Miqueas predijo que nacería en Belén y se llamaría Enmanuel (Miqueas V, 2). Jesús fue su nombre de Iniciado, al ser bautizado por su Maestro Juan el Bautista.
Pero lo que lo caracterizaría mejor es su condición de terapeuta milagroso; es decir, Nazareno. En los tiempos de Jesús nunca existió un pueblo que se llame "Nazareth", lo que ahora existe es moderno, y lo han construido para el turismo. El nazareato es un voto que hacen los Iniciados por tres años y con reglas muy estrictas de abnegación, tal como está estipulado en el Libro de los Números (Números Capitulo VI).
La Era de Piscis fue una Era de polaridad negativa, por lo que la espiritualidad tenía que realizarse en sumo secreto, y sólo para los que llegarían a ser Maestros, para el público solo existiría la Enseñanza Exotérica, por eso Jesús hablaba al gran público con parábolas y comparaciones, y eso estaba previsto desde mucho antes que nazca el gran Nazareno. Dice los Salmos: "Abriré mi boca en parábolas; evocaré las cosas escondidas del pasado, las cuales hemos oído y entendido, porque no las contaron nuestros padres" (Salmos 78, 2 y 3).
Fue Zacarías que predijo que ingresaría victorioso a Jerusalén montando un borriquillo (Zacarías IX, 9).
Pero lo más importante de Jesús la forma cómo llevó a cabo su Misión crística. Habló de la importancia de la fe, que tiene mucho que ver con la palabra clave del signo piscis: "yo creo".
El signo piscis es signo de agua, pero de agua de mar, agua de lo océanos, por lo que la Misión estuvo relacionado con los pescadores, la pesca milagrosa, charlas y enseñanzas en la playa; la multiplicación de panes y peces, y comer pescado.
El cristianismo ha estado basado en la fe y en el creer, actitud netamente pisciana. Los primeros cristianos, en las catacumbas, se identificaban entre sí con dibujos de pececitos, y en algunas iglesias antiguas todavía se encuentra estos símbolos en la fuente bautismal. Asimismo, durante esta Era todo los descubrimientos de tierras se realizaron por mar, surgiendo grandes navegantes como Cristóbal Colón, Magallanes, Marco Polo, Vasco da Gama, etc.
Enseñanzas esotéricas de Jesús
Para el cristiano común puede sorprenderle mucho enterarse que Jesús reservaba una parte de su enseñanza a un grupo selecto de discípulos, y para el público otra, basada fundamentalmente en parábolas y semejanzas; pero, eso sucedió en efecto. Encontramos en San Marcos lo siguiente: "A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están a fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados" (Marcos IV, 11 y 12; véase también Mateo XII, 11,13 y 14).
Siempre ha sido así, los avatares presentan dos enseñanzas, una esotérica y otra exotérica, y esto es más marcado cuando se trata de Eras Negativas, como fue la Era de Jesús (Piscis). Jesús fue un Iniciado según la tradición milenaria que existe en la tierra desde a muchísimo tiempo, y conocía todas estas cosas con conocimiento de causa; igualmente Moisés, el avatar anterior a Jesús, también fue depositario de esa tradición eternal. Dice en Deuteronomio: "Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre" (Deuteronomio XXIX, 29).
Los Avatares, tanto Moisés como Jesús y todos los Cristos en general, son enviados, que son esperados por una organización secreta que se encarga de recibirlos y encaminarlos hacia el cumplimiento de su Misión Crística, situación que el hombre profano no percibe; en el caso de Jesús, fue Juan el Bautista a quien le cupo hacer de Precursor del cristo, y así todo Avatar tiene su predecesor que se le adelanta para allanarle el camino, y, principalmente, reconocerle y darle instrucciones.
En este sentido, todo los Cristos que han existido en la larga historia de la humanidad, han sido todos Iniciados, conocedores de la Gran Tradición Iniciática. En las Eras Positivas esta enseñanza trasciende los círculos esotéricos, en las negativas permanecen en el más perfecto silencio.
Entonces, Jesús fue portador de la Gran Tradición Esotérica y lo trasmitió en la forma que ya hemos visto líneas arriba a sus más cercanos Discípulos.
Estas enseñanzas consistían básicamente en lo referente a la Ley de Causa y Efecto (lo que ahora conocemos como Karma), la reencarnación, la Ley de Evolución, las Eras Precesionales, la existencia del Centro Espiritual del Mundo, la práctica del vegetarianismo, la condición viviente de la Tierra, los Montes sagrados, la constitución secreta del hombre, etc.
