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Impacto del Trichoderma harzianum A-34 sobre crecimiento, productividad y rendimiento del cultivo del tomate (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Un análisis de la situación internacional nos permite considerar que el desarrollo de bioproductos agrícolas por firmas tan poderosas, prevén un futuro comercial importante ya que la tendencia es obtener productos cada vez mas eficientes, estables y económicos que puedan competir con los químicos sin producir afectaciones al hombre y al ambiente (Simón, 1997).

Nishio (2002) denominó a esto factor biológico de la tierra y dedujo que el efecto observado se debía a microorganismo que competía con los hongos patógenos. A partir de esta observación realizo los experimentos clásicos en los que inoculo la tierra esterilizada con 12 aislados de hongos saprofiticos y uno de bacteria, y obtuvo un control significativo de la pudrición de la raíz de las plántulas de pino causada por Pythium debaryanu. Adicionalmente, se obtuvo una mejor sobrevivencia y crecimiento inicial de las plántulas. El género Trichoderma es un hongo activo del suelo que interviene en el proceso de amonificación y en la descomposición de la celulosa, crece rápidamente y con frecuencia contamina los cultivos de laboratorios (Bjorkman, 1998).

La lucha biológica con producto a base de Trichoderma ha tenido una aceptación favorable y prácticamente generalizada en la agricultura cubana para reducir los hongos fitopatogenos y observándose en la actualidad un efecto al crecimiento y vigor de las plantas. (Pérez, 1997).

Durante la campaña agrícola 1994 – 1998 se aplicaron en biopreparados de Trichoderma sp a 5208 ha de cultivos que incluyen tabaco, hortaliza, granos y plantas ornamentales, entre otros. L a mayor cantidad de áreas protegidas correspondió a diversas hortalizas y tabaco con registro promedio entre 60-80 %de reducción de la incidencia de enfermedades causadas por Pythium sp, Fusarium sp entre otros y un efecto estimulante sobre el crecimiento y el vigor de las plantas (Simón, 1997).

La producción de hortalizas bajo cubiertas en zonas del sudeste bonaerense (zona mixta papera) se ha expandido en forma sostenida hasta el presente, estimándose que ha sobrepasado en la actualidad las 150 ha. (Mena, 2000).

De este modo, según Galdeano (2003), los objetivos del cultivo protegido son:

Aumentar la producción, mejorar la calidad y la precocidad de algunos de los productos hortícolas con relación a su producción en el exterior, así como producir plantas con exigencias climáticas diferentes a las existentes en el ambiente natural donde se desea desarrollarla. Esto permite una serie de ventajas de los cultivos protegidos sobre los de aire libre:

  • Mayor productividad: los rendimientos por unidad de superficie aumentan considerablemente y con ello los ingresos para el productor.

  • Mejora la calidad comercial: Ya que los productos obtenidos son de mayor tamaño, mejor presentación.

  • Mayor control de las condiciones ambientales: evitando grandes variaciones térmicas, daños por el viento, lluvias, granizos, heladas, escaldaduras de sol, etc., logrando con ello además la primacía y el prolongar el periodote cosecha.

  • Permite un mejor manejo, prevención y control de enfermedades y plagas.

  • El trabajo se hace más cómodo, placentero y seguro, evitando la pérdida de jornales por condiciones climáticas adversas o ausencia por enfermedad.

Según este propio autor, algunas características a tener en cuenta son:

  • La inversión es mayor, ya que desde el punto de vista financiero se debe disponer de un capital importante aunque económicamente se le amorticen los años de vida útil de cada uno de los materiales.

  • El capital arriesgado también es mayor.

  • El costo de producción es alto y exige mayor incorporación de tecnología.

El hongo Trichoderma harzianum inhibe el desarrollo de patógenos y contribuye con la nutrición en la planta al degradar las celulosas y ligninas de los materiales orgánicos que se encuentran en el suelo. Crece y coloniza muy rápidamente el suelo, protegiendo las raíces de las plantas, quitándole espacio a los fitopatógenos por antagonismo. Regula las enfermedades en los lotes altamente contaminados y las disminuyen en un mediano plazo. Cuando la población de fitopatógenos es muy alta y las enfermedades son drásticas hay que recurrir al manejo integrado utilizando fungicidas asociados con los antagonistas y reguladores naturales de los fitopatógenos, para evitar la reinfestación y ataques más severos en un corto plazo. El uso de biopreparados de Trichoderma contribuye a la protección del entorno ecológico de la zona urbana y responde a la demanda de la agricultura sostenible de métodos técnicamente efectivos (Tomita, 2002; Bocour, 2006).

2. DESARROLLO

2.1. El cultivo protegido en Cuba.

En Cuba, el cultivo protegido constituye una tecnología promisoria para extender los calendarios de cosecha de las hortalizas tradicionales y asegurar el suministro fresco al turismo, mercado de frontera y población, inclusive en los periodos en que la oferta de la producción proveniente del campo abierto resulta en extremo limitada. (Casanova et al., 1999).

El auge de este tipo de cultivo en Cuba se inicia a través de la transferencia de tecnologías de otros países, fundamentalmente Israel y España, con invernaderos o casa de cultivos, Multitudes de estructura metálica de cinco a siete metros de altura, una superficie de 0.25 y 0.50 ha, cubierta superior de polietileno o rafia plasticada, ventilación cenital y cerramiento por los laterales con malla antibemisia, con lo cual se logra un aislamiento de las plantas cultivadas, pero un fuerte efecto invernadero. Se obtienen rendimientos promedios superiores a 200 t/ha/año a partir de híbridos de alto potencial productivo, manejo adecuado y empleo de fitohormonas (Cuba- Minag., 1999).

2.2. Aspectos a tener en cuenta en el manejo de las casas de Cultivo.

Según lo planteado por el Instituto de Investigaciones Hortícola "Liliana Dimítrova" (2003), los aspectos más importantes son:

  • Ubicación de la casa de cultivo

  • Preparación del terreno

  • Producción de posturas

  • Plantación y atención al cultivo

  • Conducción de la plantación

  • Aplicación de fitohormonas y sus inconvenientes

  • Riego

  • Fertilización

  • Sanidad Vegetal

  • Medidas de precaución para el manejo eficaz y seguro de plaguicidas

  • Medidas de cumplimiento obligatorio

  • Cosechas (Parámetros de calidad)

  • Envases

  • Transportación

  • Almacenamiento refrigerado

  • Comercialización

Aparejado a esta técnica, está la producción de posturas en cepellón, que garantiza la llegada al campo del 100% de la población (Hill, 2008):

  • Postura de alta calidad durante todo el año sin que las condiciones climáticas las afecte.

  • Se garantiza un trasplante con un 95 % de sobre vivencia, permitiendo una mejor explotación del área a sembrar con un considerable ahorro de semillas.

  • Humaniza el trabajo y son imprescindibles para el desarrollo de cultivos protegidos en túneles, casas e invernaderos.

Tratándose de una instalación abierta se recomiendan cultivares de tomate resistentes al virus del enrollamiento amarillo del tomate (TYLCV). Están dotadas del sistema de fertirrigación. Esta tipología tiene la ventaja de crear una mayor armonía medio ambiental y puede ser empleada en diferentes sistemas de producción. Se tienen rendimientos superiores a 140 t/ha/año (Casanova et al., 1999). Actualmente están disponibles casas con estructuras metálicas inspiradas en el modelo tropical con efecto sombrilla.

