- Robots a imagen y semejanza del hombre
- Robot hecho humano
- Robotología militar
- Aprender y experimentar con robots
- Robots la mano amiga del hombre
- Automatización humana y la inteligencia artificial
"Los robot en la época pasada marcaron el inicio, entre mecanismos, cuerdas, que permitían sorprender a sus fieles a cambio de recibir milagros".
Desde hace mucho tiempo atrás me saltó la curiosidad de conocer si estos seres autónomos, humanoides o simplemente robots, estarían inmersos en algunos mitos o fantasías. De ahí que acudí a la biblioteca particular y por casualidad encontré una obra "Educatrónica" de Enrique Ruiz-Velasco Sánchez, quien hace un breve recorrido a la antigüedad a través de un viaje imaginario por Grecia, Roma, Egipto, India y China. La verdad jamás había tomado en cuenta los orígenes y antecedentes de épocas atrás de los robots y cómo fueron dando forma hasta llegar a la actualidad como seres autónomos capaces de llegar a realizar actividades similares o algunas superiores al ser humano.
Según el autor de esta obra "los robots radican desde hace 3000 años, lo sorprendente es que hace referencia a escritos imaginarios que mencionan dispositivos robóticos, trípodes móviles en la Ilíada, Libro IX". Me pareció interesante, indagando la Ilíada, en su Rapsodia 18, se menciona a Hefaistos, el dios deforme, quien es asistido por jóvenes doncellas de oro, dotadas de ruedas en los pies para que pudieran llegar a donde los dioses se congregaban, y después, volver a casa. En la biblia también habla de los teraphim, que eran cabezas momificadas con encadenamientos debajo de la lengua y lo insólito que hablaban cuando eran consultadas por Nabucodonosor. Otro acontecimiento, según el autor, es que Talos, hombre de bronce construido por Hefaistos para Minos, rey de Creta, vigilaba la isla recorriéndola completamente tres veces al día. Si algún extraño se aproximaba a la costa. Talos se ponía al rojo vivo y abrazaba al intruso.
El mundo oriental creía que las estatuas tenían vida propia y que sus dioses se comunican con los humanos a través de ellos. En cambio en Roma las estaturas e imágenes, eran tiradas por cuerdas para sus movimientos, es decir eran una manipulación intencionada de sacerdotes para que creyeran sus súbditos.
También hace énfasis en sus séptima Oda Olímpica, donde Píndaro (520 a. C.) habla de imágenes animadas que había en Rodas y Creata. Lo más espeluznante es que Dion Casio (155-240 d.C.) afirma que una estatua sudaba y sangraba sangre ante la proximidad de un desastre, así como ciertos movimientos para mostrar voluntad a los dioses.
Es evidente que la mayoría de dispositivos creados en esas épocas, eran constituidos por medio de trucos, de todo tipo de mecanismos como cuerdas, articulaciones, para que imágenes y estatuas cobren "vida" y pudieran emitir voces así como ciertas actitudes permitiendo a ciertos sacerdotes sorprender a sus fieles a cambio de recibir milagros.
Robots a imagen y semejanza del hombre
La idea de autómatas, humanoides o robots, ya sea en forma literaria o tecnológica, se fue haciendo cada vez más sobresaliente a partir del siglo XVI.
Algo divertido que sea para el autor es escribir acerca de robots, introducirse en el submundo de la investigación. Los antecedentes son promisorios, en un artículo titulado "Los robots entre Mitos y Fantasías" comentaba que es evidente que la mayoría de dispositivos creados en esa épocas, eran construidos por medio de trucos, de todo tipo de mecanismos como cuerdas, articulaciones, para que imágenes cobren vida y pudieran emitir voces así como ciertas actitudes permitiendo a ciertos sacerdotes de la época sorprender a sus fieles, a cambio de recibir milagros. En búsqueda de información, me llevó a dar con diversos autores como Rabelais, Cervantes y Mary Shelly.
Según el autor del libro "Educatrónica", Enrique Ruiz-Velasco Sánchez, investigador del instituto de investigación sobre la Universidad y la Educación, los autómatas estaban dados por una corriente filosófica de la época que pregonaba que el hombre era una máquina sofisticada, es así como aparecen los primeros autómatas.
