El modo de actuación profesional del intérprete de lengua de señas cubana
Enviado por Ana María Mejías
DESARROLLO
Durante siglos en las sociedades han existido creencias pre-establecidas en relación con las personas sordas y la utilización de la lengua de señas que perduraron con fuerza hasta la época del renacimiento, cuando las sorderas eran asumidas como castigos divinos generados por pecados cometidos por sus progenitores. Sánchez M, C. (1990:27) tales ideas permanecieron arraigadas en la sociedad durante mucho tiempo.
El siglo XVIII revela en el contexto social, el surgimiento del intérprete de lenguas de señas, se evidencia como actividad voluntaria realizada por aquellas con conocimientos empíricos de dicha lengua (familiares, amigos, hijos, amigos u otros). Todos comprometidos por lazos afectivos con la comunidad sorda. Sin embargo existen pocos documentos que establezcan de manera exacta el inicio de la profesión. De lo Santos, E. (1999); Milán, R. (2007); Pérez, H. (2010) Vicente, J. (2010) Ruiz, A. (2011)
En esta dirección, la publicación del Informe de Warnock (1978) marcó un referente importante en la visión social de las personas con discapacidad; que significó un cambio de enfoque en las concepciones teóricas asumidas en relación con las personas sordas y su educación, así como en la utilización de la lengua de señas.
En la Conferencia Internacional sobre el Bilingüismo en la Educación, celebrado en Estocolmo, Suecia (1993) se consolidaron estos pensamientos, y se defendió el valor sociolingüístico y cultural de la lengua de señas dentro de la enseñanza institucionalizada para las personas sordas.
Tales ideas en el contexto mundial y europeo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1993, en las Normas Uniformes de las Naciones Unidas sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad, insta al reconocimiento de las distintas lenguas de señas.
En su artículo 5°, apartado No 7, enuncia: "deben prestarse servicios de interpretación de la lengua de en para facilitar la comunicación entre las personas sordas y las demás personas" aspectos que revelan la presencia de un pensamiento hacia la realización de acciones por los estados miembros, que contribuyan no solo al reconocimiento legal de las lenguas de señas y a la utilización de intérpretes profesionales en dicha lengua para el desarrollo social, lingüístico y cultural de las personas sordas.
En Cuba, se presenta un número creciente de profesionales comprometidos con la comunidad sorda. Ello ha contribuido al desarrollo de estos servicios en todos los contextos sociales en función de la comunicación con las personas sordas. Esto implica la utilización de intérpretes de lengua de señas en todos espacios e instalaciones pública en el que interactúan, en especial en las instituciones educativas.
Estudios desarrollados por Burad V. (2001, 2005) Famularo, R. (2007) Lozano, M. I. (2009) y otros, señalan que en el contexto educativo, muchos intérpretes de lengua de señas enuncian "Los intérpretes de lengua de señas no es un profesor pero al formar parte de la comunidad educativa tendrá los mismos derechos y deberes generales al igual que cualquier otro miembro, que implica puntualidad, la justificación de falta de asistencia, vacaciones, acceso a las instalaciones del centro y otros" Lozano, M. I. (2009: 3)
De manera que en el contexto educativo, la función esencial del intérprete de lengua de señas se orienta a la interpretación del proceso pedagógico donde este presente la persona sorda para garantizar su acceso a la información y a la comunicación mediante su lengua materna. Ello implica más que su integración a los colectivos docentes el fortalecimiento de la interrelación con la persona sorda para facilitar la comunicación.
De ahí la necesidad de acciones que tributen a la autopreparación para la actuación profesional en el contexto. Con la creación de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC) el 3 de enero de 1978, como organización que representa a la comunidad sorda cubana marcó un espacio significativo que reforzó la atención social a las personas sordas, que consolidó la necesidad de la utilización intérpretes de LSC para todos los distintos escenario de la sociedad.
