- Introducción
- Estado depresivo y depresión
- Origen de la depresión psicosocial
- Relación entre ansiedad y depresión
- Diagnóstico de la depresión psicosocial
- Como enfrentar los retos que supone la depresión psicosocial
- Tratamiento farmacológico de la depresión psicosocial
- La depresión psicosocial, es curable
- El bienestar psicosocial
- Como se hace
- Ética y depresión psicosocial
- Tratamiento no farmacológico de la depresión psicosocial
- Ya para terminar
- Bibliografía
Las cosas que vemos y sentimos; no son las únicas que existen.
Estar triste no es malo, lo malo esta; en permitir que la tristeza, supere nuestro poder adaptativo.
De vez en cuando todos nos hemos sentido melancólicos, tristes, apabullados; pero, estos estados emocionales, por lo general son pasajeros y desaparecen en unos pocos días. Cuando una persona tiene un trastorno depresivo, siendo de la etiología que sea; descubre que este, interfiere con su vida diaria, con el ejercicio ocupacional normal; causando dolor tanto para quien padece el trastorno como para quienes se preocupan por él o ella. La depresión psicosocial, es una enfermedad común en estos tiempos de prisas y ostentaciones, además, es grave, las personas que la padecen, necesitan tratamiento.
Algunas personas con depresión psicosocial no buscan tratamiento. La gran mayoría, incluso aquellas con casos graves de depresión, puede mejorar con entrenamiento, (aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia). La investigación psicosocial de la enfermedad, ha dado como resultado el perfeccionamiento de técnicas cognitivas como el entrenamiento; que permite la inhabilitación de las situaciones, dolorosas, incapacitan-tes o desgastantes emocionalmente.
Es de vital importancia analizar los tópicos; que hacen parte de la vida cotidiana de la persona y re-definirlos, re-adaptarlos, re-plantearlos fortaleciendo así; aspectos de la personalidad que permitan enfrentar las exigencias, sin mayor inversión emocional. En muchos casos la depresión psicosocial, es dada por indefiniciones, por no aceptaciones, por no resoluciones y por la acumulación de psico tóxicos e igual que sintomatologías asociadas. En resumidas cuentas; la depresión psicosocial es un problema de no aceptación y de no resolución de la vida; tal cual se nos presenta.
Introducción
Originariamente la depresión se denominaba (melancolía) esto del griego clásico que a la traducción se lee (bilis negra) y del latín (depressus) que a la traducción se lee abatimiento.
Hipócrates es considerado el primer médico en describir clínicamente la melancolía, o la depresión.
Estado depresivo y depresión
Se considera a la depresión como una enfermedad con unos síntomas y con unas causas, aunque estas tengan que ver o con un estado depresivo; o con la depresión en sí.
En la depresión psicosocial, es importante definir las sobre exigencias de forma concreta y explícita (posibles causas) y analizar las relaciones con los elementos del contexto personal y psicosocial e inmediatos del paciente, en concreto, se hace hincapié en los antecedentes (puntuales), es muy importante definir el (punto focal) y las posibles consecuencias en los pensamientos, los sentimientos, las conductas y las relaciones; además, de las configuraciones de futuro. Es decir, se analizan los aspectos emocionales, cognitivos, conductuales y psicosociales; que se asocian a la sobre exigencia siendo esta; un estado depresivo, o una depresión como tal. El análisis es determinante; es esto, lo que nos aproxima a una valoración objetiva y práctica que explica el estado disfuncional. No está demás decir que la depresión; siendo del carácter que fuere, puede ser catastrófica; de ahí, la importancia; no tanto en el diagnostico; sino en el tratamiento a seguir.
Origen de la depresión psicosocial
La depresión psicosocial es un síntoma; cuando hay solo tristeza e ideaciones, y es una enfermedad, cuando a esa tristeza y a esas ideaciones, se le añaden, otros factores que dan como resultado unas manifestaciones.
En la depresión psicosocial, se amplían todas las circunstancias externas virtualmente productoras de las diferentes modalidades de estrés (a las cuales podemos denominar sucesos vitales) como factores precipitantes de los trastornos afectivos, y por ende depresivos. Estos sucesos vitales, al afectar a la persona que ya tiene un desequilibrio de base, desencadenan; el inicio de un estado depresivo o una depresión psicosocial con consecuencias desastrosas (en muchos casos el suicidio). Las personas deprimidas, experimentan los sucesos vitales y los hechos cotidianos; con mayor exigencia y precisan de mayor uso de recursos emocionales.