Velasco Sánchez, realiza entonces un recorrido de cómo se idearon los primeros autómatas, comenzado desde la descripción histórica a partir del siglo XVI, muy enriquecedora; siguiendo con Rabelais (1450-1553), describe como Gargantúa toma de pasatiempo favorito el construir un millar de pequeños artefactos automáticos que se mueven por sí mismos. El más conocido de todas las épocas, Cervantes (1547-1655) en la segunda parte de Don Quijote, hace mención a un caballo de madera capaz de volar. Mary Shelley en 1818, en la novela Frankestein pero incluido su nombre y apellido, es quizás el ejemplo más conocido de hombre artificial.
Entrando a los años treinta, el robot alfa, en las exposiciones de Londres y Nueva York, daba cuenta de sus habilidades para decir la hora y leer los periódicos. Sin dejar de lado las películas que fueron el escenario propicio para la presentación de autómatas, como Blade Runner, robot semejante al ser humano que era casi imposible de ser distinguidos. En la película Saturno 3 y Demon Seed, son considerados robots protagonistas que tienen actitudes inteligentes, con deseo de procrearse. Sin duda, en el año 1977 la Guerra de las Galaxias da una clara muestra de lo que es un robot técnicamente factible con características humanas. Mago de Oz, no del grupo español de rock, sino de la película, actúa un prototipo antropomórfico de los robots que aplican cualidades humanas a objetos.
La maravillosa evolución de los robots desde épocas antiguas, entre mecanismos, mitos y fantasías, se logró conocer cómo fueron manipulados y qué propósitos cumplían. Sin duda alguna las películas han sido el escenario propicio para la presentación de diversos robots, que salieron de la literatura, haciéndose cada vez más prominentes a partir del siglo XVI, adaptando para ello gran variedad de prototipos a escalas real o similar. En definitiva el camino estaba marcado para los autómatas que comenzaban hacer novedad y a relacionarse de apoco con la robótica que es la ciencia que estudia a los robots.
Una historia real que lleva a los robots a obtener su humanidad, a pesar que los seres humanos no tolerarían la idea que pudiera existir un humano inmortal.
Al investigar de robots y su evolución se va por grandes olas de información, que datan de años 40, y sus diversos acontecimientos que han marcado el inicio de estos robots o humanoides, que trataré de contar a través de una historia real del progreso de los robots que podrían llegar a ser semejantes a un humano.
Por obvias razones un robot no nace, sino que se fabrica, tardó cuatro generaciones en su construcción pieza tras pieza y miles líneas de código; cada día se iba dando vida al robot Roberth en la casa de uno de sus dueños. Para aquellas épocas ya aparecieron los primeros robots caseros y alguno de ellos en la película de ciencia ficción como la Guerra de las Galaxias que dio fama a robots con voz artificial.
Las ocurrencias de sus inventores no tenía límite alguno, adelantándose a las ganancias que generaba la venta de su modelo de robot, se abrió una cuenta bancaria a nombre de Roberth. Todos los ingresos con el pasar los años fueron acumulándose, los mismos servirían para pagar sus propias reparaciones, actualizaciones, mejoras, entre otras características más, éstas se basaban en modelos de otros robots que en esos momentos estaban desarrollándose. Roberth ya tenía prestigio ganado sobre sus antecesores y modelos similares, logrando que la Función Legislativa norme leyes a favor de los derechos de los robots, pero ¿cuáles serían éstas? Básicamente el derecho a la vida, por cuanto un robot podría ser desmontado en cualquier momento. Con las exitosas ganancias, éste decide comprar su libertad y ante tribunales la formaliza, dado que no existía precedente alguno de que algún robot quisiera ser libre. Roberth con la independencia en su poder compra su casa sin cocina y sin baños higiénicos por obvias razones.
La decisión de cambiar de robot a humano está en camino, cambiando la piel que recibe estímulos, por capas de plástico que cubre todo su cuerpo que ocultan sus articulaciones mecánicas. Con el avance de los años, Roberth está dispuesto a adoptar una cámara de combustión para obtener una descomposición catalizada y controlada de alimentos, para generar energía y causar movimientos como un humano de verdad.
