- Contraportada
- Resumen
- Introducción
- Etiología
- Epidemiología
- Definición de caso
- Obtención de muestras, conservación y transportación
- Vigilancia epidemiológica
- Medidas de prevención, control y extinción
- Sacrificio sanitario, destrucción de cadáveres y otros residuos en predios sospechosos de infección por influenza aviar
- Bibliografía
Contraportada
La influenza aviar es una enfermedad listada por la Organización Mundial de Sanidad Animal que constituye un peligro de gran importancia tanto para la salud animal como la humana, en su forma altamente patógena, ha tenido graves implicaciones para la salud pública asociadas al riesgo de pandemia, de tal forma que la enfermedad es considerada uno de los problemas sanitario de mayor importancia para la salud pública que haya emergido de un reservorio animal en los últimos años. De una manera sencilla y amena este material intenta brindar un conocimiento general de la importancia que representa. La información que ofrece el documento pudiera ser de utilidad a médicos y técnicos en la rama veterinaria; productores y estudiantes de la carrera de las Ciencias Agropecuarias.
La influenza aviar (IA) es una enfermedad listada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) que constituye un peligro de gran importancia tanto para la salud animal como la humana. Hasta 1996 la IA en su forma altamente patógena, fue esporádica y en la mayoría de los casos se controló de forma eficiente mediante el sacrificio sanitario o el virus causal no tuvo capacidad para persistir en el ambiente. Sin embargo, se ha calculado que el impacto de la IA para la industria avícola ha crecido 100 veces, al considerarse que en el periodo de 40 años de 1999 a 1998 afectó 23 millones de aves y tan solo de 1999 al 2004 más de 200 millones de aves. Adicionalmente, desde 1997 la IA ha tenido graves implicaciones para a salud pública asociadas al riesgo de pandemia, de tal forma que la enfermedad es considerada uno de los problemas sanitario de mayor importancia para la salud pública que haya emergido de un reservorio animal en los últimos años.
Palabras Claves: Aves; Enfermedades aves; gripe aviar; Influenza aviar
La influenza aviar (IA) es una enfermedad listada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) que constituye un peligro de gran importancia tanto para la salud animal como la humana. Hasta 1996 la IA en su forma altamente patógena, fue esporádica y en la mayoría de los casos se controló de forma eficiente mediante el sacrificio sanitario o el virus causal no tuvo capacidad para persistir en el ambiente. Sin embargo, se ha calculado que el impacto de la IA para la industria avícola ha crecido 100 veces, al considerarse que en el periodo de 40 años de 1999 a 1998 afectó 23 millones de aves y tan solo de 1999 al 2004 más de 200 millones de aves. Adicionalmente, desde 1997 la IA ha tenido graves implicaciones para a salud pública asociadas al riesgo de pandemia, de tal forma que la enfermedad es considerada uno de los problemas sanitario de mayor importancia para la salud pública que haya emergido de un reservorio animal en los últimos años.
Desde finales del 2014, acontece un agravamiento sostenido de la situación mundial de la IA con múltiples brotes sin resolver en países distribuidos en cuatro continentes. De particular interés para Cuba resulta la presencia de la enfermedad en los países de Norteamérica, de donde proceden las migraciones de aves que transitan o hacen estancia en nuestro territorio durante las migraciones anuales, con posibilidad de transmisión del virus a nuestras aves de corral.
Los virus influenza presentan dos antígenos de superficie conocidos como hemaglutinina
(H) y neuroaminidasa (N), que constituyen la base de su clasificación en subtipos. Los subtipos están dados por la combinación de una de las 17 hemoaglutininas (H1-17) con una de las nueve neuroaminidasas (N1-9) reconocidas. El aislamiento de prácticamente todas las combinaciones de H y N a partir de aves, hace que se les considere el principal reservorio de los virus influenza. En particular las aves acuáticas y costeras son el reservorio natural de los VIA y suelen portarlos de forma asintomática.
La mayoría de las infecciones por IA son causadas por virus de influenza aviar levemente patógenos (VIALP) y se presentan como enfermedades respiratorias leves. Sin embargo, los VIALP de los subtipos H5 y H7 al trasmitirse a aves de corral, pueden mutar a virus influenza aviar altamente patógenos (VIAAP) y ocasionar brotes con grandes pérdidas económicas, dada la alta mortalidad y el costo de las medidas de control. Aunque la mayoría de los virus de estos subtipos son de baja patogenicidad, su potencial de mutar determina que incluso siendo de baja patogenicidad, se les considere de carácter notificable por la OIE.
