Descargar

Proyecto Etnoeducativo Afrocolombiano


Partes: 1, 2

  1. El problema curricular y pedagógico excluyente de la afrocolombianidad
  2. Visión de contexto de las comunidades afrocolombianas
  3. Aspectos sociales de la situación actual de la población afrocolombiana, y raizal
  4. Justificación
  5. Modelo pedagógico
  6. Contenidos curriculares
  7. Bibliografía

INCORPORACIÓN Y TRANSVERSALIZACIÓN DE LOS ESTUDIOS AFROCOLOMBIANOS EN LOS PLANES DE ESTUDIOS DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS

PROPUESTA Y REFERENTES GENERALES

edu.red

El problema curricular y pedagógico excluyente de la afrocolombianidad

Cuando se decidió construir la nación colombiana, ella se pensó desde las élites criollas y los agentes del blancaje europeo, no desde el conjunto de la diversidad étnica y cultural que configuró a lo largo y ancho de la historia los sujetos, agentes de una impronta cultural construida milenariamente y rediseñada sobre la base de los conflictos del colonialismo esclavista impuesto en América y Colombia en particular.

Conquistada la independencia del imperio español y en el empeño de crear la República, las clases dominantes centraron sus referentes de progreso en los Estados Nación de la Europa blanca desconociendo a rajatabla los sacrificados aportes de los pueblos afros e indígenas en este propósito de nueva república y de nueva nación; fueron invisibilizados de todo el aparato del Estado, de todo los imaginarios colectivos posibles y obviamente de toda la estructura del aparato educativo en ciernes. La iglesia que jugó un rol protagónico y todos los agentes educativos posteriormente se encargaron de eliminar de la escuela, la pedagogía y los currículos cualquier elemento afro, rom e indígena, pero eso si construyeron imágenes y símbolos negativos e inferiorizantes de dichas comunidades heredadas de la colonia con toda su carga racista. Construyendo así hasta el presente un enfoque educativo etnocentrista, generalizante que se impartió hacia todo el país y hacia esas mismas comunidades en pro de negar la diversidad étnica y cultural de la nación real, en contravía de la realidad histórica, de las necesidades sociales, de la pertenencia étnica y de la valoración del patrimonio cultural y biodiverso cada vez más exigente por el mestizaje, la afrocolombianidad y la indocolombianidad, esencia de la interculturalidad y la plurietnicidad colombiana.

Este etnocentrismo curricular, en su recorrido histórico, ha hecho un daño psicológico terrible y profundizado el racismo debido a que fue un instrumento que estimuló la reproducción de la discriminación y el prejuicio racial de los colombianos. El pueblo afrocolombiano, rom e indocolombiano fueron educados para no autovalorarse, sino para estigmatizarse con los valores y referentes del blancaje que promovieron muchas disciplinas como la historia, la antropología racista, la filosofía occidental y unicosmovisional, el lingüísmo y la religión conservadora, entre otras. El educando mestizo, por consiguiente, fue formado para no valorar y respetar las diferencias étnicas, fue obligado a no reconocer su identidad y diversidad multiétnica (africana, europea, rom e indígena).

La educación tradicional, en su concepción colonial del etnocentrismo cultural y de la xenofobia, marginó en el contexto curricular la formación de la etnicidad y subalternizó la condición de los grupos poblacionales al concepto de "Minorías Étnicas" para aminorar la importancia de los afrocolombianos, rom e indígenas en la nación colombiana, con la negación y ocultación de la participación, el protagonismo y efectividad de las comunidades étnicas en el desarrollo económico, social, libertario, cultural, científico, técnico, político e intelectual de Colombia.

Visión de contexto de las comunidades afrocolombianas

(Documento de la Subcomisión de Planeación y Desarrollo de la Consultiva de Alto Nivel de Comunidades Negrasdel cual también soy autor)

La población Afrocolombiana hoy se encuentra distribuida en todo el territorio nacional, sin embargo, existen regiones caracterizadas como de mayor presencia Afrocolombiana en razón al proceso histórico y demográfico producido por los movimientos sociales de resistencia y de liberación llevados a cabo por los ancestros africanos en territorio colombiano, a través del cimarronaje y la formación de palenques. De allí su presencia mayoritaria en las regiones de la Costa Pacífica donde el afromestizaje ha sido menor que en otras regiones y en los que se mantienen asentamientos que se caracterizan por la conservación de prácticas culturales ancestrales definidas por una territorialidad propia.

