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La dignidad del genio


Partes: 1, 2

  1. La parte material del hombre
  2. La parte material del hombre
  3. La imagen de Dios
  4. La Parte inmaterial del hombre

"¿Qué señal nos muestras?" (Juan: 2:18)

El tema que abordaré a continuación es interesante y complejo, reflexionaré algunas ópticas respetables que intentan develar este misterio.

Primero debo dejar en claro que mi mente finita está debilitada por una percepción defectuosa, y que este sentimiento de restricción e inhabilidad me turba y me impide remontarme a la seguridad de la excelencia, sin embargo y a pesar de esto expondré las siguientes consideraciones.

El estudio del hombre — se ensaya desde dos ángulos completamente diferentes:

Hay dos sistemas de pensamiento.

El primero no tiene ninguna relación con la Biblia, y evita toda clase de relación con la revelación bíblica. El segundo es bíblico; se confina a la Palabra de Dios y a aquellas experiencias humanas que la corroboran y que pueden servir de testimonio confirmatorio de la verdad revelada en las Sagradas Escrituras. La primera es la concepción de los hombres, y refleja la filosofía humana de la vida. Esta se ofrece como disciplina secular en las escuelas universitarias. La segunda es la revelación de Dios en el sentido de que las escrituras se originan en El y que presentan el informe que el hombre vanidoso se muestra reacio a aceptar. Es verdaderamente sugestiva la actitud de la educación moderna, que generalmente no le concede lugar a la revelación dentro de sus filosofías. Contra esta actitud, la antropología de la teología, aunque le presta la debida atención a las afirmaciones de los hombres, se estructura sólo en las verdades que Dios ha declarado en su Palabra. En la Biblia se descubre abundante material de naturaleza positiva y confiable. La Palabra de Dios no ofrece la información decisiva sobre este complejo tema. Y hay todavía una distinción más vital entre estas dos disciplinas antropológicas que difieren tan ampliamente. Esta diferencia está en la parte inmaterial del hombre. La antropología no bíblica es sólo una penetración en los aspectos emotivos e intelectuales de la vida humana, es decir, en lo que es psicológico; mientras que la antropología bíblica penetra más profundamente en los reinos de lo moral, lo espiritual y lo eterno.

La respuesta al problema del origen del hombre es de una importancia inmensurable, puesto que de esa respuesta depende toda la estructura de la antropología. Por necesidad, la naturaleza del hombre, su responsabilidad y su destino están determinados por el hecho de sus ser esencial tal como fue creado. Dos sistemas de pensamiento –el uno, pura suposición; el otro, una revelación- ofrecen la respuesta para la cuestión del origen del hombre.

La suposición, es decir, la teoría de la evolución, es una especulación, una conjetura, una sunción. Esa es la mejor solución que la mente finita puede ofrecer: La revelación abarca una serie de armoniosas y razonables verdades, si se conoce al Creador: Su Persona, Su poder y Su designio.

La revelación dice que el hombre fue creado a la "imagen" y "semejanza" de Dios, y Dios es el único que puede realizar tan estupenda tarea. Dios, en su Palabra, no nos impone nociones pueriles y absurdas para que los hombres las creamos. Él nos dice que hay una Causa suficiente y racional de todas las cosas. Eso es lo que quiere indicarnos cuando nos dice que El es el Creador.

Dependiendo de la respuesta al problema del origen del hombre, serán las bases de la estructura antropológica.

Sin entrar a considerar las controversias entre los dos sistemas, este trabajo se basa en que le hombre proviene de la mano de su Creador, es decir trabajaré cimentado en las declaraciones de los oráculos de Verdad.

De modo que nuestro soporte antropológico será la revelación.

Sin embargo presentaré otras consideraciones que hay que hacer, para evitar complicaciones, porque las demás posturas también hacen referencia al texto sagrado.

El hombre es de la tierra, cualquier autoridad científica confirmará esta verdad, porque mediante funciones maravillosas el cuerpo humano está constantemente en el proceso de vida, desechando y tomando los elementos que le son propios, directa o indirectamente del polvo de la tierra.

La biforme naturaleza del hombre- material e inmaterial-, está registrada en Genesis. 2:7. Estos dos temas son los que trataré en este trabajo.

Primera Parte. La parte material del hombre según la teoría de la Evolución.

Segunda Parte. La parte material del hombre según la teoría Creacionista.

Tercera Parte. La Imagen y Semejanza de Dios.

Cuarte Parte. La parte inmaterial del Hombre.

PRIMERA PARTE.

La parte material del hombre

1.1 La teoría evolucionista trata de ofrecer alguna explicación sobre el estado primitivo del hombre, empezando con edades interminables que crean olvido, y por supuesto que así es difícil encontrar algo definido., porque se afirma que el hombre es el resultado de un proceso evolutivo accidental, que emergió de un germen primordial, de origen desconocido.

Estas nociones indemostrables son las que están presentando al mundo con el patrocinio de la educación y de la ciencia.