El medio más efectivo de identificar y controlar los VIA en aves de corral es una vigilancia permanente a nivel global. En dependencia de los recursos disponibles a nivel local, los países libres de la IA, organizan sistemas de vigilancia con diversa intensidad, basados en el componente activo y pasivo. Este programa como parte de las medidas de prevención, considera ambos componentes de la vigilancia, la pasiva para esclarecer sospechas mediante diagnóstico molecular y la activa mediante la detección de anticuerpos en aves de corral en mayor riesgo de exposición al VIA.
Ante el riesgo creciente de introducción del virus a nuestro país, se requiere reforzar las medidas de bioseguridad que reducen la probabilidad de contacto directo o indirecto entre aves silvestres y las de corral, así como las que limitan el potencial de transmisión secundaria entre predios avícolas. En particular, la vigilancia constituye la actividad de mayor importancia para la alerta rápida y respuesta oportuna, ante la eventual incursión del virus en aves de corral, con el objetivo de limitar la difusión y recuperar el estatus de libre.
A saber la influenza aviar es una infección de las aves de corral causada por cualquiera de los virus de IA de tipo A pertenecientes a los subtipos H5 o H7; o por cualquiera otro subtipo que alcance un índice de patogenicidad intravenosa (IPIV) superior a 1,2 o que en 10 días cause la muerte de al menos 6 de 8 pollos (>75%) entre 4 a 8 semanas de edad, libres de anticuerpos específicos al VIA. Para mayores detalles consultar el Cap. 10.4 del Código Sanitario para los Animales Terrestres, edición 2014.
Se considerará presencia de infección cuando se haya aislado e identificado el virus de IA, o se ha detectado ARN viral específico en aves de corral o en productos derivados de las mismas.
Cuando se detecten anticuerpos contra los subtipos H5 o H7 en aves de corral y su presencia no se deba a una vacunación, deberán efectuarse investigaciones inmediatamente. En caso de que los resultados positivos sean esporádicos, la presencia de infección por virus de la influenza aviar podrá descartarse mediante investigación epidemiológica y de laboratorio completas de la que no se deriven más evidencias de infección.
Aves de corral: designa todas las aves domésticas, incluidas las de traspatio, que se utilicen para la producción de carne y huevos destinados al consumo, la producción de otros productos comerciales, la repoblación de aves de caza o la reproducción de todas estas categorías de aves, así como los gallos de pelea, independientemente de los fines para los que se utilicen.
Las aves mantenidas en cautividad por motivos distintos de los enumerados en el párrafo anterior (por ejemplo las aves criadas para espectáculos, carreras, exposiciones o concursos, o para la reproducción o la venta de todas estas categorías de aves, así como las aves de compañía) no se consideran aves de corral.
Foco: se considera como tal el sitio o conjunto de sitios en los cuales se confirme la infección por virus de IA.
Área Focal (Zona infectada): es la zona geográfica que rodea al sitio o conjunto de sitios en los que se confirmó la enfermedad.
Para la determinación del área focal se tomarán en consideración los sitios contiguos al foco o que en los 21 días precedentes al inicio de la sospecha, hayan recibido aves u otros productos de riesgo como equipos o alimentos a partir del foco de infección o enfermedad.
Los límites del área focal se fijarán sobre la base del estudio epidemiológico para lo cual se tendrán en cuenta las características geográficas y las barreras naturales. Por lo general se tomará como referencia al menos 3 Km de radio.
. Zona de contención (Área perifocal): designa la zona definida en torno a explotaciones infectadas o supuestamente infectadas, cuya extensión se ha determinado teniendo en cuenta los factores epidemiológicos y los resultados de investigaciones y en la que se aplican medidas de control para impedir la propagación de la infección. Se considera como una zona que tiene un nivel de riesgo considerable por su relativa proximidad al foco y en la que pueden existir casos de infección aún sin detectar.
La delimitación de esta área se hará con ajuste a las condiciones epidemiológicas, relaciones comerciales y sociales, así como vínculos con el foco. Por lo general podrá extenderse hasta un radio de 5 a 10 Km alrededor del foco.
Zona de protección: designa aquella circundante a la zona de contención, establecida para proteger el estatus sanitario de los animales libres de IA mediante la aplicación de medidas basadas en la epidemiología de la enfermedad, destinadas a impedir la introducción y propagación del agente causal.
La IA hasta ahora ha sido causada por VIA pertenecientes a los subtipos H5 o H7. No obstante, la definición de IA permite que otros subtipos adquieran carácter notificable en función de su patogenicidad.
En pavos, como especie más susceptible a los VIA, se han reportado problemas de salud ocasionados por los subtipos H4 y H8. De otra parte el subtipo H9N2 se considera como uno de los más difundidos en aves de corral pero hasta ahora su vigilancia es mayormente en interés para la salud pública.