En la década de los noventa, con la celebración del I Encuentro de Intérpretes, la Comisión Nacional de Comunicación de la ANSOC realiza la primera evaluación técnica del desempeño, este evento constituyó un momento trascendental en el desarrollo de la interpretación de la lengua de señas cubana como actividad profesional. En el marco del II Activo Nacional MINED-ANSOC (1994) se establecieron las pautas inexcusables que hicieron posible la utilización de la lengua de señas en la enseñanza institucional de las persona sordas para acceder a la cultura general integral. Ambos organismos adoptaron acuerdos que derivaron en acciones concretas para promover la formación de intérpretes de LSC profesionales en dicha lengua.
En el curso académico 2002-2003 la aprobación del Modelo Educativo Bilingüe Cubano para la atención educativa a los educandos sordo (Rodríguez, X, 2003) en acciones conjuntas con la ANSOC, el Ministerio de Educación (MINED) y las universidades pedagógicas del país; se materializaron las primeras acciones dirigidas a contribuir al desarrollo sociocultural, lingüístico y educativo de la comunidad sorda cubana, desde la enseñanza institucional. A partir de ese momento, se implementa el Primer Proyecto Experimental de formación de intérpretes de LSC en el marco del curso académico 2003-2004, donde se materializara de manera oficial la incorporación de los intérpretes en instituciones educativas cubanas.
Los primeros egresados de Cursos Emergentes y de Cursos de Habilitación de intérpretes de LSC tenían un período de duración mínimo de 3 meses, para aquellas personas oyentes con duodécimo y noveno grado, en los que se recibía elementos básicos de la interpretación de lengua de señas. Milán, R. (2007) Pérez, H. (2010) Ruiz, A. (2011) y un aprendizaje mínimo de la lengua de señas que debía ser mejorado en el intercambio cultural con las educandos sordo.
Los resultados alcanzados hicieron posible la apertura del Técnico Medio en interpretación de LSC, de igualmente para egresados de la enseñanza media y media superior, con una duración de 2 años y 4 años respectivamente. La experiencia se inició en la capital del país y posteriormente abarcó todo el territorio nacional. Para el año 2003, quedan establecidas las competencias profesionales contenidas en el perfil del intérprete de LSC que complementan el proceso de formación como profesionales de dicha lengua.
En el 2005 se logra la primera formación de Licenciados en Interpretación de LSC, en la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana, de la cual egresaron el primer grupo de intérpretes de LSC con titulación de nivel superior, cuyas investigaciones realizaron importantes aportes al campo de los estudios lingüístico de la lengua de señas cubana y a las técnicas de interpretación de dicha lengua.
El 23 de mayo de 2008 se produce la apertura del Centro Nacional de Superación y Desarrollo del Sordo. (CENDSOR) como institución docente, de la ANSOC que dirige la capacitación de los recursos humanos que tributan a la solución de la problemática cultural y comunicativa de la comunidad sorda cubana. En dicha institución, a partir del 2009 desde su Departamento de Interpretación y el Consejo Nacional de Especialistas de la Interpretación (CONESINT) orienta su atención de manera priorizada a las acciones de capacitación docente-metodológica y científica de los intérpretes de LSC de los diferentes contextos sociales de actuación.
Para ese mismo año se incrementa la atención a la formación de intérpretes de LSC en la modalidad de Técnico Medio, con la intención de satisfacer los reclamos de las personas sordas en la continuidad de estudios en los diferentes niveles educacionales; para lo cual se prioriza la incorporación en la educación media superior en sus distintas modalidades.
En la actualidad, los intérpretes de LSC como profesionales de la lengua que se desempeñan en las instituciones educativas, poseen una formación heterogénea que transita desde una formación emergente, cursos de habilitación y técnico profesional hasta egresados de la licenciatura en otras especialidades afines (Educación Especial, Derecho y Psicología, principalmente) lo que acentúa la diversidad cognoscitiva en el momento de diseñar acciones conjuntas, lo que se revela en el modo de actuación profesional durante el servicio de interpretación.
