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El Imperialismo

Enviado por Karla Carreño


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El Imperialismo
  3. Conclusión
  4. Bibliografía
  5. Anexos

Introducción

El imperialismo es la dominación política de un Estado sobre varios otros para establecer una hegemonía política, económica, cultural, por lo que la expansión de Europa en ultramar produjo nuevas rivalidades entre las grandes potencias y difundió la idea de que el equilibrio de poder había de considerarse como una cuestión mundial y no solamente limitada a Europa. La civilización europea, con sus ideas de competencia económica, energía, eficacia práctica, explotación, patriotismo, poder y nacionalismo, cayó sobre Asia y África. Pero con ello llevó también, quizá involuntariamente, otra serie de ideas que había heredado de la Revolución Francesa y de sus precursores del siglo S.XVIII.

El siguiente trabajo explica como durante el transcurso de los siglos, el imperialismo se ha ido acentuando día a día en el mundo desde el imperio de Asoka en la India hasta el presente siglo, viéndose los países de Europa en contacto con culturas primitivas y exóticas, y éstas ejercieron a su vez un profundo efecto sobre la sensibilidad europea. A principios del siglo xx, el arte de África, por ejemplo, contribuyó a la revolución pictórica europea iniciada por Pablo Picasso hacia 1907. Al mismo tiempo, la ciencia de la antropología se desarrolló rápidamente cuando la colonización convirtió la observación de sociedades poco conocidas en algo, a la vez, practicables y de creciente importancia para gobiernos y administradores.

La expansión imperialista ha recibido diferentes explicaciones; y quizá ninguna sea capaz, por sí sola, de dar cuenta de desarrollos que variaran convenientemente según las distintas partes del mundo. La explicación más completa es la que atribuye el movimiento imperialista a presiones económicas. Este punto de vista fue expuesto por el inglés J. A. Hobson y algunos pensadores socialistas de Alemania y Austria; pero adquirió su forma más popular e influyente en un panfleto escrito por Lenin en 1916: El imperialismo, fase superior del capitalismo. Según Lenin, con el desarrollo industrial de Europa y la progresiva concentración del capital debida a la creación de trusts y cariéis y al papel cada vez más importante de los bancos en la financiación de todo tipo de empresas industriales y comerciales, a los financieros les resultaba cada vez más difícil invertir su dinero de modo provechoso.

El mercado europeo estaba saturado y, en consecuencia, era esencial hallar nuevos campos de inversión en ultramar.  Esta necesidad,  según  Lenin, forzó a las potencias europeas a repartirse el mundo  en una pugna por conquistar nuevos mercados industriales y nuevas zonas en las que invertir. El resultado fue una agudización de la rivalidad entre las potencias que hacía inevitable la guerra. Los grupos de presión económica —ya fuesen financieros en busca de nuevos campos de inversión, o comerciantes que buscaban nuevas salidas para sus mercancías y nuevas fuentes de materias primas— desempeñaron un papel considerable a la hora de persuadir a los gobiernos de Europa para que se embarcaran en la expansión colonial.

Hubo, con todo, otros móviles, además de los económicos, que contribuyeron al movimiento imperialista.

El impulso de realizar descubrimientos científicos y de explorar territorios desconocidos ayudó a abrir África. El deseo de los misioneros cristianos convertir a los paganos les llevó a establecer centros de influencia europea en partes remotas del mundo y una vez comenzado el movimiento imperialista, éste fue capaz de generar generó su propio impulso a través del mundo.

El Imperialismo

El imperialismo es la dominación política de un Estado sobre varios otros para establecer una hegemonía política, económica, cultural, muchos ejemplos existen en el transcurso de los siglos: el imperio de Asoka en la India, que se extendió desde Afganistán hasta Indonesia; Hasta el siglo XIX, Asoka era simplemente un nombre más en las geneologías inventadas de los reyes indios del periodo budista, varios eruditos europeos de la época también tradujeron relatos budistas de la literatura india. Estos relatos mostraban las doctrinas budistas, así como las historias y biografías legendarias de la doctrina. En estas fuentes budistas procedentes de Ceilán, Tíbet y China presentes en relatos como el Divia avadana, el Ashoka avadana, el Majá vamsha y otros, aparecía la figura de un gran rey Asoka. A causa de la existencia de varias historias de este tipo consideradas de poco rigor histórico, ya que se creían procedentes de la cultura popular, se tomó a la figura de Asoka como legendaria y no se le dio credibilidad. (Ver anexo 1)

La historia habitualmente lo describía como a un príncipe cruel que asesinó a sus hermanos para ascender al trono, pero que tras su sangrienta conquista de Kalinga  (en la costa este de la India, actualmente en el estado de Orissa), Asoka se convirtió en un budista pacifista, y contribuyó a la difusión del budismo, reinando desde ese momento de una manera justa y pacífica. H. G. Wells, (1989) La historia del mundo nos explica:

Tal fue Ashoka, el más grande de los reyes. Él fue de lejos un avanzado a su época. No dejó ni un príncipe ni una organización de hombres para continuar su trabajo, y a un siglo de su muerte los grandes días de su reino se habían convertido en un recuerdo glorioso en una India descompuesta y decadente.

