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Las enseñanzas del fundador de la Terapia Floral sobre la esencia de la enfermedad y la salud (página 2)


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ACTUALIDADES

Mientras en nuestra dieta tomemos fruta, ensaladas y otros alimentos crudos, los factores químicos y físicos pueden mantenerse dentro de límites normales mediante una alimentación que no se diferencie demasiado de la alimentación de la civilización

En infecciones crónicas o agudas, a la larga el elemento bacteriano se opone a la mejoría del contenido intestinal, por lo que hay que aplicar otros métodos para acelerar el proceso de curación. De ahí que la infección bacteriana tenga mucha mayor importancia que un estado química o físicamente anormal del intestino, ya que es mucho más difícil de tratar.ESTA ES La diferencia que existe entre el contenido del intestino grueso de una persona que se alimenta de dieta cruda y el de otra que se nutre de alimentos cocidos

En este último caso, que es el que nos encontramos en el hombre civilizado, el contenido intestinal tiene olor pútrido, color oscuro y es alcalino. Contiene muchos productos de descomposición, y el contenido intestinal se compone de bacilos coli, estreptococos y organismos esporíferos. Compárenlo con un hombre sano que se alimente de dieta cruda.

El contenido del intestino grueso es en ese caso inodoro y ácido. Está libre de productos de descomposición, y su contenido bacteriano se compone de bacterias lácticas y algunos bacilos coli.

PARA Reflexionar Seriamente.

Respecto a una alimentación sana, tiene una gran importancia el hecho de que, satisfaciendo las necesidades del cuerpo, nos preocupemos de que la reacción del intestino grueso se realice en medio ligeramente ácido, en lugar del medio alcalino habitual en la civilización occidental. El ácido está relacionado con el crecimiento del bacilo de la fermentación del ácido láctico, y este organismo necesita a su vez hidratos de carbono para poder multiplicarse.

El almidón normal se transforma en azúcar bastante antes de alcanzar el intestino grueso, pero la avena cruda, o, mejor aún, las nueces molidas, son excepcionales para dotar al cuerpo de un almidón que apenas se transforma en azúcar en el tracto superior del intestino.

.La virulencia no se manifiesta de forma inmediata, y las personas que tienen buena salud pueden estar expuestas a estas sustancias nocivas durante años sin sentir ningún malestar evidente. Pero a medida que aumenta la edad y baja el estrés físico permanente de tener que rechazar estos organismos u otras circunstancias que conduzcan al brote de la enfermedad, se hacen patentes las repercusiones dañinas, e instantáneamente se debilitan las defensas corporales contra dichos gérmenes, manifestándose la enfermedad. La razón de todo ello es que normalmente el hundimiento de las defensas no se produce antes de la mediana edad, cuando empuja la siguiente generación, y cuando la resistencia contra estos organismos no tiene una fuerza especialmente activa.

CLASIFICACION

Los gérmenes son bacterias gram–negativas del grupo coli del tifus. Lo importante de todo ello es que no están capacitadas para producir la fermentación del ácido láctico, lo que las diferencia del bacilo coli.

A tal efecto, estas bacterias que no fermentan el ácido láctico se clasifican en los seis grupos siguientes:

Disentería Gaertner

Faecalis alcaligenes Morgan

Proteus Colis mutable

Se agrupan en función de su capacidad de producir la fermentación de diferentes clases de azúcares, para lo cual se han utilizado pocas clases para mantener lo más reducido posible el número de grupos. Cuando se utiliza una vacuna autógena carece de importancia para el tratamiento definir con precisión el organismo, y el organismo polivalente se extiende por un amplio espectro que contiene muchos representantes de cada subgrupo. Por lo tanto, se trata de bacterias que la mayoría de las veces se consideran inofensivas, pero que en realidad son un síntoma de una enfermedad crónica, y, cuando se utilizan correctamente, un remedio contra la misma.

La prueba clínica de su poder curativo es demasiado convincente para dejar paso a la duda.

RELACIÓN ENTRE EL NÚMERO DE ORGANISMOS ANORMALES QUE NO FERMENTAN LA LACTOSA Y EL NÚMERO DE BACILOS COLI PRESENTE

Examinando a diario las heces de un paciente, y registrando en una tabla los porcentajes de organismos existentes, puede establecerse la relación existente entre su estado de salud y la cantidad de bacterias encontradas. Hablando en términos generales, se considera normal que sólo existan bacterias coli, pero estas bacterias anormales pueden encontrarse en cualquier porcentaje (desde 1 a 100%) en las colonias.

Por la variación que sufre la cantidad de estos gérmenes durante el tratamiento, puede determinarse hasta cierto grado la probable reacción del paciente.

Existe una regla nemotécnica que dice que los organismos encontrados en cada paciente no modifican su especie. Es decir, el grupo Gaertner no parece transformarse en gérmenes del Morgan o del grupo Proteus.

Los pacientes pueden ser tratados con vacunas de estos organismos inyectadas por vía subcutánea, como ha venido practicándose durante años.

. Estos remedios se llevan usando desde hace unos 7 años, y desde hace 3 han sido utilizados con frecuencia tanto por los homeópatas como por los alópatas. Hay alópatas que han abandonado completamente la aguja.

Existen Dos Tipos De Estas Potencias: autógenas y polivalentes. Un medio autógeno significa que se potencia el bacilo de un determinado paciente y que al paciente se le trata con ese mismo medio.

Un medio polivalente significa que se extraen organismos de cientos de pacientes, que después se mezclan y potencian.

El remedio autógeno se utiliza sólo con el paciente del que se han extraído las bacterias, o posiblemente con un paciente que padece una infección idéntica. La polivalente, por el contrario, se fabrica con el fin de tratar al mayor número de pacientes posible.

El remedio autógeno muestra un mayor porcentaje de buenos resultados, pero el polivalente tiene tanto éxito que la homeopatía tendrá que tomarlo en consideración como nosoda complementario, y los resultados serán satisfactorios

Después de un período de incubación de 16 horas se toman muestras de heces. Tras ese período de incubación, los organismos se multiplican en forma de colonias rojas o blancas. Cuando producen la fermentación del ácido láctico mediante la producción de ácido, el ácido reacciona al rojo neutro del medio, con lo que se forma una colonia roja. Si el ácido láctico no fermenta, no se produce ácido, no se produce reacción alguna con el rojo neutro y las colonias son blancas. De ahí que, después del período de incubación las únicas colonias que tienen interés son las blancas.

De las colonias blancas se sacan cultivos, de los cuales se eliminan los pigmentados, y al cabo de 15 horas se producen las reacciones de los azúcares, a partir de las que se pueden clasificar los organismos. Un cultivo se rellena con 2 cc. de agua destilada, se sella y se calienta 30 minutos a 60º C, de forma que se destruyen las bacterias. El líquido se mezcla con lactosa en una proporción de 1:9 gramos o 1:99 gramos de lactosa. Esto produce la primera potencia decimal o centesimal dependiendo de la cantidad de lactosa que se utilice.

