Su problemática y una estrategia para abordarla
a través de la educación física.
- Resumen
- La equidad como principio básico en la atención a la diversidad
- La atención a la diversidad en el contexto de la educación física en México
- Las composiciones gimnásticas, recurso valioso para una formación integral
La sociedades del siglo XXI, se hallan caracterizadas por la reducción de los tiempos y las distancias a consecuencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Al tiempo que las fronteras se han acercado, el hombre paradójicamente se ha dividido y distanciado entre sí por diferencias que no hemos aprendido a superar, impidiendo habitar armónicamente en la llamada Aldea Global.
Por otro lado, la familia como organización social, se ha ido transformando a causa de la inserción de la mujer en la fuerza laboral de las naciones, de tal forma que la educación de los hijos, ha ido decantándose hacia las instituciones escolares, motivo por el cual, el docente tiene hoy día como misión, fomentar en cada educando la seguridad en sí mismo y el trabajo colaborativo, además de orientar sus prácticas educativas hacia una sólida formación en valores.
Ante este panorama y considerando que la Educación Física es el canal idóneo para lograr el desarrollo integral del individuo, el docente está obligado a poner en práctica las estrategias necesarias para propiciar a través de su práctica educativa, sociedades incluyentes, cada vez más participativas; ricas en valores y por consiguiente, cada vez más justas. Por tanto, esta comunicación aborda las formas de discriminación que deben evitarse en el espacio escolar, contemplando a las composiciones gimnásticas, como un recurso para lograr los propósitos que la disciplina se plantea y enfatizando a la vez, los beneficios formativos que éstas conllevan.
Hemos aprendido a volar como los pájaros,
a nadar como los peces,
pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos
Anónimo
1.- La equidad como principio básico en la atención a la diversidad
En los albores del siglo XXI, las sociedades democráticas contemplan entre sus prioridades educativas, otorgar a su población escolar una atención integralmente formativa, basándose en el principio fundamental de la equidad; esto quiere decir, en primer término, igualdad de derechos y oportunidades de acceso a una educación de calidad para todos los ciudadanos como medio fundamental para la construcción de sociedades plurales cada vez más justas.
El concepto de equidad, de acuerdo al diccionario de la Lengua Española, significa "trato justo y proporcional", por lo que no se podría estar hablando de democracia, sin tener en cuenta una justicia, que en términos sociales, implique ausencia total de discriminación, rechazo, racismo o prejuicio alguno hacia un individuo o hacia los grupos minoritarios que existen, resisten y subsisten en casi todas las sociedades posmodernas. Hablando en términos económicos, más oportunidades de crecimiento de los países pobres con relación a las primeras potencias.
La exclusión consciente o inconsciente del hombre por el hombre mismo, ya sea en forma explícita o implícita, es una forma de desigualdad, de injusticia y de inequidad social. Es por ello, que el sistema educativo de cada nación, debe pugnar por el fomento de la igualdad entre todos sus ciudadanos.
Por otra parte, el ritmo de vida actual en las grandes zonas urbanas, así como el gran número de mujeres que se han unido a la fuerza laboral de cada país, ha orillado a las familias a delegar en la escuela, cada vez en mayor medida, la educación de sus hijos; es por ello, que el papel del maestro está cobrando mayor importancia en la construcción de sociedades basadas en un estado de derecho igualitario, justo y equitativo.
En la época en que nos ha tocado vivir, el docente tiene ante sí, la enorme responsabilidad de contribuir al desarrollo físico, intelectual y moral del alumno; en suma, coadyuvar a la formación del tipo de individuo que el mundo requiere. Se considera por tanto como prioridad nacional, el fomento de una educación equitativa e incluyente, que preste mayor atención a los ciudadanos menos favorecidos y que luche por integrarlos al resto de la sociedad en igualdad de condiciones.
Para lograrlo, es preciso atender la diversidad de necesidades básicas de los alumnos en sus diferentes contextos; respetando sus costumbres, su lengua, su raza, credo, sexo y la diferencia de capacidades físicas e intelectuales de cada uno de ellos, con la finalidad de ayudar a construir sociedades cohesionadas, en las que todos sus integrantes trabajen unidos por el desarrollo de su nación, conviviendo armónicamente en una cultura de paz, como única oportunidad de sobrevivencia del hombre en un mundo por demás convulsionado.