2.3. Manejo climático

2.3.1. Instalaciones

Estos sistemas de producción optimizan fundamentalmente la utilización de la infraestructura al colocar altas densidades de plantas por periodos de producción cortos, y permiten una mayor automatización al pasar el cultivo a tener un desarrollo horizontal en lugar de vertical. (http://betafm.ceride.gov.ar/Sitio%20UNL/).

Los modelos de las instalaciones para el cultivo protegido en Cuba se agrupan en dos topologías fundamentales, atendiendo al efecto creado en el interior de las mismas, una con efecto "Invernadero" y otra con efecto "sombrilla". (IIHLD, 2003).

2.3.2. Efecto invernadero

Calentamiento espontáneo de la atmósfera dentro de la casa de cultivo con relación al exterior. Este efecto de la variación de la temperatura tiene dos causas:

  • Reducción del intercambio del aire con la atmósfera exterior.

  • Balance positivo de la radiación

La presencia del material de cerramiento con malla antiinsectos por laterales y frentes, y ventana cenital provoca una reducción de la corriente de aire y por consiguiente una disminución del transporte conectivo de calor. Para una instalación determinada el efecto invernadero será mayor si el material de cerramiento trasmite más radiación solar de onda corta y menos radiación infrarroja de onda larga. (IIHLD, 2003).

2.3.3. Efecto sombrilla

Efecto buscado en la producción protegida de hortalizas en regiones cálidas intertropicales. Consiste en lograr una disminución de la alta radiación global incidente, que permite al mismo tiempo una alta aireación de las plantas, lo que se logra cubriendo las instalaciones con un cerramiento superior de polietileno o rafia plastificada, ventana cenital y colocando la malla antiinsectos por laterales y frente. Esto permite continuas renovaciones de aire en el interior de las casas de cultivo, con lo cual se evitan los saltos térmicos que incrementan de 10c a 15 c grados de la temperatura máxima en el interior de las instalaciones cerradas con mallas antiinsectos. (IIHLD, 2003).

2.3.4. Densidad y esquema de plantación en estas instalaciones.

La densidad de plantación depende de diferentes factores como:

  • Tipo y fertilidad del suelo.

  • Cultivar empleado.

  • Época y forma de conducción de la plantación.

Para el cultivo del tomate se recomienda una densidad de 1.8 a 2.2 plantas/m² para lo cual se pueden emplear diferentes distribuciones espaciales de las plantas. Una de las más comunes es la siembra a doble hilera en tresbolillo con el empleo del camellón plano (IIHLD, 2003). También se emplea la técnica de una hilera sobre el cantero.

2.4. Cultivo del tomate

2.4.1. Origen

El origen del género Lycopersicon se localiza en la región andina que se extiende desde el sur de Colombia al norte de Chile, pero parece que fue México que se domesticó, quizás por su crecimiento como mala hierba entre los huertos. Durante el siglo XVI se consumían en México tomates de diversas formas y tamaño, rojos y amarillos. En otros países europeos se utilizaban en farmacias y así se mantuvieron en Alemania hasta el siglo XIX. Los españoles y portugueses lo difundieron al Oriente Medio y África, y luego a otros países asiáticos y de Europa se difundió a EEUU y Canadá. (http:// www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

El cultivo del tomate no poseía un alto valor comercial, debido a que se dañaba con facilidad y a que se desconocían los medios para su conservación. Se plantea que fue llevado a Europa a principios del siglo XVI propagándose con rapidez por todo el continente. Sin embargo, consta que aún en el siglo XVII se cultivaba en Inglaterra como planta de adorno solamente, y a fines del siglo XVIII ya se cultivaba como producto de importancia en Italia, donde se conservaba seco o en forma de pasta. En los Estados Unidos el tomate comenzó a adquirir importancia como alimento a principios del siglo XIX, aunque los mayores progresos en el desarrollo de las distintas variedades y usos de esta solanácea se realizaron después del 1870. (Beattle, 1939).

2.4.2. Taxonomía y morfología

Según MINAGRI (2006), instructivo técnico del cultivo tomate, se tiene que:

Familia: Solanácea

Especie: Lycopersicon esculentun Mill

Planta perenne de porte arbustivo que se cultiva anual. Puede desarrollarse de forma rastrera, semirrecta o erecta. (http//www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm) existen variedades de crecimiento limitado (determinadas) y otra con crecimiento ilimitado (indeterminado).

Sistema radicular

Raíz principal (corta y débil), raíces secundarias (numerosas y potentes) y raíces adventicias. Seccionando transversalmente la raíz principal y de afuera hacia adentro encontramos: epidermis donde se ubican los pelos absorbentes especialitos en tomar agua y nutrientes, cortex y cilindro central donde se sitúa el xilema (conjunto de vasos especializados en el transporte de los nutrientes) http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm

Tallo principal

El tallo de las plantas jóvenes de tomate es cilíndrico, en las plantas adultas se hace angular. Esta cubierto de finos bellos, unos más largos y otros más cortos, que segregan sustancias de color verde oscuro y olor especifico para el tomate. Según las características hereditarias de las variedades y la influencia del modo de cultivo (con deshije o no), el tallo alcanza alturas que oscilan entre 40 cm. hasta 2 m. (Gallo, 1979).

Su estructura de afuera hacia adentro consta de: epidermis de la que parten hacia el exterior los pelos glandulares, cuyas células más externas son fotosintéticas y las más internas son colenquimáticas, cilindro vascular y tejido medular. En la parte distal se encuentra el meristemo apical, donde se inician los nuevos primordios foliares y florales. (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm). El tallo ramifica con profusión. Las ramificaciones se forman en las axilas de las hojas y se denominan hijos, los que aparecen temprano y crecen con más vigor en las axilas de las hojas que están situadas inmediatamente debajo de los racimos. La capacidad de ramificar de las diferentes variedades es distinta, unas más que otras.

En algunas el tallo principal y sus ramificaciones, terminan en racimos y el crecimiento vertical es limitado (determinado), este grupo es la conversión rápida de la yema apical de las ramificaciones. En otro grupo de variedades el racimo ya formado en la axila de la última hoja, origina un hijo que prosigue el crecimiento del tallo principal. El crecimiento vertical no esta limitado por las características morfológicas de las plantas (indeterminadas) Gallo, 1979).

Hojas

Compuestas e imparipinnadas, con foliolos peciolados, lobulados y bordes dentados, en números de siete a nueve y recubierto de pelos glandulares. Las hojas se disponen de forma alternativa sobre el tallo. El mesófilo o tejido parénquima tico está recubierto por una epidermis superior e inferior, ambas sin cloroplastos. La epidermis inferior presenta un alto número de estomas. Dentro del parénquima, la zona superior o empalizada es rica en cloroplasto. Los haces vasculares son prominentes, sobre todo en el envés, y constan de un nervio principal. (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm)

Su color puede presentarse verde claro, verde gris, verde amarillo y verde oscuro. Su superficie puede ser lisa, poco rugosa, intermedia y muy rugosa. (Gallo, 1979).

Inflorescencia

Puede ser en racimos simples bifurcados y ramificados. Según la longitud de las ramas el racimo puede ser compacto o disperso: corto, de mediana longitud y largo. La cantidad de flores que se forman en el racimo depende de las características hereditarias y condiciones del cultivo. El número de flores y frutos es mayor cuando las condiciones sean favorables. (Gallo, 1979).

El sitio Web http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm) las describe como que son del tipo racemoso (dicasio), generalmente en número de tres a diez en tomates comerciales; es frecuente que el eje principal de la inflorescencia se ramifique por debajo de la primera flor formada dando lugar a una inflorescencia compuesta de manera que se han descrito algunas con más de 300 flores.