Asombroso, ¿no es así? Pero los rastros de estas enseñanza han quedado registrado en la actual Biblia, pese a todas las alteraciones que pudiera haber sufrido a través de los siglos; y es de allí de donde nos vamos a basar para tratar algunos temas que prueban la existencia del esoterismo de Jesús.
Todos estos conocimientos fueron moneda corriente entre los primeros cristianos, hay que recordar que Jesús tuvo 12 discípulos directos y 70 discípulos escogidos (Lucas X, 1), y hasta las primeras comunidades fueron conservadas en secreto el Mensaje del Maestro Nazareno, tal es así que lo llegó a conocer Pablo, que vino después que el Maestro había desaparecido. Fue después de varios años que se formó dos grupos antagónicos, que diríamos los Exotéricos y los Esotéricos, prevaleciendo el primero de los grupos hasta nuestros días, y los esotéricos se hicieron más herméticos y formaron grupos diseminados que luego desaparecieron.
Uno de los grandes enigmas de la Biblia esta en lo que se refiere al denominado "Sermón de la Montaña", que de no ser explicado a la luz de la teoría de la Reencarnación, quedaría como una bella fraseología inútil:
Bienaventurado los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurado los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurado los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros (Mateo V, 3-12).
Este sermón fue dado para el público, y en especial para aquellos que sufren alguna reacción social por sus buenas acciones, o por alguna desgracias de la vida, pero Jesús en secreto les explica a sus discípulo que las vicisitudes de la vida se debe llevar con estoicismo, ya todo los que nos sucede es la justa compensación de nuestras acciones, y luego de haberlas sufrido las expiaremos y tendremos la opción de entrar a la Era positiva, que sigue a la Era de Piscis, que Jesús llamaba el Reino de los Cielos (Era de Aquarius). Pero el Maestro Jesús también aconsejaba el RECTO HABLAR, RECTO PENSAR, RECTO ACTUAR, RECTO GANARSE LA VIDA, como cualquier Iniciado, mediante una vida correcta, conocedor de que a toda acción corresponde una reacción, de la misma intensidad de la fuerza, pero en sentido contrario. Pablo trasmitió esta enseñanza de Jesús con las siguientes palabras: "No os engañéis, nadie se burle de Dios, porque lo que el hombre siembra es también lo que cosecha" (Gálatas, VI, 7).
Con respecto a la Reencarnación, toda la Biblia esta llena de ejemplo de esta realidad, en especial lo que respecta al Regreso del mismo Jesús, que sería en la más pura aplicación de esta ley natural.
El doctor Serge Raynaud de la Ferriére rescata un pasaje de la Biblia que demuestra que en la época de Jesús se hablaba corrientemente sobre la reencarnación (que después prohibió Constantino I, por sugerencia de su suegra; y luego los Concilios de Braga y Niza): "En Mateo (XVII, de 2 a 13) aprendemos que Jeshú confirma la enseñanza la reencarnación y sus discípulos responden: "unos dicen que tú eres Juan, los otros Elías y otros aún pretenden que tú serías uno de los antiguos profetas resucitados" (Mateo XVI,13 y 14; Lucas IX, 8). Es innecesario por otra parte hacer comentarios sobre el pasaje de los discípulos preguntando al Maestro: "Es porque pecó que este hombre nació ciego", lo cual evidentemente admite haber pecado, pues, en una vida anterior. Mucho más elocuente es el tercer capitulo de Juan (del versículo primero al decimosegundo)" ("Propósitos Psicológicos", Volumen II, páginas 163 y 164).
Algo parecido podríamos decir del "misterio de los tiempos" que Jesús conocía, pero eso lo vamos a ver en acápite aparte, ya que esta relacionado con su Regreso.
Igualmente, otro tanto podríamos decir sobre la enseñanza del vegetarianismo de Jesús y sus discípulos, que lo trataremos después, ya que hay la confusión de "comer pescado", de la misma forma que los judíos confundían "sacrificar corderos", o en la Era de Taurus, adorar a las vacas o realizar corridas de toros.
Jesús fue vegetariano estricto, como todos los Iniciados del mundo, ¿cómo podría transgredir la Gran Ley de No Matar? ¿Acaso la Ley tiene excepción para los animales de Dios?
Jesús vino a restaurar la Verdad en el mundo
La humanidad requiere que de tiempo en tiempo le recuerden la Verdad y el camino de su reconciliación con nuestro Creador; y esta labor está reservada a los Avatares, que de Era tras Era Precesionales vienen a cumplir esa labor redentora en la humanidad.
