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Profetas post-exilicos

Enviado por yamilet correa


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Primera etapa del exilio en Babilonia (el anti éxodo)
  3. Segunda etapa del exilio en Babilonia (inicio del nuevo éxodo)
  4. Los profetas de la reconstrucción del templo (época Persa)
  5. El segundo templo en el contexto del imperio Persa
  6. Final del imperio Persa e inicio del helenismo
  7. Actualización
  8. Bibliografía

1.- Introducción

A lo largo de la historia humana la profecía ha tenido un lugar importante, y este fenómeno no pasa desapercibido en nuestras creencias, de hecho son de mucha relevancia en el judaísmo, el cristianismo y para todas las religiones. La profecía consiste en una enseñanza moral inspirada, la expresión de un mandato o juicio divino o una declaración de lo que ha de venir.

Según el judaísmo y el cristianismo la fuente de toda la profecía verdadera es YHVH, él la transmite por medio de su Espíritu Santo.

En la Biblia los libros proféticos constituyen uno de los bloques más importantes del Antiguo Testamento. Tanto para la iglesia primitiva como hoy en día es de mucho interés. Los Profetas ejercieron un influjo decisivo en la religión israelí; son libros interesantes, pero difíciles para el lector moderno, pues casi siempre estos se expresan en forma poética, de oráculos o apocalípticos.

El mensaje del profeta hace referencia continua a las circunstancias históricas, políticas, económicas, culturales y religiosas de su tiempo. El profeta no es un adivino, sino un hombre llamado por Dios para transmitir su palabra, para orientar a sus contemporáneos e indicarles el camino recto. Su misión principal es Iluminar el presente con todos sus problemas concretos: injusticias sociales, política interior y exterior, corrupción religiosa, desesperanza y escepticismo.

Los rasgos más llamativos de la personalidad profética son:

  • Un hombre inspirado por Dios, su único punto de apoyo, su fuerza y su debilidad es la Palabra de Dios.

  • El Profeta es un hombre público, su deber es transmitir la Palabra de Dios a los demás, en las calles, en las plazas públicas, en los lugares donde el mensaje sea más requerido.

  • El profeta es un hombre amenazado, debe predicar el mensaje a costa de su vida, a nadie le gusta que le diga lo malo que están haciendo y menos las personas de poder o con cargos importante.

  • La profecía es un carisma. El profeta debe reflejar que lo que dice viene de Dios. Es la gracia o don concedido por Dios a algunos hombres en beneficio de la comunidad.

Algo importante y que vamos a observar es que la obra original del profeta, la palabra hablada, pronunciada directamente al público le seguirá su consignación por escrito y a veces, entre la proclamación del mensaje y su redacción pudieron transcurrir muchos años. También se puede hablar de añadidos como lo expresa fielmente Jr 36 32, donde se habla de los añadidos: "Entonces Jeremías tomó otro rollo, que entrego al escriba Baruc, hijo de Nerías, quien volvió a escribir al dictado de Jeremías todas las palabras del libro que había quemado Joaquín, rey de Judá, e incluso se añadieron a aquellas otras muchas por el estilo". Podemos ver que los añadidos pueden aclarar o ser una relectura actualizada para la época, de gran valor.

En esta monografía vamos a tratar aquellos "Profetas" del Exilio y el Post-Exilio.

¿Qué es y cuándo se da el Exilio y el Post-Exilio para el pueblo de Israel?

El exilio es el hecho de encontrarse lejos del lugar natural (ya sea ciudad o nación) debido a la expatriación, voluntaria o forzada, de un individuo mientras que alguna circunstancia, generalmente por motivos políticos, deniega explícitamente el permiso para regresar por amenazas de cárcel o muerte.

El pueblo de Israel sufrió muchas deportaciones o exilios en diferentes épocas pero la que marco fuertemente a ese pueblo fue cuando ocurrió la destrucción del Templo y la ciudad, tenemos que en el caso del reino del Norte o Israel fue conquistado definitivamente para el año 722-721 por Sargon II, este conquista Samaría o se atribuye esta victoria de su padre Salmanasar y funda la provincia asiria de Samerina. Pone fin al reinado de Jamat. Ocurren deportaciones, se establecen extranjeros y el sincretismo religioso.

En el caso del reino del Sur Judá, Jeconías rey de Judá se rinde a Nabucodonosor rey dinastía caldea de Babilonia, para el año 587 o 586. Toman a Jerusalén. Nabuzaradán comandante babilonio, jefe de la guardia y de las tropas destruye el Templo y la ciudad, ocurre una nueva deportación. Pero la más significativa de toda su historia.

El post- Exilio, en el año 555 Ciro el rey de los persas, se revela contra su soberano Astiages, rey de los medos ya en el 549 Ciro era el rey de los medos y de los persas. En el año 539, el ejército de Ciro entra en Babilonia, devuelve a las ciudades los ídolos llevados a Babilonia. En el 538 surge el edicto de regreso del destierro.

Después del edicto de Ciro los responsables del pueblo judío que no se habían integrado en la nueva situación babilónica y que mantenían su fe en YHVH como Dios único emprendieron por su parte el retorno al pasado para recogerlo, comprenderlo y hacerlo hablar, transcribirlo y así convertirlo en definitivo.