La interpretación que se hizo en un primer momento es precisamente la que H. G. Wells muestra en este fragmento: que Asoka había sido un avanzado a su tiempo y un gran devoto del budismo, y por eso habían fracasado sus sucesores. Se aceptó la historia que se empieza con Asoka descrito como un guerrero sanguinario, ya que muchas fuentes budistas lo describen así. Según el Ashoka avadana, Ashoka construyó una prisión donde se dedicaba a torturar a los presos. En el mismo texto se nos cuenta cómo intentó torturar a un monje budista que parecía inmune al sufrimiento. Asoka, impresionado, se convirtió al budismo, destruyó la prisión y se propuso construir 84.000 stupas budistas por todo el imperio.

Otras fuentes afirman que fue después de las devastadoras consecuencias de su guerra en Kalinga, durante el octavo año de su reinado, se sintió tan culpable que estó lo llevó a convertirse al budismo, influido según las fuentes por su esposa o concubina Deví. Desde ese momento se dedicó a propagar la política del dhamma budista por su imperio y envió misioneros a lugares lejanos, tales como la isla de Ceilán, convertida por su hija Sanghamita y su hijo (o hermano) Mahinda, citados solamente en las crónicas cingalesas, e ignorados en las inscripciones indias que no mencionan más que a tres de sus hijos: Tuara, Kunala y Yalauka. Desde entonces, defendió una política pacífica emitiendo una serie de edictos dirigidos al pueblo. Un reinado que conoció una política oficial de a-jimsá ("no violencia"), llegando a construir hospitales para animales y restaurar las carreteras principales de la India, convirtiéndose también Asoka probablemente en el gran difusor del vegetarianismo en el país.

Así pues, los estudios de los siglos XIX y primera mitad del XX y otros posteriores basándose en estas fuentes, describen su conversón al budismo como una «iluminación». Pasó de ser Chanda Asoka (Ashoka el Cruel) a ser Dhamma Asoka (Ashoka el Piadoso). El monarca que amplió la capital, Pataliputra (la actual Patna), hizo construir un palacio al estilo persa y convocó el Tercer Concilio Budista (233 a. C. o 243 a. C.).

Ashoka, históricamente, fue un ferviente propagandista del budismo, pero no necesariamente por motivos píos. Hay toda una linea de historiadores, como la especialista Romila Thapar o Edward D'Cruz que consideran el dhamma de Ashoka como una religión para ser utilizada como símbolo de una nueva unidad imperial y una fuerza cohesionadora para unir los variados y heterogéneos elementos de un imperio. O sea, que Ashoka utilizó el budismo para la consolidación política y económica de su gobierno. Y es que los edictos de Ashoka y los textos budistas no terminan de coincidir con la imagen proyectada.

El budismo permitía a Ashoka una nueva política social bien definida, acorde al mismo tiempo con los intereses de la sociedad de la época, ya que la población no se oponía a las nuevas ideas budistas y las nuevas clases comerciales (interesadas en las nuevas tendencias) le apoyarían, beneficiando a Ashoka ya que no tuvo el apoyo de los ortodoxos al inicio de su reinado. Así, el budismo dejó de estar perseguido.Tras el reino «iluminado» de Asoka, la reforma del imperio Maurya fue aprovechada por los invasores, y pronto cayó en declive y se fragmentó en multitud de principados. Hasta la colonización británica (cerca de 2000 años más tarde), nunca una parte tan grande de un subcontinente estuvo unida bajo un mismo gobierno.

Otro ejemplo importante dentro del imperialismo, fue el imperio romano sobre el Mediterráneo y Europa central; en el que los clásicos dieron el nombre de «bárbaros» a todos los extranjeros de las regiones fronterizas con el Imperio romano, y con los que lucharon, si bien se limita la consideración a los que, ocupando en Europa las regiones al Norte del imperio, invadieron éste, apoderándose de su parte occidental. Estos pueblos formaban cuatro grupos:

  • 1- El de cultura turco-mongola: como los ávaros y hunos.