Los sucesos vitales de mayor exigencia para motivar una depresión psicosocial, son aquellos (no deseados, no controlados, no esperados, no definidos, no planificados, no rectos), los cuales suponen una amenaza o peligro importante; entre ellos están, los acontecimientos que suponen nuevas adaptaciones o nuevas definiciones (muerte del cónyuge o un familiar próximo, divorcio o separación, jubilación o pérdida de empleo, abandono del hogar por parte de algún miembro importante, riñas, problemas económicos, problemas existenciales, conceptos de calidad de vida, merecimientos, hacinamientos, indefiniciones de pobreza, enfermedades, limitaciones físicas, conceptos de belleza, crisis de valores, número de hijos, responsabilidades adquiridas, desordenes sexuales y afectivos, mal manejo de los recursos económicos, querer aparentar lo que no se es, conceptos de edad, soledad y culpa, además de mal manejo del tiempo libre y la depresión por corrupción, etc.), son estos factores, los más fácilmente asociados a la depresión psicosocial.
Existen también, situaciones estresantes crónicas que requieren un gran esfuerzo para afrontarlas, y necesitan de respuestas psico-biológicas; también, hay que tener en cuenta que en las sobre exigencias, intervienen procesos de pensamiento, procesos conductuales, procesos psicosociales y estrategias de afrontamiento. En la iniciación de la depresión psicosocial, hay que tener en cuenta que; a parte de los sucesos vitales, existe la intervención de otros niveles, entre ellos, (los biológicos y los psicosociales) interrelacionados entre sí, entre los biológicos existe la (vulnerabilidad biología a la depresión) y entre los psicosociales la (vulnerabilidad psicológica a la depresión).
Las personas con ciertas características como: (pesimismo, baja autoestima, poca autonomía, la opinión personal de tener poco control sobre los eventos de la vida, la tendencia a preocuparse excesivamente, tendencias asistencialistas, creencia de no haber tenido éxito en la vida y las indefiniciones en su aspecto personal como la estatura, el peso, la belleza, los factores de orden económico, los merecimientos, etc.), tienden a desarrollar más fácilmente la depresión psicosocial. Estas condiciones pueden aumentar el efecto depresivo e interferir con la iniciativa de enfrentar los problemas. Los patrones de pensamiento negativo y auto destructivos; se desarrollan típicamente durante la niñez o la adolescencia.
La visión de la depresión desde la perspectiva psicosocial, nos permite ver la depresión como un problema de (aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia), y no como una enfermedad permanente y de pronóstico confuso. Esto no quiere decir que no pueda existir una condición biológica, o una enfermedad que provoque un desequilibrio en los neurotransmisores; sin que se haya dado un cambio en el contexto psicosocial. Cuando hay un desequilibrio en los neurotransmisores, se disparan los desajustes depresivos y las más de las veces, se usan medicamentos para lograr el equilibrio. Pero además, es de señalar que, cuando el contexto social cambia; a muchas personas esto les provoca las mas de las veces la depresión psicosocial, y es en ese momento; en que entra el (aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia), como un elemento de entrenamiento, que puede aportar unidades de juicio que logran estas; ser permanentes y como consecuencia; la persona hace frente a las futuras depresiones sin mayor inversión psicosocial.
La teoría psicosocial de la depresión, asociada esta; a la teoría de la desesperanza, fortalecida por la tristeza patológica, la ansiedad, el desgano, el miedo al futuro y en muchos casos a la negativa a pedir ayuda; ya que, no se considera importante; siendo todo lo contrario. Las depresiones son como el oxido, por duro que este el acero; siempre lo corroen.
Relación entre ansiedad y depresión
Si bien, se consideran categorías diagnósticas diferentes; suelen estar estrechamente relacionadas. La explicación más clara se refiere a la depresión que surge de un intento de dar solución a un problema; siendo cual fuere. La solución del problema supone una sobre exigencia que genera ansiedad, la cual se va incrementando a medida que el problema se va haciendo más impreciso, y es precisamente, en ese momento que aparece la depresión, lógicamente no se abandona el intento de solución del problema; con lo cual, la ansiedad persiste asociada a la depresión. De ahí, la importancia en conocer la etiología puntual de la depresión manifiesta.
La depresión es uno de los trastornos psiquiátricos más antiguos de los que se tiene constancia. A lo largo de la historia se evidencia su presencia a través de escritos y de obras de arte. Mucho antes del nacimiento de la psiquiatría, la depresión fue conocida y catalogada por los principales tratados médicos de la (Antigüedad)
El origen del término (melancolía) se encuentra ya, de hecho, en (Hipócrates 460-a de c. 370-a de c, medico antigua Grecia), y se mantiene en el (Renacimiento), especialmente en los años dorados de la melancolía en la cultura europea, desde (1575) hasta (1630)
(Richard Blackmore 1654-1729) medico ingles, da el nombre a este padecimiento con el término que aun hoy empleamos, (depresión)
(Wilhem Griesinger 1817-1868) neurólogo y psiquiatra alemán, fue quien empleó por primera vez el término estados de depresión mental, como sinónimo de melancolía.
(Emil Kraepelin 1856-1926) psiquiatra alemán, nombra la locura depresiva en una de sus clasificaciones, sin abandonar el término melancolía; para nombrar la enfermedad, y manteniendo el termino depresión; para referirse a un estado de ánimo, afirmaba que las melancolías eran formas de depresión mental.
(Adolf Meyer 1866-1950) psiquiatra suizo, propuso abandonar el término melancolía y sustituirlo por el termino depresión.
