Hacia una alternativa académico-política en la enseñanza de la Arquitectura (página 2)
Enviado por Eugenia Sol
De los objetivos generales por nivel se desprenden objetivos particulares, y si bien se encuentran éstos con un cierto grado de especificación, se observa, al menos en el cuadro general la falta de consideraciones con respecto a las capacidades desarrolladas por el estudiante con respecto a las concepciones teóricas, concretándose en el primer nivel a un solo punto: "análisis crítico de la teoría del diseño". Sin embargo, tanto en los objetivos generales como ya en los contenidos por niveles sí se halla tal especificación en el área teórica, pero al ARMAR el cuadro inicial, general aparece la omisión. Es evidente que esto se debe a la idea muy generalizada de que la problemática del taller debe girar de modo casi exclusivo en torno a la actividad del diseño (y que las consideraciones teóricas amplias, son poco eficaces. . .).
Si bien el arquitecto debe entenderse como un productor de espacios, a un nivel de alta calificación, es decir, el diseñador, o el que coordina la concreción de la obra, la cuestión es que actualmente ese papel se reserva, a un número cada vez más "selecto" de profesionales, distribuyéndose la actividad espacial urbano-arquitectónica en toda una organización social, con una gran división del trabajo. Al plantear el Autogobierno un arquitecto integral opuesto al fragmentado arquitecto al servicio de la clase dominante, tecnocratizado ideológicamente, si bien es válido que centre su problemática en el diseño, (pues a través de éste se posibilita la integración de conocimiento), no menos cierto es que tal actividad se englobe, para ser eficaz en la obligatoriedad de la crítica social y en el desarrollo de una rigurosa actitud teórica de la propia producción espacial, sin lo cual sólo es posible un mero acercamiento al problema, cayéndose precisamente -como lo hemos visto tantas veces- en la tecnocratización. Debieran aparecer pues, a mi juicio, en el marco de los objetivos por nivel, tales tareas de orden teórico. Por su parte, las especificidades técnicas deberán asimismo marcarse, con su debida jerarquía, haciéndose énfasis en la situación crítica de la tecnología en nuestro país y la necesidad de crear alternativas tecnológicas para los núcleos demandantes, marginados, populares, etc.
Los objetivos del área teórica. Se plantean de una manera consecuente, como se especifica enseguida: "Capacitar teóricamente al arquitecto del autogobierno para analizar y comprender científica y críticamente: 1.-Las condiciones reales del país (económicas, jurídicas, culturales, etc.) en el marco del capitalismo dependiente y en el contexto mundial. 2.-La arquitectura y el urbanismo y el papel que juegan actualmente dentro de la situación interna del país. Todo esto deberá dotar al arquitecto autogobiernista de una visión global y totalizadora de los problemas así como del conocimiento de las posibilidades de la arquitectura y el urbanismo en el cambio social, lo cual le permitirá ser en consecuencia un profesional crítico e integral que sea actor del cambio revolucionario de la sociedad y no un simple técnico asimilado y sostén del sistema capitalista en el país. La preparación teórica se expresará finalmente en el reconocimiento por parte de profesores, estudiantes y trabajadores del autogobierno en su inserción en la lucha de clases y la necesidad de vincularse con las clases explotadas, haciendo suyos sus problemas, intereses y reivindicaciones, poniendo sus conocimientos a sus servicios."
Como panorama global es, a mi juicio, correcto. Sin embargo, falta seguramente la puntualización de los apoyos a la práctica proyectual y constructiva, a los enfoque metodológicos. Empero, ya se mencionó, esto se cubre un tanto en la presentación de los "contenidos por niveles y por áreas de conocimiento". Al hablar de ellos, enseguida, ampliaré mi opinión al respecto.
Contenidos por niveles y por Áreas de Conocimiento
El Área Teórica y su problemática programática.