Flor

Están unidas al eje del racimo por medio de pedúnculos cortos. Se componen de 6 sépalos 5 pétalos amarillos unidos entre si, en su base, a los filamentos de los estambres; que generalmente son 6 con anteras alargadas y envuelven plenamente el estilo y el estigma. Ovarios súpero con 2 – 10 carpelos. Posibilitando esta disposición la autopolinización. (Gallo, 1979).

En el sitio Web (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm) se describen como perfecta, regular e hipógina y consta de cinco o mas sépalos, de igual número de pétalos de color amarillo y dispuestos de forma helicoidal a intervalos de 135 grados, de igual número de estambres soldados que se alternan con los pétalos y forman un cono estaminal que envuelve al gineceo, y de un ovario bi o plurilocular. La primera flor se forma en la yema apical y las demás se disponen por debajo de la primera, alrededor del eje principal. La flor se une al eje floral por medio de un pedicelo articulado que contiene la zona de abscisión, que se distingue por un engrosamiento con un pequeño surco originado por una reducción del espesor del cortex. Las inflorescencias se desarrollan cada dos o tres hojas en las axilas.

Fruto

El número y la extensión de los lóculos en los frutos es uno de los factores que determinan las características de las variedades, también la disposición carpelar es propia de cada variedad y determinante al seleccionar los frutos para el consumo. El peso de los frutos varía dentro de límites muy amplios, desde algunos gramos hasta 500 gramos. Su color se determina por la combinación entre la coloración del epicarpio y la del mesocarpio. La calidad de los frutos depende del número y las dimensiones de los lóbulos, así como del crecimiento y contenido de masa. (Gallo, 1979).

En www.infoagro.com lo identifican como baya bi o plurilocular, que puede alcanzar entre unos pocos miligramos y 600 gramos. Está constituido por el pericarpo, el tejido placentario y las semillas. El fruto puede recolectarse separándolo por la zona de abscisión del pedicelo, como ocurre en las variedades industriales, en la que es indeseable la presencia de parte del pecíolo, o bien puede separarse por la zona peduncular de unión al fruto.

Semillas

Las maduras tienen forma oval (Huerres y Caraballo, 1988) deprimida lateralmente, pero su forma puede variar. Su superficie es de color amarillo grisáceo y está recubierta de pelos grises o plateados. Se pueden presentar con escamas que constituyen residuos más externos del tegumento que las revestía. La capacidad de germinación se mantiene desde 5 – 6 años, si las condiciones de conservación son favorables.

2.4.3. Importancia económica y distribución geográfica del tomate

El tomate es la hortaliza más difundida en todo el mundo y la de mayor valor económico. Su demanda aumenta continuamente y con ella su cultivo, producción y comercio. El incremento anual de la producción en los últimos años se debe principalmente al aumento en el rendimiento y en menor proporción al aumento de la superficie cultivada. (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

Datos más recientes de la FAO fueron publicados en febrero de 2004 por el sitio Web http://www.infoagro.com . y reportan lo siguiente:

Países

Producción de tomate año 2002 (toneladas)

China

25.466.211

Estados Unidos

10.250.000

Turquía

9.000.000

India

8.500.000

Italia

7.000.000

Egipto

6.328.720

España

3.600.00

Brasil

3.518.163

Irán

3.000.000

México

2.100.000

Grecia

2.000.000

Rusia

1.950.000

Chile

1.200.000

Portugal

1.132.000

Ucrania

1.100.000

Uzbekistán

1.000.000

Marruecos

881.000

Nigeria

879.000

Francia

870.000

Túnez

850.000

Argelia

800.000

Este cultivo constituye más del 30 % de la producción hortícola mundial, con una superficie de siembra de casi tres millones de hectáreas, una producción de 78 millones de toneladas y un rendimiento promedio de 27 t/ha. Solo el 10 % de esta cifra se produce en América Latina y el Caribe, citado por este sitio Web en un reporte emitido por la FAO en 1995.

2.4.4. Requerimientos edafoclimáticos

El tomate es un cultivo que se adapta a una gran variedad de climas y suelos, por lo que los procesos fisiológicos de crecimiento y desarrollo del mismo dependen de los factores antes mencionados, de las características genéticas de los cultivares y de sus interacciones. (Went, 1988).

Los factores más destacados del clima son la temperatura, humedad, y la iluminación, aunque existen otros muchos de menor importancia que pueden marcar la diferencia climática entre una zona y otra. La limitación climática de los cultivos hortícolas viene dada frecuentemente por la temperatura, ya que la humedad puede aportarse por el riego y la iluminación es generalmente alta en la zona tropical. Estos tres factores tienen una acción conjunta variable según la situación topográfica de la parcela y según la orientación de la misma. (Fernández, 1968).

La fisiología del tomate ha sido muy estudiada, existen diferencias en el comportamiento varietal pero las exigencias térmicas son muy estrictas en función del grado de desarrollo del cultivo, sin embargo, en la mayoría de los casos el clima del caribe no se corresponde con estas. Hay igualmente exigencias en cuanto a luminosidad y humedad relativa (Gómez, 2000).

El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todo se encuentra estrechamente relacionado y la actuación sobre uno de estos incides sobre el resto. (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.httm).

Temperatura

El tomate es meno exigente que la berenjena y el pimiento, la temperatura óptima de desarrollo oscila entre 20º C y 30º C durante el día y entre 1 c y 17 c durante la noche; temperaturas superiores a los 30º C – 35º C afectan la fructificación, por mal desarrollo de óvulos y al desarrollo de la planta en general y del sistema radicular en particular. Temperaturas inferiores a 12º C – 15º C también originan problemas en el desarrollo de la planta. La maduración del fruto está muy influida por la temperatura en lo referente tanto a la precocidad como a la coloración, (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.httm) de forma que valores cercanos a 10º C, así como superiores a los 30º C originan tonalidades amarillentas.

Went (1944) ubica su desarrollo entre los 26º C y los 30º C para el día y para la noche entre los 17º C – 20º C.

Huerres y Caraballo (1998) citan que con temperaturas menores de 10º C el crecimiento vegetativo se hace lento, así como temperaturas menores de 13º C la floración se detiene, siendo la optima entre los 15º C y los 18º C y si por el día las temperaturas están por encima de los 35º C hay detención de la fotosíntesis, desarrollo lento de las anteras, el estilo crece por encima de las anteras ocurriendo el fenómeno de herostilia y afectándose la fecundación. También hay afectación de la fructificación y alteración en la coloración de los frutos.

Humedad

La humedad relativa. (http://www.fca.unl.edu.ar/intensivo)optima oscila entre un 60 % y un 80 %. Humedades relativas muy elevadas favorece el desarrollo de enfermedades aéreas y el agrietamiento del fruto y dificulta la fecundación, debido a un exceso de humedad edáfica o riego abundante tras un periodo de estrés hídrico. Humedades relativas bajas dificultan la fijación del polen al estigma de la flor.

Huerres y Caraballo (1998) plantean que humedades relativas favorables para este cultivo oscilan entre 50 % y 60 %. Valores superiores al 80 % favorecen el desarrollo de enfermedades fungosas y afectaciones en la fecundación al encontrarse hinchadas las anteras y no poderse romper para liberar el grano de polen.

Luminosidad

Valores reducido de luminosidad pueden incidir de forma negativa sobre los procesos de la floración, fecundación, así como el desarrollo vegetativo de la planta. En los momentos críticos durante el periodo vegetativo resulta crucial la interrelación existente entre la temperatura diurna y nocturna y la luminosidad (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm)

Suelo

La planta de tomate no es muy exigente en cuanto a suelos, excepto alo que refiere al drenaje, aunque prefiere suelos sueltos de texturas silicio –arcillosa y rico en materia orgánica. No obstante se desarrolla en suelos arcillosos enarenados. El pH puede ser ligeramente ácido hasta ligeramente alcalinos. (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm). Es la especie cultivada en invernaderos que mejor tolera las condiciones de salinidad tanto del suelo como del agua de riego.

2.4.5. Cosecha y Poscosecha

En muchos países del caribe cuando la parcela de producción de tomate son pequeñas, las cosechas se realizan manualmente los frutos son clasificados directamente en el campo, y luego se trasladan al mercado sin ningún tipo de preparación adicional (Kader et al., 1985). Esta primera clasificación debe realizarse cualquiera que sea el tratamiento posterior y descartar los frutos que no llenen las exigencias del mercado, bien por su tamaño, forma, madures excesiva o por daños mecánicos o de enfermedades. (Gómez, 2000).

Calidad

La calidad del tomate estándar se basa en la uniformidad de forma y en la ausencia de de defecto de crecimiento y manejos. El tamaño no es un factor que defina en el grado de calidad, pero puede influir de manera importante en la expectativa de su calidad comercial. (http://www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

Forma

Bien formados (redondos, forma globosa, globosa aplanada, ovalada, dependiendo del tipo). (http://infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

Color

Color uniforme (anaranjado–rojo a rojo intenso; amarillo claro) sin hombros verdes.

(http:// www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

Apariencia

Lisa y con las cicatrices correspondientes a la punta floral y al pedúnculo pequeño. Ausencia de grietas de crecimiento, cara de gato o cicatriz leñosa pistilar, quemaduras de sol, daño por insectos y daños mecánicos o magulladuras. (http:// www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

Firmeza

Firme al tacto. No debe estar suave ni se debe deformar fácilmente debido a sobre madurez. (http:// www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

Almacenamiento

Para el tomate verde maduro la temperatura de almacenamiento se debe regular de tal forma que sea lo suficientemente baja como para evitar el deterioro del producto y a la vez lo suficientemente balta para permitir que se complete su madurez. El tomate mantenido a 13 c por dos semanas o más, puede desarrollar pudriciones y no llegar a alcanzar el color rojo intenso. La temperatura óptima para el tomate verde maduro esta entre 18 c y 21 c. Es importante mencionar que el tomate normalmente no madura a temperaturas cercanas a los 27 c. Temperaturas entre los 14 c y 16 c son probablemente más deseables para provocar una maduración lenta sin problemas de incremento en erudiciones. (Gómez, 2000).

Los frutos mantenidos a 10 c se tornaran más susceptibles a la pudrición durante su posterior maduración. El incremento de esta ocurrirá luego de seis días de exposición a 0c 9 días a 5 c. (http:// www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm).

2.4.6. Valor nutricional

Valor nutricional del tomate por 100 g de sustancia comestible

Residuo (%)

6.0

Materia seca (g)

6.2

Energía (k cal)

20.00

Proteínas (g)

1.2

Fibras (g)

0.7

Calcio (mg)

7.0

Hierro (mg)

0.6

Caroteno (mg)

0.5

Timina (mg)

0.06

Riboflavina (mg)

0.04

Niacina (mg)

0.6

Vitamina c (mg)

23.00

Valor nutritivo medio

2.39

VNM / 100 g Materia seca

38.5

Fuente: http:// www.infoagro.com/hortalizas/tomate.htm

2.4.7. Comercialización y destino comercial

El desarrollo de la industria del tomate ha seguido dos fines generales: primero, la producción de tomates frescos para la mesa y segundo, su utilización en forma de conserva. Actualmente los mercados más importantes del mundo reciben tomates frescos durante todo el año y las diferentes conservas que se fabrican de él constituyen alimentos de gran importancia. (Gómez, 2002).

La competencia en el mercado del fruto fresco del tomate (Moreno, 2003), hace que los sistemas de comercialización planteen la obtención de una nueva gama de productos que permita llegar a un segmento de mercado definido. El tomate en racimo es una forma de comercializar este producto con una expansión creciente (González, 2002).

Para llevar a destinos los frutos de tomate en racimos, se deben tener en cuenta (Gómez, 2000) los siguientes parámetros:

  • Número de frutos y calibre

  • Uniformidad tanto en la calidad como en la firmeza de los frutos

  • Presentación del racimo

  • Ausencia de defectos de polinización y cuajado

  • Resistencia al desprendimiento durante el proceso poscosecha

  • Sensación de frescura

El destino comercial influirá esencialmente en la elección del tipo de cultivar. Se busca sobre todo, los de frutos grandes, redondos, y rojos para el mercado fresco. También se aceptan los de frutos mas pequeños de calibre regulares. Existe también mercado para el tomate industrial, así como el de cereza de frutos pequeños. (Gómez, 2000).

2.4.8. Labores culturales

Tutorado y baje de las plantas

El tutorado permite la conducción de la planta en forma vertical, para lograr que las ramas dispongan de suficiente luz, aire, y espacio vital para el normal crecimiento y desarrollo de su producción; además, propicia condiciones menos favorables para el desarrollo de enfermedades; evita que los frutos hagan contacto con el suelo y favorece las labores propias del manejo fitosanitario. El baje es en extremo útil para el cuajado de los frutos, sobre todo en periodo primavera verano, ya que al bajar los racimos se colocan a una temperatura inferior más favorable para su fructificación. Previo a este baje a las plantas se le practica una poda de las hojas inferiores caducas, con daños de enfermedades o en contacto con el suelo (IIHLD, 2003).

Aporcado

Práctica que se realiza tras la poda de formación con el fin de favorecer la formación de un mayor número de raíces, y no es más que cubrir la parte inferior de la planta con el suelo. (http://www.cid.org.mx/monografías/tomate.html).

Poda o deshije

Se logra a través de esta actividad una planta vigorosa y equilibrada, que los frutos no se queden ocultos entre el follaje y a la vez mantenerla con suficiente aireación y libre de la persistente humedad, que ocasionaría problemas fitosanitarios, esta labor se realiza conjuntamente con el tutorado de las plantas. Los hijos axilares se eliminan con los dedos y excepcionalmente con un instrumento cortante, debiéndose eliminar cuando éstos no rebasan los cincos centímetros. Se podaran los brotes que salen de los racimos, denominados hijos (chupones). (IIHLD, 2003).

Podas de frutos

Consiste en eliminar los frutos poco desarrollados y deformados de cada racimo, es una labor indispensable para lograr frutos de mayor calidad. Se efectúa a todo lo largo de ciclo del cultivo. (IIHLD, 2003).

Deshoje

Es la poda o eliminación de malezas como escarda manuales, guataqueas ligeras y arranque de malezas, así como las que mejoran las condiciones físicas del suelo y la aireación del sistema radical de las plantas como es el mullido y escarificación. (IIHLD, 2003).

2.5. Algunas plagas y enfermedades de interés económico

2.5.1. Minador gigante o gusano de alfiler (Keiferia lycopersicella)

Según Programa de Defensa (2002), la metamorfosis es completa. Huevos de color amarillento blanquecino con estrías concéntricas, y se torna de beige a gris al momento de la eclosión, presenta forma redondeada, atada en los polos y de tamaño menor de un mm.

La larva es gris con manchas violáceas que cubren la parte dorsal, su color varia de acuerdo al hospedero, ya que donde se alimenta de fruto su color es rojizo.

Las minas tienen forma de serpiente, luego se expansionan y forman manchones, las larvas dejan sus excretas a la entrada de las minas, lo que la diferencia de las minas de los dípteros. En un segundo estadio abandonan la mina y forman un doblez en la hoja que la protege de los tratamientos químicos y enemigos naturales.