(Karl Ludwig Kahlbaum 1828-1899) psiquiatra alemán, en (1863) uso el término ciclotimia, para designar las variaciones de las fases depresiva y maníaca; a modo de ciclos repetitivos y periódicos.
En el siglo (XIX) la depresión, se trataba igual que los otros trastornos mentales, y el tratamiento; oscilaba entre magia y terapia ambientalista de carácter práctico.
Con la aparición de la (bio-psiquiatría en los años 80s la denominada, década del cerebro) la depresión, pasa a convertirse en una enfermedad más, tratada con antidepresivos. Hoy cualquier trastorno del ánimo que disminuya el rendimiento en el trabajo o límite la actividad vital habitual; siendo esta cual fuere, se cataloga independientemente de su causa, como un trastorno digno de atención médica, y es susceptible de ser tratada mediante farmacoterapia o psicoterapia.
En la depresión psicosocial, se hace muy importante distinguir (un estado depresivo, de una depresión).
Un estado depresivo y una depresión, son fenómenos de la misma naturaleza.
La diferencia básica entre ambos procesos, consiste en que el estado depresivo es una forma adaptativa, que se asume para afrontar conflictos inherentes a la vida cotidiana, como (una separación, la pérdida del empleo, un duelo, una pérdida importante económica o emocional, etc.), pudiendo ser estos; superados con poca inversión emocional. Es natural sentir dolor ante las perdidas; son duelos que necesitan algo de tiempo para sanar, las mas de las veces; se pasa a sensaciones positivas que indican que la prueba fue superada, y la sobre exigencia finalmente es asumida como algo cotidiano.
En cambio en la depresión, aun que en ocasiones puede tener una etiología similar, se convierte en un proceso patológico, donde el carácter adaptativo se hace ambiguo o no se da, esto da paso a una incapacidad grave, duradera o en muchos casos, permanente y catastrófica; donde se necesita el concurso del profesional, entrenado para tal fin. La depresión en muchos casos es incapacitante y además, en casos graves aparecen ideaciones de muerte o intentonas de suicidio. En el estado depresivo, cualquier duelo queda bloqueado, alargándose intemporalmente; fortaleciéndose con desesperanzas, inapetencias y desinterés por el medio, por los demás, e incluso por uno mismo, la persona, se convierte en una carga existencial muy pesada para ella misma, y en consecuencia su entorno es catastrófico, en algunos casos; aparece el suicidio como una opción, en un estado de depresión severa, la persona no desea morir, lo que desea es vivir; sin los problemas que tiene, la persona no elige morir. En una depresión con características catastróficas; la persona no puede elegir, si pudiera elegir, elegiría estar bien y feliz; con o sin problemas.
El cuadro de síntomas, que puede presentar una persona con depresión psicosocial, es muy amplio. En líneas generales se pueden clasificar en cinco grandes grupos, como son:
(1) cognitivos: poca atención y concentración, memoria disminuida, pensamientos negativos tanto de la propia persona como del futuro y del entorno inmediato; acompañado esto de, baja autoestima, sentimientos de culpa, etc.
(2) físicos: insomnio, pérdida del apetito, fatiga, disminución tanto de la actividad laboral y lúdica; de la misma forma se disminuye el deseo sexual.
(3) emocionales: el más característico y que define en parte lo que la depresión representa; es la tristeza, que en muchas ocasiones; las más de las veces, viene acompañada de vacío y desesperanza.
(4) motivacionales: grave estado de apatía, incapacidad para emprender algo, descuido de las actividades cotidianas, y mucho más exigente resulta el trabajo además, del ejercicio físico y mental.
(5) psicosociales: las necesidades no satisfechas, la conquista de una vida mejor o por lo menos más equitativa, el deseo de tener algo y la incapacidad de lograrlo; crean en la persona un estado permanente de desesperanza. Se añade el concepto de pobreza y el concepto de calidad de vida; con poca o ninguna definición, además y adicional, el desempleo y la falta de información y formación, ocasionan en la persona todo un cuadro de necesidades insatisfechas, que él o ella consideran básicas. El sentido de no pertenencia, la visión de un futuro poco alentador, además de, limitaciones físicas, cognitivas, adicciones, enfermedades de penoso diagnostico, culpa y paranoia por depresión por corrupción, hacen del estado psicosocial de la depresión, una exigencia de orden mayor. Los factores psicosociales de la depresión, ocasionan en gran parte, los principales síntomas de la misma.
