- Resumen
- ¿Qué es la litiasis renal o cálculos renales?
- Fisiopatología
- ¿Cuándo se indica el tratamiento?
- Infecciones Urinarias
- Aparato Reproductor Femenino
- Aparato Reproductor Masculino
- Deshidratación y Alcalosis
- Fisiopatologías Digestivas
- Síntomas del Aparato Digestivo
Resumen
El desarrollo del metanefros o riñón definitivo comienza en la quinta semana de la vida, Aproximadamente el 20% de las nefronas se han formado a los 3 meses de gestación y un 30% a los 5 meses. Al término de la gestación, cada riñón contiene entre 85.0000 y 100.0000 nefronas. El crecimiento renal durante la lactancia y primera infancia depende de la hipertrofia de las unidades ya existentes, y generalmente el tamaño renal se corresponde bien con la edad y los parámetros normales de crecimiento somático. Sin embargo, en pacientes con una enfermedad renal intrínseca, anomalías cerebrales y algunas formas de enfermedades cardíacas congénitas, el tamaño renal puede ser considerablemente menor de lo esperado. Las patologías del riñón pueden manifestarse de diferentes formas, unas se observan en el glomérulo, aunque la nefrona se compone de otras estructuras, como túbulos, vasculatura, que son mucho más importantes que el glomérulo.
Enfermedades sexuales, también llamadas enfermedades venéreas, son enfermedades infecciosas que se contagian por contacto sexual. Algunas se pueden transmitir también por vía no sexual, pero representan una minoría del número total de casos.
Fisiopatologías Renales
¿Qué es la litiasis renal o cálculos renales?
La litiasis renal es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de cálculos (cuerpos sólidos formados por la agregación de minerales) en el aparato urinario superior (riñones y uréter). Los cálculos renales se forman dentro del riñón a partir de las sustancias que están en la orina. Pueden quedarse en el riñón o desprenderse y bajar por los conductos urinarios. Si el tamaño de la piedra o cálculo es muy pequeño, puede eliminarse con la orina sin causar síntomas, pero si el tamaño es suficiente queda atrapada en los uréteres, en la vejiga, o en la uretra.
Según el lugar donde se forma un cálculo, el riñón o la vejiga, se puede denominar cálculo renal o cálculo vesical, respectivamente. Los cálculos renales suelen ser de calcio, y con menor frecuencia de magnesio, de ácido úrico o de cistina, en dependencia de las enfermedades o causas a los que se asocian.
¿Por qué se producen los cálculos renales?
Se pueden formar cálculos porque la orina está saturada de sales que pueden producirlos, o porque la orina carece de los inhibidores naturales de este proceso, también algunos medicamentos pueden facilitar la producción de cálculos, como algunos diuréticos y antiácidos, por lo que debe informar al médico sobre todos los medicamentos que utilice en caso de presentar cálculos renales.
En la mayoría de los casos no se identifica la causa ni hay enfermedad que explique la producción de los cálculos renales, y en muchos casos, se detecta su presencia al realizar una radiografía u otras pruebas por otros motivos. Son poco frecuentes los casos en los que los cálculos renales son secundarios a otras enfermedades, como el hiperparatiroidismo, la cistinuria, algunos tipos de cánceres, el abuso de laxantes o por infecciones repetidas del tracto urinario.
Existe mayor predisposición a padecer cálculos en personas con antecedentes familiares de litiasis renal, enfermedades óseas, gota, infecciones urinarias repetidas, litiasis en la infancia o cólicos nefríticos anteriores . En los casos en los que se repiten varias veces los cólicos nefríticos, el médico le realizará más pruebas para descartar la posibilidad de que exista alguna de estas enfermedades.
Síntomas ¿Qué es un cólico renal o nefrítico?
La forma más frecuente de expresarse la enfermedad es el cólico nefrítico: aparece cuando un cálculo se desprende o se rompe y queda atrapado en las vías urinarias. Al dificultar o impedir el flujo de orina desde el riñón a la vejiga, aumenta la presión dentro de los conductos urinarios, lo que activa las terminaciones nerviosas de la mucosa y provoca dolor. También puede presentarse como dolor abdominal de inicio agudo y de menos de 12 horas de evolución. El dolor no mejora con el reposo y, con mucha frecuencia, se acompaña de náuseas y vómitos, y con la sensación de necesidad de orinar con mucha frecuencia, pero orinando muy poca cantidad. A veces, con presencia de sangre en la orina.
