- La complejidad irreductible
- Estupefacientes
- Un arquetipo del drogadicto
- Crueldad de la naturaleza
- Generosidad y perdón de Jesús
- La superbondad
- La superbondad evolutiva
- Fuentes bibliográficas
Todo aquello que la ciencia aún no ha comprendido o explicado, es decir, la ignorancia aún no superada, es para los creacionistas la manifestación más contundente de la existencia de dios. Para demostrarlo argumentan desde su falta de información, desactualización o ignorancia en lugar de recurrir a procedimientos científicos para tratar de esclarecer estos vacios de conocimientos. Buscan estos vacios de conocimientos denodadamente e intentan con ellos ampliar el espacio y el poder de dios. Pero desafortunadamente para ellos y afortunadamente para la razón científica estos vacios y el dios con que los llenan han ido desapareciendo.
Lo anterior es una nefasta consecuencia del proceder de las religiones al enseñar a sus fieles a encontrar seguridad y felicidad en la ignorancia. Afirman que la ilustración vuelve soberbias a las personas hasta el extremo de atreverse a juzgar o negar a dios.
Tanto místicos como científicos están directamente relacionados con la ignorancia. A los místicos les proporciona los misterios con que se regocijan, y por ello no están interesados en acabarla sino en conservarla. Para los científicos constituye el reto y satisfacción fundamentales de su trabajo, al investigarla y superarla.
Hasta ahora la ignorancia ha sido necesaria para teólogos y científicos. Para los primeros como soporte de sus teologías populistas y proclamación del fracaso de la ciencia ante dios, por no haber encontrado aún respuestas a lo que ellos proclaman como vacios de conocimiento. Para los científicos como posibilidad permanente de ampliar el volumen de conocimiento y la comprensión del universo.
La teología de los vacios en el registro de fósiles se ha convertido en el romance de los creacionistas. Los creacionistas se regocijan con cualquier vacio, pero especialmente con los vacios en los registros de fósiles. Muchas transiciones evolutivas están documentadas por series más o menos continuas de fósiles intermedios gradualmente cambiantes. Otras no, y los eslabones faltantes constituyen los famosos vacios que llenan de júbilo a los creacionistas, porque descubren un nuevo agujero para llenarlo con dios. Si falta algún fósil en la documentación de una transición evolutiva postulada, no hay transición evolutiva, según los creacionistas y hay que admitir la intervención de dios. Pero por su ignorancia los evolucionistas, no saben que es completamente ilógico exigir la documentación completa de cada paso de una narración, tanto en la evolución como en cualquier otra ciencia. Los creacionistas como ciertos defensores del inculpado argumentan que si falta evidencia de algún paso del homicida hasta la escena del crimen, no se le puede acusar del asesinato.
No saben que solo fosiliza una diminuta fracción de cadáveres y que ha sido una gran fortuna haber hallado la cantidad de fósiles intermedios de que se dispone. Olvidan fácilmente que podríamos no haber encontrado fósiles en absoluto, y que la evidencia de la evolución, gracias a otras fuentes como la genética molecular y la distribución geográfica, es aplastantemente convincente.
Los vacios de conocimientos en la mente de los creacionistas están ocupados por dios. Asumen que las áreas con ausencia de datos o conocimiento aún pertenecen a dios.
La complejidad irreductible
El argumento de la complejidad irreductible representa un fracaso de su imaginación. Por decreto han proclamado algunos órganos biológicos irreductibles, como los flagelos bacteriales y las reacciones bioquímicas complejas. No saben explicar y menos demostrar la complejidad irreductible. La ciencia no permite que sigan llamando a la ignorancia palabra divina. Alguno predicadores presentan con espiritualidad y reverencia lo que no saben, su ignorancia, como exclusividad divina.
Los organismos elegantes y eficientes, presentan a veces defectos porque precisamente son productos de una prolongada historia evolutiva si haber sido diseñados. Muchas de la dolencias humanas resultan de nuestros cambios evolutivos durante de miles de millones de años. Entre ellos uno bien importante fue el de pasar de caminar en cuatro patas a hacerlo bien en dos piernas.
Estupefacientes
La lívido, abarca todas las satisfacciones obtenidas al reducir las tensiones provocadas por la excitación de zonas erógenas, o sea, las que producen excitación sexual, como las zonas oral, anal y genital.
Hay estupefacientes muy potentes que actúan de manera directa en el sistema nervioso central. En dosis bajas pueden producir:
Síntomas de carácter antisocial o destructivo.
Trastornos en la edad adulta, algunos tan peligrosos y de tan difícil tratamiento como los delirios.
Atrocidades como las masacres de indios por los conquistadores, la caza de brujas, y la del 11 de Septiembre.
Detonantes de casi todas las guerras.
Reclusión de adictos empedernidos en establecimiento cerrado.
Restricción de relaciones solo con personas del mismo sexo.