Diagnóstico de la depresión psicosocial
El diagnóstico de la depresión psicosocial, está basado en un cuestionario hecho al paciente (preguntas), en donde se exploran juicios sobre su estado de ánimo, sus actividades cotidianas, y sus pensamientos persistentes, además, de las sobre exigencias que él o ella, se plantean, sin pasar por alto las posibles soluciones que ellos mismos proponen. Se buscan las razones que indiquen un episodio depresivo presente al menos durante dos semanas; en el que se presentan síntomas como (descenso del humor o de la capacidad para experimentar placer, pérdida de peso, hipersomnia o insomnio, enlentecimiento o agitación psicomotora, fatiga, ideas de inutilidad o culpa, disminución de la capacidad de pensar o concentrarse, pensamientos recurrentes de muerte, apatía, desesperanza, adicciones, manías, etc.), de esta forma, podemos empezar a desculpabilizar al paciente y conciliarlo, con su yo personal. El fin inicial; en el diagnostico, es estabilizarlo emocionalmente, ganando autonomía para que se haga cargo de, (pequeñas tareas).
Tendremos en cuenta que estos síntomas, no sean debidos a una enfermedad biológica, consumo de sustancias psico-activas crónicas o la presencia de un duelo de difícil aceptación.
Los criterios diagnósticos no son los mismos en todas las edades. (1) en los lactantes: se expresan a través del cuerpo en forma de, regurgitación, vómitos o cólicos. (2) en el preescolar: aparecen, trastornos de la conducta, rabietas, desafíos, desobediencia y perturbaciones en el control de esfínteres. (3) en el niño o niña escolar: se evidencia, tristeza, auto depreciación, disminución del rendimiento académico, perdida del interés por juego y compañía; aquí también persisten síntomas psicosomáticos como cefaleas, dolores abdominales. En esta etapa ya aparecen las ideaciones de suicidio. (4) en la adolescencia: se manifiesta con, conductas negativas y disóciales, consumo de alcohol u otros tóxicos además de sustancias medicas controladas, también presenta impulsivilidad, agresividad, sensación de disforia, malestar continuo consigo mismo y con los demás, deserción domiciliaria, algunos problemas con la autoridad, problemas con la identidad y con modelos actitudinales, etc. (5) en los adultos: aparece la, desesperanza, ambivalencia en roles psicosociales, riña con los sucesos vitales, regresiones, consumos tóxicos como el alcohol y otros depresivos, inestabilidad emocional, culpa, temor a enfrentar los temores, fantasías de soluciones mágicas y otros demonios, etc.
Como enfrentar los retos que supone la depresión psicosocial
El aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia; no solo ayuda a mejorar la memoria y la inteligencia en adultos y niños, sino también, proporciona estados de tranquilidad permanentes, la cuestión es revisar en forma objetiva, los hechos retrospectivos, introspectivos y proyectivos; que permanecen intactos en la conciencia confundida. Quienes padecen de una depresión psicosocial, tienen un desequilibrio que les ocasiona un profundo dolor existencial. Los traumas son inevitables, y muchos de sus efectos permanecen toda la vida; no obstante con entrenamiento, podemos cambiar la percepción del pasado y de esta forma hacemos un nuevo balance de nuestra vida, y de nuestras circunstancias, además, el entrenamiento nos proporciona elementos de afrontamiento, que retroalimentan nuestra conciencia; para sumar mecanismos de resistencia y resolución. Los pensamientos son inevitables, por lo mismo; debemos entrenarnos para pensar objetivamente y sacar, el mayor provecho de los hechos habituales.
Es de importancia saber que los aspectos que veremos a continuación, son los retos; de mayor ocurrencia y exigencia; en la depresión psicosocial, y además, son estos; los que necesitan de mayor refuerzo y de una nueva conceptualización, es aquí; donde el entrenamiento (aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia) tiene su radical y medular importancia.
La modificación conductual; comienza con el querer hacerlo. Las nuevas definiciones van acompañadas de la necesidad puntual de pasar de un estado sobre exigido, a un estado emocional más grato.
(1) el fortalecimiento de la auto-estima: es fundamental debido en parte a que una visión positiva de sí mismo; da como resultado una visión más amplia de la realidad que nos asiste. El concepto de autoestima varía en función del paradigma psicológico que lo aborde. Desde el punto de vista del psicoanálisis, la autoestima está íntimamente relacionada con el desarrollo del (ego), por otro lado, el conductismo se centra en conceptos tales como (estímulo, respuesta, refuerzo, aprendizaje), el humanismo lo ve desde las realizaciones y satisfacciones individuales. La autoestima es además, un concepto que ha traspasado frecuentemente el ámbito exclusivamente científico; para formar parte del lenguaje popular. La auto estima, es el curso que nos permite gustarnos, antes que gustar.
(2) el fortalecimiento de la auto-nomía: esto da como resultado el famoso (yo puedo). Autonomía, en filosofía, psicología y sociología, es la capacidad de tomar decisiones sin intervención ajena, basados en un buen desarrollo mental y psicológico; es decir, en equilibrio; además, estos estados son características fundamentales para tener un buen criterio de disposiciones personales. En desequilibrio la autonomía, blandea.
(3) no encerrarse en sí mismo: mantener una red amplia de conocidos y contactos nos aleja de la auto-conmiseración; además, nos aleja también, del auto castigo y la compasión propia. El síndrome de desconexión es muy común hoy en día, es un mecanismo de defensa que provoca problemas para conectarse emocionalmente con los demás: (el individuo no llega a entablar relaciones vivas ni cercanas con nadie, y reduce su grado de compromiso emocional para no sufrir; ni desilusionarse) en esta fase se separan las ideas, o los pensamientos de los sentimientos asociados.
