Introducción
1) TRES ETAPAS IMPORTANTES
Desde el embarazo hasta los momentos vividos luego del parto la mujer pasa por una serie de cambios tanto físicos como psicológicos, que no son sólo cuestiones individuales sino que encuentran su relación tanto en el ámbito social más cercano (la familia) como con el ambiente y el resto del contexto socio-cultural.
Realizamos este trabajo que trata sobre los distintos períodos que se suceden durante el desarrollo de una nueva vida, es de gran valor porque este proceso nos atraviesa a todos como humanos, y así conocer los diferentes estados emocionales que vive toda mujer durante el embarazo, parto y puerperio. Por medio del mismo tenemos la posibilidad de encontrar una explicación fehaciente y profunda sobre las nueve lunas que pasa toda mujer.
CONTENIDO.
Embarazo
A partir del momento en que el óvulo es fecundado por un espermatozoide, comienzan a producirse, en el cuerpo de la mujer, una serie de cambios físicos y psíquicos importantes destinados a adaptarse a la nueva situación, y que continuarán durante los nueve meses siguientes. Esto es lo que conocemos como un embarazo. El cual altera los esquemas hormonales normales de una mujer, uno de los primeros síntomas del embarazo es la pérdida del periodo menstrual. Otros síntomas son: aumento de la sensibilidad de las mamas, cansancio, náuseas, sensibilidad a los olores, mayor frecuencia en la micción, cambios de humor y aumento de peso. Ciertas mujeres también experimentan deseos de sustancias poco usuales, como hielo, arcilla o almidón de maíz. Este estado, llamado pica, puede ser indicativo de una insuficiencia de hierro u otros nutrientes. Antes de la duodécima semana de embarazo es posible que algunos de estos síntomas remitan, pero aparecen otros. Por ejemplo, los senos aumentan de tamaño y se oscurecen los pezones. El síntoma más evidente es el aumento de peso. En la actualidad la mayoría de los médicos aconsejan que el aumento de peso no supere los 12 kilogramos al final del embarazo.
Durante la gestación, el hecho estresante más importante es la gestación misma, y es diferente si se trata del primer embarazo, o si ya se han tenido otros, si se trata de una adolescente o de una mujer, si la mujer es soltera o casada; es diferente también entre los grupos socioeconómicos, y en las distintas culturas. Pero lo más importante es si el embarazo es planeado y si el hijo es deseado
2.1) COMO DAR LA NOTICIA A MI PAREJA.
Te daremos dos posibles recomendaciones para todas aquellas mujeres que aun no le han comunicado la noticia a su pareja.
Podrán sorprender a su pareja con la noticia del embarazo durante una cena romántica
O será mejor hacer la prueba de embarazo en casa cuando él esté contigo. Sólo tú sabes la mejor manera de compartir la noticia sobre tu embarazo.
En algunas parejas, la mujer determina primero si está embarazada y luego comparte la noticia con su par. Si el embarazo no fue planeado, la forma de anunciarlo puede depender de si tu pareja va a recibir la noticia como una sorpresa maravillosa o si se va a angustiar y verla como algo preocupante…
Sea cual sea tu situación, entiende que tu pareja puede reaccionar de manera diferente a lo que esperas. Los hombres no experimentan el embarazo de la misma manera que las mujeres, y pueden responder con menos emoción de la que te gustaría. Esto es normal. Dale un pequeño espacio a tu pareja para que digiera la noticia a su manera.
2.2) LA COMUNICACIÓN EN LA PAREJA
La decisión de tener un hijo se ha convertido en algo completamente valorado y buscado en la mayoría de las parejas estables. A pesar de que continúan los embarazos de adolescentes, las parejas cada vez se encuentran más preparadas a la hora de decidir tener un hijo y cuando llega el momento se recibe con tranquilidad y alegría.Generalmente las sensaciones son positivas ante la llegada de un hijo, pero no cabe duda que será un proceso de grandes cambios en la mujer y en la relación de la pareja que provocará algún que otro malentendido y conflicto. La mujer va a pasar por una serie de cambios físicos y psicológicos que van a afectar a su percepción del mundo y de ella misma. Tu pareja te tiene que apoyar y darte ánimo.A menudo podemos encontrar a madres primerizas que se encuentran asustadas ante los cambios físicos que conlleva un embarazo. La mala asimilación de lo que está ocurriendo les lleva a distorsionar determinados aspectos de su fisonomía que empiezan a no gustarles ante el aumento de volumen. Este tipo de distorsiones van a requerir la atención y el apoyo de la pareja ya que el padre será el encargado sobre todo de valorar y reforzar la actitud de la mamá. Además del cambio físico y hormonal, la mujer necesitará el ánimo de su pareja que aliviará esos miedos y dudas. Si la pareja es inexistente o no colabora, la mujer se sentirá abandonada ante esta nueva situación y el enfrentarse sola a tanto cambio provocará recriminaciones y discusiones entre la pareja.En este sentido debemos tener en cuenta que el hombre también tiene que adaptarse a la nueva situación y también es posible que aparezcan dudas e inseguridades que le hagan apartarse de su mujer y refugiarse en el trabajo, por ejemplo. Ambos miembros de la pareja deberían compartir inquietudes y dudas sobre cualquier aspecto que les preocupe. De este modo podrán desarrollar mayor empatía y entender mejor el punto de vista de la otra persona. A veces el marido es incapaz de averiguar las necesidades de su pareja y no actuará hasta que ella no se las haga ver. No esperen a que su pareja reaccione y las mimen, pídanselo, tal vez tengan tanto miedo como ustedes.
2.3) CRONOLOGÍA DE LAS EMOCIONES
Durante el transcurso del embarazo es normal que las mujeres experimenten una mezcla de diferentes estados emocionales como alegría, tristeza, miedo, ansiedad, tranquilidad, preocupación, dudas y hasta sentimientos de culpa.
2.3.1) Alegría – tristeza
Se sentirán emocionalmente muy sensibles, fácilmente se pondrán alegres o tristes y en ocasiones no podrán comprender por qué se encuentran deprimidas.
2.3.2) Miedo – ansiedad – tranquilidad
Es probable que al principio del embarazo se angustien y sientan miedo al pensar en la posibilidad de perder al bebé o por los malestares comunes de la gestación. Al final del embarazo se pueden atemorizar la idea de anormalidades físicas en el bebé, el que nazca antes de tiempo, el que no respire o llore al nacer, el no ser capaz de ser una buena madre, el cometer errores imperdonables como dejar caer al pequeño, el no poder enfrentar la tarea diaria de atenderlo y el dolor de parto.
Todos estos temores son frecuentes en las mujeres, afortunadamente estos momentos son los menos ya que la mayor parte del tiempo se sentirán tranquila y con sensación de plenitud y orgullo.
2.3.3) Incertidumbre – dudas – sentimientos de culpa
Es posible que experimenten confusiones de sentimientos con respecto al embarazo, a la capacidad de sobrellevarlo y poder manejarlo adecuadamente a las necesidades del futuro recién nacido. Podrán tener sentimientos de culpa al no aceptar el embarazo desde su inicio, porque éste impide continuar con el ritmo de vida, porque la pareja no desee un hijo en este momento o porque ya tienen muchos. Es importante que sepan que es un sentimiento completamente normal; el embarazo es un gran cambio y como tal genera miedo. Este sentimiento se superara a medida que avance el embarazo y al aceptar lo especial de este evento.
2.4) Los temores del embarazoLas especialistas (Lic. Adriana Penerini. Psicóloga, especialista en maternidad, paternidad y crianza. Directora de Bebé a Bordo; autora del libro: "La aventura de ser mamá". Lic. Valeria Starowlansky. Psicóloga. Fundadora de Naciendo Juntos, grupos de contención emocional en pre y post-parto) confirman que son varios los miedos y temores que se manifiestan:
algunas temen al parto y al dolor.
otras expresan el temor a no darse cuenta de cuándo va a ocurrir el parto.
Temen que le pueda pasar algo a ellas o al bebé.
Y está el temor a no poder cumplir el rol de mamá.
Que el bebé no sea normal: Esto puede no permitirles disfrutar a pleno la experiencia.
Que no puedan reintegrarse a su trabajo: Es muy común que teman "perderlo todo". Les cuesta imaginar una adecuada coordinación de ambas funciones.
A no poder dar la teta: A veces por falta de información, a veces por malas experiencias previas, propias o ajenas.
A quedar "gordas": Es muy frecuente que las mujeres piensen en un kilo de más como en una devastadora realidad. Esto está provocado por el exagerado valor que parece dárseles a las mujeres que tienen un bebé y "quedan igual".
A que los hombres que están a su lado "no se sientan más atraídos" por ellas: Muchas mujeres creen que la maternidad y la relación de pareja son dos situaciones incompatibles, esto se ve favorecido por los cambios en el cuerpo. Durante siglos se ha escindido la imagen de la mujer para el hombre y la mujer para los hijos.
"Los temores se dan según cada embarazada"
Las especialistas señalan que la aparición de los miedos tiene mucho que ver con la personalidad de la embarazada y su entorno, y agrega: Muchas veces conviene no escuchar ciertos comentarios, del tipo "… a alguien le pasó tal cosa"; hay que preservarse más y permitirse decir "No estoy en condiciones de escuchar".Ambas especialistas coinciden en que no hay estudios que confirmen que los cambios anímicos de la mamá durante el embarazo puedan perjudicar al bebé o alterar su normal desarrollo. Pero señalan que el bebé no permanece ajeno a las vivencias emocionales de la mamá: "El bebito percibe todo lo que le pasa a su mamá y estas percepciones van a formar parte de su estructura". Y recomiendan aceptar el estado de embarazo, disfrutarlo, vivirlo con naturalidad y no como una enfermedad. Una mamá que vive su embarazo plenamente – no sin miedos, sino contenida y acompañada- logrará tener una experiencia más placentera para ella, su pareja y su bebé".En estos nueve meses en los que se siente crecer al hijo en la panza, se ve al cuerpo transformarse, cambia el estado de ánimo, lo más importante es vivirlo a pleno.
2.5) ALGUNAS EMOCIONES PROPIAS DE CADA TRIMESTRE.
Cada trimestre de la gestación tiene sus propias características:
2.5.1) En el primer trimestre:
Predominan la sorpresa, la emoción. Paralelamente, algunos malestares físicos pueden interferir en el estado de ánimo. Suelen aparecer temores con respecto a la permanencia de la gestación. Por eso, muchas eligen no comunicar su estado antes de estar seguras de que todo está en orden. Es común que se repliegue el deseo sexual y que se esté con ganas de llorar o más sensibles. Hay cansancio y un cierto desinterés por cualquier otro tema que no se relacione con la gestación.2.5.2) En el segundo trimestre:
Se recupera el buen estado físico. Aparece la ansiedad por "sentir al bebé". Se afianza la relación con el obstetra y se está con más energías. Puede surgir temor por la normalidad del bebé. La embarazada se acerca más a la pareja, retoma más intensamente la sexualidad. Comienza a conectarse con el proyecto en sí, planea mudanzas, elección de ropita, mobiliario, etc. El estado de ánimo es más estable. Hay alguna preocupación por el peso y por el cuidado del cuerpo". En este trimestre no están las molestias físicas, pero tampoco se perciben mucho los movimientos del bebé: "Sé que estoy embarazada pero no me siento así…". Esto trae angustia y al mismo hay una conexión mayor con el cuerpo, ya que uno está alerta a todas las sensaciones. Algunas embarazadas comienzan a sentir más incomodidad, a verse más torpes; otras se sienten más sexys y lindas".
2.5.3) En el tercer trimestre:
La panza y el bebé tienen una entidad más palpable. Se comienza a pensar más en el parto, y con ello llegan ciertos temores sobre todo a cómo saldrá todo, si será o no parto normal… Surgen algunas ansiedades, especialmente si desde lo personal estarán a la altura de las circunstancias. Con la pareja hay más acercamiento, en tanto que la actividad normal comienza a costar más. Hacia el final del séptimo u octavo mes cuesta concentrarse en las tareas, dormir, movilizarse. Cerca de la fecha de parto, hay una mezcla de ganas enormes por un lado y de miedo por otro. Quieren y no quieren que llegue el día del nacimiento.
2.6) ¿ES VERDAD QUE EN EL EMBARAZO TE DA ANTOJOS EN ALGUNAS COMIDAS?
Sí, es verdad. Pero no se sugestionen por lo que ven en las películas o con los dichos populares. Por ejemplo, no es cierto que los niños nazcan con manchas por culpa de un antojo que la madre no pudo satisfacer. Es normal que algunos de sus gustos con respecto a la comida cambien durante el embarazo, y no deben asustarse por eso. Les pasaremos porqué suceden estos cambios.
Es cierto que algunos de los gustos pueden cambiar durante el embarazo. Es posible que repentinamente rechacen algunas de sus comidas favoritas, como el pescado frito. Y que extrañamente se les antojen alimentos que nunca hayan probado o que no le gustaban antes de quedar en estado, como el queso fresco o una tortilla de pollo con caramelo.
Pero… no es cierto que estos antojos y rechazos las hagan enloquecer como muchas veces vemos en las películas, en las que se muestra a mujeres con panzas grandes saliendo de casa a las 3 de la madrugada para comer una tostada. Es más, no suceden cuando el embarazo está avanzado y la panza ya ha crecido. Al contrario, suelen suceder generalmente al principio del embarazo, en el primer trimestre.
Los nuevos antojos y rechazos aparecerán poco a poco, y el cuerpo irá avisando qué quiere y qué no quiere.
¿A qué se deben? Hasta el día de hoy no se sabe exactamente qué causan estos cambios en los gustos por la comida. Es más, los antojos a veces les suceden a los futuros papás también y de algo si estamos seguros, que los cambios suceden en el cuerpo de la madre. Las teorías incluyen que pueden ser resultado de cambios hormonales, nuevas necesidades nutricionales, malestares típicos del embarazo, o simplemente de falta de atención y cariño, o inseguridad.
La carga hormonal puede potenciar en cierta medida los sentidos, y algunas comidas que antes adoraban de repente van a oler muy fuerte o van a dejar un mal sabor en la boca. Y en algunas ocasiones los cambios hormonales puedan afectar su digestión y habrán alimentos que no les caigan bien.
Pero, estos nuevos gustos alimenticios también pueden deberse a mensajes que les este mandando el cuerpo sobre sus necesidades. Se cree que el cuerpo les pueda estar pidiendo lo que más necesita en términos nutricionales para alimentar a su bebé; para recargar las energías o simplemente para sentirse bien. Por estas dos últimas razones a veces se explica que deseen comer más dulces.
Sus antojos y rechazos pueden estar relacionados con los malestares típicos de los primeros meses de embarazo (como las náuseas y el vómito). Es normal que rechacen ciertos alimentos que las hagan sentir mal, y que prefieran las comidas que su cuerpo tolera. A veces puede ser que las comidas favoritas no sean necesariamente malas, sino que simplemente fue justo lo que comieron un día en que hayan tenido muchas náuseas y ahora su cuerpo asocia ese olor o sabor al recuerdo del ese malestar.
2.7) RELACIONES SEXUALES DURANTE EL EMBARAZO.
El sexo en el embarazo es más común de lo que se cree. Se tiende a pensar que el apetito sexual de las mujeres en esta etapa disminuye y, hasta cierto punto es real. Durante las primeras semanas de gestación, alrededor del 54% de las mujeres ven que el deseo sexual desaparece por las náuseas y otros síntomas. Pero a esto se suman viejos tabús y otros miedos que nos hacen creer que el sexo durante esta etapa es perjudicial. Realmente, este deseo depende del trimestre, pero también de cada mamá. Además, ni la mamá ni el bebé corren riesgos. De hecho, puede ser beneficioso para ambos. Excepto en el caso de un embarazo de riesgo o cuando el médico contraindique las relaciones vaginales, debes disfrutar del sexo.
En el primer trimestre, algunas mujeres no quieren hacer el amor por los malestares habituales de esta etapa. En cambio, otras tienen más deseos sexuales, especialmente por los cambios en la sensibilidad genital que provocan los cambios hormonales.
Con el cuarto mes de gestación, a partir de la semana 14, el cuerpo ya se ha habituado y, cargado de hormonas, multiplica la libido de la mujer. Desde entonces y hasta el sexto o séptimo mes, la mujer puede tener la actividad sexual que quiera. Incluso las hay que pueden excitarse con más facilidad y rapidez. Aumenta la hinchazón de los labios mayores y menores y también la lubricidad de la vagina, por lo cual, el acto sexual puede llegar a ser más placentero, alcanzando en ocasiones el multiorgasmo.
Del sexto mes en adelante, con la semana 24, algunas parejas practican menos sexo porque incomodidad o por preocupación. Pero la mayoría continúan con su vida sexual normal. En los últimos meses, el orgasmo resulta más beneficioso que nunca para la premamá y su futuro hijo.
2.7.1) Beneficios
Una buena sexualidad durante el embarazo prepara el cuerpo para un parto vaginal, los músculos de la vagina se ejercitan durante una relación sexual y mejoran su tono muscular para el momento del nacimiento. Además, con el ejercicio, el bebé recibe más oxígeno, lo cual le ayuda a estar más sano.
Tu hijo no notará nada, excepto tu palpitación más rápida y tu respiración acelerada. A menos que tú embarazo sea complicado, no debes preocuparte por el pequeño. La membranas ovulares y el líquido amniótico lo protegen y además, el cuello del útero está cerrado con un moco protector hasta que rompes aguas.
2.7.2) Embarazos de riesgo
Si tu embarazo está considerado de alto riesgo o surgen situaciones especiales que podrían complicar tu situación, el médico te sugerirá espaciar o abandonar las relaciones sexuales. Es recomendable dejar las relaciones en los siguientes casos:
Si hay antecedentes de aborto sin causa.
Si tienes menos de 36 semanas de embarazo y existen riesgos de parto prematuro.
Por hemorragias vaginales sin explicación.
Si existe placenta previa o inserción baja de la placenta (esto ocurre cuando la placenta se sitúa en la parte inferior cubriendo de forma parcial o total el cuello uterino y hace imposible el parto vaginal).
Si tienes dolor intenso y calambre abdominal anormal y el médico considera que no es por un síntoma normal del embarazo.
Cuando hay dilatación del cuello uterino o rotura de aguas precoz (porque pueden facilitar el ingreso de gérmenes en la cavidad amniótica).
Durante tratamientos por herpes vaginal u otras infecciones.
A partir del último trimestre de un embarazo múltiple.
2.8) EMBARAZO PSICOLÓGICO
2.8.1) ¿Qué es un embarazo psicológico?
Un embarazo psicológico, también llamado utópico, es cuando una mujer cree estar embarazada pero en realidad no lo está.Es una respuesta del cuerpo a un estado emocional, manifestándose corporalmente como un embarazo totalmente normal. También se lo suele llamar pseudociesis.
2.8.2) ¿Por qué sucede?
Las causas principales de un embarazo psicológico son: el deseo incontrolable de tener un hijo, problemas conyugales, contrariamente puede darse por temor a quedar embarazadas, sentimiento de sentirse más productiva debido a la pronta llegada de la menopausia, pérdida de un embarazo previo.Esto es lo que podría llamarse un trastorno somatoforme. Los trastornos somatoformes engloban varios problemas psiquiátricos en los cuales las personas refieren síntomas físicos pero niegan tener problemas psiquiátricos. Los síntomas físicos o su gravedad y duración no pueden ser explicados por ninguna enfermedad orgánica.
2.8.3) Síntomas embarazo psicológico
Los síntomas de embarazo psicológico son similares a los de un embarazo normal. Existe un trastorno del ciclo menstrual, con la duración de un embarazo, o sea los 9 meses. Se produce el aumento del volumen abdominal, pero a diferencia del embarazo real, no existe borramiento del ombligo, las glándulas mamarias se modifican, y hasta podría tener secreciones de calostro y leche, náuseas y vómitos, subida de peso. La mujer podría sentir movimientos fetales, pero por supuesto, solo sería una sensación ya que no hay feto. Se produce un ablandamiento del cuello uterino e incluso algunos pacientes pueden presentar niveles elevados de gonadotropina, según Barglow y Brown
2.8.4) ¿Cómo se procede?
En general al realizarse los análisis del primer control de embarazo, ecografía y análisis de sangre y orina, se verificaría que no existe embarazo. Pero en este caso, al ser un trastorno mental, generalmente la mujer no desea concurrir al médico porque no desea que le digan lo que no quiere oír, que tal embarazo sea inexistente. Otras veces puede suceder que concurran al médico, éste les comunique que el embarazo no existe y abandonen al médico en busca de otro que les confirme el embarazo.Lo más importante, según expertos, es que la mujer acepte que está viviendo una fantasía. Y controlarla después para que no sufra una depresión por la pérdida de "su bebé". Siempre ante la duda concurrir al médico.
Parto
El parto se define como la expulsión de un (o más) fetos maduros y la(s) placenta desde el interior de la cavidad uterina al exterior.
Se considera un parto a término, es decir a tiempo normal, el que ocurre entre las 37 y 42 semanas desde la fecha de última regla. Los partos ocurridos antes de las 37 semanas se consideran partos prematuros y los que ocurren después de las 42 semanas se consideran partos post-término.
3.1) ETAPAS DEL PARTO:
Se desconocen cuáles son las causas que precipitan el parto, pero se cree que determinadas sustancias producidas por la placenta, la madre o el feto, y de factores mecánicos como el tamaño del bebé y su efecto sobre el músculo uterino contribuyen al parto. Por lo tanto los efectos coordinados de todos estos factores son probablemente la causa de la aparición del trabajo del parto.
Se habla de inicio del parto cuando se conjugan varias situaciones como son las contracciones uterinas, el borramiento (o acortamiento de la longitud del cervix) y la dilatación del cuello uterino. La fase activa del parto suele iniciarse a partir de los 4 cm de dilatación del cuello uterino.
3.2) Prodrómico o preparto
Es un periodo excluido del trabajo del parto el cual no tiene un inicio definido, comienza con la aparición progresiva de un conjunto de síntomas y signos que le servirán a la madre para darse cuenta que se aproxima el momento del parto, aunque no siempre en forma inmediata. Este periodo puede durar hasta dos semanas y finaliza con la dilatación del útero. No todas las embarazadas perciben que están pasando por la etapa del preparto, por tanto, comienzan directamente con las contracciones rítmicas características del trabajo de parto. Durante este periodo se produce un incremento progresivo de la frecuencia e intensidad de las contracciones, se expulsa a veces el tapón mucoso y se incrementan las molestias a nivel de la pelvis.
3.2.1) Dilatación
El primer período del trabajo de parto tiene como finalidad dilatar el cuello uterino. Se produce cuando las contracciones uterinas empiezan a aparecer con mayor frecuencia, aproximadamente cada 3 – 15 minutos, con una duración de 30 segundos o más cada una y de una intensidad creciente. Las contracciones son cada vez más frecuentes y más intensas, hasta una cada dos minutos y producen el borramiento o adelgazamiento y la dilatación del cuello del útero, lo que permite denominar a este período como período de dilatación. La duración de este periodo es variable según si la mujer ha tenido trabajos de parto anteriores (en el caso de las primerizas hasta 18 horas) La etapa termina con la dilatación completa (10 centímetros) y borramiento del cuello uterino.
3.2.2) Expulsión
También llamada período expulsivo o período de pujar y termina con el nacimiento del bebé. Es el paso del recién nacido a través del canal del parto, desde el útero hasta el exterior, gracias a las contracciones involuntarias uterinas y a poderosas contracciones abdominales o pujos maternos. En el período expulsivo o segundo período distinguimos dos fases: la fase temprana no expulsiva, en la que la dilatación es completa, y no existe deseo de pujar ya que la presentación fetal no ha descendido y la fase avanzada expulsiva, en la que al llegar la parte fetal al suelo de la pelvis, se produce deseo de pujo materno. Es deseable no forzar los pujos hasta que la madre sienta esta sensación, para no interferir con el normal desarrollo del parto.
3.3) FACTORES QUE INFLUYEN EN EL PARTO: FACTORES PSICOLÓGICOS
El estado emocional de la madre puede modificar la evolución del parto facilitándolo o dificultando la colaboración materna con el equipo médico. Según diversos estudios, la tensión, la ansiedad o el miedo podrían tener un efecto perjudicial en las contracciones uterinas, en la capacidad de dilatar y, en consecuencia, en el normal desarrollo del parto. El sistema nervioso responde al miedo, haciendo que el corazón y la respiración se acelere; ante estos síntomas, la parturienta aumenta su ansiedad y empieza a notar dolorosas las contracciones. Por el contrario, acudir a la maternidad con un buen estado mental hace más fácil y menos doloroso el proceso de dilatación.
3.4) LOS MIEDOS EN EL PARTO.
El miedo al parto es algo muy frecuente cuando el embarazo está llegando a su recta final. Es normal sentir miedo si es el primer embarazo. Les contaremos los miedos más frecuentes cuando se acerca el momento del parto. Conocerlos puede hacer que estén más tranquilas.
3.4.1) Miedo al dolor:
Cada persona tiene un umbral de dolor diferente, además en la actualidad en la mayoría de los partos administran anestesia epidural, para evitar el dolor durante el trabajo de parto. El médico te explicará cómo funciona el proceso de la epidural, sus beneficios, riegos y si es están de acuerdo y si se puede aplicar (no se puede aplicar si el parto está ya avanzado ya que necesita de 15 a 20 minutos para actuar). Los ejercicios de respiración y preparación al parto podrán ayudar a que estés más tranquila y a colaborar mejor con su propio cuerpo.
3.4.2) Miedo a perder los nervios
Hay muchas emociones, por fin vas a tener a tu hijo, que estés nerviosa es normal. Para ello seguir los consejos de las clases de preparación al parto te pueden ayudar mucho. Tener cerca a personas que sepan apoyarte como tu marido, tu madre, hermanas o amigas puede ser importante. Perder los nervios. Los médicos y personal sanitario están habituados a las diferentes reacciones de las mujeres en el parto. No dudes en consultarles sabrán cómo ayudarte.
3.4.3) Miedo a no llegar a tiempo al hospital
Tengan en cuenta que el cuerpo les dará avisos de que el proceso de parto ha comenzado. Desde las primeras contracciones hasta el parto pasan alrededor de 12 horas. Si llegas al hospital y te dicen que ha sido "una falsa alarma" que aún no estás de parto no te angusties, has hecho bien en acudir, es mejor que los profesionales te tranquilicen. No dudes en ir al hospital si tienes molestias.
3.4.4) Miedo a que algo no salga bien
Antes de pensar esto tengan en cuenta que no van a estar sola, habrá un equipo médico que se encargará de que el parto se desarrolle bien, supervisaran tu salud y la del bebé. Es normal la incertidumbre, son muchas emociones y además se encontraran fatigadas y nerviosas. Recuerden que el parto es algo natural no es una enfermedad, la mayoría de los partos salen bien, no tienen por qué preocuparse. En las clínica y hospitales atienden muchos partos todos los días, son profesionales y saben solucionar cualquier imprevisto. No se angustien con el miedo al parto, verán que todo saldrá bien.
3.5) PARTO POR CESÁREA: TIENE SUS VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Aunque la decisión de tener un parto por cesárea no se toma días antes de recibir a tu bebé sino con mucha anticipación, algunas mujeres mantienen dudas al pensar que no han tomado la mejor opción. Mientras que en el parto natural los bebés nacen a través de la vagina, en una cesárea los bebés nacen a través de una incisión en el abdomen. Los médicos llevan a cabo una intervención quirúrgica (operación) para dar paso a la llegada del bebé.
Teniendo en cuenta lo que implica un nacimiento, lo principal es la salud y el bienestar de la madre y el bebé, pero se consideran factores como la edad y la existencia de partos o cesáreas anteriores. En otros casos, la decisión se toma justo al momento del alumbramiento cuando hay una falla en el parto por vía vaginal, como cuando existen anormalidades relacionadas con el ritmo cardiaco del bebé o con la placenta. En estas circunstancias, no hay opción, los médicos pueden verse forzados a realizar una cesárea.
Cuando tomen una decisión de esta magnitud, no piensen únicamente en el momento del parto, piensa en la recuperación posterior. Deben considerar cómo manejar factores externos como el tiempo de recuperación, las tareas de la casa, los cuidados del nuevo bebé y el cuidado de los otros hijos, en el caso de que los haya y los riesgos.
La elección de una cesárea se basa en diferentes factores. En muchos casos, se elige un parto por cesárea porque es más conveniente. El planear una cesárea permite sincronizar las agendas del trabajo de mamá y papá, los tiempos de recuperación, así como otro tipo de factores importantes como la visita de los familiares y los amigos, entre otros. Lo que sucede es que con la llegada de un bebé no se puede planificar todo de forma exacta.
Otras mujeres eligen la cesárea ya que consideran que es preferible tolerar el dolor de la recuperación de la cirugía al dolor del parto. Hoy en día no existe mucha educación para las madres que quieren tener a sus hijos por parto natural, por ello las mujeres están considerando la cesárea casi como su única opción, porque creen erróneamente que es lo más rápido y fácil. Pero ten en cuenta que la cesárea surgió como una alternativa del parto natural y que no debe sustituirlo si no es necesaria por cuestiones médicas.
Si van hacer madre primeriza y están considerando seriamente elegir una cesárea para dar a luz, es importante que conozcan las ventajas y las desventajas.
3.5.1) Ventajas de la cesárea
Conveniencia. Una de las ventajas más grandes de las cesáreas es que la madre sabe exactamente qué día nacerá su hijo debido a que este procedimiento es una cirugía programada.
Presencia del personal médico adecuado y necesario. Esta planificación previa permite que el día de la cesárea estén los profesionales necesarios para recibir a tu bebé, como por ejemplo un neonatólogo.
3.5.2) Desventajas de la cesárea
No es cirugía sencilla. Al ser una intervención quirúrgica en el abdomen, que dura entre 3 y 4 horas, debo decirte que es un procedimiento delicado. Esto implica una incisión que atraviesa no sólo la piel sino el abdomen y los músculos para poder llegar hasta el útero.
Puede involucrar otros órganos. Para alcanzar al bebé es necesario mover algunos órganos e inclusive hacer algunas incisiones cerca de la vejiga y los intestinos, lo que hace que en algunos casos estos órganos se puedan ver involucrados.
Infecciones y sangrados excesivos. En términos generales, esta cirugía funciona bien, pero no podemos olvidar que se pueden presentar casos de infecciones o sangrados excesivos, e inclusive problemas con la anestesia. También hay que tener en cuenta que existen riesgos de inflamación de la membrana que cubre el útero.
Para las madres que ya han tenido hijos a través de una cesárea, es aún más importante considerar las desventajas. Las mujeres que han tenido 3 o más cesáreas pueden necesitar transfusiones de sangre debido al sangrado que se produce, ya que en estos casos es excesivo. Aproximadamente el 40% de las mujeres en estas condiciones tienen complicaciones.
No te olvides de…
Tiempo de recuperación. Mientras que las madres con parto natural requieren en promedio 2 días en el hospital, las que recurren a la cesárea necesitan por lo menos 4 días.
Efectos de la anestesia. Después de la cirugía tendrás que recuperarte de los efectos de la anestesia entre ellos el mareo y la náusea. Este malestar no durará más de un día. Así que la sensación de adormecimiento de tus pies, piernas y cintura habrá pasado para el día siguiente a la cirugía.
Medicamentos. El dolor deberá ser controlado por medio de medicamentos como suele suceder después de cualquier intervención quirúrgica.
De regreso a casa. Debes dedicar todo tiempo a tu recuperación. Nada de levantar objetos pesados. El único peso que podrás cargar es el de tu bebé.
Conducir, tener sexo y otros. Olvídate de conducir por lo menos por dos semanas, y de hacer ejercicio y de tener sexo por lo menos por 6. Así que durante por lo menos 4 semanas no hagas otros planes que cuidar de tu recién nacido.
Puerperio o posparto
4.1) UNA ETAPA LARGA Y DIFÍCIL: EL PUERPERIO
Una vez que se experimenta lo doloroso del parto la mujer lo único que pretende es descansar, relajarse y disfrutar del tiempo con su bebé; este tiempo, el que le sigue inmediatamente al parto se denomina puerperio. Aunque es verdad que el nacimiento de un niño es la etapa crucial del parto, el momento que viene luego de éste es tan o más importante, aquí se despliegan diversas emociones y se plantearán ciertos cuidados que la madre debe tener. El puerperio, como dijimos previamente, es el período posterior al nacimiento del bebé, éste dura entre 40 días o 6 semanas, por eso también se lo conoce como cuarentena. En esté se generan varios cambios, de todo tipo, tanto fisiológicos, endocrinos y anatómicos, de todas formas las mamás no debe preocuparse debido a que los mismos desaparecerán poco a poco.
4.2) CLASIFICACIÓN Y CAMBIOS
El puerperio no es uno sólo, se divide en tres etapas o tipos; tenemos el puerperio inmediato, éste es el que se da en las primeras 24 horas, el de tipo mediato, el cual tiene lugar desde el segundo día hasta el séptimo; y el puerperio tardío que es el que tiene lugar desde el séptimo día hasta el día 40. Dentro del primer puerperio se realiza un esfuerzo orgánico destinado a lograr la Hemostasia Uterina, para lograr esta acción se ponen en juego dos mecanismos: la contractilidad y la retractilidad. El primero consiste en el acortamiento temporáneo de la fibra muscular uterina, mientras que el segundo acorta de forma definitiva la fibra muscular uterina; en el puerperio mediato, se produce la reepitelización endometrial, los loquios de serohemáticos se tornan serosos y desaparecen en la tercera semana de parto. Entre los 30 y 45 días puede llegar a aparecer la ovulación y en caos de no haber fecundación se producirá la consecuente menstruación; por último tenemos el puerperio tardío, éste se extiende desde los 45 días hasta que continúe el período de lactancia activa, algunas mujeres experimentan una retraso del ciclo sexual hormonal.
Luego de dar a luz la mujer experimenta varios cambios anatómicos, el útero vuelve a su tamaño normal inmediatamente, por debajo del ombligo sentiremos una masa dura, es éste mismo que se está reacomodando; la disminución de su tamaño ocurre por la consecuente disminución de fibras. Como el cuello uterino se abrió para facilitarnos el trabajo de parto natural, se cerrará de la misma forma (a fines de la primera semana); luego de un parto vaginal, la vulva y la vagina forman un amplio conducto de paredes lisas que va a ir disminuyendo su tamaño con el correr de los días.
Con respecto al tracto urinario, los uréteres y la pelvis dilatadas recobrarán sus dimensiones anteriores entre 2 y 8 semanas luego del alumbramiento, sin embargo deben tener cuidado ya que en algunos casos su exposición puede traer como resultado una infección urinaria. La piel en el abdomen se encontrará estirada, consecuencia normal del embarazo, dichas paredes permanecerán así por un tiempo; las mamas son las que más cambios sufren, las hormonas del embarazo estimulan su crecimiento y la producción de leche; la secreción de la misma se mantendrá por el estímulo de succión del bebé. Debemos pedirles calma a las madres si la secreción no es mucha, esto es normal, al principio será escasa y amarillenta, pero rica en minerales y proteínas, a ésta se la conoce como calostro, el cual se convertirá gradualmente en leche.
4.3) ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL PUERPERIO.
Es esperable, desde el saber popular que una mujer en estas condiciones esté más sensible, más llorona, con repentinos cambios de humor, es decir, se le permite por unos cuarenta días estar diferente. Pasado este período el entorno empieza a esperar total y absoluta felicidad, plenitud y solo alegría para esta mujer. Si esto no sucede es común escuchar hablar de "depresión posparto".
En el momento del parto mamá y bebé que estuvieron juntos durante aproximados nueve meses, se separan por primera vez, comenzando un vínculo privilegiado, el más temprano, el primero para todos los seres humanos. De todas las especies, los humanos parimos los cachorros más indefensos y por ello necesitamos de otro para sobrevivir.
Aquí se instala la primera función materna, la del sostén.
Desde aquí en adelante, mamá y bebé comienzan un proceso de unión, de fusión según algunos autores, donde van a entrar en sintonía el uno con el otro. Mamá y bebé tienen que entonar, entrar en ritmo mutuamente para, por el lado del bebé pedir lo que necesita y por el lado de la mamá satisfacer adecuadamente lo que éste solicita.
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