Los virus pueden sobrevivir en las heces durante al menos 35 días a baja temperatura (4°C), mientras que a 37°C, según las pruebas de estabilidad en muestras fecales realizadas con los virus H5N1 circulantes en 2004, podrían sobrevivir durante 6 días. Los virus de la gripe aviar también pueden subsistir varias semanas en superficies como las de los corrales domésticos. ((Swayne y Beck, 2004)
Se sabe que los virus de la influenza son destruidos por el calor. Como medida de precaución, los consumidores deben asegurarse de que todos los alimentos procedentes de aves de corral, incluidos los huevos, se cocinen a 70 oC hasta que se encuentren bien hechos. Así mismo, la OMS enfatiza continuamente, pero más en esta situación particular, la importancia de las prácticas de higiene de manos en el manejo de productos para la alimentación. (OMS, 2004)
Los virus influenza presentan un genoma RNA segmentado, de polaridad negativa. De los tres tipos existentes, A, B y C, sólo los dos primeros se asocian a epidemias de gripe de morbilidad y mortalidad significativa. Los virus Influenza A pueden ser subtipados, de acuerdo con la naturaleza antigénica y genética de sus glucoproteínas de superficie. Hasta la fecha, se han identificado 15 subtipos de hemaglutinina (H) y 9 subtipos de neuraminidasa (N). Todos los subtipos han sido detectados en hospedadores aviares; sin embargo, sólo los virus H3N2, H1N1 y H2N2 han causado pandemias en el ser humano. (WHO, 2006)
Los diferentes subtipos y variantes antigénicas de los VIA presentan diferente grado de virulencia dependiendo de la especie animal que estén infectando.- Las aves silvestres infectadas con VIA no presentan signos clínicos (a excepción de un brote de influenza que produjo alta mortalidad en golondrinas (Sterna hirundo) en Sudáfrica el año 1961.
Las aves de corral, principalmente pollos y pavos, pueden sufrir desde infecciones asintomáticas, hasta cuadros clínicos graves con mortalidad sobre un 75%, dependiendo de la virulencia de la cepa actuante.
Los mamíferos, a pesar de presentarse infecciones con un menor número de subtipos de VIA, que las aves, pueden presentar desde infecciones subclínicas hasta brotes epidémicos con alta mortalidad, asociándose estas presentaciones con la participación de cepas avirulentas y cepas altamente virulentas, respectivamente.
Ante el hecho que algunas cepas de virus influenza pueden cruzar la barrera de especie, también se ha observado que cepas avirulentas para una especie, se comportan de forma muy virulenta en la especie invadida.
La razón de la virulencia diferente para las diferentes cepas estudiadas parece estar asociada con la glicoproteína HA, donde se ha observado que la adquisición de aminoácidos básicos en el sitio de clivaje de esta proteína (clivaje necesario para disociar la HA0 en HA1 y HA2 y hacer posible el proceso de liberación de la ribonucleoproteína en el ciclo de multiplicación viral) está muy asociada con una mayor virulencia. Al parecer también tendría un grado de participación, pero menor, la presencia de sitios de glicosilación adicional en sitios cercanos al sitio receptor de la HA. (Swayne, 2000)
Numerosas especies de aves domésticas y silvestres han sido reportadas como susceptibles a la infección por virus de IA. Las gallináceas son las especies más susceptibles a la presentación de manifestaciones clínicas y lesionales, además con cuantiosas pérdidas económicas.
Diversas especies de mamíferos, incluyendo a los humanos, han resultado susceptibles a la infección por algunos VIA, por lo cual este hecho debe ser considerado en las medidas de protección del personal durante el control de focos o esclarecimiento de sospechas de de IA, así como en la potencial difusión a través de otras especies animales.
El virus no es muy resistente a las condiciones ambientales y se destruye con facilidad ante la presencia de jabón o detergentes comunes. Sin embargo, las excretas son una importante vía de diseminación al medio, pudiendo albergar en un gramo suficientes partículas virales como para infectar un millón de aves. Por esta razón la trasmisión fecal- oral es de alta importancia. Por similar razón el abasto de agua de bebida a aves de corral a partir de fuentes abiertas (ríos, presas, etc.) constituye un factor de riesgo importante para la infección por VIA a partir de aves silvestres en contacto con las fuentes de agua.
Fuentes de infección y Vías de Transmisión:
Las aves acuáticas, especialmente de los órdenes Anseriformes y Charadriiformes, son el principal reservorio natural de estos virus y lo excretan por largos períodos, contaminan los espejos de agua donde habitan y condicionan de esta manera la transmisión horizontal, en dependencia de las condiciones climáticas.
