Objetivo:
Indagar en información bibliográfica sobre los beneficios que aporta la práctica de ejercicios físicos en el adulto mayor.
"En Cuba el deporte no es solo un entretenimiento, es una forma de poder elevar la calidad de vida, la salud, de poder disfrutar de largos años".
Fidel Castro Ruz.
A lo largo de los años la práctica de ejercicios físicos ha constituido un pilar de inigualable importancia en el bienestar de cada ser humano.
Se considera a este como un conjunto de acciones motoras músculo-esqueléticas. La realización del mismo puede estar dirigida a resolver un problema motor concreto, los cuales pueden ser agrupados por la necesidad de desarrollar alguna cualidad física como la fuerza, la velocidad, coordinación y flexibilidad.
Su práctica consume energía y requiere por tanto el aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos, atenúa la sensación de fatiga, baja los niveles de colesterolemia, y refuerza la capacidad de la sangre para disolver los coágulos que pueden conducir a una trombosis. Es, asimismo, sumamente eficaz en trastornos psicológicos ligados con emociones depresivas. (2)
Además libera endorfinas, secreciones semejantes a la morfina, producidas por el cerebro; estas amortiguan dolores en el plano corporal y facilitan sentimientos de placer y hasta de euforia. También el ejercicio regular, más que las dietas, ayudan a la caída en el sobrepeso.
Durante la vejez su realización constituye un factor de longevidad comprobado, dado que a pesar de que durante la tercera edad se producen cambios morfofuncionales y bioquímicos que limitan sensiblemente al hombre en su normal desenvolvimiento social, que traen como consecuencia trastornos no solo físicos sino también en la esfera psicológica, es decir, modificaciones y alteraciones en el estado de salud física y psicológica, que son progresivos e inevitables, la práctica de actividad física puede modificar el ritmo de degeneración, pues durante la tercera edad el ejercicio físico puede ayudar a mantener o mejorar la condición física, el estado mental y los niveles de presión arterial en los ancianos.
Dado que el envejecimiento poblacional constituye un serio problema de salud a nivel mundial y en especial en Cuba quien a pesar de poseer un sistema de salud que está al nivel de los llamados países del primer mundo, no está exenta de esta problemática, este trabajo abordará como influye la práctica del ejercicio físico en el adulto mayor y los beneficios que le aporta a los mismos, ofreciéndoles así una vida más saludable y placentera.
Se denomina adulto mayor al individuo que forma parte del grupo de la llamada tercera edad, considerada de forma convencional, a partir de los sesenta años y más aproximadamente. (3)
Durante la tercera edad el adulto mayor se caracteriza por modificaciones en su estado de salud, ya que se alteran las estructuras y se reducen las funciones de las células y los tejidos de todos los sistemas del organismo, afectándose: (4)
La masa metabólica
El tamaño y función de los músculos
El sistema esquelético
La respiración
El aparato Cardiovascular
Los riñones
Las glándulas sexuales
Los receptores sensoriales
La médula ósea y los glóbulos rojos
Para reducir estas afectaciones durante esta etapa de la vida, la realización de ejercicios físicos constituye uno de los factores más beneficiosos.
Para iniciar la actividad física en el adulto mayor se debe tener en cuenta: la edad y el sexo, las características de la personalidad de cada individuo, así como sus condiciones físicas. Además se debe Interrogar sobre sus antecedentes médicos para descartar así contraindicaciones absolutas, y de esta forma conocer la medicación que puede estar tomando, así como la motivación por la que decide realizar el ejercicio. (5)
Para su práctica se debe realizar una dosificación progresiva pero lenta que no se exceda de 45 a 50 minutos, estos deben estar encaminados a fortalecer el organismo y disminuir las consecuencias de las modificaciones producto de la edad en el mismo.
Para que la realización de ejercicios físicos en el adulto mayor posea efectos beneficiosos se deben tener en cuenta las siguientes indicaciones:
.Deben ser seleccionados los ejercicios de carácter dinámico que no exigen tensiones estáticas prolongadas.
Prestar atención a los ejercicios con inclinación de cabeza y tronco, siendo realizados en forma lenta y con aumento gradual de la amplitud. Nunca de forma rápida y brusca.
Se deben alternar las posiciones de parada, sentado y acostado. Evitar posición de pie de forma prolongada.
Al movilizar la región cervical, no realizar movimientos bruscos.
No caminar con los bordes internos y externos del pie.
No realizar ejercicios de doble empuje.
No realizar ejercicios con mucha separación de las piernas.
Los ejercicios de entrenamiento no deben ejecutarse por más de 20 segundos.
No abusar de los giros y paso atrás.
No realizar abdominales a personas mayores ni operadas de hernia.
El trote y salto solo se realizarán bajo seguido control médico y pedagógico y en todos los casos debe preceder una preparación y cuando estén incrementados otros ejercicios.
Los ejercicios respiratorios deben ocupar un lugar destacado, los que debemos alternar durante la clase con otros ejercicios.
Utilizar juegos para desarrollar emociones positivas.
Realizar otras actividades (campismo, excursiones, visitas a museos, etc.). Que complementan y ayudan al estado emocional.
Aunque no debemos indicar práctica de deporte en el adulto mayor con:
Hipertensión pulmonar
Hipotensión ortostática
Reducción del rendimiento cardiaco de cualquier etiología
Miocarditis aguda
Enfermedad valvular severa (incluye estenosis aórtica, pulmonar y mitral)
Trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar reciente
Disminución de la capacidad de concentración, coordinación y el sentido del equilibrio.