El diagnóstico se realiza por los síntomas clínicos y el análisis de la orina en laboratorio o con tiras reactivas en la propia consulta. Es importante, en caso de padecer un cólico, filtrar la orina para obtener los cálculos que se expulsen y realizar un análisis de su composición. Después de tratar el dolor que provoca, el médico puede indicar la realización de pruebas radiográficas para el estudio de las vías urinarias.
Fisiopatología
A grandes rasgos, los cálculos renales se clasifican como calcáreos y no calcáreos. Los trabajos más recientes sugieren que la formación es consecuencia de una infección parecida a la ocasionada por Helicobacter pylori y a la enfermedad ulcerosa. Las nanobacterias son pequeños microorganismos intracelulares que forman núcleos de apatita, presentes en el centro de la mayoría de los cálculos de riñón y de las placas minerales de la papila renal. La posterior cristalización y el crecimiento de la piedra están influidos por factores endógenos y nutricionales. Asimismo, el volumen de la orina y la concentración de solutos también determinan la formación de cálculos.
¿Cuándo se indica el tratamiento?
En la mayoría de los casos, los cálculos urinarios pequeños pasarán finalmente, sin ocasionar daño alguno, a través del uréter, la vejiga y la uretra, para salir del organismo por sí solos. Si el cálculo no se expulsa o presenta una amenaza inminente para la salud del paciente, se emplean procedimientos quirúrgicos o mínimamente invasivos para extraerlo.
Todos los cálculos urinarios deberían tratarse para evitar complicaciones serias, e incluso fatales. El tratamiento varía de acuerdo con la localización, el tamaño, y la composición química del cálculo.
¿Qué esperar?
Debido a que con el tiempo los cálculos pequeños se expulsan naturalmente, a un paciente con cálculos pequeños el médico le recetará medicamentos para el dolor y le indicará que beba la mayor cantidad de líquido posible para eliminar el cálculo.
Entre los procedimientos quirúrgicos y mínimamente invasivos para extirpar cálculos se encuentran los siguientes: Litotricia: La litotricia es el procedimiento de elección para cálculos pequeños (de menos de 2 centímetros de diámetro) que no pasarán a través del aparato urinario por sí solos. En este procedimiento, los cálculos son pulverizados en el interior del organismo. El paciente se acuesta en un almohadón blando o membrana. El médico presiona el dispositivo para litotricia sobre la piel del paciente y utiliza ultrasonido o rayos-x para ubicar el cálculo. Luego, el dispositivo para litotricia envía ondas de choque (ondas de presión similares a una eclosión sónica) a través del cuerpo. Cada onda de choque hace un ruido seco, y el paciente sentirá algo similar a un golpe suave o un pequeño pinchazo mientras la onda de choque se trasmite a través del cuerpo para impactar en el cálculo. Las ondas sonoras impactan contra el cálculo en forma repetida hasta que éste se rompe en partículas del tamaño de granos de arena. Los fragmentos se expulsan del cuerpo naturalmente, a través de las vías urinarias. Si los cálculos no se disuelven completamente es posible que sean necesarios otros tratamientos.
Ureterorrenoscopia: La ureterorrenoscopia permite al cirujano visualizar y extraer los cálculos a través de la abertura urinaria. Una vez que el cálculo se ha localizado, el cirujano lo toma con pequeñas pinzas y lo extrae, o lo fragmenta usando ondas sonoras o láser.
Nefrolitotomía percutánea: El cirujano realiza un punción pequeña en la espalda del paciente y abre un acceso que mide de cuarta a media pulgada (6-12 mm), directamente en el riñón. Se emplea un cable guía para introducir dilatadores que amplían la abertura lo suficiente para un introducir un nefroscopio, que es un instrumento de fibra óptica, delgado, empleado para visualizar el interior del riñón y para remover cálculos renales. La nefrolitotomía percutánea se utiliza para cálculos más pequeños; para cálculos más grandes el médico puede emplear la litotricia percutánea, en la que se inserta un litotritor para pulverizar el cálculo.
Cirugía abierta: La cirugía abierta o tradicional se emplea en pacientes que pudieran presentar una anomalía anatómica, tal como una obstrucción de la unión ureteropélvica, o un cálculo tan grande que fuese necesaria la aplicación repetida de tratamientos con otros procedimientos, o si se han utilizado otros métodos menos invasivos sin éxito alguno.
Infecciones Urinarias
Una infección de las vías urinarias o IVU es una infección que se puede presentar en cualquier parte a lo largo de las vías urinarias. Las infecciones urinarias tienen diferentes nombres, dependiendo de qué parte de las vías urinarias está infectada.
Vejiga: una infección en la vejiga también se denomina cistitis o infección vesical.
Riñones: una infección de uno o ambos riñones se denomina pielonefritis o una infección renal.
Uréteres: los conductos que llevan la orina desde cada riñón hasta la vejiga sólo en raras ocasiones son sitio de infección.
Uretra: una infección del conducto que saca la orina desde la vejiga hacia fuera se denomina uretritis.
Causas
Las infecciones urinarias son causadas por gérmenes, por lo regular bacterias que ingresan a la uretra y luego a la vejiga. Esto puede llevar a infección, con mayor frecuencia en la vejiga misma, la cual puede propagarse a los riñones. La mayoría de las veces, el cuerpo puede librarse de estas bacterias. Sin embargo, ciertas afecciones aumentan el riesgo de padecer infecciones urinarias.
Las mujeres tienden a contraerlas con más frecuencia debido a que su uretra es más corta y está más cerca del ano que en los hombres. Debido a esto, las mujeres tienen mayor probabilidad de contraer una infección después de la actividad sexual o al usar un diafragma para el control de la natalidad. La menopausia también aumenta el riesgo de una infección urinaria.
Diabetes
Edad avanzada (sobre todo las personas en asilos de ancianos)
Problemas para vaciar completamente la vejiga (retención urinaria)
Cálculos renales
Permanecer quieto (inmóvil) por un período de tiempo largo (por ejemplo, mientras se está recuperando de una fractura de cadera)
Embarazo
Cirugía u otro procedimiento que involucre las vías urinarias
Estos factores también incrementan las probabilidades de sufrir una infección urinaria.
Síntomas
Los síntomas de una infección vesical abarcan:
Orina turbia o con sangre que puede tener un olor fuerte o fétido
Dolor o ardor al orinar
Presión o calambres en la parte inferior del abdomen (por lo general en la mitad) o en la espalda
Fuerte necesidad de orinar con frecuencia, incluso poco después de haber vaciado la vejiga
Si la infección se propaga a los riñones, los síntomas pueden abarcar:
Escalofríos y temblores o sudores nocturnos
Fatiga y sensación de indisposición general
Fiebre por encima de 101º F (38º C)
Dolor de costado, en la espalda o la ingle
Piel enrojecida o caliente
Cambios mentales o confusión (en las personas ancianas, estos síntomas a menudo son los únicos signos de una infección urinaria)
Náuseas y vómitos
Dolor abdominal intenso (algunas veces)
Fisiopatología
Una infección del tracto urinario se produce en el 95-98% de casos con aumento de agentes microbianos instalados a través de la uretra. En los demás casos, la infección del tracto urogenital se instala a través del torrente sanguíneo. El agente, generalmente bacterias, en la mayoría de los casos proviene del mismo cuerpo, fundamentalmente de la flora intestinal, vía la apertura exterior de la uretra y viajan por la uretra hasta la vejiga, donde se instala una inflamación de la vejiga llamada cistitis. Cuando la colonización asciende en dirección al riñón, puede conducir a la inflamación de la pelvis renal, incluyendo la infección del propio tejido renal (pielonefritis), y, por último, colonización de la sangre (Urosepsis).
Los factores que afectan la germinación del patógeno durante el ascenso urinario incluyen la formación de una cápsula bacteriana, la producción de hemolisina para la disolución de los glóbulos rojos y la formación de filamentosos pilosos celulares que permiten la fijación de las bacterias a la superficie del tejido de las vías urinarias. La mayor densidad de receptores sensibles a estos pili se encuentra en la entrada de la vagina, la vejiga, uréter y pelvis renal.
Tratamiento
El médico primero debe decidir si usted tiene una infección renal o vesical simple o si su infección es más grave.
Infecciones leves de la vejiga y el riñón
Generalmente se recomiendan antibióticos tomados por vía oral debido a que hay un riesgo de que la infección se extienda a los riñones.
Para una infección vesical simple, usted tomará antibióticos durante 3 días (mujeres) o de 7 a 14 días (hombres). Para una infección vesical con complicaciones, como embarazo o diabetes, o una infección renal leve, por lo regular tomará antibióticos durante 7 a 14 días.
Es importante que usted termine todos los antibióticos, incluso si se siente mejor. Si usted no termina todos los antibióticos, la infección podría retornar y puede ser más difícil de tratar.
Los antibióticos comúnmente usados abarcan Trimetoprim con sulfametoxazol, amoxicilina, Augmentin, doxiciclina y fluoroquinolonas. El médico también necesitará saber si usted podría estar embarazada.
Además puede recomendar fármacos para aliviar el dolor urente y la necesidad urgente de orinar. El clorhidrato de fenazopiridina (Pyridium) es el más común de este tipo de fármacos. Usted todavía necesitará tomar antibióticos.
Infecciones renales más graves
Si usted está muy enfermo y no puede tomar medicamentos por vía oral o beber suficientes líquidos, lo pueden hospitalizar. También lo pueden internar en el hospital si:
Es una persona de edad avanzada
Tiene cálculos renales o cambios en la anatomía de sus vías urinarias
Ha tenido recientemente una cirugía de las vías urinarias
Tiene cáncer, diabetes, esclerosis múltiple, lesión de la médula espinal u otros problemas médicos
Está embarazada y tiene fiebre o aparte de esto está enferma
En el hospital, le administrarán líquidos y antibióticos a través de una vena.
Algunas personas tienen infecciones urinarias que siguen reapareciendo o que no desaparecen con tratamiento. Tales infecciones se denominan infecciones urinarias crónicas. Si usted tiene una de estas infecciones, puede necesitar antibióticos durante muchos meses o se pueden prescribir antibióticos más fuertes.
Si un problema estructural (anatómico) está causando la infección, se puede recomendar la cirugía.
Toda persona con una infección renal o vesical debe tomar mucho líquido.
Aparato Reproductor Femenino
A diferencia del hombre, la mujer tiene el sistema reproductor localizado íntegramente en la pelvis. La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina vulva, que significa cubierta. Ubicada en la entrepierna, la vulva cubre la obertura de la vagina y otros órganos reproductores localizados en el interior del cuerpo.
Problemas que pueden surgir en el sistema reproductor femenino
Las chicas pueden presentar problemas en el sistema reproductor. A continuación, se describen brevemente algunos ejemplos de trastornos relacionados con el sistema reproductor femenino.
Problemas en la Vulva y la Vagina
La vulvovaginitis es la inflamación de la vulva y la vagina. Puede estar provocada por sustancias irritantes (como algunos detergentes para la ropa o determinados geles que se utilizan en los baños de espuma). Este problema también puede estar provocado por medidas inadecuadas de higiene personal (como limpiarse de atrás adelante después de defecar). Los síntomas incluyen enrojecimiento y picor en la zona vaginal y vulvar y a veces flujo vaginal. La vulvovaginitis también puede estar provocada por la excesiva proliferación de Candida, un hongo normalmente presente en la vagina.
El sangrado vaginal no menstrual se debe, por lo general, a la presencia de un cuerpo extraño en la vagina, a menudo papel higiénico. También se puede deber a un prolapso uretral, una afección en la cual las membranas mucosas de la uretra sobresalen en el interior de la vagina y forman una pequeña masa de tejido, en forma de rosquilla, que sangra con facilidad. También se puede deber a una lesión provocada por un traumatismo (como caerse sobre una barra o el cuadro de una bicicleta) o ser objeto de abusos sexuales.
Las adherencias labiales, o unión de los labios en línea media, generalmente se dan en lactantes o niñas pequeñas. Aunque generalmente no se asocian a ningún síntoma, las adherencias labiales pueden conllevar un riesgo incrementado de infecciones del aparato urinario. A veces, se utiliza una crema tópica a base de estrógenos para facilitar la separación de los labios.
Problemas en los ovarios y las trompas de Falopio
Los embarazos ectópicos ocurren cuando un ovocito fecundado, o cigoto, no se desplaza hasta el útero sino que, contrariamente, crece rápidamente en la trompa de Falopio. Las mujeres con este problema pueden tener fuertes dolores abdominales y deberían consultar a un médico porque podría ser necesario que se sometieran a una intervención quirúrgica de urgencia.
La endometriosis se presenta cuando el tejido endometrial, que normalmente solo se desarrolla dentro del útero, empieza a crecer fuera de este -en los ovarios, las trompas de Falopio o en otras partes de la cavidad pélvica. Puede provocar sangrados anormales, períodos dolorosos y dolor pélvico general.
Los tumores ováricos, aunque no son frecuentes, pueden ocurrir. Las chicas que tienen tumores en los ovarios suelen presentar dolor abdominal y masas o bultos palpables en el abdomen. Es posible que sea necesario acudir a la cirugía para extirpar el tumor.
Los quistes de ovario son bolsas no cancerosas llenas de líquido o de material semisólido. Aunque son frecuentes y suelen ser inofensivos, pueden convertirse en un problema si aumentan mucho de tamaño. Los quistes grandes pueden comprimir los órganos adyacentes, provocando dolor abdominal. En la mayoría de los casos, los quistes desaparecen solos y no requieren ningún tratamiento. Si los quistes son dolorosos, puede ser necesario que el médico recete píldoras anticonceptivas para alterar su crecimiento, o bien que tenga que extirparlos un cirujano.
El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno hormonal en el cual los ovarios producen demasiadas hormonas masculinas (andrógenos). Este trastorno provoca que los ovarios aumenten de tamaño y desarrollen muchas ampollas o bolsas llenas de líquido, o quistes. Suele aparece por primera vez en la adolescencia. Dependiendo de la gravedad del trastorno, se puede tratar con medicamentos para regular el equilibrio hormonal y el ciclo menstrual.
La torsión ovárica puede ocurrir a consecuencia de una enfermedad o anomalía del desarrollo. La torsión impide que la sangre fluya libremente por los vasos sanguíneos que irrigan los ovarios. El síntoma más habitual es el dolor en la parte baja del abdomen. Para tratar esta afección, suele ser necesario acudir a la cirugía.
Problemas Menstruales
Hay diversos problemas menstruales que pueden afectar a las chicas. Algunos de los trastornos más comunes son:
La dismenorrea: cuando una chica tiene períodos dolorosos.
La menorragia: cuando una chica tiene períodos muy fuertes, con un sangrado excesivo.
La oligomenorrea: cuando una chica se salta períodos o tiene períodos infrecuentes, a pesar de llevar un tiempo menstruando y no estar embarazada.
La amenorrea: cuando una chica todavía no ha tenido su primer período menstrual a pesar de haber cumplido 16 años o de haber trascurrido tres años tras el inicio de la pubertad, no presenta ningún signo de pubertad con 14 años o, o bien, a pesar de haber estado menstruando con normalidad, deja de hacerlo sin estar embarazada.
Infecciones del sistema reproductor femenino
Enfermedades de transmisión sexual (ETS). Las ETS incluyen infecciones y enfermedades como la enfermedad inflamatoria pélvica, el virus de la inmunodeficiencia humana / síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), el virus del papiloma humano (o verrugas genitales), la sífilis, la clamidiasis, la gonorrea y el herpes genital. La mayoría se transmiten de una persona a otra persona a través de las relaciones sexuales.
Síndrome del shock tóxico. Este trastorno poco frecuente está provocado por la liberación de toxinas en el cuerpo durante un tipo de infección bacteriana que tiene más probabilidades de desarrollarse si se lleva puesto un tampón durante demasiado tiempo. Puede provocar fiebre alta, diarrea, vómitos y colapso.
Aparato Reproductor Masculino
El aparato genital masculino está integrado por los testículos -gónadas con función exocrina y endocrina-, un sistema de vías espermáticas que evacua los espermatozoides (túbulos intratesticulares, conductos deferentes, conductos eyaculadores), las glándulas exocrinas anexas (próstata, vesículas seminales y glándulas bulbouretrales) que facilitan la sobrevivencia de los espermatozoides y un órgano copulador o pene. Filológicamente, el sistema genital masculino sirve a la cópula o coito, la reproducción por tanto, la producción de hormonas, indirectamente, a la excreción de orina, pues comparte algunas estructuras anatómicas con el aparato urinario.
