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Plantas, flora y vegetación endémica de Cuba


  1. Plantas en peligro de extinción en Cuba
  2. Especies exóticas invasoras en Cuba
  3. Familias y especies de plantas en Cuba
  4. Sitios de Cuba con alto endemismo de plantas
  5. Jardines urbanos y los valores de la flora autóctona
  6. Mas sobre la flora cubana
  7. Flores endémicas
  8. Plantas medicinales

Plantas autóctonas cubanas. Resumen de todas las especies vegetales endémicas y nativas del país más destacadas. Lista de familias, géneros y especies de plantas que solo se encuentran en el país.

La gran diversidad de la flora y fauna, hacen de Cuba un verdadero paraíso natural.Su condición insular y la increíble variedad geológica, contribuyen a la multiplicidad de hábitats y a las disimiles condiciones de vida.En el país existe una gran diversidad de organismos vivos y un increíble endemismo en su medio natural.Se conoce como endémicas las especies limitadas a un ámbito geográfico reducido, no encontrándose de forma natural en ninguna otra parte del mundo.En las páginas de esta sección de nuestro sitio sobre la naturaleza en Cuba, publicamos fotografías e información sobre las plantas más sobresalientes y destacadas de nuestro país, este artículo es una especie de resumen sobre las especies propias de Cuba, para los interesados en nuestro maravilloso entorno. La flora y vegetación cubana

La flora cubana es tan heterogénea como lo es la fauna, sobresaliendo por su extraordinaria riqueza y considerable endemismo. Algunos afirman que las corrientes marinas y las aves migratorias arrastraron a estas tierras semillas y frutos, otros refieren a la antigua conexión de Cuba con superficies centroamericanas mediante puentes naturales y se habla también de las distintas migraciones indoamericana, pero lo cierto es que esta isla esta bendecida por la presencia de plantas tropicales de rio y frutales, que la convierten en un maravilloso escenario para los que gustan de la naturaleza.

Paisaje de Cuba en el que sobresale la palma real (Roystonea regia), planta endémica y símbolo del país, considerado el Árbol Nacional de Cuba.

El archipiélago cubano cuenta con una flora que posee entre 7000 y 7500 especies, cifra que lo ubica como el territorio insular más rico en plantas a nivel mundial y al mismo tiempo la primera isla en número de especies por kilómetros cuadrados.Alrededor del 53% de estas especies son endémicas o exclusivas de nuestro país.Integran este gran abanico que destaca por la presencia de valiosos ejemplares, como la palma corcho, azulejo, la palma barrigona, la dracaena de Moa, el pino de Cuba y la planta carnívora.La palma real siempre presente en cualquier paisaje cubano, es un símbolo de la isla.Son famosas las orquídeas silvestres, los cactus cubanos y otras plantas autóctonas, algunas usadas como decorativas en el país y en otros lugares del mundo.

Plantas en peligro de extinción en Cuba

De acuerdo al resultado de la investigación para la creación de la obra científica "La Lista Roja de la Flora Cubana 2016", el 50% de las plantas de la flora nacional está en peligro de extinción, el 18% se encuentra en peligro crítico y el 25% ya han sido declaradas extintas.Las principales amenazas están vinculadas a las actividades humanas, como la presencia de especies exóticas invasoras, la deforestación, la ganadería y la agricultura.Las provincias con mayor número de especies amenazadas son Pinar del Rio, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo.

Especies exóticas invasoras en Cuba

Hasta el 2015 han sido identificadas un total de 323 especies invasoras, introducidas de manera intencional o involuntaria por el hombre, que se han adaptado al medio y son capaces de reproducirse más allá de los límites iniciales donde fueron ubicadas.Las más invasoras y dañinas están encabezadas por el marabú, la casuarina, la pomarrosa, el aroma, la leucaena-ipil-ipil, el tulipán africano y el cayeput o melaleuca, entre otras.