Así mismo, se encuentra a lo largo de la Costa Atlántica desde el Urabá hasta la Guajira, en todos los departamentos de la franja costera del Caribe colombiano, con núcleos humanos originados en los palenques pero con un proceso de afromestizaje más intenso que en la Costa Pacífica. En los valles interandinos existen también importantes asentamientos en los departamentos de Risaralda, Caldas, Quindío y Antioquia; y en menor escala en otros departamentos de la Orinoquía, y Amazonía, producto principalmente de procesos más recientes de emigración. Los raizales originarios del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, constituyen un grupo con características socio-culturales y lingüísticas diferenciadas con un fuerte mestizaje e identidad anglo- afro-caribeña.[1]

La referencia de la ubicación más representativa de esta población, culmina con las presencia en las grandes capitales como Bogotá, Cali y Medellín, que si bien venía presentándose con una dinámica propia de movilidad social de los seres humanos en busca de oportunidades de empleo y de servicios, en los últimos años se ha acelerado por el proceso de desplazamiento, consecuencia del conflicto armado y la presencia de grupos ilegales en los territorios ancestrales.

2.1Distribución poblacional Afrocolombiana

Gráfico 1Participación de los afrocolombianos en cada departamento

edu.red

Fuente: DANE, Censo 2005 "Colombia una nación multicultural, su diversidad étnica" p.11

Gráfico 2. Distribución de la población afrocolombiana a nivel nacional

AFROCOLOMBIANOS

Departamento

%

Valle del Cauca

25,63

Antioquia

13,87

Bolívar

11,68

Choco

6,72

Nariño

6,35

Cauca

6,01

Atlántico

5,33

Córdoba

4,51

Sucre

2,86

Magdalena

2,59

Resto de Dptos.

14,49

Total

100%

Fuente: DANE, Censo 2005.

De acuerdo con la valoración realizada por el DANE[2]la población está altamente concentrada en pocos departamentos; Chocó, archipiélago de San Andrés Providencia y Santa Catalina, Bolívar, Valle del Cauca y Cauca, concentran el 50% de los afrocolombianos y representan el 18% del total de población del País. Por Distribución de la población en el contexto nacional, el Valle del Cauca, Antioquia y Bolívar son los departamentos de mayor representación afrocolombiana, seguidos con una diferencia significativa por Chocó, Nariño y Cauca. Los departamentos con población por encima del 10%, – de menor a mayor- Magdalena, Atlántico, Antioquia, Cesar, Córdoba, La Guajira, Sucre, Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Bolívar, archipiélago y Chocó representan el 52% de la población total del país y el 90% de los afrocolombianos.

De acuerdo con el perfil municipal se pueden diferencias regiones y subregiones con mayor población afrocolombiana y raizal.

  • La Costa del Pacífico (Departamentos de Chocó, Valle, Cauca y Nariño)

  • Los valles interandinos de los ríos Patía, Cauca, y Magdalena (departamentos del Cauca, Valle, Antioquia, Tolima, Huila, Santander y Cesar)

Ilustración 1Regiones y subregiones con mayor población afrocolombiana y raizal.

edu.red

  • El Eje Cafetero (Caldas, Risaralda, Quindío)

  • La Costa Atlántica (Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena y La Guajira)

  • El archipiélago de San Andrés y Providencia

  • Pie de Monte Amazónico y la Orinoquía (Putumayo y Caquetá)

  • En la Bota Caucana, al sur del departamento del Cauca

  • En las ciudades de Cali, Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cartagena, entre otras.

2.2 Participación de Afrocolombianos, respecto a la población total departamental

edu.red

Fuente: DANE, "Mapas Temáticos," Censo General 2005

Por regiones, tomando como referencia la ubicación de los departamentos, la población afrocolombiana se encuentra concentrada en el Pacífico con un 44,71% y en el Atlántico con un 26,97% sobre el total de población afrocolombiana. Otras regiones como los valles Interandinos, la región insular y la zona del Magdalena medio son representativas de acuerdo con la información del perfil poblacional por municipios.

2.3 Diagnóstico – Situación actual de la población afrocolombiana

Las condiciones actuales de la población Afrocolombiana, están relacionadas con procesos históricos, sociales y culturales vinculados a la trata esclavista transatlántica de los africanos traídos a América y al Nuevo Reino de Granada; las condiciones de inequidad, exclusión y discriminación en las que se desarrollaron y la invisivilización de sus aportes en la construcción de la Nación hacen parte de este contexto histórico, social y económico. A esta situación se atribuyen las principales causas de la marginalidad, la desigualdad y la pobreza de este grupo con respecto al resto de la población. Los datos y descripción de la situación de la población afrocolombiana en los campos económico, social, territorial, ambiental, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario que se presentan en datos estadísticos levantados por NBI, IDV, Naciones Unidas, PNUD, entre otros, así lo demuestran.