2.- Primera etapa del Exilio en Babilonia (el anti éxodo)

  • a. Los Caldeos.

De la historia de los Caldeos se conoce muy poco, Caldea es el nombre con que se conoció en la Antigüedad la región situada en la media Mesopotamia, al establecerse en ella los caldeos. Posteriormente esta denominación se extendió a toda la región de Babilonia, pero solo debe llamarse Caldea a la zona extrema sudoriental de la parte meridional de la cuenca del Éufrates y el Tigris, próximo a los desiertos de Arabia Los caldeos fueron una tribu semítica de origen desconocido que se asentó en Mesopotamia meridional en la parte anterior del I milenio a. C. Por su lengua se asume que están relacionados con los arameos, aunque se asentaron más al sur que los arameos, quienes se habían asentado en Mesopotamia superior y Siria. No obstante los caldeos "propiamente dichos" eran los sumir o turaníes que se impusieron a los otros dos elementos de la población que eran los siguientes: Casitas y Acadios. Eran un pueblo aguerrido.

Los autores romanos llamaron caldeos a los astrólogos y a los matemáticos de Babilonia. En épocas modernas, los católicos de Mesopotamia son llamados caldeos.

Con la muerte de Kandalanu (el nombre babilónico de Asurbanipal), en el año 626 a. C., rey de Asiria, el poder asirio en Babilonia cesó prácticamente. Nabopolasar, un caldeo que había ascendido desde la posición de general del ejército asirio, gobernó Babilonia como Shakkanak durante algunos años bajo la nominal dependencia de Nínive. Aunque semitas, los caldeos pertenecían a una raza completamente distinta de la babilónica propiamente dicha, y eran extranjeros en el Valle del Éufrates. Eran colonos de Arabia, que habían invadido Babilonia desde el sur. Su plaza fuerte era el distrito conocido como País del Mar. Durante la supremacía asiria las fuerzas aliadas de Babilonia y Asiria les habían puesto en jaque, pero, debido probablemente a las terribles atrocidades asirias en Babilonia, los ciudadanos habían comenzado a pedir ayuda a sus antiguos enemigos, y el poder caldeo había comenzado a crecer rápidamente en Babilonia hasta que, con Nabopolasar, asumió las riendas del gobierno, y así imperceptiblemente una raza extranjera se impuso a los antiguos habitantes. La ciudad siguió siendo la misma, pero su nacionalidad cambió. Nabopolasar debe haber sido un gobernante fuerte y benéfico, ocupado en reconstruir templos y excavar canales, como sus predecesores, y aun así mantuvo su control sobre las provincias conquistadas.

Para Judá comenzaron sus primeras dificultades. Contra la solemne advertencia del profeta Jeremías, Joaquín rehusó pagar el tributo, esto es, se rebeló contra Babilonia. Al principio Nabucodonosor II emprendió una pequeña guerra de guerrilla contra Jerusalén; luego, en 597 a. C., despachó un considerable ejército, y tras un intervalo comenzó en persona el asedio. Sin embargo Jeconías, hijo de Joaquín que, mozo de dieciocho años, había sucedido a su padre, se rindió; y Sedecías sustituyó a Jeconías como rey vasallo de Judá.

Unos diez años después Nabucodonosor se encontró una vez más en Palestina. Un ejército babilonio empezó a cercar Jerusalén en 587 a. C. Fueron incapaces de tomar la ciudad por asalto y pretendieron someterla por hambre. Pero el Faraón Hofra entró en Palestina para ayudar a los sitiados. Los babilonios levantaron el asedio para expulsar a los egipcios; luego volvieron a Jerusalén y continuaron el sitio con encarnizado rigor. En el 586 a. C., entraron en tropel a través de una brecha en la muralla de Ezequías y tomaron la ciudad por asalto. Capturaron al fugitivo Sedecías y lo llevaron ante Nabucodonosor en Ribla, donde sus hijos fueron muertos delante de él y cegaron sus ojos. La ciudad fue destruida y los tesoros del Templo llevados a Babilonia. Una gran cantidad de su población fue deportada a algunos distritos de Babilonia, y sólo a un resto se le permitió permanecer bajo las órdenes del gobernador judío Godolías.

Así pues el caldeo Nabucodonosor demostró ser un capaz gobernante militar, aunque como monarca de Babilonia, siguiendo la costumbre de sus predecesores, se glorió no de sus artes de guerra, sino de paz. Su orgullo eran las vastas operaciones de construcción que hicieron de Babilonia una ciudad (para aquellos días) inexpugnable, que adornó la ciudad con palacios, y la famosa "vía procesionaria", y la Puerta de Ishtar, y que restauró y embelleció un gran número de templos en diversas ciudades de Babilonia.

  • b. Ezequiel.

Ezequiel (en hebreo Yejezque'el: "Dios conforta") era de la clase sacerdotal, y fue llevado a Babilonia como cautivo en 598 a.C., juntamente con el rey Jeconías y parte de la aristocracia judaica. Según el mismo nos dice, moraba en una localidad llamada Tell-Abib, junto al río Kebar (o Naru Kabaru, de las inscripciones cuneiformes), al sur de Babilonia. Allí vivía con su esposa, participando de las penas de los exilados. En el año quinto de su cautividad (593), mientras se hallaba a orillas de dicho río, fue llamado misteriosamente al ministerio profético, que ejerció durante veintidós años. Su último escrito datado es del 572 a.C. (año 27 de su traslado a Babilonia). No sabemos cómo ni cuándo murió. Según una tradición antigua judaica, fue muerto por un juez del pueblo que había sido reprendido por el profeta.

