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La Positividad de la Fe Cristiana, de Hegel

Enviado por andresss_32


    1. Contexto histórico y social
    2. Sócrates y Jesús dos maestros y sus discípulos
    3. Qué es la fe? Qué es al fe positiva?
    4. La diferencia entre la religión positiva cristiana y la religión llena de fantasías de los griegos
    5. Arriesgar la vida por un Estado que solo asegura la conservación de la propiedad no tiene sentido
    6. Conclusión
    7. Bibliografía
    1.   Con la presente monografía pretendo rescatar los principales aspectos filosóficos de Hegel presentes en el texto.

    Para Hegel, en efecto, la historia universal no representa otra cosa que la idea del espíritu, tal como se revela en la realidad, como serie de formas exteriores. Esta obra es redactada en el contexto de la Revolución francesa, revolución que representa el acontecimiento "espiritual" más importante de la humanidad. Así en sus escritos de juventud en donde la historia presenta por primera vez un programa moral en el que los hombres deben ser iguales, libres y fraternos.

    Es aquí donde Hegel se pregunta en este contexto de esperanza ¿cómo debe ser una religión para un pueblo de hombres libres?.

    Pero si volvemos al concepto de fe y lo comparamos con los testimonios prestados por la Biblia, en su antiguo testamento, vemos que esto va mucho más allá, a lo que el espíritu puede llamar fe, sino más bien una gran obediencia y temor por Dios.

    Un ejemplo lo encontramos en el Génesis en el que Dios prueba a Abraham obligándolo a que ofreciera a su único hijo, Isaac, en holocausto.

    "Entonces habló Isaac a Abraham, y dijo: he aquí el fuego y la leña; más ¿donde esta el cordero para el holocausto?

    A lo que Abraham respondió: Dios se proveerá de cordero para el holocausto.

    Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac, y Loa puso en el altar sobre la leña.

    Y extendió Abraham su mano y tomó un cuchillo para degollar a su hijo.

    Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, diciendo: no extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

    Entonces Abraham alza sus ojos y miro un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y tomo del carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

    Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Dios proveerá. Por tanto se dice hoy: en el monte de Jehová será provisto".[1]

       1 Introducción

    Filosofía, Fe y Teología

    Son muy frecuentes las confusiones en torno a la cuestión de la filosofía y la Fe. Por ello es necesario, antes de todo, que comencemos con una idea de Fe.

    Si la fe consistiera en algo meramente relacionado a nuestra actividad sentimental, no habría por qué contraponerla o enfrentarla a la totalidad de la filosofía; bastaría estudiarla dentro de ella, como uno de los puntos de la psicología afectiva.

    ¿Qué es entonces la fe? ¿Que significa ser creyente?

    Aunque la fe en el creyente produzca o determine sentimientos, no es formalmente un sentimiento más. La fe concierne, de una manera propia e inmediata, al entendimiento humano. Creer o no creer son actos que sólo la facultad intelectiva realiza.

    "Creer es el acto del entendimiento que asiente a la Verdad Divina, imperado por la voluntad, a la que Dios mueve mediante la gracia".[2]

    Es el entendimiento no la voluntad, la que tiene la facultad de asentir o disentir ante cualquier afirmación. Pero en el caso de una Verdad Divina, que se propone como objeto de creencia en tanto que no es evidente, el entendimiento no puede asentir de una manera espontánea, pues de esta manera sólo lo que es evidente despierta o produce nuestro asentimiento. El hecho, sin embargo, de que una proposición no sea evidente no significa que sea evidente su falsedad.

    Para que algo se nos proponga a título de creencia es preciso que no sea evidente, ni como verdadero ni como falso. De ahí que el asentimiento a las verdades de fe suponga un impulso de la voluntad sobre la facultad intelectiva.

    Querer creer concierne a la voluntad; de lo puramente natural, es preciso que la voluntad sea movida por Dios; lo cual ocurre, precisamente, mediante la Gracia.

    Tanto la filosofía como la fe coinciden en tener su lugar de entendimiento, pero difieren en la manera como en él tiene lugar, en la filosofía se origina en el entendimiento de una manera puramente natural y humana, pues su objetivo son las verdades asequibles a nuestra capacidad intelectual, sin la mediación de un especial socorro sobrenatural o divino. La fe por el contrario, requiere una especial iluminación, se trata de verdades reveladas y además, Dios mueve mediante la gracia, a la voluntad que se determina a creer, por que su objeto lo constituyen verdades que, por trascender nuestra natural capacidad intelectiva, no se pueden presentar como evidentes.