Los robots por lo general no tienen género, Robert decide tomar el sexo masculino y adopta ano y genitales, además de ser un escritor tiene numerosas patentes que viven en su cuerpo. Roberth hecho todo un hombre, desarrollado en las aulas de laboratorios y con los mejores investigadores del mundo, se apresta a realizar sus propias investigaciones por lo que decide viajar a la luna. Roberth deseaba luchar por ser humano, aunque él sabía que sería difícil obtener su humanidad puesto que los seres de carne y hueso, no tolerarían la idea que pudiera existir un humano inmortal.
Con esta historia ya se anticipaba la evolución de la tecnología e informática actual, la realidad virtual, los ciberespacios (maravillosas aplicaciones de la realidad virtual), los viajes en tiempo real, entre otras más evoluciones que con el pasar de los años irán implementando.
La industria militar de última generación, es la más desarrollada por sus diversos dispositivos robóticos inofensivos y destructivos.
La imperiosa necesidad de aprender ciencia y tecnología en una rama de la robótica que está enrolada en este contexto, son los simuladores que sirven para el entrenamiento de pilotos de aviación, manejo de tanques, buques de combate a control remoto, aviones no tripulados, sistemas de misiles Patriot, dispositivos para detectar y hacen detonar bombas, entre otros, son algunos de los ejemplos de la robótica acantonado en el campo de la milicia. Aunque aparentemente todo lo militar puede llegar a destruir, esto no es así, también los robots militar tiene otro fin de ser inofensivos.
Los robots militares inofensivos están construidos de tan forma que contribuyen a nuestra seguridad, una de las más conocidas es la detección y desactivación de minas antipersonales. Estos robots están identificados como vehículos, por sus funciones de tracción, un alto blindaje de acero y un dotado de un brazo mecánico, cuyo control es a distancia; su función es la desactivación de bombas y si éstas llegan a explotar inesperadamente, no llegaría a afectar a la estructura del vehículo y sus componentes puesto que están fabricados para minimizar los posibles daños.
La industria militar es un sector ampliamente desarrollado y una de las que más dinero ha invertido en el desarrollo de los sofisticados e inteligentes robots. Así podemos notar algunos ejemplos: robots móviles usados en aplicaciones nucleares, trabajadores-robots que realizan la labor de eliminación y manipulación de materiales radiactivos y peligrosos para el ser humano.
Contrario a los robots inofensivos, están los destructivos provistos de sofisticados sistemas de navegación y sensores de alto alcance, considerados por su parcial autonomía, puesto que éstos están programados para ejecutar una determinada tarea; así tenemos los antimisiles que destruyen misiles antes de que lleguen a su objetivo o aviones no tripulados, así como una simpática mula robótica desarrollada por el Pentágono en EE.UU, utilizada para la transportación de material bélico por caminos de difícil acceso vehicular y otros robots militares que simulan comportamientos de animales reales, como las ardillas y aves que sean capaces de engañar al enemigo siendo considerados robots de última generación.
Esta industria militar no solamente ha quedado en la construcción de robots y sus diversas aplicaciones, sino también ha incursionado en la producción de dispositivos robóticos para la detección de radares, ondas espaciales, satélites espías, entre otros dispositivos; así mismo, implementado con reconocimiento de formas y patrones, con sensores, inteligencia artificial en un cerebro altamente sofisticado, además muchas más aplicaciones muy interesantes e inspiradoras en el área espacial.
Sin duda alguna la amplia aplicaciones de robots militares inofensivos y destructivos, ha permitido un desarrollo industrial, apoyados por ingentes inversiones económicas de naciones en la producción masiva de dispositivos robóticos y la necesidad de educarse en la ciencia y tecnología por intermedio de este campo de aplicación.
Aprender y experimentar con robots
La evolución de los robots, a pequeñas piezas diseñadas para armar, es la forma para aprender de manera racional e inteligente las ciencias y la tecnología.
Desde niños la ilusión de tener en nuestras manos el primer robot, estaba relegada a simples juguetes sin movimientos que de alguna forma puedan ser entretenidos. La limitación era tal que nuestras manos se convertían en tentáculos para darle vida a estos juguetes en conjunto con la imaginación y la simulación de movimientos, como si fuera uno de verdad que pudiera caminar, esquivar obstáculos, levantarse de cualquier caída o emitir algunos sonidos provenientes de nuestra boca.