Ya una vez en Babilonia, el rey de Judá y su corte, permanecieron en calidad de rehenes y los deportados eran agrupados en asentamientos agrícolas y aunque no estaban en una situación de brutal esclavitud, le imponían cuotas de entrega de productos y otros tributos. Estas personas sufrieron una situación muy dramática al obligarlos a trabajar la tierra, pues en su vida anterior pertenecían a clase social alta y no estaban acostumbrados a estos trabajos crueles. Otra situación era, que en el exilio estaban expuestos a una cultura dominante, lo más probable era que debían convivir con grupos de deportados de otros orígenes, pero esto lo aprovecharon de forma favorable para la construcción de nuevas perspectivas, pues tenían la oportunidad de agruparse en algún tipo de vivencia comunitaria, pudiendo mantener su lengua, ritos y costumbres; evaluaban sus tradiciones, introduciendo modificaciones y novedades, interpretaban las circunstancias en que estaban viviendo y alertar alguna esperanza.

Tenía por misión predicar a los judíos de Palestina los caminos del Señor, anunciándoles los castigos y recriminándoles su pésima conducta de abandono de las vías del Señor, Ezequiel fue el hombre providencial que se ocupó de mantener viva la fe yahvista en el destierro de Babilonia. La situación era sumamente delicada, ya que los exilados, lejos de comprender el sentido de su destino en los planes de Dios — como castigo de sus pecados —, continuaban con su propensión a la idolatría. Acusaban a YHVH de ser injusto con ellos al hacerles cargar con culpas de sus antepasados. Por otra parte, estaban seguros de que su exilio duraría muy poco tiempo, y, sobre todo, que Dios no permitiría la destrucción de Jerusalén y de su templo por los caldeos. Ezequiel debía hacer frente a estas falsas concepciones, fustigar sus vicios, como la propensión a la idolatría, a los adulterios, perjurios y pecados contra la justicia social.

En la misión de Ezequiel tenemos que distinguir dos momentos o etapas: la anterior a la destrucción de la Ciudad Santa por los babilonios (587 a.C.), durante la cual tuvo que hacer frente a las falsas esperanzas de repatriación de los exilados, anunciándoles reiteradamente el colapso de la Ciudad Santa, y la etapa que siguió a la toma de Jerusalén por los caldeos. Se han cumplido sus profecías exterminadoras, y, ante la depresión colectiva nacional, empezó a predicar la resurrección de la nación, en una nueva teocracia ideal, en la que se cumplirían las íntimas aspiraciones individuales y colectivas de los descendientes de Abraham.

3.- Segunda etapa del Exilio en Babilonia (inicio del nuevo éxodo)

a.- El entorno de los caldeos (medos, persas, egipcios, lidios).

En este espacio podríamos tomar en cuenta lo que llamaron la Conquista del Cercano Oriente, La zona del cercano oriente estuvo permanentemente convulsionadas por invasiones de pueblos indoeuropeos superiores militarmente a los habitantes locales. En esas tierras surgieron pequeños estados fenicios y se instalaron poco a poco otros pueblos que formaron sus reinos independientes, como los arameos y los hebreos. La conquista de esta zona no se debió a su riqueza, sino a que era un paso obligado para el comercio con el resto de Asia.

Primera Invasión Indoeuropea (2000 a.C.): Estuvo formada por diversos pueblos, entre ellos los heteos, arios, aqueos, jonios y dorios. La característica principal de esta invasión fue el uso de caballos y carros de guerra.

– Los heteos se instalaron en Asia Menor. Llegaron a formar un imperio que se extendió hasta Siria y la Mesopotamia Asiática.

– Los arios formaron el imperio mitanio al norte de la Mesopotamia, expulsando a los hicsos hacia Egipto y a los coseos a Babilonia. Existen pocos datos acerca de ellos.

– Los tres principales imperios del área, Egipto, Mittani y Hatti, mantuvieron un equilibrio de fuerzas gracias a la actividad diplomática y las alianzas políticas.

Segunda Invasión Indoeuropea (1200 a.C.): Estuvo formada por los medos, persas, dorios, frigios y lidios. La principal característica de esta invasión fue el uso de armas de hierro.

– Los frigios y lidios invadieron el imperio heteo y se instalaron en Asia Menor.

– Los dorios desplazaron, en su avance, a los habitantes de Siria y Palestina hacia el mar, hasta ser detenidos por los egipcios.

Asirios (800 a.C.): El territorio es tomado por los asirios, que lo anexan a su imperio.

Los medos eran una raza aria, por lo tanto, jafética, y debían descender de Madai, el hijo de Jafet. (Gé 10 2.) Estaban relacionados con los persas en raza, lengua y religión.

Los medos no aparecen en la historia bíblica como pueblo hasta el siglo VIII a. C., mientras que la primera mención extra-bíblica que se hace de ellos se remonta al tiempo del rey asirio Salmanasar III, contemporáneo del rey Jehú (c. 904-877 a.C.). Los hallazgos arqueológicos y otros factores indican que estuvieron presentes en la meseta iraní desde aproximadamente mediados del II milenio a.C.

