de consenso entre los distintos autores sobre la definición del término ha traído consigo interpretaciones erradas en correspondencia con el propósito de la educación ambiental. Por ello, que se propone el término de educación para el desarrollo sostenible, por estar más acorde con el propósito principal de la educación ambiental: "el aumento de la toma de conciencia en los ciudadanos comprometiéndolos en decisiones y acciones que afectan su vida y su entorno, es decir, el alcance del desarrollo sostenible".

En la primera Conferencia Intergubernamental de la UNESCO celebrada en 1979 se define como: el proceso que consiste en reconocer valores y aclarar conceptos con el objeto de fomentar las actitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, su cultura y su medio biofísico. La educación ambiental entraña también la participación en la toma de decisiones y en la propia elaboración de un código de comportamiento con respecto a las cuestiones relacionadas con la calidad del medio ambiente.

Asimismo, la definición propuesta en la Estrategia Ambiental Nacional del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de la República de Cuba en 1997, coincide con la que se presenta en la Ley No.81 del Estado cubano sobre el Medio Ambiente del propio año. Aquí la educación ambiental está vinculada a la adquisición de habilidades por parte de los ciudadanos para el desarrollo de mejores relaciones entre estos y el medio ambiente. Así, la educación ambiental es un: proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y  de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para  propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible.

En el marco de la educación ambiental, la educación en valores debe permitir a las personas descubrir por sí mismas los elementos de su propio sistema de valores, los cuales, no siempre son coherentes ni se comportan de igual forma en todos los individuos. La carencia de este sistema de valores bien determinado, instalará al sujeto en una indefinición y vacío existencial que lo dejará a merced de criterios ajenos pues, dicho sistema procede como regulador de sus actuaciones.

En la labor docente y educativa debe producirse un proceso de acumulación de conocimientos y convicciones de los estudiantes que garanticen por un lado, el desenvolvimiento de las capacidades asociadas a garantizar un profesional competente con un desempeño de excelencia acorde con las necesidades de desarrollo de la nación y del mundo, y por otro, la creación de convicciones que generen un compromiso social con su país, promueva la ética de la profesión, la honestidad científica, y ciudadana, así como el sentido de la creatividad, la conservación y el enriquecimiento de los valores nacionales y de las mejores tradiciones universales. Las nuevas generaciones y en especial las del mundo subdesarrollado y los profesionales cubanos tienen que luchar por una economía sustentable, socialmente justa, preservando e inclusive rescatando nuestro ecosistema.

Tratamiento al medio ambiente en la asignatura electricidad aplicada

  • a. Estrategia curricular de Formación Medioambiental

La estrategia curricular de Formación Medioambiental (Programa Analítico Electricidad Aplicada. 2014-2015) contempla de manera explícita las directrices para el tratamiento al tema del medio ambiente en la asignatura Electricidad aplicada I. Textualmente en la estrategia se plantea: Se debe trabajar en lograr que los estudiantes adquieran una sólida formación ambiental que les permita contribuir al Desarrollo Sostenible del país. Se debe dejar claro que los lubricantes de los transformadores son agentes contaminantes del medio ambiente, de ahí que su uso y aplicación se debe hacer cumpliendo con las exigencias de las normas internacionales. Se debe enfatizar en que las fuentes no renovables de energía son altamente agresivas al medio, por lo que debe primar la tendencia al uso, siempre que sea posible, de fuentes renovables. Debe ser transmitido a los estudiantes, como premisa en el diseño e instalación de equipos y redes, la consideración de la racionalidad en el aprovechamiento de los recursos y eficiencia en el consumo energético. Durante el mantenimiento y la reparación se debe considerar el reciclado de los componentes.

  • b. Tratamiento al medio ambiente por temas en la asignatura

En la Asignatura Electricidad Aplicada son tratados aspectos ambientales en los diferentes temas (Programa Analítico, 2014). Al abordar las fuentes de energía (figura 1) en el tema "La electricidad y la Ingeniería Mecánica" se enfatiza en los aspectos ambientales asociados. Las fuentes se clasifican en renovables y no renovables, siendo estas últimas las que impactan de manera más negativa al medio ambiente al emitir dióxido de carbono, al tiempo que las renovables o no generan CO2 o conciben el aprovechamiento del CO2 generado, como es el caso de la biomasa.

Es evidente que las fuentes no renovables están destinadas al agotamiento, en periodos de pocos años para algunas de ellas, como los combustibles fósiles. Otras fuentes no renovables como los combustibles nucleares, además de los riesgos asociados con posibles escapes radioactivos, requieren de condiciones especiales de vertimiento.

edu.red

Figura 1. Fuentes energéticas (CUBASOLAR, 1996).

En los temas "Circuitos de Corriente Directa", "Simplificación y medición de parámetros en redes eléctricas" y "Circuitos de Corriente Alterna" se enfatiza en la racionalidad en el diseño de los circuitos y redes con vistas a disminuir los consumos energéticos de las máquinas e instalaciones.

En los temas "Máquinas eléctricas" (transformadores, motores y generadores) e "Instalación y protección de máquinas" se aborda el aspecto medioambiental al referirse a los transformadores refrigerados con aceite. Los escapes de aceite al medio afectan el manto freático, por ello existen procedimientos de control para el vertimiento de estos.

En un sentido más general, durante las reparaciones los diferentes componentes de las máquinas eléctricas son reciclados como chatarra clasificada, según el tipo de metal o aleación. Al abordar las instalaciones y la protección de las máquinas se hace énfasis en la mayor eficiencia de las instalaciones y e3l consecuente aprovechamiento de los recursos.

Conclusiones

  • 1. El tema medioambiental es adecuadamente considerado en los documentos legislativos con vistas a la obligatoriedad de su complimiento.

  • 1. La educación ambiental debe verse con un enfoque: Histórico, Social, Cultural. Como los hombres modelan, estructuran, como asimilan y desarrollan el medio ambiente que se traduce en actitudes, hábitos, costumbres y valores.

  • 2. Los documentos metodológicos de todos los niveles de enseñanza contemplan la educación ambiental; no obstante, en la práctica no se logra la creación de una cultura ambiental en los profesionales de las ciencias técnicas con el consecuente riesgo de toma de decisiones inapropiadas.

  • 3. La asignatura Electricidad Aplicada considera la creación de una cultura ambiental, mediante el tratamiento de estos aspectos en todos los temas que se abordan, en cumplimiento de la Estrategia Curricular de Medio Ambiente.

Bibliografía

  • 1. Alfonso-Peraza A, 2012. Monografía "Protección Ambiental en Cuba" http://www.monografias.com/trabajos93/proteccion-ambiental-cuba/proteccion-ambiental-cuba

  • 2. Ley No 81, 1997 "Del Medio Ambiente"

  • 3. Constitución de la República de Cuba, 1976

  • 4. Ley No. 33, 1981"De Protección del Medio Ambiente y el Uso Racional

  • 5. de los Recursos Naturales"

  • 6. Decreto – Ley No. 118, 1990 " Organización, estructura y funcionamiento del Sistema Ambiental Cubano"

  • 7. Programa Analítico Electricidad Aplicada a la Ingeniería Mecánica I, 2014-2015.

  • 8. CUBASOLAR. "El camino hacia la era solar". MINED, 1996, 40 pag.

 

 

Autor:

Lic. Aracelys Alfonso Peraza1,

Ing. Agustín González Rodríguez2

1 Residencia Estudiantil, Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.

2 Facultad de Eléctrica, Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.