2.3.1 Aspectos económicos en la situación actual de la población afrocolombiana.

El análisis de la situación de la población afrocolombiana desde la variable económica, se realiza a partir de un ejercicio de exploración a diferentes escalas geográficas de análisis de población en sus diferentes componentes sociodemográficos, socioeconómicos y de condiciones de vida en términos comparativos con los otros grupos de población nacional étnica y no étnica para cada escala geográfica y entre ellas. A partir de este análisis se busca valorar y medir el tipo de desigualdades que enfrenta la población afrodescendiente, teniendo en cuenta la perspectiva étnica, territorial y de género. De esta manera se busca que el análisis económico, sirva como línea de base para formular propuestas de política entre ellas educativas.

Relación Raza – Pobreza en la población afrocolombiana.Las primeras investigaciones que consideraron la característica étnico-racial en las condiciones de vida a nivel regional se efectuaron sobre la ciudad de Cali a partir de los resultados del Proyecto Cidse-Ird-Colciencias[3]sintetizado en Barbary y Urrea (2004). Muy sucintamente, los hallazgos de estos estudios sugieren la mayor vulnerabilidad sociodemográfica y peores condiciones de vida para la población afrocolombiana en la ciudad de Cali. Además, el análisis del mercado laboral encontró que los afrocolombianos, en especial, las mujeres, enfrentan desventajas en sus oportunidades laborales, representadas en mayores tasas de desempleo e inserción diferencial en ocupaciones de bajo estatus en el mercado de trabajo frente a los no afrocolombianos. Esto insinuaría que las inequidades en el mercado laboral para los afrocolombianos podrían ser el resultado de sus orígenes sociales más empobrecidos, el color de la piel y relaciones de género, los cuales fijarían sus opciones de éxito económico.

Portilla (2003) intenta probar la existencia de discriminación racial en el mercado laboral de la ciudad de Cali para el año 1999, a partir de los factores asociados con el estado laboral (empleado en el sector formal, empleado en el sector informal, desempleado). El análisis de las dotaciones de capital humano controlando por raza y sexo para afrocolombianos y no afrocolombianos reveló que existen diferencias importantes a favor de los no afrocolombianos, esto reflejaría mayores dificultades de los afrocolombianos en el acceso a educación y capacitación en el sitio de trabajo (Portilla, 2003: 25), mayores exigencias de capital humano de parte de los empleadores para la población afrocolombiana, que puede ser interpretado como discriminación en el mercado laboral.

Recientemente, Viáfara (2005 y 2006) encuentra un efecto diferencial racial y por género en la movilidad social en Cali, medido por el logro educativo y el estatus socio-ocupacional en el primer empleo. Bernal y Cárdenas (2005) analizan las desigualdades étnico-raciales de la salud, especialmente referidas a la población afrocolombiana, concluyendo que ellas obedecen más a factores de pobreza que a la condición étnico-racial. Barbary y Estacio (2005), utilizando un modelo no paramétrico de curso de vida encuentran diferencias significativas que limitan la movilidad social de las mujeres negras educadas en Cali. Urrea Viáfara y Ramírez (2005) realizan un estudio donde miden la incidencia y determinantes de la pertenencia étnica – racial en las probabilidades de estar en una situación de pobreza o miseria para grupos étnico-raciales frente a los no étnico-raciales al nivel nacional, urbano y rural (censo de 1993 y la Encuesta de Calidad de Vida del 2003). Los resultados sugieren que a iguales características (sexo del jefe del hogar, edad del jefe del hogar, clima educativo promedio del hogar, tamaño del hogar, región de residencia, zona de residencia, participación en el mercado laboral, PIB per. cápita, tasa de dependencia) los hogares afrocolombianos tienen una mayor probabilidad de estar en situación de pobreza y miseria en relación con la población no étnica[4]

De acuerdo con estas experiencias, se analizaran las variables de vulnerabilidad sociodemográfica, las condiciones de vida (educación, salud), la participación en el mercado laboral y el desempleo en la población afrocolombiana para mostrar la relación entre la procedencia étnica – afrocolombiana y la pobreza.