Geografía. Aunque sus límites fluctuaron, la antigua región de Media estaba situada básicamente al Oeste y al Sur. del mar Caspio, separada de la costa de ese mar por la cadena montañosa de Elburz. Al parecer, por el Norte sobrepasaba el lago Urmia hasta el valle del río Araxes, mientras que por su límite occidental los montes Zagros servían de barrera entre Media, la tierra de Asiria y las tierras bajas del Tigris; al Este se extendía una gran región desértica y al Sur, el país de Elam.

Ocupaciones principales. En tiempos antiguos, como en la actualidad, la mayor parte de la gente debía ser nómada o debía vivir en pequeños poblados, y la ganadería era la ocupación principal. Algunos textos cuneiformes que relatan las incursiones asirias en Media presentan este cuadro, y muestran que los magníficos caballos medos eran uno de los preciados trofeos que buscaban los invasores. También abundaban las manadas de asnos, mulas, vacas, ovejas y cabras en los buenos pastos de los valles altos. En los relieves asirios a veces se representaba a los medos con una especie de prendas de piel de oveja sobre sus túnicas y con botas altas atadas, indumentaria necesaria para el pastoreo en las mesetas, donde los inviernos eran muy fríos y solía nevar. Los hallazgos arqueológicos muestran que los medos tenían buenos metalarios que trabajaban el bronce y el oro.

Historia. Los medos apenas dejaron registros escritos; lo que se sabe de ellos procede del registro bíblico, de los textos asirios y también de los historiadores clásicos griegos. Parece ser que los medos estaban divididos en numerosos reinos subordinados bajo jefes tribales. Los relatos jactanciosos de los emperadores asirios Samsi-adad V, Tiglat-piléser III y Sargón II aluden a sus victorias sobre ciertos jefes de ciudades del lejano país de los medos. Después de la victoria asiria sobre el reino de Israel, en 740 a.C., se deportó a los israelitas a Asiria y a "las ciudades de los medos", algunas de las cuales eran en aquel entonces vasallas de Asiria. (2Re 17 6; 18 11.)

El emperador Esar-hadón, hijo de Senaquerib y por lo visto contemporáneo del rey Manasés de Judá (716-662 a.C.), llevó adelante los esfuerzos asirios por subyugar a "los rebeldes medos". En una de sus inscripciones, Esar-hadón habla de "un distrito en el límite del desierto de sal que está en la tierra de los lejanos medos, en el límite del monte Bikni, la montaña de lapislázuli…, (jefes poderosos que no se sometieron a mi yugo) ellos mismos, junto con sus pueblos, sus caballos de montar, su ganado, sus ovejas, sus asnos y sus camellos (bactrianos)—, una gran cantidad de despojo, me los llevé a Asiria. […] Mi tributo e impuesto real se lo impuse a ellos anualmente".

A pesar de las incursiones asirias, los medos aumentaron su poderío y se convirtieron en el rival más peligroso de Asiria. Cuando Nabopolasar de Babilonia, el padre de Nabucodonosor, se rebeló contra Asiria, Ciaxares el medo unió sus fuerzas a las de los babilonios. Después que los medos capturaron Asur, en el año duodécimo de Nabopolasar (634 a.C.).

Derrotan a Asiria junto con los babilonios. Después de posteriores batallas contra los asirios, finalmente, en el año decimocuarto de Nabopolasar (632 a. C.), las fuerzas combinadas de los medos y los babilonios conquistaron Nínive. (Sof 2 13.) La resistencia asiria se trasladó a Harán (a unos 360 Km. al Oeste.), pero aunque Asiria recibió apoyo de Egipto, el esfuerzo fue inútil y el Imperio asirio se dividió entre los medos y los babilonios. (Na 2 8-13; 3 18, 19.) Parece que los medos tomaron la parte Norte del territorio y los babilonios, la parte Sur y Sur Oeste., que incluía Siria y Palestina. Más tarde, Ciaxares se adentró en Asia Menor hasta el río Halys, donde una guerra con Lidia hizo que se detuviera, y el río Halys se convirtió en el límite más occidental del Imperio medo. Este imperio entonces se extendía por la mayor parte de la meseta iraní, Asiria y la parte Norte de Mesopotamia, Armenia y Capadocia.

Pierden la hegemonía ante los persas. En este tiempo los medos, que tenían su capital en Ecbátana (Esd 6 2), dominaban a sus parientes persas, que habían ocupado la zona al Sur de Media. Los historiadores griegos Heródoto y Jenofonte relatan que el sucesor de Ciaxares, Astiages (llamado en los textos cuneiformes Ishtumegu), dio a su hija Mandane en matrimonio al rey persa Cambises, y como fruto de ese matrimonio nació Ciro (II).

Persas: País y pueblo a los que a menudo se relaciona con los medos, tanto en la Biblia como en la historia. Los medos y los persas debían estar emparentados con las antiguas tribus arias (indoiranios), lo que supone que los persas descendían de Jafet, quizás por Madai, antepasado común de los medos.