El esquema general muestra tres grandes aspectos para ser desarrollados por las diversas áreas: información, aplicación, y seminarios complementarios y cursos de apoyo. Me ocuparé con mayor detalle del Área Teórica y puntualizaré por su importancia, la parte correspondiente al segundo nivel.
En el primer nivel, siguiendo un tanto el criterio de INSTRUMENTACION, se ha mantenido la idea de que el alumno guiado por sus asesores, conozca los principios y leyes generales del, método científico del conocimiento, para su aplicación al análisis de la arquitectura y el urbanismo, en donde se tratará de realizar una primera incursión al análisis totalizador de la arquitectura, tanto en el aspecto de su ubicación en la sociedad como medio de producción y como parte de las superestructuras ideológicas, como en el de la estructura-formal de su organización material, sus especificidades espaciales, sus legalidades de organicidad (sintáctica), etc.
Reconociendo el carácter esencialmente histórico de la arquitectura (la arquitectura y las ciudades como proceso), y pretendiendo superar los enfoques idealizantes y tecnócratas de la historia como mera suma de estilos, edificios aislados y de creadores geniales (inspirados), o bien la consideración de la arquitectura como resultado o "reflejo" de una sociedad dada de antemano ("la arquitectura es el reflejo de la "época"), o bien ambos enfoques combinados, se plantea ahora el abordamiento científico de la historia a través del conocimiento de las legalidades y categorías emanadas del examen de su proceso como modo de producción, en el que base económica y superestructuras se implican en un movimiento autogenético, dinámico y jerarquizado. Proceso de contradicciones en las que el ser humano, formando capas y clases concretamente ubicadas en la producción global, está involucrado. En este contexto, se posibilita la ubicación rigurosa de la producción social del espacio urbano arquitectónico (la arquitectura como medió de producción, como ideología, como instrumento político, etc., y no simplemente como técnica).
Se ha considerado que el alumno posea un criterio global, a base de legalidades generales por etapa histórica y por países significativos en la conformación de nuestra cultura, del recorrido del proceso de la producción social del espacio urbano-arquitectónico, a través de la utilización de criterios sintetizadores que expliquen las formalidades arquitectónicas y urbanas como determinadas y determinadoras del carácter de aquellas sociedades, sus particularidades en cuanto a la producción material, sus estructuras de clase, políticas y de dominación en general y sus peculiaridades culturales. Esto, a manera de esquema o panorama en el que el alumno pueda ulteriormente ubicar la etapa que desee tratar específicamente con un mayor detalle y profundidad. (Panorama histórico sintético de la arquitectura y el diseño").
El alumno debe conocer (y también los asesores) el proceso y el significado histórico del autogobierno, inscrito en la problemática de la arquitectura y de su enseñanza en el país. Comprenderá así la función que tiene el movimiento en nuestra sociedad. En una primera etapa de estos análisis, se tratarían los Antecedentes (etapa independentista y porfiriana), la etapa del surgimiento del movimiento contemporáneo (1920-1934 aproximadamente), la de consolidación del funcionalismo (1934-1940 aprox.), la del desarrollo del movimiento (1940 hasta los últimos lustros). La etapa actual de crisis se trataría con detalle en el segundo nivel.
Como un punto específico se ha marcado el conocimiento de la "Teoría e historia de la tecnología y sus aplicaciones". En lo personal me parece demasiado general, y poco especificado el rubro. Se supone, por lo demás, que se trata de la tecnología de la construcción y el desarrollo urbano. De ser así, habría que implicar esa tecnología, como parte de la tecnología global, lo cual es amplísimo y por demás complejo. Además, desconozco una verdadera "teoría" de la tecnología, a no ser que aquí se hable de la Teoría de la Ingeniería de Sistemas y de la Investigación Operativa, si queremos pues, generalizar. Sin embargo esto no abarca -aunque la corriente tecnocrática así lo pretenda- la complejidad del problema tecnológico, al no ubicarlo en las reales condiciones sociales, sino que lo reduce, precisamente, a un esquema operativo. En cuanto a la "historia" de la tecnología, la cosa suena más coherente, pero habría que marcar parámetros, marcos de referencia, pues ¿cuándo comienza la historia de la tecnología de la construcción y del urbanismo? Evidentemente esta problemática está unida a la problemática del proceso arquitectónico a través del tiempo, y a mi juicio, ahí debería tratarse, si bien con la debida especificación en las técnicas, asesorados por los profesores del área tecnológica. Y en lugar de buscar una "teo1ría" de la tecnología, pienso que debería ahondarse en el papel de la técnica en la producción social del espacio, con un enfoque crítico. Es evidente que se impone la creación de una teoría del diseño, adecuada a los planteamientos autogobiernistas. En efecto, pienso que el proceso proyectual, como tal, no está ayuno -como lo creen no pocos- de una posición ideológica, sin descartar naturalmente el que algunas herramientas, o técnicas sean generales, universales, por así decirlo (sobre todo en el mundo contemporáneo). Pero eso no implica que el proceso de diseño como totalidad sea uno solo, y que por lo tanto posea una teoría unívoca y generalizadora. Las controversias actuales (Ch. Alexander y su propio proceso autocrítico, las discusiones del Simposio de Portsmouth, etc,) lo demuestran. Sin embargo el' alumno, debe aprender a diseñar, y en el primer nivel, como aún no es posible inducirlo a la búsqueda de la alternativa a la que me he referido -tarea sumamente compleja-, pienso que en el área teórica deberían plantearse, precisamente, los problemas a los que se enfrenta el diseñador, y plantear un análisis crítico de las formas como se han abordado y como se abordan actualmente, ya que en el área técnica se tratan las herramientas del mismo.
Por lo que respecta a la "Psicología y teoría de la comunicación", en primer lugar no estoy convencido de que ambas problemáticas deban juntarse de ese modo. Creo que la teoría de la comunicación debería ser ubicada en términos de la función que se le asigne al término "comunicación", en el campo arquitectónico y urbano. Si se trata, como parece, del hecho comunicativo como genérico a todo el proceso cultural, que es una de las corrientes contemporáneas ahora de mayor auge en los países industriales (capitalistas fundamentalmente), pienso que debería ubicarse en el tratamiento de la "Semiótica arquitectónica", en el segundo y tercer niveles, aunque, como lo veremos, habría que proceder críticamente en su tratamiento, para no caer en el marco tecnocrático. En verdad, la arquitectura y las ciudades pueden ser considerados como hechos comunicativos. El problema reside en reconocer el carácter ideológico de esa comunicación y en el hecho de que eso es solamente una parte del problema. (Ver por ejemplo, Renato de Fusco, que en su "arquitectura como más media" considera, no sin razón, a la arquitectura como medio de comunicación masivo, aunque lo inscribe en todo un campo de contradicciones culturales y sociales en general, sin llegar, desafortunadamente, a una interpretación integral del problema). En el caso, por su parte, de la psicología pienso que el asunto es delicado y que requiere una bien situada especialización, para no caer en una vulgarización y mecanización del fenómeno visual-perceptivo, en su, por así decirlo, tergiversación ideológica. Que el conocimiento de las leyes de la percepción de los fenómenos visuales -entre los que se encuentra la arquitectura y las ciudades- sea importante para nosotros, ni duda cabe, sobre todo ahora, en que debería manejarse una "psicología de las masas" también. El acentuamiento de la problemática política-popular de nuestro tiempo y de nuestros movimientos no debe conducirnos a hacer de lado estas cuestiones, así como tampoco el de las peculiaridades integrales de las formalidades específicamente arquitectónicas. Pero así mismo, tenemos que contemplar la existencia de diversas escuelas psicológicas, enclavadas en bien determinadas corrientes filosóficas, y con funciones detectables en términos de las estructuras de clase y de dominación y de los aparatos ideológicos. De esa manera tenemos por ejemplo el conductismo de un Skinner, o el organicismo (unidad del sujeto y el objeto, y el sujeto entendido como social e históricamente determinado) de un Piaget, así como también la muy conocida GestalPsichologie (psicología de la forma, o de las estructuras), con Wertheimer, Kóhler, etc., de tanta influencia en el diseño y las artes visuales, y que es pontificada por una gran mayoría de los tecnócratas. Además la psicología debe tomarse como un aspecto de la integridad arquitectónica, no como un enfoque totalizador. Creo por lo tanto, que se debe plantear su problemática con un amplio criterio crítico, en los Seminarios y cursos de apoyo, con la participación de especialistas de rigurosidad probada. Y, probablemente, convenga ubicarla en niveles mas altos (segundo y quizá tercero).
Segundo Nivel. En realidad, el enlistado del cuadro, sobre todo en la etapa Información no da una idea precisa de la programación del nivel -en cuanto al orden de los problemas fundamentalmente-, pues fueron reordenados y ajustados en discusiones previas al inicio de las clases del semestre primero de 1976. Se efectuó un englobamiento, de dos semestres cada uno, de la siguiente manera:
Primera parte del segundo nivel. Método Científico y su aplicación a la historia de la cultura. Teoría de la planificación y el desarrollo. Metodología del diseño arquitectónico y urbano. Problemas de la enseñanza de la arquitectura en México. Relaciones profesionales legales y gremiales. Semiótica Arquitectónica.
Contenido. Por lo que respecta al "Método científico" y su aplicación a la historia de la cultura", es evidente la intención de llevar a cabo un desarrollo (siguiendo el espíritu de las resoluciones de la asamblea) del Método en general, dirigido al campo cultural. De esta manera la producción social del espacio urbano-arquitectónico se puede entender también como un hecho cultural. En este caso conviene señalar que la orientación debe darse no en el sentido de la "culturología" socio-antropológica o funcionalista (el fenómeno cultural como una función estática en una sociedad estática. Muy esquemáticamente, y de modo muy grueso, línea de Weber, Dilthey, etc., y aunque con un poco más de objetividad, Malinovsky… ). Se trataría aquí como en los otros casos, de abordar el problema de la cultura como superestructura social, implicada en un modo de producción históricamente determinado, es decir, como un proceso contradictorio y partícipe por lo tanto de las transformaciones revolucionarias. La cultura como conjunto de "estructuras significativas" a la manera de Lucien Goldman. (Otras fuentes de enfoques objetivos constituyen por ejemplo, Granisci, Luckács, Della Volpe, Cerroni, Coleti, etc., y en nuestro medio latinoamericano, de una manera especial, Sergio Bagú… )
En la "teoría de la planificación y el desarrollo" habría, a mi juicio que plantear la función de la planificación en los países capitalistas y en los socialistas para establecer así el papel que juega en las características concretas de los procesos productivos y entender de esa manera los diversos criterios planificadores. En este caso se requiere obligatoriamente la interdisciplina, pues la liga de la "planificación económica", con la "planificación espacial" (nacional, interregional, regional, urbana… ) no puede entenderse sin la participación de especialistas en todos esos campos.
Por lo que sugiero que parte de la problemática sea tratada en los Seminarios y Cursos de Apoyo. Por lo demás, aquí es necesario el mostrar las falacias de la planificación en los países capitalistas y la imposibilidad de efectuarse en ellas una planificación integral, sobre todo en la situación de dependencia. Ahora bien, el "desarrollo" habría que desmitificarlo y enclavarlo en el concreto proceso (del país que se trate) del modo de producción, para no concebirlo linealmente, como una "evolución" cuantitativa de menos a más, sino con la complejidad contradictoria en que se implica.
Por lo que respecta a la "metodología del diseño arquitectónico y urbano", constituye en realidad la consecución de la "Teoría del Diseño" del primer nivel, enfrentando aquí al alumno con la búsqueda de la alternativa del proceso autogobiernista, sobre la base y el análisis de las actuales corrientes metodológicas (casi todas "metodolátricas"), en los diferentes países. En este punto resultaría muy importante el conocimiento de los procesos proyectuales que se han implementado en la Cuba revolucionaria.
La "semiótica arquitectónica", forma indudablemente parte del "boom" cultural de nuestros días, junto con la semiótica en general. La corriente más extrema de la semiótica considera a todos los hechos de la cultura -a todos los hechos humanos- como "sistemas de signos". En realidad, tal fenómeno empieza a ser pontificado por la clase dominante y la semiótica se toma así como una estructura mecánica y manipulada. Y en verdad los semióticos más connotados (como Jacobson por ejemplo) no tienen casi rastro de compromiso ideológico o político ni intencionalidad de ubicar su disciplina en el concreto campo de las contradicciones sociales. Sin embargo, esto no quiere decir que en buen sentido, la arquitectura y las ciudades no puedan ser consideradas como sistemas de signos, organizados de acuerdo a una sintáctica especial, y con un campo semántico (el campo de los significados, en toda su amplitud denotativa y connotativa). Es decir, que nosotros debemos tomar en cuenta el carácter de la arquitectura como lenguaje social. El problema reside aquí también en abordar críticamente los planteamientos semióticos o semiológicos y ubicarlos en la construcción de una semiótica, valga la expresión, marxista (es decir, verdaderamente objetiva, científica), prosiguiendo la línea, en nuestro caso apenas apuntada, de un Galvano della Volpe, basada en la teoría lingüística de De Saussure en sus aspectos más fecundos.
Segunda parte del Segundo Nivel.-Consta de: 1.-Problemas económicos, sociales y políticos de los países: a) Capitalistas, b) Dependientes, c) Socialistas. 2.-Análisis de la producción del espacio arquitectónico y urbano en la época contemporánea, en a) América Latina, b) en México. Esto por lo que se refiere al aspecto Información. En cuanto al de Aplicación, coadyuvar con el Taller Integral en la alimentación teórica general de las técnicas y métodos de análisis urbano-regional y criterios para delimitar el marco de referencia físico-social, en el que se inscribe el tema, así como brindar apoyo teórico general en la caracterización de problemas concretos (vivienda, servicios, industria, infraestructura, etc.) del sitio elegido para el trabajo proyectual.
Contenido y desarrollo.-Evidentemente la problemática de esta parte del segundo nivel tiene como origen la necesidad del conocimiento de la realidad de nuestro país, y el de las formas específicas de la producción arquitectónica y urbana. Es obvio que el tratamiento de los problemas de México, debe enclavarse en el de los problemas internacionales. En esta época de expansión definitiva del mercado mundial, como coronamiento de un proceso que se inició en el siglo pasado, los países forman parte, de "sistemas", de totalidades mucho más amplias, con las que están orgánicamente ligadas. De esta manera no podemos entender la historia de nuestros países, sin ubicarlos en esos contextos. Naturalmente que lo mismo acontece, pues es lo mismo, con el caso de la producción social del espacio, con la producción arquitectónica y urbana, jamás comprenderíamos el movimiento funcionalista en México y en América Latina, si no lo colocamos en el movimiento mundial, que tuvo su foco de irradiación en Europa, como es bien sabido. Por otra parte, no llegaremos a explicarnos cabalmente los problemas de la distribución espacial y de la conformación espacial, si no lo ligamos al sistema global de la sociedad nuestra, concretamente e históricamente determinada, en un modo de producción que se da a nivel mundial, el modo capitalista. Ese encontrar la razón de las formalidades de lo arquitectónico y urbano carece de sentido y de objetividad si no se ubica el problema de esa manera.
Además, el mundo contemporáneo, como mundo en acelerado cambio nos presenta la etapa socialista, como un enorme campo en continua expansión, que se origina en 1917, con la creación de la URSS. La presencia de ese campo, le da ciertas peculiaridades al manipuleo de los países capitalistas-imperialistas, y determina políticas que se tornan importantes en su propio desarrollo histórico, a veces decisivas, ya que el "equilibrio" de la coexistencia (a veces pacífica pero casi siempre convulsionada) se mantiene por medio de decisiones que afectan en buen grado la fisonomía de las estructuras nacionales, tanto desde el punto de vista económico, como del político y social en general (por lo demás, valga la tautología, todos los fenómenos de la sociedad, son sociales). La propia perspectiva de liberación de nuestros países con respecto al imperialismo y la instauración de un régimen superior, el socialista, tiene en el campo de los que lo han logrado un "efecto de demostración" definitivo.
De acuerdo a la línea autogobiernista, debemos abordar las cuestiones contemporáneas globales para conocer nuestro mundo y transformarlo, y utilizar nuestra especialidad en esa transformación. Por su parte, es un hecho probado el que América Latina posee una problemática común, con sus peculiaridades nacionales. Pero es en última instancia una problemática común. Históricamente, esa comunidad se plantea cuando los europeos, emisarios y representantes del capitalismo mercantil, llegan al continente para hacerlo suyo. A partir de ese momento, nuestros países son América Latina y sus etapas globales (Colonia o Virreinato, Independencia política con respecto España y Portugal, Dependencia económica con respecto a la Gran Bretaña y luego a los Estados Unidos, surgimiento de los movimientos emancipadores, como el de Cuba), constituyen su proceso, su historia. La producción social del espacio latinoamericano está regida por leyes semejantes. El barroco tiene modalidades en cada país y en cada región, pero es barroco en todo Latinoamérica. Los trazados de las ciudades coloniales obedecen a unos cuantos modelos europeos, destacándose sobre todo la estructura damérica traída de las ciudades agrario-militares del centro de España. En el siglo XIX se da en toda América Latina el fenómeno del Neoclásico, como una manifestación de la cultura de la burguesía laica y cientista. Las ciudades conforman sistemas similares acordes y funcionalizadas a los sistemas de la dependencia. El funcionalismo surge en nuestros países en las primeras décadas del presente siglo, en términos de su raquítica industrialización capitalista. Y ahora tenemos un proceso de urbanización típicamente latinoamericano, y un conjunto de problemas urbanos ciertamente similares (marginalidad, déficit de viviendas y de equipamiento urbano, etc.).
Se puede decir con toda seguridad que sin el conocimiento de estas cuestiones, en esos niveles, no se puede plantear la preparación de un arquitecto del nuevo tipo que estamos buscando, que participe del cambio social.
Se parte del principio por lo demás, que tal problemática constituya un conjunto de paquetes El investigar por los alumnos, y no clases "de cátedra". En esas condiciones, se propone el siguiente plan:
1.-El conocimiento de los problemas de los países capitalistas dependientes-capitalistas y socialistas, debe hacerse sobre la base de ejemplos concretos, a través de investigaciones de equipos de alumnos y con el apoyo -absolutamente necesario- de cursos complementarios y pláticas de especialistas sobre cada tema. Los países seleccionados podrían ser Inglaterra o los Estados Unidos; Argentina y México, preferentemente México; La Unión Soviética, China o Cuba. Debe a mi juicio hacerse una muy breve introducción histórica del surgimiento del sistema capitalista y del socialista a nivel mundial y de plantearse la problemática -marxista del capitalismo, a través de especialistas. De ninguna manera pienso que deba dedicársele a este punto una gran extensión, ya que en rigor, en el tratamiento de los problemas arquitectónicos y urbanos de América Latina y México se tendría, en el caso de los países dependientes y del socialismo (Cuba), su continuación y profundización.
2.-La problemática de la producción social del espacio urbano arquitectónico de América Latina y México, es evidentemente prioritaria en nuestro caso. También, como en el caso anterior, la investigación de los problemas se realizará a través de equipos de trabajo, con el apoyo de seminarios y cursos complementarios. Los temas a tratar serían:
2.1.-Características generales de las ciudades mesoamericanas e incaicas y su función en la producción de sus sociedades. Aspectos superestructurales de las mismas (su carácter religioso, etc.)
2.2.-Los sistemas urbanos coloniales. Los modelos europeos y su implantación en América. Tipicidad de las ciudades coloniales. La conformación de los sistemas urbanos en términos de la estructura de la producción, la dependencia y las necesidades administrativas y políticas así como político-represivas. El barroco americano y sus modalidades, en términos de su uso ideológico por la clase dominante colonial.
2.3.-Las modificaciones del sistema urbano y urbano-regional en la etapa de la integración de los países de América Latina al área del capitalismo industrial nucleado por Inglaterra. Creación de los nuevos enclaves y desarrollo de la infraestructura, ferrocarrilera y de comunicaciones en función de la producción. La dependencia económica y su impacto en el sistema espacial. La expresión espacial urbano arquitectónico (el neoclasicismo y el humanismo) como parte del lenguaje ideológico de las oligarquías agro-exportadoras de nuestros países.
2.4.-La problemática actual. El proceso de la industrialización dependiente (sustitutiva de importaciones) y su expresión espacial. La cuestión demográfica. El proceso de la urbanización latinoamericana., la "super o hiperurbanización de América Latina". La "macrocefalia" de nuestros sistemas urbanos, caracterizada por la presencia de las sociedades de masas en el área. Problemática de las ciudades latinoamericanas. Vivienda, equipamiento urbano, servicios, etc. Políticas de las diversas clases dominantes en ese aspecto. El movimiento funcionalista y su adecuación -mejor dicho, su surgimiento- en términos de la implantación definitiva del sistema capitalista en nuestros países. Las vanguardias latinoamericanas de la tercera y cuarta décadas del siglo. Similitud de sus postulaciones. El caso de México en el marco de la Revolución Mexicana. Perspectivas a corto y a largo plazo. Proceso de la arquitectura desde el surgimiento del funcionalismo, hasta su culminación (décadas de los cincuentas aprox.) y su entrada en crisis. El caso de Cuba. La distribución territorial de la isla en función de la planificación socialista. Sus diversas etapas. La problemática de la producción masiva y planificada de edificios. La prefabricación y la arquitectura cubanas. Perspectivas.
2.5.-Apoyo al Taller Integral. Se tiene que planificar de acuerdo a los programas concretos que tenga, y con los asesores correspondientes. En lo general, el área teoría brindará un apoyo teórico general en el diseño de la investigación, procurando que ésta se programe de acuerdo a un análisis científico urbano regional, fijándose objetivos claros de la investigación y del desarrollo de los problemas teóricos de referencia. Al mismo tiempo, coadyuvará a más. Proporcionará elementos para el planteamiento de las hipótesis de trabajo, y para la elaboración de los marcos determinar la conexión entre las cuestiones económicas y políticas del país y la región y el sitio, con su expresión espacial. Y naturalmente tenderá a una ubicación correcta del problema dentro del campo de las "estructuras significativas, id est, como hechos también de la cultura. El área teórica, por lo demás, deberá jugar un papel importante en el dotar a los trabajos de la característica de demanda espacial, en forma integral, que requiere el planteamiento popular autogobiernista.
Tercer Nivel. Duración dos semestres. Solamente subrayaré en este caso, que se trata de una profundización de los estudios anteriores, con un hincapié en la problemática de nuestro país. La semiótica se extiende ahora al ámbito urbano y las observaciones hechas para la del curso anterior, son validas para éste. Por lo que atañe a la "filosofía de la tecnología y su aplicación en México" las reservas que mencioné para el caso de la "Teoría de la Técnica…" me parecen extenderse aquí, pienso pues que habría que meditar mejor este problema. Me reservo una opinión más amplia de este nivel para trabajos posteriores.
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