La evolución ese nos presenta en dos formas diferentes.

12 Naturalista.

Esta es la que sostiene que mediante la selección natural, y la supervivencia del más apto, las diversas formas de seres animados llegaron a ser lo que son, como resultado de una situación fortuita.

El descubrimiento que arroja más luz sobre el progreso evolutivo del hombre lo hizo el profesor Eugéne Dubois en Java durante 1891 y 1892. El era entonces cirujano del servicio militar colonial. En un estrato que contenía huesos fósiles, consiguió 5 fragmentos de una extraña clase de seres. Los llamó Pithecanthropus erectus , esto se convirtió en el hombre fósil de Java.

Esta credulidad se aferra a 5 o 6 huesos, que son fragmentos fósiles, y que no representan más que un casquete craneano, un fémur y tres dientes, que cuando fueron hallados estaban a una distancia de veinte pasos entre sí, o sea alrededor de veinte metros.

Estos descubridores prefieren evidentemente la imagen del simio

1.3 Teísta.

Este sistema quiere darle algún reconocimiento a Dios, al reconocerlo como Causa original, pero se adhiere a un proceso evolutivo por medio del cual Dios desarrolló al hombre de la cédula original que había creado.

Miremos un poco más de esta postura.

Dice que el origen del ser humano tiene que ser visto en el contexto del origen del Universo, que es también el origen de la materia y de la energía las que tienen que ser la manifestación exterior o fenoménica de Dios.

Para explicar el origen del Universo, la ciencia posee por ahora, la teoría del Big-Bang, la cual supone que todo comenzó con una explosión cuyos efectos aun no terminan pues se viene comprobando que el Universo continua expandiéndose, especulándose que cuando dicha expansión llegue a su límite, se iniciará un proceso de contracción hasta que todo sea absorbido al origen, para luego, como lo sostienen algunas escuelas iniciáticas, particularmente la Teosófica, iniciar otra eternidad de no manifestación hasta el inicio de la siguiente creación o nueva manifestación.

Como todo proceso explosivo, el Big-Bang inició su manifestación mediante vibraciones que van desde su origen o foco hacia afuera, es decir, desde las más altas frecuencias, cerca al origen o foco de la explosión y que son, por ahora invisibles e inmensurables, hasta las más bajas frecuencias que están más lejos del foco y que son las cosas visibles y mensurables.

Cuando Dios se manifestó según el Big-Bang, manifestó en realidad una explosión de amor pues ¿De qué otra cosa se puede tratar el acto de crear?

Fue pues una explosión del amor infinito de Dios el origen de las vibraciones, las que, proviniendo de su reposo absoluto, involucionaron hasta las más bajas frecuencias que son las cosas visibles, planteamiento este, perfectamente ajustable a la teoría de las supercuerdas.Efectivamente, si se tiene en cuenta este otro y antiquísimo razonamiento de la Filosofía Hermética que la Ciencia también viene descubriendo ser cierto, se percibirá mejor lo manifestado:La materia es energía condensada

La energía es luz condensada

La luz es pensamiento condensado

El pensamiento es amor condensado

El amor es espíritu condensado

El espíritu es la primera manifestación de Dios

Dios es la manifestación de lo absoluto y de lo no manifestado

El espíritu y la materia son los dos polos de la existencia.

Así pues, la vida y el Universo, no nacen de la danza ciega de los átomos como lo sostienen los materialistas, sino que se generan por las vibraciones de Dios.

Por ello, el orden descendente de las encarnaciones, es simultáneo del orden ascendente de las vidas; es decir, la involución espiritual, genera la evolución vital material.

Así, la parte material del hombre, es en esencia de naturaleza mineral, y la vida vegetativa e instintiva que posee, cesa en cuanto fallece, retornando sus elementos a la tierra tal como está escrito en la Biblia cuando Jehová le dijo a Adán: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás"(Génesis 3,19)

Así pues, el ser humano está compuesto de una parte material constituida por el polvo de la tierra y que en realidad son todos los elementos minerales y químicos que constituyen su cuerpo; asimismo, de otra parte espiritual que es la que está encarnada en su parte material, y que ha hecho posible que, desde el polvo de la tierra adquiera todas las formas sucesivas de vida descritas hasta que, como producto de su alta evolución de millones de años, llegue a poseer la Consciencia de sí.

Concluyen diciendo que, es posible también que la evolución de este hombre continúe hasta alcanzar las regiones divinas en las que se encuentra su origen, siendo el Espíritu encarnado dentro de él, la única entidad con capacidad de llevarlo a tal evolución, ya que esta entidad, está más cerca a las vibraciones del pensamiento de Dios. Sin embargo, es coherente pensar también que, aun cuando el Espíritu del hombre pueda direccionar la evolución de este, esta evolución sólo será factible por el propio esfuerzo del hombre.

 CONCLUSIÓN.