  • 2- 2- El de cultura eslava: como los vendas, en lo que hoy es Polonia.

  • 3- 3- El de cultura irania: los sármatas, entre el Danubio y el Tisza, y los alanos, a orillas del mar Negro.

  • 4- 4- El de cultura germánica: como los godos, francos, vándalos, burgundios y otros.

Durante la decadencia del Imperio romano, fueron muchos los pueblos bárbaros (extranjeros) que, aprovechando las disidencias internas, se aproximaron a sus fronteras y se establecieron en ellas, presionando en forma permanente para entrar. Los bárbaros lograron penetrar lentamente entre los siglos I y IV, y establecerse en el interior, hasta que, finalmente, empujados por otros pueblos, lo hicieron en forma violenta. Los germanos eran indoeuropeos, como los griegos y latinos. En ellos las aficiones guerreras se muestran en grado sumo, al par que el trabajo se considera como menos digno.

Había hombres privilegiados, nobles y plebeyos, existiendo también la esclavitud. La patria potestad tenía un concepto bastante análogo, en lo absoluto, al de los romanos. Aunque lo general era la monogamia, la poligamia aparece admitida entre los nobles. Entre los pueblos germanos invasores encontramos a los godos, divididos en visigodos en Occidente y los ostrogodos en Oriente. Los francos, los suevos, los burgundios, los anglos, los sajones y los jutos, los vándalos, los frisones, los alanos (iranios) y los alamanes constituían el resto de los pueblos.

Salvo estos casos aislados, la mayoría eran respetuosos de la cultura romana, y fusionaron las costumbres romanas con las propias. La aristocracia germana comenzó a utilizar como su idioma el latín, que luego ¨-modificado- dio lugar a las lenguas romances. La religión, que hubiera podido ser un elemento conflictivo en la relación de los invasores con los pueblos autóctonos, se transformó en un factor de unidad, al aceptar la mayoría de los reyes bárbaros la religión católica.

Los visigodos abandonaron el arrianismo, religión cristiana no reconocida por la Iglesia Católica, para aceptar esta última en el siglo VI, en Hispania, bajo el reinado de Recaredo. Los francos rechazaron el paganismo a fines del siglo V, durante el reinado Clodoveo I. Así la Iglesia Católica, lejos de debilitarse, cobró un inmenso poder. La sociedad Se adoptó la ley escrita, según la modalidad romana, ya que ellos se regían por el derecho consuetudinario (costumbres). Los germanos aceptaron el sistema de la personalidad de la ley, por la cual cada uno debía ser juzgado por sus propias leyes. Los romanos, carecían de normas, ya que Roma ya no existía, y por eso, tuvieron que redactarse las que los regirían en lo sucesivo.

Teodorico, rey de los ostrogodos, redactó la primera colección de leyes, en el año 500, conocida como el Edicto de Teodorico, para godos y romanos, siendo una excepción al referido principio de personalidad de las leyes. Estaba compuesta de 154 artículos basados en resúmenes de fuentes romanas. Después de los siglos dorados del Imperio romano (periodo denominado Pax Romana, siglos I al II), comenzó un deterioro en las instituciones del Imperio, particularmente la del propio Emperador. Fue así como tras las malas administraciones de la Dinastía de los Severos, en particular la de Heliogábalo, y tras la muerte del último de ellos, Alejandro Severo, el Imperio cayó en un estado de ingobernabilidad al cual se le denomina crisis del siglo III.

Entre el 238 y el 285 pasaron 19 emperadores, los cuales incapaces de tomar las riendas del gobierno y actuar de manera concorde con el Senado terminaron por situar a Roma en una verdadera crisis institucional. Durante este mismo período comenzó la llamada invasión pacífica, en la cual varias tribus bárbaras se situaron, en un principio, en los limes del Imperio debido a la falta de disciplina por parte del ejército, además de la ingobernabilidad producida en el poder central, incapaz de actuar en contra de esta situación. Por otro lado, las guerras civiles arruinaron al Imperio, el desorden interno no sólo acabó con la industria y el comercio, sino que debilitó a tal punto las defensas de las fronteras imperiales, que privadas de la vigilancia de antaño, se convirtieron en puertas francas por donde penetraron las tribus bárbaras.