El ataque al fruto se realiza por el cáliz o pedúnculo, los agujeros de entrada semejan pinchadas de alfiler en el interior forman diferentes tamaños de acuerdo al desarrollo de la larva.

2.5.2. Mosca blanca (Bemisia tabaci) según Oreste Elosegui Claro, 2006

La metamorfosis del insecto pasa por huevo, ninfa, pupa y adulto. Su duración caria de acuerdo la temperatura y humedad entre los 22 – 28 días. En las hojas jóvenes de tomate se observa la mayor cantidad de huevos y fundamentalmente en los de nivel medio se detectan los estadios larvales, huevos y pupas, y en el nivel inferior pupas o sus cápsulas. Los adultos se distribuyen en la s hojas superiores o medias. (Programa de Defensa, 2002).

2.5.3. Acaro del bronceado (Vasates destructor)

Cuerpo alargado y puntiagudo, de pequeño tamaño y su ciclo biológico dura aproximadamente siete días. Se reproduce por huevos y pasa por estadios ninfales antes de la madurez sexual. Debido a su pequeño tamaño generalmente se observan los síntomas del daño cuando la población en la planta es alta aparecen sobre los tallos y alrededor de brotes axilares, y luego pasan a todas las hojas. (Programa de Defensa, 2002).

2.5.4. Acaro blanco (Polyphagotarsonemus latus Bank)

Es considerado como el más polífago, de donde viene su nombre. Sus daños comienzan a los pocos días de plantado el cultivo. Se alimenta de las partes en crecimiento de las plantas como los brotes, yemas terminales y botones florares, provocan deformación, endurecimiento y raquitismo en los órganos vegetativos afectados. En ataques intensos provocan el aborto de flor y detención del crecimiento de los órganos en formación. (http://www.teralia.com /revista26/pagina50.asp).

2.5.5. Tizón temprano (Alternaría solani)

Afecta las hojas, tallos y frutos. Este hongo ocasiona los daños en las hojas en forma de manchas circulares, con anillos concéntricos de color pardo oscuro. En ocasiones alrededor de las manchas se observa una zona estrecha clorótica. En ataques intensos la hojas mueren, éstos pueden producir defoliación más o menos importante. En los frutos se presenta con manchas hundidas de color pardo negruzca, que pueden llegar a extenderse en todo este. Los valores altos y medios de temperaturas favorecen este hongo. (Programa de Defensa, 2002).

2.5.6. Marchitamiento por fusarium (Fusarium sp)

Se presenta amarillamiento en hojas inferiores que se marchitan y mueren, luego continúan apareciendo en las hojas más jóvenes. Esta enfermedad se caracteriza por la progresiva desecación de las hojas a partir de la base y por el color pardo de los vasos conductores. (http://www.teralia.com/revista26/pagina50.asp). Este hongo se establece con facilidad en los suelos.

2.5.7. Podredumbre de las raíces, Damping off (Phytium sp)

Esta enfermedad (http://www.teralia.com/revista/pagina50.asp). Afecta a la parte subterránea, avanza y produce una muerte rápida, es causante común de la putrefacción de las raíces y tallos de las posturas.

2.5.8. Damping off (Phytopthora parasítica)

La infección se produce por lo general inmediatamente por debajo del nivel del terreno o en la porción alta de la raíz principal. Es atacado el sistema radicular fibroso y las raicillas se reblandecen y mueren, mientras que los síntomas sobre las partes aéreas de las plantas se manifiestan por retraso en el crecimiento, marchites o muerte. (Programa de Defensa, 2002).

2.5.9. Geminivirus

Son trasmitidos por insectos vectores entre los cuales se encuentra la Mosca blanca (Bemisia tabaci). El síntoma característico es un moteado clorótico, mosaico amarillo, encrespamiento, deformación de las hojas, los nervios de las hojas toman un color más verde. Posteriormente las hojas se encorvan en forma de cuchara, los entrenudos se acortan y cuando el daño es intenso el encrespamiento es severo y se provoca enanismo. (Programa de Defensa, 2002).

2.5.10. Mildiu Pulverulento (Erysiphe cichoracearum)

Los primeros síntomas (http://www.teralia.com/revista/pagina50.asp) son manchas blancas redondas, que por lo general aparecen primeramente en el haz de las hojas más viejas y tallos, y a medida que aumentan se vuelven pulverulentas. En el transcurso de la enfermedad, estas capas pulverulentas aumentan y cubren finalmente el haz y el envés de toda la hoja por lo que su tejido se amarillea y al fin muere, también cubren pedúnculos y tallos. Ocasiona defoliaciones en presencia de condiciones climáticas favorables como clima calido y una humedad del aire relativamente elevada.

2.6. Fertirrigación

De acuerdo con (http://www.cidh.org.mx/monografias/tomate.htm):

En los cultivos protegidos de tomate el aporte de agua y gran parte de los nutrientes se realiza de forma generalizada mediante riego por goteo y va a ser función del estado fenológico de la planta, así como del ambiente en que esta se desarrolla (tipo de suelo, condiciones climáticas, calidad del agua de riego, etc.).

En cultivos en suelo y en enarenado el establecimiento del momento y volumen de riego vendrá dado básicamente por los siguientes parámetros:

  • Tensión del agua en el suelo (tensión mátrica), que se determinara mediante un manejo adecuado de tensiómetro.

  • Tipo de suelo

  • Evapotranspiración del cultivo

  • Eficacia del riego (uniformidad de caudal de los goteros)

  • Calidad del agua de riego En este cultivo el nitrógeno es importante para el crecimiento y desarrollo vegetativo, cuando es aplicado en exceso provoca efectos negativos sobre la calidad del fruto como son frutos blandos, menor riqueza de azucares, más frágiles y de difícil conservación, la maduración puede retardarse (SQM, 2001). El fósforo garantiza el desarrollo radicular, plantas vigorosas y una buena fructificación, se requieren elevados contenidos del elemento inmediatamente después de la plantación, si esto no ocurre, puede retrasarse la recolección.

El potasio influye sobre todo en el número de floraciones fértiles, promueve una adecuada fructificación, precocidad de la cosecha y calidad interna y externa de los frutos, debe ser aportado en cantidades suficientes a partir del inicio de la fructificación (IIHLD, 2003).

La deficiencia de calcio provoca en los frutos la necrosis apical o culillo, el magnesio es importante para evitar las afectaciones de la planta y disminución de los rendimientos. (IIHLD, 2003).

2.6.1. Características de la nutrición y fertilización según la etapa del cultivo.

Según Instructivo técnico del cultivo protegido editado en Venezuela (2005) se distinguen diferentes etapas:

Etapa I: Trasplante o emisión del primer racimo floral.

Si los análisis de laboratorio reportan elevados contenidos de nutrientes o si se han aplicado de fondo fertilizaciones orgánicas se puede prescindir de la fertirrigación en el momento del trasplante.

Cuando los contenidos de nutrientes en el suelo han bajado, al día siguiente del trasplante se aplica un fertirriego ligero a fin de aportar nutrientes a las plántulas de 20 — 450 — 40 mg/pl de N, P2O5, K2O, o de fósforo solamente con dosis de 400mg por planta de P2O5 si se trata de suelos que posean contenidos medios de nitrógeno y potasio propiamente o por concepto de fertilización remanente. El fertirriego posterior debe demorarse lo más posible ya que los dos riegos dados antes de la plantación en una dosis de 1.5– 2.0 L/m² y el de plantación con dosis de 3 – 5 l / m² crean una franja de humedad a través del cantero hasta una profundidad de 30 – 40 cm., lo que es suficiente para garantizar el régimen hídrico de la planta por varios días; en función del tipo de suelo y época del año este intervalo puede variar de 8 a 21 días. El acumulado de nitrógeno en la etapa no puede exceder de 2.0 Kg. / ha.