Otras potencias se obtienen mezclando en la proporción 1:6 ó 1:12, mezclando una parte de la sustancia original con 6 ó 12 partes de la dilución.

Es necesario prestar un cuidado muy especial en la esterilización de los aparatos, que deben someterse a calor seco de una temperatura mínima de 140º C durante 15 minutos, que es más efectivo que el vapor o el calor húmedo.

Los nosodas polivalentes se elaboran mezclando cultivos procedentes de cientos de pacientes, con los que se llena una botella estéril y después se repite todo el proceso de la potenciación ya descrito.

Este nosoda no contradice en nada las leyes de Hahnemann. Como remedio tiene un espectro más amplio que cualquier otro medicamento conocido.

Este nosoda es un eslabón que une la alopatía y la homeopatía. Fue descubierto por un representante de la alopatía, y se comprobó que puede armonizarse con los principios homeopáticos.

Estos nosodas son un remedio que merece ser incluido en su farmacopea. Es especialmente útil como remedio fundamental en casos que no reaccionan ante medicamentos normales o para los que no existe ningún remedio indicado, si bien no tiene por qué limitarse a estos casos.

La correcta aplicación de este nosoda radica en considerarlo un remedio fundamental.

Los mejores resultados se obtienen cuando a la administración del nosoda le sigue un tratamiento homeopático en el que se traten los síntomas con el remedio correspondiente.

El nosoda puede suprimir en mayor o menor medida las causas efectivas y profundas de la enfermedad. Por decirlo de alguna forma, limpia al paciente hasta que se presenta un síntoma concreto, a raíz del cual puede encontrarse el igual adecuado, y el paciente reacciona mucho mejor al medicamento adecuado. Por excelentes que puedan ser los resultados alcanzados por los alópatas, este nosoda tiene un éxito aún mayor si es utilizado por un homeópata.

. El nosoda, el remedio obtenido de la sustancia original de la enfermedad, precedió a la bacteriología y a la vacuna. Pero la relación entre ambas es evidente. Como pionero de la utilización médica de la enfermedad para curar la enfermedad, les ofrezco un remedio que SE revela eficaz en la más causal de todas las enfermedades, concretamente en la intoxicación intestinal.

El objeto, la efectividad real de estos nosodas

Tres principios fundamentales:

1.El descubrimiento del grupo de bacilos subyacente.

2.La importancia de las leyes de Hahnemann en relación a la repetida prescripción de las dosis.

3.El hecho de que los nosodas serían eficaces en estado potenciado.

Entre los pacientes que fueron tratados con este método pudo registrarse una buena tasa de éxitos,

En la actualidad, algunos bacteriólogos y un número considerable de médicos pueden atestiguar que existe una relación entre esos organismos y las enfermedades crónicas, así como entre dichos organismos y las intoxicaciones intestinales, con toda su secuela de efectos morbosos. Cientos de médicos han demostrado este hecho con resultados clínicos, logrados mediante la utilización de preparados fabricados a partir de estos organismos. La prueba de su efectividad se ha hecho tan abrumadora que ya no queda duda al respecto.

Hipótesis

Existe una relación entre estos grupos de organismos y la enfermedad.

. Habitualmente, una vacuna provoca una producción más intensa y duradera en beneficio del paciente. Si se efectúan registros diarios de los resultados, puede reconocerse en ellos el estado de salud del paciente y el decurso del proceso de curación. Considerándolo desde el punto de vista médico y experimental, no existe la menor duda de que este grupo de organismos tienen una relación concreta con la enfermedad crónica.

La Curación se producía con mayor rapidez y con más éxito y se necesitaban menores dosis de la vacuna. SI se aplicaba a todas las enfermedades agudas, podría ser válida también para las enfermedades crónicas.

En las enfermedades crónicas, la dosis se administraba a intervalos mínimos de tres semanas, puesto que se descubrió que en algunos pacientes no se producía una mejoría antes de dicho momento.

Conclusiones:

En este estadio, hemos llegado, por lo tanto, a dos conclusiones: en primer lugar, que este grupo determinado de bacterias intestinales no patógenas y que no fermentan en lactosa está relacionado, sin ningún género de dudas, con las enfermedades crónicas, y en segundo término, que las vacunas obtenidas de estas bacterias eran remedios muy valiosos cuando se administraban siguiendo las leyes de Hahnemann y observando las reacciones del paciente, en lugar de hacerlo a intervalos regulares como se había hecho hasta entonces.

Recomendaciones

VALOR TERAPÉUTICO

Los nosodas fabricados de esta manera tienen un gran valor terapéutico.

EFECTOS INTERNACIONALES

Hoy en día, estos nosodas se utilizan no sólo en Inglaterra, sino aún más en Alemania y en los Estados Unidos de América, y en menor medida también en Francia, Holanda y Suiza.

La ciencia descubre que la vida se encuentra en un estado de armonía, y que la enfermedad representa una desarmonía, o un estado en el que una parte del todo no oscila en concordancia con el resto.

A la hora de diferenciar estos organismos es interesante mencionar que se utiliza la lactosa. La lactosa se diferencia del resto de azúcares por se un producto animal. El resto de los azúcares son vegetales.