Se reconoce que existen numerosas situaciones en el contexto escolar que pueden ofrecer dicha impresión por su naturaleza, por ejemplo: la interpretación de tele-clases, video-clases u otras acciones, dichas funciones están determinadas en el perfil del intérprete de LSC y se revelan en el Modelo Profesional.
Resulta necesario destacar que en la revisión documental realizada a los Modelos Profesionales anteriormente expresados, no se evidencian indicadores que tributen al desarrollo del componente pedagógico para aquellos intérpretes de LSC en instituciones educativas ni se determinan saberes que orienten a su desarrollo para garantizar el modo de actuación profesional esperado en dicho contexto, lo cual en consideración de la autora resulta esencial.
Es obvio que intentar enumerar cada una de las características constituye una acción compleja, que no constituye la intención de la presente investigación. Sin embargo, en sentido general se aprecian tres elementos fundamentales que en consideración de la autora resultan esenciales para los intérpretes de LSC en instituciones educativas:
Demostrar estabilidad emocional, seguridad, sensibilidad y disposición para el trabajo con personas sordas que se revela en el dominio de la lengua materna desde el discurso oral y signado.
Demostrar habilidades interpretativas en las diferentes modalidades de la interpretación de la lengua de señas cubana u otra lengua (telefónica, televisiva, física u otras) en los intercambios comunicativos que realizan las personas sordas.
Demostrar capacidad para resolver situaciones comunicativas que garanticen la comprensión de la persona sorda, a partir de la utilización de expresiones del discurso (oral y signado) que se contextualice con el nivel cultural alcanzado por la persona que recibe el servicio de interpretación. Ello contribuye a la profesionalización de la interpretación de la LSC que se expresa como la calificación del intérprete para ejerce el acto de interpretación, con la capacidad que se requiere en la aplicación sus funciones y la profesionalización representa, el acto de revela el carácter profesional la profesión. A partir del devenir histórico y social que ha seguido la interpretación de dicha lengua, antes de ser considerada una profesión y que se va desarrollando en la medida en que los investigadores y profesionales.
En las instituciones educativas, la labor que realizan los intérpretes de LSC en su totalidad, posee un marcado sentido humano y de un elevado compromiso ético profesional; donde el modo de actuación profesional deben favorecer el acceso a los espacios informativos que se generan de los matutinos escolares, de la programación audiovisual, charlas y debates e incluso las Mesas Redondas de la televisión y las tele-clases que se transmiten en las instituciones educativas.
"La situación actual nos convoca a trazar pautas que contribuyan a elevar la calidad de la educación, se rechaza toda manifestación de segregación o aislamiento que padecen en muchos países del orbe los educandos con discapacidad en los marcos de la educación general y se cuestionan los contextos educativos donde los escolares, son discriminados cuando por razones étnicas, raciales u otras, no reciben una atención educativa de calidad" Borges, S. (2006: 3)
Resulta ineludible la necesidad de establecer pautas hacia el estudio del modo de actuación profesional de los intérpretes de LSC en las instituciones educativas, que permitan identificación de los saberes teóricos y metodológicos que complementan y orientan su modo de actuación profesional, en función de para satisfacer las necesidades comunicativas de las personas sordas implicadas en la continuidad de estudio.
Estudios aportados por Gala, D. (1999), Castillo, M. (2001) Remedios, J. M. (2003, 2005), Addine, F. (2003) Arnaiz, I. (2003), Pla, R. (2005) Capote, B. (2006), en relación con el desempeño desde la comprensión de modo de actuación profesional a partir de la relación intrínseca de las habilidades y las capacidades con la profesión, que constituye la materialización de una actividad generalizadora que modela una ejecución competente, indicadora del nivel alcanzado en el desarrollo de habilidades y capacidades que conforman la identidad profesional.
Así como por Chirino, M. (2004) y Addine, F. et al. (2003) ofrecen pautas entorno al modo de actuación del profesional en el contexto de la educación, y establece pautas para su comprensión, donde se revela el carácter histórico concreto de la actividad pedagógica, desde la cual se modela la actuación competente de los individuos a partir de los constructor teóricos que realiza, las habilidades, las capacidades y los valores desarrollados que conforman la identidad profesional.