Etapa II: Emisión del primer racimo florar a cuaje del tercer racimo.

En esta etapa la planta aún se encuentra en un proceso incipiente de crecimiento y desarrollo, resultado altamente susceptible de perder el balance entre el desarrollo vegetativo, la floración y fructificación. Por ello, la nutrición en esta etapa es aún moderada (80 o 90 mg / pl / de N—P2O5 — K2O relación 1:1:1) y debe ser monitoreado por una observación constante.

Cuando en la I y II etapa de desarrollo se exceden los niveles de fertilización, principalmente de N, se pierde el balance en la planta, los tallos se presentan gruesos, deformes, en forma ancha y plana, con entrenudos cortos, foliolos extremadamente desarrollados de color verde intenso, racimos florales escasos y pobre o abundantes, pero que no cuajan.

El correcto balance se deberá buscar inmediatamente después del trasplante, ya que se pierde con gran facilidad durante la primera etapa de crecimiento y desarrollo del cultivo y el daño que ocasiona es irreversible, repercutiendo sensiblemente en el número y crecimiento de los frutos de los primeros cinco a seis racimos de la planta.

Etapa III: Cuaje del tercer racimo a inicio de cosecha.

Una vez concluida las dos primeras etapas de desarrollo y cuajado del tercer racimo la planta se hace menos susceptible al desbalance requerimiento en esta fase mayor suministro de nutrientes ya que los tres primeros racimos se encuentran en pleno desarrollo y el cuarto, quinto y sexto en formación.

Al iniciarse el despunte (60—75 días del trasplante) la planta deberá encontrarse cargada de frutos (20—30) con un promedio de cinco a seis frutos en los primeros racimos. El nitrógeno puede estar en 200 ppm y la relación N—P2O5—K2O en valores de 1—0.5—2.5.

Etapa IV: Inicio de cosecha a plena producción

A partir de este momento la nutrición se suministrará en función de cómo se encuentre cargada la planta, de su desarrollo vegetativo y del momento de realizado el decapite, si éste será practicado después de la formación del quinto o sexto racimo o si se continuará con otros racimos.

Es la etapa de plena producción y por ende el de mayor fertilización. La concentración de nitrógeno en ppm estará entre 170 – 200 y la relación nitrógeno, fósforo y potasio deberá ser de 1 – 0.3 – 2.4.

Se pueden presentar deficiencias de magnesio y calcio debido a la fuerte extracción de nutrientes que realiza la planta, por lo que deberá ser seguida con atención.

Etapa V: Plena producción a producción final

La planta va en proceso de descargue. En campaña de frió a los 111 días de trasplante la planta ya ha sido decapitada después de su racimo floral 12 y está en cosecha el racimo ocho, por lo que se dará nutrición para llenar los frutos de los racimos del noveno al duodécimo.

La relación N – K2O, 1— 2.4, disminuye ya que la planta no necesita nutrientes para el desarrollo y crecimiento, sino solamente para el llenado de los frutos.

2.7. Híbridos.

2.7.1. Importancia y perspectiva del mejoramiento genético

Los primeros productores de tomate realizaron una magnifica labor en lo que se refiere a producir variedades que rendían abundantes cosechas de frutos de buen tamaño. Sin embargo, al surgir nuevos problemas, ha sido necesario producir variedades que resistan las enfermedades y que se adapten a usos y condiciones especiales. (Beattle, 1939)

Las condiciones climáticas que se presentan en el trópico, se encuentran tan cerca de los limites de tolerancia del tomate, que las pequeñas diferencias entre la s estaciones de invierno y verano, pueden tener una gran influencia en el comportamiento de las plantas (Villareal, 1982).

Vernooy (2003) coincide en que los mecanismos principales a este efecto en las plantas son de defensa y tolerancia, lo cual resulta cuando aquellas son capaces de desarrollar respuestas que permitan el crecimiento continuo y reproducción a niveles más altos que los alcanzados por plantas susceptibles durante los periodos de estrés.

Efectos de este tipo han sido señalados por Anais (1988), ya que se encuentran genotipos capaces de adaptarse a las condiciones tropicales, la aplicación de modernos métodos de mejora genética y la ayuda de la biotecnología han facilitado el progreso.

2.7.2. Selección de los objetivos

Es importante no dispersar los medios disponibles y tratar de optimizarlos, de ahí la necesidad de definir las prioridades antes de dar comienzo al programa de mejora y evaluarlas periódicamente (Gómez, 2000).

La mayoría de las variedades de tomate logradas en Hazera han sido mejoradas poniendo énfasis especial en la maduración en planta, firmeza, conservación poscosecha y características relacionadas. Su criterio de calificación de firmeza es para frutos cosechados al estado rosado y almacenados durante 7 – 10 días a temperatura ambiente. Las variedades de largo almacenaje y buena firmeza permiten su traslado a grandes distancias y mantienen su calidad durante el periodo de comercialización. (Hazera Genetic, 2000).

De modo general los programas de mejora de tomate en la región del caribe, han decidido combinar los esfuerzos hacia dos objetivos primarios (Gómez, 2000), ya que la experiencia previa de los investigadores muestra que esos dos problemas, comunes en la mayoría de los países, son los responsables del retardado desarrollo de este cultivo, estos son:

Adaptación

Se trata de crear variedades adaptadas a las condiciones climáticas y podológicas variadas y a los diversos sistemas de cultivo a fin de mejorar el rendimiento y su estabilidad, prolongar el periodo productivo y extender el cultivo del tomate a nuevas zonas (Elkind y Kedar, 1991). En el Caribe se busca la adaptación climática al calor y la humedad, por cuanto ambos factores a menudo coinciden y en general estos son los que prevalecen. La adaptación climática es un proceso muy complejo que incluye productividad y calidad.

Resistencia a plagas y enfermedades

Hay que tener en cuenta que en el caribe el tomate se cultiva en ambientes muy diversos a menudo limitantes para su desarrollo, el número de agentes patógenos que la afecta es muy elevado, no obstante más de una docena de enfermedades se controlan por la vía de la resistencia genética (Elkind, 1991), la mayoría son monogéneticas dominantes. Su eficacia es variable ya sea por el nivel de expresión de la resistencia o su estabilidad.

Los objetivos pueden diferir de una zona a otra, de un país a otro, pero éstos deben ser adaptados a las situaciones específicas de cada país que pueden aun diferir en el interior de los mismos. En general, existe una incidencia de Pseudomona solanacearum en la región; lo mismo ocurre con los geminivirus transmitidos por moscas blancas (Hemisia spp) o los nematodos. (FAO, 1984).

Precisión del ideotipo buscado

Es el tipo de variedad buscada, es decir el objetivo del programa de mejoramiento, este puede diferir según el país, según el destino del fruto (mercado fresco o industria), y según el tipo de cultivo a emplear, ya se trate de variedades de crecimiento indeterminado que requieren de tutores o variedades determinadas parar cultivos revolcados o por tierra. El ideotipo debe ser bien definido desde el inicio, esta elección puede condicionar el éxito o fracaso del programa de mejora. A la luz del desarrollo del concepto de sostenibilidad en la agricultura es preciso para el mejorado tener presente aspectos relacionados con el tipo de planta a buscar, más eficiente en su funcionamiento; la estabilidad en el rendimiento de la nueva variedad y no tanto su rendimiento espectacular; el ecosistema en el cual será utilizada así como el tipo de producción, asociada o en monocultivo (Villareal, 1989).