Los persas al comienzo de su historia solo poseían la porción sudoccidental de la extensa meseta iraní. Persia limitaba al Norte Oeste con Elam y Media; al Norte., con Partia; al Este, con Carmania, y al Sur y Sur Oeste, con el golfo Pérsico. Salvo el litoral del golfo Pérsico, caluroso y húmedo, el país constaba principalmente de la región meridional de los escarpados montes Zagros, y estaba dividido en valles longitudinales bastante fértiles, con laderas muy arboladas. El clima de los valles es templado, pero en las elevadas mesetas, el viento azota las tierras áridas, que soportan un frío severo en los meses de invierno. Al igual que los medos, los persas debieron dedicarse a la cría de ganado, sin abandonar la agricultura.

Si bien los persas llevaron en un principio una vida bastante austera y a menudo nómada, durante el imperio manifestaron gran afición por el lujo y los alrededores exquisitos. Las esculturas de Persépolis representan a los persas vistiendo amplias prendas que llegaban hasta los tobillos y estaban ceñidas en la cintura, y calzando zapatos atados en el empeine.

Parece ser que los persas, al igual que los medos, fueron gobernados por varias familias nobles. Una de estas produjo la dinastía de reyes aqueménidas, linaje real del que procedió el fundador del Imperio persa: Ciro el Grande. Según Heródoto. Aunque los medos continuaron subordinados a los persas durante la dinastía aqueménida, no cabe duda de que el imperio llegó a ser de naturaleza binaria.

Durante el gobierno de Ciro, el Imperio medo-persa se extendió aún más hacia el Oeste, y llegó al mar Egeo como resultado de la victoria persa sobre el rey Creso de Lidia y el sometimiento de ciertas ciudades griegas de la costa. Sin embargo, su victoria más importante se produjo en 539 a.C., cuando Ciro, al frente de una fuerza combinada de medos, persas y elamitas, tomó la poderosa Babilonia.

Egipto: Tanto en tiempos antiguos como modernos, Egipto ha debido su existencia al río Nilo, con su fértil valle que se extiende como una cinta verde larga y estrecha a través de las regiones desérticas y resecas del África nororiental. El Bajo Egipto comprendía la vasta región del delta, donde las aguas del Nilo se abren en abanico antes de vaciarse en el mar Mediterráneo, en un tiempo, por medio de por lo menos cinco brazos separados, y hoy, solo por dos. Desde el punto donde divergen las aguas del Nilo (en la región de El Cairo moderno) hasta la costa marítima, hay aproximadamente 160 Km. La antigua Heliópolis se halla a poca distancia al Norte de El Cairo, mientras que a pocos kilómetros al Sur de El Cairo está Menfis. Hacia el Sur de Menfis empieza la región del Alto Egipto, que se extiende a lo largo de todo el valle hasta la primera catarata del Nilo, a una distancia de unos 960 Km.

Vida y cultura egipcias: Tiempo atrás, los eruditos decían que Egipto era la "civilización más antigua" y el lugar de origen de muchos de los inventos y del progreso. No obstante, la información más reciente disponible indica que la cuna de la civilización fue Mesopotamia. Se cree que ciertos métodos arquitectónicos egipcios, el uso de la rueda, tal vez los principios básicos de la escritura pictográfica y, en particular, los rasgos fundamentales de la religión egipcia, tuvieron su origen en Mesopotamia.

El gobierno y la ley se centraban en el rey o Faraón, considerado un dios con forma humana. Gobernaba el país mediante subordinados, o ministros, y mediante jefes feudales, cuyo poder rivalizaba con el del mismo rey en tiempos de debilidad del gobierno central. Es posible que los súbditos de estos gobernadores los vieran prácticamente como reyes, lo que explica la expresión bíblica "los reyes de Egipto" referida a tiempos específicos.

La historia egipcia procedente de fuentes seglares es muy imprecisa, sobre todo en sus períodos iniciales.

Invasión asiria. El rey asirio Esar-hadón (contemporáneo del rey judaíta Manasés (716-662 a. E.C.) invadió Egipto, conquistó Menfis, en el Bajo Egipto, y envió a muchos al exilio. Al parecer el Faraón que gobernaba en ese tiempo todavía era Taharka (Tirhaqá). Algún tiempo después se retiraron de Egipto las guarniciones asirias y el país empezó a recobrar algo de su anterior prosperidad y poder. Cuando Asiria cayó ante los medos y los babilonios, Egipto había obtenido suficiente fuerza (con el apoyo de tropas mercenarias) para acudir en ayuda del rey asirio. El Faraón (Nekoh II) condujo a las fuerzas egipcias, pero en el camino se enfrentó con el ejército judaíta del rey Josías en Meguidó y se vio obligado a entrar en una batalla que no deseaba, batalla que resultó en la derrota de Judá y la muerte de Josías. Nekoh quitó del trono de Judá al hijo y sucesor de Josías, Jehoacaz, se lo llevó cautivo a Egipto y colocó en su lugar a su hermano Eliaquim. Judá se convirtió en tributaria de Egipto.

Derrotado por Nabucodonosor. No obstante, el intento de Egipto de restablecer su control en Siria y Palestina duró poco; La caída de Egipto empezó con su derrota decisiva en Carquemis, junto al río Éufrates, ante los babilonios, mandados por el príncipe heredero Nabucodonosor, en el año 625 a. C. Nabucodonosor, entonces rey de Babilonia, conquistó Siria y Palestina, y Judá se convirtió en un estado vasallo de Babilonia. (2Re 24 1.) Egipto intentó por última vez mantener su hegemonía en Asia. Una fuerza militar de un Faraón salió de Egipto en respuesta a la solicitud del rey Sedequías de recibir apoyo militar en su sublevación contra Babilonia en el año 609-607 a.C., lo que tan solo causó un levantamiento temporal del sitio babilonio, ya que se obligó a las tropas egipcias a retroceder y Jerusalén no escapó de la destrucción.

Bajo dominación persa. Posteriormente Egipto apoyó a Babilonia contra la ascendente potencia de Medo-Persia. Sin embargo, para el año 525 a. C., Cambises II, hijo de Ciro el Grande, subyugó el país, que así llegó a estar bajo la dominación imperial persa. Aunque muchos judíos abandonaron Egipto para regresar a su país natal. Otros permanecieron en aquella tierra. Debido a este hecho, hubo una colonia judía en Elefantina isla del Nilo cercana a Asuán, a unos 690 Km. al Sur de El Cairo. Un valioso hallazgo de papiros revela las condiciones existentes en ese lugar durante el siglo V a.C., cuando Esdras y Nehemías cumplían con su comisión en Jerusalén. Estos documentos, escritos en arameo, contienen el nombre de Sambalat de Samaria (Ne 4 1, 2) y del sumo sacerdote Joadá. (Ne 12 22.) Es de interés una orden oficial emitida durante el reinado de Darío II (c. 423-405 a. C.) que mandaba que se celebrase en la colonia "la fiesta de las tortas no fermentadas".

Lidia o reino de Lidia fue una región histórica situada en el oeste de la península de Anatolia, en lo que hoy son las provincias turcas de Esmirna y Manisa. Fue reino e imperio desde la caída del Imperio hitita hasta su conquista por los persas, según unas fuentes desde el 1300 a. C. y, según otras, desde el 718 hasta el 546 a. C.

Destacó como potencia comercial, y fue, además, conocida por su riqueza en oro, proveniente del río Pactolo y de las minas del monte Tmolo. Actualmente se cree que su riqueza provenía más de la fertilidad de sus campos, o bien de su superioridad comercial respecto a los griegos.

Los antecedentes de las batallas entre medos y lidios surgieron por la política expansionista de ambos imperios. En tiempos de Aliates II los medos conquistaron Armenia y Capadocia, llegando a las fronteras lidias. Ambos ejércitos se enfrentaron en la conocida «Batalla del Eclipse», que terminó en un tratado de paz que pactaba la frontera en el río Halis. Durante el reinado de Creso en el siglo VI a. C., Ciro II el Grande de Persia mató a su abuelo Astiages y conquistó Media, dando lugar al Imperio Medo-Persa. Se formó así una coalición anti-persa mediante la unión de Egipto, Babilonia, Cilicia y Lidia.

b.- El Segundo Isaías.

El autor de 2 Isaías, comienza a predicar aproximadamente en el año 550 a. C. el pueblo de Israel se halla cautivo en Babilonia, Ciro aparece y será el instrumento de la liberación, es considerado un reconstructor utópico de Israel, sacándolo de en medio de las naciones, donde viven desmembrados y sin identidad. Por esto frecuentemente en el texto aparecen las palabras "rescatar y redimir". La utopía mantiene la esperanza, que es por donde comienza el camino a la libertad.

El texto se refiere a Ciro, sus victorias y su rápido crecimiento en el poder se le atribuye aquí a la providencia de Dios

Isaías se dirige a los judeos, eran los únicos destinatarios del Déutero-Isaías, pues estos estaban sufriendo una aculturación natural, la gente se iba asimilando a las prácticas sociales y religiosas en ese nuevo ambiente donde habitaban.

La situación Social y Religiosa. Están en la época Persa, las nuevas generaciones iban perdiendo su identidad, sus memorias históricas o si se conservaba, solo podía demostrar la incapacidad de Yahvé por salvar a su pueblo, había una desilusión respecto a Dios, ellos sentían la sensación de que estaban abandonados. Con un Israel en el exilio, sin identidad, fragmentado en grupos disperso entre las naciones y sumergido dentro de otras culturas, iban recibiendo la presencia de otros dioses. Estos territorios para las personas de esa época Yahvé era impotente, estos territorios eran de otros dioses.

Se debe partir del hecho de que Isaías 40-50, es un texto post exilico, en la que la predicación de profeta del exilio ha sido reinterpretada en la clave de "diáspora", entendida esta como la anulación de todo proyecto de un Israel en su tierra.

El Déutero- Isaías utilizaba el género de oráculos de salvación que pertenece al ámbito del culto, el profeta anunciaba la victoria en nombre de Dios y animaba no tener miedo.

Este poema fue compuesto en el momento en que el avance fulminante de Ciro hacía previsible la caída de Babilonia. Yahvé es el que la suscita, no para herir, como Sanaquerib o Nabucodonosor, sino, para liberar.

4.- Los profetas de la reconstrucción del Templo (época persa)

Poco después de la caída de Babilonia, Ciro rey de Persia, firmó un decreto, revirtiendo la política de desarraigar de su hogar a los pueblos conquistados (una práctica de los asirios y de los babilónicos de casi dos siglos). Ciro favoreció al pueblo judío y a otros pueblos cautivos con una proclamación en que se les permitía volver a su tierra natal.

Los judíos vuelven con mucho optimismo y alegría y comenzaron la tremenda tarea de la reconstrucción del país. Erigieron el altar y reconstruyeron el culto de Jerusalén. Pero el optimismo pronto dio paso al desaliento; los pobladores que estaban mezclados, como los samaritanos veían a los judíos como vecinos hostiles y fueron víctima de odios, lo que causo el abandono de la reconstrucción del templo por un tiempo. Es hasta el reinado de Darío (520 a. C.) que los judíos tuvieron las condiciones de renovar sus esfuerzos.

Jerusalén y el Templo son el punto de enlace con la historia de salvación. Zacarías y Ageo son unos de los profetas de la reconstrucción de Israel al retorno del exilio. Con Ageo comienza una nueva era. Antes del destierro, los profetas anuncian el castigo; durante el exilio, los profetas son los consoladores del pueblo. A la vuelta del exilio, los profetas llaman al pueblo a la reconstrucción del templo y de la comunidad de Israel. Ageo es el primero en invitar a los repatriados a reconstruir el Templo: El Templo está en ruinas, su reconstrucción garantizará la presencia de Dios y la prosperidad del pueblo (Ag 1-3). Zacarías anuncia el comienzo de la nueva era de salvación, puesta bajo el signo del Templo reconstruido. De nuevo la tierra es santa en torno al Templo y el pueblo tiene a Dios en medio de ellos.

Ageo y Zacarías dieron mucha importancia a una obra tan exterior como la erección del templo; sin embargo, hay que recordar que en las condiciones de los que "volvían" del destierro babilónico, los judíos tenían necesidad, experimentada sobre todo por las personas más significativas, de encontrar su identidad. Además hay que tener presente que estos "retornados" (sacerdotes y laicos) estaban diversamente compenetrados por el espíritu ritualista del gran profeta Ezequiel y que renunciar a la reconstrucción del templo hubiera sido una bancarrota de la fe y de las esperanzas de los "retornados", aunque las dificultades eran muchas.

a.- Profeta Zacarías Primero (capítulos 1- 8)

Zacarías (en hebreo Zekariyah: "Yahvé se acuerda" o "Se acuerda de Yahvé") es contemporáneo de Ageo, y predicó su mensaje en las mismas circunstancias históricas. En Zac 1:1 es llamado hijo de Baraquías, hijo de Addo.

Su preocupación principal es la de la terminación de las obras del templo, como preámbulo de la restauración mesiánica. Según las indicaciones cronológicas de sus vaticinios, Zacarías profetizó entre el 520 y el 515 a.C., cuando reinaba en Persia Darío I (521-486), sucesor de Cambises. A pesar de que Zacarías tiene también la obsesión de la reedificación del templo destruido, como en Ageo, se preocupa más que éste de los valores morales, y en esto empalma con la tradición profética preexílica.

Capítulos 1-8:

El período de la actividad profética está definido con precisión en su libro: la llamada a la penitencia y la promesa del perdón divino (1,1-6) tienen fecha de octubre-noviembre del año 520; las ocho visiones (1,7-6,8) son de febrero del año, 519; la respuesta a la cuestión relativa al ayuno (cc. 7-8) es de noviembre del 518. Así pues, Zacarías inició su ministerio dos meses después que Ageo, pero siguió aún por dos años después de la última fecha que podemos asignar a la actividad profética de éste.

Los mensajes de Zacarías en 1-8 están definitivamente relacionados con la época de la reconstrucción del Templo. Y son las visiones proféticas:

  • a.- Llamado a la conversión (1. 1-6)

  • b.- Las visiones simbólicas (1. 7- 6. 8)

  • c.- La coronación de Josué (6. 9-15)

  • d.- La cuestión del ayuno y anuncio de la salvación mesiánica (7-8).

b.- Profeta Ageo:

Ageo: "nacido en día de fiesta", uno de los profetas llamados profetas de la reconstrucción. Las breves secciones de este libro datan del mes de agosto al mes de diciembre del año 520 a.C. Sobre la persona del profeta sólo sabemos lo que podemos deducir de la lectura de su escrito. Por la cualificación de "profeta" que se le da en el título se puede fácilmente pensar que estaba dedicado al culto, es decir, a la liturgia oficial en el templo.

El libro se refiere sólo al breve período (apenas cuatro meses) en que Zorobabel y el sumo sacerdote Josué estaban al frente de los "retornados" del destierro de Babilonia. Su tarea específica fue inducir a los judíos a renovar su trabajo en el Templo.

Comenzando a últimos de agosto del 520 a. C. Ageo emitió cuatro mensajes al pueblo, antes de que terminase dicho año. La brevedad de su libro puede indicar que él registró solamente sus mensajes orales.

Posible división:

  • 1,1-11: exhortación a Zorobabel -gobernador de Judea- y a Josué, para que lleven a cabo la reconstrucción del templo (cuyos fundamentos se habían puesto el año 537; cf Esd 3,8; 5,16). La lentitud, dice el profeta, es la causa de que no vaya bien la situación: se está echando el dinero en una bolsa con agujeros.

  • 1,12-15: respuesta de Zorobabel, de Josué y del pueblo a la llamada del profeta, y reanudación de los trabajos de reconstrucción.

