Descargar

La edad de oro de la burguesía

Enviado por lucas_gdv


Partes: 1, 2

    Indice1. Introducción3. La comuna de parís4. Las ideas de Karlos Marx5. La concepción Marxista: un nuevo tipo de estado6. El positivismo7. Parnasianismo8. Conclusión9. Bibliografía

    1. Introducción

    Hace 130 años el proletariado de París, según Marx, intentó tomar el cielo por asalto. Se volvió insurgente contra el gobierno burgués-monárquico de Thiers y protagonizó la primera experiencia de gobierno proletario y socialista en la historia de la humanidad. A pesar de haberse constituido hace más de un siglo, la Comuna de París de 1871 continúa en vigor. Su estudio y conocimiento, asociados a hechos contemporáneos, contribuyen a evidenciar las falacias del fin de la historia y de la victoria definitiva del mercado, mito hábilmente elaborado a partir de la hegemonía de la concepción liberal, identificada actualmente con la barbarie neoliberal. Acontecimientos dramáticos anteceden y anuncian la insurrección parisiense en 1871 contra la entrega de Francia a las tropas prusianas de ocupación. La revuelta contra la sumisión del gobierno francés a las imposiciones de Bismarck, se transforman en una revolución social, de carácter proletario-popular, conocida como Comuna de París de 1871, que marca con heroísmo y sangre el periodo comprendido entre 18 de marzo, cuando una parte significativa de la población de París se niega a entregar sus armas y a rendirse ante las tropas prusianas, y el trágico final tras de la Semaine sanglant del 28 de mayo, cuando acontece la masacre de los últimos communards.. Este importante acontecimiento en la historia de las luchas sociales, se sitúa entre lo que se denomina la era de las revoluciones burguesas y la era de las revoluciones proletarias. Sintomáticamente, la Comuna de París de 1871 es olvidada por la historiografía "oficial" u "oficiosa" e inclusive, por parcela de la izquierda. Los motivos para este "desconocimiento" son diversos y están claramente definidos, casi siempre, a partir de las posiciones políticas e ideológicas asumidas por cada uno de los diferentes segmentos o clases sociales.

    2. La edad de Oro de la burguesía

    La burguesía era indudablemente la clase triunfante del período. Una parte de la burguesía se beneficiaba con el desarrollo capitalista, de la que era el motor, y ocupaba un lugar en las esferas dirigentes. Pero subsistía también una burguesía tradicional, lejos del humo de las fábricas, en pequeñas ciudades de provincia, que vivía de rentas y se mantenía en contacto con el mundo rural. En Inglaterra la burguesía se llamaba a sí misma "clase media" y ésta englobaba a los ricos industriales, a los prósperos comerciantes, a profesionales como médicos y abogados y, en un nivel inferior a una pequeña burguesía de tenderos, maestros, empleados. Los límites parecían imprecisos. Sin embargo fue posible definir esos límites. En el plano económico, la quintaesencia de la burguesía era el "burgués capitalista", es decir, el propietario de un capital, el receptor de un ingreso derivado del mismo, el empresario productor de beneficios. En el plano social, la principal característica de la burguesía era la de constituir un grupo de personas con poder e influencia, independientes del poder y la influencia provenientes del nacimiento y del status tradicionales. Para pertenecer a ella era necesario ser "alguien", es decir, una persona que contase como individuo, gracias a su fortuna y a su capacidad para mandar sobre otros hombres. Pertenecer a la burguesía significaba superioridad, era ser alguien al que nadie daba órdenes -excepto el Estado y Dios-. De este modo, si algo unificaba a la burguesía como clase, eran comportamientos, actitudes y valores comunes.

