Uno de los grandes problemas como ya se indico, es el problema de la humanidad de Cristo —que incluye un alma humana, un espíritu humano y un cuerpo humano— y el problema del pecado original y de la herencia entran ampliamente en esta controversia. Con respecto al alma humana y al espíritu humano de Cristo, el Dr. Hodge, influido por sus puntos de vista de la teoría de la creación, no puede ver cómo, según el generacionismo, Cristo pudiera salvarse de la participación en la naturaleza de Adán. Los teólogos del generacionismo han creído siempre que se ejerció una protección divina especial contra la naturaleza de Adán, que hubiera podido comunicarle al Hijo la madre humana. Lo que se llama "la inmaculada concepción", según el punto de vista generacionista de la Iglesia Católica, afirma para Cristo la libertad de la mancha del pecado original. Hablándole a María, el ángel le dijo: "El Espirita Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios" (Lc. 1:35). Por otra parte, es difícil entender que esa naturaleza pecaminosa que se les atribuye a todos los hombres, y que procede del pecado de Adán, pueda existir, si Dios crea cada alma y cada espíritu ex nihilo en el momento de nacer. Si, como arguye el generacionismo, la parte inmaterial del hombre se trasmite de padre a hijo, y que el padre procrea según su especie, la comunicación de la naturaleza que tuvo Adán no es solo una consecuencia razonable, sino también inevitable. Cuando se intenta explicar la naturaleza universal del pecado, los partidarios de la teoría de la creación presentan extrañas especulaciones.
Mi conclusión es que, aunque este tema está oculto en el misterio, el predominio de la evidencia sostiene la teoría del generacionismo.
Después de estas sinceras consideraciones creo que podríamos estar de acuerdo en que el hombre es el misterio y maravilla de la creación y que su dignidad es por ser la imagen y semejanza de Dios.
Es evidente que el hombre tiene una posición singular en medio de la creación de Dios, porque en Génesis dice que el hombre debe "señorear" y "guardar.
Entonces el destino del hombre es conquistar la tierra y custodiarla.
En nuestra historia podemos encontrar una gran cantidad de personas que gracias a su capacidad para sojuzgar la tierra, los elementos y los animales nos han acercado al umbral de cosas asombrosas que en el pasado eran "ciencia ficción", pero que hoy nuestros niños manejan con relativa facilidad.
Permítanme compartir sobre uno de los hombres más grandes de la historia y que la dividió en dos, antes de Cristo y después de Cristo. Porque, mientras muchos personajes grandes sencillamente se pierden en los libros históricos, Jesús de Nazaret sigue siendo el enfoque de múltiples libros y controversias en los medios de comunicación. Pero lo que hace a Jesús relevante aún hoy en el siglo 21 es la convicción de sus seguidores de que resucitó de la muerte y las afirmaciones sorprendentes que él hizo acerca de si mismo. Como un impredecible carpintero de un pequeño pueblo en Galilea de Israel, Jesús hizo afirmaciones que, si son ciertas, tienen implicaciones profundas en nuestras vidas. Según Jesús, usted y yo somos especiales, parte de un gran plan cósmico. Una pregunta con la que debemos lidiar es, ¿qué podría motivar a Jesús a vivir su vida entera como una mentira? El enseñó que Dios se oponía a la mentira y la hipocresía, entonces él no lo estaría haciendo para complacer a su Padre. Él claramente no mintió para el beneficio de sus seguidores. (Todos menos uno fueron martirizados.) Para ir con la opción de mentiroso parece nadar contra corriente ante todo lo que Jesús enseñó, vivió, y por lo que murió. Para la mayoría de los estudiosos, simplemente no tiene sentido. Sin embargo, para negar las afirmaciones de Jesús, uno debe llegar con alguna explicación. Y si las afirmaciones de Jesús no son verdad, y él no estaba mintiendo, la única opción restante es que él debió haber sido auto-engañado
Entonces, ¿Fue Jesús un mentiroso o un lunático, o fue el Hijo de Dios? ¿Podría haber estado en lo correcto? Interesantemente, la audiencia que escuchó a Jesús—ambos creyentes y enemigos—nunca lo consideró como un simple maestro moral. Jesús produjo tres efectos principales en la gente que lo conocían: odio, terror, o adoración
El apóstol Pablo, quien anteriormente rechazó a Jesucristo como otro radical con complejo de Mesías, luego escribe de él así:
"Pues Cristo es la expresión visible del Dios invisible. Existió antes de que empezara la creación, porque por él fueron creadas todas las cosas, sean espirituales o materiales, visibles o invisibles… Es más, absolutamente toda cosa fue creada por medio y para él… La vida de la nada inició por él, y él es, por lo tanto, justificablemente llamado el Señor de todo." Colosenses 1:15-17.
Empecé este comentario con un texto de la Biblia "¿qué señal nos muestras?"
Y para terminar les digo que las señales sirven para legitimar los hechos, por medio de los cuales el que realiza las señales demuestra que es la imagen y semejanza de Dios. Porque las señales son de valor, no tanto por cuanto son señales, sino por lo que indican con respecto a la gracia y al poder del que las hace, o la relación que él tiene con el mundo superior. A menudo son como el sello del poder que se le concede a la persona que las realiza.
Y acerca del Cristo. No es extraño que Aquél cuyo nombre es Admirable (Isaias: 9:6) haga obras maravillosas. Lo extraño seria que no las hiciera.
El Sol que está en el espacio es una maravilla; pero no por el hecho de que, siendo sol, irradie sus in?uencias de luz y calor.
Los milagros de Cristo son el fruto que produce el Árbol Divino, según su especie, y, con un profundo sentido de verdad, pudieran llamarse "obras" de Cristo, sin más agregados ni explicaciones" (Notes on the Miracles of Our Lord. R. C. Trench. Segunda Edición Americana, págs.9).
Autor:
Dorian Arturo Molina Acevedo
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