    Así la filosofía se basa sobre la propia razón humana y la fe tiene su última y definitiva garantía en la autoridad divina.

    Lo único que distingue a la teología de la filosofía es que aquella parte de una revelación dada de antemano, que luego trata de explicar por la razón de sus efectos en el mundo, mientras que la filosofía llega a esa revelación racionalmente.

    El razonar, pues, a pesar del proceder inverso de ambas disciplinas, es su común denominador. Y si tuviéramos que contraponerlas de algún modo, diríamos que el teólogo fundamenta el pensamiento en la verdad, mientras que el filósofo fundamenta la verdad en el pensamiento.

    Desarrollo

     2 Contexto histórico y social

    Antes de comenzar a desarrollar los temas presentes en el texto es fundamental aclarar unos puntos de importancia sobre el contexto en que es enunciado este texto para poder entender los argumentos que en el se presentan. La filosofía de Hegel surge estrechamente vinculada con la situación social cultural y filosófica de su época. Así su filosofía supone una lucha por la falta de libertad y de la razón. A su juicio la situación, histórico – social en que vivía estaba necesitada por una mayor libertad.

    La guerra de los Treinta Años dejó a Alemania atrasada tanto política como económicamente, no existía un estado moderno, sino un estado carente de justicia centralizada y fundamentado sobre un despotismo feudal. Además, el campesinado aún era muy numeroso, la industrialización era mínima y carecía de una clase media poderosa que pudiese transformar ese estado de cosas. Alemania no era un estado, la libertad estaba sometida y la censura atenazaba la libertad de expresión. Hegel vivió la Alemania de su tiempo como un ataque a sus aspiraciones democráticas y a la libertad, y concibió la necesidad de un estado moderno y racional. Donde la "polis" griega aparece como un modelo frente a la situación de Alemania. En la "polis" griega se cumplía la armonización del individuo con la sociedad: la vida del hombre nacía, se desarrollaba y moría en la vida y en el espíritu de la polis, hasta el punto de que el individuo no era nada separado de la comunidad política, social y cultural de la ciudad.

    Hegel en su obra Escritos de Juventud la cual escribe a sus 30 años, en un periodo fascinante, que solo puede comparase con la filosofía iniciada por Sócrates. De igual modo ocurre lo mismo con el movimiento iniciado por Kant, quien se puede decir produjo una revolución copernicana, y en el lapso de cuarenta años desde su Crítica de la Razón Pura publicada en 1781, hasta la Filosofía de Derecho de Hegel publicada en 1821, se suceden grandes filósofos, movimiento conocido como el Idealismo Alemán en el que Hegel es el punto culminante.

    En el pleno apogeo de la Revolución Francesa, estallada en 1789 lo que para Hegel significo el triunfo de la razón, y que sirvió de limite entre dos épocas de la historia, constituyo el más grave acontecimiento moderno, después de la Reforma, y fue la resultante de un vasto movimiento en oposición al antiguo régimen. Los acontecimientos de la Revolución Francesa suscitaron en el un gran entusiasmo y ejercieron sobre su pensamiento un efecto duradero. En donde sus obras de juventud presentan un interés preferentemente religioso – político.

    Hegel nos presenta en dos partes a La positividad de la religión cristiana, la primera de ellas abarca entre los años 1795 y 1796 en la que toma como principio para fundamentar los juicios sobre las diferentes formas y modificaciones, y sobre el espíritu de la religión cristiana:

    "Que la finalidad y la esencia de toda religión verdadera es la moralidad de los hombres y que todas las doctrinas más específicas de la religión cristiana, todos los medios para propagarla y todas sus obligaciones se aprecian, en su santidad y en su valor, de acuerdo a su vinculación más estrecha ö más lejana a ese fin."

    La segunda parte de La positividad de la religión cristiana, escrita en 1800, declara no indagar si el cristianismo tiene doctrinas positivas, sino inquirir en si, en cuanto tal, es o no una religión positiva.

    Hegel se mostró siempre critico frente a los discursos, que exasperan el principio jacobino de la subjetividad (fe y saber). En la fenomenología del espíritu, dibujando el sistema científico del verdadero saber sobre la premisa de "sólo en el concepto encuentra la verdad el elemento de su existencia", hace la critica más radical de la filosofía romántica y del magro sentimiento de lo divino. Quiere que el jucio final sea sin apelación:

    "Si en el hombre la religión se basa tan sólo en un sentimiento, entonces él perro sería el mejor cristiano" [3]

    Lo religioso en Hegel se reducía al problema de la religión popular, aquella en la cual el individuo realizaba su destino a través de lo general.

    Hegel se siente fascinado por el mundo antiguo, particularmente el griego, donde el individuo vive en perfecta armonía con el mundo y se desenvuelve en él.

    El Judaismo, en cambio, es la expresión de la conciencia desgraciada, como decía en la "Filosofía del Espíritu" una religión elaborada por un pueblo esclavizado y perseguido.

    Con el cristianismo se convierte en una religión privada donde el absoluto es relegado a un más halla separada inevitablemente del mundo. Es una religión positiva fundada en la autoridad y en el temor de Dios con el que ya el Judaísmo estableció una relación de amo esclavo. Abraham se separa del mundo, seja su familia y su mundo para someterse al mandato divino, rompiendo con el seno mismo de la vida, de su vida.

    3 Sócrates y Jesús dos maestros y sus discípulos

    Lo infinito se separa de Loa finito y el hombre queda librado a su propia individualidad. Por eso según Hegel, Jesús mueve a los hombres en pos de su salvación personal, concepto típicamente hebreo.

    Un griego o un romano jamas habrían pensado en esto, pues un griego era ante todo un ciudadano, un miembro de la polis. Por eso Sócrates prefiere morir pese a las vías de escape que sus discípulos le brindan, simplemente por que el no puede vivir fuera de la polis, su amada Atenas que sin embargo la condeno a las más injustas de la muerte. Al escuchar la sentencia de su muerte dirigiéndose a los jueces atenienses, afirmo: "ha llegado la hora de que nos vayamos, yo a morir y vosotros a vivir, sólo Dios sabe quien de nosotros se encamina a un destino mejor".

    Así como Sócrates acepta su muerte sabiendo que era injusta. Cristo sabe que la condena es injusta pero responde con un amor más grande y la acepta por amor a la humanidad. En Sócrates falta en este gesto por el amor a los demás, pero se da como una especie de fidelidad así mismo. Quiere hacer ver a sus discípulos que es fiel a la ley respetando los acuerdos hasta el final. En Cristo su muerte significa salvación para todos, Cristo salva, algo que Sócrates no puede hacer, Él sólo nos entrega un valor. Pero ambos mueren por lo que creen y por Loa que hacen y creen en Loa que hacen y dicen. Y de aquí el amor de sus discípulos por:

      Es necesario considerar en la forma en que los dos hablan de sus enemigos. Sóctrates a diferencia de Cristo, no perdona. Quizás en su sentimiento tenia la intención de perdonar, pero a los jueces que le votaron a favor de su muerte les dice -"Estén atentos pues ahora mis discípulos os atacaran". Cristo no predica venganza y sus discípulos fueron los primeros en perdonar y evangelizar a sus mismos enemigos.

    Sócrates enseña el valor de una investigación humilde, pues sabe que los seres humanos no podemos agotar el saber. Sócrates afirma que el saber humano es débil. Existe un pasaje, en el que Sócrates dice: "Cuando no puedo encontrar la verdad puedo hacer cuatro cosas: fiarme de la experiencia; fiarme de un maestro; encontrar un argumento y ver si es coherente consigo mismo, o fiarme de la revelación divina."

    Tanto Jesús como Sócrates fueron maestros y tuvieron sus discípulos en lo que existe una diferencia en la forma en que respetaban y acataban Loa que su maestro les enseñaba.

    En el nuevo testamento encontramos un pasaje en el que nos relata la forma de enseñar de Jesús:

    "y cuando termino Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los estribas"[4]

    Los escritos del nuevo testamento nos hablan de una predicación primitiva que no es ninguna manera libre, sino que es prerrogativa de los apóstoles, para ello diputados por Cristo, y que permanecen bajo su vigilancia. El orgullo de los discípulos era reproducir lo que Jesús hacía y decía, creían en él y aceptan lo que Jesús hace y dice. No se caracterizaban por ser unos hombres de Estado, eran un conjunto de pescadores, y se destacaban por su rectitud y por su sostenimiento a la doctrina de su maestro, por su humildad y amabilidad. Y es este uno de las razones por las cuales la filosofía socrática no se expandiera como religión publica ni en Grecia ni en otra parte.

    Los discípulos de Sócrates eran pertenecientes a los elegidos de Atenas, aman a Sócrates por la verdad y por la virtud, todo su esfuerzo se basa en imitarlo y superarlo. No creen en su persona sino en lo que él dice y hace. Así cada uno de ellos elaboró sus propias ideas engendradas por su maestro llegando a ser hombres tan grandes e independientes como Sócrates, quien su interés fue siempre por un Estado en el que en ese momento valía la pena interesarse en él,

    Hay quienes sugieren en cierta forma de que puede que la filosofía griega haya influido sobre los judíos. Por ejemplo, Filón, un filósofo judío de Alejandría, estuvo en gran medida bajo la influencia del filosofo griego Platón, considerado por Filón como persona que había recibido inspiración divina. El Léxico del judaísmo (Lexikom des judentums), declara que Filón unió el lenguaje y las ideas de la filosofía griega (Platón) con la fe revelada por de los judíos.

     4 Que es la Fe, que es la Fe Positiva

    La fe puede concebirse como el comparsa del dogma o bien como su verdadera causa eficiente, si la fe fuera una necesidad no sería en absoluto meritoria, esta es la transformación de lo contingente en necesario y de lo necesario en contingente. De esta forma la fe no es una creencia sino que es el acto de creer así como el acto de conocer no es un conocimiento. La fe tampoco es una certeza sino que es la oposición a toda certeza. La razón por lo tanto no puede impulsarse por sí misma, sin intuición es ciega. Pero se debe creer en la libertad cuando no se presentan los seres fantásticos que vendrán a salvarte o de quien pueda vivir alejado de los dogmas impuestos por una religión que aplasta los sentidos y deja al hombre sólo con la única respuesta a todos sus predicamentos: Dios

    Hegel nos propone a ser consientes de nuestra dignidad humana, así como lo diría Fitche en Sobre la Dignidad del Hombre, donde plante que solo el hombre es capaz de realizar su propia autonomía.

    Si existe alguna anestesia para el pecado no se puede llegar a encontrarla bajo el perdón divino sino mas bien en mi propio arrepentimiento. No renunciar de todos modos a la fe sino a la fe positiva. Por esto la fe no debe ser ni una necesidad ni una entelequia finalista sino un acto libre. No podríamos renunciar todo de nosotros mismos para reconquistarnos la fe pura solo sabe que sabe no esta atada por cualquier grupo de enunciados que por lo que le hubiera dicho alguna autoridad debo considerar que sean verdaderos y confiarme de ellos.

    El creer se transforma en confiar y es la clave de la fe positiva, la obligación el deber en creer y es donde la soberanía del YO y toda su dignidad carecen de todo valor.

    El principio luterano de la fe con el que Hegel declara su plena solidaridad considerando su filosofía como el pleno desarrollo y maduración del mismo:

    "Lo que Lutero inició como creencia en el sentimiento y en el testimonio del espíritu, es lo mismo que el espíritu madurado ulteriormente, se ha esforzado por comprender el concepto".[5]

    Lutero, escribe Hegel, quebrantando los votos religiosos en la cristiandad y la estructura jerárquica de la iglesia, con su –todos somos pastores, obtuvo la libertad y la autonomía del espíritu que se despliega en si y para sí y solo con él comienza el germen de la libertad del espíritu. Y cuando se pierde la libertad de la razón de la autonomía es todo el inicio para dar origen a una religión positiva.

    La filosofía de Hegel, no tiene la misión de comprender qué es la religión, sino de suprimirla y realizarla. Suprimirla, suprimiendo la diferencia entre el espíritu finito y el infinito; y realizarla porque conocer a Dios es el único fin de la religión y su realización es la filosofía.

    5 La diferencia entre la religión positiva cristiana y la religión llena de fantasías de los griegos y la doctrina de la corrupción de la naturaleza humana y su extensión del dominio con lo divino

      No se puede confundir al paganismo con el ateísmo o con el indiferentismo.

    Los paganos no tenían fe, porque desconocían la revelación. Nadie puede responder a un mensaje que no le ha llegado. El pagano es, por definición, aquél que no ha escuchado la palabra de Dios. La increencia del pagano lo es con referencia a la palabra. Sin embargo, los paganos son ordinariamente muy religiosos. Tienen en gran estima la virtud de la religión tanto los escritores como los filósofos antiguos. Por otra parte, el pagano es un tipo humano casi desaparecido, a saber, el hombre que se relaciona con la trascendencia mediante la sola razón, sin haber oído la revelación.

    Este pagano está en situación de ignorancia insuperable; sólo conoce mitos y poemas en los que los hombres hablan de los dioses. No se ha visto en la situación de escuchar una palabra en la que Dios habla sobre el hombre al hombre, a él mismo.

    No obstante, en las sociedades occidentales postindustriales, a principios del siglo XXI, hay de nuevo personas en situación de paganismo. Quienes han sido educados así, reviven la situación de los paganos antiguos.

    El testimonio del pensamiento antiguo -precristiano y extranjero al pueblo de Israel-, les puede proporcionar luz sobre la orientación natural de la razón hacia Dios.

    El Cristianismo y el Descubrimiento de la "Subjetividad" y de la "Conciencia". Con respecto a la polis griega, el Cristianismo viene a significar, negativamente, la disolución de la vida armónica y en comunidad social. Positivamente, significa el descubrimiento del concepto de "subjetividad", que será interpretado por Hegel como un momento absolutamente necesario para la realización plena de la libertad y el desarrollo y perfección del espíritu. La religión constituye para Hegel un aspecto fundamental de la vida de un pueblo. El concepto de subjetividad vendrá a significar, en último término, una crítica y un opuesto al concepto "positivización" que puede hacerse de la vida política

    – social. El término "positividad" viene a significar un 'límite' que se le impone a la vida desde una realidad impuesta de un modo exterior y por la fuerza de la tradición, sin estar fundada y justificada ante la propia razón.

    "Positividad" vendría a equivaler a "alienación". El hallazgo de la subjetividad y su carácter de principio racional y libre representará para Hegel un principio rector en la organización social y política de la vida del espíritu. Hegel distingue tres estadios en este progreso de la conciencia en libertad que constituye la trama de la historia:

    Oriente. Es el primer período, la infancia de la humanidad, que se caracteriza por la ausencia de libertad. Los orientales no saben que el hombre como tal es libre, y, como no lo saben, no lo son. Solamente un hombre era libre: el déspota. Es la época de despotismo en la que el poder del Estado se concentra en un solo individuo. El individuo, pues, está absorbido por el Estado. En la relación individuo – colectividad prevalece el elemento comunidad. Pertenecen a este periodo China, India, Persia, Asia Menor y Egipto.

    Occidente: Grecia y Roma. Es el segundo periodo, que contiene la historia del mundo grecorromano. Es la etapa de la adolescencia de la humanidad. Se inicia la conciencia de la libertad, y por ello se lucha por la libertad. Pero entre Griegos y romanos sólo sabían que algunos hombres eran libres, pero no que el hombre como tal lo fuera. Por ello se dio la esclavitud. Sigue prevaleciendo el elemento comunitario sobre el elemento individual (polis griega).

    Pueblos Germánicos. Representan la ancianidad de la humanidad. Es un periodo que se prolonga desde la llegada del Cristianismo hasta la época actual (de Hegel, se entiende). La libertad, que surgió con el Cristianismo, no llegó a tener inmediata expresión en las leyes y en las instituciones porque con el triunfo cristiano perduró la esclavitud. Ha sido necesario un largo proceso de desarrollo de los pueblos antes del reconocimiento explícito de la libertad. Se produce la reconciliación de la escisión sujeto – objeto = individuo – colectividad. Sólo las naciones germánicas han llegado a la conciencia de que el hombre es libre como hombre. Es la etapa de madurez de la Historia: todos somos libres. Todos los hombres se sienten y son libres (abolición de la esclavitud), y realizan su libertad a través del Estado.

     "todas las religiones no son más que el reflejo fantástico en el cerebro humano de las fuerzas exteriores que dominan su vida cotidiana".[6]

    Esto quiere decir que el hombre, desde que tiene conciencia de su propia existencia, ha tratado de explicar y explicarse a sí mismo, los hechos que no puede entender de alguna manera. Pero, ¿cómo explicar algo que no entendemos?; la forma más fácil es la de inventar seres sobrenaturales, que sobrepasen nuestras capacidades, que tengan total poder sobre el universo; he aquí el concepto de Dios. Esto -el tratar de explicar lo inexplicable de esta manera-, el positivismo lo llama "espontaneidad", el cual es el primer punto, el comienzo de la historia de la religión. Al principio, se creó un Dios para cada suceso natural (fenómenos climatológicos como los rayos, lluvia, vientos, etc.) o cualquier otro fenómeno no explicable, al cual se le rendía culto, obteniendo de esta manera esperanza, necesidad básica del hombre. Aquí se crean los mitos, los cuales son historias fantásticas, que tratan de explicar esto sucesos sobrenaturales. Luego, se decidió pasar del politeísmo, al monoteísmo, concentrando todas las propiedades de todos los dioses en uno solo. He aquí el surgimiento de la religión, el…"reflejo fantástico"…, la imagen trastornada reflejada en el espejo del entendimiento humano, pues el hombre ve las cosas a su modo, como él cree y a veces – por no decir siempre- no como realmente son. Inventa mundos ficticios, historias fantásticas, de lo que sucede a su entorno (tanto los fenómenos naturales ya mencionados como conceptos más complejos como la muerte, la vida, el alma, el hombre, etc.) y no comprende.

     "En el hombre primitivo es fundamentalmente el miedo lo que produce ideas religiosas: miedo al hambre, a los animales feroces, a la muerte."[7]

    La religión le da sentido a la vida, le brinda a los seres humanos una razón para vivir y una razón para vivir correctamente -como el Dios lo indica- y con felicidad, dándole además una "guía práctica" de normas morales, las que le ayudaran a vivir con esta corrección y felicidad. Esta es la idea de religión para los creyentes, es decir, para aquellos que la apoyan, pero la religión, vista desde un punto de vista "totalmente objetivo", no es más que una cadena que rodea el cuello del hombre, sometiéndolo a la más profunda esclavitud, ya que limita la acción humana en infinitos ámbitos, y esto, no es más que privar al hombre de la libertad ", a pesar de que el hombre puede hacer lo que desee, está siendo amenazado por otro lado, ya que se le dice que si hace esto o aquello, le pasará esto o aquello también, y siempre, todas las acciones que no sean correctas para la Biblia -en el cristianismo-, nos mandaran directamente al infierno y allí cumpliremos nuestro castigo por nuestro error terrenal. El tratar de "controlar" a los individuos por medio de la represión mental es la mayor esclavitud, ya que un hombre preso dentro de sí mismo no tiene forma de escapar, pues, ni siquiera es consiente de su encierro, por lo tanto no desea liberarse. Hay que tener cuidado también en separar, la religión (como concepto, como idea, como "teoría") de su utilización.

    "la religión es el opio del pueblo"…[8]

     Como es sabido, el opio es un alucinógeno, una droga, que "eleva" mentalmente a los humanos a un plano ficticio de la realidad. Esta es una metáfora sumamente sutil, en la cual nos dice que la religión no es más que una "droga", un vicio del ser humano, que no hace más en enceguecer al hombre y que le muestra una gran fantasía, producto de sus ambiciones, quizás, o sus anhelos.

    La religión es algo que existió desde tiempos inmemoriales, existe hoy en día y existirá durante mucho tiempo más. La mayor parte de las personas en este planeta creen en alguna religión. Ellos creen, porque necesitan creer, porque el universo o todo lo que pertenece a él supera su entendimiento, porque hay sucesos que no comprenden y quizás se siente inferiores o simplemente ajenos, entonces encuentran la salvación en este ser superior, todopoderoso, en este padre protector, y en su mirada encuentran seguridad. Aquí surge la religión.

    Aquí surge la historia de la humanidad.

    Para Hegel, con la aceptación de la religión cristiana, no desapareció inmediatamente la esclavitud, ni se organizaron racionalmente los gobiernos y las constituciones no se fundaban en el principio de la libertad. Desde el comienzo mismo de su desarrollo fisiológico, Hegel aceptó el rechazo kantiano de toda religión supraracional y estatuaria. Lo que originó que Hegel se apartase de Kant, no fue una opinión más elevada del cristianismo tradicional, sino de los griegos. En el contraste entre cristianismo y Grecia que hace Hegel en sus escritos religiosos, queda clara la primacía del mundo griego sobre el cristianismo. Por tanto, la idea principal de la filosofía de la historia de Hegel sería que: La historia es el relato del desarrollo de la libertad humana, el último momento en que se desarrolla el espíritu y el momento en que la idea toma conciencia de sí misma. Por todo esto, podemos ciertamente decir que el cristianismo es la religión de la esperanza.

    En la fe cristiana debe el hombre encontrar siempre una luz y una confirmación del sentido de sus anhelos, porque:

    "en Cristo el cielo ha bajado a

    la tierra y ha echado raíces"[9]

    Para Hegel, con la aceptación de la fe cristiana, no desapareció la esclavitud ni se organizaron racionalmente los gobiernos y las constituciones no se fundaban en el principio de la libertad.

    En el contraste entre cristianismo y Grecia que hace Hegel queda clara la primacía del mundo griego sobre el cristianismo, donde se desprende la filosofía de Hegel: en que la historia es el relato del desarrollo de la libertad humana. Para Hegel el espíritu del pueblo da plenitud al individuo

     6 Arriesgar la vida por un Estado que solo asegura

    la conservación de la propiedad no tiene sentido

    La interpretación que hace Hegel del Estado hay que situarla dentro de una época determinada y tal vez no valga para otra época. Hegel crítico sin embargo esta definición Kantiana por cuanto tiene en cuenta solamente el lado negativo del derecho como limitación de la libertad. En Kant como en otros teóricos del liberalismo, la sociedad misma y el Estado aparecen ante todo como limitaciones o restricciones frente a la libertad, pensada como libertad negativa.

    Para Rousseau y para Hegel en cambio, en un estado de derecho democrático las leyes no son una limitación de la libertad sino más bien la expresión o la realización de la misma como voluntad general.

    Pero el orden ético, ese estadio que constituyó la base de la filosofía de la Ilustración y que alcanzara su momento cumbre con el imperativo categórico kantiano: 

    "obra de modo tal que el motivo que te ha llevado

    a obrar pueda convertirse en una ley universal"[10]

     Resulta invalidado abruptamente en función del absurdo y de la paradoja. Esa generalidad, base de la ética kantiana (y que encontraría en Hegel su máxima expresión con la Filosofía del Derecho), se ve reducida a la nada en el salto al estadio religioso.

    De esta manera Hegel en su marco teórico nos describe que, con la extinción de todas las libertades políticas desapareció todo interés en el Estado, esto es lógico ya que todas las personas siempre desean actuar, desenvolverse y vivir dignamente cuando son capaces de actuar en su favor. Pero cuando su único fin de la vida queda reducido a la nada, es ahí donde se pierde toda la fuerza, y más aun cuando se esta frente a un Estado soberbio que restringe la propia realización de un fin determinado por los hombres y solamente se preocupa por su propia identidad y por el miedo de los pueblos vecinos ante la posibilidad de una guerra.

    ¡o juremos con gloria morir! Que es lo que les lleva a los hombres a perder su vida en batalla, conservar su ciudad sólo le interesaría para proteger su propiedad y el goce de ella, pero este medio para llegar a proteger algo, directamente con la muerte anula su fin, su propiedad y el bienestar de ella. Así muriendo se reafirmaba el derecho de la defensa de la propiedad como el de tenerla. Pero de este sentimiento no era posible de tenerlos los pueblos oprimidos quienes tan solo se satisfacían por tener ulna propiedad mediante un acto de fe. Tal es el caso del pueblo hebreo y su tierra prometida. La experiencia clave para el hebreo es la que vive en colectividad, origen del posterior pueblo, descendientes de la promesa hecha a Abraham. Este grupo, en Egipto, padece el de ser considerados esclavos. El esclavo es nada como persona. En el pensar griego sería el NO SER.

    Con su liberación pasan de la nada, a ser, a existir, donde conducidos por Moises (quien por capricho de Dios no llega a pisar esa tierra, que era por todo lo que había luchado, abandonado aun ciertos lujos y placeres como cuando el estaba junto al faraón) llegan a las puertas de la tierra prometida. Josue los introduce y hace las primera localidades de las primeras tribus nómadas hebreas. Con David toman conciencia de conformar un pueblo. Las tradiciones ancentrales de las diversas tribus son fundamento de ese comprenderse existencialmente como alguien, existir como pueblo.

     Conclusión:

    Para concluir con el análisis me interesa retomar las principales ideas de Hegel presentes en el texto, él trataba la religión como el penúltimo paso en el movimiento fenomenológico desde la conciencia hasta la autoconciencia, en lo que él denominaba "conocimiento absoluto".

    Concluía su filosofía de la religión con la presentación de la religión perfecta como la negación de la limitación y de la particularidad de estas religiones finitas o determinadas. Identificó la religión perfecta, en su realización histórica, con el cristianismo, y especialmente con su propia tradición cristiana luterana. Hegel elaboró su filosofía de la religión, como movimiento de pensamiento, en la forma de ese movimiento del espíritu que se autodesarrolla internamente. Puesto que identificaba este movimiento con el desarrollo de Dios como sujeto divino, interpretó la religión como un movimiento de subjetividad divina. Era un movimiento desde Dios como sustancia a Dios en cuanto diferenciado internamente, y por tanto verdadero sujeto divino o persona. Era ciertamente un movimiento de subjetividad divina global, desde el momento en que llegó a considerar a Dios como ser que incluye la finitud o el mundo. Así la religión era, para Hegel, un movimiento de reconciliación entre lo humano y lo divino, una reconciliación que tiene lugar en la forma de una postulada subjetividad divina inclusiva.

    Hegel sentía gran interes por el pueblo griego, aquellos quienes miraban el mundo como un lugar ordenado en donde todo se revelaba para un proposito especifico o fin ultimo, llamado thelos , insistía en que la religión, incluyendo la religión cristiana tal como la reflejaba la teología cristiana, no hace realmente accesible la verdad de la reconciliación a la humanidad en general. Pero siempre mitigó esta valoración positiva de la religión con una nueva reserva. Sostenía que es tarea de la filosofía siempre identificar la coherencia lógica y racional internas de las creencias religiosas.

    Ahora bien si la religión a tenido tanto éxito a lo largo de los tiempos se debe en parte a que proporciona significado y propósito a los individuos, lo que resulta más difícil de obtener en una sociedad consumista. La religión le ayuda a enfrentarse a lo desconocido especialmente si se tiene mucha fe, hay quienes abrazan una religión, o la redescubren cuando se han dado cuenta de un cambio en su vida.

    BIBLIOGRAFIA:

     Hegel, G.W.F. Escritos de Juventud. Edición de J. Ripalda. F.C.F México. 1978.

     Hegel, G.W.F. Filosofía de la Historia Universal. Traducción de J, Gaos. Ediciones

    anaconda. Bs As. 1996

     Hegel, G.W.F. fenomenología del Espíritu. Ediciones anaconda. Bs As. 1993

    Marx, Karl. Crítica de la Filosofía de Derecho de Hegel. Trad AR y MHA.

    Ediciones nuevas. Bs As. 1965.

     La Santa Biblia. Antiguo y Nuevo Testamentos. Sociedades Bíblicas unidas.

    México. DF.1993

     Bakunin, Mijail. Dios y el Estado. Grupo Editor Altamira. Bs As. 1992

     Carpio, Adolfo P. Principios de Filosofía. Edit, Glauco. Bs As. 1995

     Marinoff, Lou. Más Platón y menos Prozac. Ediciones BSA. Barcelona. 2000

     KUNG, H. La encarnación de Dios. Introducción al pensamiento de Hegel como prolegómenos a una cristología del futuro. Herder. Barcelona. 1974

     Historia Universal. La Aventura del Hombre en la Historia. Edit El Ateneo. Bs As. 1984

       

    Juan Andrés Herrera

     Universidad Nacional de Entre Ríos

    Facultad de Ciencias de la Educación

    Licenciatura en Comunicación Social

    Cátedra: Corrientes del Pensamiento Contemporáneo

    Año de cursado: 2004