    3. La comuna de parís

    El primer ejemplo histórico de formación de un gobierno de carácter popular, proletario, se produjo en el siglo XIX, en la experiencia conocida como Comuna de París. EL 18 de marzo de 1871, el proletariado de París no acepta la capitulación del gobierno francés y las imposiciones prusianas, se rebela y pasa a asumir el poder y a controlar la denominada "Ciudad Luz", reafirmando su tradición revolucionaria. Sin tener en cuenta el siglo anterior de la historia francesa, se debe resaltar que la Comuna de París es, a la vez, parte y consecuencia del proceso de la revolución burguesa en Francia, la más radical y larga de todas las revoluciones burguesas, que sólo se consolidó después de transcurrido un siglo de Revolución y Contra-Revolución, cuando después de la masacre de los communards en mayo de 1871, y sin fuerza y alternativa política, la nobleza y el campesinado se adhieren formalmente a la República. El desencadenamiento y radicalización de este proceso revolucionario tiene como fecha el 14 de julio de 1789, cuando las clases populares, hambrientas, insumisas y armadas, invaden y destruyen la Bastilla, fuerte-prisión símbolo del poder real absolutista. Este acontecimiento marcará profundamente el carácter revolucionario asumido por la lucha de clases en Francia y que significa la irrupción de las clases populares en las disputas políticas, para defender reivindicaciones sintetizadas en libertad, igualdad y fraternidad, lema que fue inicialmente propagado por la burguesía, cuando buscaba el acceso al poder político estatal, pero que, en la práctica, negado irónicamente, de forma sistemática hasta los días actuales, principalmente, a partir de la ofensiva neoliberal y de la tentativa de imposición del predominio absoluto del mercado, con los que hasta los sentimientos más nobles, los derechos sociales y la solidaridad se convierten en mercancías. La República en Francia se vuelve una bandera del proletariado y de las facciones burguesas, principalmente de la pequeña burguesía jacobina y neo-jacobina. En el periodo posterior a la deflagración del proceso revolucionario burgués, fueron proclamadas tres repúblicas (1792, 1848 y 1870), siendo constituida la tercera a través de una alianza de clases el 4 de septiembre de 1870. Sin embargo, su contenido de clase es distinto: el proletariado ambicionaba conquistar una República social, defensora de sus derechos y reivindicaciones; los republicanos burgueses buscaban, a través de la República, establecer mecanismos "democráticos" que les posibilitase llegar al poder, aliándose o no con otras facciones de las clases propietarias. Incluso haciendo concesiones al proletariado, la República, en lo fundamental, es una forma de organización del poder estatal para asegurar el control del Estado a las clases propietarias. La participación popular es una constante en la historia francesa. El apoyo de los sans-culottes al gobierno jacobino es decisivo para la victoria política y militar de Francia ante la reacción interna, de la coalición de los ejércitos monárquicos europeos, para consolidar las conquistas revolucionarias burguesas, que pasan a partir de aquel momento, a integrar el ideario burgués y a ejercer una significativa influencia en distintos países. En 1830, la insurrección popular es decisiva para dar fin a las tentativas de manutención y restauración del absolutismo monárquico y para la victoria de una monarquía constitucional. Con la derrota de la Restauración monárquica, en 1848, el proletariado irrumpe en la Historia de Francia con identidad política y reivindicaciones propias. Por primera vez, al formarse un gobierno de coalición provisional, los socialistas son elegidos para integrarlo como hecho inédito, cabe destacar que entre ellos se encontraba un obrero. La Comuna de París, posibilita por primera vez, la formación de un gobierno de carácter popular y proletario. Esto ocurre en un momento histórico de afirmación de la sociedad capitalista y del proyecto de civilidad burgués. La Comuna explicita clara e indiscutiblemente las contradicciones y el carácter clasista de esta sociedad que luchaba para consolidarse. Al mismo tiempo, explicita de forma contundente, que la conquista de la libertad, igualdad y fraternidad, banderas que movían las clases populares hacía más de un siglo, sólo sería posible con la superación de la sociedad de clases, con la destrucción de la sociedad burguesa. La Comuna se convirtió en un ejemplo y en un símbolo, demostrando que la construcción de una nueva sociedad, fraterna e igualitaria, no es solo una necesidad, sino una posibilidad real y urgente. A partir de entonces, desde el punto de vista histórico, la burguesía, aliada o no a otras clases propietarias y dominantes, asume definitivamente el campo de la contra-revolución, exponiendo y desmantelando, de una vez, el mito brillantemente elaborado e verbalizado, de que la sociedad burguesa-capitalista constituía el coronamiento del desarrollo social y que la historia, en cuanto proceso evolutivo, llegaba a su fin. La Comuna de París de 1871, desde entonces, pasó a ser un acontecimiento estudiado y analizado por algunos, y "olvidado" y/o minimizado por muchos, que la consideran una iniciativa insignificante, una revuelta y osadía del "populacho" que generó gran desorden en París. Los análisis, opiniones y posiciones se dividen. Inclusive, un significativo número de libros de historia, al abordar la Historia de Francia, no hacen referencia a la Comuna; algunos otros, como mucho, les dedican algunas líneas y los más "progresistas", un párrafo o algunos parágrafos pequeños.   

    La insurrección lleva a la Implantación de la comuna El 18 de marzo, las tropas bajo las órdenes de Thiers, desencadenan la ofensiva contra-revolucionaria. Ocupan en la madrugada, las colinas de Montmartre, pero son sorprendidos por los populares, que no aceptan la retirada de los cañones. Ante el impasse y la irreductibilidad popular, el general comandante de las tropas, ordena, por dos veces, a los soldados disparar a la multitud, que no se acobardaba. Titubeando y ante del problema, los soldados se confraternizan con la población, permiten la captura y posterior fusilamiento del comandante y de otro oficial. A partir de este acontecimiento, se rompía cualquier posibilidad de negociación con el Gobierno de Versalles. El proletariado y la Guardia Nacional ocupan París. Se inicia la organización de un nuevo gobierno, que quedó registrado con heroísmo y sangre en la historia de las luchas por una sociedad más justa e igualitaria, como la primera tentativa de gobierno proletario-popular. La Comuna de París de 1871 fue derrotada militarmente, aunque no política e históricamente. Es un acontecimiento que significa un viraje cualitativo en el proceso revolucionario en el mundo moderno, pues por primera vez en la historia, el proletariado mostró la posibilidad de destrucción de la sociedad burguesa, que aún se afirmaba como hegemónica, y la construcción de una nueva sociedad más igualitaria y fraterna. El proletariado en la Comuna de París, al enfrentarse con la violencia institucional y organizada de las clases propietarias, elimina el servicio militar obligatorio, el Ejército permanente y proclama a la Guardia Nacional proletaria como única fuerza armada, a la que deben pertenecer todos los ciudadanos válidos. En el esbozo de la organización estatal nacional, se propuso la organización de Comunas en todo el país, que deberían administrar las cuestiones colectivas con la más amplia participación, y, sustituir al Ejército permanente por una milicia popular, con un tiempo de servicio extremadamente corto. Las Comunas rurales de cada distrito administrarían sus asuntos colectivos. Esta forma de organización comunal debe presuponer una relación de complementariedad entre la descentralización y la centralización democrática, como garantía de la unidad nacional. . La Comuna de París, al posicionarse contraria a la sumisión de Francia y a la entrega de París a la dominación prusiana, no lo hace movida simplemente por el sentimiento nacional (forma en que se muestra concretamente la lucha de clases), sino por una serie de razones, las cuales, en ese momento, evidenciaban que la lucha de clases no se limita a las fronteras nacionales, a sólo un país: es internacional, como resultado demostrado cristalinamente de las posiciones asumidas por el proletariado de París y por las clases propietarias francesas en alianza con las tropas de ocupación prusianas. La Comuna oponiéndose al papel conservador y reaccionario de la Iglesia y la religión en Francia hasta aquel momento, proclama el Estado laico e intenta eliminar la fuerza espiritual y el poder político e ideológico de los curas, decreta la separación del Estado y de la Iglesia y la expropiación de todas las Iglesias como corporaciones propietarias de innumerables bienes materiales y terrenos. "Los sacerdotes son devueltos al retiro de la vida privada, a vivir de la caridad de los fieles, como sus predecesores, los apóstoles. Todas las instituciones de instrucción son abiertas gratuitamente al pueblo y al mismo tiempo emancipados de toda interferencia de la Iglesia y del Estado. Así, no solamente se ponía la enseñanza al alcance de todos, sino que la propia ciencia se redimía de los prejuicios de clase y del poder del gobierno." (MARX, 1977: 197). La organización proletaria en la Comuna, como primer paso a la socialización de los medios de producción, expropia y entrega a "las organizaciones obreras, bajo la reservación del dominio, todas las tiendas y fábricas cerradas, tanto en los casos de los patrones huidos, como en el caso de preferir suspender el trabajo" (MARX, 1977: 203). Progresivamente, "la Comuna pretendía abolir esa propiedad de clase que convertía el trabajo de muchos en la riqueza de algunos pocos. La Comuna aspiraba a la expropiación de los expropiadores. Pretendía hacer de la propiedad individual una realidad, transformando los medios de producción, la tierra y el capital, que hoy son fundamentalmente medios de esclavización y de explotación del trabajo, en simples instrumentos del trabajo libre y asociado. (…) La clase obrera no esperaba de la Comuna ningún milagro. Los obreros ya no tienen ninguna utopía lista para introducir "par décret du peuple". Ellos Saben que para conseguir su propia emancipación, y con ella esa forma superior de vida para la que tiende irresistiblemente la sociedad actual, por su propio desarrollo económico, tendrán que enfrentar largas luchas, toda una serie de procesos históricos que transformarán las circunstancias y los hombres. La dictadura del proletariado, como organización estatal transitoria, expresa los intereses fundamentales de la clase obrera y de las clases trabajadoras en general, por ser el instrumento para la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción y del capital; la destrucción de la sociedad de clases; la liquidación de las clases explotadoras; y la construcción de la sociedad sin las clases, el comunismo. Así, el concepto de dictadura del proletariado significa, simplemente, el poder de Estado (dictadura) de la clase obrera (del proletariado), que compone junto con los otros trabajadores, la mayoría de la sociedad. Como el objetivo más amplio de la revolución proletaria está exactamente superar la división de la sociedad en clases, el Estado (como órgano de la dominación) también debe ser superado. El reconocimiento de que incluso el poder político de los trabajadores (como cualquier poder político) es una dictadura, mantiene la perspectiva de que es un Estado transitorio a ser superado, y no perpetuado. 

    4. Las ideas de Karlos Marx

    Entre las distintas filosofías radicales que surgieron como reacción contra el capitalismo durante el siglo diecinueve ninguna ha tenido efectos más profundos ni más extensos que la de Karl Marx. Marx intentó descubrir los principios básicos de la historia. Su método consistió en construir lo que él consideraba un sistema completamente lógico en el que presentaba de una manera científica las leyes del acontecer histórico, las fuentes de poder económico y social y una predicción del futuro inevitable. Para predecir el curso futuro de los acontecimientos, Marx tuvo que comprender las fuerzas causales que operaban. Estos únicamente podían hacerse mediante el estudio del pasado. Por tal razón buscó las causas fundamentales de los sucesos históricos y las encontró en el ambiente económico en que se desarrollan las sociedades.

    Interpretación económica de la historia. Según todos los grandes movimientos políticos, sociales, y éticos de la historia están determinados por los modos en que las sociedades organizan sus instituciones sociales para llevar a cabo las actividades económicas básicas del la producción, el cambio, la distribución y el consumo de los bienes. Aunque es posible que las motivaciones económicas no sean siembre las causa del comportamiento humano todos los acontecimientos históricos fundamentales son básicamente el resultado de las variaciones en el modo en que se realizan una o más de estas actividades económicas.

    Materialismo dialéctico Es un método lógico de análisis de la historia utilizado por Marx que hacía uso de la idea propugnada por Hegel de que los cambios históricos son el resultado de fuerzas conflictivas y que estas fuerzas son básicamente económicas o materialistas. Desde el punto de vista de Marx historia de todo sistema económico, basado en un conjunto de relaciones de producción, cambio, distribución y consumo, crece hasta un estado de eficiencia máxima y después desarrolla contradicciones internas o debilidades internas que hacen que decaiga. Para ese momento ya han comenzado a tomar forma las raíces de un sistema opuesto; finalmente este nuevo sistema expulsa al sistema antiguo adoptado de él las mejores características que pudiera poseer. Este proceso dinámico continúa y con ello la sociedad se ve impulsada a ir de una etapa a otra en su historia a medida que un nuevo sistema se impone sobre al anteriormente existente.

    Teoría del valor y de los salarios Para Marx la palabra "valor" tenía el mismo significado que para otros economistas ortodoxos tanto anteriores como posteriores. Valor es la capacidad de una mercancía para demandar otras mercancías a cambio de sí misma; esta capacidad o poder es medida por las cantidades proporcionales en que esa mercancía se intercambia con todas las restantes mercancías. De la misma manera, para Marx y para los otros economistas, el precio de una mercancía es su poder para demandar dinero a cambio de ella; el precio es simplemente el "nombre monetario" del valor de la mercancía. Entonces la teoría de Marx se basaba en una sociedad capitalista madura está compuesta únicamente por dos clases sociales: una sociedad capitalista que es propietaria de, y controla los, medios de producción y una clase obrera que no posee ni controla nada y, por lo tanto, sirve a la clase capitalista. La clase capitalista encuentra que, en su lucha competitiva para lograr beneficios, debe pagar a la clase obrera el nivel mínimo posible de salarios. Los salarios que pague estarán al nivel del salario justamente suficiente para que la población obrera se mantenga principalmente en sus necesidades físicas o biológicas y en mejor medida en sus necesidades sociales y de hábitos.

    Teoría de la plusvalía y de la acumulación de capital En el modelo de Marx la plusvalía surge cuando se utiliza un obrero en la producción de una mercancía es el capitalista el que determina la duración de la jornada laboral. El valor de lo que el obrero produce viene determinado por el tiempo de trabajo incorporado en la mercancía. El salario que percibe el obrero viene determinado por el "nivel de vida de subsistencia". El obrero no cese de producir cuando el valor de lo que ha creado es igual al salario de subsistencia; por el contrario, continúa produciendo y el valor que él crea por encima del su salario de subsistencia representa la "plusvalía", que va al capital. Para Marx, la plusvalía es la fuerza motriz del sistema capitalista. El incentivo clave que empuja a los capitalistas a dedicarse a la producción. Los esfuerzo por parte de los capitalistas por aumentar la plusvalía puede adoptar la forma de aumento de la producción de los obreros y introduciendo maquinarías que supone un ahorro de mano de obra, con lo que se hace posible despedir a algunos obreros mientras que los que se queden tiene que trabajar más horas o con mayor intensidad.

    Teoría de la lucha de clase En el término económico Marx encontró dos grupos de lucha de clase que es: El capitalista opresor o clase burguesa y el proletariado oprimido o clase obrera. El primero se deriva de su ingreso de la propiedad de los medios de producción y de la explotación del trabajo de los obreros; el segundo no tiene nada en propiedad excepto su fuerza de trabajo y, puesto que su modo de vida depende de la percepción de un salario, debe vender su fuerza de trabajo con objeto de poder vivir. En esta teoría Marx propuso que el obrero se uniera para hacer que sus derechos no fueran marginados y así controlar la burguesía.

    Consecuencias de la Producción Capitalista Según Marx, la lucha de clases podría continuar indefinidamente, a no ser por la existencia de ciertas contradicciones que surgen automática e inevitablemente en el interior del sistema capitalista. Entre las contradicciones más importantes están: el aumento de desempleo (este es el esfuerzo de los capitalistas por aumentar sus plusvalías y por acumular capita se traduce en un desplazamiento de la mano de obra y el incremento de la miseria a medida que aumenta el ejército de parados), Disminución de la tasa de beneficios. (A medida que se acumulan el capital una porción creciente del mismo se destina a capital físico tal como maquinaria ahorradora de trabajo, que no proporcione plusvalía, mientras que una proporción decreciente se destina al capital humano o trabajo, que es el único productor de plusvalía), Ciclos económicos (con el aumento del paro, y con una tasa decreciente de beneficios, y con la tendencia a que los salarios permanezcan en el nivel de subsistencia, resulta inevitable la incertidumbre y la inestabilidad), Concentración y monopolización del capital (de este modo la competencia entre los capitalistas se va haciendo progresivamente más intenso( y Capitalismo e Imperialismo financiero unido a está estaría los grandes bancos que abarcaría todo el sector financiero.

    Teoría de la evolución socialista y comunista Marx defendió que en algún momento futuro el capitalismo debe recibir un golpe mortal a manos de los obreros. Cuando esto suceda el capitalismo se verá suplantado por el socialismo y el mismo lo definimos como una etapa de transición entre el Capitalismo y el Comunismo pleno, una etapa en la que propiedad de los medios de producción pertenece al estado, y este estado es a su vez controlado por los obreros. Por ello el socialismo tiene dos características principales. Dictadura del Proletariado que significa que el alto poder de clase (burguesía) seria derrocado por el socialismo marxista de forma tal que fuese controlada por la clase obrera. Retribuciones del acuerdo con el trabajo realizado esto quiere decir que el obrero merecerá la paga justa por su trabajo de acuerdo a la cantidad que produzca y el tiempo. Dentro de la ideología marxista el comunismo es el objetivo final y perfecto del desarrollo de la historia. Esto quiere decir que dentro de este sistema no existirá lucha de clase alguna. Cada persona trabajará por sus capacidades y necesidades. Cabe mencionar que Karl Marx era un economista con una visión futurista que resaltó los ideales de la clase obrera.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente