Resumen
En esta investigación intentamos ofrecer un mensaje educativo con información veraz sobre los mayores riesgos que ocasiona el uso irresponsable y excesivo del alcohol en la mujer durante la gestación y lactancia, y asumir una actitud de apoyo y comprensión para lograr la adecuada atención especializada a las que han llegado a sufrir los síntomas de la dependencia del alcohol, devienen imperativos éticos y sociales para el abordaje de la acción nociva del abuso de alcohol en ellas, partiendo de la acción de salud más importante y pertinente: la prevención de los problemas relacionados con el alcohol en este grupo poblacional, tan importante que caracteriza la fuente esencial de la vida misma.
El alcohol como bebida comenzó siendo parte de ritos religiosos en comunidades primitivas, puesto que luego de su ingestión sentían que podían acercarse y hablar con los dioses. El origen de las relaciones entre el alcohol, el hombre y la sociedad, se pierde a lo largo del tiempo, para darle paso a un problema actual que no respeta cultura, economía ni credo religioso. Las primeras referencias escritas sobre las consecuencias negativas del alcoholismo se remiten a la Biblia, donde se consideraba la primera enfermedad y el segundo problema social. También Hipócrates se refirió a esta problemática al hablar de la locura alcohólica. En el año 800 se produjo el descubrimiento del proceso de destilación, lo que permitió aumentar la concentración de los productos alcohólicos y su a vez el poder de daño a las personas. Surgen así, las bebidas destiladas entre las que se encuentran el ron y el coñac. (1)
Existen reportes escritos del uso de cerveza, vinos y otras bebidas alcohólicas que datan desde 3000 años antes de Cristo. Los antiguos griegos empleaban el vino como parte indisoluble de su alimentación y efectuaban celebraciones religiosas donde agradecían al Dios del Vino por la creación de esta sustancia. En la cultura romana se dio continuidad a estas costumbres y tradiciones. Durante la edad media el alcohol se utilizó como remedio para muchas enfermedades. Era utilizado también para mantener en un estado de semiinconsciencia a las personas que debían ser operadas. Estas evidencias muestran como el consumo de alcohol era un comportamiento normal dentro de las sociedades medievales. (2)
El alcohol es un tóxico totalmente soluble en agua, su forma más frecuente es el alcohol etílico, el cual se encuentra en las bebidas alcohólicas en proporciones que varían entre el 5 y el 55 % en relación con la cantidad de agua; la cerveza hasta un 10 %, el vino entre el 10 y 20 %, y las bebidas fuertes entre el 40 y 55 %.
El consumo de alcohol es una constante universal de la cual nace un hábito imprescindible cuyas consecuencias tienen una amplia repercusión biológica, psicológica y social. El alcoholismo es el principal problema de salud en muchos países de América Latina, las cifras fluctúan entre el 4 y el 24 % y el pronóstico para el año 2020 es que existan 40 millones. (3)
En la actualidad las abundantes evidencias científicas y la realidad social no dejan lugar a dudas sobre el potencial de riesgo para salud y el bienestar humano individual y colectivo, que genera el consumo cotidiano de bebidas alcohólicas, también es demostrable que la magnitud de los conocimientos, actitudes y patrones de ingestión de alcohol no se corresponde con la conciencia social acerca del peligro que su uso no responsable provoca. (4)
En Cuba encontramos varias provincias afectadas por el consumo del alcohol en el embarazo las de mayor incidencia son Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín les sigue en menor cuantía Las Tunas, Matanzas, Villa Clara, Granma y Ciudad de la Habana .En nuestro municipio durante los últimos 5 años el alcoholismo en el embarazo no constituye un riesgo ya que las cifras estadísticas demuestran solo un 1% y está representado generalmente por jóvenes entre las edades de 15 a 20 años. Las cuales no toman conciencia acerca del mal que provoca este para el feto.
