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La pobreza en el Perú (página 2)

Enviado por Manuel Medina Ll


Partes: 1, 2

El carácter multidimensional y complejo de la pobreza, que va mucho más allá que la falta de ingreso o consumo, quedó plasmado en un reporte del Word Bank (2001) donde se describe:

the now established view of poverty as encompassing not only low income and consumption but also low achievement in education, health, nutrition, and other areas of human development (p. v)

Tomando en consideración experiencias pasadas, así como los nuevos enfoques de la pobreza, el World Bank (2001) recomienda combatir la pobreza llevando a cabo acciones en tres áreas:

a)                          Promover oportunidades materiales propiciando el crecimiento económico, la creación de trabajos, escuelas, crédito, servicios de agua y desecho de excretas, salud y educación

b)                         Facilitar el empoderamiento de los pobres, fortaleciendo su participación y haciendo que las instituciones estatales sean más accesibles y rindan cuentas a ellos. También eliminando barreras sociales resultado de discriminaciones por género, raza, religión o estatus social

c)                          Mejorando la seguridad de los pobres para reducir su vulnerabilidad ante enfermedades, ajustes económicos y desastres naturales

Por su parte, el UNDP (2003) afirma que para salir de la pobreza se necesita un enfoque multifacético que va más allá de las políticas requeridas para mantener la estabilidad y el crecimiento económico, así como un clima político estable. Por ello propone seis conjuntos de políticas:

1)      Invertir en el desarrollo humano, es decir, salud, educación, nutrición, sanidad y agua, para fomentar la creación de una fuerza de trabajo productiva

2)      Ayudar a los pequeños agricultores a incrementar su productividad

3)      Invertir en infraestructura: electricidad, carreteras, puertos

4)      Implementar políticas de desarrollo industrial dirigidas a la pequeña y mediana industria

5)      Promover la equidad social y los derechos humanos para que los pobres y los marginados, incluidas las mujeres, tengan libertad y voz para influenciar en las decisiones que afectan sus vidas

6)      Promover la sustentabilidad ambiental y la buena gerencia de las ciudades para proveer ambientes seguros

De lo anterior se desprende que el problema de la pobreza es multidimensional y se debe atacar desde diferentes ángulos. Por un lado, se deben llevar a cabo políticas top-down (de arriba hacia abajo) que propicien la estabilidad y el crecimiento económico. Pero dichas políticas deben ser acompañadas por políticas bottom-up (de abajo hacia arriba) que promuevan el desarrollo de las capacidades de los individuos, mejoren la distribución del ingreso y permitan la participación de los pobres en la búsqueda de mejores condiciones de vida.

Si es cierto que el mundo ha progresado proporcionalmente más en los últimos cincuenta años que en toda la historia, no lo es menos el hecho de que la desigualdad entre las naciones es una de las características que mejor definen al mundo contemporáneo. Este fenómeno se traduce, sobre todo, en las grandes diferencias existentes entre los pueblos en el acceso a bienes y servicios básicos, y es consecuencia de los procesos económicos que, con diferentes resultados, se han experimentado en las últimas décadas. Algunas investigaciones recientes parecen demostrar que los principales factores que intervienen en los conflictos actuales tienen que ver con las dificultades económicas, los problemas de acceso a la propiedad de la tierra en el mundo rural, la religión y la inestabilidad política

Las cifras de personas que carecen de lo básico para sobrevivir con un mínimo que garantice un nivel elemental de salud son altas, como por ejemplo : más de 1.200 millones de seres humanos no tienen acceso a agua potable; 1.000 millones carecen de vivienda estimable; existen 840 millones de personas mal nutridas, de los cuales 200 millones son niños menores de cinco años, y 2.000 millones de personas padecen anemia por falta de hierro; 880 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud; y 2.000 millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales. Para resumir, nada menos que el 80% de la población mundial vive en la pobreza. Cabe destacar que la falta de salud no es ni causa ni efecto de la pobreza, es un componente más de la misma, un hecho sustancial a ella y un parámetro que, quizás como ningún otro, ayuda a identificarla.