Manía de querer reducir el placer sexual de los demás.
Condenación de la homosexualidad con lascivia.
Distorsión de la realidad y adición cuando se usa continuamente en eventos sociales.
Inmunización de creencias contra pruebas reales.
Conversación a solas o con cosas del entorno.
Extraños tics y gestos, como manoteos, movimientos rítmicos de la cabeza de arriba a bajo frente a paredes y varias postraciones diarias con cierta orientación.
En dosis altas pueden producir:
Alucinaciones, voces o imágenes ilusorias que a quienes las padecen les parecen reales. Muchas personas consideran afortunados a las personas que narran alucinaciones intensas de modo convincente y tienden a considerarlas líderes y hasta a venerarlas. Esta patología puede continuar después de la muerte del líder y puede derivar en fenómenos psicodélicos y fantasías con respecto a sus imágenes y reliquias.
Delirios escalofriantes, como miedos a ser torturadas en un mundo irreal.
Morboso acervo punitivo.
Miedo excesivo a la sexualidad.
La cultura del castigo alimentada por estos narcóticos va desde una bofetada hasta lapidación de adulteras, violaciones, azotes, amputaciones, crucifixiones y suicidios para borrar pecados de hermanos transgresores.
Los estupefacientes se pueden conseguir fácilmente en todo el mundo. Los traficantes profesionales:
Expenden narcóticos abiertamente en calles y tiendas construidas expresamente para ello.
Extorsiona, maltratan, torturan y asesinan a sus víctimas, desesperadas por saciar su desafortunado hábito.
Cuentan con padrinos influyentes en las más altas esferas de todas las instituciones poderosas.
Son protegidos y favorecidos por los gobiernos corruptos para que extiendan sus empresas e involucren hasta niños.
Enganchan a niños a drogas que dañan sus cerebros.
Un arquetipo del drogadicto
Con sonrisa de felicidad y extático oía su condena a muerte por múltiples y brutales asesinatos. Impresionaba su falta de remordimiento, de arrepentimiento, por el contrario su actitud era de clara euforia. Levantaba sus puños feliz, jubiloso que fueran a martirizarlo. Aquella sonrisa beatífica, aquella dicha absoluta ante el peligro, son características del drogadicto.
Crueldad de la naturaleza
¿De qué lado está dios?, del de los depredadores inteligentemente diseñados para cazar sus presas, o el de las presas, también inteligentemente diseñadas, para escapar de los depredadores.
El propio Darwin señalo: ¿Qué capellán del diablo no escribiría sobre el funcionamiento torpe, despilfarrador, necio, abyecto y horrendamente cruel de la naturaleza? Entre estos últimos hechos destacó el hábito de varios insectos de poner sus huevos en heridas de animales para que las larvas se alimentaran de sus cuerpos.
La teoría de la selección natural parece hecha a propósito para fomentar el egoísmo a expensas del bien público, con la violencia, la indiferencia, el sufrimiento y la codicia.
Generosidad y perdón de Jesús
Jesús fue teísta porque en su época lo era todo el mundo. El ateísmo no era una opción, ni siquiera para un pensador tan radical como Jesús. Lo interesante y notable de Jesús fue el que se hubiera revelado contra muchos aspectos de la vengativa maldad de Yahvé. Fue uno de los primeros en defender públicamente la bondad. La gente de entonces estaba educada en el miedo a ese dios cruel y vengativo de Abraham e Isaac, e imbuída en las crueldades de los libros Levítico y Deuteronomio, dignas de la Sharia.
Jesús fue un predicador joven y carismático que propugnaba el perdón y la generosidad, era considerado más que radical, subversivo. Por eso no fue extraño que predicara: Se os dijo: ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: resistid el mal ante el bien, al que os abofetee una mejilla, ofrecedle la otra. Al que os quite la túnica, ofrecedle también el manto. Al que os obligue caminar una milla, acompañadle dos. A quien os implore, dadle algo. Al que os pida prestado algo, no le volváis la espalda.
Se os dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por quienes os persiguen.
La superbondad
La paradoja antidarwiniana es un hecho que se puede observar en nuestro entorno, especialmente en las mujeres: personas amables, generosas, serviciales, compasivas, simpáticas, el tipo de personas de quien se dice "buena gente", "bella persona". De ellas se dice: si todas las personas fueran así se acabarían los problemas en este mundo. Deberíamos inyectar a todos los demás lo que a estas personas las hace tan buenas, tan poco egoístas y en apariencia tan poco darwinianas.
Los darwinianos tienen explicaciones para la bondad humana. La teoría del "gen altruista" se propone explicar en qué forma el altruismo y la colaboración entre animales, a nivel individual, puede nacer del egoísmo a nivel genérico.