En esta investigación intentamos ofrecer un mensaje educativo con información veraz sobre los mayores riesgos que ocasiona el uso irresponsable y excesivo del alcohol en la mujer durante la gestación y lactancia, y asumir una actitud de apoyo y comprensión para lograr la adecuada atención especializada a las que han llegado a sufrir los síntomas de la dependencia del alcohol, devienen imperativos éticos y sociales para el abordaje de la acción nociva del abuso de alcohol en ellas, partiendo de la acción de salud más importante y pertinente: la prevención de los problemas relacionados con el alcohol en este grupo poblacional, tan importante que caracteriza la fuente esencial de la vida misma.
Desde el punto de vista fisiológico las mujeres tienen peor tolerancia para el alcohol que los hombres. Constitucionalmente, ellas tienen disminuida la actividad de una encima gástrica que interviene en el metabolismo del alcohol, poseen un mayor porcentaje de tejido graso y uno menor de agua corporal, por lo que la distribución del alcohol ingerido en su organismo provoca que los efectos de alcoholemia sean más rápidos, intensos y persistentes.
Las descripciones habituales sobre el uso del alcohol en la mujer, antes las restricciones impuestas en el medio socio – familiar han enfatizado la iniciación más tardía que en el hombre: la frecuente inducción por la pareja, su preferencia por bebidas alcohólicas azucaradas, así como el incremento paulatino hacia los 30 y 40 años, vinculado con expectativas de alivio al sufrimiento, causado por fracasos amorosos y otros eventos vitales adversos, los sentimientos de soledad, la incapacidad para enfrentar la doble jornada doméstica y laboral, y el consumo a solas en el ambiente hogareño y ,en ocasiones, asociado a la automedicación con fármacos sedantes, antidepresivos o hipnóticos. Este es un esquema convencional que permite identificar desde bebedoras discretas y esporádicas u ocasionales, hasta el consumo moderado y otras que pasan el horizonte clínico y llegan al abuso o dependencia, estas últimas con demoras en solicitar atención y mayor resistencia a los tratamientos. (1)
En nuestro trabajo investigamos un tema muy particular dentro del alcoholismo en la mujer, es la ingesta del alcohol durante el embarazo, el cual representa una problemática particular debido a que afecta la salud de la madre y la del bebé.
Durante el embarazo la mujer alcohólica tiene un riesgo elevado de presentar importantes complicaciones obstétricas. Además, aumenta el riesgo de que los niños nazcan con bajo peso, diversas anomalías congénitas y afecta el desarrollo conductual y del aprendizaje. Es la causa principal de defectos congénitos evitables. Todo lo que una madre bebe le llega también al feto. El alcohol se descompone mucho más lentamente en el cuerpo inmaduro del feto que en el cuerpo de un adulto. Esto hace que los niveles de alcohol permanezcan elevados durante más tiempo en el cuerpo del bebé. Además, el riesgo de abortos espontáneos y de nacimientos de niños muertos aumenta considerablemente con el consumo de alcohol. (5)
Cuando una mujer bebe alcohol durante el embarazo, se arriesga a dar a luz a un bebé que pagará las consecuencias, con deficiencias mentales y físicas, para el resto de su vida.
Durante la gestación, concretamente durante el período embrionario (aproximadamente desde la cuarta semana al cuarto mes) se forman los órganos. Para la formación de estos órganos es necesaria la glucosa y para crearse el metabolismo glucogénico es necesaria la existencia de dos enzimas:
Apoenzimas (de procedencia endógena, las aporta el embrión).
Coenzimas (de procedencia exógena, las aporta el exterior).
Si una sustancia tóxica, como es el alcohol, es ingerida en el momento de la elaboración de esos metabolismos glucogénicos, es posible que afecte a una de esas dos enzimas no funcionando, no uniéndose, haciendo que el órgano que se está formando en ese momento se forme mal o que ni siguiera tenga lugar su formación.
Existen datos que indican que otro de los efectos adversos puede ser debido a que el alcohol altera la transferencia placentaria de aminoácidos esenciales y de zinc, necesarios para la síntesis proteica, produciendo, por tanto, un retraso en el crecimiento intrauterino. (6)
Como ya se ha señalado anteriormente, la desnutrición materna por el alcoholismo repercutirá mediante un bajo aporte calórico proteico al feto, por consiguiente se producirá la desnutrición intrauterina, irrecuperable en la vida postnatal.
Se piensa que las anomalías cráneo-faciales y cerebrales pueden ser consecuencia del ambiente alcohólico intrauterino, sin embargo, se ha señalado que dichas anomalías pueden estar en relación con que el óvulo materno se ha envejecido tanto por la desnutrición materna como por el mismo ambiente alcohólico en que el óvulo se ha encontrado durante tiempo.
Así resulta lógico relacionar las anomalías cráneo-faciales y de otras zonas (miembros, corazón, hernias, etc. con las encontradas en otros síndromes de malformación congénita que nos pueden llevar a pensar por un lado en herencia autonómica recesiva como, por otro lado a que se produzcan debido al envejecimiento del óvulo o espermatozoide. (Ej. Síndrome de Facies Fetal, Discrania-pigo-falangia,etc.) (7)
Consecuencias para el feto:
Los bebés en formación dentro del útero, expuestos al alcohol, generalmente nacen antes de la fecha prevista naturalmente. La circunferencia de la cabeza (perímetro cefálico), el peso y la estatura suelen ser inferiores (recién nacidos hipotróficos), lo que implica que todo o parte de su organismo no logra desarrollarse lo suficiente y llega a estar inmadura (recién nacidos prematuros, que tienen una mortalidad media del 6%) Estos bebés al nacer con esta alteración, producto del alcohol, no se reponen fácilmente. El peso y la estatura siempre se mantendrán entre los porcentajes o valores más bajos en comparación con niños que nacen sanos. (5)
Desórdenes o problemas del desarrollo del Sistema Nervioso Central:
Síndrome de abstinencia neonatal.
Mala regulación de los estados de vigilia y de sueño.
Irritabilidad, intranquilidad, llora sin motivo aparente, no quiere que le carguen, que le cojan.
Se mueve constantemente.
Llega a registrarse desde un pequeño retraso mental, a un retraso mental grave, distracción, falta de concentración, retraso al hablar dificultades de aprendizaje, incluyendo poca memoria, incapacidad para entender conceptos como el tiempo y el dinero, deficiente comprensión lingüística y escasa capacidad de resolución de problemas
Problemas para oír o ver, problemas al relacionarse con otras personas y en controlar su comportamiento, como hiperactividad, incapacidad para concentrarse, retraimiento social, testarudez, impulsividad y ansiedad. (8)
Diferencias faciales (distrofias cráneo-faciales):
Frente angosta o corta.
Abertura de los párpados muy chica ya que, a veces, se puede observar un pliegue de piel que cubre la parte o ángulo interno del ojo, con el párpado superior caído.
Ojos demasiados pequeños (microftalmía).
Labio superior delgado.
Mandíbula con falta de desarrollo (de perfil se ve hundida).
Paladar hendido o separado en dos partes.
Orejas malformadas (más pequeñas e implantadas por debajo de lo normal). (9)
Manifestaciones oculares:
Las más comunes alteraciones en las estructuras oculares son frecuentes en la región externa del ojo y consisten en:
1) Telecanto. Blefarofimosis. La distancia entre ambas órbitas no está aumentada: no hay hipertelorismo. Puede haber también epicanto verdadero y una ptosis palpebral discreta.
2) Microftalmía: La microftalmía es común pero no suele ser muy marcada por lo que es difícil de diagnosticar sin recurrir a la biometría. Se han descrito diversas formas de disgenesiasmesenquimatosas como anomalías de Peters y de Axenfeld pero no son características del síndrome.
3) Estrabismo: El estrabismo, casi siempre exotropía, se presenta en un 50 % de los casos. Cuando se asocia a la Dismorfia facial típica debe ser considerado como un signo a favor del diagnóstico de síndrome alcohólico fetal.