A lo largo de los años 90 este proceso de desigualdad mundial se fue agudizando y definiéndose geográficamente de tal manera que situar en el mapa los conflictos y guerras abiertas actualmente en curso, es superponerlos a las zonas cuyas carencias hemos descrito anteriormente (Actualmente Afganistán, India, Pakistán, Colombia, Venezuela)

La globalización, como fenómeno, arroja, entre otros, un efecto inesperado, o sea que la población de los países pobres conoce perfectamente la riqueza y el desahogo con que se vive en otros lugares del mundo y es consciente de esas desigualdades. Se globalizan la información y las corrientes financieras, pero no los derechos de la gente, ni el desarrollo humano, ni el bienestar. Este conocimiento de la desigualdad, una vez referido a la propia situación de carencia de bienes y servicios básicos, es generador de frustración, de actitudes desesperadas, de odio, de integrismo y de violencia, y hasta de racismo, y no son pocos, o sea nada menos que 3.000 millones de seres humanos pueden sufrir hoy en el mundo este sentimiento de injusticia.

Nuestra universidad en su labor académica, educadora y orientadora nos ha expuesto el tema para conocer a fondo estos factores indicativos, y para visualizar de una manera macro, la problemática de la pobreza y el desarrollo humano, que es simple y llanamente el mal que nos afecta hoy en día, y del cual dependen y se fragmentan todas las problemáticas existentes del diario vivir y sin preámbulos tenemos que lidiar con nuestras profesiones existentes o futuras. Mas adelante les invitamos abundar del tema, culminado con nuestra posición y conclusión al respecto.

Desde que se inició en 1990 el Informe sobre Desarrollo Humano ha definido el desarrollo humano como el proceso de ampliación de las opciones de la gente. Las más fundamentales consisten en vivir una vida larga y sana, tener educación y disfrutar de un nivel decente de vida. Entre otras opciones adicionales se incluyen la libertad política, la garantía de otros derechos humanos y diversos ingredientes del respeto por sí mismo, incluido lo que Adam Smith llamaba la capacidad para mezclarse con otros sin "avergonzarse de aparecer en público". Estas son algunas de las opciones esenciales, cuya ausencia puede obstaculizar muchas otras oportunidades. De esa manera el desarrollo humano es un proceso de ampliación de las opciones de la gente así como de elevación del nivel de bienestar logrado.

Si el desarrollo humano consiste en ampliar las opciones, la pobreza significa que se deniegan las oportunidades y las opciones más fundamentales del desarrollo humano: vivir una vida larga, sana y creativa disfrutar de un nivel decente de vida, libertad, dignidad, respeto por sí mismo y de los demás.

El contraste entre desarrollo humano y pobreza humana refleja dos maneras diferentes de evaluar el desarrollo. Una manera, la «perspectiva conglomerativa», se concentra en los adelantos de todos los grupos de cada comunidad, desde los ricos hasta los pobres. Esto contrasta con otro punto de vista, «la perspectiva de privación», en que se juzga el desarrollo por la forma en que viven en cada comunidad los pobres y, las personas privadas de recursos. La falta de progreso en la reducción de las desventajas de las personas privadas de recursos no puede ser «borrada» por grandes adelantos – por grandes que sean – de la gente que vive mejor.

El interés en el proceso de desarrollo se refiere a ambas perspectivas. En un nivel muy básico la vida y el éxito de cada uno deben contar, y sería erróneo comprender el proceso de desarrollo de manera absolutamente insensible a las ganancias y pérdidas de quienes están en mejor posición que otros. Atentaría contra el derecho de cada ciudadano a ser tomado en cuenta, y chocaría además con las preocupaciones amplias de una ética universalista. Pero una parte – una gran parte – del interés general en el progreso de una nación se concentra específicamente en la situación de las personas en desventaja.

La pobreza tiene muchas dimensiones

La preocupación por determinar quienes resultan afectados por la pobreza y el deseo de medirla han oscurecido a veces el hecho de que la pobreza es demasiado compleja para reducirse a una dimensión única de la vida humana. Ha pasado a ser común que los países fijen una línea de pobreza basada en el ingreso o en el consumo. Aunque este concepto – se ocupa de una dimensión importante de la pobreza, da sólo una imagen parcial de las muchas formas en que se puede afectar la vida humana. Alguien puede disfrutar de buena salud y vivir mucho tiempo pero ser analfabeto, con lo cual queda excluido del aprendizaje, de la comunicación y la interacción con otros.