Desde la percepción del modo de actuación profesional como categoría pedagógica los conocimientos, habilidades y valores profesionales permiten intercambio social desde la propia realidad educativa, a partir de su interpretación que permite ofrecer una explicación científica de la misma para contribuir a su transformación de manera creativa, teniendo en consideración las contradicciones existente; que es resultado de su actuación comprometida con el contexto.
Desde la interiorización de la autora, el análisis realizado revela los nexos que se establecen entre actividad-sujeto-modo de actuación profesional en las situaciones del contexto, que evidencia el desarrollo sociocultural alcanzado por el individuo en su relación con la sociedad; sobre la base de las interrelaciones dialécticas que se manifiesta entre el objeto de la profesión y los problemas que se plantea en las instituciones educativas, que constituye la expresión práctica de las formas y procedimientos de la actuación de un profesional donde se concretan las particularidades de la profesión.
la función del intérprete de lengua de señas cubanas en las instituciones educativas, el modo de actuación profesional constituye:
"La interiorización de los conocimientos socioculturales, las habilidades lingüístico-comunicativas, los valores ético-profesionales y las capacidades inherentes a la profesión de la interpretación de la lengua de señas cubana, que adquieren marcada significación en la actividad que realiza en las instituciones educativas; que se concreta a partir de la relación que se establece entre la actividad, como conjunto de acciones y el modo de actuación profesional, como expresión de la asimilación de las situaciones comunicativas que se producen durante el proceso pedagógico en el intercambio docente-persona sorda".
Todo lo cual, conlleva necesariamente a considerar que los intérpretes de lengua de señas cubanas en las instituciones educativas, deben imbricarse en el proceso pedagógico de la persona sorda (como mediadores lingüísticos) para ello requieren incorporar saberes propios del contexto actuante, que le permite resolver las situaciones comunicativas que se generan durante el servicio de interpretación, como resultado del desarrollo intelectual, físico y profesional alcanzado en la profesión.
En las instituciones educativas el intérprete de LSC desde el servicio de interpretación, permite a las personas sordas recibir la información que se genera en el intercambio con los docentes y con otros compañeros del contexto áulico, a su vez, expresar criterios de manera oportuna.
Para lo cual debe conocer el estado de la gramática, el vocabulario y dominio de la lengua de señas de las personas sordas de su contexto educativo, así como los saberes socioculturales de ambas comunidades lingüísticas que esta posea le permitirá al intérprete de LSC determinar sus potencialidades y deficiencias comunicativas, además reorientar el servicio de interpretación, a su vez, mostrar en su modo de actuación conocimientos del Código Ético de Intérprete que a pesar de sus particularidades revela nexos inequívocos con la política educativa de Sistema Nacional de Educación.
En las instituciones educativas, en el modo de actuación profesional del intérprete de LSC quedan impregnados los valores como expresión del código de ética profesional, que representan indicadores de la conducta, así como los elementos relacionados a los saberes y destrezas de las cuales debe ser portador para el desempeño de sus funciones, a partir de los problemas que debe resolver y la finalidad del intérprete dentro del proceso pedagógico de la persona sorda.
La presencia de los intérpretes representa la praxis de una política educativa comprometida con las necesidades e intereses de la comunidad sorda cubana, en la búsqueda de soluciones a las problemáticas que se generan en la comunicación en función de desarrollo sociocultural y educativo, que permite la concreción coherente del discurso inclusión en prácticas educativas genuinas, orientadas hacia la aceptación y reconocimiento de la individualización dentro de la heterogeneidad de la enseñanza, al permitir desde el currículo escolar la utilización de la lengua materna en función del aprendizaje.