2.7.3. Recursos genéticos

Todo programa de mejora comienza con la introducción masiva de gemoplasma de diversos orígenes a fin de evaluarlo y detectar el mayor interés (Alfonso, 1999). En el caso del tomate se estima, por ejemplo, que alrededor de unas mil variedades fueron introducidas en Taiwán en diez años. Sin embargo a causa de las diferencias climáticas existentes en este país y los orígenes de las variedades, solo unas pocas fueron utilizadas sin modificación (Villareal, 1979). Resultado de este tipio han sido reportados por diferentes investigadores en el trópico en países como Martinico, Isla Vírgenes, Nicaragua por mencionar algunos.

En Cuba durante cinco años se introdujeron 500 variedades de tomate pero solo un pequeño número pudo ser recomendado en la década de los ochentas (Gómez, 2000) para su cultivo por falta de adaptación climática durante el periodo considerado como optimo para la producción.

2.7.4. Destino comercial

Este factor influirá esencialmente en la elección del tipo de cultivar. Se busca sobre todo, los de frutos grandes, redondos, y rojos para el mercado fresco. También se aceptan los de frutos más pequeños de calibre regulares. Existe también mercado para el tomate industrial, así como el de cereza de frutos pequeños. (Gómez, 2000).

2.7.5. Tipo de cultivar

Los cultivares de hoy día pueden ser líneas puras fijadas o híbridos F1 que se utilizan cada vez más. Las ventajas de los últimos estriban en que permiten acumular una mayor resistencia a enfermedades, tienen un mayor potencial de producción, mayor uniformidad y calidad del fruto, además de permitir la protección varietal y rentabilidad del trabajo de selección. (Moya, 2001).

2.8. Hábitos de crecimiento

Los cultivares de tomate se dividen por su hábito de crecimiento en dos grupos principales: crecimiento determinado y crecimiento indeterminado. (Moya, 2001).

2.8.1. Crecimiento determinado

Está determinado por el gen recesivo sp. y el mismo posee importancia para el cultivo en casi todos los países tropicales. (Gómez, 2000).

Señala además este autor, que este tomate presenta un crecimiento limitado, ya que el tallo principal y todas sus ramificaciones terminan en un racimo que limita su crecimiento vegetativo. Las plantas poseen entrenudos cortos, y forman el primer racimo después de seis o siete hojas, y el resto de los racimos entre una o dos hojas y hasta cinco inflorescencias en el tallo principal. Presentan buen rendimiento dado por la altura que alcanzan sus tallos, permitiendo que se pueda mecanizar las labores de cultivo, sus siembras son por lo general sin tutores y las producciones pueden ser llevadas a la industria.

2.8.2. Crecimiento indeterminado

Su carácter está determinado por el gen dominante sp+. El grupo presenta crecimiento ilimitado de su tallo principal, racimo determinado forma un hijo en el seno de la última hoja que prosigue el crecimiento del tallo. El primer racimo aparece después de siete a diez hojas, y casi siempre los racimos se forman espaciados por tres hojas. Las plantas pueden alcanzar alturas superiores a los dos metro y portan un número importante de racimos. Son cultivos con tutores, lo cual no permite mecanizar las labores de cultivo. Los frutos son utilizados para el consumo fresco, su maduración es tardía y recolección escalonada. (Gómez, 2000).

El termino semideterminado se utiliza en cultivares determinados de más de seis racimos en el tallo principal separados por dos hojas. (Elkind et al., 1991).

2.9. Estabilidad del rendimiento

Es la medida de la amplitud de la variación entre el rendimiento potencial y actual de un genotipo dado a través de los cambios ambientales. Es un parámetro global que puede ser afectado por el nivel de rendimiento potencial, es útil en la comparación de cultivares de germoplasma genético común. Se calcula a partir de datos obtenidos en el campo a través de ensayos repetidos en localidades y años. En diversos países tropicales se han encontrado la especificidad de variedades hortícolas, en el caso del tomate se han comprobado (Gómez, 2000) una interacción genotipo / ambiente altamente significativa, por ello la estabilidad en el rendimiento es un aspecto a considerar en la adopción de un nuevo cultivar.

Se prefieren cultivares con rendimientos promedios consistentes, a aquellos con alto potencial pero inconsistentes a la variaciones ambientales. Este carácter es heredable, por ello el mejorador debe considerarlo en su trabajo a fin de poder producir variedades adaptadas a las fluctuaciones ambientales no predecibles, que minimicen el impacto de la interacción genotipo / ambiente y utilizar para su comprobación una serie de ensayos repetidos en años y localidades, que proporcionen información sobre la estabilidad de los genotipos individuales (Gómez, 2000).

Considerando el peso del fruto los ambientes pueden ser clasificados en óptimos, subóptimos y desfavorables. Ello sugiere en general que el peso del fruto y el rendimiento se incrementan los ambientes óptimos donde puede expresarse todo el potencial del genotipo (Gómez, 2000). El tamaño del fruto de algunas variedades varia levemente, según las condiciones de cultivo y cuaje; un aumento en el número de frutos por plantas puede dar por resultado tamaño menor. (Hazera Genetic, 2000).

Se reportan correlaciones significativas y negativas entre el rendimiento comercial y temperatura promedio diaria y precipitación, entre el peso del fruto y temperatura mínima. En consecuencia algunas localidades no serian favorables para la obtención de altos rendimientos y seria necesario identificar los trabajos genéticos por adaptabilidad y estabilidad (Gómez, 2000).

La mayoría de los agricultores de países en vías de desarrollo están interesados en la estabilidad del rendimiento que en rendimientos espectaculares. Las variedades mejoradas necesitan ser evaluadas por su habilidad para dar rendimientos altos a través de años y localidades con un mínimo de insumos y no arrojar altos rendimientos absolutos bajo optimas condiciones (Giaconi, 1988).

Ensayos realizados en Cuba en la década de los ochentas aparece como interesante el hecho de que la magnitud de los efectos debido a las localidades sobre el rendimiento del tomate fueron siempre mayores que los debido a los genotipos y los años, así como la interacción localidad/años (Gómez, 2000). Esto sugiere efecto del clima en las localidades necesarias de tener en cuenta dado que la producción de tomate es extremadamente estacional, hecho este determinado por el corto periodo de siembra, comprendido entre el 15 de octubre al 15 de diciembre. Este efecto puede ser una de las causas de la inestabilidad de la producción tomatera. Además son conocidas las diferencias entre el occidente y oriente de la isla que está sujeta precisamente durante la campaña tomatera al influjo de los frentes fríos.

Trabajos efectuados en la región (Giaconi, 1988) coinciden con lo planteado, ya que se reporta una interacción genotipo ambiente altamente significativo para el rendimiento comercial y el peso del fruto del tomate.