Tras una breve «estabilización» del Imperio, en manos de algunos emperadores fuertes como Diocleciano, Constantino I el Grande y Teodosio I, el Imperio se dividió definitivamente a la muerte de este último, dejándole a Flavio Honorio el sector de Occidente, con capital en Roma, y a Arcadio el sector Oriental, con capital en Constantinopla.

el imperio inca en el centro del continente americano; El imperio Inca, fue un gran imperio y una cultura avanzada en el continente americano, antes de su descubrimiento por parte de los europeos. En líneas generales, el Imperio se extendía desde el norte del Ecuador a la parte central de Chile y desde los Andes hasta la costa. Los Incas fueron una tribu Peruana, que se cree, hablaba el Quechua y mitológicamente hablando ellos procedían del Sur y fueron depositados en la llamada Cuenca de Cuzco, en donde quedaron primitivamente confinados. Aparentemente los Incas extendieron su dominio por tribus vecinas alrededor del año 1100 AC. Sin embargo, el Imperio Inca alcanzó su máximo esplendor en el siglo XV. 

A pesar de toda su grandeza el Imperio Incaico escasamente existió más de un siglo. Con anterioridad al año 1430 los Incas gobernaron solo el Valle del Cuzco. Ellos habían entablado una guerra con los Chankas por algún tiempo, pero finalmente los derrotaron en una gran victoria en 1430. Esto marcó el comienzo de una gran expansión militar. El Imperio Incaico conquistó e incorporó la mayoría de las culturas en el área que se extendía desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile. Los Incas impusieron su modo de vida sobre las gentes que conquistaron. Para el tiempo que los españoles llegaron la mayoría del área de los Andes, había sido totalmente controlado bajo las leyes de los Incas. 

Los Incas desarrollaron una economía basada en una intensiva construcción de hileras de terrazas en las montañas, en las que consiguieron una maestría en el arte hidráulico y de irrigación de las aguas. Su civilización se congregó tanto en centros urbanos como en redes de caminos, lo que hoy en día se pueden denominar carreteras. Tuvieron una administración eficiente, y consiguieron la maestría en artes como en el refinamiento de metales trabajados, arquitectura eficaz y sobria, una artesanía singular en las telas y su posterior acabado, una extraordinaria mano de obra en la alfarería, y en fin, en otras diversas artes. La conquista Española significó el fin del Imperio Inca en 1532.

  Como dato anecdótico y curioso, pero digno de tener en cuenta, el imperio de los incas, contaba con cierto tipo de organización policial, sus miembros se llamaban tucuyricu, (el que todo lo ve). Los tucuyricus, velaban por el orden y el cumplimiento de las leyes del soberano; estaban apoyados por los michues, que actuaban como consejeros, inspectores y pesquisidores. (Ver anexo 2).

Otro imperio que sirve de ejemplo para el desarrollo del imperialismo fue; el imperio de Carlomagno en Europa; el cual nace e en los albores del siglo VIII, el merovingio Regnum Francorum se encontraba en plena decadencia, dividido en tres partes (Austrasia, Neustria y Borgoña) y gobernado, de facto, por los mayordomos de palacio. Uno de ellos, Pipino, de Austrasia, destronó a Childerico III (743-751) y se coronó rey en Soissons, por aclamación popular. Pipino, hijo de Carlos Martel, buscó la base jurídica para ello en la figura del Papa Zacarías, obligado por las circunstancias a buscar un aliado fuerte frente al empuje de los lombardos en la península italiana. Con él nacía, así, una nueva dinastía que trataría de fortalecer su poder con el apoyo papal. A cambio, se iba a erigir en la protectora de la Iglesia romana.

En el plano político y militar, Pipino obtuvo importantes victorias contra los musulmanes y consiguió sofocar una sublevación en Aquitania, a la vez que creó los Estados Pontificios. A su muerte, en 768, dividió su reino entre sus dos hijos, Carlos y Carlomán

¿Quién fue Carlomagno?

La muerte en 771 de este último permitió que Carlos, el futuro Carlomagno (771-814), reunificara nuevamente el reino, que constaba ya de Neustria, Austrasia, Aquitania, Borgoña y Provenza, y comenzara una larga campaña de expansión de sus fronteras. Para ello, emprendió sucesivas campañas militares: sometió a los lombardos y se nombró en 774 "Rex Francorum et Longobardorum", acabó en 796 con el reino de los ávaros, cristianizó tras treinta años de luchas a los sajones y frisones, pero se vio frenado por los musulmanes al otro lado de los Pirineos en su intento por llegar hasta el Ebro. (Ver anexo 3)

Los sucesores de Carlomagno

A Carlomagno le sucedió su hijo Luis el Piadoso o en latín Ludovico Pio (814-840) que era ya rey de Aquitania y había conquistado Barcelona en 801, estableciendo el límite de la Marca Hispánica. Sin embargo, como emperador hizo bien poco por la expansión del Imperio; entusiasta de la cultura y profundamente religioso, entregó a la Iglesia el tesoro acumulado por su padre.

El movimiento artístico siguió floreciente gracias a algunos importantes centros culturales como Metz, Tours o Reims. Sin embargo, a finales de su reinado se encontró con el levantamiento de sus hijos mayores, Lotario, Pipino y Luis, entre quienes había repartido el Imperio y que se opusieron a la posterior inclusión de Carlos, el menor. Tras la muerte de Pipino, por el Tratado de Verdún (843) quedaba dividido finalmente entre los tres restantes: Lotario I recibió las tierras centrales (Lotaringia), Luis el Germánico la parte oriental y Carlos el Calvo se quedaba con el reino de los francos occidentales.

La disgregación del Imperio se vio acentuada en 855, con la muerte de Lotario, quien repartió el reino de Lotaringia entre sus hijos Carlos I, Lotario II y Luis II. No obstante, los dos primeros duraron poco, con lo que Luis II pasaba a ser el nuevo heredero del reino de su padre en 869, a lo que se oponían sus tíos Luis el Germánico y Carlos el Calvo. Este último se hizo coronar rápidamente rey de la Lotaringia, pero al final se vio obligado a aceptar su división entre ambos por el Tratado de Meersen.

Durante estos últimos años, los restos del Imperio Carolingio se encontraron con un nuevo peligro, las incursiones vikingas que comenzaron a asolar sus tierras, pero en el campo cultural se alcanzó un nuevo florecimiento de las artes, impulsadas por el mecenazgo imperial, fundamentalmente de Carlos el Calvo.

Decadencia del Imperio Carolingio

Tras los nietos de Carlomagno, sus sucesores ya no fueron capaces de conservar la estabilidad imperial, y poco a poco se fue perdiendo la unidad política que se había conseguido con el mantenimiento de un férreo control en manos del emperador. Las nuevas presiones externas obligaron a Carlos a reconocer, mediante la capitular de Quierzy la posibilidad de que los grandes funcionarios carolingios pudieran transmitir sus derechos territoriales a sus hijos, de forma que iban a aparecer grandes principados de tipo hereditario que marcarían el nacimiento del feudalismo.

Pese a todo, los sucesores de la dinastía carolingia consiguieron mantenerse hasta el siglo X: en el bloque oriental, a la muerte de Luis el Niño en 911 fue elegido rey Conrado de Franconia y, tras él, Enrique I, fundador de la dinastía otoniana; mientras, en Occidente llegaron hasta 987, año en que fueron sustituidos por los Capetos.

Otro imperio fue El de España tras la conquista La Conquista de América considerado uno de los más importantes por ser el proceso histórico por el que se impuso el dominio europeo en el Nuevo Mundo después edel contcto entreEuropa y América en 1942.

Este proceso comprende la exploración, la invasión y ocupación europea de territorios ya habitados por los indígenas la conquista permitió el establecimiento de regímenes coloniales en América, así como el atropellamiento, abusos y arbitrariedades por parte de los españoles hacia a los indígenas. A los europeos, la conquista les permitió asegurar bienes materiales que tuvieron un papel fundamental en la acumulación originaria que fue la base del desarrollo del capitalismo en los siglos siguientes, principalmente en los Países Bajos, Gran Bretaña y Francia. La Conquista de América fue un proceso permanente, dado que algunas sociedades indígenas opusieron una gran resistencia o bien, nunca fueron sujetas a los europeos.

España fue la potencia europea que llegó a conquistar la mayor parte de América. En parte, esto se debió a que el descubrimiento del nuevo continente para los europeos fue realizado con el apoyo de la Corona de Castilla y la de Aragón. Cristóbal Colón dio parte del hallazgo a Juan II de Portugal en 1493, al volver de su primera expedición. Esto generó una serie de negociaciones entre España y Portugal que se resolvieron mediante la intervención del papa Alejandro VI, que por una bula declaró legítima la posesión española de todas las tierras encontradas más allá de cien leguas al oeste de las islas Azores

 Con una ligera modificación posterior, esta bula repartió en el papel el continente entre España y Portugal, sin embargo otras potencias europeas se sumaron a la conquista y colonización en América. Entre ellas se encuentran Francia, Gran Bretaña, los Países Bajos, Rusia y Dinamarca. También se formaron pequeñas colonias escandinavas en la costa oriental de lo que actualmente son los Estados Unidos. Los pueblos americanos presentaron resistencia a la ocupación de los europeos, sin embargo, se hallaban en desventaja. La tecnología bélica de los recién llegados era más avanzada y mortífera que la tecnología indígena.

