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Género, una alternativa para la seguridad alimentaria y nutricional


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Equidad y enfoque de género
  4. La seguridad alimentaria y la producción de alimentos
  5. La inseguridad alimentaria
  6. La disponibilidad alimentaria
  7. Conclusiones

Resumen

Garantizar el desarrollo de la alimentación debe incluir de manera preferente a las mujeres para asegurar que llegue a todas y cada una de las personas que integran los grupos familiares.

El propósito de este trabajo consiste en la aplicación del enfoque de equidad de género en los proyectos, para que se ejecuten estrategias y acciones que valoren apropiadamente los roles y los aportes de hombres y mujeres al desarrollo, que garanticen la igualdad de oportunidades, de participación en las decisiones y actividades de los proyectos y las organizaciones, que aseguren la equidad en el acceso y control de los recursos y los beneficios que el proyecto produce en su área de intervención; como un paso necesario para la construcción de un desarrollo equitativo y sostenible, que asegure mejores condiciones de vida para toda la población.

Consiste por lo tanto, en ofrecer orientaciones y elementos metodológicos que faciliten a los usuarios y usuarias la incorporación transversal del enfoque de género en las acciones básicas de la implementación de proyectos.

El articulo busca explicar en forma global los conceptos básicos y principios que deben ser manejados por la UP (Unidad Productiva) cuando aplica el enfoque de género, como un elemento estratégico del proyecto a la promoción y difusión del proyecto, la selección y contratación de prestadoras de servicios, la organización de la estructura local para la ejecución, la planificación estratégica, la focalización de las organizaciones y la población objetivo.

Introducción

Género es el conjunto de características sociales, culturales, políticas, psicológicas, jurídicas, económicas asignadas a las personas en forma diferenciada de acuerdo al sexo. Género refiere a diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres por razones sociales y culturales. Estas diferencias se encuentran en los roles (reproductivo, productivo y de gestión comunitaria), responsabilidades, conocimientos, necesidades, prioridades relacionadas con el control, acceso y uso de recursos y la distribución de los beneficios.

A diferencia del sexo biológico, los roles de género y los comportamientos y relaciones entre hombres y mujeres (relaciones de género) pueden cambiar con el tiempo, incluso si ciertos aspectos de estos roles derivan de las diferencias biológicas entre los sexos.

DESARROLLO

Equidad y enfoque de género

Por equidad de género se entiende el trato imparcial de mujeres y hombres, según sus necesidades respectivas, ya sea con un trato igualitario o con uno diferenciado pero que se considera equivalente en lo que se refiere a los derechos, los beneficios, las obligaciones y las posibilidades.

En el ámbito del desarrollo, el objetivo de lograr la equidad de género, a menudo exige la incorporación de medidas específicas para compensar las desventajas históricas y sociales que arrastran las mujeres. La equidad de género se inscribe en un contexto más amplio de equidad y justicia social que incluye otras variables como etnias, edades, afiliación religiosa, grupos socioeconómicos y otros.

El enfoque de género es la forma de observar la realidad con base en las variables "sexo" y "género" y sus manifestaciones en un contexto geográfico, étnico, económico e histórico determinado. Este enfoque permite visualizar y reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad entre hombres y mujeres expresadas en el favoritismo de un grupo en detrimento del otro, el conocimiento de la situación específica de cada grupo y la identificación de las diferencias en sus necesidades, limitaciones y potencialidades.

La transversalidad del enfoque de género es el proceso de valorar las implicaciones que tiene para los hombres y para la mujer cualquier acción que se planifique, ya se trate de legislación, políticas o programas, en todas las áreas y en todos los niveles. Es una estrategia para conseguir que las preocupaciones y experiencias de las mujeres, al igual que las de los hombres, sean parte integrante en la elaboración, puesta en marcha, control y evaluación de las políticas y de los programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, de manera que las mujeres y los hombres puedan beneficiarse de ellos igualmente.