2.10. El Trichoderma harzianum sp. en la agricultura

Según Bocourt y López (2006) se plantea que:

Trichoderma harzianum Rifai, presenta colonias de rápido crecimiento en PDA, 7-9 cm diámetro después de 3 días, micelio aéreo flucoso, blanco a ligeramente gris o raramente amarillo, conidiación que cubre con frecuencia toda la superficie de la placa que produce pústulas aplanadas hasta de 8 mm en diámetro, concéntricas o cerca de las márgenes de la placa, polvorienta o granular y de varios tonos verdes incluso en el mismo cultivo, con frecuencia rodeado por micelio blanco estéril. Al reverso colonias incoloras o amarillas, pardas, ocráceas o en algunos aislados ferruginosas. Pocos aislados producen abundantes cristales amarillos. Exudados incoloros a ámbar o amarillo verdoso. Hifas hialinas. Clamidosporas abundantes, solitarias, subhialinas a amarillo pálido o carmelitoso con la edad, subglobosas a elipsoidales o piriformes. Conidioforos hialinos, paredes lisas, rectos o doblados, muy ramificados, primeras ramas nacen formando ángulos rectos o dobladas un poco hacia el ápice, en grupos de 2 o 3 que se vuelven más largos hacia la base, complejos con ramas secundarias en grupos de 2-4, la estructura completa es más o menos piramidal con un ápice estéril cuando está creciendo aún el hongo. La conidiación comienza por la base de este patrón de conidioforo y las ramas jóvenes son estériles. Fiálides ampuliformes a subglobosas; muy constreñidas en la base, muy hinchadas en el medio y abruptamente estrechas en el ápice en número hasta de 6. Conidios subglobosos a ovoides o ligeramente elipsoidales con ápice ampliamente redondeado, pared lisa o ligeramente rugosa, subhialinos a verde pálido.

2.10.1. Ubicación taxonómica del hongo (Según Carr, 2003 y Bisset, 2005)

División: EumycotaSubdivisión: DicaryomycotinaClase: AscomycetesOrden: Hypocreates Familia: Hypocreacea Género: Trichoderma Sección: Pachybasium Especie: Trichoderma harzianum

2.10.2. Algunas propiedades del Trichoderma harzianum

Según Carr, (2003):

Es Revitalizador de plantas, ECOLOGICO por su composición, que proporciona vigor y exhuberancia a las plantas sin contaminar el Medio Ambiente. El producto que se obtiene es en forma sólida y se emplea para el control de patógenos del suelo y estimulación de su desarrollo.

Es un hongo con probadas cualidades antagonistas, parasitarias e hiperpatògenas, además de poseer propiedades bioestimulante del crecimiento y desarrollo de las plantas. Es un controlador biológico de enfermedades y nematodos fitopatògenos, entre otras propiedades que se les atribuyen. Actúa contra hongos y nematodos del suelo y también en hongos foliares

2.10.3. Reproducción en el Laboratorio

Según Fernández y Carr (2006):

Sustrato Empleado: Cabecilla y Bagazo de caña.

Recipiente: Bandejas de tejas tevi

Preparación del Medio:

Se pesa la cantidad que se empleará durante la jornada, el 80% de cabecilla y el 20% de cascarilla, se vierte en un recipiente limpio, se le añade agua en una proporción equivalente al 50% de la cantidad del sustrato, se adiciona aceite vegetal en una cantidad del 1%, se homogeniza bien la masa para que la humedad y el aceite lleguen a todo el sustrato, se deja en reposo durante 30 min., pasado este tiempo se deposita en bolsas 200 gramos de la mezcla, se amarra la entrada con cordel, se agita procurando que no queden granos cercano a dicha entrada, por lo que hay que hacer este movimiento de forma lateral

Esterilización:

Las bolsas se introducen en la autoclave y esterilizan durante 40 mín. a 121 ( C y 1,2 atm; al sacarla de la autoclave se agitan para desprender la cabecilla de las paredes y se dejan en reposo hasta que se enfríen

Inóculo:

El inóculo puede proceder de tubos de Cepas Certificadas ó Pre-inóculos que cumplan los requerimientos para estos fines. El título del inoculo no puede ser inferior a 10( para que garantice la potencia necesaria.

Incubación:

El proceso de incubación requiere de una temperatura de 25 ± 2º C que es el rango optimo para el crecimiento de estos hongos, por lo cual es necesario el uso de la climatización (Aires Acondicionados ó Consolas), por encima o por debajo de estos parámetros no se garantiza estabilidad en el desarrollo del microorganismo y aumentan las contaminaciones. El tiempo de incubación esta entre los 4 y 6 días.

El producto terminado alcanza un Título promedio superior a 3×10( conídios/gramo con una viabilidad del 97 % y una virulencia superior al 90 %.

Recobrado y conservación del producto terminado:

Una vez terminado el tiempo de incubación del producto y efectuado el control de calidad del lote, el producto se pone en una superficie horizontal esparciéndose para que pierda humedad durante 48 horas empleando el aire acondicionad y deshumificador. Pasado este tiempo se envasa en bolsas o sacos de polietileno y se almacena en un cuarto con temperaturas de 20 a 25 ºC, en estas condiciones puede estar almacenado por espacio de 3 meses sin perder sus cualidades.

2.10.4. Ventajas y beneficios del Trichoderma harzianum (Según Melo, 2004)

  • Bioregulación y antagonismo de los fitopatógenos Rhizoctonia solani, Sclerotinia sclerotium, Fusarium oxysporum, Fusarium rosseum, Botrytis cinerea, Sclerotium rolfsii, Rosellinia sp, Phythium sp, Armillaria mellea, Alternaría sp.

  • Incrementa la población de antagonistas en los lotes agrícolas para regular la población de fitopatógenos a mediano y largo plazo.

  • Reduce el potencial del inoculo en lotes con problemas severos causados por fitopatógenos.

  • Contribuye con la toma de nutrientes al degradar muy bien las celulosas y ligninas que se encuentran en el suelo de manera que los otros microorganismos pueden continuar con la degradación de los recursos orgánicos.

  • Menor pérdida de plántulas infectadas por hongos patógenos (mayor germinación y mejor desarrollo de plántulas) especialmente en programas de Labranza Cero, Labranza reducida o Labranza mínima.

  • Favorece el manejo bio-ecológico de los cultivos.

  • No causa contaminación al medio y ningún impacto ambiental

  • No afecta la población de insectos benéficos depredadores y parásitoides que contribuyen a la regulación de plagas

  • No es tóxico para el hombre ni para los animales vertebrado

Estudios conducidos con Trichoderma harzianum demostraron que ese microorganismo incrementa el crecimiento radicular en plantas como en miho y numerosas otras especies vegetales culturas hortícolas. (Gary et a.l, 2001)

2.11. Impacto ambiental

Debido a la situación económica del país y a los criterios ecológicos la agricultura cubana se ha visto en la obligación de transformar esta en una agricultura de bajos insumos en la disminución de productos agroquímicos, especialmente en plaguicidas químicos, fertilizantes convencionales y reguladores del crecimiento químicos, debido a su enorme costo ambiental y además por su costo económico.

Es imprescindible destacar que el uso de reguladores del crecimiento, plaguicidas y fertilizantes químicos generan riesgo muy grandes para el medio ambiente y para la salud humana, por tanto esto ha provocado la necesidad del uso de alternativas biológicas compatibles con el ambiente y económicamente viables. Luchim y Andrea (2000).

Todo esto nos indica que es muy factible el uso del Trichoderma harzianum por su inocuidad y probada efectividad ya que ofrece un gran potencial en las estrategias de protección, orientadas hacia la eficacia y la protección del medio ambiente.

Los derivados del género Trichoderma, presentan un carácter de natural, biocompatible e inocuos al ambiente por lo que con esta primera aplicación en condiciones protegidas las plantas se protegen de plagas y enfermedades se convierte en un sustituto ideal de los actuales productos fitosanitarios, altamente nocivos para el medio ambiente. Además ha demostrado su efectividad en la inducción de resistencia contra el estrés biótico y abiótico. También ofrece un gran potencial en las estrategias de protección, orientadas hacia la eficacia y la protección del medio ambiente.

2.12. Impacto social

El uso de los reguladores del crecimiento convencionales tiene diversos inconvenientes para la salud humana según www.rap-chile.com/plaguicidas_inc.php/

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