Aunque los juguetes seguirán siendo juguetes, éstos han tenido su evolución, transformándose de aburridos muñecos a robots con sin número de piezas plegables, con mecanismos autónomos, es decir capaces de moverse solos. Los robots íntegramente no están aislados de la mano humana, puesto que estos necesitan de quien les de vida para que cumplan una determinada misión o actividad; independiente de las actividades que vayan a desempeñar, éstos han despertado interés en todas las edades, especialmente en niños y jóvenes.
En el ambiente educativo ha dejado un impacto indeleble, puesto que está siendo una discusión a todo terreno, hablar de robots. Por ello se preparan proyectos prácticos para aprender la construcción y el control de distintos prototipos robóticos con fines didácticos. Demostrando así, que es factible integrar pedagógicamente las tecnologías de la información y comunicación en la práctica y el estudio. Las destrezas no pueden estar aisladas de la realidad, peor aún sin la manipulación o la acción de sentir ese contacto físico para armar algún tipo de robot.
Son diversas las opciones que pueden dar origen a la construcción de robots, desde kits que no son más que conjuntos que ya tienen diseñadas sus piezas específicas. Lo único que se tiene que hacer es armar, de acuerdo a las funciones que vaya a desempeñar. Además se pueden hacer una gran gama de combinación entre los diversos kits de robots para armar, incluyendo la combinación de materiales de reciclaje (motores eléctricos de 3 ó 5 voltios de carros de juguetes, plásticos, pilas).
También existe una gran diversidad de proyectos que pueden realizarse a partir de materiales de reciclaje que están disponibles en el mercado. Estos prototipos de robots permiten el estudio de diferentes disciplinas, las combinaciones de las ciencias exactas con las ciencias experimentales y las ciencias sociales. Además existen otros que se podrían desarrollar a escala como: cucarachas, insectos, grúas, carros de competencias, robots repartidores de propaganda, robots bailarines, robots futbolistas, robots más avanzados que mantienen conversaciones, entre otros.
Lo interesante del mundo de los robots, es sin duda poder armar kits de piezas, jugar, aprender y experimentar de manera racional e inteligente, todas las bondades que ofrece desde el punto de vista didáctico, cognitivo y tecnológico, plasmados en proyectos construidos con materiales reciclados, mientras otros son desarrollados con fines específicos.
Robots la mano amiga del hombre
El uso de robots en todas las actividades del hombre, es sin duda la ventana abierta a contribuir con la tecnología, en beneficio de necesidades humanas.
Ver a simpáticos y llamativos robots construidos con diferentes diseños al igual que sus programas y las funciones que vayan a realizar, ya no es cosa de ficción; no extraña verlos con singulares características como su precisión, grados de libertad y coordenadas (a la hora de realizar una acción o movimiento) y el poder de aprendizaje que pueden llegar a tener. Aunque los hemos escuchado con la denominación de androides, industriales, híbridos, móviles y los zoomórficos, cada uno desempeña funciones diferentes.
Los robots androides son los que más se parecen y actúan como seres humanos, así lo demuestra su conducta autómata; es decir, realizan tareas automáticas bajo supervisión de un humano, están programados en un "software" y siguen al pie las reglas para realizar una determinada acción. Este tipo de robots con tecnología artificial, han sido utilizados como un método terapéutico para comprender la transición que existe entre la vida y la muerte. Puesto que asumen características como la conducta, e incluso graban la voz de la persona antes de que fallezca y posteriormente la reproducen.
De los robots con apariencias humanas, pasamos a los industriales, cuya diferencia radica en que utilizan un brazo robot (articulaciones y movimientos) capaz de realizar tareas complejas, pesadas y con precisión. Por ejemplo, sus pinzas permiten tomar diferentes materiales, piezas, herramientas, dispositivos, todas ellas programadas con varios grados de liberad. Tenemos otros robots de precisión cuya aplicación es la soldadura, pintura y taladro, también son conocidos como brazos robóticos.
Los robots zoomórficos, tienen una característica que les hace diferente al resto de robots "la locomoción"; es decir, imitan a distintos animales; los más desarrollados y experimentados están dados en perros y gatos autónomos, capaces de evolucionar en superficies ásperas y rocosas; y otros más avanzados, capaces de aprender lo que su amo les indique. No se quedan atrás otros desarrollos que podrían imitar el vuelo de abejas, moscos u otros; diminutos seres que serían utilizados para evitar posibles tragedias o rescate de personas en diversos desastres.