Las Últimas Investigaciones Demuestran

  1. Que un fermento que deba actuar sobre una sustancia tiene que estar en condiciones de poder oscilar en concordancia al peso atómico de la sustancia que debe fermentar.
  2. Consecuentemente, esto significa que los organismos que pueden fermentar la lactosa pueden oscilar en armonía con sustancias animales, mientras que las que no están en condiciones de hacerlo no pueden ser más que vegetales.
  3. Todo ello significa que disponemos de un método con el que podemos distinguir los organismos que actúan positivamente sobre el hombre de aquellos que le perjudican.
  4. En el momento en que son perjudiciales, podemos potenciar los productos y utilizarlos como remedio terapéutico para curar la enfermedad.
  5. Naturalmente, en todos los demás puntos los nosodas son idénticos a los remedios homeopáticos, y su fabricación coincide exactamente con las leyes de la homeopatía.
  6. Nadie que haya investigado la intoxicación intestinal podrá obviar que entre ella y la enfermedad fundamental, que Hahnemann describiera como psora, existe una similitud
  7. Existe un punto interesante, el hecho de que Hahnemann acentuara expresamente que es imposible que una persona tenga simultáneamente más de una enfermedad.
  8. Es sorprendente que en una persona sólo se encuentra más de un organismo anormal en casos rarísimos, otra confirmación más de la teoría de que varios estados son idénticos.
  9. A pesar del hecho de que en un momento deterrminado sólo existe un organismo, éste puede cambiar con la ayuda de la vacuna o de un nosoda o prescribiendo otro remedio, lo que indica que el organismo depende del estado de salud del paciente.
  10. Además, el estado del organismo varía con el ambiente en que debe vivir.
  11. En los últimos años, Besredka y otros han prestado una enorme contribución para demostrar la eficacia de la administración oral de las vacunas, tanto en la profilaxis como en la curación de la enfermedad.
  12. Un gran número de experimentos ha demostrado que los animales pueden ser inmunizados contra organismos vivos a los que son muy sensibles, administrándoles oralmente algunas dosis de las mismas bacterias muertas de la vacuna.
  13. No todo el mundo sabe que en infecciones por estafilococos y estreptococos las vacunas administradas por vía oral, que pueden tragarse igual que un medicamento normal, son igual de eficaces, o incluso más, que las vacunas inyectadas.
  14. En el tratamiento de úlceras y carbuncos se han obtenido resultados abrumadores.
  15. Toda epidemia o enfermedad colectiva de aparición esporádica debe ser considerada y tratada como una perturbación definida e individual que nunca antes había aparecido en esa forma, en esas personas y en esas circunstancias, y que no podrá volver a aparecer sobre la tierra exactamente con las mismas características.
  16. Toda enfermedad epidémica de nuestro mundo es diferente a las demás, a excepción de las escasas epidemias causadas por una sustancia infecciosa concreta e invariable
  17. Todo caso de enfermedad epidémica o esporádica es diferente a las demás a excepción de aquellos que se inscriben dentro de una enfermedad colectiva que ya he mencionado en otro momento.
  18. Por lo tanto, el médico juicioso juzgará cada caso de enfermedad que venga a su consulta conforme a sus peculiaridades características individuales. Una vez que haya examinado a fondo los rasgos individuales del carácter de su paciente y haya establecido todos los indicios y síntomas y con un medio individual adecuado.
  19. Las fuerzas que provocan la enfermedad, y que habitualmente se denominan medicamentos o remedios pueden utilizarse de forma mucho más provechosa para fines curativos, con mayor seguridad y con posibilidades de elección casi ilimitadas.
  20. Podemos influir en la virulencia y duración de la contra enfermedad que provocamos con el remedio puesto que podemos determinar la dosificación del remedio.
  21. Dado que cada remedio se diferencia de todos los demás y que posee un amplio abanico de efectos, en la infinidad de medios están a nuestra disposición muchas enfermedades artificiales que, mediante una selección acertada, podemos enfrentar al desarrollo natural de las enfermedades y dolencias del hombre, pudiendo eliminar con rapidez y seguridad las alteraciones naturales del hombre con ayuda de enfermedades muy parecidas que provocamos artificialmente.
  22. Estos nosodas jugarán un gran papel en el futuro tratamiento de la enfermedad.
  23. Que esos nosodas sólo serán realmente efectivos cuando se combinen con otro tratamiento homeopático.
  24. Estos nosodas representen sólo una parte de la enfermedad que Hahnemann resumió con el nombre de psora, y que, por lo tanto, su efecto sólo está limitado a un determinada fase del tratamiento, por lo que no se puede esperar bajo ninguna circunstancia que cubran el espectro completo de la enfermedad.
  25. Por ello, el médico efectivo deberá tener a su disposición todos los demás remedios registrados en la farmacopea del momento o que ingresen a ella en el futuro, de forma que pueda tratar todo el espectro de enfermedades.
  26. Aunque la alopatía está absolutamente dispuesta a aceptar los nosodas o vacunas orales de diferentes formas de bacterias , puesto que si limita la nueva farmacopea a este remedio no podrá sacar provecho de los siglos de experiencia que tiene la homeopatía con las diversas plantas medicinales y remedios naturales.
  27. Estos nosodas pueden considerarse como importantes poderes limpiadores que mejoran el estado de un paciente y que, en determinados casos, procuran una curación completa; en otros, mejoran el estado general del paciente, que antes no mostraba reacciones, de forma que responda mucho mejor a otros remedios.
  28. Los resultados prácticos de estos medios han sido tan buenos que actualmente están siendo utilizados en Inglaterra por más alópatas que homeópatas. A algunos de ellos, los nosodas los han alejado completamente de las inyecciones normales y del viejo método de la inyección subcutánea.
  29. Puede reconocerse el peligro concreto de que se extienda demasiado en la práctica sin ser supervisada por alguna instancia de control, pues sólo debería ser utilizada por personas con una formación médica.

IMPORTANTE Y NOVEDOSO

En lugar de siete grupos de bacterias, presentamos siete plantas medicinales, sustituir los nosodas bacterianos por plantas, y, en efecto, hemos encontrado algunas plantas que se corresponden casi con exactitud.

La especie ornitogalum, por ejemplo, tiene oscilaciones casi idénticas a las del grupo de Morgan,.

Punto Decisivo La Polaridad.

Los remedios de la naturaleza poseen una polaridad positiva cuando se los potencia, por el contrario, los que están ligados a la enfermedad tienen polaridad contrapuesta, y parece al mismo tiempo que es esa polaridad contrapuesta la que es importante para los éxitos que se obtienen con los nosodas bacterianos.

El efecto positivo de estos nosodas se reconoce hoy día a nivel internacional, y los éxitos diarios que se cosechan en la lucha contra la enfermedad son abrumadores.

ALGUNAS CONSIDERACIONES BÁSICAS SOBRE LA ENFERMEDAD Y LA CURACIÓN.

Nuestra evolución comienza como recién nacidos sin conocimiento, cuyos intereses están dirigidos hacia uno mismo. Nuestras necesidades se limitan a nuestro bienestar, alimentación y calor. Con el adulto aparece entonces el deseo de poder y, por ello, permanecemos durante un tiempo remitidos todavía a nosotros mismos, considerando nuestro propio beneficio y los objetivos terrenales.

A ninguno de nosotros se nos va a encomendar algo que no podamos realizar, ni se nos va a exigir más de lo que tengamos en nuestro poder.

De manera similar a la fase de desarrollo en el que cometemos los errores, se realiza a nivel físico una determinada mentalidad que tiene sus correspondientes resultados tanto en el paciente como también en las personas que tienen relación con él. Es esa determinada disposición de ánimo que le descubre al médico el verdadero y fundamental origen del problema proporcionándole así una clave para un exitoso tratamiento.

Desde aquí se puede comprobar el esfuerzo que el paciente debe hacer cuando se extravíe, pudiéndose inferir de esta manera el tratamiento correcto para su bienestar.

Hahnemann nos enseñó que igual con igual se cura. Esto es correcto hasta un cierto punto, pero la palabra cura conduce un poco a error. Más correcto sería: igual expulsa a igual.

La enfermedad en sí: es igual que sana igual, o mejor: igual que rechaza a igual.

La causa de la enfermedad pretende provocar que acabemos con una errónea manera de proceder. Si no existiera el dolor, cómo podríamos saber entonces que la crueldad duele? Si nunca sufrimos una pérdida, ¿cómo podríamos jamás reconocer el padecimiento que se produce con el robo?. Aun cuando al considerar superficialmente la enfermedad, ésta pueda parecer cruel, es en esencia beneficiosa.

Además, debemos acordarnos de que el padecimiento (aunque deberíamos ser tan inteligentes como para evitarlo), es un privilegio que nos indica que la personalidad ha alcanzado un determinado estadio de desarrollo, donde es necesaria una corrección..