La vulnerabilidad sociodemográfica[5]en la población afrocolombiana.

edu.red

Esta variable se analiza a partir de los patrones sociodemográficos según tasas de dependencia, tamaños de los hogares y tasas de jefatura femenina en las regiones Atlántica y Pacífica comparándolas con el total nacional urbano y rural; introduciendo luego, algunos indicadores de condiciones de vida (inasistencia escolar, analfabetismo, clima educativo promedio del hogar y pobreza). Al observar las tasas de dependencia, tamaños de los hogares y tasas de jefatura femenina (Tabla 2), se pueden resaltar una serie de tendencias importantes:

  • 1. Las tasas de dependencia juvenil y total, urbanas y rurales a nivel nacional son mayores para los hogares afrocolombianos, lo cual muestra que son hogares con estructuras poblacionales más jóvenes que el conjunto de la población colombiana y esto incide en los tamaños promedio de los hogares por encima del promedio nacional urbano y rural.

  • 2. Las tasas de dependencia por encima del promedio nacional en la región del Pacífico, sugieren una región con población afrocolombiana ampliamente mayoritaria, en condiciones de atraso en relación con las dinámicas de modernización/modernidad del conjunto del país. En contraste, los hogares no afrocolombianos presentan tasas mayores de dependencia senil, asociado a patrones demográficos más modernos.

  • 3. En concordancia con el mayor porcentaje de dependientes -ya sean juveniles o seniles- el tamaño promedio de hogar es más altos para los afrocolombianos urbano y rural. La región Atlántica presenta los mayores tamaños de hogar seguida de cerca por la región Pacífica, aunque los diferenciales entre hogares afrocolombianos y no afrocolombianos son mayores en ésta última.

  • 4. La tasa de jefatura femenina es ligeramente mayor para los hogares afrocolombianos en el agregado nacional. No obstante, la zona rural muestra una notable diferencia – menor- en la jefatura femenina para afrocolombianos; en tanto en la zona urbana, el porcentaje de hogares jefados por mujeres es muy similar para todos los grupos poblacionales. Los resultados en el agregado nacional oculta especificidades regionales. Por ejemplo, la región Pacífica presenta tasas más altas de jefatura femenina frente a la región Atlántica en hogares afrocolombianos. Esto puede tener que ver con factores culturales relacionados con la estructura social, la organización del hogar como una unidad de producción y los roles de género. Lo que se refleja en las altas tasas de participación laboral de las mujeres en la región Pacífica.[6] Sea como fuere debe señalarse que un mayor porcentaje de hogares jefados por mujeres ha sido tradicionalmente asociado con mayores limitaciones en la generación de ingresos que pueden resultar en mayores niveles de pobreza para este tipo de hogares.[7]

Condiciones de vida (educación, salud) y pobreza.En la sección anterior se demostró que los hogares afrocolombianos presentan una mayor vulnerabilidad sociodemográfica frente a los no afrocolombianos que se representa en mayores niveles de dependencia, tamaños de hogar y tasas de jefatura femenina. También se observó que las regiones de mayor concentración de población afrocolombiana, en especial la región Pacífica, presentan desventajas sistemáticas frente a otras regiones del país. En esta sección se indaga si la mayor vulnerabilidad sociodemográfica se asocia con inferiores condiciones de vida (educación y salud) y situaciones de pobreza para los afrocolombianos y en la regiones de mayor concentración de población afrocolombiana.

edu.red

A estos efectos, los afrocolombianos muestran mayores tasas de inasistencia escolar a temprana edad, en el primer y tercer grupo de edad (5 y 6 años) y entre los (7 a 11 años); es importante advertir que en los grupos de edad más avanzados

los diferenciales se reducen drásticamente (ver, tabla 3).[8] Estos diferenciales tienden a ser más acentuados en la zona urbana que para la rural lo cual muestra las mayores desigualdades étnico-raciales en las condiciones de vida urbanas.

edu.red

Según regiones, la Pacífica presenta las tasas de inasistencia escolar más altas para los afrocolombianos y también los diferenciales más altos en relación con los no afrocolombianos. Los mayores porcentajes de inasistencia escolar para los afrocolombianos, probablemente,estén asociados con un mayor costo oportunidad de vincularse a temprana edad al mercado de trabajo. En este sentido, Viáfara (2005), utilizando análisis de supervivencia en tiempo discreto para la ciudad de Cali, demostró que las mayores tasas de deserción escolar de los individuos pertenecientes a los hogares afrocolombianos no se producen solamente por tener padres más pobres, sino también por mecanismos institucionales de estratificación social que inducen a tales resultados, y que podrían ser interpretados como discriminación étnica-racial.