Los VIA se transmiten por numerosas vías directas e indirectas, inclusive la aerógena. Es importante el papel del humano a través de las ropas, calzados, objetos, así como los fómites, agua, alimentos y medios de transporte de las crianzas afectadas.
No hay evidencias de transmisión transovárica pero los huevos han estado involucrados en la difusión de brotes de IA, inclusive, a grandes distancias debido a la posibilidad de contaminación de su superficie externa.
Las ferias y mercados de aves vivas representan considerables riesgos. El traslado de equipos y medios representan una vía importante de diseminación. Los gallos de pelea por su sistema de crianza y utilización pueden contribuir a la diseminación viral por sus traslados no controlados y vínculos entre animales de diversos orígenes.
Caso sospechoso:
Se sospecha de IA en aves de corral cuando se presenten al menos uno de los signos clínicos o lesiones macroscópicas abajo señaladas:
Cambios en productividad: disminución significativa del consumo de alimentos (agua o pienso) y en el caso de ponedoras, un descenso del 5% del nivel de postura por dos o tres días consecutivos, pudiendo acompañarse de la puesta de huevos descoloridos, deformes o con manchas en la cáscara.
Comportamiento: alteración de la vocalización normal de los animales y manifestaciones de apatía.
Signos clínicos: severa depresión, inapetencia, edema de la cabeza, cresta y barbillas inflamadas y cianóticas, e inflamación de los senos frontales, diarreas y alteraciones nerviosas, seguido por muertes repentinas.
Lesiones: hemorragias subcutáneas de los tarsos, pulmones con fluido hemorrágicos, traqueítis, aerosaculitis y hemorragias petequiales en órganos internos.
Se encuentran resultados serológicos positivos frente a los subtipos H5 o H7 o se observe mortalidad inexplicable, incluso en ausencia de signos clínicos. La mortalidad inusual por propósitos puede considerarse según Weaver et al., (2006) como sigue:
Aves comerciales: mortalidad que exceda la línea base de mortalidad por 1 o 2 días consecutivos;
Aves de traspatio: cualquier evento de mortalidad súbita o significativa, caída busca de la producción de huevos.
Ante un caso sospechoso la aprobación de toma y traslado de muestras para confirmación a partir, se realizará después de una investigación epidemiológica para ratificar la sospecha bajo la coordinación de los grupos provinciales de diagnóstico, en conciliación con la Dirección Nacional de Veterinaria. De decidirse el muestreo se asegurarán los materiales e insumos para garantizar la calidad diagnóstica de las muestras y las condiciones de contención aprobadas por el Centro Nacional de Seguridad Biológica.
Caso confirmado
La confirmación se realizará por rRT-PCR para esclarecer casos sospechosos de IA en aves de corral. Este ensayo estará dirigido a determinar la presencia de ácidos nucleicos con cebadores específicos del gen del grupo A, así como de los subtipos H5 y H7. Las muestras tomadas se pueden mezclar por el laboratorio responsable de su análisis hasta 10 casos por reacción.
En condiciones de contención aprobadas, se realizará el aislamiento viral con embriones de pollo entre 9-11 días de desarrollo, procedentes de gallinas libres de gérmenes específicos (SPF) o libres de anticuerpos específicos. De obtenerse aislados virales se identificarán por inhibición de la hemoaglutinación y de la neuroaminidasa. Se informarán a la OIE a través de la Autoridad Veterinaria, todos los aislados que satisfagan el criterio de notificación expresado en el acápite 2.1 de acuerdo al Código Sanitario de los animales terrestres.
Obtención de muestras, conservación y transportación
La toma de muestras es el punto de partida para la investigación exitosa de cualquier enfermedad. Cuando se practique necropsia o sea de interés la investigación de un ave capturada muerta, los órganos diana para diagnóstico son la porción terminal del intestino a partir de los ciegos y el bloque respiratorio. En aves vivas se pueden colectar exudados cloacales y traqueales mediante hisopos de fibra de poliéster con mango de plástico. No se recomienda mango de madera o de alginato de calcio por la presencia de sustancias inhibidoras que pueden ocasionar resultados falsos negativos. Los hisopos secos tampoco son adecuados para la detección de virus o ácidos nucleicos por lo cual, una vez que la muestra es colectada debe ser colocada inmediatamente en un vial contentivo de aproximadamente 3.5 mL de medio de transporte.
Las muestras deben embalarse, etiquetarse y enviarse al laboratorio por el procedimiento más rápido posible, controlando convenientemente la temperatura adecuada. Se deben seguir los requisitos específicos para el embalaje y expedición de sustancias infecciosas, incluidos los regulados por la Autoridad Veterinaria y el CITMA.