Los europeos conocían la fundición, la pólvora y contaban con caballos y vehículos de guerra. Los americanos contaban con una tecnología lítica y carecían de animales de carga, pero eran superiores en número y en conocimiento del terreno. Las enfermedades que los europeos llevaron a América para las cuales los indígenas carecían de defensas cobraron miles de vidas y fueron un factor que pesó en contra de las sociedades americanas, que en medio de la guerra también enfrentaron el desastre epidemiológico. La historia de la Conquista de América ha sido relatada principalmente desde el punto de vista de los europeos. Salvo en el caso de los mesoamericanos, los pueblos indígenas desconocían la escritura, de modo que los registros de los hechos desde la perspectiva indígena consisten principalmente en relatos recuperados algunos años después por los propios europeos. Se cuenta con ellos en los casos de Nueva España, el Perú y Yucatán. . (ver anexo 4)

Los gobiernos coloniales, organizaron las economías de las sociedades americanas bajo su dominio dentro de un sistema de comercio mundial, con el fin de que proveyeran metales preciosos y materias primas a las economías de Europa, hasta conformar el mercantilismo, como política para el desarrollo de las naciones europeas. Sin embargo, el proceso de gestión se llevó a cabo por un mecanismo de concesiones privadas que, debido a su independencia no terminaba de agradar a Felipe II, que terminó cortando las cabezas a todos los conquistadores españoles, excepto a Hernán Cortés, que renunció al poder y a la autoridad retornando a España a vivir del dinero que consiguió.

 En 1495, los reyes católicos prohibieron la esclavitud de los nativos, pero Inglaterra y otras potencias impusieron sistemas de trabajo servil para los indígenas,14 y un extendido régimen esclavista (propio de las civilizaciones americanas, asiáticas, europeas y africanas), que se alimentó del secuestro de personas enÁfrica y su traslado forzoso a América. Sin embargo, en 1548, el papa Paulo III confirmó el derecho a tener esclavos, incluso por los miembros de la iglesia, aunque también afirmó que: los «indigenas», no lo eran y tenían derecho a ser libres, y a liberarse. De hecho, tanto los papas como los reyes de España, se oponían a reducir a los nativos a la esclavitud. (ver anexo 5)

 No obstante, hubo otras instituciones que proveyeron la mano de obra nativa necesitada por los colonos; yanaconazgo y encomienda, aunque los abusos practicados hicieron mella en algunas conciencias cristianas dando lugar a la importación de esclavos negros de África, en las colonias de España, se estableció un sistema de castas que imponía un rol social, luego de la Conquista de América, algunas de las constituciones de las naciones que se independizaron abolieron la esclavitud, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y Francia, otras constituciones como la de Argentina promovían la ocupación de europeos en los territorios poblados por indígenas. En otros países americanos, como el Reino de Brasil y Estados Unidos, la esclavitud continuó hasta la segunda mitad del siglo XIX.

Culturalmente, la conquista de América impuso las características de la civilización europea, imponiendo el uso de lenguas europeas, principalmente del idioma, el inglés, el portugués y el francés, extendiendo la escritura y la economía mercantil, convirtiendo a la población al cristianismo  (en el sector ibérico ese proceso se produjo a través de lo que se denominó evangelización, derivada de la misión de salvación de los indígenas que el papa Alejandro VI impuso a las monarquías ibéricas ) muchas veces con variadas formas de sincretismo en las que persisten las religiones precolombinas y africanas, y la erradicación del canibalismo.

Otro de los aspectos de la colonización trata los sacrificios humanos en las culturas americanas que los practicaban, como por ejemplo los chichimecas, quienes también solían imponer a sus conquistados un sistema similar al feudal.18 Las culturas europeas y americanas adoptaron mutuamente los adelantos técnicos desarrollados por cada una, durante miles de años de desarrollo de sus respectivas civilizaciones y culturas.

La conquista europea se realizó a partir de enclaves urbanos y no penetró o fue rechazada, en amplias áreas del continente que no poseían el grado de civilización de Aztecas o Incas así, varios pueblos originarios mantuvieron el dominio sobre vastos territorios hasta finales del siglo XVIII o del siglo XIX, cuando sufrieron una nueva ola de conquista por parte de los estados americanos independizados: la patagonia, la llanura pampeana, el gran chaco, el mato grosso, la región amazónica, la región amazónica, la región del darien, las grandes llanuras del oeste Norteamericano y Alaska entre otras, permanecieron bajo el dominio de naciones como los Mapuche, Het, Ranquel, Wichí, Qom Algonquina, Hopi, Comanche, Inuit y muchos otros.