La Evolución es una teoría. Es decir, es sólo una posible explicación de los orígenes del universo, no un hecho científicamente comprobado, menos aún, innegable… a pesar de lo que digan los libros de texto.

Siendo sólo una teoría, debe aceptarse o rechazarse basándonos en evidencia científica.

SEGUNDA PARTE

La parte material del hombre

La teoría creacionista

De la parte material del hombre habla muy poco la Teología antropológica, aunque debería por causa de sus opositores y para beneficiar sus adeptos, presentando razones para explicar las funciones, el desarrollo y la relación que pueda tener un cuerpo humano con su Creador durante el corto trayecto de vida.

2-1 Escasamente cuando compara la imagen de Dios con el cuerpo dice el D.Min, Bruce Mc Dowel, que la humanidad se muestra como una continuidad de la naturaleza, sin embargo separada de ella, y por encima de ella.

2-2 Y en el apéndice de su libro el señor James Montgomery Boice, amplía en un corto párrafo su ponencia acerca del cuerpo cuando escribe: "El cuerpo entonces es la parte visible de la persona, la parte que tiene vida física. A primera vista, parecería que es parte la que nos diferencia de Dios, y en un sentido esto es así. Tenemos un cuerpo; Dios no tiene cuerpo. Pero si continuamos nuestra consideración del tema, esta diferencia no resulta tan obvia como parecía ser en el primer momento. ¿Cómo explicar la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo, por ejemplo? O también, ¿Qué fue lo primero en la mente de Dios,

El cuerpo de Cristo o el cuerpo de Adán? ¿Cristo se hizo como nosotros por la Encarnación, o nosotros nos convertimos como El por un acto creativo de Dios?

Pero recula, y cita a Calvino, diciendo que este no cree que Adán haya sido modelado de acuerdo con el patrón del Mesías que había de venir., y que Calvino no acepta la idea de que Cristo hubiera venido, si Adán no hubiera pecado. A esto el señor Montgomery le hace un comentario: "estas dos ideas no son necesariamente contradictorias. Se podrá especular que cuando Dios caminaba en el huerto con Adán y Eva antes de la caída, lo hacía como la segunda persona de la Trinidad, en una forma pre encarnada, pero, de todos modos corporal",

Sin embargo este comentario, está muy interesante, y se parece a la del teólogo reformado, Hoekema, que dice: que el hombre no es que posee la imagen de Dios, sino que el hombre es la imagen de Dios. Dicho de otra manera, la imagen de Dios se refiere al hombre en la totalidad de su ser, en la totalidad de sus relaciones y en la totalidad de sus funciones como una expresión visible, representante de Dios en la tierra, contrario a  Agustín, a Calvino, y a Edwards y otros que han considerado que la imagen de Dios en el hombre se refiere básicamente a la capacidad del razonamiento. La implicación de esta declaración es que el hombre posee la imagen de Dios.

Y para sustentar tal afirmación, lo sustenta en un foro con los siguientes argumentos: 2.3 ¿Como es el cuerpo del hombre imagen de Dios cuando Dios mismo es Espíritu? Muchos por esta razón, no afirman que la imagen de Dios se refiere al cuerpo. Así es como se limita la imagen de Dios al alma. Sin embargo, hay dos buenas razones para ver que el cuerpo físico del hombre es parte de la imagen de  Dios: 

2.3.1. Es el cuerpo del hombre lo que hace su representación de Dios algo concreto y visible. El hombre es la imagen de Dios porque El es una réplica tridimensional. Por esta razón los ángeles no son imagen de Dios, sino seres espirituales. 

2.3.2 Las habilidades físicas y las acciones del cuerpo del hombre son análogas a las acciones del cuerpo. Dios ve, habla, oye, piensa, siente, etc. Algunos teólogos argumentan que los antropomorfismos reflejan sus limitaciones para representar lo que Dios hace. Pero el hombre es una réplica de Dios. En estos sentidos, el cuerpo es intrínseco a la idea de la imagen de Dios. No hay manera de representar la imagen espiritual de Dios a menos que no tengamos un cuerpo. 

Toda la humanidad es como Dios con respecto a sus relaciones a sus semejantes (Génesis 1:27; Génesis 5:1-2). Dios creó al hombre en una relación varón y hembra. Estos pasajes parecen relacionar el concepto de imagen de Dios con la relación hombre-mujer, Cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio, esto es también representación de la imagen de Dios. Notemos que hay una pluralidad en la unidad, pues ambos son llamados Adán. 

Esta pluralidad es un reflejo de la pluralidad de la Deidad, pues dice Génesis 1:26: "Hagamos…nuestra imagen…semejanza…". Los padres de la iglesia interpretaban esta afirmación divina como refiriéndose a la  trinidad. Teólogos modernos han objetado tal idea con el argumento de  que esto es un reflejo del politeísmo de los inicios en la historia de los hebreos. Pero esto es absurdo, pues el mismo que escribió que Jehová es  Uno fue quien escribió el relato de la creación. Otros opinan que se trata de ángeles. Esto es también defectuoso, pues no se mencionan ángeles en el contexto, el hombre no es hecho a la imagen de ángeles y la creación solo se atribuye a Dios. 