Familias y especies de plantas en Cuba

En Cuba se han clasificado mas de seis mil quinientas especies, propias de la isla o de la zona del Caribe.Las familias de plantas mas representadas, con mayor cantidad de generos y especies son las siguientes:

Acanthaceae (103) Amaranthaceae (58) Amaryllidaceae (33)Annonaceae (31)Apocynaceae (131)Araceae (37)Arecaceae (100)Asparagaceae (25) Asteraceae (409)Begoniaceae (22)Bignoniaceae (72)Boraginaceae (106)Brassicaceae (27)Bromeliaceae (58)Buxaceae (40)Cactaceae (60)Celastraceae (48)Clusiaceae (24) Combretaceae (22)Convolvulaceae (102)Cucurbitaceae (30)Cyperaceae (272)Dioscoreaceae (26)Ericaceae (28)Eriocaulaceae (29)Erythroxylaceae (23)Euphorbiaceae (264)Gesneriaceae (44)Lamiaceae (134)Lauraceae (40)Leguminosae (Fabaceae) (472)Lentibulariaceae (25)Lythraceae (26)Malpighiaceae (94)Malvaceae (194)Melastomataceae (201)Moraceae (33)Myrtaceae (295)Nyctaginaceae (34)Oleaceae (22)Onagraceae (22)Orchidaceae (308)Passifloraceae (45)Phyllanthaceae (79)Piperaceae (64)Plantaginaceae (39)Poaceae (464)Polygalaceae (22)Polygonaceae (58)Portulacaceae (23)Primulaceae (42)Rhamnaceae (55)Rosaceae (17)Rubiaceae (493)Rutaceae (70)Salicaceae (56)Santalaceae (32)Sapindaceae (62)Sapotaceae (33)Solanaceae (100)Urticaceae (95)Verbenaceae (61)

Sitios de Cuba con alto endemismo de plantas

La zona al norte de la provincia de Holguín es conocida como "el jardín de Cuba" por los botánicos, muestra una flora rica en especies y allí viven las plantas más antiguas del país.En las serranías de Nipe, Cristal, Baracoa, Moa y el gran macizo montañoso de la Sierra Maestra, la flora generalmente es clasificada como tropical.En la zona occidental se encuentran las Sierras del Rosario y de los Órganos, allí la vegetación es considerada sub-tropical, con mayor número de especies endémicas.

Jardines urbanos y los valores de la flora autóctona

Tanta ascendencia tiene la afirmación hace 70 años de un célebre botánico cubano sobre la controvertida presencia de árboles exóticos en La Habana, que la Sociedad Cubana de Botánica (SOCUBOT) dedicó una jornada científica a su evocación, ante la persistencia del hecho y otros desatinos.

"No es lógico que en las calles de La Habana, en sus parques, en los jardines, con raras excepciones [.] se vean solo Álamos y Laureles de la India o Casuarinas, todas plantas exóticas, muchas, como los Ficus, de raíces perjudiciales a los edificios contiguos, mientras que las más preciadas especies de nuestra flora se pierden en los últimos rincones de los inaccesibles lugares donde se han refugiado".

En esos términos describió la situación el doctor Antonio Ponce de León y Aymé, principal promotor de esta Sociedad en 1944 y quien más adelante llamó la atención sobre el particular en una conferencia denominada "En defensa de la flora de Cuba", dictada en el Aula Magna de la Universidad de La Habana en la sesión inaugural de la SOCUBOT, refundada en 1988.

Hay otro asunto también a tener en cuenta. Aunque se siembren especies de la flora nacional en espacios urbanos, estas deben seleccionarse adecuadamente, para no ocasionar perjuicios al entorno donde van a ser ubicadas, se supone para que vivan allí durante el mayor tiempo posible.

Es cierta la existencia de árboles centenarios que nunca debieron sembrarse en parterres o jardines pequeños como los algarrobos, framboyanes, palmas y ceibas, cuyas raíces levantan las aceras, muros, paredes, pisos, y hasta provocan desniveles en entrepisos.