Los autómatas híbridos son aquellos que tienen una combinación entre los robots móviles y zoomórficos; por ejemplo, tienen articulaciones y ruedas, su cuerpo se parece a un carro móvil y uno de sus brazos es semejante a los robots industriales. Aunque estos robots tienen una apariencia similar a los seres humanos, son útiles por sus características de versatilidad para realizar trabajos complejos y exigentes; entre uno de ellos está el vehículo explorador, adaptado a todo terreno, utilizado en misiones robóticas en la luna.
En fin, los diferentes robots por las funciones que realizan, han significado grandes avances en la tecnología y sobretodo, al servicio de cientos de necesidades, desde pequeños robots, brazos automatizados, hasta diminutos seres capaces de volar como uno de verdad, con capacidad de rescate a donde el hombre no puede acceder.
Automatización humana y la inteligencia artificial
Los automatismos aplicados a los sistemas inteligentes, pretenden ser la solución a problemas complejos, que el humano tardaría mucho tiempo en realizar, determinados procesos.
La velocidad tecnológica y la imperiosa necesidad de mejorar procesos habituales dentro de empresas e instituciones, ha dado lugar a la transformación y con esto, a inmigrar hacia un ambiente de la automatización. Este imperioso requerimiento, aunque sea dependencia de la tecnología, se hace necesario para resolver innumerables problemas en pocos segundos; sin embargo, los altos costos de implementación no han sido impedimento para automatizar algunos de sus procesos. Hoy en día es común encontrar sistemas, que a más de interactuar con sus usuarios, se han convertido en una herramienta innovadora y necesaria para la sociedad.
Desde el punto de vista de la innovación, la tecnología informática aplicada a la automatización está ganando más adeptos de los que pensaríamos; así podemos ver los simuladores inteligentes, armas inteligentes, control automático de procesos y automatización de decisiones. Todo este principio de hacerlo automatizado, está derivando hacia la búsqueda de mejorar la innovación, con la aparición de nuevas aplicaciones ha dado lugar a sustituir el ser humano por máquinas, por ejemplo en las fabricas los empleados son mínimas, que tan solo con un chip pueda contener todo un proceso productivo.
La inteligencia artificial, término acuñado en el mundo de la robótica, es una estrategia, que desde luego nos causaría curiosidad y un poco de cosquilleo en la barriga, a manera de broma. Como algunos "genios locos" están intentando aplicar el concepto de inteligencia a sistemas automatizados, ¿pero qué de verdad existe?, a decir de la inteligencia con capacidades de razonar de forma artificial como si se tratara de una persona real.
Solo imagínese que un sistema experto con aplicación de inteligencia artificial que, en su pantalla de la computadora, un cibermédico en cuestión de segundos le dé el diagnóstico exacto de su enfermedad y la medicina. O una herramienta para la detección de la leucemia aguda a partir de un análisis morfológico de imágenes digitales, por medio de la extracción de características de las células que permitan construir modelos y que sirvan para clasificar nuevas muestras, entre otros sistemas expertos, aplicados a la solución de problemas que requieren un comportamiento inteligente.
Es así que la inteligencia artificial, ha abierto el camino hacia dónde va la ciencia, siendo usada para automatizar; por ejemplo, simular el funcionamiento de alguna parte de nuestro cuerpo, como ver y oír, contestar y aprender de las preguntas, resolver problemas y extraer conclusiones. Según expertos, estos avances tecnológicos irán sustituyendo muchos aspectos humanos, mientras tanto otros expertos opinan que, todavía falta camino por recorrer para igualar o superar al ser humano.
En la sociedad, dentro de las ciencias de la computación, la Inteligencia Artificial es una de las áreas que causa más expectación, siendo desarrollada por su aplicación en la automatización, en la resolución de problemas, que el humano no podría llevar en efecto, sino por minuciosos procesos complejos, almacenados todos ellos en pequeños dispositivos y muy potentes en aplicación.
Autor:
Roberto Camana
robertocamana[arroba]yahoo.es