La imagen de Dios no puede ser limitada a un mero aspecto del hombre, sino que se refiere a todo el hombre en términos de lo que es, y lo que hace. La Biblia afirma que el hombre es la imagen de Dios, sin excepción

El hombre es la verdadera imagen de Dios, no una mera  copia de la verdadera imagen. CONCLUSIÓN

La teoría Creacionista, es un asunto de fe (Por la fe entendemos) dice en Hebreos.Permítanme repetir lo que escribí en la introducción, a mi no me gusta parecerme al simio. Yo soy la imagen de Dios, porque mi cuerpo es su representación concreta y visible, y también de Cristo, que dijo "me preparaste cuerpo" No solamente el cuerpo humano real con el que nació, vivió y murió entre nosotros, sino también su Cuerpo místico del que además soy miembro para ser una extensión de Él, en su manifestación y en el servicio. Porque así como mi cuerpo representa mi parte interior, de la misma forma yo personifico a mi Creador y soy quien al obedecer cumple los cometidos de Él para nuestro universo.

TERCERA PARTE

La imagen de Dios

A la pregunta ¿Que quiere decir a la imagen y semejanza de Dios?

Seleccioné algunas respuestas.

En ser la imagen de Dios radica toda la dignidad humana (DionigiTettamanzi).

Las Iglesias cristianas contestan muy parecido, La imagen de Dios se refiere a la parte inmaterial del hombre. Y que la imagen de Dios no quiere decir que Dios tiene semejanza física con el hombre.

3.1 Así dice Bruce McDowell afirma que:"Al decir que hemos sido hechos a imagen de Dios en su semejanza, ambas palabras son usadas para reforzar el sentido sin hacer distinción entre ellas. Son usadas al unísono"

Más adelante dice que "la imagen de Dios no se define claramente en este pasaje.

3.2 Tener la "imagen" o "semejanza" de Dios significa, en términos simples, que fuimos hechos para parecernos a Dios. Adán no se parecía a Dios en el sentido de que Dios tuviera carne y sangre. La Escritura dice que "Dios es espíritu" (Juan 4:24) y por tanto Él existe sin un cuerpo material. Sin embargo, el cuerpo de Adán reflejó la vida de Dios, en cuanto a que fue creado con perfecta salud y no estaba sujeto a morir.

La imagen de Dios se refiere a la parte inmaterial del hombre. Esto coloca al hombre aparte del mundo animal, adecuándolo para el "dominio" que Dios le designó (Génesis 1:28), y capacitándolo para tener comunión con su Creador. Es una semejanza mental, moral y social. 3.3 A imagen de Dios no quiere decir que Dios tiene semejanza física con el hombre. Dios no tiene piernas, manos canas ni una barba blanca. Cuando la Biblia habla del hombre a imagen de Dios, se refiere al hecho de que el hombre tiene un alma espiritual. Está por encima de los otros seres vivientes que habitan en la tierra. El hombre no es una cosa, sino una persona. El Hombre, por tanto, puede pensar; puede amar a otras personas; puede componer una sinfonía; puede escoger el bien; todas las cosas que ni un perro, ni una lagartija ni ningún otro animal puede hacer. Pero, aunque podamos hacer todas estas cosas, debemos preguntarnos ¿por qué Dios nos hizo así?

Ciertamente Dios, que sabe todo, no necesita que nosotros pensemos, ni que le toquemos alguna sinfonía, pues los ángeles cantan mucho mejor que nosotros. La razón es que Dios nos ha hecho a su imagen para conocerle y amarle. De todas las criaturas visibles, sólo el hombre es "capaz de Dios." De todas las cosas de este mundo, sólo el hombre está llamado a vivir con Dios en el mundo más allá. Y siendo a Imagen de Dios, el hombre está llamado a amar: primero a Dios y luego a todo el que tiene semejanza con Dios, es decir, a cada persona humana, pues cada persona está hecha a imagen de Dios.

3.4 El Hombre creado para ser "en Cristo" imagen de Dios Antes de la creación del hombre, Jesús era el unigénito Hijo de Dios; era el Hijo de su amor con el cual se recreaba y deleitaba disfrutando la excelencia de su persona. Dios quiso satisfacer a su Hijo al darle una familia de hermanos semejantes a él donde Cristo sería "el Primogénito entre muchos hermanos." Para lograr esto, Dios se propuso plasmar su imagen, su vida, su reino y gloria en el hombre; debía crear un hombre agraciado; un ser que fuese más excelente que todos los demás seres creados en todo el universo. 