Generalmente, al final de cada Era, o al comienzo de otra, la humanidad se ve alejada de los principios espirituales que recibieron alguna vez, y olvidan el origen y las razones en que están basadas sus creencias religiosas. Son los Cristos los que vienen a recordar la Verdad y explicar con su ejemplo viviente la nueva forma de llegar a Dios en una Nueva Era.
En esta Misión Crística, los Avatares tienen grandes problemas con la población y la humanidad en general, ya que encuentran una religiosidad decadente, con ceremonias impostadas carente de contenido espiritual; y lo que es peor, con grandes intereses creados entre la religión oficial. Esto sucede en todos los tiempos, por lo que los Avatares tienen que estar bien preparado para desenvolverse en un medio hostil y con poco interés por cambiar, pese al imperativo cósmico que pide lo contrario.
En el Éxodo de Moisés se encuentra estas dificultades que tienen los Avatares, que al mínimo inconveniente retornan a sus antiguas costumbres religiosas que ya resultan obsoletas. Cuando Moisés se demoraba en el Monte de Sinaí, la gente fundieron un becerro de oro y comenzaron a adorarlo (Éxodo XXXII, 4 a 6).Y no es que fuera esto tan descabellado, sino que describe que la humanidad todavía tiende a seguir con las costumbres antiguas de la Era anterior, en este caso, la Era de Taurus, en donde por 2,000 años se respetaba el simbolismo del toro y su becerro; entonces, lo que sucedía es que los seguidores de Moisés no asimilaban las enseñanzas de la Nueva Era que venia a implantar, y les costaba adaptarse a la nueva forma de vivir.
En la época de Jesús también le sucedió algo parecido. Cuando llegó a Jerusalén para la celebración de las Pascuas judía, se encuentra con el degradante espectáculo del sacrificio de corderos y cabritos; y a nuestro entender, más le molestó la horrenda costumbre judía de masacrar a estos inocentes animalitos que el negocio que se hacia con su comercio en el templo.
Desde Moisés se instauró el Cordero como símbolo de la Era de Aries, luego de casi 2,000 años, el sacrificio simbólico de este animal del zodiaco se había tergiversado a un cruel sacrificio real, contraviniendo al Quinto Mandamiento, que prohíbe no matar.
Esta inhumana costumbre de los judíos de la época de Jesús demostraba lo alejados que se encontraban respecto a las enseñanzas primigenias de Moisés en general, y las escrituras lo tomaban a la letra, o a una interpretación de un grupo de privilegiados; teniéndose una organización religiosa secuestrada por un grupo con fuertes intereses creados.
Por otro lado, si Jesús regresara en estos días, y viera lo que han hecho sus discípulos con su enseñanza, se quedaría aterrado de lo distante que se encuentran de su intención hace casi 2,000 años. Por ejemplo, que diría de esa costumbre cristiana de comer pescado en Semana Santa, en recuerdo de la Pasión y Muerte de su Maestro.
Comer pescado, así como comer cordero, o sacrificar el cordero en la Era de Aries, es asimilar las enseñanzas de la Era de Piscis, someterse a ordenes de un maestro para aprender las características de la Era y la forma de evolucionar en la misma, es por eso que se le menciona en los evangelios en forma "mágica", tanto la pesca milagrosa como la multiplicación de los peces; digámonos con el doctor Serge Raynaud de la Ferriére: "Se conoce todo el simbolismo de la palabra mencionada tan "mágicamente" en el Evangelio de San Juan XXI (como fue dado a comprender en Mateo XIV-17, 19,20 y 21; XV, 34, 35, 36 y 37; XVI- 11 y 12)" ("El Arte en la Nueva Era", página 338).
Y que diremos de su Mensaje Crístico, que en vez de glorificar su Resurrección glorifican su muerte.
Esta fea costumbre de glorificar su muerte en la cruz no existió entre los primeros cristianos, que todavía poseían las enseñanzas de Jesús, esto sucedió varios siglos después cuando solo queda un sentimiento de agradecimiento por su sacrificio en la cruz, pero de seguir su ejemplo en el camino de redención casi nada, por eso dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére lo siguiente: "Hay que señalar que en las catacumbas jamás hemos encontrado la reproducción de la crucifixición sino hasta el siglo X, cuando aparecen las primeras imágenes de un Cristo sufriente sobre la cruz; son evidentemente los Jesuitas quienes fomentaron esta idea de suplicio y de escena de horror" ("El Arte en la Nueva Era", página 222)
Jesús prometió regresar
Jesús dijo bien claro que regresaría: "Voy; y vuelvo a vosotros" (Juan XIV, 28), y dijo también: "No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros" (Juan XIV, 18).
Sin embargo, el regreso de Jesús es esperado desde hace tanto tiempo que ahora ya no llama la atención; otros, dudosos de su regreso, sostienen que no vendrá como en el pasado, "en carne y hueso", sino en espíritu, otros que sólo aparecerá una imagen en el cielo, etc.
Lo bueno de todo esto es que están equivocados, no han tenido en cuenta las indicaciones precisas, pero veladas, de que Jesús hizo de su regreso, y todas están registradas en los evangelios oficiales de la Iglesia.
Lo primero que hay que acordar es que Jesús regresará en una nueva encarnación, naciendo de padres comunes, y teniendo una niñez también común. Hasta su juventud será todo normal, hasta que se encuentre con su Predecesor que lo reconocerá, y entonces asumirá su Misión. Él no nacerá en forma milagrosa, con anunciaciones de ángeles, sino todo común, todo corriente y normal, puesto que será llamado el "Hijo del Hombre", un Hombre de su tiempo, adaptado a este mundo del final del Kali Yuga; de lo contrario no podría cumplir con su papel de Avatar de Aquarius.
Lo primero que debemos saber es que nos encontramos en los tiempos mesiánicos, con todas las características que estaban previstas en las escrituras para estos tiempos.
No hay duda que nos encontramos en el cierre de un Manvantara, y los últimos momentos de este ciclo son los últimos años del Kali Yuga (Edad Sombría). Hemos visto los desarreglos en todo orden, el nivel moral de esta humanidad, el caos social, crisis económica, el desequilibrio ecológico, la desorientación y la incapacidad de los gobernantes mundiales para controlar este colosal hundimiento de toda la humanidad.
Siendo esto así, podemos decir que el tiempo esperado ha llegado, de acuerdo a la enseñanza de la higuera: "De la higuera aprended la parábola: cuando ya su rama esta tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano esta cerca. Así también vosotros cuando veis todas estas cosas, conoced que esta cerca, a las puertas" (Mateo XXIV, 32 y 33)
Y para fijar el momento exacto recurrimos a la astronomía que dice que el fin de la Era de Piscis (Era cristiana) fue el 21 de marzo de 1948, y es a la vez en 0º de la Era de Aquarius, la "Luz" de los antiguos profetas bíblicos.
Dándose, de este modo, el cumplimiento de la profecía de su regreso según el Evangelio de Mateo: "Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentaciones cuando vean al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (Mateo XXIV, 30)
Hijo del Hombre es el nombre de Jesús en su Segunda Venida según él mismo, y ya no será el "señor de dolores y experimentado en sufrimientos", sino un joven de gran belleza física, alegre, conversador, amigo de todo y de todos, con amplios conocimientos e interesado en arte como en la ciencia; un tipo de esta naturaleza esta simbolizado en astrología por el signo de Aquarius. Es signo esta representado por la tradición astrológica por Ganímedes, un joven muy parecido al Hijo del Hombre que hemos descrito.
Entonces, cuando apareció la "señal del Hijo del Hombre en el cielo" estamos diciendo que el amanecer del equinoccio de primavera de 1948 (que fue el 21 de marzo), el Sol apareció en el 0º de la constelación de Aquarius, iniciándose así una Nueva Era a partir de ese momento, y con ello el advenimiento del Instructor Mundial y todos los acontecimientos previstos para estos tiempos.
El Hijo del Hombre
El "Hijo del Hombre" es una figura retórica que usaron los cuatro grandes profetas del Antiguo Testamento (Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel) para referirse al Cristo que vendría al "fin de los tiempos".
El Hijo del Hombre sería de una apariencia común, nacido de unos padres comunes, pero que por su capacidad llegaría a los altos niveles de realización espiritual, sin demostrarlo, ya que su Misión tendría que realizarlo en un medio racionalista, y donde la ciencia habría llegado a niveles nunca antes visto. Por esta premisa, adquirirá todos los conocimientos humanos, para hacer sus deducciones de lo material a lo espiritual; o de lo científico a lo religioso.
Pero antes que nada, será un Hombre Total, un Hombre Universal, que ha llegado al máximo nivel de desarrollo espiritual, el Hombre Perfecto que Leonardo Da Vinci dibujó para el libro "La Divina Proporción" de Luca Pacioli, editado en 1509.
El Hombre que posee la proporciones del Número Áureo en su constitución física esta simbolizado por el número cinco, por la estrella de cinco puntas. Por eso dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére: "El número 5 es verdaderamente esotérico (la estrella de 5 puntas simboliza al hombre perfecto, brazos y piernas separados), es la característica del Hijo del Hombre (el Iniciado que se manifiesta)" ("Yug Yoga Yoguismo", página 159).
Entonces, el Hijo del Hombre es el Hombre Perfecto, y no porque sus proporciones físicas sean armoniosas, sino por su perfección en general; es perfección a que se llega con mucho esfuerzo a través de muchas encarnaciones, es el arquetipo del hombre de la Nueva Era. Es, justamente, esa condición de Hombre Perfecto que le permite desempeñarse como Instructor Mundial que necesita la humanidad para esta Era que se inicia, en donde la Iniciación Tradicional puede ser accesible para todos.
El Hijo del Hombre será, pues, un Cristo Glorioso.
Esta figura de Hijo de Hombre se le presentó tanto al profeta Daniel como a Ezequiel, en forma de visión, y había un ángel que les hablaba sobre temas que les indicó que eran para "el fin de los tiempos". Pasaron varios siglos, y fue Jesús quien volvió a mencionar al Hijo del Hombre, pero a llamarse así mismo como tal, como una forma relacionarse con el nombre en su Segunda Venida, en donde aparentemente prolongaría su Misión. Lo cierto es que el Hijo del Hombre, según Jesús, glorificaría a Jesús y haría cosas que en el pasado no pudo hacerlas, por las condiciones cósmicas desfavorables.
Jesucristo vendrá en el momento menos esperado
Pese a que Jesús dejó señales e indicaciones para que la humanidad pueda saber el tiempo de su regreso, también supuso que no lograríamos precisar dicho momento, principalmente porque los tiempos de su Segunda Venida se daría en los peores momentos de la historia de la humanidad (en el Kali Yuga), donde se ignora totalmente "el misterio de los tiempos"; es decir las Eras Precesionales, la Ley Crística (por lo que sabemos la frecuencia de las venidas de los Avatares), y toda la Tradición Esotérica.
Es por esta razón que él decía que vendría cual ladrón en la noche, en el momento menos esperado: "Por tanto, también vosotros estad preparado, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis" (Mateo XXIV, 44).
El estado actual de los conocimientos, el desprestigio de la astrología que se ha prostituido tanto, la satanización de los conocimientos esotéricos, hará que el momento preciso de la llegada del Cristo en su Segunda Venida pase desapercibido para muchos, así como los grandes acontecimientos cósmicos previstos para estos tiempos. Actualmente, puede que Jesucristo haya regresado, pero, esta bulliciosa humanidad no lo notaría ni lo reconocerían.
Por eso, Jesús habría dicho, muy previsoramente, cuando regrese clamará en la puerta de sus antiguos discípulos, y no le abrirán la puerta, ni lo reconocerán: "Yo estoy a la puerta y clamo: si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo" (Apocalipsis III, 20)
Para la inmensa cantidad de personas su regreso pasará desapercibido, excepto para sus más cercanos discípulos de antaño que sí lo esperan, y a la primera noticia, fotografía, o anuncio periodístico, lo buscarán y lo reconocerán de inmediato y se reunirán con él con gran gozo, como ya lo había previsto cuando dijo: "También vosotros ahora tenéis tristeza, pero os volveré a ver y gozará vuestro corazón, y nadie os quitara vuestro gozo" (San Juan XVI, 22).
Cuando regrese Jesús ya no hablará con parábolas
Cuando regrese Jesús vendrá para inaugurar la Era del Aquarius, la Era del Saber, y se presentará como un científico multidisciplinario, con criterio de Síntesis, que hablará tanto de asuntos concretos como de esoterismo, haciendo grandes revelaciones a la humanidad. Esas cualidades intelectuales le fueron reconocidas desde antes, veamos lo que dice Isaías: "Y saldrá una vara del trono de Isaí, y un vástago retoñara de sus raíces. Y reposará sobre él el espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová" (Isaías XI, 1 y 2).
Isaí fue el padre del rey David, y se le menciona para relacionarlo con el Cristo de Aquarius, que traerá "un principado en sus hombros", pero su Misión la llevará a cabo mediante conferencias públicas donde hará las exposiciones en forma clara, sin necesidad de parábolas y comparaciones: "Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre" (Juan XVI, 25).
Cuando Jesús regrese será reconocido como gran Consejero, portador de un gran conocimiento y una documentación científica, hablará y sustentará sus aserciones mencionando múltiples autores e investigadores, no hablará por sí mismo, sino que expondrá conocimientos; es decir, de cosas conocidas: "Cuando venga aquel Espíritu de Verdad, él los guiará a toda Verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oye, y os hará saber las cosas que van a suceder" (Juan XVI, 13)
El espíritu de verdad glorificará a Jesucristo
Cuando Jesús vino sus detractores le preguntaban si vino a abrogar la Ley de Moisés (el Avatar de la Era anterior a Jesús), él les contestó que no, que al contrario, había venido a cumplirlas. Ahora, cuando regrese en su Segunda Venida ¿hablará algo que contradiga a lo que dijo en su Primera Venida? Claro que no.
Hay que considera que Jesús tenía muchas limitaciones para el cumplimiento de su Misión Crística, debido, principalmente, a que Piscis era una Era negativa y tenia que hablar en parábolas y dar la enseñanza a escondidas y en forma velada para algunos. Es por eso que aquel Espíritu de Verdad (el Cristo de Aquarius), cuando se encuentre ya en la Tierra, demostrará que Jesús fue un gran Iniciado conocedor de la Ciencia Secreta del Espíritu, y explicará muchas partes del Evangelio que resultaron incomprensibles para los hombres, por la forma en que tuvo que ejercer su magisterio.
Explicará los Evangelios y nos recordará todo lo que dijo Jesús y nos enseñará otras cosas que en aquellas épocas no se podían decir públicamente, ya que en su regreso será el Cristo de la Era del Saber, que nos sorprenderá por su asombrosa sabiduría. Esto esta claramente profetizado en el Evangelio de Juan:
"Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan XIV, 26)
Él glorificará a Jesús, porque lo tratará como un Alto Iniciado de la Jerarquía del Planeta, y tomará sus enseñanzas y las explicará a la luz de la Sagrada Tradición Iniciática:
"Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber" (Juan XVI, 14)
Nos explicará el contenido de todo los Evangelios y ampliará lo que, por cualquier circunstancia, no haya llegado completa o inconexa la enseñanza de Jesús. Hará una exposición completa de la Misión Crística de Jesús, en todos los puntos de su Mensaje, dando testimonio de su labor en la Tierra:
"Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mi" (Juan XVI, 14)
Presentando así las enseñanzas como un todo homogéneo, constitutivo de un fondo común que pertenece a la humanidad desde la noche de los tiempos inmemorables.
El nuevo nombre de Jesucristo cuando regrese
El problema de los Avatares cuando encarnan en este mundo es la forma de cómo van a reconocido. La persona encargada de ello es también un Maestro de alto nivel espiritual, que recibe el encargo directamente del Centro Espiritual del Mundo.
En el caso del Hijo del Hombre será hijo de padres comunes, pasara una niñez común (claro que no será un niño tan común ya que se trata de una excelsa encarnación), pero en la adolescencia y la juventud sus capacidades se hacen evidentes, y siente que los cielos se les revela por si solo, y vive un tiempo de turbulencia y confusión, ya que no comprende el porque de su existencia, y la razón de su potencia física y espiritual; es en aquellos momentos que aparece su Maestre Predecesor que le endereza toda su vida, y con la velocidad de un rayo lo comprende todo, e inmediatamente asume su Misión para lo que ha nacido.
Dicho encuentro de dos seres de alto nivel espiritual tiene su misterio, que trataremos de sugerir algo de su contenido.
Se dice que todo Avatar tiene 32 señales de reconocimiento que el "Juan Bautista" de la Era de Aquarius tiene que utilizar para realizar el reconocimiento y posterior confirmación del los Avatares en general y de la Segunda Venida de Jesucristo en particular.
Una de esas señales de reconocimiento para el caso del regreso de Cristo es la palabra I.N.R.I. Veamos lo que dice el doctor Serge Raynaud de la Ferriére:
"Este YNRI podría muy bien aplicarse al Gran Maestre que viene a instruir a la Humanidad de una Era portándolo en su nombre como una palabra clave, indicando en seguida que supo todo lo de un yoghi (Ser Universal, Identificado, Unificado) habiendo pasado la experiencia del Nazareato (ofrendado a Dios, abnegación como la del Sannyasin de los hindúes, votos de Nazareth o mejor dicho, del Nazarita) y que ha sido reconocido como el Supremo de los Iniciados. Por lo cual podría darse una traducción más: Yug Nazaren Rex Initiate"
"La Biblia misma indica "Que Aquel que vendrá para vencer" tendrá esta indicación en su nombre (Apocalipsis III, vers. 12) como insignia de CRISTO-REY".
"Se dice que todas las religiones esperan en este período el retorno del Gran Mensajero. Casi todas las predicciones están de acuerdo para esperar al Sublime Instructor en el actual principio de la Nueva Edad (Era del Aquarius). Es el denominado Avatar por los hindúes que se el representa como manifestación de Vishnú (Dios en su forma); los budistas lo ven bajo el aspecto de Boddhisttva (Maitreya), en tanto que los cristianos esperan al Hijo del Hombre (precisamente Aquel que lleva el Ánfora, la Urna Sagrada del signo del aguador que distingue a la Era del Aquarius en la que hemos entrado a partir de 1948)".
"Precisamente es cuando cada una de la religiones admite que el Supremo Maestre estará por fuera del marco religioso (luego bien puede ser un Yoghi, Psicólogo y Hombre de Ciencia) y que será reconocido y aceptado por todas las concepciones. Hasta están de acuerdo en el período para el cual las profecías, las más famosas, a pesar de sus diversidades de origen, han marcado aproximadamente esta misma época. Marcados con los mismos signos para una Misión están esperando también: las Reservas Iniciáticas, el Arquetipo, quienes deben simbolizar esta Era(Edad Aquariana, período de más de dos mil años) en la cual la característica estará para todos justamente inscrita en estas cuatro letras, YNRI, es decir, renacimiento para trabajar sobre si mismo, análisis de los cuatro grandes principios (Ciencia-Religión-Arte-Didáctica) al mismo tiempo que disciplina al Axioma Antiguo para comprenderlo en su sentido esotérico de evolución iniciática: SABER-QUERER-OSAR-CALLAR"
"Al que venciere, lo haré columna en el Templo de Dios" está dicho en las Revelaciones (Apocalipsis, CAAP. III, vers. 12), es decir, un INICIADO, no un simple misionero, sino una parte de ese Gran Templo cuyo sentido ahora comprendemos, y el versículo continúa: "escribiré sobre él el nombre de mi Dios", o sea la palabra sagrada YNRI, las cuatro letras de significación tan profunda que en cada ciclo presentan todos los Grandes Instructores" ("Yug Yoga Yoguismo", páginas 195 y 196).
Vendrá por avión de pasajeros
La venida del Hijo del Hombre, del Avatar de Aquarius, esta relacionado, desde épocas pretéritas, con el aire y las nubes del cielo, veamos:
Daniel
1.- "Miraba yo en la visión de la noche, y vi que con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de Hombre;." (Daniel VII, 13)
San Mateo
2.- "Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (Mateo XXIV, 30)
San Marcos
3.- "Jesús le dijo:
– Yo soy. Y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo" (Marcos XIV, 62).
Apocalipsis
4.- "Miré, y vi una nube blanca. Sentado sobre la nube, uno semejante al Hijo del Hombre, que llevaba en la cabeza una corona de oro y en la mano una hoz aguda" (Apocalipsis XIV, 14).
5.- "He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentaran por causa de él. Sí, amén" (Apocalipsis I, 7).
Los Salmos, los antiguos profetas, los Evangelios y el autor del Apocalipsis, describen al Hijo del Hombre viniendo por los aires y las nubes del cielo. Esto, en aquellas épocas podría resultar insólito, misterioso, encerrando algún mensaje espiritual secreto, pero ahora, ¿no nos resulta natural que el Hijo del Hombre venga en un avión de pasajeros? Además, acaso los Iniciados de esas remotas épocas ¿no sabían que Aquarius es una Era signada por aire? Entonces Aquarius es la Era donde los viajes se harán por aire, así como en Piscis (signo de agua de mar) los viajes se hicieron por navíos a través de los océanos.
Si Jesús ingresó a Jerusalén, según las profecías, sentado en un burrito tierno, y además, el Avatar de Piscis saldría profeta, según las profecías, de entre sus hermanos (Galileo); en cambio, el Hijo del Hombre, llegaría a la Nueva Jerusalén en un avión de pasajeros, y según las profecías, ¡seria extranjero! (Mateo XXV, 35).
Evidentemente, los tiempos cambian, y las cosas se realizan de acuerdo al devenir ineluctable del cosmos.
Nos hará saber las cosas que habrán de venir
Ya hemos visto que Aquarius vienes después del fin del Kali Yuga, que se considera que acabó junto con la Era de Piscis (el 21 de marzo de 1948).
Este solo hecho nos trae a la memoria lo que significa el fin de un Manvantara, y tanto peor cuando se cumple, a ojos vista, el fin de una Humanidad.
Las humanidades (digamos una "promoción" de humanos) evolucionan por etapas, son al principio como niños, después adolescentes o jóvenes, adultos y viejos.
Cuando una humanidad se encuentra al final de su adultez, cuando la ancianidad es inminente, se produce una gran catástrofe de proporciones universales, cuyas consecuencias son varias; una de ellas es la drástica disminución de la población, a un nivel de casi exterminio.