El mayor porcentaje de inasistencia escolar deriva en un mayor índice de analfabetismo para la población afrocolombiana (ver tabla 3) cuyas tasas superan las del resto de la población con mayores desigualdades para las mujeres; para la misma población en la región Pacífica las tasas fueron dos veces más altas (ver nuevamente, la tabla 3). A su vez, los mayores niveles de analfabetismo e inasistencia escolar derivan en un menor capital escolar para los afrocolombianos en general.

Según nivel educativo, un mayor porcentaje de afrocolombianos se encuentra en los niveles inferiores y por lo mismo menor porcentaje de individuos en los niveles de educación superior (Ver tabla 4). Nuevamente las mayores desigualdades étnico-raciales en el acceso a la educación superior se presentan en la zona urbana de la región Pacífica y Atlántica. Las menores oportunidades educativas para los afrocolombianos implican a su vez limitaciones para acceder a las ocupaciones de mayor estatus y remuneración y también menos oportunidades de desarrollo empresarial.

Tabla 1 Tasa de inasistencia escolar por grupos de edad, analfabetismo (población de 5 y más años) y clima educativo promedio para población afrocolombiana y no afrocolombiana

edu.red

Fuente: ECH-Junio del 2004.[9]

Tabla 2 Distribución de la población por región, grupo étnico y género, según máximo nivel educativo alcanzado

edu.red

Las condiciones de vida se denotan más críticas para la población afrocolombiana cuando se observa el porcentaje de individuos afiliados a los servicios de salud. La tabla 5 muestra la menor tasa de afiliación en salud para los afrocolombianos en el total nacional. Cabe destacar las fuertes desigualdades en la tasa de afiliación en salud para los afrocolombianos en las zonas rurales. En conexión con los indicadores anteriores la región Pacífica muestra la menor tasa de afiliación para los individuos pertenecientes a hogares afrocolombianos y además los diferenciales más fuertes en relación con la población no étnica; en este orden de ideas le siguen el departamento del Valle del Cauca y la región Atlántica.

Tabla 3 Tasa de afiliación en salud por región y tipo de hogar

edu.red

Fuente: Urrea, Viáfara y Ramírez (2005:52)

Por otro lado, los indicadores de pobreza según LP/LI y NBI muestran los mayores índices para los hogares afrocolombianos que para los no étnicos en correspondencia con la mayor vulnerabilidad sociodemográfica, menor educación y afiliación a salud (ver, tabla 6). En este mismo sentido, la pobreza según NBI muestra importantes desigualdades entre hogares afrocolombianos y no étnicos para el total nacional. La tendencia es similar a la mostrada en la metodología LP/LI manteniendo las fuertes desigualdades para la región del Valle del Cauca.

Tabla 4 Población Pobre según tipos de hogares, regiones y total nacional urbano-rural

edu.red

Fuente: ECV-2003[10]

Los resultados del Método Integrado de Medición de la Pobreza (MIP).[11]– MIP – se presentan en la tabla 7. Sucintamente se puede advertir el mayor porcentaje de hogares afrocolombianos en pobreza crónica; una menor proporción de hogares en situación de pobreza reciente, lo cual sugiere que la crisis de los primeros años de la década en marcha tuvo un mayor efecto en los hogares no afrocolombianos ( excepto en el Valle del Cauca) probablemente por la posesión histórica de un mayor número de activos; las pobreza inercial es mayor para los hogares afrocolombianos debido a las peores condiciones estructurales en las regiones de mayor concentración de población afrocolombiana; por último los afrocolombianos tienen una menor proporción de hogares en condiciones de integración social en general (con excepción de San Andrés).

Vale la pena resaltar las amplias desigualdades presentes en el departamento del Valle del cauca entre los hogares afrocolombianos y no étnicos. Es decir pareciera que existe un "trade off" entre pobreza y desigualdad para la población afrocolombiana en el Valle del Cauca departamento con el mayor porcentaje de población afrocolombiana en el país (Censo 2005) lo que es coincidente con la mayor inmovilidad social en Cali y región Pacífica frente a otras ciudades y regiones en Colombia (ver, Nina y Grillo [2000 ]; Gaviria [2002]; Viáfara [2005]), lo cual expresaría una mayor desigualdad en el acceso a los activos socialmente valorados que inducen una mayor desigualdad del ingreso y que podrían ser el resultado de la mayor exclusión social y discriminación en el departamento del Valle del Cauca y la región Pacífica.

Tabla 5 Método Integrado de Pobreza según tipos de hogares, regiones y total nacional urbano-rural

edu.red

edu.red

Fuente: ECV-2003, Cálculos Viáfara Carlos A, con los mismos valores de LP y LI construidos por la Misión para el Diseño de una Estrategia para la Reducción de la Pobreza y la Desigualdad del DNP.