La seguridad alimentaria y la producción de alimentos

La seguridad alimentaria en los hogares es un tema de gran relevancia, principalmente en países con gran inequidad económica en donde es muy importante prestar atención no sólo a la seguridad alimentaria a nivel nacional sino también a niveles más desagregados. Si en el ámbito nacional la disponibilidad alimentaria es suficiente para toda la población, pero los hogares no tienen acceso a los alimentos o su aprovechamiento es deficiente por falta de higiene o enfermedades, no existe seguridad alimentaria. Además, se debe tener en cuenta las características de los grupos vulnerables (niños, mujeres, embarazadas y lactantes, refugiados, etcétera). Los grupos pueden ser vulnerables por causa de situaciones fisiológica o socioeconómicamente comprometidas.

En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (Roma, 1996) los Gobiernos se comprometieron a reducir la inseguridad alimentaria a la mitad de la cifra de 1996 en el año 2015. Esta meta es imposible de lograr sin prestar atención a la seguridad alimentaria en el ámbito de los hogares. Existe una gran cantidad de definiciones de seguridad alimentaria. La definición de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (Roma, 1996), es la siguiente:

Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos paras satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida sana y activa.

En la búsqueda de operativizar el concepto de Seguridad alimentaria y nutricional (SAN), la FAO considera en su accionar cuatro pilares básicos: a) producción de alimentos, b) acceso económico, físico y cultura a los alimentos, c) consumo apropiado de los alimentos y d) utilización biológica de los alimentos. Este abordaje está directamente relacionado con el enfoque del derecho que tiene el ser humano de disponer de los alimentos sanos y nutritivos, tener acceso sea por la capacidad de compra o propia producción, contar con la educación adecuada para el consumo de los mismos, y realizar un adecuado aprovechamiento biológico, que depende de factores como la salud humana y el saneamiento del agua y del hogar, entre otros. Este trabajo tiene la finalidad de describir las interrelaciones existentes entre cada uno de los pilares mencionados, de tal forma que se evidencia que el trabajo en SAN es de carácter multisectorial debido a que las situaciones que provocan inseguridad alimentaria entre la población vulnerable son de origen multicausal. Se propone como parte de estas interrelación un modelo basado en la Teoría de sistemas, que incluye la organización de los actores y la planeación estratégica para el logro de una seguridad alimentaria con equidad. Estos resultados constituyen un aporte teórico a la concepción y organización de la gestión de este modelo y un instrumento metodológico y organizativo importante.

Cuando se trata de de promover la SAN desde la perspectiva de género, hay que tomar tres aspectos básicos. En primer lugar, que es necesario asegurar condiciones de equidad de género en cada uno de los pilares básicos mencionados, lo cual tiene que ver con garantizar el acceso, uso y control de los recursos y servicios bajo condiciones de equidad entre hombres y mujeres.

En segundo lugar se requiere de claridad en cuanto a las acciones estratégicas que es necesario implementar para reducir las brechas entre los géneros y que apunten hacia el logro de la promoción de mayor igualdad entre hombres y mujeres. En tercer lugar, es necesario el abordaje de la SAN teniendo como referencia general los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) vinculados con cada uno de los pilares de la SAN.

Bajo este marco general, también es necesario un abordaje holístico de la SAN dejando atrás la consideración generalizada de que la seguridad alimentaria y nutricional se limita a la producción y distribución de alimentos, y en muchos casos reducida a la producción de granos básicos.

Desde el abordaje multisectorial que aquí se plantea, la producción de los alimentos supone por un lado producir en suficiente cantidad y calidad, y que éstos a su vez se encuentren disponibles en el momento necesario. Para esto n, se requiere de una producción estable de los alimentos durante todo el año, de acciones orientadas a la innovación tecnológica que permita producir más a menos costo. En este pilar considerar la perspectiva de género supone la promoción del acceso y control a los rexcursos productivos, conocimientos, tecnología, crédito, equipo y tierra entre otros. Es estratégico para el cambio de las relaciones de poder y dominación entre nlos géneros, facilitar las condiciones que promueven la participación de las mujeres, brindar oportunidades en términos de tiempos y espacios adecuados, el apoyo de hombres en trabajo reproductivo, cuido de niños y niñas por ejemplo, la asignación y legalización de tierras, entre otros.