La imagen de Dios no es la imagen de una sola persona sino la imagen de un Dios trino que esencialmente es familia, que tiene una forma o estilo de vivir en una mutualidad de amor, en unidad de Espíritu y de esencia, imagen que nos fue revelada perfectamente en Cristo. La creación del hombre parte con un individuo, pero inmediatamente añade "varón y hembra los creó", es por eso que cuando el Señor Jesucristo nos trae la imagen de Dios, lo primero que hace es rodearse de doce hombres en los cuales plasmará la imagen de Dios, con su vida, reino y gloria. 

3.5 ¿En qué sentido el hombre es creado «a imagen de Dios»? El hombre ha sido creado a imagen de Dios, en el sentido de que es capaz de conocer y amar libremente a su propio Creador. Es la única criatura sobre la tierra a la que Dios ama por sí misma, y a la que llama a compartir su vida divina, en el conocimiento y en el amor. El hombre, en cuanto creado a imagen de Dios, tiene la dignidad de persona: no es solamente algo, sino alguien capaz de conocerse, de darse libremente y de entrar en comunión con Dios y las otras personas.

3.6 La Imagen y Semejanza.      Nosotros nos seguimos cuestionando ¿cuál es nuestra naturaleza?, ¿Qué puesto ocupamos en la escala de lo seres?… La misma Biblia nos dice que nuestra naturaleza es que somos "imagen y semejanza de Dios". Esto quiere decir que el hombre se parece a Dios, como un hijo se parece a su padre. La "imagen" supone un modelo anterior, original, del cual se hace una producción y es algo estático, recibido, es un don. La "semejanza" nos habla de un parecido, donde se excluye la igualdad y nos invita a continuar el proceso de imitación del modelo, es, entonces, algo dinámico. Nosotros no somos iguales a Dios, sino semejantes.

3.7 ¿De qué maneras puede representar el hombre a Dios?  Wayne Gruñen expresa que para poder entender lo que es la imagen de Dios, se requiere entender quien es Dios y quien es el hombre. Mientras más conocemos a Dios y al hombre, más entendemos el concepto imagen de Dios. Imagen de Dios = todas las maneras en que el hombre es como Dios. Los términos imagen y semejanza son características intrínsecas a la  naturaleza del hombre, así que podemos aplicarlas aun al hombre caído  (Génesis 9:6; 1 Corintios 11:7; Santiago 3:9). Dios no puso condiciones para que el hombre fuese su imagen. El creó al hombre imagen de Dios por diseño. Es decir, si dejamos de ser imagen de Dios dejamos de ser humanos. 

Génesis 9 expresa que el hombre caído sigue siendo imagen de Dios.  Además, tanto Pablo como Santiago, en sus escritos, regulan la conducta  cristiana basados en que el hombre es imagen de Dios.  El hecho de que el hombre caído todavía es imagen de Dios, esto intensifica la depravación total, pues la imagen de Dios ha sido distorsionada por nuestro pecado. Varias maneras principales en las que el hombre si es imagen de Dios.  Toda la humanidad es como Dios en relación a su constitución. Esto se  refiere a lo que el hombre es o de lo que está hecho. Hay muchas maneras en las que el representa a Dios. 

El hombre, al igual que Dios, es un ser viviente, en contraste con  ídolos muertos (Sal, 115:3-. 

El hombre, como Dios, es un ser personal (Conciencia propia, comunicación). 

El hombre, al igual que Dios, tiene capacidad intelectual, emocional y  de voluntad (facultades). 

El hombre, al igual que Dios, tiene capacidad estética

El hombre, al igual que Dios, tiene habilidad moral. El puede  distinguir entre el bien y el mal. 

CONCLUSIÓN

Aunque los términos imagen y semejanza se piense que quieren decir una misma cosa, Yo opino que el escritor bíblico no usó la redundancia para hacer ningún énfasis, sino que a pesar de que no lo puedo comprender cada palabra tiene un significado diferente y por tanto un efecto diferente en nosotros, pienso que: Somos la Imagen de Dios porque nos diseño como copia del modelo. Su Hijo Unigénito. Somos su Semejanza porque nos parecemos a Él y permanente nos invita no a ser iguales a Él, sino a ser más semejantes a Él. (Sed perfectos)

CUARTA PARTE.

La Parte inmaterial del hombre

4.1 Elementos que constituyen la parte inmaterial del hombre el doctor Lewis Sperry Chafer, en el tomo 1, volumen 2, en la página 602 de su Teología Sistemática.

Dice: "que la Biblia no es un libro de definiciones. Sus grandes realidades se asumen tal y como son". Se puede decir que la especulación humana tiende más a confundir que a clarificar, por ejemplo: del hombre interior dice la Biblia, que es alma, espíritu, corazón, carne, mente. Entonces surgen preguntas que han unido y separado a los teólogos de todas las generaciones.

¿Es el hombre un ser dicótomo Que tiene dos partes: material e inmaterial, con la suposición de que alma y espíritu son una misma cosa?

O es un ser tricótomo- cuerpo, alma y espíritu?