Algunos pueblos indígenas, llamados en el siglo XIX salvajes por los gobiernos nacionales de algunos países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Chile, y también llamados indios por algunas personas en algunos países Argentina o Brasil padecieron acciones de guerra por parte de esos estados nacionales independientes de América y sus fuerzas armadas a lo largo del siglo XIX y XX, lo que ha sido denunciado como genocidio, en tanto sus gobiernos lo han considerado como "acción civilizatoria" o "pacificadora". En la Conquista de América, algunos estados independientes americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también llevaron adelante acciones tendientes a ocupar territorios de indígenas en variados estadios de desarrollo; algunos estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio, pero otros lo niegan.

Fotografía de la Masacre de Wounded Knee

En la Conquista, en el siglo XIX y siglo XX, algunos estados americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también realizaron acciones de exploración, apropiación y conquista que implicaron la ocupación del territorio de algunos pueblos indígenas de desigual desarrollo cultural. También en el siglo XX, otras naciones americanas impulsaron políticas racistas contra indígenas, afroamericanos y sus descendientes como reflejo de la doctrina racista biológica pseudocientífica europea. Algunas personas y estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio, pero otras personas y estudiosos lo niegan.

Si bien es clara la fecha de inicio de la Conquista de América (1492), la fecha de finalización es menos clara. En el caso español, en la década del 70 del siglo XVI un decreto del rey Felipe II prohibió los actos de conquista, denominándose a partir de entonces los actos llevados adelante por los españoles con la palabra pacificación. Más allá de las cuestiones terminológicas se puede decir que la Conquista Europea de América terminó con el proceso generalizado de emancipación iniciado por la independencia estadounidense en 1776 y creación de naciones independientes y soberanas en América que se extendió a lo largo de los siglos XIX y XX. La última nación en independizarse de una potencia europea fue Belice en 1981, restando aún algunos pocos enclaves coloniales. (Ver anexo 6)

Pese a ello los procesos de conquista de pueblos originarios continuaron en los países ya independizados de Europa. Ejemplos de ello son la llamada c por parte de los Estados Unidos, y las denominadas Conquista del Desierto y Pacificación de la Araucanía en Argentina y Chile, mediante las cuales se conquistaron las tierras y se sometió al pueblo Mapuche. Incluso hacia finales del siglo XX en países como Colombia, Venezuela, Brasil y Perú se registraban casos de colonos blancos que desposeían a los pueblos aborígenes de sus territorios de manera violenta o por medio de negocios no claros.

Entre las consecuencias a resaltar sobre la Conquista de América están:

  • Desaparición de los sistemas políticos y organizativos de los pueblos amerindios.

  • Pérdida definitiva de su soberanía.

  • Desaparición de numerosas lenguas autóctonas y casi extinción de otras. Las lenguas indo americanas pasaron a un segundo plano y se impusieron definitivamente los idiomas europeos.

  • Destrucción de las obras culturales de los pueblos originarios (textos, obras de arte, religiones, templos, ciudades, obras artesanales, monumentos, caminos, memoria, etc.).

  • Inferiorización y desprecio por las culturas originarias.

  • Inferiorización y desconocimiento de la naturaleza humana de los pueblos originarios al ser reducidos a la categoría de "encomendados" sometidos a colonizadores europeos, en el caso de la conquista española. En el caso de otras experiencias coloniales también fueron en muchos casos desconocidos como seres humanos con los mismos derechos que los europeos.

  • La esclavitud: aunque algunos pueblos aborígenes practicaban la esclavitud, los conquistadores establecieron la misma de manera generalizada. Para ello fueron secuestradas alrededor de 15 a 60 millones de personas en África de la cuales solo unas 10 millones llegaron con vida a América para ser reducidos a la condición de esclavos.

  • Muchas culturas del Nuevo Mundo se conservaron y aumentaron la población aunque también muchas culturas indígenas desaparecieron debido en ocasiones a enfermedades que eran llevadas por los europeos y que eran desconocidas para ellos, y en otras a las conquistas europeas.

  • La Conquista de América abrió nuevas vías de comunicación y transporte, sobre todo marítimas entre Europa y América, así como entre distintos puntos de Europa y de América entre sí. Ello llevó a la creación de decenas de puertos oceánicos y fluviales en el continente americano. El trazado de esas vías estuvo influido en gran medida por razones mercantiles, relacionadas con los bienes que los colonizadores extraían en América para ser llevados a Europa, principalmente oro, plata y alimentos, así como la exportación de manufacturas desde Europa y esclavos desde África hacia América.