4) Alteraciones del segmento anterior: Ha sido descrita en niños con SAF una amplia gama de anormalidades, entre las que se encuentran leucoma corneal, alteraciones de la cámara anterior y ángulo iridocorneal, así como coloboma del iris y úvea y combinaciones de estas, en especial las anomalías de Axenfeld y Peter. Embriológicamente lo anterior se explica por la necesidad de un endotelio normal para la formación de la membrana de Descemet, entre las sem 12 a 14, y si el efecto teratógeno del alcohol ocurre antes de iniciarse la migración del mesénquima para la formación del endotelio corneal, los queratocitos, células del estroma iridiano, endotelio y membrana de Descemet, solo alcanzarán la córnea periférica determinando así las alteraciones morfostáticas. En estudios más recientes también se han encontrado cataratas, microcórnea y persistencia de la vasculatura fetal.
5) Alteraciones del segmento posterior: El hallazgo más frecuente ha sido la hipoplasia de la papila del nervio óptico, esta aparece con tamaño menor de lo normal y con bordes irregulares. Los vasos retinianos, especialmente las arterias, pueden aparecer tortuosos y su diámetro aumentado. La asociación en un niño de hipoplasia de la papila óptica y tortuosidad arterial en ambos ojos debe plantear la sospecha diagnóstica de síndrome alcohólico fetal.
6) Refracción-visión: Se han encontrado mayores errores de refracción, en especial miopía, además de hipermetropía, que lo esperado para la población general, y aunque no es posible afirmar que el retraso mental y los problemas de comportamiento en los niños con SAF contribuyan a su deficiencia visual, es factible afirmar que el alcoholismo materno puede contribuir a dichas alteraciones de agudeza visual debido a que los ojos tienen malformaciones oculares pronunciadas, las cuales van de la mano con los problemas de refracción. La exposición al alcohol arrojó una elevada prevalencia de ambliopía y una pobre ejecución en las habilidades de la percepción visual hecha con pruebas neurofisiológicas.(10)
Otro tipo de alteraciones:
Músculos rígidos o contraídos
Endurecimiento de las articulaciones, sobre todo codos y rodillas.
Defectos de la pared que divide el corazón, con problemas cardiacos.
Vértebras de la columna a nivel del cuello unidas unas con otras.
Estudios recientes indican que la incidencia del SAF es de 1 a 2 neonatos vivos por cada 1 000 nacimientos, aunque existe un porcentaje importante con expresiones parciales del síndrome que puede ser de 3 a 5 neonatos vivos por 1 000.4,5 Sin embargo, no en todos los casos en que la madre gestante consume alcohol en dosis altas se presenta el SAF, pero se calcula que al menos 1 de cada 10 mujeres que consumen alcohol en dosis altas durante el embarazo tendrá un producto de la gestación con este síndrome.
El alcoholismo no constituye aún un problema muy serio de salud en Cuba, pero va en aumento, y se debe profundizar como enfermedad incurable, que debe evitarse y diagnosticarse a tiempo para evitar complicaciones y lograr la incorporación a la sociedad. (8)
Un estudio efectuado en todo el país por investigadores que trabajan en el programa de desarrollo de la genética y atención a discapacitados detectó en personas con retraso mental la existencia de signos característicos del Efecto Fetal del Alcohol y del Síndrome Fetal Alcohólico. Estas dos expresiones clínicas aparecen como consecuencia de daños en el Sistema Nervioso Central provocados por el alcohol los cuales pueden ser ligeros o graves y ocasionan Retraso Mental e impulsividad.
La investigación que incluyo a todas las personas con discapacidades físicas o mentales, nos dio a conocer la existencia de unos 140409 cubanos con retraso mental .Si bien en nuestro país el Retraso Mental responde en primer lugar a causas prenatales, fundamentalmente de índole genética, con los resultados de la pesquisa corroboraron que el consumo de alcohol durante la gestación es una de sus principales fuentes.
El informe final emitido revela la existencia en la isla de individuos con Síndrome de Alcohol Fetal, hallazgo que tiene por base los estudios genéticos aplicados para determinar los orígenes de la discapacidad.