Por este motivo, la labor del médico reside en ayudar al paciente a alcanzar ese objetivo haciéndole llegar apoyo espiritual, intelectual y corporal.

El método perfecto no consiste tanto en apartar la influencia perjudicial, sino mucho más en hacer propia una virtud que se le opone, pudiendo subsanar los errores a través de esas virtudes. Esa es la ley de los opuestos, de lo positivo y lo negativo.

Tomemos el siguiente ejemplo: Un paciente tiene dolores porque en su ser existe la crueldad. Él puede suprimir esa condición proponiéndose continuamente: No Quiero Ser Cruel, pero eso supone una lucha larga y agotadora y, en caso de que logre eliminar la crueldad, permanecería una laguna, un espacio muerto. Si, por el contrario, el paciente se concentrase en la parte positiva, es decir, en desarrollar la compasión y en hacer suya esa virtud, la crueldad es sustituida sin esfuerzos adicionales y se convierte en algo imposible. – (para esa persona).

Por eso, la ciencia perfecta de la sanación enseña y ayuda al paciente a desarrollar esa virtud que le hará, de una vez por todas, inmune frente a cualidades perjudiciales.

También debemos tener en cuenta otro gran principio que tuvo su origen en el genio de Hahnemann, es decir, la enseñanza de la curación desde el interior.

Para esto último, es de vital importancia que los remedios elegidos sean revitalizadores y constructivos, siendo portadores de vibraciones que poseen un efecto edificante.

En la elección de ese remedio, debemos tener en consideración el estado evolutivo del mismo en relación con la persona.

Existen tres tipos de plantas.

El primer grupo se encuentra, en lo que a su evolución se refiere, en un nivel un poco más bajo que el del ser humano. Entre éstas se hallan los tipos primitivos, los cactos, las algas marinas, la cuscata, etc.

Una segunda categoría, que se encuentra en el mismo nivel que el ser humano y que son inofensivas, puede ser empleada como alimentos.

Pero existe aun un tercer grupo que se encuentra en un nivel evolutivo relativamente alto o más alto que el de la humanidad media. Es de entre estas plantas donde debemos escoger nuestros remedios ya que ellas poseen la fuerza de sanar.

.Existen siete subdivisiones principales en las que debemos clasificar a nuestros paciente.

1. Poder. 2. Conocimiento. 3. Amor. 4. Equilibrio. 5. Servicio. 6. Sabiduría. 7. Perfección.

Las cualidades y las virtudes son relativas. Lo que para uno es una virtud puede ser para otro un defecto.

Es por este motivo por el que una cualidad en sí misma no puede ser juzgada de correcta o de falsa sin tener en cuenta el nivel evolutivo del individuo. Lo que conocemos como malo es simplemente algo bueno que no se encuentra en el lugar correcto.

De las equivocaciones que se cometen en cada uno de los siete principios resultan los siguientes tipos:

1. Poder: tirano, autócrata, afán de notoriedad.

  1. Intelecto: nigromante, destructor, sátiro.
  2. Amor: inquisidor, odio, cólera.
  3. Equilibrio: estático, veleta, histérico.
  4. Servicio: vanidoso, egoísta, flirteador.
  5. Sabiduría: agnóstico, loco, payaso.
  6. Perfección: entusiasta, puritano, monje.

Sin embargo, no es de esperar que las características de la personalidad se manifiesten siempre tan claramente, ya que en muchos casos con los que nos encontramos es únicamente con un pequeño resquicio de las cualidades perjudiciales. No obstante, es esencial el poder comprender de manera exacta la equivocación básica para garantizar un tratamiento exitoso.

Además, la personalidad de muchos de los pacientes que nos consultan suele estar muy marcada por la influencia de algún familiar o amigo dominante, resultando en muchos casos más fácil el hacer un diagnóstico de la persona dominadora, ya que ésta pertenecerá al mismo grupo que el paciente. También aquí se aplica el principio del igual repele al igual, ya que aquí nos encontramos con aquellos que poseen nuestros mismos defectos, pero de una manera mucho más clara, de tal forma que podemos reconocer el padecimiento que esa actitud perjudicial desencadena.

Métodos De La Dosificación

. Los remedios descritos a continuación son, en su manera de actuar, beneficiosos y no provocan ni empeoramiento ni reacción, ya que su función es la de elevar. Éstos son preparados en su tercera, cuarta y séptima potencia.

Al comienzo del tratamiento se puede administrar una dosis de la tercera potencia dos o tres veces al día hasta que se produzca una mejora notable, después se interrumpe. En tanto se ha logrado un avance, no se vuelve a proporcionar el remedio. Pero tan pronto como el paciente manifieste un retroceso se le prescriben tres o cuatro dosis más. Cada vez debería ser necesario una dosis más pequeña. Únicamente se debe hacer uso de una potencia a la cuarta o a la séptima cuando la potencia más baja no arroja ningún efecto positivo.

Los remedios y sus tipos

El nombre botánico completo de cada uno de los remedios responde de la siguiente manera:

1. Agrimonia Agrimonia eupatoria

2. Ceratostigma Ceratostigma willmottiana

3. Achicoria. Cichorium intybus

4. Clemátide. Clematis erecta flora

5. Cotiledón. Cotyledon umbilicus

6. Centaura. Erytrea Centaurium

7. Impaciencia. Impatiens glandulifera

8. Mímulo. Mimulus guttatus

9. Scleranthus. Scleranthus annuus

10. Arvensis. Sonchus arvensis

11. Verbena. Verbena officinales

Nuestros esfuerzos deberían consistir en ayudar a nuestros pacientes a mantenerse en su más alto nivel con los medios que están a nuestra disposición, capacitándolos de esta manera para que avancen hacia delante.

Estos remedios (con excepción de impaciencia, mímulo y cotiledón, que antes eran elaboradas a través de su reducción a polvo), que son descritos en este artículo, eran preparados de la siguiente manera.

Un recipiente de vidrio tan fino como fuera posible se llenaba hasta casi el borde con agua pura preferentemente agua de una fuente. – (natural, manantial?) A continuación se introducía en el recipiente una gran cantidad de las flores de la planta en cuestión hasta que la superficie del agua estaba totalmente cubierta. Se debía elegir un día despejado para recolectar las flores , después de que el sol les hubiera estado dando aproximadamente durante dos horas. El recipiente de vidrio se colocaba pues, al sol y, de tiempo en tiempo, se iba cambiando de posición, de manera que el sol incidiera directamente sobre la boca del recipiente, estando así todo el contenido bañado por el sol.

Después de tres, cuatro y siete horas se extraía aproximadamente un cuarto del líquido y se le añadía a cada cantidad de líquido extraído aproximadamente un 20% de alcohol puro. Estos preparados pueden entonces usarse directamente como la tercera, cuarta y séptima potencia.