Desde el acceso a los alimentos, este debe ser físico, económico y cultural, es decir que se incluye tanto el acceso a los recursos para producir y/o para adquirir los alimentos adecuados a una dieta nutritiva, como garantizar el acercamiento de los alimentos de los centros de consumo, así como también garantizar que los hogares y los individuos no lleguen a estar en alto riesgo de perder acceso y control de los recursos, conocimientos, habilidades, equipo y materia prima para mujeres y hombres que permitan la obtención de recurso económico para adquirir los alimentos adecuados en cantidad y calidad para cada persona. Resulta estratégico para el cambio de las relaciones entre los géneros la generación de empleo y la promoción de la autonomía económica de las mujeres tanto adultas como jóvenes.

Por su parte la promoción del consumo apropiado, involucra la educación para una alimentación y nutrición responsable, manejo inocuo de los alimentos, saneamiento básico de los hogares. En la promoción de la equidad entre los géneros, el acceso y control al conocimiento sobre consumo responsable de los alimentos en condiciones de equidad para mujeres y hombres para adoptar hábitos responsables de los alimentos resulta altamente estratégico. Para el cambio en las relaciones se requiere promover la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en lo que se respecta a los conocimientos y practicas de la nutrición en hijos e hijas, de tal manera que los hombres participen en la adopción y transmisión de procesos de manejo de las cuestiones nutricionales hasta ahora limitadas a las mujeres.

Respecto a la utilización biológica de los alimentos, la promoción de una dieta adecuada, en el uso del agua segura y la salubridad básica en los hogares para otorgar atención primaria en salud, de tal manera que los hogares adopten hábitos de vida saludables. En este ámbito, el fortalecimiento de la equidad de género se logra partiendo del acceso a la organización y al liderazgo de mujeres y hombres de los ambientes saludables en los hogares y los territorios, así como el involucramiento de hombres en el saneamiento del hogar y la comunidad y a su vez la inserción de mujeres en las organizaciones, reforzado con el apoyo a un ejercicio de los liderazgos femeninos en puestos de toma de decisiones.

Aun cuando se dispongan de suficientes alimentos de nivel nacional, resulta claro que su distribución no es equitativa; muchas personas carecen simplemente de los medios económicos para adquirirlos. Además existen factores como la calidad e inocuidad alimentaria que afectan la seguridad alimentaria en los hogares.

Existe inseguridad alimentaria cuando hay personas que carecen de acceso a una cantidad suficiente de alimentos nutritivos e inocuos, y por lo tanto, no consumen los alimentos que necesitan para un crecimiento y desarrollo normal a fin de llevar una vida sana y activa.

En 1996 la cantidad estimada fue alrededor de 800 millones de personas .Desde 1999 la FAO publica "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. En América Latina y el Caribe viven 55 millones personas en inseguridad alimentaria (SOFI, 2000). El objetivo de la Cumbre Mundial sobre la alimentación es de reducir a la mitad la cifra de 1996 en el año 2015.

La definición de seguridad alimentaria también se refiere a la calidad de los alimentos y la utilización biológica; entonces no sólo implica déficit de energía sino de otros nutrientes (hambre oculta). En este sentido se destacan los micronutrientes yodo, hierro y vitamina A.

La deficiencia de hierro es uno de los principales problemas de micronutrientes de América.

Según el ICCIDD/OMS/UNICEF la tasa total estimada de bocio en escolares para la región en 1993 es de 8,7%, con prevalencias que oscilan del 0 % en Uruguay al 48,7 % en Paraguay. Con base en esta información se estimó que la población en riesgo de deficiencia de yodo es de 37,8 % (168 millones de personas) y con bocio es de 14,2 % (63 millones).

La deficiencia clínica de vitamina A en América Latina, estimada por la UNICEF y la Universidad de Tulane, fue de 0,35 % para 1985 la que descendió a 0,24 % en 1995 (120 mil individuos). La deficiencia de vitamina A tiene su predominio en las zonas áridas del nordeste de Brasil, Haití y América Central; sin embargo, las encuestas epidemiológicas indican que esta deficiencia está distribuida en la región de manera más generalizada que la que los datos clínicos parecen indicar. Según las zonas geográficas de estudio, en Bolivia se han encontrado prevalencias de niveles bajos de retinol sérico de 9,0 a 19,3 % y en Brasil de 13,2 a 48,8 %.