  • 2,1-9 (octubre del 520): profecía dirigida a los dos jefes y al pueblo: la gloria de este segundo templo superará a la del primero, ya que en virtud de una inminente transformación política afluirán a él todos los tesoros de las naciones.

  • 2,10-19: la cosecha y los frutos han sido escasos hasta ahora e inmaduros, ya que eran impuros los sacrificios y las ofrendas al Señor; si cambian, el Señor les bendecirá.

  • 2,20-23: dirigiéndose a Zorobabel, el profeta anuncia que Dios derribará pronto los reinos enemigos y las potencias paganas, y hará de él un "anillo-sello". Como en las palabras introductorias a los dos capítulos (1,1 y 2, l), así como en el cuerpo de la narración (1,12; 2,10.13.14.20), se habla del profeta en tercera persona, es probable que el escrito sea obra de un discípulo, aunque no puede excluirle que esta forma de expresión corresponda a una preferencia expresiva de Ageo para dar la impresión de la objetividad más completa hacia la palabra de Dios.

5.- El Segundo Templo en el contexto del imperio persa

En esta sección del estudio vamos a mencionar los profetas que tuvieron su ministerio en la época donde el imperio persa ya estaba completamente firme en Jerusalén y su contexto.

  • a. El Tercer Isaías.

Al volver del destierro y no cumplirse las maravillosas promesas del profeta contempladas en el II Isaías (40-55), sucede un desilusión, decae la fidelidad a Yahvé, se forman y se consolidan grupos opuestos de conservadores realistas o exclusivistas y de idealistas ilusionados.

Por todo esto el núcleo de Tercer Isaías son las promesas de la liberación y la glorificación de Sion, que proceden de un profeta en Jerusalén, cercano a la época post-exilica (después del decreto de Ciro en 538 a. C., pero antes de la reconstrucción del Templo bajo Ageo y Zacarías en 520-515). Al Trito Isaías le tocara mantener viva las esperanzas.

Mayormente, los oráculos de Tercer Isaías reflejarían los años desastrosos después del retorno de la pequeña minoría de los exiliados de Babilonia a Jerusalén, después del decreto. De acuerdo con el decreto de Ciro, los israelitas pusieron los cimientos para el nuevo templo pero pararon la reconstrucción porque la situación socio-económica se deterioró gravemente (Ageo explicó que la causa de la pobreza y otros desastres era el negarse a continuar y terminar la reconstrucción del templo). Además de la crisis económica. Isaías 56-66 hace patente la amarga enemistad entre grupos rivales en Judá, denuncia a los líderes políticos y religiosos corruptos, y refleja desánimo, pesimismo y negativismo, con un espíritu vindicativo que buscó chivos expiatorios y quiso excluir y marginar de la nueva comunidad a los extranjeros y a las minorías sexuales.

Probablemente la solidaridad de Tercer Isaías con los oprimidos se debe, en parte, a sus sufrimientos de las minorías (como la del eunuco). Isaías señala la opresión como la causa fundamental de la pobreza, además, el profeta se refiere a los pobres en términos concretos: 58:7 hambriento, sin techo, desnudo; 58:10 hambriento; 61:1 quebrantados de corazón, cautivos, prisioneros. En este aspecto no solo habla de la opresión y sus causas objetiva que toca la parte socio-económica sino, también el aspecto subjetivo que causa la destrucción de la persona misma.

Puesto que la opresión es la causa fundamental de la pobreza, Isaías primeramente proclama liberación como la principal solución para los pobres aplastados por la experiencia del exilio en 61:1 y 2. El mensaje de Isaías 61 es la Liberación, proclamada por el profeta ungido con el Espíritu de Yahvé tiene que ver con el sufrimiento de los despojados de sus tierras, y tal vez encarcelados por su resistencia al despojo.

Concretamente, esta liberación había significado escapar de Babilonia, una vida de libertad relativa bajo Ciro, la reconstrucción del Templo y la restauración de las ciudades destruidas, pero el profeta no es tan idealista como para pensar que todo el mundo puede esperar un gran día de liberación. Mientras tanto, hay que practicar la solidaridad con los pobres y oprimidos, en sus concretas necesidades diarias.

La idolatría y la opresión del pobre prevalecen entre el laicado al igual que entre los jefes, quienes están considerados como guardianes ciegos. Simultáneamente ayunan esperando a que Dios les favorezca con juicios justos. El pecado y la iniquidad en la forma de injusticia social, opresión, actos de violencia y derramamiento de sangre continúan en abierta practica (59 1-8). Dios esta disgustado con tales acciones, el juicio y la condenación esperan al culpable.

Por contraste Dios se deleita con la persona justa que se contrita y que son humildes de corazón, aquel que practica el evangelio social, apartándose del mal, alimentar al hambriento. Estas personas tienen la seguridad de recibir respuesta a sus oraciones y abundante bendiciones.

  • b. Joel.

Joel, no se sabe mucho sobre este profeta y tampoco de la época de su actuación. En este estudio se presentaran los cuatro lados: político, económico, social e ideológico del capítulo tres de Joel con parte de su texto antiguo actualizado en el Segundo Templo por un escritor preocupado de la situación deplorable del pueblo y comparado con la Pentecostés de Lucas.

Partes: 1, 2
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