Mercado Laboral y Desempleo. Debido a que en una economía de mercado moderna la mayoría de individuos obtiene sus ingresos a partir de su participación en los mercados laborales como empleados, trabajadores cuenta propia o patrones o empleadores; las características institucionales de éste van a ser cruciales en las oportunidades de éxito económico de los individuos pertenecientes a diferentes grupos sociales. En este sentido los mayores niveles de pobreza que muestran los individuos afrocolombianos en el país son el resultado de su participación en el mercado laboral que induce a una inadecuación de ingresos y desde los mayores niveles de pobreza y peores condiciones de vida. A continuación se presenta una descripción analítica de la situación del mercado laboral en el país en el primer semestre del año 2004, según regiones y característica étnico racial y género de los individuos.

El mercado de trabajo se examina a través de los indicadores estándar (ocupación, participación, desempleo).

La tabla 8 muestra los indicadores estándar del mercado laboral para las zonas urbanas y rurales. La tasa de desempleo en Colombia en la zona urbana era de 15.5% y en la zona rural 8.3% en el primer semestre del 2004. De acuerdo con la tendencia, la tasa de desempleo muestra amplias variaciones entre las zonas de residencia, los diferentes grupos y su desagregación revelan grandes disparidades, tanto entre los géneros como entre las razas.

Las tasas de desempleo son más altas para los afrocolombianos que para los no afrocolombianos en el agregado nacional urbano. Esta mayor tasa de desempleo se explica por las grandes discrepancias de las mujeres afrocolombianas en relación con sus congéneres; mientras los hombres afrocolombianos muestran ligeramente una menor tasa de desempleo en comparación con los no afrocolombianos. Este comportamiento no muestra muchas variaciones según regiones y en la zona rural.

Tabla 6Tasa de ocupación, tasa global de participación y tasa de desempleo según género, tipos de hogares, regiones y total nacional

Fuente: ECH-Junio del 2004.[12]

edu.red

Fuente: ECH-Junio del 2004.[13]

Para identificar las diferenciales en los índices de desempleo entre grupos étnicos-raciales y por género es preciso analizar los factores de oferta y demanda laboral que se encuentran implícitos en la tasas de desempleo. En tal sentido, la tasa global de participación es más alta para los afrocolombianos que para los no afrocolombianos tanto para los hombres como para mujeres. Este comportamiento, que es muy similar para las zonas urbanas y rurales, revela el mayor esfuerzo que realizan los afrocolombianos, en especial las mujeres, para tratar de disminuir el riesgo de caer en situaciones de pobreza e indigencia por ingresos.[14]No obstante, los datos sugieren una calidad muy inferior de los empleos para los afrocolombianos; estos en un mayor número consideran que su empleo actual no les proporciona los ingresos necesarios para solventar sus gastos personales y los de sus familias. Este conjunto de observaciones sugiere peores condiciones en el mercado laboral para los afrocolombianos con una mayor desventaja en indicadores laborales en especial para las mujeres, las cuales exhiben una "doble desventaja", ser afrocolombianas y ser mujeres.

Conclusión sobre la situación actual en lo económico. La población afrocolombiana y raizal, enfrenta una mayor situación de pobreza y miseria con relación al promedio nacional debido a comportamientos sociodemográficos y peores condiciones de vida que inducen su reproducción intergeneracional (Livi-Bacci, 1990). Ésta se caracteriza por tener una estructura de edad más joven, mayor tamaño promedio del hogar, mayor nivel de analfabetismo y mayor porcentaje de inasistencia escolar. Estas características, excepto pocas excepciones, derivan en logros educativos inferiores e inserción temprana en ocupaciones de bajo estatus, lo cual provoca bajos ingresos que no permiten generar las capacidades mínimas aceptables para superar su situación (Sen y Foster, 2003). A su vez, los bajos niveles de ingresos y la poca participación en los mercados de bienes y servicios y financieros son el resultado de una menor inversión en recursos públicos para el desarrollo en las áreas geográficas de mayor concentración de población afrocolombiana (escolaridad, salud, reforma agraria, mercados financieros y las actividades y estructura de impuestos de los gobiernos locales), y a la exclusión y discriminación étnico – racial por parte de la sociedad colombiana.