Pero la superbondad humana va más lejos. Es un desvió y hasta una perversión del planteamiento darwiniano de la bondad, porque en una población en estado salvaje sería erradicada por la selección natural. La superbondad humana también se presenta como una perversión de la teoría de la elección racional, o sea, el cálculo para maximizar el interés personal con que los economistas explican el comportamiento humano.
Estrategias para socializar la superbondad
Aunque desde los puntos de vista de la elección racional, o de la selección natural, la superbondad humana es una soberana tontería, vale la pena fomentarla. La pregunta es ¿Cómo podríamos hacerlo? ¿Cómo podríamos logra que la superbondad se propague como una epidemia? ¿Cómo podríamos incrementar el número de "bellas persona" de "buena gente" hasta que sean mayoritarios en la población?
La estrategia religiosa. Como ejemplo admirable de ideas estúpidas e irracionales que se propagan como epidemia conocemos el de las creencias religiosas: El suicidio religioso, la tortura, la incineración, la ofrenda a dios de personas para ganar el cielo, el celibato, soportar ceremonias religiosas de aburrimiento embrutecedor. ¿Si las personas se contagian de estas estupideces autodestructivas, porque no va ser posible contagiarlas de la superbondad?
Las religiones demuestran que los seres humanos adoptan gustosamente creencias irracionales, que se difunden longitudinal y horizontalmente. Se transmite longitudinalmente de generación a generación y forman en claves locales. Horizontalmente se expanden como epidemias la evangelización y el evangelismo. Se debe aprovechar esa predisposición y vulnerabilidad evidente de las personas a los contagios de irracionalidad, para ponerlas al servicio de una buena causa, la superbondad.
El cristianismo usó esta estrategia: Apósteles dirigidos por Pablo de Tarso, curas predicadores y misioneros dirigidos por obispos, cardenales y el papa, se dedicaron sistemáticamente a aumentar el número de conversos y a mantenerlos encadenados en la fe. Su resultado fue un crecimiento exponencial de cristianos.
Se trata ahora de conseguir un crecimiento exponencial de la cantidad de personas superbuenas.
Conocer modelos de superbondad. No cabe duda de que los seres humanos tienen una gran tendencia a copiar los modelos que admiran. Cuando las circunstancias son propicias estas imitaciones son espectaculares, epidemiológicas. El vestido de una artista, el peinado de un jugador profesional, los tics de presentadores de programas televisivos. Estas peculiaridades tan banales se difunden como virus epidemiológicos.
Aprovechar la industria publicitaria. Esta industria se dedica a difundir masivamente y a mantener en vigencia sus mensajes.
La superbondad evolutiva
La aparición de la superbondad humana es algo sin precedentes en los 400 millones de años de historia de la evolución. La singularidad de la especie humana dentro de la evolución es el fruto de la propia y ciega evolución, no algo creado por una inteligencia omnipotente y omnisciente al margen del universo.
El cerebro humano bajo la acción de fuerzas ciegas de la selección natural evolucionó hasta el punto totalmente imprevisto de extralimitarse y empezar a adoptar comportamientos ilógicos desde el punto de vista del gen egoísta.
La contracepción que divorcia el placer sexual de su función natural es el desvió transparente no darwiniano. Otras extralimitaciones son las actividades intelectuales y artísticas que desde las perspectivas de los genes egoístas derrochan tiempo y energía que debería dedicarse a la supervivencia y a la reproducción.
El cerebro agrandado protagonizó una hazaña sin precedentes en la evolución, poner en funcionamiento la previsión, es decir, calcular consecuencias a largo plazo, superando al beneficio egoísta a corto plazo.
En algunos individuos, el cerebro se extralimitó al permitirles la singular existencia de la superbondad. Los cerebros grandes de estas personas tomaron los mecanismos impulsores y finalistas que triunfan por razones del egoísmo genético, los desviaron de los objetivos darwinianos, lo subvirtieron, los pervirtieron y los encarrilaron por otras vías.
¿Cómo incrementar el número de los superbuenos y propagar sus memes? Conocer y hacer conocer los modelos de los superbuenos como Jesús y Mahatma Gandhi. Jesús cuenta con el honor de separar su ética, realmente original y radical, de las absurdidades sobrenaturales en que se vio envuelto como hombre de su época.
Si jugamos bien nuestras cartas podríamos elevar la sociedad, desde las regiones inferiores desde sus orígenes darwinianos hasta las mesetas bondadosas y compasivas de la sociedad pos-singularidad. Dar un primer impulso a la meme de la superbondad en una sociedad pos-cristiana.
Si Jesús volviera a nacer se escandalizaría de lo que hacen los cristianos en su nombre, y los cristianos lo desconocerían y lo volverían a crucificar.
Fuentes bibliográficas
Richard Dawkins, La veneración de los espacios, Geriniol y Ateos por Jesús, del libro Dios no existe de Christopher Hitchens.
Autor:
Rafael Bolívar Grimaldos