Pero también lo es la lentitud e ineficiencia, siempre atribuida a la consabida falta de recursos, de la Dirección Provincial de Áreas Verdes, perteneciente a Comunales en la capital, cuando sus brigadas realizan podas excesivas y talas indiscriminadas —ajenas de control alguno— para proteger los tendidos aéreos y los sistemas soterrados.

Esto último posee una lógica indiscutible, en particular durante la temporada ciclónica, del 1ro. de junio al 30 de noviembre, aunque muchos se preguntan si no pudiera regularizarse la atención adecuada y permanente al arbolado urbano.

Su sembrado no debe romper ni ensuciar el pavimento de las vías de circulación peatonal y debe caracterizarse por hermosos cortes, como los que presencié hace poco en una céntrica calle de El Vedado, en el municipio capitalino de Plaza.

Allí, un joven podador, con solo una tijera y una escalera, despertó la admiración de transeúntes al dejarlos de varias formas de simetría poco común: redondos, cuadrados y rectangulares.

Por el contrario, hay macheteros que en un tramo pequeño cortan los bordes de las vías y después nadie se encarga de recoger la hierba, en algunos parterres hay acumulación de árboles secos derribados y saltan a la vista parques repletos de hojarasca.

Hay otro hecho decisivo en el mantenimiento de las áreas verdes, pues además de disfrutarlas tienen la virtud de utilizar el agua, el aire, la luz y restituir al ecosistema oxígeno.

Mas sobre la flora cubana

Arboles endémicos

Flamboyan o Framboyan (Delonix regia): Delonix, del griego delos, evidente, notable y onus, uña, refiriéndose a los pétalos notablemente unguiculados. Regia, del latín regium-a-um, real. Es nativo de Madagascar y en Haití se considera la flor nacional. Puede alcanzar 15 o 16 metros de altura, con un tronco de 60 cm. de diámetro. La copa tiene forma de sombrilla y es frecuentemente más ancha que la altura del árbol. Las hojas miden hasta 50 cm. de largo y tienen más de mil hojuelas. Las flores miden hasta 12 cm. de ancho y aparecen en ramilletes terminales. Las frutas son vainas duras, de hasta 60 cm. de largo, que abren por ambos lados para liberar muchas semillas largas. Florece desde la primavera hasta comienzos de otoño y tiene frutas durante todo el año. El nombre del género deriva de dos palabras griegas que significan garra , en referencia a la forma de los pétalos.

El Framboyán amarillo es oriundo de las Islas Filipinas. Es un árbol  majestuoso que se cultiva en Centro América, mayormente en Cuba, Puerto Rico y Panamá. Sus flores son amarillas y olorosas y el aspecto que brinda es muy agradable. Su floración ocurre de mayo a julio. Este árbol que se cubre de grandes ramos de flores de un color amarillo intenso brinda tonalidades que contrastan con el verde esmeralda de la vegetación cubana.

Se ha utilizado en Cuba para ornamentar parques y avenidas y se asocian fuertemente con la religión africana, el framboyán de vaina roja pertenece a Changó (dios de la religión Yoruba). Pertenece a la misma familia que el framboyán rojo o Delonix regia, árbol originario de Madagascar. El rojo se cubre de flores de un color rojo bien intenso que resulta un tanto imponente a tal extremo que en algunas localidades se le denomina árbol de fuego. El framboyán rojo es el que tiene más fama del mundo y científicos de todas partes le han añadido la palabra regia que en latín proviene del término rex- regis o rey o sea árbol de la realeza.