Aspectos sociales de la situación actual de la población afrocolombiana, y raizal

Las desventajas ya señaladas desde la variable económica para la población afrocolombiana y raizal, -índices más elevados de pobreza- inciden de forma directa en su situación social que se caracteriza por sus bajos índices de desarrollo humano con relación incluso a otros sectores de población definidos como pobres en el país.

edu.red

Fuente: http://blogs.tn.com.ar/eldesagradable/files/2012/03/11.jpg

A este respecto, en el año 2000 el Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL afirmó: "Al inicio de este nuevo milenio, aún subsisten en nuestra región formas de discriminación que se manifiestan de manera palpable en los indicadores económicos y sociales de los grupos indígenas, afrolatinos y afrocaribeños. La pobreza extrema es una característica de estas poblaciones, que se refleja de manera dramática, entre otras cosas, en la esperanza de vida al nacer, la escolaridad, el analfabetismo, los niveles de desnutrición, las condiciones de salud y los servicios públicos con que cuentan. Así mismo, su acceso a la justicia y a la deliberación política es inferior a los niveles medios de la población de la región."[15].

En este marco, el análisis de la situación social, tendrá como punto de partida los indicadores sociales y culturales haciendo énfasis en los componentes de educación –retomando los ya tratados en el eje económico-, salud, seguridad social, servicios básicos y vivienda. Los aspectos relacionados con los procesos organizativos e institucionales; lo cultural y género, se abordarán de manera transversal.

Situación actual de la población afrocolombiana en el área Educativa.

La Ley 115 de 1994, define a la educación como un "proceso permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes"[16], en este sentido, la educación cumple un papel clave en la sociedad, no sólo como un derecho fundamental, es además un elemento primordial para el desarrollo humano, social y económico de las personas.

"La educación para los grupos étnicos hace parte del servicio público educativo y exige al sistema el reconocimiento de la condición de pluralidad de la sociedad en conjunto, con propuestas pedagógicas que permitan, cada vez más, dar respuestas incluyentes a las múltiples expresiones de la diversidad…"[17].

Para efectos de medir el cumplimiento por parte de los Estados frente a sus obligaciones con relación al derecho a la educación, se han sintetizado (N.U)[18] los núcleos esenciales del derecho a la educación en cuatro características in – escindibles: disponibilidad, acceso, permanencia y calidad.

Por disponibilidad se entiende el derecho de toda niña o niño a la existencia de un sistema educativo público que garantice la planta de docentes mínima para atender las necesidades del servicio y las escuelas suficientes en el ámbito nacional para los niveles de enseñanza básica. El derecho de acceso se refiere a la posibilidad que deben tener todas las niñas y niños de acceder a la educación pública básica obligatoria gratuita. La garantía del acceso a las escuelas se relaciona especialmente con la prohibición de la discriminación. El principio de no discriminación no debe ser objeto de aplicación progresiva sino que debe conseguirse inmediata y plenamente.

En virtud del derecho a la permanencia debe permitirse a toda niña o niño mantenerse en la educación básica pública gratuita, sin ser excluido. El derecho a la calidad consiste en el derecho del estudiante a alcanzar los objetivos y fines reconocidos constitucional y legalmente, independientemente de sus condiciones socioeconómicas o culturales, y a desarrollar las capacidades necesarias para producir conocimiento.

Teniendo en cuenta los principios y fines de la educación y los lineamientos de la política, el siguiente diagnóstico se hará con relación a la cobertura, la calidad, la pertinencia, los avances en el campo de la etnoeducación así como la distribución del servicio acorde con la ubicación geográfica y la situación urbana o rural.

  • Acceso y cobertura educativa en la población afrocolombiana y raizal.

Un informe de la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Educación Nacional –MEN-, da cuenta de un incremento total de 246.256 nuevos cupos sobre matrículas en los niveles de básica y media, entre el 2004 y el 2005, en departamentos de influencia Afrocolombiana; más cuando la información se específica respecto a la población afrocolombiana y raizal los datos no son significativos. Esta información sólo da cuenta de la matrícula pero no de la permanencia en el sistema y la repitencia, que son factores determinantes en estas poblaciones[19]Departamentos como el Chocó reportaron una cobertura bruta en matrícula del 94% (2002) pero sólo alcanzó el 66.1% en promedio de asistencia (2003), situación que se repite en Nariño y Bolívar que reportaron 70% y 76% de matrículas (2002) y en el 2003 tuvieron las tasas de asistencia más bajas en su región con un 49.1% y 59% respectivamente.

Según los datos (ver cuadro siguiente), la cobertura no es uniforme y en todos los casos hubo mayor concentración de la atención en las cabeceras tanto para la población Afrocolombiana como para el total nacional.