El colapso demográfico tras la llegada de los Europeos

Durante la conquista de América se produjo un colapso demográfico de la población indígena. Las razones del mismo se encuentran en debate, distinguiéndose las corrientes que lo atribuyen a un efecto no deseado de enfermedades epidémicas traídas por los colonizadores europeos, de aquellas que sostienen que se trató de un genocidio, como se explico anteriormente, originado en el trato dado a los indígenas, de estos actos da fe la Federación Pijao en Colombia. (Ver anexo8).

Para algunos autores el factor decisivo en la derrota de las civilizaciones americanas fue la introducción de enfermedades e infecciones inexistentes en América hasta ese momento, para las que los pueblos originarios carecían de defensas biológicas adecuadas. El investigador estadounidense H. F. Dobyns  ha calculado que un 95% de la población total de América murió en los primeros 130 años después de la llegada de Colón. Por su parte, Cook y Borak, de la Universidad de Berkeley, establecieron luego de décadas de investigación, que la población en México disminuyó de 25,2 millones en 1518 a 700 mil personas en 1623, menos del 3% de la población original. En 1492 España y Portugal juntos no superaban los 10 millones de personas.

 Este estudio de Cook y Borak, no obstante, ha recibido críticas, algunas de las cuales tienden a contradecir lo que se afirma en él, el colapso demográfico de la población original de América fue, según algunos autores, la causa esencial de su derrota militar como ocurrió a los Ambiguesen Colombia. Steven Katz ha dicho al respecto: el de la Francia de Napoleón, El 9 de noviembre de 1799 (18 Brumario según el calendario republicano), un joven general, Napoleón Bonaparte, protagonizó un golpe de estado en Francia y accedió al poder, clausurando definitivamente la Revolución Francesa e iniciando el Consulado.

En los inicios del Consulado, Napoleón compartió el poder con otros dos cónsules (triunvirato), pero en 1802 se declaró cónsul único y vitalicio. El Consulado se dotó de una nueva Constitución que establecía un ejecutivo fuerte, limitaba el sufragio a los más ricos y anulaba la Declaración de Derechos. En esos años, Napoleón acabó con las protestas populares y reprimió el jacobinismo y las tendencias democráticas. También integró a los realistas en el régimen con medidas como el retorno de los emigrados y el restablecimiento del culto católico a través de un Concordato. Napoleón fue progresivamente acumulando el poder en sus manos hasta que en 1804 se hizo coronar emperador.

Una vez establecido un férreo control sobre el orden público, Napoleón abordó la creación de nuevas instituciones y una serie de reformas que consolidasen los principios de 1791. En primer lugar, elaboró un Código Civil (1804), un Código de Comercio (1807) y un Código Penal (1810) que sancionaban la igualdad ante la ley, el derecho de propiedad, la libertad individual, de conciencia y de trabajo, y el libre acceso a los cargos públicos. En segundo lugar, realizó una centralización administrativa, mediante prefectos, representantes del jefe del estado en los departamentos que se encargaban de aplicar las disposiciones del gobierno. Finalmente, desarrolló la enseñanza pública y la uniformización lingüística.

La acción exterior fue el otro gran componente de la etapa napoleónica. Tras su coronación como emperador y la estabilización en el interior, Napoleón emprendió una política de conquistas y consiguió dominar Europa desde el río Elba hasta la Península Ibérica. Pretendía crear un imperio con el centro en Francia e implantar las instituciones revolucionarias en los territorios ocupados, quebrando así los regímenes absolutistas. Su condición de invasor, el uso de la fuerza y la explotación económica de los territorios conquistados generaron fuertes resistencias, no sólo por parte del absolutismo sino también de liberales que oponían un sentimiento nacionalista al ocupante.

El dominio francés sobre Europa alcanzó su cénit en 1812. A partir de ese momento, el fracaso en Rusia, las dificultades en España y la formación de una gran coalición europea (1813) provocaron el declive de Napoleón. La ocupación de París por las fuerzas coaligadas, en 1814, comportó la destitución de Bonaparte y el restablecimiento de los Borbones, en la persona de Luis XVIII. Napoleón fue confinado en la isla de Elba, pero el descontento popular tras la restauración del absolutismo favoreció su efímero retorno ("Cien días"). Fue definitivamente derrotado por las potencias coaligadas en la batalla de Waterloo (1815) y confinado en la isla de Santa Elena.

Partes: 1, 2
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