Fimosis
La fimosis es una anomalía de los anexos cutáneos del pene que altera la mecánica de este órgano. La fimosis se debe a la estenosis del orificio prepucial que impide la retracción completa del prepucio para dejar el glande descubierto, activamente durante la flacidez del pene, o pasivamente durante la erección. O aún más simple, la fimosis es la estrechez del prepucio, es decir, el glande no se puede descubrir. Lo normal es que el glande pueda descubrirse para poder asearle en estado flácido y para tener relaciones sexuales no dolorosas y placenteras.
Enfermedad de la Peyronie
La enfermedad de La Peyronie o induración plástica del pene es un proceso de causa desconocida caracterizado por una banda fibrosa en la túnica albugínea de los cuerpos cavernosos del pene. Suele ser unilateral y tiene como consecuencia la desviación del pene durante la erección. Dependiendo de la extensión de la banda fibrosa, el proceso puede imposibilitar la penetración o hace que la erección resulte dolorosa. Su nombre se debe al médico francés FranÇois Gigot de La Peyronie, cirujano del rey Luis XV de Francia, que en 1743 la describió como "la aparición en el pene de un lecho arrosariado de tejido fibroso que origina una incuración apical durante la erección.
Hipospadias
Las hipospadias es una anomalía congénita por la que el pene no se desarrolla de la manera usual. El resultado es que la abertura del pene (el agujero de orinar o, en términos médicos, el meato urinario), se localiza en algún lugar en la parte inferior del glande o tronco, o más atrás, como en la unión del escroto y pene.
Epididimitis
Epididimitis es un término médico que se refiere a una inflamación del epididímo, la estructura tubular detrás del testículo donde maduran los espermatozoides y que conecta el testículo con los conductos deferentes. Es un trastorno que resulta doloroso en varios grados y se suele acompañar con un enrojecimiento e hinchazón del escroto. La epididimitis es una de las causas más frecuentes de escroto agudi aunque rara vez puede ser una enfermedad crónica. Si el diagnóstico no se logra con la historia médica del paciente y su examen físico, un ultrasonido Doppler puede confirmar el aumento del flujo sanguíneo característico de un epididímo inflamado.
Hernia Testicular
La hernia testicular se produce, por lo general, cuando los hombres al realizar una gran fuerza dañan el testículo lesionándolo. Entonces padecen de dolor y al realizar posteriores fuerzas el testículo segrega un líquido que va llenando el escroto, creando un gran testículo. El tratamiento por excelencia para este padecimiento es la operación quirúrgica. Existen además otros tratamientos pero son poco efectivos. Su prevención consiste en no realizar grandes fuerzas, o de realizarlas, utilizar una faja en la cadera para prevenir esta hernia y también la abdominal.
Deshidratación y Alcalosis
La deshidratación es la pérdida excesiva de agua y sales minerales de un cuerpo. Puede producirse por estar en una situación de mucho calor (sobre todo si hay mucha humedad), ejercicio intenso, falta de bebida o una combinación de estos factores. También ocurre en aquellas enfermedades donde está alterado el balance hidroelectrolítico. Básicamente, esto se da por falta de ingestión o por exceso de eliminación.
Causas
Una causa habitual de deshidratación en los adolescentes son las enfermedades gastrointestinales, las cuales pueden ser infecciosas o no infecciosas.
En las infecciosas pueden actuar virus, bacterias, parásitos, hongos y organismos saprófitos, los cuales desencadenan situaciones de alto riesgo. Algunos ejemplos: bacterias como E. coli, Yersinia, Shigella, parásitos como la Giardia lamblia o la Entamoeba histolytica (amibas), hongos como Candida albicans (pueden ser mixtas: combinación de hongos y parásitos) y por saprófitos que provocan que se rompa el equilibrio a nivel intestinal.
Las enfermedades no infecciosas pueden ser causadas por malas técnicas alimenticias, como es el caso de la mala ablactación. Las metabólicas se deben principalmente a problemas tiroideos, por intolerancia a la lactosa (a los azúcares de la leche); puede ser de nacimiento o adquirida que se da por irritación intestinal.
Fisiopatología de la deshidratación:
En términos generales el cuerpo absorbe el agua y las sales que necesita el organismo (absorción) de las bebidas y alimentos. Pierde agua y sales (excreción) en las heces, el vómito, la orina y el sudor.
Cuando el intestino funciona normalmente, el agua y las sales se reabsorben y pasan a la sangre. En cambio cuando existe alteración en el metabolismo del agua corporal, disminuye el líquido intracelular, acompañado de una perdida de las sustancias disueltas, como potasio, magnesio y ciertas proteínas, que son responsables del cuadro clínico que se observa en esta patología.
Alcalosis Metabólica (ALM)
Llamamos ALM al trastorno del equilibrio ácido-base en el que encontrarnos un pH arterial > 7,45 y un HCO3- plasmático>25 mmol/l como alteración primaria y un aumento de la PCO2, por hipo ventilación secundaria compensatoria (la PCO2, aumenta 0.7 mmHg por cada mmol/l que aumenta el HCO3).
La concentración de cloro disminuye para compensar la elevación de bicarbonato.
El anion gap aumenta en proporción a la severidad de la alcalosis (HCO3- > 40 mEq/l) , en el 50 % debido al lactato y en el resto a la concentración de proteínas séricas que además se vuelven más aniónicas a causa de la alcalemia .
Casi siempre se observa también una hipokaliemia la que no se debe a pérdidas digestivas de potasio sino al aumento de su eliminación urinaria.
Etiología y cuadro clínico
Las dos causas más frecuentes de alcalosis metabólica son:
tratamiento con diuréticos.
Tratamiento
La ALM no precisa tratamiento específico la mayor parte de las veces.
Debe corregirse la causa subyacente y la depleción de volumen de K.
Si existe una fuente exógena de álcali (bicarbonato, citrato, lactato, acetato) lo primero es suspender la fuente que puede estar exacerbando dicha alcalosis.
Alcalosis Respiratoria (ALR)
La alcalosis respiratoria es un trastorno clínico provocado por disminución de la concentración de iones H+ y caracterizado por pH arterial elevado, PC02 baja y reducción variable en el HCO3 plasmático como consecuencia de múltiples factores etiológicos.
Etiología.
Si la ventilación alveolar se incrementa mas allá de los límites requeridos para expeler la carga diaria de CO2, descenderá la PCO2 y aumentará el pH sistémico. Al disminuir la PCO2 disminuyen el H2CO3 y el HCO3-, lo que constituye la respuesta compensadora. Esta compensación metabólica está mediada por la excreción renal de HCO3-, mecanismo que no inicia su funcionamiento hasta 6 h después de iniciado el trastorno.
Los principales estímulos a la ventilación, ya sean metabólicos o respiratorios son: la hipoxemia y la acidosis. Son una excepción a este comportamiento aquellos padecimientos donde la hipoxemia es el resultado de hipo ventilación alveolar y está asociada con hipercapnia (enfermedad intersticial pulmonar y habitar a grandes altitudes).
Tratamiento
Por lo general el grado de alcalemia producido por esta afección no es peligroso, pero cuando el pH está por encima de 7,60, la PaCO2 por debajo de 20 mmHg, o existen arritmias o manifestaciones graves de hipocapnia del sistema nervioso, se debe comenzar el tratamiento específico.
Procurar que el paciente retenga C02.
Respirar en una bolsa de papel o nylon (se coloca al paciente un cartucho de nylon que cubra su cabeza lo más herméticamente posible y se le suministra oxígeno, previa abertura de pequeños agujeros que impidan la sobre distensión excesiva del cartucho, esto provoca un aumento del espacio muerto, disminuye la ventilación alveolar y aumenta la PaCO2). Existen dispositivos tales como la "cámara cefálica" y las máscaras de re-respiración, que sustituyen el cartucho mencionado.
Fisiopatologías Digestivas
El aparato digestivo es una estructura tubular con continuidad anatómica y tisular, con similares capas histológicas.
La mucosa interior tiene unas peculiaridades morfológicas de acuerdo a la función a desarrollar. Va desde la boca hasta el ano pasando por faringe, esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso y recto. Entre estas estructuras hay una serie de cavidades y órganos destinados al procesamiento de los alimentos.
La finalidad del aparato digestivo es la digestión y absorción de los alimentos, y la eliminación de las sustancias que el organismo no necesita. Con este fin está orientada su disposición anatómica y fisiológica.
Estómago
El estómago es una cavidad dilatada del tubo digestivo que constituye un receptáculo para el alimento después de su descenso a lo largo del esófago. Se encuentra situado en la parte superior del abdomen.
En el estómago se almacenan y procesan los alimentos.
El orificio de entrada es el cardias y el de salida es el píloro.
El esfínter del cardias es un músculo que puede contraerse fuertemente y a veces sufre espasmos o acalasia. Su función es impedir la regurgitación del contenido gástrico.
El estómago está compuesto por cuatro capas:
Peritoneo o capa serosa.
Capa muscular, que contiene fibras longitudinales, circulares y oblicuas.
Capa submucosa.
Mucosa.
Cuando el alimento penetra en el estómago, la musculatura del esfínter pilórico se contrae e impide su salida hasta que se digiera. Durante la digestión se producen ondas peristálticas para remover y mezclar el contenido.
Cuando el alimento pasa al intestino delgado es semilíquido y se denomina quimo.
Antes de nacer, el estómago presenta todas las divisiones del adulto. Tiene una capacidad de 30-35 ml que aumenta a 75 ml a finales de la segunda semana de vida. A finales del primer mes, llega a 100 ml. En el adulto tiene una capacidad de unos 1000 ml.
El recién nacido tiene una mucosa y una submucosa más gruesa que la del adulto y 2 millones de glándulas gástricas frente a 25 millones del adulto. La secreción ácida comienza antes del nacimiento, así como la actividad proteolítica, aunque a un nivel muy inferior.
La musculatura está moderadamente desarrollada y la actividad peristáltica es muy escasa en el momento de nacer.
El estómago tiene unas glándulas gástricas principales, que secretan jugo gástrico formado por ácido clorhídrico, pepsina, renina y moco. Este moco cubre la mucosa gástrica protegiéndolo, y así evita que la digestión ácida le lesione.
Las funciones del ácido clorhídrico son:
Neutralizar la saliva alcalina
Facilitar la conversión de las proteínas por la pepsina.
Barrera antimicrobiana contra bacterias.
Las células pépticas contienen una proteína, pepsinógeno, que se convierte en la enzima pepsina, capaz de degradar las proteínas.
Las glándulas gástricas principales secretan una mucoproteína, el factor intrínseco, que se une a la vitamina B12 , y así permite que esta sea absorbida y llevada al hígado donde se almacena. La vitamina B12 es esencial para el desarrollo correcto de los hematíes en la médula ósea.
En el jugo gástrico de los niños puede encontrarse renina, una enzima que cuaja la leche.
Las glándulas pilóricas, situadas en las curvaturas mayor y menor del estómago, secretan un moco alcalino que protege la superficie que entra en contacto con el quimo durante la digestión.
Las glándulas tubulares del cardias se encuentran en el extremo esofágico del estómago y secretan un moco que protege la mucosa gástrica que rodea el esófago, muy importante en caso de hernia de hiato.
La función principal del estómago es la de preparar los alimentos para su digestión intestinal, triturándolos, añadiendo líquido, y dirigiéndolos hacia el duodeno.
También en el estómago se absorben sustancias como agua, glucosa, alcohol y ciertos medicamentos.
Intestino Delgado
El intestino delgado es la parte del tubo digestivo que va desde el píloro hasta el ciego. Se divide en duodeno, yeyuno e íleon.
En el momento de nacer tiene una longitud de 300-350 cm., que aumenta en un 50% en el primer año; en el individuo adulto mide unos 6 m.
En el duodeno se encuentra la ampolla de Vater, que es una papila donde confluyen el colédoco y el conducto pancreático. Aquí el quimo se mezcla con las secreciones alcalinas, la bilis y el jugo pancreático.
La pared intestinal consta de las mismas capas que la del estómago.
La mucosa intestinal posee las siguientes estructuras:
Pliegues circulares, que recorren el perímetro interior total o parcialmente. Su número y tamaño varían a lo largo del intestino. En la parte baja del íleon son pequeños y muy escasos. Su función es la de aumentar la superficie intestinal de absorción.
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