Arritmias ventriculares
Arritmias auriculares con compromiso de la función cardiaca
I.C.C descompensada
H.T.A no controlada
La práctica del ejercicio físico en el adulto mayor trae consigo: (6)
Efectos cardio-respiratorios:
Aumenta el volumen sistólico.
Aumenta el gasto cardiaco.
Aumenta el tono venoso.
Disminuye las resistencias vasculares periféricas.
Disminución de la presión arterial.
Aumento de la capacidad respiratoria.
Aumento de la capacidad aeróbica máxima
Efectos metabólicos:
Disminuye la grasa muscular.
Mejora la tolerancia a la glucosa.
Aumenta las lipoproteínas HDL.
Disminuye las lipoproteínas LDL.
Disminuye los triglicéridos.
Efectos en el sistema osteomioarticular:
Aumenta la fuerza muscular.
Aumenta el contenido mineral óseo.
Disminuye la degeneración ósea.
Mejora la movilidad articular.
Efectos psicológicos y sociales:
Aumenta las capacidades mentales.
Disminuye la dependencia.
Aumenta la interrelación social.
Aumenta la calidad de vida.
A pesar de que el ejercicio físico aporta innumerables beneficios al ser humano y específicamente al adulto mayor, debemos tener presente las contraindicaciones durante su realización.
Estas contraindicaciones pueden ser:
1. Esfuerzos con saltos y movimientos bruscos.
2. Incorporaciones rápidas desde la posición decúbito por posibles hipotensiones ortostáticas.
3. Ejercicios sobre superficies duras o demasiado blandas.
4. Ejercicios que impliquen aumento de la presión abdominal.
5. Condiciones adversas de calor y humedad y hora en que se van a realizar los ejercicios.
También es necesario conocer que debemos suspender el ejercicio físico ante:
Dolor o presión torácica
Variaciones anómalas del pulso
Taquicardia o bradicardia
Palpitaciones, arritmia, mareos, palidez, o cianosis en la cara.
Nauseas, vómitos post esfuerzo
Persistencia de la taquicardia o polirritmia a los 10 minutos de realizado el esfuerzo.
Persistencia de fatiga transcurrida 24 horas post esfuerzo.
Los estudios realizados confirman que la práctica del ejercicio físico en la tercera edad contribuye a:
Mejorar la capacidad para el autocuidado
Favorecer la integración del esquema corporal
Propiciar bienestar general
Conservar más ágiles y atentos nuestros sentidos
Facilitar las relaciones intergeneracionales
Aumentar los contactos sociales y la participación social.
Inducir cambios positivos en el estilo de vida de los adultos mayores
Incrementar la calidad del sueño
Disminuir la ansiedad, el insomnio y la depresión
Reforzar la actividad intelectual, gracias a la buena oxigenación cerebral
Contribuir en gran manera al equilibrio psicoafectivo
Prevenir caídas
Incrementar la capacidad aeróbica, la fuerza muscular y la flexibilidad
Disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular
Hacer más efectiva la contracción cardíaca
Frenar la atrofia muscular
Favorecer la movilidad articular
Evitar la descalcificación ósea
Aumentar la eliminación de colesterol, disminuyendo el riesgo de arterioesclerosis e hipertensión
Reducir el riesgo de formación de coágulos en los vasos y por tanto de trombosis y embolias.
Aumentar la capacidad respiratoria y la oxigenación de la sangre.
Evitar la obesidad.
Mejorar la capacidad funcional de aquellos individuos que presentan un déficit en la realización de las AVD.
Incrementar la longevidad.
Todo lo anterior demuestra que el ejercicio es el único método probado y seguro que puede mantener la condición física, además de impedir e incluso revertir los cambios en la composición corporal asociados al envejecimiento, específicamente la pérdida de músculo esquelético. Además se demuestra que con la práctica continua del mismo mejorará la funcionalidad e independencia, así como también será benéfico para el estado de ánimo y la calidad de vida del paciente anciano, ya que ello ayudará a los ancianos a conservar y/o recuperar la funcionalidad.
La consulta en diferentes fuentes bibliográfica permitió arribar a las siguientes conclusiones:
La práctica de ejercicios físicos influye positivamente en la calidad de vida del adulto mayor, pues le ofrece innumerables beneficios, los cuales frenan el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, cerebro-vasculares, respiratorias, nerviosas entre otras, prolongando así la vida del adulto mayor, su bienestar y elevando su esperanza de vida.
1. Torres de Diego, Mario. Fidel y el deporte. La Habana: Ed. Deportes, 2006. p. 267.
2. EcuRed Enciclopedia cubana [página en internet]. La Habana: [actualizado 2013 nov 3; citado 2013 dic 1]. Ejercicio físico; [aprox. 6 pantallas]. Disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Ejercico físico.
3. Román González, Milagro. Actividades Una modalidad didáctica para atender las necesidades del adulto mayor en Villa Clara. Tesis en opción al grado de Doctor. Universidad Central Marta Abreu, 2005. p. 15.
4. García, Jorge. El adulto mayor. En Trabajadores. No 33. 10-11-2003. p.12.
5. Gutiérrez Baró, Elsa. Las edades de la senectud. La Habana: Ed. Científico- Técnica, 2008. p.88.
6. Andrade, Fabio. Beneficios de la actividad física en el adulto mayor: Programa de Diplomado en Salud Pública y Salud Familiar: Módulo 1. La Habana, 2007.
Autor:
Dayana Beatriz Abreu Barreto.
Abniel Mesa Valdés.
Sandra Castañeda Guerra.
Estudiantes de 5to año de medicina