La impresionante belleza de estos grandes árboles colorea el paisaje urbanístico de la isla que envuelve al caminante en un entorno agradable de olores y sombra. Las flores son grandes, con cuatro pétalos de hasta 8 cm de longitud y un quinto pétalo llamado el estándar, que es más largo y manchado de amarillo y blanco; una variedad natural de Delonix regia llamada flavida tiene las flores amarillas. Las vainas maduras son leñosas, de color castaño oscuro, de 60 cm de longitud y 5 cm de ancho. Las semillas son pequeñas y pesan alrededor de 0,4 g. Las hojas miden de 30 a 50 cm de largo, cada una tiene de 20 a 40 pares de folíolos primarios compuestos, también llamados pinnados y cada uno de éstos está dividido a su vez en 10 a 20 pares de folíolos secundarios.

Las vainas maduras sin abrir son usadas por los nativos caribeños como instrumentos de percusión conocidos como shak-shak o maracas. Además de su uso ornamental en calles y espacios públicos, se utiliza como árbol de sombra debido a que su follaje se extiende ampliamente.

En Argentina, donde se le conoce como chivato, fue introducido por inmigrantes vizcaínos: en el País Vasco, sus ramas son utilizadas para cercar a los chivos. Allí esas varas son denominadas "chivatas".

En idioma castellano tiene varias denominaciones. En América Central se lo conoce como Malinche. En Argentina y Paraguay como chivato y es utilizado en espacios públicos urbanos; en Colombia y Honduras, se le llama Acacia roja; en El Salvador y noroeste de México es conocido por "árbol de fuego" En República Dominicana, Cuba, Puerto Rico, en el sureste de México y Canarias se le llama framboyán. En el centro de México se le llama tabachín.

El Caguairán  (Guibourtia hymenaeifolia) pertenece a la familia botánica de las Cesalpináceas y es un árbol endémico de Cuba. Actualmente está escaseando pero se encuentra en los bosques del oriente, centro y occidente del país. En este último territorio se le conoce por "Quiebra hacha" debido a su resistencia. Alcanza más de 10 m de alto y sus hojas son compuestas, con dos foliolos oblicuos, lustrosos, reticulados, de color verde brillante, terminados en una fina punta, de entre 4 y 8 cm de largo. Su tronco es liso, alto, robusto y  su madera es muy dura, de color rojo vino. Está  considerada entre las más duras y valiosas de Cuba, propia para construcciones duraderas, madera a la que carpinteros de buen ojo y pulso firme acuden cuando tratan de fabricar obras duraderas que, generalmente, los integrantes de las familias se traspasan de una generación a otra.

Es incorruptible porque no se pudre y muy compacta, de una dureza extraordinaria. El color es rojo púrpura y muy consistente. Las características de este árbol lo convierten en ideal para fabricar obras duraderas. Abunda en el extremo oriental del país y crece en los bosques de tierras calcáreas y montañosas.

Sus hojas pueden medir de cuatro a nueve cm, son compuestas, de un color verde brillante, pulidas y cuando se secan son negras. El fruto es una legumbre, como el frijol, que viene dentro de una vaina, y las semillas tienen una cubierta muy dura. Como toda buena leguminosa, sus raíces conviven con ciertas bacterias que fijan el nitrógeno del aire a la tierra.

El Caguairán abunda en el extremo oriental del país y crece en los bosques de tierras calcáreas y montañosas. Todo lo que se construye con caguairán, o se sostiene con él, es eterno. Muchas casas antiguas todavía conservan las vigas donde apoyan sus techos. Más de un carpintero ha visto cómo su sierra se ha roto ante la resistencia de la madera, y para seguir asombrándonos es una de las pocas que no flota en el agua.

Palmita de Jumagua (Palma Hemithrinax ekmaniana): Perteneciente a la familia Arecaceae. Es una palma de tronco grisáceo de unos 5 cm de diámetro cuyo ápice está formado por una corona esférica y muy densa de puntiagudas hojas rígidas, prácticamente carentes de tallo, de color verde.