Para Namo de Mello, el hombre debe comprender que es una parte infinitamente pequeña y única de una diversidad de seres que habitan este planeta, por lo que debemos aprender a conocernos y conducirnos como parte de una sociedad heterogénea, rica en cuanto a la diversidad de cada uno de los elementos que la conforman, para lograr convivir e interactuar en forma coordinada y pacífica en este planeta, en donde los medios tecnológicos han acortado tiempos y distancias acercando al hombre sin que hasta la fecha, haya aprendido a convivir pacíficamente.
Por los motivos anteriores, la escuela debe fomentar en el educando valores como el respeto a la individualidad, la solidaridad y la aceptación del otro. Enseñarle a reconocer y aceptar la diversidad como un hecho natural y como resultado de una suma de diferencias convergentes. Propiciar en el educando el ejercicio diario de una convivencia armónica, solidaria, altruista, incluyente y democrática, es en suma, lo que se conoce como atención a la diversidad en todas sus dimensiones.
Estos conceptos, si bien se hallan ricamente plasmados en el Sistema Educativo Mexicano a través del Programa Nacional de Educación 2001-2006, al igual que en documentos oficiales de muchas naciones, para discurrir de la teoría a la práctica, se requiere de formadores; de profesores que más allá de desarrollar el papel de transmisores de conocimientos, se apliquen a la puesta en marcha de estrategias integradoras que den como resultado, individuos capaces de comprender y aceptar la diversidad de cada ser humano, hecho que repercutirá en una sana convivencia; asimismo, de personalidades seguras de sí mismas, capaces de desarrollar y administrar sus propias habilidades, a partir del reconocimiento de sus fortalezas y limitaciones, enfrentando con mayores posibilidades de éxito, a un mundo en constante transformación.
Derivado de ello, el Plan de Estudios 2002 de la Licenciatura en Educación Física contempla entre los "Criterios y Orientaciones para la Organización de las Actividades Académicas", la igualdad de oportunidades de acceso a una educación básica que promueva la adquisición igualitaria de conocimientos, habilidades y valores para todos los niños y jóvenes del país, independientemente de su ubicación geográfica, condición social, religión, género o grupo étnico al que pertenezcan.
De igual forma, el mismo documento considera que el profesor de educación física, deberá reconocer, aceptar y atender las diferencias individuales de los alumnos porque sólo de esta forma, logrará contribuir a la consecución de uno de los propósitos medulares de la educación básica: el principio de la equidad.
2.- La atención a la diversidad en el contexto de la educación física en México
Si bien, se ha aceptado que la Educación Física es la plataforma ideal para incidir de manera integral en el desarrollo de todas las potencialidades del niño, esta actividad aún no ha obtenido un justo reconocimiento en países como México, siendo el docente mismo, quien ha de ganar a través de su diaria labor, de los resultados obtenidos y de la difusión de los mismos, el lugar que esta disciplina merece dentro del contexto educativo nacional.
Ahora bien, dar respuesta a los propósitos de desarrollo físico, emocional y de carácter formativo que esta disciplina persigue, es en sí, una ardua tarea. Más aún, atender la diversidad de necesidades individuales de una población cercana a los cien millones de habitantes, conformada por más de cincuenta etnias que practican credos y costumbres distintas y en donde se hablan aproximadamente 62 lenguas diferentes, requiere de programas flexibles, diversificados, congruentes con el contexto social en el que se aplican y con las necesidades específicas de su población.
De lo anterior se desprende, que el reto común de los educadores en cualquier latitud del país, estará centrado en atender dentro de su diaria labor a todos los alumnos por igual, dedicando mayor atención y tiempo a quienes más lo necesiten. De tal modo, los profesionales que la educación física actual necesita, deberán contar con una amplia visión de la sociedad que se pretende construir, requiriendo para ello, de un esfuerzo extraordinario en la planificación y desarrollo de su labor, pero por sobretodo, de un elevado deseo de servicio.
Entre las manifestaciones de discriminación y rechazo que más se presentan en la escuela básica, se encuentran las de género: que priman al sexo masculino por sobre el femenino. Las raciales: que anteponen al niño de piel clara, a aquél otro de tez más obscura. Las motrices: que ponderan al niño con capacidades físicas sobresalientes y desatienden al resto del grupo. Las estéticas: que alaban al bonito (a), pasando por alto al menos agraciado (a); aquellas que privilegian la participación del alumno delgado (a) relegando al regordete (a). Las clasistas: que dan trato distinto de acuerdo a la condición económica del alumno. Y qué decir de los niños "con capacidades diferentes", a quienes la sociedad en general relega de casi todas las actividades.
Y es precisamente aquí donde el docente de educación física podrá ejercer mejor su papel, cultivando en el niño hábitos de inclusión; enseñándole que cada ser humano es un semejante único e irrepetible, con características y capacidades propias que le identifican y le distinguen de los demás, como muestra de la riqueza que engloba la diversidad del ser humano.
Cabe señalar que las personas con capacidades diferentes, constituyen en México aproximadamente el diez por ciento de una población total de casi cien millones de habitantes distribuidos de la siguiente manera: 37% con discapacidad motriz, 28% visual, 14% intelectual, 4% de lenguaje y un 0.65% con otras tipologías. Asimismo, de este total, aproximadamente 2.3 millones presentan alguna discapacidad severa.
Los datos anteriores muestran que tan solo en estos dos grupos de personas marginadas (indígenas y personas con capacidades diferentes), se halla contemplado el 22% de la población total del país, quienes requieren de una mayor atención para obtener la capacitación adecuada a través de la cual puedan insertarse social y laboralmente en igualdad de posibilidades con el resto de la población.
Es por ello que el profesor de educación física tiene el deber ético y el compromiso social de brindar un trato semejante a niños y niñas sin distingo alguno, integrándolos a través de actividades escolares, extra-escolares e inter-escolares, en donde participe también la familia y la comunidad en general como medio de socialización del alumno; en donde el niño aprenderá a adecuar su conducta en función a los demás compañeros de equipo, aprendiendo en estos espacios el sentido de la solidaridad, la cooperación y la pertenencia a un grupo social.
Aunado a lo anterior, las etapas de crecimiento por las que atraviesa el alumno de la educación básica facilitarán su participación en actividades grupales, que producirán resultados positivos para la convivencia y la interrelación con los demás compañeros y maestros, lo cual representa un invaluable apoyo para la socialización del educando al fomentar actitudes de compañerismo y responsabilidad.
Ante tal situación, la educación física actual requiere de educadores cuya práctica pedagógica utilice la actividad física como medio para favorecer el desarrollo armónico de todas las capacidades del ser humano; docentes que promuevan valores y que prediquen con el ejemplo; de profesionales dispuestos a ganar a través de resultados, el lugar y la importancia que la educación física merece; de formadores dispuestos a trabajar en favor de una sociedad más honesta y más justa.
Por lo anterior, la tarea del educador físico estará orientada a cubrir las necesidades básicas del niño a través de la acción motriz y de una sólida formación de valores; necesidades tales como el movimiento, el juego, el descubrimiento, el ensayo y la experimentación; necesidad de vencer obstáculos, de vencer miedos, de inventar, de crear; necesidad de protagonismo, de superación personal y de socialización
De igual forma, cubrir las necesidades de aceptación, de pertenencia y de integración; hacer sentir al niño parte importante de un todo, parte de una sociedad que lo apoya, lo comprende y lo acepta como es; con sus fortalezas y limitaciones, porque solo así, irá forjándose una imagen "aceptable" de sí mismo y logrará la confianza necesaria para transitar por la vida superando los obstáculos que se le presenten.
Asimismo, el docente de educación física deberá planear sus clases de tal forma, que las actividades que realicen los alumnos no representen desventajas de partida; es decir, programar tareas que puedan superar todos por igual, a fin de evitar comparaciones en cuanto a las habilidades que presenta cada alumno, ya que en ningún caso se deberá lastimar la autoestima de los menos dotados, atendiendo con ello a la diversidad de las capacidades individuales.
Al respecto, Griffit y Keogh manejan la "Teoría de la confianza motriz", en la que sostienen que cuando el niño aprende a conocer sus posibilidades motrices y llega a comprender que a través del ejercicio constante puede mejorar sus capacidades, eleva su autoconcepto de individuo, motivándolo a "intentar" cualquier empresa, hecho que le ayudará a reafirmarse como persona.
Y es precisamente aquí, donde el profesor deberá tener presente la diversidad de potencialidades y por consecuencia, la diferencia de necesidades del alumnado que atiende, aplicando estrategias de trabajo igualitario y en equipo; basando sus evaluaciones en observaciones individualizadas sobre el esfuerzo realizado, la disposición al trabajo, la participación constante y el deseo de superación; de tal modo que, lejos de menospreciar las capacidades de algunos educandos, preste mayor atención a quienes más requieran de su apoyo.