4.1.2 En su modulo de Antropología en la página 38, línea 5 dice el doctor Machen: "Debemos rechazar con firmeza la idea de que la naturaleza del hombre según la Biblia se divide en cuerpo, alma y espíritu. Cuanto más reflexiono acerca de ello, tanto más me convenzo de la que la idea de una naturaleza tripartita del hombre es un error grave. Es un error que muchos cristianos sinceros han defendido, y han defendido con erudición y reverencia; y con todo sigue siendo un error grave"

4.1.3 Pero en el apéndice de mismo módulo en la página 181, en la línea 12 el doctor James Montgomery Boice al contestar la pregunta ¿Cuál es el grado de nuestro pecado? Dice: "Al considerar esta pregunta sería de mucha ayuda recordar la naturaleza tripartita de nuestro ser, como vimos en el Tomo Uno. Allí señale que cuando la Biblia nos dice que hemos sido creados a imagen de Dios, lo que quiere significar es que hemos sido creados como una trinidad, de manera análoga a como Dios es una Trinidad"

La controversia está entre los que quedan impresionados con las distinciones y los que se impresionan con las similitudes, porque la Biblia apoya tanto la dicotomía, como la tricotomía. Porque la distinción entre alma y espíritu es tan incompresible como la misma vida; y todos los esfuerzos que hacemos los hombres para establecer definiciones tendrán que ser siempre insatisfactorios.

CONCLUSIÓN

Me adhiero a la postura del doctor Montgomery con su analogía de La imagen y semejanza de Dios, si Dios es Trino, el hombre del mismo modo.

4.2. LA DERIVACION Y LA PERPETUACION DE LA PARTE INMATERIAL DEL HOMBRE

Ya le hemos dado la un vistazo rápido a la verdad relativa a la parte inmaterial del hombre, al origen de esa parte en el primer hombre. Se nos ha revelado que el llego a ser alma viviente mediante el soplo divino de las vidas (en el original, la palabra es plural). El problema que tenemos ahora delante es el relativo a la generación o perpetuación de la vida humana. En el plan de Dios para la humanidad, a dos seres originales —macho y hembra— se les dio esta orden: "Fructificad y multiplicad; llenad la tierra" (Gn.l:28). Así se nos indica que a Adán y Eva, lo mismo que a su posteridad, se les dio poderes creadores, que no solo engendran el cuerpo de su descendencia, sino que explican directamente la existencia de sus naturalezas inmateriales. Sin embargo, se han presentado varias teorías para explicar el origen de la parte inmaterial del hombre, en el caso de cada miembro de la raza de Adán. Consideraremos dos de estas teorías.

4.2.3 LA TEORIA DE LA PREEXISTENCIA. Los abogados de esta hipótesis afirman, sobre bases racionales y muy aparte de la autoridad bíblica, que cualquiera que haya sido el origen del cual se derivo al principio la parte inmaterial del hombre —si fue creada o si existió eternamente— está sujeta a la reencarnación o transmigración de un cuerpo a otro, incluyendo los cuerpos de las formas inferiores de vida. Esta teoría, aunque la han abrazado con diversas modificaciones algunos hombres que pudieran servirse de la verdad bíblica, le debe su origen completamente a la filosofía pagana. Es uno de los postulados del hinduismo, y modernamente está representada por la teosofía. Una teoría primitiva le atribuía un alma humana al Cristo preexistente. La Enciclopedia Británica afirma con respecto a este sistema:

"En teología se halla la doctrina de que Jesucristo tuvo un alma humana que existió antes de la creación del mundo —el primero y más perfecto de todos los seres creados— y que subsistió antes de su nacimiento humano, en unión con la segunda Persona de la Divinidad. Esta alma humana fue la quo sufrió los dolores y las angustias que se describen en los Evangelios. La principal exposición sobre esta doctrina es la del Dr. Watts (Works, Vol. V, p. 274). Es muy poco el apoyo que ha tenido. En forma más amplia, esta doctrina se les ha aplicado a los hombres en general; es decir, se afirma que, en el principio de la creación, Dios creó las almas de todos los hombres, las cuales fueron como un castigo, para que se encarnaran en los cuerpos físicos de los que obraban el mal, hasta que la disciplina los acondicionara para la existencia espiritual. Los que apoyan esta doctrina de la preexistencia se hallan tan temprano como en el siglo II, entre los cuales se encontraron Justino Mártir y Orígenes. La idea no solo corresponde generalmente a la metempsicosis y al misticismo, sino que prevalece ampliamente en el pensamiento oriental. Fue condenada por el Concilio de Constantinopla, en 540; pero ha reaparecido frecuentemente en el pensamiento moderno (comp. Wordsworth, Intimations of Inmortality – y es en efecto, una tendencia natural correlativa con la fe en la inmortalidad" (XIV ed., Vol. XVIII, p. 434).

El argumento de que la vida humana preexistió le da fuerza a la esperanza de la vida consciente después de la muerte; refleja el deseo natural del corazón humano de tener una existencia sin fin. El siguiente es un análisis claro de este sistema, y es del Dr. William G. T. Shedd, en su obra History of Christian Doctrine:

"La teoría de la preexistencia ensena que todas las almas humanas fueron creadas al principio de la creación, no solo las de este mundo, sino las de todos los mundos. Todos los espíritus finitos fueron creados simultáneamente antes de la creación de la materia. El universo intelectual precede al universo sensible. Las almas de los hombres, en consecuencia, existieron antes de la creación de Adán. La vida preexistente fue antes de Adán. Los hombres fueron seres angélicos al principio. Por causa de su apostasía en la esfera angelical fueron transferidos, como consecuencia de su pecado, a cuerpos materiales en la esfera terrena; y actualmente están pasando por un proceso disciplinario, con el propósito de que sean restaurados todos ellos sin excepción, y vuelvan a disfrutar de su condición angélica preexistente. Estos cuerpos, a los cuales se unen, vienen a la existencia mediante el curso ordinario de la propagación física; de tal modo que la parte sensoria y material de la naturaleza humana no tiene existencia anterior a Adán. Solo se afirma la existencia anterior a Adán del principio racional y espiritual de la vida" (tercera edición, Vol. II, ps. 4,5).

A esta teoría se le hacen tres objeciones: (a) No toma en cuenta las Escrituras. Aunque Orígenes, de quien se ha dicho que fue "la aurora y el ocaso" de la teoría de la preexistencia, en su método usual alegórico, intento armonizar sus ideas con la Palabra de Dios, las distorsiones que le hizo a la Biblia le dejaron poca apariencia a las claras enseñanzas de la Palabra de Dios. (b) Aunque se reconoce el hecho del pecado en dicha teoría, sin embargo, se desacredita la doctrina del pecado original (c) Esta teoría no descansa sobre ninguna prueba de la parte inmaterial para cada cuerpo, y del generacionismo que consideraremos posteriormente— se relacionan con el origen de la parte inmaterial del hombre. Una y otra son defendidas por hombres de igual ortodoxia, aunque son ampliamente diferentes hasta el punto de contradecirse. La doctrina de la creación enseña que Dios crea directa e inmediatamente un alma y un espíritu para cada cuerpo en el momento en que nace, y que lo único que engendran los padres humanos es el cuerpo. En cambio, el generacionismo enseña que el alma y el espíritu del hombre son también engendrados junto con el cuerpo. La cuestión no está determinada en forma definitiva. Cuando los hombres de buenas intenciones difieren tan ampliamente se debe generalmente a la falta de un testimonio decisivo de las Escrituras. Debe observarse que, en la historia de la iglesia, la teoría de la creación fue ampliamente aceptada en el Este, en tanto que el generacionismo era la doctrina aceptada en el Oeste. El asunto ha dependido siempre de la opinión personal; no ha habido orden ni separación sobre base teológica. Este asunto, sin embargo, envuelve grandes temas. Alli está incluida la humanidad de Cristo y toda la verdad con respecto a la transmisión del pecado original, y con respecto a la herencia.

Dos grandes teólogos de los tiempos modernos, los doctores Charles Hodge y William Shedd, aunque los dos se someten al sistema de teología calvinista, el primero defiende la teoría de la creación y el segundo, la del generacionismo. El plan que seguiré en esta discusión consiste en citar con brevemente a cada uno de estos hombres, según su propio punto de vista. De esa manera obtendremos algunas ideas generales. El Dr. Hodge escribe:

"La doctrina común de la iglesia, y especialmente de los teólogos reformados, ha sido siempre la de que el alma del niño no la engendran los padres, ni se deriva de ellos, sino que es creada de manera inmediata por Dios. Veamos los tres argumentos que generalmente se presentan a favor de este punto de vista.

4.2.4 Que es más consecuente con las enseñanzas prevalecientes de las Escrituras. En los documentos originales de la creación hay una notable distinción que se hace entre el cuerpo y el alma. El primero es de la tierra; la segunda es de Dios. Esta distinción se conserva a través de toda la Biblia. El cuerpo y el alma no solo se presentan como sustancias diferentes, sino que también se indica que tuvieron diferentes orígenes. El cuerpo vuelve al polvo, dice el sabio Salomón, y el espíritu a Dios que lo dio.

4.2.5 Deducción del argumento de la naturaleza del alma. La doctrina de la creación de la parte espiritual del hombre es claramente más consecuente con la naturaleza del alma. Los cristianos admiten que el alma es inmaterial y espiritual. Que es indivisible. El generacionismo niega esta doctrina que se reconoce universalmente. Afirma que el alma admite la separación o división de su esencia

4.2.6 Y un tercer argumento a favor de la teoría de la creación de la parte espiritual en cada ser humano, y contra el generacionismo, se deriva de la doctrina bíblica de la persona de Cristo. El fue verdadero hombre; tuvo una naturaleza humana verdadera; un verdadero cuerpo y un alma racional. El nació de una mujer. En cuanto a la carne, fue hijo de David. Descendió, pues, de sus padres. El se hizo en todo sentido como nosotros, pero sin pecado. Las dos teorías admiten esto. Pero, como ya lo indicamos con referencia al realismo, en la teoría del generacionismo, esto lleva necesariamente a la conclusión de que la naturaleza humana de Cristo fue culpable y pecaminosa.