Tabla 7Cobertura Educativa Ajustada por Grupo de Edad y zonas población afrocolombiana y total de la Nación

edu.red

Datos tomados de los cálculos realizados por Fernando Urrea y el Equipo de la Misión para el Diseño de una Estrategia para la reducción de la pobreza y la desigualdad. Con base en la ECV 2003. *No cabeceras

Se observa en los datos, una mayor asistencia escolar en grupos de edad entre los 6 y los 16 años en las cabeceras pero con una tendencia a la extraedad en este grupo poblacional. De igual manera se percibe un decrecimiento tanto en la cabecera como en el resto de la población Afrocolombiana, en el grupo etareo entre los 17 y los 30 años. Si se tiene en cuenta que el rango entre los 17 y los 21 años corresponde generalmente al nivel universitario, se puede inferir que el porcentaje de Afrocolombianos que acceden a la Educación Superior continúa muy por debajo del resto de colombianos y adicionalmente los que se ubican en las zonas diferentes a las cabeceras tienen una participación inferior.

Tabla 8Cobertura Educativa Ajustada por Grupo de Edad y según sexo

edu.red

Datos tomados de los cálculos realizados por Fernando Urrea y el Equipo de la Misión para el Diseño de una Estrategia para la reducción de la pobreza y la desigualdad. Con base en la ECV 2003.

De acuerdo con la tabla anterior, sumados ambos sexos se evidencia una diferencia significativa de los Afrocolombianos frente al total de la nación, específicamente en los rangos de 17 a 21 y 22 a 30; mientras el promedio nacional para ambos sexos es de 16.7 y 11.0, la población

Afrocolombiana sólo alcanza un promedio de 6.6 y 5.9 respectivamente.

El promedio nacional para años de escolaridad dentro de los departamentos de mayor concentración afrocolombiana era de 5,1 años por debajo de la media[20]con excepción de San Andrés, Providencia y Santa Catalina que alcanzó un promedio de 7 años, el más alto del país junto con Bogotá, Atlántico y Valle. El promedio en la Costa Pacífica sólo llegó a 3,9 años con extremos como Quibdó con casi 6 años frente al Carmen del Darién, Alto Baudó y Río de Oro con 2.09, 2.30 y 2.36 respectivamente. En la Costa Atlántica se presentan idénticas desigualdades como el caso del departamento del Atlántico (6.0 años), y los más bajos en Córdoba y Sucre, con promedio de 4.27 años.

En el tema de la Educación Superior las oportunidades de acceso para los Afrocolombianos son aún más críticas si se tiene en cuenta que un porcentaje mínimo de la población Afrocolombiana en este grupo etareo correspondiente al ciclo universitario, permanece escolarizada. Sin embargo, el Fondo de Préstamos Condonables para los estudiantes Afrocolombianos, ha otorgado entre el año 2002 y 2006, un total de 5.784 préstamos; cifra mínima si se compara con el tamaño de la población. Todo lo anterior, permite concluir que un alto porcentaje de esta población no accede a la educación superior en ninguno de sus ciclos.

  • Alfabetismo – Analfabetismo en la población afrocolombiana y raizal.La Región del Pacífico reporta el índice más alto de analfabetismo, con el 18.6% en promedio por región y aun cuando la Costa Atlántica alcanza la media nacional, es preciso advertir que esto se debe a los Departamentos del Atlántico y Bolívar que en los últimos dos años muestran avances significativos, mientras Sucre, Córdoba y Cesar en contraste, reportan las tasas más altas de la región (16.3%, 17.0% y 17.7% respectivamente.

La situación en analfabetismo igual que en el caso de las coberturas presenta cifras con diferencias significativas en un mismo departamento. Con respecto al promedio departamental de Bolívar, en el municipio de María la Baja -con un 97% de población afrodescendiente- el 21% ha alcanzado el nivel secundario frente a un 31.5% en el promedio departamental y solo el 1,1% en Mª la Baja ha alcanzado el nivel profesional frente al 5,7% del promedio departamental (Censo 2005).

En el Pacífico se presentan casos similares de desigualdades extremas siendo el Chocó el más notorio; Quibdó y Tadó lograron en el 2003, tasas del 12% mientrasque en el Medio Baudó fue de 66%.[21]. En el caso de Buenaventura con un 86,4 de población afrodescendiente el 3,8% ha alcanzado el nivel profesional frente al el 6,9% del promedio departamental que ha alcanzado el nivel profesional mientras Cali presenta un promedio del 9.6% de población con formación profesional

Partes: 1, 2
Página siguiente