3.- Las composiciones gimnásticas, recurso valioso para una formación integral
Es común escuchar a los profesores en general comentar, que la preparación de las representaciones cívicas, los bailables regionales y las composiciones gimnásticas (que se realizan sobre todo para conmemorar hechos históricos y en especial el día de las madres), son una pérdida de tiempo; pero nada hay más alejado de la verdad.
A través de todas y cada una de estas actividades, es posible satisfacer las necesidades de protagonismo del niño y el adolescente, ayudándolos a vencer el miedo de hablar y actuar frente a un público; algunos de ellos, se atreverán a participar en forma individual, otros, los más tímidos, en grupo.
Basta observar la conducta de cada alumno, antes y después de haber realizado alguna actividad escolar delante de sus demás compañeros, maestros y familiares, para percatarse del cambio tan grande que se produce en su personalidad. El vencer miedo a exhibirse ante los demás y de saciar su afán de protagonismo, le reditúa a cualquier persona, una seguridad que difícilmente podría obtenerse por otros medios tan placenteros, atractivos y agradables.
Es por ello, que una de las tantas estrategias de las que puede valerse el profesor para alcanzar el principio formativo de la atención a la diversidad, es el trabajo colaborativo que se despliega en las composiciones gimnásticas. Esta actividad ha sido reconocida y utilizada a través del tiempo como representación artística con fines de lucimiento escolar, institucional o nacional; este último, en el caso de los eventos masivos de carácter deportivo y militar, aunque también han sido utilizadas como demostraciones de trabajo físico masivo, implícitamente preparadas con fines políticos.
Sin embargo, poco se ha reflexionado acerca de los beneficios que esta actividad reporta para la formación del educando, por lo que existe poca bibliografía referente sobre este tipo de trabajo en equipo.
De acuerdo a Acosta Ronquillo, las composiciones gimnásticas o cuadros artísticos, transmiten un mensaje por medio del movimiento corporal, el ritmo, y del manejo del tiempo y el espacio. Su carácter es básicamente educativo en vista de que representan un perfeccionamiento de la habilidad motora, coordinando el movimiento con la velocidad, la dirección, la amplitud y la tensión muscular, al tiempo que se trabaja la sincronización y la expresión artística.
Cabe señalar que este documento pretende enfatizar, más que los beneficios físicos que obviamente se obtienen en el desarrollo de las capacidades motoras del educando, aquellos de carácter formativo que promueven una cultura de inclusión y aceptación de la diversidad, ya que a través de esta actividad es posible inculcar en el niño y el adolescente, valores como el compañerismo y la responsabilidad, mismos que implican los hábitos de la constancia y el esfuerzo compartido.
Compañerismo, al enseñar al educando a colaborar con sus semejantes, compartiendo sus conocimientos y capacidades para apoyar a los demás en el logro de un mismo objetivo; esta es una forma de aprender que el verdadero éxito en esta vida se obtiene solamente, cuando todos han podido alcanzar la línea de meta.
Responsabilidad, al conocer y aceptar su porción de trabajo dentro de un equipo, así como una responsabilidad compartida que implica constancia y esfuerzo. Enseñar al niño que el concepto trabajo en equipo, se entiende como la suma de fuerzas y competencias, reflexionando sobre la lógica matemática de que dos son siempre más que uno. En otras palabras, en conjunto se logra siempre más, que avanzando en solitario.
Como paréntesis sobre este punto, es pertinente subrayar que hay culturas que tienen muy poco desarrollado el sentido de trabajo colaborativo; como ejemplo baste observar que a lo largo de la historia del deporte de alto rendimiento en México, los mayores logros se han obtenido en deportes individuales como los clavados, la natación, el boxeo, el ciclismo y el atletismo en pruebas como la caminata y más recientemente en pruebas de medio fondo, por lo que valdría la pena investigar en qué medida la ausencia de una cultura de trabajo en equipo repercute en el desarrollo de los deportes de conjunto.
Continuando con el tema, también es posible inculcar a través de las composiciones gimnásticas, el sentido de pertenencia a un grupo social, como parte del proceso de sociabilización. Cuando el alumno se sabe reconocido, aceptado, querido y valorado en su justa dimensión (a sabiendas de sus fortalezas y debilidades), aprende a quererse y aceptarse a sí mismo, generando seguridad en todo aquello que realiza, por lo que le será fácil insertarse e interrelacionarse en el grupo escolar, familiar y social al que pertenece.
Tener en cuenta la individualidad en un trabajo colectivo, es uno de los principios básicos para lograr el desarrollo integral de cada ser humano. Vivimos en comunidades cada vez más grandes y por ello, cada vez más despersonalizadas; nos hemos acostumbrado a ser una unidad de cualquier estadística; por tanto, a ser identificados por un número, una clave o un apodo. Para la formación del niño es importante el reconocimiento individual de su persona como parte de un proceso de autoafirmación, por lo que el profesor debe llamar a cada alumno por su nombre y enseñarlos a comportarse de igual manera con sus compañeros.
La integración educativa con base en la atención a la diversidad, se logra en las composiciones gimnásticas al incluir en ellas a alumnos de ambos sexos; intercalando en los festivales los trabajos presentados por los niños de escuelas oficiales (de esta forma se denominan en México a las escuelas subsidiadas por el gobierno), con las particulares (cuyos servicios se cubren a través de colegiaturas, o cuotas mensuales), así como a los alumnos de escuelas "regulares", con aquellos que por sus capacidades diferentes se hallan insertos en los Centros de Atención Múltiple (CAM), escuelas llamadas así en vista de que atienden alguna o varias de las múltiples discapacidades que se presentan en el niño y adolescente en edad escolar.
Las composiciones gimnásticas no se encuentran explícitamente contempladas como actividades a desarrollar en los currícula de los programas de educación física; sin embargo, cada institución escolar realiza por lo general una presentación gimnástica en el transcurso del año, dado que como se ha señalado, en la mayoría de los casos son utilizadas como recurso para lucimiento y festejo de celebraciones cívicas, sociales o deportivas.
Es preciso que el docente tome conciencia de todos los beneficios que esta actividad reporta al desarrollo físico y educativo del educando, con objeto de que al planificar su programa anual, sea incluida esta tarea como elemento clave para el desarrollo integral de cada alumno. Seguramente la mayor parte de los profesores ha realizado en una o varias ocasiones este tipo de actividad, ya sea por iniciativa propia o bien, persuadido por las autoridades de su escuela o de la institución en la que se desempeña; sin embargo, vale la pena cuestionarles sobre los motivos que los impulsan a aplicar dichas estrategias para saber si realmente están conscientes de las inmensas transformaciones que se producen en el educando cuando ha tomado parte en una de estas experiencias.
Por lo anterior, he aquí algunas observaciones que deberá tomar en cuenta el docente al momento de organizar un evento encaminado en prima instancia, a coadyuvar al niño en el desarrollo de una personalidad integral (al cubrir todas las áreas de su desarrollo), íntegra (al contribuir a su formación en valores) e integrada (al facilitarle su inserción en la comunidad de la cual forma parte):
- Evitar la competencia y optar por presentaciones en donde se cualifique la ejecución grupal así como otros aspectos de carácter artístico y técnico
- Diseñar un programa gimnástico que puedan realizar todos los alumnos, o bien, en donde a lo largo de su desarrollo, cada uno de ellos tenga un momento especial de lucimiento
- Integrar a todos los alumnos de uno o varios grupos y de ser posible a la totalidad de cada plantel sin menoscabo alguno de sus capacidades individuales o de su físico
- Incluir alumnos de ambos sexos en las composiciones gimnásticas
- Intercalar en el programa del festival, las actividades de alumnos con capacidades diferentes, con aquellos de las escuelas regulares.
- Personalizar los uniformes de cada niño con su nombre, al frente y en la parte posterior, con un tamaño visible a distancia.
- Integrar a los padres de familia en actividades colaterales a estos eventos
En México, la Dirección General de Educación Física en el Distrito Federal, a través de la Subdirección de Extensión y Desarrollo Deportivo Escolar, ha optado por la inclusión en su Cronograma Anual de Actividades, del Festival Pedagógico (actividad no competitiva) de Composiciones Gimnásticas, el cual tiende a promover la unificación de todos los participantes sin menoscabo de la diversidad de sus potencialidades, aportando beneficios colaterales en las experiencias significativas del niño y el adolescente de la educación básica.
Para finalizar, bastaría responder si al esfuerzo evidente y al sentimiento de realización personal DE UNO SOLO de estos niños, podría denominársele… ¡TIEMPO PERDIDO!
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Por:
María de Lourdes Sánchez Franyuti
Dirección General de Normatividad
Dirección General de Educación Física
México, Distrito Federal
México