Este mecanismo, trata de evitar la repetición de sufrimientos del pasado y alejar la posibilidad de daño, pero esto, no permite la participación saludable en la vida practica. La soledad interna es una estrategia defensiva desarrollada por experiencias emocionales de importancia, que, en su gran mayoría, fueron dolorosas y dejaron huellas imborrables, en muchas ocasiones, son la copia de algún modelo familiar que ha quedado hundida en el subconsciente. El encierro en sí mismo, solo conduce al empobrecimiento emocional y optativo. Todos tenemos una vida completamente diferente y por consiguiente, las opciones y las exigencias; son otras, no obstante, todo debe ir en función actual y proyectiva, sin importar las exigencias que afanan las conductas manifiestas negativas.
(4) expresándose libremente: todos contamos con personas de confianza; a quienes les contamos nuestras luchas y nuestras fatigas, y es en los momentos de sobre exigencias adaptativas; cuando estas personas, son de mayor utilidad.
Has de saber que desde siempre que alguien expresa su opinión, y esta no entra dentro de los cánones que se intenta imponer, automáticamente se crea un adjetivo despectivo, así ha sido siempre; no te preocupes. Pensar diferente no está mal existen muchas personas que piensan como tú, hay muchos pensamientos incrustados en la sociedad y han servido para discriminar al librepensador. No te reprimas, eso que piensas es muy importante y además, es tu creación; solo cuida que no ralle en el absurdo, ni en lo psicótico. No temas ser calificado de impopular, somos muchos los impopulares.
(5) promocionando el auto-cuidado: higiene mental; hacer un cuadro objetivo de la realidad que nos asiste; es de vital importancia, es de esta forma que descubrimos, que nos ahogamos en un vaso con agua, en otras palabras sufrimos por nada, busquemos el cuidado, y el equilibrio psicológico, (somos bellos y merecedores, hay muchas cosas que son para nosotros y nosotras; y otras que no, también, es muy importante el cuidado físico, no debemos intoxicarnos, ni asumir conductas de alto riesgo) Buscar ayuda, es una muy buena opción; seguir sufriendo es una decisión.
Las necesidades y las exigencias humanas, se manifiestan a través de conductas; las cuales son la expresión de dichas necesidades. Estas necesidades se encuentran presente a lo largo de toda nuestra vida y van, desde las necesidades fisiológicas básicas (homeostasis) además, de las necesidades de cuidado personal (los autos), hasta la (realización) que representa las necesidades y los deseos más elevados en el ser humano.
(6) reconociendo que el futuro existe: los proyectos a futuro siempre son viables; en tanto se encuentren dentro de lo razonable, las metas y las consecuciones, van de acuerdo con la persona y con sus virtudes, todos las tenemos; para todos hay un mañana. El futuro existe; primero en nuestra imaginación, después en nuestra voluntad, y luego en nuestra realidad, de acuerdo a esto, podemos decir que hay una constancia eterna y completa, inmensurable y presente del tiempo y del espacio en cada uno de nosotros; que no somos más que un ayer, un hoy, y un mañana infinito. Por lo tanto, creo que el futuro es eterno; como el tiempo, siempre existirá y siempre ha existido, y seguirá existiendo, por siempre.
(7) haciéndose responsable: siempre que tengas a quien culpar; encontraras más motivos para perderte y seguir sumergido o sumergida en la mediocridad, cuando decidas, hacerte cargo de tus circunstancias, hallaras las respuestas a las preguntas que se plantearon las personas que triunfaron, y que además, eran personas como tú.
La responsabilidad, es un valor que está arraigado en la conciencia; desde niño, y nos permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de los actos, y de las exigencias que nos plantea la vida. La responsabilidad, siempre está en el plano; de lo moral, de lo razonable, de lo bien hecho, de lo decoroso y una vez que pasa al plano ético (la práctica), se establece la magnitud de dichas acciones, y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral, siempre en pro del mejoramiento emocional, laboral, psicosocial, cultural y natural.
La persona responsable, es aquella que actúa conscientemente; siendo, la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Estamos obligados a responder por alguna cosa, por alguna persona, por alguna circunstancia; siendo esta cual fuere. También responsable es, el que cumple con sus obligaciones, el que pone cuidado, el que pone límites y atención; en lo que hace, o decide hacer con su propia vida.
(8) no tener miedo a pedir ayuda: no estamos solos, hay un sin número de personas, que se preocupan por nosotros y por nuestro bienestar, sin los otros; no somos. Si la palabra ayuda te párese odiosa, pide asesoría, pide información.
Es común encontrar personas que rehúsan pedir ayuda, unas veces por creencias poco racionales como que cuando se pide ayuda es sinónimo de incompetencia, debilidad, fracaso, etc., o que se contrae cierta obligación con la otra persona cuando se pide apoyo; que se invade el espacio del otro, otras veces, las razones son aun mas emocionales, las personas sienten vergüenza de lo que están pensando, experimentando o sufriendo, y se niegan a sí mismos; recibir ayuda.
Sea cual fuere el caso, ofrecer y recibir ayuda, es un aprendizaje importante para la vida y para las circunstancias, (a veces una palabra a larga la vida) finalmente, no olvides aprender también, a expresar el agradecimiento a los demás, y ofrecer tus valiosos servicios.
(9) fomentando la trascendencia: no te alejes de Dios, se que para muchos resulta insulso este tema; pero la idea de Dios, es un contenido emocional alojado en el cerebro desde siempre, es el imperativo moral; que nos impulsa a seguir obrando bien; empezando por cada uno de nosotros.
La trascendencia se refiere a ir más allá de algún límite, o superar las restricciones de un determinado contorno.
El sentido más inmediato y elemental de la voz trascendencia, se refiere a una metáfora espacial. Trascender significa pasar de un contorno a otro, superando el límite que los separa. Desde un punto de vista filosófico, el concepto de trascendencia incluye además, la idea de superación o superioridad. En la tradición filosófica occidental, la trascendencia supone un (más allá) del punto de referencia. Trascender significa la acción de (sobresalir), de pasar de (dentro) a (fuera), superando la limitación o condición que encadena o aflige.
Es muy importante reconocer las creencias, y su importancia en la vida psicosocial, cultural, emocional y afectiva, esto sin ir más lejos; abre toda una suerte de posibilidades existentes, en la unidad, en la verdad y en la bondad, que nos hace hermanos, y miembros de la especie. No hemos de olvidar, que la creatividad humana; produce cultura, el pensar también; es cultural y por ende modificable; acostúmbrate a pensar diferente, esa es la creatividad que nos aproxima a un estado emocional agradable, con o sin exigencias.
(10) hacerse auto-gestor: no te sientes a esperar lo que nadie te debe, toda vida y todo triunfo, tienen implícito las renuncias y los sacrificios, recuerda que solo es libre aquel que ha renunciado a otras libertades, renuncia a la holgazanería. Es muy importante, fijarnos metas y proyectos; pero también, igualmente importante es saber; si tenemos los talentos para tener eso que aspiramos, ese es el principio de la honradez y de la coherencia.
La autogestión nos permite conducirnos a lugares, o estados emocionales plenos y satisfactorios. Esto se realiza por medio del establecimiento de metas, planificaciones, programaciones, seguimiento de tareas, auto-evaluaciones, auto-intervenciones, auto-desarrollo y ejercicios de aprendizaje y des-aprendizaje, no es gratis; pero tampoco, demanda mayores inversiones emocionales, ni psicosociales, es el reto para; hacer-nos.
La autogestión significa (administración autónoma) es el uso de cualquier método, habilidad o estrategia; a través de las cuales podemos procura que las personas cumplan objetivos por sí mismas. La autogestión, nos permite supera estados de gran exigencia; psicosocial y emocional.
(11) definiendo conceptos como la soledad: esta nos permite reflexionar, madurar, intelectualizarnos. No me aparto que la soledad; empobrece afectivamente, pero también, nos permite identificar, de que soledad padecemos, estar solo es bueno, malo es estar con personas que nos hacen sentir solos.
Soledad significa aislamiento o confinamiento, falta de contacto con otras personas.
Puede tener origen en diferentes causas; como la propia elección del individuo (en este punto es importante reseñar que, para muchos la soledad es un estado de satisfacción), una enfermedad contagiosa, hábitos socialmente no aceptados, situación social o laboral del individuo, o estados de depresión psicosocial, entre otros. Es de aclarar que la soledad no es un estado necesariamente deprimente.
Soledad física: un individuo puede buscar soledad física, para eliminar distracciones, concentrarse o meditar más fácilmente y así, desarrollar altos niveles de concentración.
Soledad mental: es la soledad impuesta por nuestras propias exigencias y nuestros propios estados alterados de conciencia. Los síntomas de la soledad mental, frecuentemente o fácilmente, incluye (ansiedad, alucinaciones, distorsiones de la percepción, distorsiones de la realidad, distorsiones de espacio-tiempo, depresión psicosocial, distorsiones físicas, distorsiones auditivas, desequilibrios químicos en el cerebro; además, de patologías de distintas etiologías).
(12) no culpar: hazte responsable de tu destino, eso que te pasa es para ti, para bien o para mal; esa es tu vida, y no has de vivir otra vida, tú no sabes cuantos sacrificios tienen las otras vidas, esas vidas exitosas merece una felicitación, no se dejaron aplastar por las circunstancias. Toda vida tiene sus exigencias.
La necesidad de culpar, muchas veces es cultural; nos hacemos proclives a culpar, porque nos resulta más fácil; culpar que responsabilizarnos de nuestros actos, pero has de saber, que en la depresión de orden psicosocial; no existen atajos, ni forma de culpar a otros, es nuestra entera responsabilidad enfrentarla, sin más, es así de simple, o así de complicado, esto depende, del grado de compromiso que tengas en tu recuperación satisfactoria. La responsabilidad, es sinónimo de salud mental, y madures objetiva; de acuerdo a la edad.
(13) no aparentar lo que no se es: cuantas cosas haz acumulado que no necesitas, y cuantas cosas, te tienen comprometido y no encuentras la salida, se responsable con tus adquisiciones.
La ostentación, es una actitud de alarde de cualidades o propiedades que en muchos casos no se poseen, y se convierten, en un malestar permanente por la necesidad de mantener cierto estatus; del cual no se dispone, algunos creen que con esto, muestran una gran auto-estima, siendo todo lo contrario, el ser autentico está libre de ostentación y de preocupaciones fuera de lugar. No alardees de tener un carro de (100) millones, cuando la verdad; es que tienes una deuda de (10) pesos; que no puedes pagar, y esto te está matando; de a poquito.
(14) no a la pretensión opulenta: rico no es el que tiene mucho; sino aquel que necesita poco.
Huye del consumismo, del materialismo y del individualismo. El hombre llevado por su insaciable ambición, tendrá muchas cosas, pero también tendrá; una pobreza espiritual enorme e inigualable, siempre necesitara cosas para llenar el vacío enorme en que vive.
(15) tomar la vivir de manera natural: una vida sin exigencias no es vida; son las exigencias las que le ponen el estrés que necesitamos para vivir. Haz de saber que las sobre exigencias, son los retos que nos permiten descubrir; que estamos hechos de (coraje, tenacidad, poder, esperanza, ilusiones, sueños, sentimientos, belleza, honorabilidad, prudencia, cuerpo y alma), en fin… no te valores en centavos; tú sabes que tu precio es incalculable. Levántate siempre que te caigas, y da gracias; por la oportunidad de volver a empezar.
Tomar la vida de manera natural; es tener conciencia de la manera de ser para con los demás, entendamos realmente a los demás, ya que difícilmente podremos alcanzar la comprensión de nosotros mismos.
No a los muros de contención, no a las barreras, no a los odios eternos, no a los enemigos eternos, no a las venganzas; esto no hace parte de la vida. Es muy importante empezar a pensar deferente, hablemos, sintamos al otro como nuestro igual; estas actitudes sanas nos liberan de cargas innecesarias. Los estilos de vida sanos; nos hacen importantes, muy importantes; es lo que nos hace, únicos e irrepetibles. Si a las nuevas definiciones: (1) considera lo que es correcto y verdadero. (2) acostúmbrate a la educación y la formación. (3) cultiva las artes (lee, escribe, pinta, canta, haz lo que tu disfrutes) (4) deduce el perjuicio y el beneficio de todo lo que haces (toda acción tiene una reacción) (5) acostúmbrate a ver los problemas en su justa medida, y así; tendrás la mitad de las soluciones. (6) aprende a mirar más allá de tu nariz. (7) toda acción debe beneficiar a alguien espiritual o materialmente.
Descubrir, cuál ha sido el estilo y forma de vida que hemos elegido, nos ayudara a progresar de manera continua, y con eficacia. El conocimiento de cómo enfrentar las exigencias de orden adaptativo, nos incrementa el propio desarrollo, y nos ayuda a alcanzar el éxito.
(16) guardando la honestidad: se honesto; piensa, gran parte de lo que te pasa, te pasa por "burro", andas por la vida escuchando aquellos que te menos-precian e igualmente, andas haciendo inversiones que no necesitas, y no tienes como pagar; además, andas relacionado con personas que no te beneficias para nada.
La deshonestidad no tiene ningún papel en un mundo. Los seres humanos, albergamos toda una variedad de estilos y presiones internas; que no armonizan con la razón. Los seres humanos necesitamos practicar, y formarnos; para convertirnos en personas de buenas actitudes, tenemos que hacer las cosas que la prudencia aconseja; para así hacernos dignos "señor de sí mismo". Mentir es fácil, además, cuando la mentira se emplea constantemente; degenera en un vicio que atrae hacia nosotros, todo lo malo que deseamos para los demás. La honestidad, es de suma importancia, toda actividad social, toda empresa humana que requiera una acción concreta; se pervierte cuando no somos honestos.
La honestidad no consiste sólo en la lealtad, o en la capacidad para decir la verdad; sino, en el respeto hacia nosotros mismo, y hacia los demás.
(17) no limitándose: el mundo es demasiado estrecho cuando estamos en medio de cuatro paredes, busca una ocupación; pero, sal a buscar; lo único que nos llevan a casa son las cuentas por pagar, sueña pero que esos sueños sean coherentes, realizables, no imites a nadie; se tu mismo y así, te desilusionaras menos veces.