La FAO desarrolló una metodología para clasificar y caracterizar a los grupos vulnerables de un país. Esta metodología está basada en la fuente primaria de sustento, puesto que es fácil de aplicar e integrar los múltiples factores que determinan la inseguridad alimentaria. En algunos países ya fueron elaborados los perfiles de los grupos vulnerables: Guatemala, Vietnam y Benín.

La inseguridad alimentaria

La inseguridad alimentaria es el resultado de la pobreza y es causa de la desnutrición. Por otro lado, la desnutrición también es una causa de pobreza.

Para entender mejor los varios factores relativos a la inseguridad alimentaria y sus vínculos, el Grupo Interagencial para el Sistema de Información y Cartografía sobre la Inseguridad Alimentaria y la Vulnerabilidad (SICIAV), preparó un marco conceptual como ejemplo de los vínculos entre alimentación, salud y la prestación de cuidados.

Tomando en cuenta el marco conceptual, se analizan a continuación los factores necesarios para que exista seguridad alimentaria y sus respectivos obstáculos.

Disponibilidad

Suficiente cantidad de alimentos inocuos y nutritivos, provistos por la producción, poder de compra y accesibilidad en el mercado. La disponibilidad de alimentos locales depende tanto del funcionamiento eficaz del mercado como del suministro nacional de alimentos.

Obstáculos a la disponibilidad suficiente:

• Falta de acceso a recursos (tierra y potencial de la tierra, riego, herramientas, técnicas)

• Producción insuficiente

• Pérdidas pre y poscosecha

• Funcionamiento ineficaz del mercado

Estabilidad

Un abastecimiento confiable de productos alimenticios en todo momento y para

todos los miembros de la familia (espacio y tiempo).

Obstáculos a la estabilidad:

• Falta de diversidad de la producción

Ingresos bajos

• Falta de diversificación de los ingresos

• Desastres naturales

Crisis económicas o políticas

Acceso

Recursos suficientes, factores sociodemográficos (por ejemplo pobreza) y acceso físico que afectan la capacidad para adquirir alimentos.

Obstáculos al acceso:

• Bajo nivel de ingresos

• Larga distancia a los mercados

• Infraestructura deficiente (mercados, carreteras).

La disponibilidad, el acceso y la estabilidad, junto con la prestación de cuidados a grupos vulnerables, afectan el consumo de alimentos dentro de la familia. La prestación de cuidados consiste en dedicar tiempo, atención, apoyo y conocimientos prácticos en el hogar y la comunidad para satisfacer las necesidades físicas, mentales y sociales de los grupos desde el punto de vista nutricional. La prestación de cuidados puede darse dentro de las familias y las comunidades o por instituciones externas. Entre los grupos vulnerables nutricionalmente, la prestación de cuidados suele centrarse en los niños, pero

también hay otros grupos vulnerables, como las madres, los refugiados, los ancianos, los incapacitados, los campesinos sin tierras y los desempleados.

Utilización biológica de los alimentos

Se refiere a la utilización de los alimentos por el individuo y tiene que ver con la salud individual, una dieta balanceada e inocua, el saneamiento y la higiene.

Obstáculos a la utilización:

• Mala salud

• Falta de higiene personal y de los alimentos

• Mala calidad de agua

• Pobre saneamiento

• Falta de servicios de salud

• Insuficiente calidad e inocuidad alimentaria

• Prestación de cuidados deficiente

La calidad del agua es un factor muy importante para la utilización adecuada de los alimentos. La mala calidad del agua pueda causar diarrea, una de las cinco mayores causes de muerte en los niños menores de 5 años en el mundo.

La proporción de población con acceso a saneamiento básico, otro determinante en el aprovechamiento biológico de los alimentos, muestra una gran variabilidad, que oscila entre el 25% (Haití) y el 90% (El Salvador), asociada al distinto grado de ruralidad de los países de la región.

La disponibilidad alimentaria

Otros factores

A nivel nacional hay otros factores que afectan la disponibilidad, el acceso, y la estabilidad del abastecimiento alimentario, además de los factores relacionados con la utilización biológica de los alimentos y la prestación de cuidados a los grupos vulnerables. Estos factores son entre otros: el crecimiento de la población, lo cual causa una alta presión sobre los recursos naturales limitados y la situación ambiental (calidad del agua y saneamiento); la pobreza y la educación altamente relacionadas; la situación económica y política; el medio ambiente y las condiciones del mercado (nacional e internacional). Dentro y a través de estos factores el género es un asunto importante que tiene impacto en muchos de los factores mencionados anteriormente.

Como en general las mujeres tienen un papel importante en la producción de alimentos en el ámbito de los hogares y además en la preparación y distribución de los alimentos dentro de una familia, entonces su papel y la atención de sus necesidades específicas son indispensables para lograr la seguridad alimentaria. Además, los ingresos de la mujer tienen un impacto directo en la seguridad alimentaria de una familia. En general las mujeres utilizan sus ingresos más para el beneficio de la familia que los hombres. Ellas tienden a contribuir más a la seguridad alimentaria familiar que los hombres que tienden a utilizar sus ingresos para su propio beneficio (productos de lujo, alcohol, tabaco).

La posición de la mujer dentro de una comunidad entonces es un factor básico para la seguridad alimentaria que afecta la disponibilidad, el acceso y la utilización de los alimentos.

Aunque las mujeres juegan un papel muy importante en la situación alimentaria del hogar, su contribución muchas veces es invisible. Sin embargo, para poder entender y mejorar la situación de los hogares es importante reconocer este papel indispensable, de lo contrario se limitan las opciones para enfrentar a la inseguridad alimentaria.

La mayoría de la población femenina del sector rural enfrenta dificultades y limitantes para contribuir de manera más efectiva a la seguridad alimentaria. Por una parte, las políticas agrícolas carecen de respuesta adecuada a las necesidades de las mujeres campesinas sea porque hay falta de sensibilidad sobre los distintos roles que hombres y mujeres desempeñan en la producción agrícola y la seguridad alimentaria y porque sus aportes no son visibles. Existe también un problema de acceso de las personas a determinados recursos, sin embargo, en el caso de la población femenina, estos pueden llegar a ser más inaccesibles sea por razones culturales, de tradición o de normativas de las políticas agrícolas. Así se verifica que la falta de acceso a los recursos agrícolas, a la tenencia de la tierra, al crédito, los insumos y tecnologías agrícolas, la participación de actividades de capacitación no tradicionales, el acceso a servicios de comercialización previamente disponibles para los campesinos, y el impacto de la degradación del medio ambiente, son entre otros los factores que contribuyen particularmente a la inseguridad alimentaria del segmento femenino, especialmente cuando estas son jefas de hogar.

La educación de las mujeres es un elemento clave para reducir la desnutrición de los niños y es un elemento importante en todas las estrategias de largo plazo para reducir la desnutrición. En 1995, el 85% de las mujeres en América Latina y el Caribe eran analfabetas, mientras 52% de las niñas entraron en el nivel intermedio de la enseñanza (UNICEF, 2000). La nutrición y la seguridad alimentaria en los hogares son ambos resultados del desarrollo y también requisitos para desarrollo. Para mejorar o lograr la seguridad alimentaria de un hogar la FAO promueve la utilización de las estrategias de la Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN, 1992.

Conclusiones

Se puede concluir que si se quiere mejorar la seguridad alimentaria, sería necesario implementar acciones en dos áreas: el área económica y el área social. El trabajo contiene vías y métodos para la producción y el mercado; el comercio y las negociaciones; la inocuidad y la calidad alimentaria; incentivos (reglas políticas, etc.) e inversiones (privadas y públicas), estabilidad y el acceso, entre otros, a través de un incremento de los ingresos. Sin embargo, el efecto de ingresos mayores en la mejora de la situación nutricional de un hogar depende de algunos factores: la disponibilidad de alimentos de alta calidad e inocuidad, el nivel de consciencia sobre la nutrición dentro de la familia, la posición de la mujer en el hogar y otros destinos para el presupuesto familia (CIDA, 2000). En lo social contiene programas para: salud, seguridad alimentaria en los hogares; educación y organización y género y está enfocado a reforzar los impactos del programa económico y además se enfoca al bienestar.