Otra persona puede estar alfabetizada y ser muy bien educada pero ser susceptible de morir en forma prematura por características epidemiológicas o disposición física. Todavía una tercera persona puede estar excluida de la participación en el importante proceso de adopción de decisiones que afectan su vida. La privación de ninguno de ellos puede comprenderse por el nivel de su ingreso. Además, la gente entiende la privación de manera distinta, y cada persona y cada comunidad tienen su propia definición de la privación y las desventajas que afectan sus vidas.

La Pobreza Mundial

Tras varias décadas de descenso de la pobreza en Asia oriental, el Banco Mundial informa que la crisis financiera ha provocado un aumento considerable de la tasa de pobreza de la región y recomienda que los programas internacionales de rescate financiero estén más equilibrados para proteger a los pobres de los peores efectos de la crisis. Países que hasta fechas recientes creían que estaban ganando la batalla a la pobreza están cayendo de nuevo en ella. El Banco afirma que las redes de seguridad social, tales como el seguro de desempleo, los derechos de matrícula subvencionados, los programas de creación de empleo y los subsidios de los alimentos son esenciales para que pueda lograrse una recuperación que alcance a todos los sectores de la población.

Según el Banco Mundial, en 1987, 1.200 millones de personas contaban para su sustento con menos de un dólar al día; en 1993, esa cifra se acercaba a los 1.300 millones. En 1999, si la proporción de personas que vive en la pobreza ha permanecido inalterada desde 1993, podría haber 1.500 millones de personas en la más abierta la pobreza en el umbral del nuevo milenio. El Banco advierte que el continuo aumento del número de pobres no permite ningún solaz a los dirigentes del mundo.

En un nuevo documento de trabajo distribuido recientemente entre autoridades internacionales responsables de las políticas, titulado Macroeconomic Crises and Poverty: Transmission Mechanisms and Policy Responses (Las crisis macroeconómicas y la pobreza: mecanismos de transmisión y medidas de respuesta), el Banco Mundial examina el efecto de las crisis económicas en la vida del pobre y las respuestas de los gobiernos, a partir de la experiencia reciente en Asia oriental y las crisis anteriores de América Latina y África. Traza un programa para proteger a los necesitados durante las crisis, en el que se detalla, entre otras cosas, cómo se deben establecer o reforzar las redes de seguridad social antes de que se produzca una crisis, para atenuar el sufrimiento que puede causar a los seres humanos.

Los trastornos financieros de los últimos dos años han asestado un duro golpe a las esperanzas que abrigábamos de reducir la pobreza. Hace sólo poco tiempo, confiábamos en que el objetivo internacional de desarrollo de reducir la pobreza a la mitad se alcanzaría en los próximos 20 años en la mayoría de las zonas del mundo. Hoy, países que hasta fechas recientes creían que estaban ganando la batalla a la pobreza están viendo cómo ésta surge de nuevo, junto con el hambre y el sufrimiento humano que lleva consigo,

Lo primero que tienen que aprender los encargados de las políticas de la crisis de Asia oriental y su posterior propagación a Rusia, Brasil y otros mercados emergentes, es la necesidad de evitar el deterioro irreversible del bienestar social del pobre. Este deterioro se puede producir, por ejemplo, cuando los niños se ven obligados a salir de la escuela para ayudar a su familia y nunca reanudan sus estudios, el aumento de la malnutrición infantil retrasa el desarrollo mental de los niños o el malestar causado por la crisis se convierte en una característica permanente.

La Pobreza en Latinoamérica

Las perspectivas de América Latina están empañadas por la crisis de Brasil, pero el crecimiento per cápita del PIB en 1997 fue considerable y todavía es positivo, aunque más bajo, en 1998. La región ha sufrido recientemente los efectos de catástrofes naturales devastadoras, desde los fenómenos meteorológicos desencadenados por El Niño hasta los estragos del huracán Mitch en Honduras y Nicaragua. Además, las pruebas irrefutables de la creciente desigualdad en algunas zonas, especialmente en las zonas urbanas de Brasil, hacen que se intensifique el temor por las ya profundas desigualdades que existen en la región.

Condiciones de vida y pobreza:

Resultado de la Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de vida y Pobreza (ENAHO) – IV trimestre 2001

a.- Pobreza total y pobreza externa:

El 54% de la población peruana vive en condiciones de pobreza (14 millones de 609 mil habitantes); es decir, ellos viven en hogares cuyo gasto total está por debajo del costo de una canasta básica de consumo. El costo per-capita mensual de esta canasta, conocido también como línea de pobreza, varía entre S/ 147,39 en la Selva rural y S/ 260,21 en Lima Metropolitana.

El 24% de la población nacional vive en situación de pobreza extrema (6 millones 513 mil habitantes); es decir, ellos residen de hogares cuyo gasto total esta por debajo del valor de una canasta básica de alimentos. El costo percápita mensual de tal canasta, conocido también como línea de pobreza extrema, fluctúa entre S/ 138,18 en la selva urbana, siendo de S/. 121,95 en Lima Metropolitana.

b.- Las diferencias entre regiones:

La pobreza total en el área rural afecta al 78,4% de su población, tanto que en el área urbana al 42,0. En el caso de la pobreza extrema, los porcentajes son 51,3% y 9,9% respectivamente.

Considerando las regiones naturales, la pobreza total fluctúa entre 39,3% en la costa y 72,0% en la Sierra y la pobreza extrema entre 5,8% en la costa y 45,6% en la sierra.

Los mayores niveles de pobreza se encuentran en la Sierra rural donde la pobreza total afecta al 83,4% y la extrema 60,8%.

c.- Las diferencias entre departamentos:

Los cinco departamentos de mayor pobreza total en el Perú son: Huancavelica (88,0%). Huanuco (78,9%). Apurímac (78,0%). Puno (78,0%) y Cajamarca (77,4%).

Los cinco departamentos de menor pobreza total en el Perú son: Moquegua (29,6%). Tacna (32,8%). Lima y Callao (33,4%). Madre de Dios (36,7%) e Ica (41,7%).

Los cinco departamentos de mayor pobreza extrema en el Perú son: Huancavelica (74,4%), Huanuco (61,9%), Cuzco (51,3%), Cajamarca (50,8%) y Apurimac (47,4%).

Los cinco departamentos de menor pobreza extrema en el Perú son: Lima y Callao (3,1%), Tacna (5,2%), Tumbes (7,4%), Moquegua (7,6%) e ICA (8,6%).

d.- Las Necesidades Básicas Insastifechas (NBI):

El 41,9% de la población vive en hogares con al menos una necesidad básica insastifecha, considerándose los siguientes indicadores: vivienda físicamente inadecuada, vivienda sin servicio higiénico, niños que no asisten a la escuela y alta dependencia económica.

El porcentaje de hogares con al menos una necesidad básica insastifecha alcanza sus mayores niveles en:

Por área geográfica: Área rural (68,7%)

Por región natural: Selva (61,4%)

Por departamento: Huancavelica (86,8%)

El porcentaje de hogares con al menos una necesidad básica insatisfecha alcanza sus menores niveles en:

Por área geográfica: Área urbana (27,4%)

Por región natural: Costa (28,5%)

Por departamento: Lima y Callao (26,1%)

Percepciones sobre la pobreza:

El 26,7% de la población total percibe dificultades para hacer frente a sus niveles de gastos. Este grupo se descompone en 6,5% que se ve obligado a gastar sus ahorros y el restante 20,2% que tiene que endeudarse.

El 4,2% de la población señala que logra ahorrar algún dinero.

EL 30,1% de la población vive hogares donde al menos uno de sus miembros ha sido afectado por algún shock adverso. El 10,3% de la población por razones de mercado de trabajo (perdida de empleo, quiebra de negocio), 10,0% por razones demográficas (enfermedad deceso, abandono de hogar) y 10,3% por desastres naturales. Un 2,7% de la población vive en hogares donde algunos de sus miembros ha sido victima de un hecho delictivo.

El 69,2% de la población afectada manifestó que los shocks sufridos disminuyeron sus ingresos. Solo un 5,3% señalo que el shock afrontado no había tenido ningún afecto en su bienestar.

Perfil de los hogares pobres:

La edad promedio del jefe del hogar pobre es 46,4 años, ligeramente más jóvenes que los hogares no pobres cuyo promedio de edad es de 49,1 años

Los jefes de hogares pobres tienen en general un trabajo nivel educativo (66,7% tiene a lo sumo algún año de primaria); el 21,1% tiene por lo menos dos empleos, el 87,2% se desempeña en el sector informal, y fundamentalmente en el sector primario de la economía.

Los hogares pobres tienen en promedio 5,3 miembros y los hogares no pobres 3.8.

El 40,4% de los miembros de los hogares pobres tienen menos de 15 años de edad; en el caso de los pobres esta proporción es del 22,1%.

El 37,0% de los habitantes de los hogares pobres son perceptores de ingresos: en los hogares no pobres son el 55,0%

El 63,9% de los pobres trabaja como independiente; en los no pobres es el 38,5%. El servicio público más asequible para los pobres es la electricidad, la misma que llega al 52,2% de sus hogares: el agua llega al 46,6%. El 75,1% de los hogares es propietario de su vivienda; en los hogares no pobres son el 68,9%.

Evolución de la Pobreza

El nivel de la pobreza obtenido con la ENAHO del 2001 mejora substancialmente la estimación obtenida en los cinco últimos años, debido a la utilización de un marco muestral actualizado actualizado que ha incorporado nuevo asentamientos humanos no considerados en las encuestas anteriores al 2001. Esto permite un mejor control de sesgos de la muestra, porque se ajustado a la distribución poblacional actual; [arroba]asimismo, se trabajado con una muestra mas amplia que permite una mayor precisión de los resultados. Otro aspecto es que se afinado las estimaciones de las línea pobrezas usando precios reales de los lugares visitados, en lugar de valores ajustados por la inflación de las capitales departamentales.

Los aspectos antes mencionados hacen que los resultados obtenidos en el 2001 no sean estrictamente comparables con los publicados en los años anteriores. Sin embargo haciéndolos comparables, observamos que la pobreza total en el año 2001 habría aumentado en 1,4 puntos porcentuales con respeto al 2000 y en 7,1 puntos con respecto al año 1997. De modo similar, la pobreza extrema en el año 2001 habría aumentado en 4.5 puntos porcentuales con respecto al 1997.

La diferencia constatada entre la estimación actual de la incidencia de la pobreza 54,8%, y la de 48,4% publicada para el año 2000 (6,4 puntos porcentuales) se debe al afecto combinado de dos factores. Primero, el efecto de las mejoras metodológicas que explican 5,0 puntos porcentuales, y segundo, la evolución de la incidencia de la pobreza vivida por los hogares que explica 1,4 puntos porcentuales. El incremento observado en la pobreza extrema entre el 2000 y 2001 de 15% a 24,4% respectivamente (9,4 puntos porcentuales) es explicado por las mejoras metodológicas en 4,9 puntos porcentuales y por la evolución de la incidencia de la pobreza extrema en 4,5 puntos porcentuales.

Millones de Peruanos se encuentran en condiciones de Pobreza

  • En el país hay 26.6 millones de habitantes, estimados al IV trimestre del 2001, de los cuales el 54,8% se encuentran en condiciones de pobreza es decir, 14,6 millones de peruanos. La diferencia, 12,0 millones de peruanos (45.2%) son no pobres.
  • Del total de personas que viven en condiciones de pobreza (14.6 millones), 6.5 millones de peruanos son pobres extremos. Este grupo equivale al 24.4% del total de la población nacional
  • Los pobres se clasifican en pobres extremos y pobres no extremos. Se consideran pobres extremos a aquellos personas cuyo gasto esta por debajo del valor de una canasta básica de alimentos. Los pobres no extremos son aquellas personas cuyo gasto es mayor al costo de la canasta básica de alimentos, pero inferior al de la canasta básica de consumo total (alimentos y otros bienes y servicios).
  • Considerando estos criterios, los resultados de la encuesta revelan que del total de los 14.6 millones de personas pobres, 6.5 millones son pobres extremos (24.4% de la población nacional) y 8.1 millones son pobres no extremos (30.4% de la población nacional). En consecuencia ambos grupos poblacionales sumados representan el 54.8% de total de la población nacional.

LEVE REDUCCIÓN EN LOS ÍNDICES DE POBREZA EN EL PERÚ

La pobreza total en el Perú involucra al 54.3 por ciento de la población, segmento del cual el 23.9 por ciento se encuentra en pobreza extrema, según los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2002– IV Trimestre que elabora el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Estas cifras representan un mínimo de variación respecto a la medición que se realizó en el año 2001, periodo en el cual la tasa de pobreza total ascendió a 54.8 por ciento y la de pobreza extrema estuvo en 24.4 por ciento; en ese sentido la diferencia no es estadísticamente significativa.