4.3 LA TEORIA DEL GENERACIONISMO. Este sistema de fe afirma que tanto la parte inmaterial del hombre como la material se propagan mediante la generación humana. El Dr. Shedd escribe sobre el carácter general de esta doctrina: tanto del alma como del cuerpo, o solamente la del cuerpo? Era simple o compleja la naturaleza humana que fue creada en Adán y Eva? Era solamente física, o era psicofísica? Tenía la naturaleza humana en el primer par de individuos dos partes o una sola? Se hizo provisión para la propagación de la naturaleza especifica depositada en Adán, de tal modo que hubiera individuos que fueran una unión de cuerpo y alma, o solamente cuerpos sin alma? En consecuencia, la cuestión envuelve el valor cuantitativo del ser que fue creado el sexto día, cuando dice la Biblia que Dios hizo al hombre. El generacionismo afirma que toda la sustancia invisible de todas las generaciones de la humanidad se origino ex nihilo, mediante el sencillo acto de Dios que se menciona en Génesis 1:27, en el cual creó al hombre, ' varón y hembra". La doctrina de la creación afirma que solo una parte de la sustancia invisible de todas las generaciones de la humanidad fue creada en el primer acto: la de los dos primeros cuerpos; la sustancia invisible que constituye sus almas se ha creado subsiguientemente, mediante tantos actos creadores como almas individuales hay. El generacionismo y la doctrina de la creación individual están de acuerdo en uno de los puntos más difíciles del problema: en la clase de existencia anterior a la existencia individual. La doctrina de la creación concede que la historia humana no comienza con el nacimiento del primero individuo humano. No intenta explicar el pecado original con referencia a Adán. Sostiene que el cuerpo y la vida física del individuo no es una creación ex nihilo en cada caso, sino que se deriva de una naturaleza física común que se origino el sexto día de la creación. Al hacer eso, tal teoría concede que en Adán hay existencia hasta ese punto. Pero este sistema de raza de la existencia humana, que es anterior al modo del individuo, constituye la dificultad en este problema; y al aceptar su realidad en cuanto al cuerpo, la teoría de la creación se echa encima la misma carga que el generacionismo. Porque es tan difícil pensar en una existencia invisible del cuerpo humano en Adán, como pensar de la existencia invisible del alma humana en el. En realidad es aun más difícil; porque el cuerpo de un hombre individual, como lo conocemos nosotros, es visible y tangible, en tanto que su alma no lo es. Y es más concebible una existencia invisible e intangible en Adán que una visible y tangible. . . Hay dificultades en cualquier teoría que se proponga sobre el origen del hombre, pero son menos las del generacionismo que las de la teoría de la creación de la parte espiritual en cada individuo. Si el misterio de una completa existencia en Adán, tanto en lo psíquico como en lo físico, se acepta, las dificultades con respecto a la imputación del primer pecado y a la propagación de la corrupción se alivian. Turretin dice que ' no hay duda de que, mediante esta teoría, parece que desaparecen todas las dificultades". Pero el primer paso es el que cuesta. Adoptar un misterio revelado al principio, este misterio en este caso, como en todos los demás casos de los misterios revelados, es un paso que arroja una iluminación intensa, y hace que todas las cosas queden claras" (Dogmatic Theology, Vol. II. pags. 7-19).

"El generacionismo explica la idea de las especies tanto al cuerpo como al alma. El sexto día, Dios creó dos individuos humanos, un macho y una hembra; y en ellos creo también la especifica "naturaleza psicofísica de la cual se han procreado todos los individuos descendientes de la familia humana tanto psíquica como físicamente… La teoría de la creación individual de la parte inmaterial del hombre confina la idea de las especies al cuerpo; en este respecto concuerda con la teoría de la preexistencia; la única diferencia es la relativa al tiempo en que el alma es creada. Tanto la doctrina de la creación como la de la preexistencia sostienen que el alma humana es individual, y que nunca tuvo existencia para toda la raza en Adán. La doctrina de la creación de la parte espiritual en cada individuo afirma que el sexto día, Dios creó dos individuos humanos, un macho y una hembra; y en ellos creo también la especifica naturaleza física de la cual se han procreado todos los descendientes individuales; y que el alma ha sido en cada caso una creación ex nihilo, que se ha infundido en el ser procreado . . . Hay que hacer la elección entre el generacionismo y la doctrina de la creación ex nihilo de la parte espiritual; puesto que la opinión de que el hombre en cuanto a su alma existió antes de Adán no tiene apoyo en la revelación. La Biblia ensena claramente que Adán fue el primer hombre; y que todos los espíritus finitos que existían antes de él eran ángeles.

Partes: 1, 2
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