Todos tenemos deseos irresistibles de ser diferentes, de lograr metas, de cumplir sueños, pero es muy importante conocer nuestros límites, y nuestras posibilidades de éxito, esto nos permite, ser coherentes y así; lograr todo aquello en lo que hemos invertido, sea intelectual, sea económico y sea laboral, recuerda todo se logra; solo tenemos que hacer algunos sacrificios e inversiones; no lo olvides.
(18) no avergonzarse de pedir ayuda: todos necesitamos de alguien que nos aliente con genuino interés; y más tú que andas; sobre exigido, sobre girado emocionalmente. Somos gracias a los demás, estamos unidos los unos; con los otros, todos somos responsables de todos, sin los otros; no somos, y no son; sin nosotros.
(19) ser agradecido: es de bien nacido; ser agradecido, hay mucho por lo que ser agradecido; esas exigencias que hoy tienes, son las fortalezas de mañana, ahí tenemos un motivo para agradecer.
El agradecimiento surge; cuando una persona se siente en deuda con otra, porque le ha producido algún bien, le ha prestado un servicio ó le ha hecho algún regalo, quien de los que te rodean no te ha servido. Las personas agradecidas se alegran por los bienes recibidos, los reconocen y están dispuestas a corresponderlos. No se trata de devolver favor por favor, ni regalo por regalo; sino de sentir y expresar admiración y gratitud por las calidades humanas de quienes nos honran con los dones del servicio. Cada uno de nosotros tenemos siempre mucho que agradecer, y cuidar lo recibido; es una forma de hacer evidente nuestro reconocimiento. Entre los bienes que más agradece el hombre se encuentran la vida, la salud, la amistad, la lealtad, el reconocimiento y las enseñanzas de sus antecesores. La gratitud y el reconocimiento, son los mejores regalos que puede recibir una persona, en cualquier época y lugar.
(20) busca pareja o reflexiona en esto: estas solos, sola; será que necesitas aprender a quererte, la vida es compleja y exigente. No conozco, a una sola persona que pueda explicar la complejidad que encierra el estar vivo.
Es evidente que una gran cantidad de parejas, logran sortear sus diferencias y viven de una manera, armoniosa y realista su relación, la hacen funcionar, se permiten la flexibilidad y además, logran aceptarse a sí mismos y a sus parejas, tal cual son. La relación de pareja es exigente pero es hermosa y necesaria.
(21) depresión psicosocial por enfermedad: este tipo de depresión se puede relacionar con la enfermedad, de las siguientes maneras. (1) las exigencias emocionales y adaptativas, en el caso de los diagnósticos y los síntomas adicionales. (2) en algunos casos, los síntomas depresivos; son producidos, no por la enfermedad como tal; sino por, los tratamientos empleados para tratarla. (3) el miedo y temor al dolor, o a los daños que se desprenden del tratamiento de la enfermedad; a esto, se le llama depresión iatrogénica. (4) los medicamentos que pueden producir síntomas depresivos. (5) los costos adicionales que demanda el tratamiento.
Las enfermedades son estados de alta exigencia psicosocial, para las cuales hemos de estar dispuestos; sabiendo que todos somos, o podemos ser afectados por las mismas sin excepción.
(22) depresión psicosocial por amputación: las personas que se han sometido a una amputación, no siempre reaccionan de forma favorable, y es absolutamente entendible, hay que asegurarles; que no son las únicas, que hay otras personas que pasaron por una experiencia similar.
Es posible que sienta dolor físico en el proceso de curación, además, pueden sentir (miedo, ansiedad, soledad, incertidumbre, tristeza y abandonos de orden existencial). Lidiar con una amputación no es fácil, hay componentes como la madures, la edad y la ocupación; que son definitivos en estos procesos, tenemos que mostrarles, que de cualquier forma había que salvarles la vida, o evitar el compromiso de otra parte del cuerpo, o no se tuvo elección.
Es fundamental que la persona pase por un proceso de adaptación, para algunas personas es más fácil y corto el proceso; a otras personas, les lleva un poco más de tiempo.
Al perder una parte de la integridad física; se pasa por (tres) tipos de tristeza, "la anticipatoria, la normal y la psicosocial" (1) la anticipatoria, llega antes de la pérdida y está asociada al diagnóstico. (2) la normal, está asociada al dolor y a la racionalización de la dolencia; vista como perdida. (3) la psicosocial, está relacionada con procesos de aceptación y adaptación, (en caso de un accidente) culpa y pugna con un real, o potencial culpable.
(23) depresión psicosocial por abandono: muchas personas en algún momento de la vida, sienten la fatiga que supone el abandono, sea por sus padres, su pareja o cualquier situación que suponga desamparo.
Cuando la persona se siente abandonada; interpreta la situación como una ruptura, una muestra de rechazo brusco y cruel, por consiguiente puede vivir momentos de dolor intenso, y supone un duelo con sus síntomas, como son: (falta de ilusiones, tristeza, llanto recurrente, melancolía, insomnio, inapetencia, pensamientos negativos y recurrentes e ideaciones de suicidio). La sensación de abandono en algunos casos, y en algunas personas, detona desordenes psicosociales de alto impacto.
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