Según regiones naturales, la sierra concentra las tasa más alta de pobreza y pobreza extrema (69.9 por ciento y 43 por ciento, respectivamente), seguida de la selva (65.6 por ciento y 37.8 por ciento) y la costa (40.7 por ciento y 7.2 por ciento), ésta última no incluye a Lima Metropolitana.

Por departamentos

La encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2002 – IV Trimestre demuestra que los departamentos más afectados por la pobreza y pobreza extrema son Huancavelica (83.7 y 61.6 por ciento, respectivamente), Huanuco (83.2 y 61.6 por ciento), Amazonas (80.4 y 53.4 por ciento), Puno (79.7 y 49.8 por ciento), Apurímac (77 y 51.4 por ciento), Cajamarca (76.8 y 51.5 por ciento) y Ayacucho (72.7 y 41.8 por ciento).

En el otro extremo, los de menor incidencia son Tacna (32 y 6 por ciento en pobreza y pobreza extrema, respectivamente), Moquegua (35.8 y 10.6 por ciento), Lima (35.8 y 3.8 por ciento), Tumbes (38.4 y 7.1 por ciento) y Arequipa (39.3 y 11.3 por ciento), además de otros.

La metodología

La Encuesta se realizó en el ámbito nacional, en las áreas urbana y rural de los 24 departamentos y la Provincia Constitucional del Callao, durante los meses de octubre, noviembre y diciembre del 2002.

La muestra involucró a 19,684 hogares: 12,080 en el área urbana y 7,604 en el área rural. Los niveles de inferencia de la muestra integrada (panel y no panel) son Nacional, Urbano nacional, Rural nacional, departamental y los dominios costa urbana, costa rural, sierra urbana, sierra rural, selva urbana, selva rural y Lima Metropolitana.

Los objetivos para realizar la ENAHO son generar indicadores anuales que permitan conocer la evolución de la pobreza, del bienestar y las condiciones de vida de los hogares; efectuar diagnósticos (anuales) sobre las condiciones de vida y pobreza de la nación; y medir el alcance de los programas sociales en la mejora de las condiciones de vida de la población.

Además, servir de fuente de información para instituciones públicas y privadas, así como para Investigadores. Permite también la comparación con investigaciones similares en relación a las Variables investigadas. La Encuesta es de carácter multipropósito y cubrió temas como vivienda, demografía, gastos en alimentación y en no alimentos, programas sociales, participación ciudadana, educación, salud, empleo e ingreso, ingreso del productor agropecuario, ingreso del trabajador independiente, módulo comunal y módulo de gobernabilidad.

CONCLUSIONES:

La pobreza humana ha degradado la vida humana durante siglos, pero uno de los logros más notables del siglo XX es su notable reducción: la pobreza de ingreso se ha reducido más rápidamente en los últimos 50 años que en los últimos 50 decenios.

A fines del siglo XX el número de personas con privaciones en otros aspectos de la vida oscilará entre mil millones y dos mil millones, en comparación con dos mil millones a tres mil millones que eran hace un decenio. En los años 50 y 60 Asia se estancaba mientras América Latina, Europa Oriental y los países ricos y, por menos tiempo, África subsahariana mejoraban. Desde mediados de los 70 la evolución en buena medida de invierte. Ha cambiado radicalmente en los últimos quince años. Los procesos de democratización, descentralización y las reformas económicas de libre mercado han sentado las bases de un nuevo ejemplo en la reducción de la pobreza, dando un rol más amplio a los gobiernos locales, el sector privado y las ONG, individualmente y/o como socios.

BIBLIOGRAFÍA:

ALMANAQUE DE LAMBAYEQUE 2001 – 2002

http://www.inei.gob.pe/

http://www.care.org.pe/pobreza.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Pobreza

 

Manuel Medina Ll

BREVE HISTORIA DEL AUTOR

Soy, un estudiante de Ciencias de la Comunicación del 5to ciclo de mi carrera profesional de Periodista quiero ser un gran profesional y ser el mejor periodista y así seguir mas adelante siendo un periodista sino también me gustaría ser un director de cine haciendo las mejores películas en el Perú.

UNIVERSIDAD DE CHICLAYO

Facultad de Ciencias de la Comunicación

Escuela Profesional de Periodismo

PERU – 2007

Partes: 1, 2
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