De la cifra total unos 5967 tienen como única causa asociada el consumo de este toxico por parte de la madre en los primeros meses del embarazo .de ellos ,2776 son niños de 0 a 14 años, el 4,25 % del total de personas con retraso mental presentan signos que se corresponden con la ingestión de alcohol y un 1,48% muestra evidencias del Síndrome de Alcohol Fetal.(9)
Las provincias con mayor incidencia son Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín. En las Tunas, Matanzas, Villa Clara, Granma y Ciudad de la Habana también se encontraron evidencias de daños por el alcohol. El estudio reconocido como el más abarcador y completo ejecutado hasta el momento en el mundo constató igualmente que el hábito de beber no solo varía de una región a otra sino también dentro de un mismo territorio. (1)
Los daños ocasionados no tienen cura. En la actualidad tampoco existe la forma de conocer si una madre es o no susceptible al alcohol. La rápida detección de estas manifestaciones clínicas en los primeros años de vida podría contribuir a disminuir algunos de los síntomas, pero las afectaciones en el sistema nervioso son irreversibles. Existe además la probabilidad de que el bebé nazca con dependencia a esta sustancia.
En estos momentos Cuba desarrolla un grupo de acciones con vista a disminuir los hábitos de consumo, así como educar a la población sobre los riesgos que esto ocasiona. Hoy el único modo de evitar estas afectaciones es renunciar completamente a toda clase de bebidas alcohólicas desde el primer instante en que apreciemos la necesidad de ser mamá. (13)
Al termino de nuestra investigación concluimos que el consumo del alcohol durante el período de gestación produce importantes complicaciones obstétricas, aumenta el riesgo que los niños nazcan con bajo peso y estatura con valores bajos con respecto a niños sanos , también desordenes del sistema nervioso central característicos del Efecto Fetal del Alcohol y del Síndrome Fetal Alcohol ,distrofias cráneo-faciales , alteraciones en las estructuras oculares entre otras en columna , músculos , articulaciones , problemas cardiacos .Además de una desnutrición intrauterina irrecuperable en la vida postnatal .
1. Sandoval Ferrer JE, Hernández Guerrero AE. Alcohol:mito y realidad. La Habana: Editorial Científico-Técnica; 2004.
2. González R. Variedades de alcoholismo. Rev Hosp Psiquiátr la Habana 1983; 24(4):523-9.
3. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Programa Nacional de Prevención y Control del Alcoholismo y Otras Farmacodependencias. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 1996: 1-3.
4. Manso M. ¿El año empieza en enero? Revista Somos Jóvenes 2013; 1(334):27-29.
5. Jeffrey C, King. MD, Fabro Sergio MD. Consumo de alcohol y tabaco: efectos sobre el embarazo. JAMA. 1998; 235: 1458.
6. Bedevia A. Embarazo y alcoholJuventud Rebelde. 2010 agosto 24; sexo sentido. (2-3)
7. González R. El alcoholismo en la apreciación del estudiante de medicina. Rev Hosp Psiquiátr la Habana 1982; 23(1):29-36.
8. Piña CA, Madrigal BE, Cassuri GM. Daño genético producido por las bebidas alcohólicas. Ciencia y Desarrollo 1991; 17: 28-35.
9. Bosch R, Stromland K, Hellstrom A, Pinazo-Duran MD. Estudio de la motilidad ocular en el síndrome alcohólico fetal. Acta Estrabiológica. 1998:1-8.
10. Ferrier PE. Fetal alcohol syndrome. Bull SchweizAkad Med Wiss. 1979; 35(13):147-50.
11. Cancino T Fabiola, Segarra G Javier. Síndrome Alcohólico Fetal. Revista de Neuro-Psiquiatría. 2003; 66:302-12.
12. Valdés PE, Alonso DN, Franco NA. Alcoholismo, un problema de salud de nuestro siglo. Rev Cubana Med Gen Integr 1992; 8(4):374-9.
13. González Menéndez R. Como librarse de los Hábitos Tóxicos: Guía para conocer los Hábitos provocados por el Café, Tabaco, y alcohol. Rev. Cubana Med Gen Integ. 1995; 1(3): 253-84.
Autores
Diolisbel Bermudez Morales.
Dianet Pérez Mendez.
Laura de la Caridad González Sánchez.
Enviado por:
Tutora:
MSc: Celia Sánchez Pereira
Universidad Central De Ciencias Médicas: Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz.
2016