Fue descrita a principios del siglo XX, pero luego desapareció al conocimiento popular por varias décadas hasta que en el año 1978 el grupo espeleológico Sabaneque de Sagua La Grande (Cuba) las volvió a encontrar. Su área geográfica se limita a solo dos lomitas de una cordillera en los  Mogotes de Jumagua los cuales se encuentran al oeste de la ciudad de Sagua La Grande en el centro-norte de la Isla de Cuba.

Estas curiosas palmitas son únicas en el mundo y su endemismo extremo las lleva a habitar solo en tres de las ocho colinas del municipio de Sagua la Grande, provincia de Villa Clara. El grupo espeleológico Sabaneque las sembró en viveros dentro de la ciudad de Sagua, pero estas enigmáticas plantas necesitan de su reducto jumagüense para poder crecer.

Considerada como estrafalaria, por sus características externas, es también conocida como palma de globo, porque el penacho semeja una enorme esfera al estar conformado por las hojas que se mantienen unidas sin caer

Palma corcho (Microcycas calocoma) es una cícada de la familia Zamiaceae, endémica de Cuba y única en su género. Tiene apariencia de palma, y al igual que todos los miembros de este orden es una especie dioica. Es considerada una planta fósil y sólo se encuentra en Pinar del Río. Existen alrededor de mil ejemplares y se considera de origen prehistórico. Su nombre común es corcho o palma corcho. Se le han atribuido distintos orígenes al nombre común: debido al aspecto de las semillas, o a la fragilidad del tronco. Sin embargo, el cubanismo corcho significa un tronco hueco con colmena.

Palma Barrigona (Calpo thrinax wrightii): Endémica del occidente cubano se encuentra distribuida por toda la geografía del territorio y la Isla de la Juventud, en épocas precedentes el número de ejemplares era abundante, sin embargo, las talas rasas con maquinaria para el empleo de esas áreas en cultivos y la crianza de ganado, provocaron su rápida reducción. Las que sobrevivieron a esas acciones, continúan sometidas a la amenaza del hombre, que aprovecha sus pencas de excelente calidad para el techado, mientras en su etapa juvenil las despojan de sus fibras, con las cuales confeccionan escobas.

Todo este actuar determina que los individuos se estresen, no exista regeneración natural y decline su producción, por lo que la especie está amenazada de extinción. Entre las medidas en vigor para la protección, sobresale su ubicación en el área protegida de San Ubaldo-Sabanalamar, sitio donde es prohibida su explotación.

Su tallo ventriculoso era utilizado antiguamente para almacenar agua trasladada por bueyes hasta su destino, también la barrigona resulta ideal para confeccionar especie de butacas rústicas, en tanto ofrece resistencia natural a vientos huracanados.

El Jagüey Blanco (Ficus citrifolia) es un árbol muy común en Cuba, crece por lo general abrazado a otro árbol al que acaba por matar , tienen un follaje atractivo pero una forma torcida y con muchas ramas, a menudo con raíces adventicias que se enrollan alrededor de sus troncos. Las plántulas se establecen en las copas de otros árboles, en las salientes rocosas, los acantilados y los edificios de ladrillos o piedra, pero rara vez o nunca en la superficie sombreada del bosque.

Los árboles de jagüey tienen un follaje atractivo pero una forma torcida y muy ramosa , a menudo con raíces adventicias que se enrollan alrededor de sus troncos. Las plántulas se establecen en las copas de otros árboles, en las salientes rocosas, los acantilados y los edificios de ladrillos o piedra, pero rara vez o nunca en la superficie sombreada del bosque. Los árboles de jagüey blanco se plantan como postes vivientes y ocasionalmente como ornamento. Su madera se usa de manera limitada para combustible, carpintería e instrumentos musicales.

Árbol de 10-15 m de altura con abundantes raíces aéreas, a veces arbusto, con la copa de color verde oscuro brillante y las ramas jóvenes glabras, de color marrón amarillento o marrón, exfoliándose. Estípulas glabras, de 1-1,5 cm de longitud. Hojas de oblongo-ovadas a oblongo-elípticas, de 12-22 x 4,5-9 cm, de base subcordada, redondeada o atenuada, margen entero y ápice acuminado; son glabras, lisas, de consistencia algo coriácea, con 8–13 pares de nervios laterales. Pecíolo de 2-8 cm de largo, glabro. Frutos en pares, pedunculados, con pedúnculos glabros de 5-10 mm de largo y receptáculos globosos, de 1-1,5 cm de diámetro, glabros, verdosos, con el ostíolo ligeramente prominente.

 La Ceiba (Ceiba pentandra), el árbol sagrado del kapoc (un tipo de algodón) y venerado en varias de las religiones que se practican en Cuba, es un árbol gigantesco, majestuoso, nativo y considerado uno de los más representativos de la flora cubana; pueden alcanzar hasta 60 metros de altura, pasando por encima de los demás árboles del monte.

Está distribuida por toda Cuba y sobrevivió al exterminio de los bosques, por no ser maderable. No es exclusiva de esta isla, se le encuentra en las Antillas, al norte de la América del Sur y en otras regiones tropicales.

Está ligada a la liturgia de las religiones afrocubanas. Existe la creencia, bastante generalizada, de que bajo una ceiba no hay temor a las descargas eléctricas, pues viejos campesinos aseguran que jamás un rayo ha dañado a este árbol.

Las ceibas, al igual que las palmas, son elementos vegetales autóctonos distintivos del paisaje cubano y están presentes en casi todas las regiones del  país siendo típico de los montes caducifolios; solo que a diferencia de las  palmas, que aparecen agrupadas en el entorno, las ceibas se yerguen en solitario como gigantes de la campiña, expanden su follaje cual si retaran  al cielo y se afianzan a la tierra con sus amplias raíces predominando sobre cualquier otro elemento vegetal  del paisaje por  llamativo o interesante que este sea. Está presente en Centro América, las Antillas y el norte del Continente Suramericano donde aparece en forma espontánea y eventualmente se siembra en parques amplios y excepcionalmente en avenidas.

Es un árbol corpulento y de larga vida que llega a alcanzar hasta 60 metros de altura y tener un tronco de tal grosor que tres hombres con los brazos extendidos no pueden bordearlo. Al igual que el de otras plantas de la misma familia el tronco de las ceibas, cuando son jóvenes, están cubiertos de espinas que se desprenden con el tiempo, manteniéndose solo en las ramas. Se reproduce por semilla y su crecimiento es mediano demorando largos años para alcanzar su porte majestuoso y descomunal.  Sus hojas son alternas, compuestas y palmeadas y las flores, de color blanco verdoso con pétalos de aproximadamente 3 cms de largo aparecen en las axilas generalmente antes que  las hojas.

Los frutos de  la ceiba tienen forma de mazorca de entre 10 y 12 cms de longitud y se encuentran divididos en celdas que se albergan en sus semillas hundidas en la "lana" que contribuye a esparcirlas por la acción del viento. Su follaje sirve de refugio a numerosas especies de aves que anidan y viven en sus ramas, en las que encuentran abrigo. Como a otras muchas plantas se le reconoce varios usos en la medicina tradicional.

Flores endémicas

(El comentario sobre las orquídeas de Cuba fue suprimido por contener errores difíciles de subsanar . Les pido disculpas).

La Caliz (Solandra Grandiflora) es una de las especies de flores de mayor tamaño del mundo. También se conoce como Taza de flores de oro. Es una enredadera sorprendente con hojas satinadas y llamativas grandes flores que van desde blanco a amarillas. Es una de las especies de flores de mayor tamaño del mundo y es endemica de Cuba. Es una enredadera sorprendente con hojas satinadas y llamativas grandes flores que van desde blanco a amarillas. Las flores tienen de 6 – 8 pulgadas en forma de cáliz. Tienen los petalos amarillo, con 5 líneas moradas.

Florecen generalmente de febrero hasta mayo. Los tallos gruesos y arbolados se bifurcan frecuentemente y echan raíces en sus nodos, y pueden correr más de 30-40 pie. (9-12 m), se pega con pequeñas raices aereas que se bifurcan de la raiz principal trepando sobre todo en la manera.

Es una planta de hojas perennes y verdes que son flexibles, aproximadamente de 6? de longitud y elipticas con un color claro en las arterias central y laterales. Son fragantes, especialmente por la noche, con un olor evocador al coco. Tanto las  hojas como las flores son venenosas. La toxicidad de todas clases de Solandra se cree similar. La ingestión de las flores de Solandra Nitida ha causado falta de coordinación, pupilas dilatadas, la hinchazón de pies y delirio. La larga inhalación de la fragancia de flor ha causado mareo, náusea, dolor de cabeza y dilatación de la pupila.

Hay ocho clases de enredaderas de cáliz, estas a menudo son confundidas. La Solandra Maxima es la especie más común en el cultivo y enredaderas presentadas como S. Guttata y S. Grandiflora podrían ser esta. Las diferencias son sutiles.

Plantas medicinales

El uso de las plantas como alternativa sanable es comprobable en varias especies de animales y se remonta al origen del hombre. Poco a poco, de manera empírica, nuestros antepasados les atribuyeron propiedades sobrenaturales y descubrieron su relación con la cura de determinadas afecciones. Desde entonces, esos conocimientos se transmitieron de generación en generación y se insertaron en la cultura de los pueblos, sin distinción de razas, sexos, creencias religiosas o desarrollo socioeconómico.

 Con el desarrollo farmacéutico en grandes laboratorios, la aplicación de las plantas con propiedades terapéuticas disminuyó; pero, el excesivo costo de la producción de medicamentos propició que muchas naciones, entre ellas Cuba, retomaran esa práctica ancestral.

En los últimos años, el cultivo de las plantas medicinales en Cuba ha promovido varias investigaciones, aunque sus resultados distan mucho de lo que se necesita para desarrollarlo a mayor escala, por su valor económico. En el territorio cubano existen unas 155 variedades a las que se le atribuyen propiedades medicinales, las cuales han sido estudiadas por diferentes investigadores.

A nivel mundial, el 25 por ciento de los medicamentos tradicionales contiene sustancias de origen vegetal Y, por lo general, son vitaminas, minerales, carbohidratos y agentes curativos específicos, que ayudan al organismo en su lucha contra las enfermedades.

La eficacia de esos vegetales se demuestra mediante la aplicación de cataplasmas, tinturas y ungüentos y la ingestión de cocimientos, tisanas, zumos y jarabes, fundamentalmente. Sus propiedades más conocidas son antitusivas, tónicas, digestivas, laxantes, diuréticas, antirreumáticas, vermífugas, antiinflamatorias y expectorantes.

De ahí que, sin retroceder en el tiempo, y mucho menos en el desarrollo social, en la época actual se impone el creciente uso de plantas medicinales para combatir y prevenir enfermedades.

P.S. (Post Scriptum): Después de recibir el amable comentario de un lector (Juan) acerca de que no había visto en esta entrada una especie vegetal muy común en Cuba, el  júpito,  he vuelto a tomar la suave y policromada pluma del Tocororo y mojándola en mi tintero he vuelto para escribir lo que sigue:

Es un hecho muy frecuente que los nombres comunes de muchos árboles y plantas no sean muy precisos y varían mucho de unas provincias a otras. Pensemos por ejemplo en las "malangas" que abarcan un gran número de especies.

Tengo la impresión de que el árbol al que se refiere el comunicante es Gliricidia sepium. Es un árbol de tamaño medio perteneciente a las leguminosas, a la familia Fabaceae y al género Gliricidia. (El nombre científico es el único que permite cierta precisión). Vulgarmente es conocido como júpito, piñón florido, piñón cubano, Júpiter, madre del cacao, matarratón, bienvestido, piñón amoroso …

Se trata de un árbol de porte pequeño a mediano, que puede alcanzar de 10 a 15 m de altura y entre 40 y 70 cm de diámetro basal. Su copa es ancha y con ramificaciones. Tiene hojas compuestas. Las flores son rosadas, hermafroditas, en racimos densos y se presentan de diciembre a marzo. Los frutos son legumbres leñosas que contienen semillas planas y elípticas. La madera tiene un alto valor calorífico y es resistente a las termitas y la pudrición.

Es nativo de las zonas bajas de México hasta Colombia y Venezuela. Se ha difundido en las áreas tropicales de América, África, Asia y Australia, naturalizándose en lugares húmedos y secos. Presenta un desarrollo adecuado a temperaturas entre 20,7 y 29,2ºC, pero probablemente reduzca su crecimiento y se defolie si estas son inferiores a 15ºC; es una planta heliófila (necesita el Sol), que se afecta cuando existen otras plantas que compiten con ella por la luz.

Es una especie muy útil por varias causas además de su excelente sombra. El extracto de sus hojas tiene efectos alelopáticos, por lo que influye en la germinación y el crecimiento de algunas plantas. Sus flores son comestibles para el hombre y tienen gran utilidad como melíferas y en ornamentación mientras que las semillas y la corteza pulverizadas y mezcladas con arroz tienen cualidades rodenticidas (que se utiliza para matar o eliminar, controlar, prevenir, repeler o atenuar la presencia o acción de los roedores). La especie se encuentra entre las mejores y más conocidas leguminosas forrajeras arbóreas, aunque los altos consumos producen toxicidad en algunos animales. En los rumiantes puede constituir una fuente proteica sobre todo en la época de sequía. Dentro de las técnicas agroforestales su empleo como cerca viva ocupa un lugar destacado, ya que implica un menor costo de establecimiento y mayores ingresos en relación con otros tipos de cerca, además de posibilitar la adquisición de leña, postes vivos y forraje. Se ha empleado como especie mejoradora del suelo, además de aportar a las gramíneas una parte del nitrógeno fijado. En América Central desempeña un papel importante en la contención de dunas, debido a su habilidad de crecer bien en terrenos degradados.

Conocida como mata de ratón o piñón florido, es una leguminosa arbórea de la subfamilia de las Papilionoideae procedente de Centro y Suramérica. Se considera actualmente como un árbol de alto potencial en la alimentación animal.

Además de servir como alimento a los animales herbívoros, a excepción de los roedores, le brinda a las abejas de la tierra (Melipona beecheii), que establecen sus colonias en su interior, una muy buena protección, ayudando así al mantenimiento de la biodiversidad, ya que a causa de la disminución general de la diversidad florística, se ha reducido la disponibilidad de habitáculos para su multiplicación y se encuentran en lacondición de especie amenazada.

Las cercas del ganado en Cuba son cada vez más verdes y parece que el hormigón está cediendo espacio a lo natural, o sea los cierres con ciertas especies arbustivas autóctonas.

Las divisiones de los potreros y los espacios entre áreas de pastoreo, las marcaban históricamente plantas como el llamado Júpito, Piñón Florido o Bien Vestido.

Además de resultar incomparablemente más barata la "postería viva" de Júpito que la de hormigón armado, tiene otras ventajas de más aprecio para el ganadero sin olvidar la estética que se deriva en el paisaje. Se trata de una opción de sombra, muy necesaria para el descanso de los animales y sus procesos digestivos. Y también es una fuente de alimento apetecida por los vacunos. Funcionan muy bien para el ramoneo del rebaño y sus propiedades proteicas resultan atractivas.

 

 

 

Autor:

José Raúl Hernández González.