Todas las muestras deberán acompañarse de una remisión de envío en la que se indique el nombre y la dirección del remitente, el origen del material, la anamnesis pertinente, la identificación de la granja o predio y espécimen correspondiente y las pruebas solicitadas. Mayores detalles se describen en el ANEXO 3 de este programa.
La vigilancia se basará en todas las operaciones sistemáticas y continuas de recolección, comparación y análisis de datos sobre el estado de salud de las aves y la difusión de información en tiempo oportuno para la toma de decisiones respecto al mantenimiento o recuperación del estatus de libre ante la IA. Para ello será importante contar con un censo de la población avícola en cada territorio con actualización anual de las poblaciones de aves comerciales y de traspatio.
Todos los casos sospechosos de infección por VIA deberán ser investigados inmediatamente. Cuando no sea posible despejar las dudas sobre la sospecha a través de investigaciones epidemiológicas y clínicas, se tomarán y se enviarán muestras a un laboratorio para que se sometan a las evaluaciones pertinentes. Esto requiere que los equipos de muestreo, así como cualquier otro tipo de material, estén siempre a la disposición de los encargados de la vigilancia de la enfermedad.
La documentación de reconocimiento de la ausencia de infección por virus de la influenza aviar deberá incluir, información detallada sobre el número de casos sospechosos y sobre cómo fueron investigados y resueltos. Esta información comprenderá los resultados de las pruebas de laboratorio, así como las medidas de control a las que se hayan sometido los animales afectados durante la investigación (cuarentena, prohibición de los desplazamientos, etc.).
De acuerdo al método de colecta de la información la vigilancia se clasificará como activa o pasiva.
Vigilancia Pasiva
Cuando en una parvada se detecten hallazgos presuntivos de infección por el virus de la IA, como pueden ser la presencia de anticuerpos específicos ante los subtipos H5 o H7; la disminución de la puesta o el consumo de alimento; trastornos respiratorios; lesiones congestivas y hemorrágicas de carácter sistémico u otros síntomas y lesiones como los descritos en el acápite 5.1 se iniciarán de forma inmediata investigaciones para confirmar el caso según el acápite 5.2. También se confirmarán por similar procedimiento, los eventos de mortalidad aves silvestres que resulten sugestivos de infección por virus de IA después de una investigación epidemiológica por el grupo diagnóstico provincial.
La presencia de infección en aves de corral, podrá descartarse mediante una investigación epidemiológica completa y evaluaciones de laboratorio de las que no se deriven pruebas de infección por virus de IA.
Vigilancia Activa:
Dado el control existente sobre la importación de productos avícolas de riesgo y la existencia de un componente de vigilancia pasiva para esclarecer casos sospechosos, el componente activo de la vigilancia se hará fundamentalmente basado en el riesgo de introducción del agente y su potencial de difusión.
Selección de predios de aves de corral a muestrear
El programa de emergencia de la IA prevé que ante eventuales hallazgos de anticuerpos frente a los subtipos de interés (H5 y H7), se realice rastreo epidemiológico de unidades en riesgo, por lo cual la selección inicial de unidades de muestreo no abarcará a todos los predios susceptibles.
La estrategia de muestreo basada en riesgo se diseñará a nivel provincial y será finalmente aprobada por la Dirección Nacional de forma que asegure, a nivel de país, una adecuada relación costo-efectividad de la actividad, mediante la selección de estratos de muestreo preferenciales (áreas geográficas, tipo de producción, etc.) dentro de la población susceptible con mayor probabilidad de exposición al peligro y posibilidades de trasmitir la infección o causar otras consecuencias de interés epidemiológico.
Los predios a seleccionar para vigilancia basada en riesgo se actualizarán cada año antes de julio teniendo en cuenta la relación de proximidad o potenciales vínculos directos e indirectos con poblaciones de aves silvestres acuáticas para definir la posibilidad de mayor exposición al peligro. En este aspecto se considerarán además elementos de vulnerabilidad de los predios entre los que debe considerarse el abasto de agua a partir de fuentes abiertas. De esta primera clasificación se priorizarán los predios avícolas con mayor probabilidad de difusión de la infección.
Las crianzas de patos y gansos, especialmente si tienen acceso a pastoreo o áreas de contacto con aves silvestres, tendrán especial consideración para ser priorizadas en la vigilancia serológica. En estos casos los laboratorios tendrán en cuenta como punto de corte para resultados positivos la dilución mayor o igual a 1:8 por inhibición de la hemaglutinación (IHA).
Tamaño de muestra
En unidades comerciales o especializadas que caigan dentro del criterio de selección basada en riesgo, se asegurará mediante un muestreo aleatorio que de cada lote de aves que conforma la población se disponga de 40 muestras se suero aptas para realizar la IHA.
Frecuencia de muestreo
Considerando que la detección de anticuerpos en aves de corral requerirá la ocurrencia previa de eventos de transmisión desde las aves silvestres y luego, que la respuesta inmune alcance niveles de anticuerpos detectables, se iniciarán los muestreos a partir de los 21 días de detectarse un arribo significativo de patos migratorios y hasta igual duración después de la salida de estas aves de Cuba. Durante este periodo de mayor riesgo, se realizarán investigaciones serológicas seriadas por IHA con intervalo de 3 a 4 semanas en las poblaciones seleccionadas de cuerdo a los criterios ponderados por riesgo de exposición y difusión. Para la apreciación del arribo significativo de patos, a nivel provincial se establecerán coordinaciones para el aviso con los clubes de caza deportiva a través del INDER, productores de arroz e instituciones existentes, relacionadas con la observación de aves migratorias.
Interpretación de resultados
El punto de corte de la IHA para considerar un suero positivo será la inhibición completa de la hemaglutinación en una dilución mayor o igual a 1:16 (24 o log2 4 expresado como recíproco del título) frente a 4 unidades hemaglutinantes del antígeno de interés, por lo general de los subtipos H5 o H7. Se debe considerar que la IHA está validada solo para
pavos y pollos por lo cual la investigación de cualquier otra especie mediante esta técnica deberá indicarse con cautela y preferiblemente acompañada de una técnica complementaria para confirmar sospechas. Si fuera a usarse la IHA para patos, se considerará como punto de corte la dilución de 1:8, frente a 4 unidades hemaglutinantes del antígeno.
En cada ocasión que se monte la IHA se incluirán controles de glóbulos rojos y de un suero positivo (SCP) y otro negativo (SCN) de referencia. La validez de los resultados de la lectura de la reacción tendrá en cuenta que el SCP no varíe en más menos un logaritmo de su título de referencia, mientras el SCN no puede dar título superior a 1:4.
La IHA con fines de vigilancia de acuerdo al programa siempre será ejecutada por personal entrenado del Laboratorio de Investigación y Diagnóstico Aviar (LIDA) y los tres territoriales (Villa Clara, Camagüey y Holguín) de la red de diagnóstica veterinaria. El Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), actúa como laboratorio de referencia y destinatario de las muestras para la confirmación de casos. En todos los casos las técnicas se ejecutarán según los procedimientos normalizativos operacionales (PNO) homologados para los laboratorios en cuestión.
Actividades complementarias de vigilancia activa Vigilancia en aves de traspatio
Se debe actualizar el estimado de la densidad de aves comerciales de traspatio en los 3 km de radio de todas las unidades especializadas (genéticas y comerciales) con el objetivo de planificar muestreos aleatorios para investigación serológica por IHA de un 25% de las unidades epidemiológicas que se identifiquen en el traspatio. Este muestreo se hará de forma transversal cada año, al final del periodo de migraciones de aves acuáticas. El tamaño de muestra dentro de cada unidad epidemiológica, se determinará bajo las asunciones de sensibilidad de la IHA casi perfecta (98%); que la infección por el VIA está o estuvo aleatoriamente distribuida dentro de la unidad epidemiológica a investigar con una prevalencia de al menos el 15%, como indica la tabla 1. Para identificar unidades epidemiológicas se considerará las posibilidades de contacto entre las aves de corral de traspatio de los diversos criadores, según se críen confinadas de forma libre, la densidad de las mismas y posible existencia de otros vínculos.
Tabla 1. Tamaño de muestra para detectar al menos 1 caso positivo con un 95 % de confianza ante una seroprevalencia del 15%
Población | < 10 | 15-20 | 30-50 | 60 | 70 | 100 | 150-300 | ||
A muestrear | todas | 12 | 15 | 16 | 17 | 17 | 18 |
En el caso de traspatios circundantes en 3 km de radio a granjas de funciones zootécnicas estratégicas, como la genética, o zonas con alta densidad de aves de corral comerciales (más de 2 granjas en 3 km de radio), se planificarán dos investigaciones seriadas con similares criterios de muestreo aleatorios a mediados del periodo de migración de anátidas y tres semanas después del regreso de los aptos a su origen.
Centinelización
Ante las limitaciones logísticas y materiales para el muestreo directo aves silvestres, los centinelas constituyen una alternativa para monitorear la evolución en el tiempo, del riesgo de exposición al virus de IA para una población mayor de interés. La ubicación de aves de corral para cumplir funciones de centinelización será racional en función de la posibilidad de tomar acciones para reducir el riesgo de introducción del virus de IA en determinada área geográfica y nunca duplicará actividades de vigilancia donde ya existan unidades avícolas comerciales o de otro tipo, en proximidad considerable (5 km). Además, se debe tener en cuenta que colocar individuos susceptibles en lugares de mayor exposición al peligro, requiere acciones de capacitación de sus tenedores y supervisión regular como manejo del riesgo que estas aves se conviertan en potenciales vías de difusión de la enfermedad.
La frecuencia de muestreo en centinelas se hará sistemáticamente cada 4 semanas durante todo el periodo de riesgo. Como no existe relación entre la edad de las aves y la susceptibilidad a la infección con virus IA se pueden mantener los centinelas mientras como grupo resulten negativos a las investigaciones programadas o cuando por consideraciones éticas o de bienestar convenga reemplazarlos. En caso de resultados positivos se establecerán coordinaciones para el sacrificio de todas las aves con toma de muestra, para investigación por rRT PCR.
Evaluación de la vigilancia
El desempeño de la vigilancia será evaluado anualmente con cortes trimestrales por cada laboratorio involucrado en la misma y además por la autoridad a la cual se subordina con el fin de identificar vulnerabilidades y acciones de perfeccionamiento. Como evidencias de ejecución de esta actividad se archivarán por al menos tres años los resultados de evaluación y los correspondientes informes de acciones correctivas. Adicionalmente en enero de cada año los laboratorios involucrados emitirán un informe a la Autoridad Veterinaria sobre el desempeño del sistema de vigilancia en el año precedente. Este informe incluirá análisis de la situación basada en el anexo 5. Cuando no se alcance el valor esperado para el indicador se adjuntará análisis de causas y acciones de capacitación programadas o ejecutadas con los actores involucrados en la desviación. Como referencia de adecuado los indicadores temporales el tiempo entre la toma de muestra y su análisis no debe superar los 6 días naturales.
Medidas de prevención, control y extinción
Medidas de Prevención:
La importación de aves vivas de cualquier especie y los productos avícolas estará sujeta a los requisitos veterinarios establecidos por la Autoridad Veterinaria. Como principio, no se autorizará la importación de productos u objetos que puedan vehiculizar el VIA a partir de países afectados por IA. En correspondencia con los criterios de regionalización de la OIE, se podrán importar productos avícolas a partir zonas libres dentro de un país afectado por IA, precedido de un análisis del riesgo de introducción y establecimiento de medidas particulares para su manejo.
Control de las medidas de vigilancia y control en los aeropuertos, puertos, marinas internacionales u otros puntos de frontera, fundamentalmente dirigidas a la inspección de los vehículos de transporte, tripulantes, pasajeros con su equipaje acompañante y cargas procedentes de los países o territorios afectados por IA.
Las crianzas de aves en cantidad superior a los 300 individuos o de cifras inferiores pero que realicen actividad comercial, deportiva o con propósitos ornamentales deberán contar con permiso documental para la crianza, emitido por la Autoridad Veterinaria a instancia municipal con carácter renovable anual.
Cada Empresa y Unidad Empresarial de Base (UEB) dedicada a la crianza de aves de corral, en su plan de prevención de desastres deberá contar con aprobación de la autoridad veterinaria a instancia municipal para los aspectos referidos a los desastres sanitarios.
Se contará con un registro del cordón sanitario constituido por los sitios de crianzas de aves susceptibles en un radio de 3 km y de los trabajadores en cuya vivienda se críen aves de corral.
Los traslados de aves comerciales, incluidos envíos a mataderos y repoblación de granjas, tienen que contar con aprobación documental de la autoridad veterinaria correspondiente. Para autorizar el traslado, entre otros requisitos, se exigirá una investigación por IHA (subtipos H5 y H7) entre 2 y 3 semanas de precedencia a la fecha planificada para el traslado.
Se prohíbe la comercialización masiva de aves de corral vivas que no corresponda al flujo zootécnico, a menos que estén confirmadas como serológicamente negativas a la presencia de anticuerpos frente a los subtipos H5 y H7 y otras consideraciones sanitarias basadas en un análisis de riesgo por la Autoridad Veterinaria.
No se permitirá la visita a unidades avícolas de personas provenientes del exterior hasta que hayan transcurrido 72 horas de su arribo al país.
Se establecerán coordinaciones con la instancia correspondiente de salud pública para inmunizar anualmente con la vacuna de la gripe estacional a los grupos previstos para el trabajo de contingencia ante casos, así como a los trabajadores de granjas avícolas en contacto estrecho con aves.
La introducción al territorio nacional de antígenos para la vigilancia y cualquier otro material de referencia, con riesgo de contener virus vivos de IA, requerirá previo permiso de importación por la autoridad veterinaria, quien además dispondrá restricción del uso y distribución hasta tanto se demuestre que no contiene virus residual por un laboratorio aprobado.
Medidas control a tomar ante la sospecha de la enfermedad:
Medidas a tomar por el propietario de aves
Cualquier persona o entidad autorizada para la crianza de aves está en la obligación de notificar a la Autoridad Veterinaria, la ocurrencia de mortalidades elevadas o la presentación de otros signos y síntomas que sugieran la sospecha de IA.
En el caso de unidades o entidades con servicio veterinario propio están además en la obligación de:
a) declarar la unidad o predio en cuarentena;
b) dictar las primeras medidas de contención como son la prohibición del traslado de aves, productos o material con riesgo de difusión del VIA, dejando evidencia documental de tal indicación;
c) realizar audiencia sanitaria con los trabajadores ocupacionalmente expuestos para indicarles y asegurar medios con el objetivo de intensificar medidas de higiene como el lavado frecuente de las manos con jabón o detergente, la prohibición de fumar y comer sin lavarse previamente las manos después de contacto con productos de riesgo, así como otras medidas particulares en dependencia de la actividad que realice cada trabajador;
d) establecer medidas de higiene y desinfección particulares para la salida de personal de la unidad;
e) actualizar mediante declaración jurada las aves que se crían en las viviendas del personal de la granja
f) evaluar cualquier otra demanda prevista en el Plan de Reducción de Desastres de la entidad;
g) la existencia de sistemas empresariales de notificación no sustituye la obligación de la UEB a notificar a la instancia municipal de la Autoridad Veterinaria, lo cual deberá controlarse por la Dirección de la empresa a que pertenece cuando reciba un aviso de esta naturaleza.
MEDIDAS PARA LA EXTINCIÓN DE LA ENFERMEDAD
Medidas en el área focal:
Una vez confirmado el diagnóstico, se ratificarán las medidas de cuarentena establecidas al momento de la sospecha.
Se actualizará el censo de todas las especies domésticas susceptibles existentes en el área (especialmente aves y cerdos) así como de otros animales que puedan transmitir de forma mecánica la infección.
Se realizarán las coordinaciones necesarias para proceder al sacrificio inmediato de las aves comprometidas mediante métodos que tengan presente el bienestar animal y que minimicen el derramamiento de sangre y la dispersión aerógena de plumas y aerosoles de acuerdo a los procedimientos aprobados en el Plan de Reducción de Desastres.
El enterramiento de los cadáveres y otro material contaminado (alimentos, huevos, plumas, yacija y excretas) se hará preferiblemente en el propio predio del foco, tomando las previsiones necesarias desde el punto de vista ambiental en coordinación con la representación de CITMA, Planificación Física y Recursos Hidráulicos a nivel territorial. Ante limitaciones para el enterramiento, la yacija y las excretas se pueden inactivar en el lugar por compostaje bajo supervisión de la Autoridad Veterinaria, mientras para las aves se buscarán alternativas de enterramiento o incineración en áreas cercanas.
Todo el movimiento de personas, vehículos o maquinaria estará bajo control veterinario y para permitir su salida del foco deberán ser sometidos a saneamiento que incluye en el caso de las personas, el baño o en su defecto el lavado y desinfección de manos y brazos, así como el cambio de ropa y calzado; en cuanto a los vehículos y maquinaria, de ser imprescindible su salida, serán cuidadosamente lavados y descontaminados tanto las superficies exteriores como las interiores.
Después del sacrificio de las aves, eliminación de la yacija y excretas se realizará limpieza minuciosa y desinfección primaria de instalaciones, equipos y utensilios existentes. Para esta operación se utilizarán desinfectantes de actividad reconocida. En el caso de las crianzas particulares u otras no especializadas, se procederá a la limpieza y desinfección de las áreas y utensilios en contacto con las aves, eliminar, mediante cremación aquellos objetos potencialmente contaminados de escaso valor y que estén elaborados con materiales como madera u otros que no pueden ser desinfectados convenientemente. Para la desinfección se utilizarán los productos aprobados por la autoridad veterinaria y según las indicaciones del fabricante u otras particulares.
Elaborar el programa completo de saneamiento y recuperación para cada instalación o propiedad afectada.
El personal en riesgo deberá estar provisto de equipos de protección personal apropiado, ropa protectora, preferiblemente sobretodo impermeable o guantes con mangas y caretas, como requerimientos mínimos deben usar máscaras de protección, gafas, botas cubre-zapatos y ropas protectoras que puedan ser desinfectadas.
Medidas en el área de contención
Establecer cuarentena que incluya la prohibición de movimientos de aves fuera del área, así como de productos y subproductos avícolas no procesados.
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