Este fenómeno natural no es una desgracia o un castigo por algo que hubiéramos hecho en particular, sino que es una necesidad de la Madre Tierra; y es en estos cruciales momentos que surgen instituciones y organizaciones que han permanecido por siglos en secreto, ese el caso del Centro Espiritual del Mundo, ese es el caso también de la Augusta Gran Fraternidad Universal.
Es una especie de catarsis que sufre la tierra, para purificarse, deshacerse de impurezas y renovarse, para otros 13,000 años más. Dice Isaías:
"Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su simiente, así el señor Jehová hará brotar justicia y alabanza delante de todas las gentes" (Isaías 61, 11).
Eso es lo que sucederá, por medios naturales (no es que habrá una colisión con otro planeta u otra catástrofe tipo ciencia ficción), pero que sin embargo la humanidad debe estar preparada (a los animales tenemos que protegerlos, ya que también sufrirán la catástrofe y se pueden extinguir algunas especies) y llevar a cabo todo un plan para dicha contingencia. ¿Entonces, quien será el encargado de anunciar todas estas cosas tan graves para la humanidad?
Obviamente que será el más excelso de los hombres: el Hijo del Hombre, el Avatar de Aquarius. Dice la Biblia:
"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan XVI, 13).
Él nos dirá que continente se hundirá, cuales son los plazos de que disponemos, cómo debemos organizarnos, cómo se seleccionarán a las gentes que se salvarán, en donde se reunirán, etc. Esa es su labor, similar a la función que le cupo realizar a Noé en fechas pretéritas. Dice la Biblia:
"Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre" (Mateo XXIV, 37-39)
Son labores verdaderamente Crísticas, de la encarnación de la segunda manifestación de Dios en la tierra. El Hijo del Hombre, el Cristo Rey, ha sido esperado desde milenios, tanto en la cultura judeo-cristiana como en otras, y están relacionadas también con el fin de una Humanidad y el inicio de una Edad de Oro.
Características personales de Jesús en su segunda venida
Jesús llamaba a la Era del Aquarius "Reino de Dios", por eso que pedía a sus discípulos que se prepararan para entrar a este reino: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo IV, 17), y aseguraba que el reino divino llegaría de todos modos: "La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el Reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley" (Lucas XVI, 16 y 17). Esto es así, ya que se trata de un hecho astronómico la llegada del Reino de Dios, la Era del Aquarius, y el regreso del Hijo del Hombre.
Jesús en su Primera Venida lo hizo como Avatar de la Era de Piscis, a establecer una Era donde la fe es el único recurso de los hombres para evolucionar, mediante la exaltación del dolor y el sufrimiento como medio de purificación del alma, así como el duro trabajo en el servicio de los demás. Encarnó al "señor de dolores" y estaba destinado a ser vejado por la humanidad ignorante, en su última etapa de descenso moral y espiritual de su ciclo de existencia.
En cambio en su Segunda Venida lo haría como Cristo Glorioso, a inaugurar el Reino de Dios en la Tierra. Se presentaría al gran público, se expresaría en forma clara y directa, ya no usaría las comparaciones y parábolas como lo hizo en la Era anterior.
Daría conferencias en universidades, por radio, televisión, y en todos lo medios tanto escrito como hablado. Presentándose como un hombre racional y académico, no haría milagros, sino que disertará apoyado en múltiples autores en cada tema, así mismo, presentará al gran público la Tradición Eternal de la Sabiduría Divina, revelando las claves y misterios que por siglos no pudieron ser descubiertos. Será autor de libros, que se publicarán para el gran público.
Se presentaría como un hombre común, pero con un mensaje profundo y una amplia documentación científica nunca antes vista en un solo hombre. Se desenvolverá en el mundo, visitando las grandes ciudades, sea en Nueva York, Ámsterdam, París, Berlín, Nueva Delhi, Sydney, etc.; conocedor de la situación mundial de su tiempo y conocedor de las debilidades y posibilidades de los hombres, por lo que le cabe muy bien el nombre que escogió en Palestina, de "Hijo del Hombre".
Este es el anuncio de su venida entre nosotros.
¡Glorifiquemos dignamente al Cristo Rey!
Y que ¡Reine el Aquarius!
Lima, 20 de abril del 2009.
Bibliografía
-"La Segunda Venida de Jesucristo", de José Mendoza Castillo, publicado en Abril de 2004, Lima-Perú
-"Los Grandes Mensajes", de Serge Raynaud de la Ferriére, Editorial Diana, Enero de 1987.
– La Santa Biblia, Broadman & Holman Publishers, 1960.
Autor:
José Mendoza Castillo
Lima-Perú
Abril de 2009
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