?? La producción y mercadeo están relacionados directamente con la disponibilidad de alimentos, el comercio y negociaciones están relacionados directamente con la estabilidad de la disponibilidad y el acceso a los alimentos; la inocuidad y calidad alimentarias están relacionadas tanto con la producción como el comercio de alimentos; los incentivos e inversión son determinantes de la producción y comercio, las normas alimentarias, los incentivos y las inversiones todos crean un marco más amplio para la producción y comercio alimentario.

La seguridad alimentaria en los hogares está relacionada con el acceso a alimentos de buena calidad e inocuidad y el uso de los alimentos. La educación agrícola y nutricional son determinantes para la capacidad de utilizar efectiva y eficientemente las herramientas y los recursos disponibles. La organización y el género son determinantes para la capacidad de utilizar eficiente y efectivamente las herramientas y los recursos disponibles.

Una consecuencia de lo mencionado arriba, es que la mejora de la seguridad alimentaria en los hogares exige actividades coordinadas de los ministerios, organismos y oficinas gubernamentales competentes. Acciones en varios sectores puedan tener efectos considerables en la seguridad alimentaria de los hogares. Los distintos sectores deberían incluir objetivos nutricionales en sus políticas y programas.

Para que esta metodología funcionen mejor en todos los niveles: micro (el ámbito de hogares y fincas), (comunidades) y macro (nacional hacía internacional), las acciones deben desarrollarse de una manera integral.

A nivel nacional se debe promocionar una distribución equilibrada de los recursos, asegurando que los grupos más vulnerables tengan posibilidades para mejorar su situación de seguridad alimentaria. En este sentido es importante que estos grupos tengan acceso a educación, servicios de saneamiento, educación nutricional, tierra y otros medios de producción, mercado, crédito, y redes de seguridad.

A nivel de comunidades

Gran parte del trabajo para mejorar la seguridad alimentaria se realiza en las comunidades. Para enfrentar los problemas alimentarios y nutricionales son necesarias las actividades enfocadas y coordinadas para mejorar la seguridad alimentaria en los hogares, fomentando la participación local y el rol de las mujeres, y focalizando las acciones en los grupos vulnerables. La estrategia de la FAO está basada en la alimentación y la agricultura y exige la participación activa de las municipalidades. El municipio puede determinar mejor los problemas de acceso a los alimentos y de otra índole que afectan a la comunidad; puede integrar y potenciar los recursos disponibles a nivel local y los provenientes de diversas fuentes, y a la vez puede aprovechar la participación y el compromiso de la comunidad organizada para resolver sus problemas.

Para poder priorizar los problemas y formular las actividades más efectivas, es necesario analizar la situación existente y conocer las posibilidades y capacidades para enfrentar los problemas. En general se debe invertir más en la población, especialmente por medio de la prestación eficiente de servicios públicos, incluso agua potable, instalaciones de salud y saneamiento, educación y capacitación. La educación nutricional y alimentaria es necesaria para llamar la atención sobre el papel de los micronutrientes en una dieta balanceada, y para promover un estilo de vida saludable. Para que tengan éxito las actividades de educación alimentaria y nutricional, es importante la participación de la población en todos las etapas de los proyectos de educación alimentaria y nutricional, la

educación nutricional es efectiva solamente cuando se basa en: – un análisis profundo del problema alimentario y nutricional, – una clura y precisa definición de los objetivos, y – una apropiada selección de los mensajes y de los medios de comunicación. El desarrollo de un proceso de evaluación continua es también necesario para reorientar las estrategias y actividades en curso, en un proyecto de intervención.

Además son necesarias intervenciones participativas que permitan a las familias entender las causas de la inseguridad alimentaria y la desnutrición y también las razones por qué algunas familias están mejor capacitadas que otras para tratar con problemas de inseguridad alimentaria.

 

 

Autor:

Rosa Yanely Peña Garcés