En este punto, se hace mención de que los cuatro elementos están partícipes en este proceso: la Tierra, para proporcionar el alimento a las plantas; el Aire, de donde toman sus principios alimenticios; el Sol o el Fuego, para darles la capacidad y la fuerza, y el Agua, para tomar las fuerzas benéficas y magnéticas de las plantas medicinales, siendo así concentradas.

ALGUNOS REMEDIOS NUEVOS Y SU EMPLEO.

El desarrollo de este maravilloso sistema curativo, en último término servirá para liberar al hombre de la enfermedad.

Todavía tenemos mucho que aprender en lo que respecta a la recogida de las plantas medicinales y la elaboración del remedio. Debemos ocuparnos de muchas cuestiones si queremos cosechar el mejor resultado. Tenemos que ocuparnos con más profundidad de la situación natural, de la edad, del estado y de la parte de la planta que vamos a utilizar, de la influencia de los planetas, de la hora del día y, lo que es más importante, de la postura del médico, que debería estar caracterizada por la dedicación sincera a su trabajo en beneficio de la humanidad..

La importancia de algunos remedios, que cubren ámbitos que normal mente resultan muy difíciles de tratar, y que el valor que tienen es tan importante para la medicina como para quienes ya hayan experimentado el valor del remedio en la práctica.

Estos remedios se han elaborado con todas las medidas de precaución necesarias, utilizando instrumentos y recipientes que habían sido calentados a 160°C durante cuatro horas. Los corchos también se calentaron a 160°C durante 20 minutos. En la elaboración de los remedios se llevó siempre puesta una bata de laboratorio limpia. La primera potencia se elaboró in situ en el punto de recogida de la planta. Cada potencia se trituró a mano con lactosa en un mortero de cristal, utilizando una mano de almirez de cristal. De esta forma se procedió hasta la séptima potencia.

Impatiens Roylei

Esta planta medicinal es oriunda de Cachemira, y en Gran Bretaña se encuentra raramente como planta silvestre. Sólo se utilizan las flores de color malva.

Se elaboraron 3 diluciones diferentes: 2 en distintos días de septiembre de 1928 y otra en septiembre de 1929. Aun cuando todos los remedios resultaron eficaces, la más efectiva fue la dilución de sept. de 1929, de la que la firma Nelson&Co, todavía cuenta con existencias.

Este remedio está indicado en los dolores nerviosos agudos, y a menudo no sólo ayuda a aliviar rápidamente el dolor, sino que en muchos casos produce una curación palpable del padecimiento nervioso. Posee, asimismo, una influencia muy positiva sobre los pacientes, que suelen informar de que paralelamente a la remisión de los síntomas se produce una mejoría de su estado anímico, desapareciendo las depresiones y miedos y alcanzando una postura vital más optimista.

Entre las dolencias que se han tratado con éxito con este remedio figuran las cefaleas fuertes, la ciática, las neuralgias agudas, los espasmos musculares y los dolores agudos en casos de cáncer.

La indicación para este remedio es un dolor muy fuerte y martirizante, sin importar cuál sea su procedencia. En algunos casos este remedio ha producido un alivio del dolor después de que había fracasado la morfina.

Mimulus Luteus

Esta planta medicinal es oriunda de América del Norte, y ocasionalmente puede encontrarse en Gran Bretaña. Sólo se utilizan las flores.

Habitualmente, los síntomas físicos son la consecuencia del estrés anímico. Los trastornos incluyen depresión, angustias vagas y desconocidas, una fuerte necesidad de paz, la aversión a hablar y ser preguntado, la pérdida de la capacidad de defender la propia individualidad personal (el paciente hace cualquier cosa por evitar conflictos). Los casos más graves van ligados frecuentemente a gran debilidad, cansancio, pérdida del apetito, con frecuentes empeoramientos del estado general a últimas horas del día.

Entre los trastornos que se han tratado con este remedio y con los que se han obtenido los mejores resultados se cuentan la debilidad tras infecciones gripales y las dolencias de pacientes que se hallaban hundidos por el estrés de problemas particulares, surgidos por amistades o por relaciones desagradables.

Clematis Vitalba

Esta planta es oriunda de Gran Bretaña. De este remedio se elaboraron 3 diluciones: la primera, segunda y tercera, que se utilizaron en función de la gravedad de la enfermedad, dándose la primera potencia para la forma más débil.

Los pacientes tienen poca alegría de vivir, empezando desde el estado en que no encuentran alegría por la vida y terminando por el anhelo de la muerte. A diferencia de los pacientes que corresponden al tipo del mímulo, no padecen miedos, sino que son tranquilos y tienden más a soñar despiertos, les gusta que les dejen en paz y no experimentan ninguna necesidad de hacer nada más de lo necesario. Se trata de personas que viven más en el futuro que en el presente. A menudo necesitan dormir mucho por las noches y son difíciles de despertar. Son de constitución general vaga, y el color de la cara es casi siempre pálido y macilento. Se someten con facilidad a una enfermedad, algo que no les intranquiliza lo más mínimo. No son tan sensibles al ruido como los pacientes que pertenecen al tipo del mímulo.

Su estado de ánimo se corresponde con el de una persona que ha perdido todo a lo que tiene cariño y que no quiere seguir viviendo, cuya vida se ha convertido para él en una carga que soporta con paciencia hasta que, finalmente, se vea liberado de ella. De ahí que no experimente ningún miedo o que no se defienda contra la enfermedad. En realidad, muchos de estos pacientes desean morir de su enfermedad, en la esperanza de una vida mejor tras la muerte, o quizás volver a ver a una persona muerta a la que han amado, por lo que no realizarán ningún esfuerzo por sanar de nuevo.

El médico con buenas dotes de observación reconocerá este estado con todos sus grados de gravedad, empezando por el soñador hasta el desesperanzado, con el que este remedio se ha mostrado muy eficaz, existiendo la ilusión de que pueda ser útil incluso en algunos tipos de coma.

Cupressus

De esta planta medicinal se utilizan los estambres rojos de las puntas de las hojas.

Este remedio se revela especialmente eficaz con los catarros crónicos y sus secuelas, en especial cuando se trata de infecciones causadas por estafilococos o estreptococos. Está especialmente indicado en las siguientes dolencias: catarro de los senos nasales, de las trompas de Eustaquio y del oído medio y los senos frontales. Los catarros están ligados a dolores de cabeza. Los resfriados crónicos, en los que este remedio se utiliza como profilaxis, impide en algunos casos la irrupción de la enfermedad.

Entre los sorprendentes resultados de este remedio se cuentan curaciones de sordera aguda crónica debidas a inflamaciones del oído medio, en la que los pacientes habían sufrido dificultades de audición durante 20 años, así como dolores de cabeza localizados en la región frontal; un paciente había sufrido continuos dolores de cabeza desde hacía tres años.

Los pacientes adultos que pertenecen al tipo del cupressus tienen a menudo una tez rosada y viva.

Cotyledon Umbilicus (Prima)

Esta planta es oriunda de Gran Bretaña, donde puede encontrarse predominantemente en el sur y sudeste. Este remedio ha demostrado su eficacia en los ataques epilépticos del tipo Petit, en los que han fracasado otros métodos de tratamiento.

También parece ser una ayuda en la supresión de los efectos secundarios tras la ingestión prolongada de tranquilizantes bromurados, aclarando el estado de ánimo y contribuyendo a que el paciente recupere un claro entendimiento.

Todos estos remedios se han obtenido desde la 3era hasta la 28va potencia centesimal. Un número considerable de pacientes han sido tratados con ellos, pero hasta ahora no ha sido necesario utilizar el remedio en una potencia superior a la séptima potencia centesimal. Cupressus no puede administrarse en potencia superior a la tercera; de lo contrario, este remedio conduciría a un fuerte empeoramiento. No obstante, si esto llegara a ocurrir, se pueden administrar fuertes dosis de menta, que actúa con mucha rapidez.

Éstas son las plantas medicinales:

Achicoria (Cichorium intybus).

Mímulo (Mimulus guttatus).

Agrimonia (Agrimonia eupatoria).

Scleranthus (Scleranthus annuus).

Clemátide (Clematis vitalba).

Centaura ( Centaurium umbellatum).

Genciana (Gentiana amarella).

Verbena (Verbena officinalis).

Ceratostigma (Cerastostigma willmottiana).

Impaciencia (Impatiens glandulifera).

Heliántemo (Helianthemun nummularium).

Violeta de agua (Hottonia palustris).

.

En la siguiente tabla están representados las cualidades , los errores y el remedio correspondiente que ayuda a la personalidad a superar esos fallos.

LOS REMEDIOS FLORALES Y SUS INDICADORES.

Seguramente, la fuerza curativa de estas plantas nos resulta familiar a muchos de nosotros que ya hemos empleado los siguientes remedios. Los resultados que se han alcanzado con ellos ha superado ampliamente nuestras expectativas. Cientos de esos llamados casos incurables han sanado y han recuperado la felicidad.

Los doce indicadores son los siguientes:

Esencialmente existen 12 tipos principales de personalidad, de las cuales cada una puede manifestarse de manera positiva o negativa.

Coja un delgado recipiente de cristal y llénelo de agua clara de un río o, preferentemente, de una fuente. Deposite suficientes unidades florales de la planta en cuestión hasta que la superficie del agua quede totalmente cubierta. Deje el recipiente en un lugar soleado hasta que las flores comiencen a marchitarse. A continuación extraiga cuidadosamente las flores del agua añadiendo la misma cantidad de coñac para su conservación.

Una única gota basta para preparar una botella de 0,2 litros de agua (200 mililitros), de la cual se tomará la dosis necesaria usando como dosificador una cucharilla.

La dosis debe ser medida teniendo en cuenta las necesidades del paciente; en casos agudos, hay que suministrarlas cada hora; en casos crónicos, tres o cuatro veces al día hasta que se observe una mejora y el paciente pueda seguir adelante sin el remedio.

La clemátide, la alegría del caminante, decora nuestros setos allí donde el suelo es calizo. La agrimonia y la verbena las encontramos en los bordes de los caminos. La achicoria y el scleranthus en los campos de cereal. La centaura, genciana y el heliántemo en las praderas. El mímulo y la impaciencia crecen en las proximidades de Crichowell, en una cuantas millas más allá de Abergavenny, aunque también se encuentran en otros condados de Inglaterra. La cerastostigma no crece silvestre en Gran Bretaña, pero existen estas plantas en los jardines de Pleasaunce, Overstrand, Norfolk y en el Kew Gardens. La violeta de agua se encuentra en nuestros claros y maravillosos ríos.

LOS DOCE GRANDES REMEDIOS Y ALGUNOS EJEMPLOS DE SU USO Y PRESCRIPCIÓN

Los remedios nunca desencadenan por sí mismos reacciones fuertes, ya que jamás provocan daños, independientemente de las cantidades en que se ingieran; y tampoco se producen efectos negativos cuando se administra el remedio correcto sí se consigue un efecto curativo

Ninguna de las plantas de las que he extraído estos remedios es venenosa. Todas son benefactoras; por eso no hay que tener ningún miedo a utilizarlas.

El principio es el siguiente: hay doce estados y cada uno de esos estados se corresponde con una planta curativa.

Los estados y los remedios correspondientes son los siguientes:

  1. En casos de emergencia, de gran peligro, ante el terror, el miedo o las depresiones, así como en todos los casos de emergencia en que la situación parece desesperada, adminístrese heliántemo.
  2. Para el miedo que no sea tan fuerte como el terror, adminístrese mímulo.
  3. Cuando el paciente esté intranquilo, medroso y atormentado, déle agrimonia-
  4. Cuando el paciente esté indeciso, cuando nada parezca lo adecuado, cuando parece que unas veces necesita una cosa y otras la otra, déle scleranthus.
  5. Si el paciente está soñoliento, obnubilado, desganado, ausente, indiferente, y no hace ningún esfuerzo por recuperar la salud, no mostrando la menor alegría por la vida, e incluso en determinados casos anhelando la muerte, adminístrese clemátide.
  6. Para la autocompasión, cuando el paciente se siente maltratado y tiene la sensación de no merecer su padecimiento, adminístrese achicoria.
  7. El paciente al que le gustaría hacer tonterías, que no tiene la suficiente confianza en sí mismo para decidirse y escucha por ello el consejo de cualquiera, que prueba cualquier tratamiento posible que le proponen, necesita ceratostigma.
  8. Aquel paciente que está desalentado, que tiene éxito pero que siempre ve únicamente el la do negativo de las cosas y está deprimido, necesita genciana.
  9. Las voluntades fuertes que son difíciles de tratar porque siempre saben todo mejor y actúan según sus propias ideas, necesitan verbena.
  10. Para dolores fuertes, para el impulso de sanar lo más deprisa posible y para la impaciencia con los congéneres, adminístrese impaciencia.
  11. A los pacientes tranquilos y valientes, que no se quejan nunca, que no quieren intranquilizar a los demás por su enfermedad e intentan recuperar la salud por sus propias fuerzas, puede ayudarles la violeta de agua.
  12. A aquellos que están débiles, pálidos y sin vigor, que se sienten totalmente agotados y cansados, puede ayudarles la centaura.

Los remedios se dosifican de la siguiente manera: tómense dos o tres gotas de la farmacia de remedios y échense en un frasquito de boticario normal, rellénese con agua, agítese bien y adminístrese el remedio en cucharaditas de té hasta la dosis requerida. En casos muy graves, cada cuarto de hora; en casos graves, cada hora, y en casos normales, tres o cuatro veces al día. En casos de pérdida de la conciencia, pueden humedecerse los labios del paciente con el remedio.

Si el estado del paciente mejora, con frecuencia es necesario cambiar de remedio, al igual que cambia su estado espiritual. En algunos casos pueden llegar a ser necesarias hasta media docena de diferentes plantas curativas.

LOS DOCE REMEDIOS Y CUATRO REMEDIOS MENORES

A todos los que están enfermos les diría lo siguiente: la enfermedad no habría podido conseguir nunca el poder que posee hoy día si el hombre no hubiera olvidado la protección natural contra la enfermedad, las plantas medicinales de las praderas. Además no hay ninguna enfermedad que pueda resistir el poder curativo de la planta adecuada si el paciente tiene el deseo sincero de sanar de nuevo. Realmente, la enfermedad no puede resistir a la planta medicinal correcta, como no puede hacerlo la oscuridad cuando las ventanas están abiertas de par en par y la luz del sol entra a raudales.

Hemos pagado un alto precio por haber olvidado la ciencia curativa de la naturaleza, y lo hemos pagado en forma de infinidad de enfermedades que existen hoy día. Pero la naturaleza aguarda con paciencia, y lo único que necesitamos es volver a ella para encontrar el alivio a nuestros males.

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha sabido que las plantas de la naturaleza podían curar sus enfermedades, y a través de los siglos hemos guardado en la memoria los nombres de quienes disponían de la verdadera ciencia de la curación por las plantas.

Como plantas curativas de la naturaleza que son, tratan nuestra naturaleza. No importa que esté enferma nuestra mano, nuestro pie, nuestra cabeza o cualquier otra parte de nuestro cuerpo, ni tampoco importa la enfermedad que padezcamos. La enfermedad sólo nos puede afectar cuando en nuestra naturaleza hay algún desarreglo. Y esa discordancia es corregida por la planta medicinal, por lo que no sólo cura nuestro cuerpo, sino que nos hace más sanos y felices en todos los sentidos y traen la alegría a nuestras vidas.

Nuestros desarreglos se manifiestan en uno o varios de los doce estados de ánimo, y, de acuerdo con el estado de ánimo instantáneo, podremos elegir el remedio necesario.

Estos remedios hacen brotar un estado de conjunto armónico, y a menudo nos hacen recuperar la alegría vital, nos liberan de nuestras preocupaciones y nuestros miedos: un estado que nunca antes habíamos

Los doce estados de ánimo son los siguientes:

A continuación sigue una explicación algo más detallada de estos estados de ánimo y su relación con los nombres de los distintos remedios.

CENTAURA – – – – – Debilidad. (Erythraea centaurium).

Da fuerza. La debilidad después de la enfermedad: pálido, laso, cansado, sin energías, desmadejado, extenuado. La vitalidad está agotada..

HELIANTEMO – – – – – Desesperación. (Helianthemum vulgaris).

Es el remedio de los casos de emergencia. En casos de emergencia y ante peligros, así como en todas las situaciones desesperadas. idea del suicidio o cuando amenaza volverse loco; o en una crisis nerviosa, ante el miedo a la muerte o en caso de depresión profunda.

MÍMULO – – – – – Miedo. (Mimulus luteus).

El medio para vencer cualquier miedo. El miedo a la enfermedad, a los accidentes o a los peligros desconocidos. El miedo a las personas, a los familiares, a los extraños, a las multitudes, al ruido, a la murmuración o a la desconfianza de los demás o a la soledad. Miedo a la humedad, al frío, al calor o a la oscuridad.

AGRIMONIA – – – – -Tormento. (Agrimonia eupatoria).

Este remedio aporta alivio a todo aquel que padece tormentos ,mas incluso ante una enfermedad grave.

SCLERANTHUS – – – – -Indecisión. (Scleranthus annuus).

Para quienes no pueden decidir qué es lo que quieren. Primero les parece correcta una cosa y luego otra. Sus deseos y sus síntomas corporales parecen desaparecer con tanta rapidez como habían aparecido. Cuando tienen fiebre, la temperatura les fluctúa mucho.

CLEMÁTIDE – – – – -Indiferencia. (Clematis vitalba).

El remedio contra todos los estados de somnolencia, obnubilación y desgana. Cuando el paciente se desmayan con frecuencia y, cuando están inconscientes, es suficiente con humedecerles los labios con el remedio.

ACHICORIA – – – – -Desasosiego. (Cichorium intybus).

Cuando estas personas están enfermas, se preocupan mucho por los demás, por sus hijos, amigos y familiares.

CERATOSTIGMA – – – – -Duda de sí mismo. (Ceratostigma willmottiana).

El remedio para quienes se dejan influir con mucha facilidad.

GENCIANA – – – – -Desaliento. (Gentiana amarella).

El remedio para quienes están vacilantes o desalentados.

VERBENA – – – – -Entusiasmo. (Verbena officinalis).

El remedio para los fuertes de voluntad.

IMPACIENCIA – – – – -Impaciencia. (Impatiens royalei).

El remedio para todos los casos en que está presente la impaciencia. La tranquilidad que aporta este remedio acelera el proceso de curación. En caso de dolores fuertes, es frecuente que se presente una gran impaciencia, por lo que el remedio ‘impaciencia’ es de gran valor en estos casos, en que se trata de aliviar los dolores y tranquilizar al paciente.

VIOLETA DE AGUA – – – – -Distanciamiento. (Hottonia palustris).

A menudo, estas personas poseen una gran belleza física

LOS CUATRO REMEDIOS MENORES.

Estos cuatro remedios son

AULAGA – – – – -(Ulex europaeus).

Las personas que necesitan el remedio de la aulaga están por lo general pálidas, y con frecuencia tienen grandes ojeras.

Dan la impresión de que necesitaran más luz del sol en sus vidas para disipar las nubes que los envuelven.

.ROBLE Albar – – – – -(Quercus pedunculata).

El roble es adecuado para tipos de personalidad de quienes a pesar de que no tienen la menor esperanza de curarse, siguen luchando y están muy furiosos por hallarse enfermos.

Estas personas llevan muchos años sufriendo enfermedades físicas, y, aunque apenas tienen ya alguna esperanza respecto a su estado de salud, siguen luchando a pesar de todo.

BREZO – – – – -(Calluna vulgaris).

.Por lo general, estas personas padecen dolencias de corazón, palpitaciones, cefaleas palpitantes, alteraciones digestivas y otras enfermedades que son causadas, por ejemplo, por la fuerte excitación y los exagerados esfuerzos de ser una ayuda para los demás en sus deberes cotidianos

AGUA DE ROCA.

. Agua de roca. Se sabe desde hace mucho tiempo que determinadas aguas de fuentes y manantiales tienen el poder de curar a un determinado número de personas, y dichas fuentes y manantiales han llegado a hacerse famosos por sus cualidades curativas

LOS SIETE REMEDIOS MENORES

A continuación vamos a ocuparnos de las enfermedades crónicas.

Cuando, a pesar de haber tomado el remedio adecuado de entre los doce mencionados, no se constata ninguna mejoría, pueden ayudarnos otros siete remedios menores. Porque cuando una enfermedad existe desde hace mucho tiempo, está fuertemente enraizada en nosotros y es posible que necesite una ayuda antes de que pueda responder tranquilamente a un remedio determinado.

Los Siete Remedios Auxiliares.