Resulta necesario hacer énfasis en la toma de consciencia del valor e importancia que implica el conocimiento para el tratamiento de las diferencias individuales para la actuación profesional exitosa del intérprete de LSC en instituciones educativas que en la práctica, influyen en los servicio de interpretación. Donde las competencias comunicativas e interpretativas, dominio del devenir histórico y social por el cual ha transitado la educación de las personas sordas en el desarrollo de la personalidad.
En las instituciones educativas los intérpretes de LSC enfrentan retos que conlleva la interpretación coherente del proceso pedagógico, implica dotarlos de los recursos necesarios para una actuación profesional con la calidad que merecen las personas sordas en nuestras instituciones educativas, ello implica desarrollar mentalidades flexibles, capaces de encontrar diferentes alternativas a una misma situación, al llevar a su actividad práctica los conocimientos teóricos y prácticos como resultado de las exigencias que se generan en las instituciones educativas.
Por tanto, resulta necesario que durante la actuación profesional del intérprete de LSC en instituciones educativas, se apropien de conocimientos esenciales de orden pedagógico para satisfacer las demandas de las personas sordas independientemente de la formación inicial recibida, además garantizar una preparación gradual y sistemática que unida a la experiencias sociales, las habilidades interpretativas en LSC conduzcan el mejoramiento del modo de actuación profesional en las instituciones educativas.
Si bien los docentes muestran preocupación por el avance y crecimiento del aprendizaje de las personas sordas, buscan alternativas que permitan a los intérpretes de LSC comprender los contenidos que se abordan, familiarizarse con las exigencias cognoscitivas y educativas para alcanzar la máxima calidad en los objetivos trazados.
Donde el conocimiento de la diversidad presente en cada persona y conocer las condiciones socio-históricas que determinar su desarrollo; así como las exigencias sociales que le rodean, desde un enfoque integrador, multidisciplinario y flexible determinado por las concepciones teóricas asumidas en la investigación, que toma en consideración la función de los intérpretes de LSC en las instituciones educativas, así como los conocimientos y habilidades a desarrollar, los valores éticos, morales y profesionales asociados que deben ser portadores cada uno de estos, como resulto de las principales carencias identificadas en el modo de actuación profesional que desarrollen las vías efectivas para su mejoramiento, el control y su posterior evaluación.
CONCLUSIÓN
La aparición de los intérpretes de lenguas de señas en las instituciones educativas cubanas se produce en condiciones histórico-sociales concretas, en el entorno de la puesta en marca del Modelo Bilingüe Cubano para la atención al desarrollo educativo, sociocultural y lingüístico de las personas sordas. El intérprete de lengua de señas cubana, representa el mediador lingüístico entre el docente y la persona sorda implicada en el proceso de continuidad de estudio; que en el área de la comunicación reduce las insuficiencias que se puedan generar en la comprensión del proceso pedagógico.
Los esfuerzos que se realizan diariamente por alcanzar los objetivos prioritarios por las instituciones educativas, van estar garantizadosen la medida en que los intérpretes de Lengua de señas cubana velen por el constante aprendizaje de los conceptos básicos que se generan en el contexto y la auto preparación, todo lo cual representan garantçias de mejoras en su actuación profesional, sobre la base de las prioridades del contexto actuante, el grado de eficacia de su labor en la institución y en las necesidades identificadas por las personas sordas; así como las necesidades individuales presentes en cada intérprete de LSC, así como la identificación de sus fortalezas y necesidades. Todo el accionar coherente que se orienta sobre la base de las particularidades de quienes constituyen los verdaderos protagonistas de la interpretación en LSC del proceso educativo, en la búsqueda de las causas y soluciones de los problemas que influyen en el modo de actuación profesional, deben ser conscientes de las necesidades de auto-preparación para lograr el modo de actuación profesional que exigen las instituciones educativas.
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Autor:
Lic. Ana María Mejías Rodríguez
Hipoacúsica, Profesora de Pedagogía Especial, del Centro Nacional de Superación y Desarrollo de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba. Master en Educación Especial, aspirante del Doctorado curricular del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC).