Objetivos
- Obtener mayor amplitud de conocimiento acerca de la filosofía sartriana, a través de la lectura de esta su primera obra, La Náusea, novela mediante la cual nos permitirá acercarnos a su planteamiento existencialista y comprender su ideología.
- Interpretar su filosofía existencialista y alcanzar el mensaje proyectado en la obra, mediante una lectura profunda y análisis de la misma, para llegar a una comprensión acerca del comportamiento del hombre y reflexión acerca de nuestra existencia.
Resumen
Antes de empezar es necesario manifestar que esta novela no se desarrolla con fines ni narración literaria, si no que más bien utiliza la forma de la novela para mediante esta exponer sus planteamientos filosóficos y concepciones existencialistas.
En su obra "La Náusea" Sartre expone su primera filosofía a través de su personaje central Antoine Roquentin, quien mediante su papel de narrador protagonista, y por medio de un diario, en el que junto a las actividades del personaje nos permite conocer el pensamiento del autor y reflexionar sobre la verdadera existencia.
Roquentin, inicia su relato con el deseo de plasmar sus días en las hojas de un diario, esperando y cuidando que las palabras no vayan a menospreciar o al contrario magnificar los hechos al ser escritos.
Hombre de 30 años, dedicado a su trabajo y por esto a constantes viajes, se encontraba realizando una investigación acerca de la vida de Monsieur Rollebon, aventurero del siglo XVIII, razón que lo conduce de París hacia Bouville, lugar en cuya biblioteca se encontraba la más completa información acerca de este histórico personaje, cuya biografía lo apasionaba realmente.
Llega a hospedarse en la estancia Rendez-vous des Cheminots, donde vivía completamente solo, no tenía amistad alguna y con la única persona con quien se relacionaba era con Françoise, patrona de su posada, con quien solamente mantenía contacto sexual o físico.
Sus días transcurrían en la biblioteca de la ciudad, entregado por completo a la investigación de Rollebon, y a paseos casuales por la misma, deteniéndose en algún parque o café para inspirar su pensamiento y cuestionar su planteamiento sobre su existencia; su lugar de preferencia era el Café Mably, sitio al que frecuentaba y donde se dedicaba al análisis de sus propietarios, visitantes, objetos, etc.
Su tiempo de observación era infinito, toda pequeña figura u objeto servían para que este pueda exponer sus sensaciones y afirmar que cada uno de estos existen a pesar de sí mismos; cada hombre, actividad o falta de la misma y hasta la misma idea de la vida producían en el hombre un sentimiento de profundo asco que perturbaba todo su cuerpo, lo que el autor lo llama "la Náusea", describiendo esta impresión como una repulsión a la cotidaniedad, vanalidad e hipocresía de la sociedad, causándole el deseo "dulcemente insidioso de enfermarse".
Retornando a la vida del solitario y analítico Roquentin falta expresar que su interés y necesidad por su trabajo lo habían separado de Anny, su amor eterno, a quien a pesar de su poca descripción permite conocer un profundo sentimiento y una relación y afecto que sin considerar la distancia se mantenía presente.
En la biblioteca, conoce al Autodidacta, hombre de grandes conocimientos, entregado pasionalmente a la lectura, con quien mantiene una relación no cercana a la amistad pero que permitía de ciertos encuentros, un almuerzo fue la única ocasión en la que estos pudieron hablar, compartir su ideología y discutir a causa de la misma.
Un día inesperadamente Roquentin recibe una carta de Anny, en la que expresaba en pocas palabras su deseo de verlo, y adjunto la fecha y el lugar en el que se hospedaría.
Este, colmado de expectativas y esperanzas aguardaba el encuentro con su querida, buscando inconscientemente en ella una salvación a sus náuseas.
Mientras transcurría su tiempo de espera, su interés por la biografía de Rollebon iba agotándose, acabando por hartarlo, razón por la cual toma la decisión de aguardar unos día hasta encontrarse con Anny y después retornar 3 años después, a París, ya no existía pretexto alguno para quedarse.
Finalmente, llegó el sábado en el que 4 años después miraría a Anny, acudió al lugar señalado y la observó cambiada, fría, cortante, orgullosa y distante, el tiempo la había separado, irónicamente aprovechó para reclamarle hechos pasados y recordar discusiones que solo los hacían más distantes. Después de algún tiempo de conversación, explicaciones, filosofías y más, Anny le pide que se vaya, ya que esperaba a alguien. Antoine decepcionado en cierto modo se aleja.
No la volvería a ver, apenas la había encontrado y la perdía nuevamente, con sus ilusiones desvanecidas caminó forzando una nuevo casualidad, pero todo concluyó al mirarla partir a lo lejos, acompañada de otro hombre.
Roquentin regresó hasta su hotel en Bouville, acudió a despedirse de todo lo que constituyó su vida, sus rutinarios días; en la biblioteca tuvo la oportunidad de encontrarse con el autodidacta pero frente a una situación que le hizo comprender que el humanismo de este no era más que sensualidad y deseo por los hombres.
Finalmente recoge todas sus cosas y retorna a París.
Identificar el papel del hombre en sociedad
Actualmente el hombre mantiene un papel legendario, cumplir con la sociedad, mantener sus leyes y reglas, convivir con lo ya establecido.
Desenvolverse frente a sus hábitos y costumbres, no olvidar sus responsabilidades, su trabajo, su vida, y "día a día cumplir con lo de todos los días".
Esto es precisamente lo que critica Sartre, lo que produce la Náusea, hombres que solamente cumplen una rutina, y monótonamente desarrollan sus quehaceres, seres que al esforzarse por demostrar su existencia olvidan lo que esta realmente significa y la opacan con apariencias, búsqueda de superioridad y actos "heroicos".
El hombre, como desde hace mucho tiempo acepta al mundo con sus principios inalterables, su vida casi predeterminada, sus órganos, su naturaleza ordena y organizada y en esto se encuentra su rol, desarrollando así su vida, manteniendo la planificación, la estabilidad dentro de la sociedad.
Identificar las debilidades como hombre
Ser miembro de la sociedad, trae consigo debilidades inherentes a nuestra existencia, el formar parte de la misma nos hace mantener un comportamiento establecido, formar parte de un grupo y seguir ciertas leyes, así también como mantener una rutina, de esta forma cada día se convierte en una debilidad, en hábitos que no se pueden alterar, en vidas monótonas.
La urgencia de los otros conforma también una debilidad (según Sartre), la necesidad de la presencia de un ser cercano, de un amigo, un apoyo, un alguien compañero.
También es debilidad la creencia en un ser superior, en un Dios que aunque no es el de todos es quien a manera de fuerza, energía o poder superior nos ha dado origen.
En ocasiones, mayor "fe" a este que a los hombres.
Inseguridad y cuestionamientos existenciales, temor de no existir, de no actuar para demostrarlo, miedo a que la costumbre acabe con mi vida, que con mis obras se acabe mi ser.
Conclusión
La característica más importante de la primera filosofía de Sartre, expuesta en La náusea a través de su personaje central Roquentin, es la intención de mostrar "la vida en sus más lúgubres colores" y su insípida obscenidad que hace afirmar a éste que hasta la misma idea de la vida le causa el deseo de la "Náusea".
Plantea una visión oscura de la vida, una reflexión para todos los hombres sobre el valor de la existencia, y más que eso la importancia de los actos, de las obras a realizarse, del valor y la entrega a todo, ya que es esto lo que nos hace existir.
Sartre expresa que no es necesario hacer evidente hacia los demás nuestra existencia, no hay que demostrarlo a nadie, ya que simplemente el hombre existe por sí mismo, Así lo expresa el, "soy porque pienso". "La existencia no es algo que se deje pensar de lejos: es preciso que nos invada bruscamente, que se detenga entre nosotros, que pese sobre nuestro corazón como una gran bestia inmóvil; si no, no hay absolutamente nada."
Por otro lado, un aspecto muy importante y que sin embargo no es tomado en cuenta en la obra es que en él no hay el más mínimo esfuerzo por entender el valor de lo social, de la colectividad de los hombres, del fin político de la persona; no hace la menor referencia al desarrollo social, al ambiente mundano, a la historia, se concentra simplemente en el individuo, en su desarrollo y en la repugnancia que estos pueden producir.
En conclusión, este es un excelente libro, que a pesar de la pesadez de su lectura constituye algo sumamente interesante.
Su escritura más que literatura constituye una expresión filosófica, ya que el interés se centra básicamente en su análisis, en el mensaje, haciendo que el relato y la historia pasean a un segundo plano.
Finalmente pienso que esta obra nos ha dejado grandes conocimientos, tanto del pensamiento sartriano como de su filosofía existencialista, y principalmente la reflexión acerca de nuestra vida y nuestra realización como seres humanos.
Autor:
Michelle Mantilla Lobato