Cuando en un paciente no se nota ninguna mejoría a pesar de haber sido tratado con el remedio adecuado, resulta indicado el tratamiento con uno de los siete remedios auxiliares.

Primero hay que observar si el paciente está pálido o si tiene un buen semblante.

Si está pálido, se necesita olivo, aulaga o roble albar.

Cuando el semblante presenta buen color, se dará al paciente vid, brezo o agua de roca.

El séptimo remedio menor, la avena silvestre, puede necesitarlo cualquier persona cuando el remedio que parece ser el correcto entre los doce remedios o los seis remedios menores restantes no ha mostrado ningún efecto; en tales casos, se puede intentar otra vez con la avena silvestre.

Cuando el paciente está pálido están indicados los tres remedios menores siguientes:

Olivo.

Para quienes están pálidos y agotados, quizás tras épocas de gran preocupación, grave enfermedad, penas o larga pugna interna. En todo caso, se hallan muy agotados y tienen la sensación de no tener más energías para ulteriores esfuerzos. Por el momento no saben cómo deben seguir actuando. Para ellos la vida cotidiana significa trabajo duro y carente de todo placer. Pudiera ser que necesitaran mucho la ayuda de otra persona. Algunos pacientes presentan la piel muy seca y arrugada.

Aulaga.

Para personas que piensan que son un caso sin remedio. Lo han intentado todo y creen que no hay nada más que se pueda hacer por ellos. Se han resignado a su enfermedad y no hacen ya ningún esfuerzo por sanar.

Por lo general, tienen el semblante amarillento, y con bastante frecuencia presentan ojeras.

Roble albar.

Para los que luchan con todas sus fuerzas para volver a sanar. Están disgustados con su enferme dad porque les impide hacer su trabajo diario, y aunque creen que no existen grandes esperanzas de recuperar la salud, intentan todo cuanto está a su poder para recuperarlas y volver a ser útiles.

Para quienes tienen un buen color de cara, son indicados los siguientes remedios:

Vid.

Para aquellos que son algo muy especial. Están tan seguros de saber qué es lo correcto, tanto respecto de sí mismos como respecto a los demás, y de cómo deberían hacerse las cosas, que son críticos y pedantes. Quieren hacer todo a su manera y dan instrucciones a quienes les ayudan. Aun estando enfermos, dan órdenes a sus semejantes. Incluso en ese estado son difíciles de contentar.

Brezo.

Para la gente de gran estatura, vigorosa, de buena constitución, que son sociables y cordiales. Se preocupan mucho por los detalles de su dolencia y tienen la sensación de que cualquier pequeñez tiene importancia. Por lo general, no han tenido nunca una enfermedad grave, e incluso una dolencia insignificante les parece muy seria.

Agua de roca.

Para los que son demasiado severos consigo mismos y se privan de muchas alegrías y placeres de la vida. Dejan todo lo que creen que les perjudica, sin importar lo dependientes que sean de ello. Y soportan todo cuando creen que les hace bien. Tienen gran valor y se someten a cualquier tratamiento cuando están convencidos de que les será de ayuda.

Son severos maestros, no para los demás, sino para consigo mismos, y por ello pierden gran parte de su alegría de vivir.

Avena silvestre.

Es un remedio que cualquiera puede necesitarlo; al igual que puede ser necesario en casos en los que las restantes soluciones no producen ningún efecto, o cuando parece difícil decidir qué remedio hay que prescribir. En estos casos debería intentarse con este recurso por lo menos durante una semana.

Si a los pacientes les va mejor, hay que continuar dándoles el remedio hasta que se produzca una mejora de su estado de salud, para pasar después a utilizar otro recurso.

INSTRUCCIONES

Instrucciones para el uso de los remedios.

Tómese una taza de agua y añádanse tres o cuatro gotas del frasquito de boticario que contiene el remedio, mezclándolo bien. Cuando el líquido se haya reposado, puede tirarse y mezclarse de nuevo; o si se prefiere guardarlo todavía un rato más, añádanse dos cucharaditas de coñac. No tiene ninguna importancia dosificar con toda exactitud las cantidades, ya que ninguno de estos remedios puede producir el menor perjuicio para la salud, aunque se ingieran en grandes cantidades; sin embargo, dado que basta con una pequeña cantidad del remedio, es más que suficiente preparar pequeñas cantidades.

A los niños hay que darles una cucharadita del remedio, y para los mayores basta con una cucharilla de café. En casos graves, una vez cada hora, y en enfermedades crónicas normales, aproximadamente cada dos o tres horas, repartiendo las tomas durante todo el día, o con mayor frecuencia si el paciente tiene la sensación de que le ayuda tomar el remedio a intervalos más cortos. cuando se produce la mejoría, ya no es necesario administrar la dosis con la misma frecuencia.

Si el paciente está inconsciente, basta humedecerle los labios con el remedio, y si estuviera además muy pálido, hay que darle heliántemo y clemátide; o heliántemo y vid, si tiene buen color de cara.

A los primeros síntomas de enfermedad, o cuando ésta se inicia, antes de probar con otro remedio hay que administrar el que se había elegido seis o siete horas antes, incluso cuando no se observe ninguna mejoría. Pero, en casos de enfermedad crónica, hay que intentarlo al menos durante cuatro ó cinco días con el mismo remedio. Si se produce una mejora concreta, el paciente debería seguir tomando el remedio hasta que su estado mejore sensiblemente.

Para quienes quieran fabricarse ellos mismos los remedios, voy a describir el método de fabricación, así como la denominación inglesa y el nombre botánico de las plantas, junto con su lugar de procedencia.

Métodos de fabricación.

Los remedios deberían prepararse cerca del lugar donde crece la planta, ya que las flores deberían utilizarse inmediatamente después de ser recogidas.

Hay que utilizar una bandeja de cristal fino llena de agua clara, preferentemente de un manantial limpio o de un río. Se cubre la superficie de agua con las flores de la planta, para lo que hay que recoger el número de flores necesario para que no se monten unas encima de las otras. Después, se deja la bandeja expuesta a la luz directa del Sol hasta que las flores comiencen a marchitarse.

La espera puede durar aproximadamente de dos a siete horas, dependiendo de la planta y la fuerza del Sol. Más tarde se extraen las flores con cuidado.

A continuación, se echa el agua de la bandeja en botellas, llenándolas hasta la mitad. La mitad restante se rellena con coñac, para conservar el remedio. Estas son las botellas de reserva que pueden conservarse sin límite de tiempo, y que pueden utilizarse de igual forma que los frascos que venden en las farmacias.

Las denominaciones inglesas y los nombres botánicos de cada unos de los remedios son los siguientes:

 

AUTORES

DRA. ALEJANDRINA PEÑA REMIGIO

DR. JUAN CARLOS DIAZ PEÑA

DRA CONCEPCIÓN ALVAREZ DE LA CAMPA

DIRECTORA DEL INSTITUTO CARLOS J. FINLAY

CONGRESO DE TERAPEUTAS FLORALES

CIUDAD HABANA CUBA 2004

Partes: 1, 2
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